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Introducción:

La célula ha sido la base de los estudios anatómicos y fisiológicos; en algún punto, la


embriología descriptiva comenzó a hacer uso de la célula para desarrollar un estudio
más profundo en su campo, desarrollando linajes celulares: donde se observan las
células individuales del embrión para conocer lo que llegarán a ser.
“En muchos organismos, no es posible una resolución tan fina, pero se pueden marcar
grupos de células para ver que área del embrión llegarán a formar parte.” (Gilbert,
2005: 10).

Los mapas de destino son un diagrama, ellos le pueden proporcionar información al


investigador sobre las partes del embrión y lo que pueden llegar a ser en una etapa
adulta o larval; todo esto forma parte de un estudio que es la base de la embriología
experimental.

Un destino celular, que representa el tipo de célula en el que finalmente se diferenciará,


es función tanto de la expresión genética diferencial como de la morfogénesis. El papel
de la forfogénesis en la determinación del destino celular puede advertirse en
experimentos en los cuales las células especificas de un embrión se localizan en una
nueva posición sobre el embrión en desarrollo. (Sadava, 2009: 428).

En la práctica que se presenta, no será necesario el uso de experimentos para


distinguir el destino celular, sin embargo, es pertinente mencionar que en dichas
prácticas: las células se marcan con colorantes para poder controlar su desarrollo en
estructuras adultas.

El potencial de desarrollo de las células se restringe bastante temprano en el desarrollo


normal. Las células inicialmente equivalentes del embrión sincitial comienzan a asumir
con rapidez destinos diferentes, lo que conduce a un patrón bien ordenado de
identidades celulares separadas. Estos acontecimientos tempranos de patrones
establecen el paso para el desarrollo posterior y la colocación adecuada de los tejidos
diferentes y partes corporales, as´como las formas de los anexos y organización de los
tipos celulares dentro de ellos. Debido a que el embrión temprano es en un comienzo
simétrico de lado a lado, la creación de diferencias entre las células es un problema en
dos ejes: dorsoventral y anteroposterior. Los conjuntos diferentes de genes actúan en
cada eje: así es que cada célula aprende su destino inicial respondiendo al aporte de
reguladores que actúan en el sentido dorsoventral y anteroposterior en una clase de
grilla bidimencional. (Lodish, 2005: 625).

En algunos invertebrados, los embriones son transparentes, tienen relativamente pocas


células y las células hijas se mantienen muy cercanas entre sí. En tales casos, es
posible en realidad mirar a través del microscopio y trazar los descendientes de una
célula especifica en los órganos que ella genera (Gilbert, 2005: 10).

En la siguiente práctica pudimos identificar los grupos de las partes del embrión que
sus células llegarán a ser: toda esta información es obtenida mediante las
experimentaciones con tinturas ya mencionadas y, a partir de una técnica manual,
pudimos reconocer los mapas de destino.

Scott F. Gilbert, (2005), Biología del desarrollo, Buenos Aires, Panamericana.


Savada, Heller, Orians, Purves, Hillis, (2008), VIDA la ciencia de la biología, Buenos
Aires, Panamericana.
Lodish, Berk, Matsudaira, Kaiser, Krieger, Scott, Zipursky, Darnell,(2006), Biología
celular y molecular, Buenos Aires, Panamericana.

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