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Revista Gaceta Laboral

Vol. 20, Mo. 1 (2014): 70 - 87


Universidad del Zulia (LUZ) • ISSN 1315-8597

Los derechos de las mujeres discrim inadas


en el ám bito laboral venezolano
Manuela A lvarado R igores
A bogado. M agister en C iencias Penales y C rim inológicas.
D octora en D erecho. D ocente e In vestigad o ra adscrita al Instituto
de Filosofía del D erecho de la Facultad de C iencias Jurídicas
y Políticas de la Universidad del Zulia.
E -m ail: m a Iv a ri@ h o tm a il.c o m

Resumen

En esta investigación se analizan los derechos de las mujeres discrimina­


das en los diferentes ámbitos laborales, expresándose en una distribución
desigual de poder entre ambos sexos, generando situaciones de desequilibrio
y violencia que afectan fundamentalmente a las mujeres. La metodología
utilizada es la documental, y permitió concluir que el tipo de discriminación
laboral más frecuente es el acoso laboral que constituye un delito de violencia
de género. Además, cuando se trata de los delitos de violencia laboral y acoso
laboral no se están procesando las denuncias por los órganos de control social
formal, sino que se está aplicando la normativa contenida en la Ley Orgánica
del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras, alegando que no son casos
de violencia de género, produciéndose una denegación de justicia, y cuando se
denuncian estos delitos, por lo general, la causa es remitida a la Fiscalía del
Ministerio Publico, siendo desestimada por no ser de carácter penal, violando
todos los derechos y garantías establecidos en la Ley Orgánica sobre los Dere­
chos de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Palabras clave: Mujeres, discriminación, género, acoso laboral, violencia laboral.

Recibido: 04-03-2014 . Aceptado: 07-04-2014

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Discrimination against the Rights of Women


in the Venezuelan Labor Environment
Abstract

In this investigation, discrim ination against the rights of women in


different work environm ents is analyzed, expressing itself in an unequal
distribution of power betw een the sexes, generating situations of imbalance
and violence th a t affect fu n d am en tally women. The m ethodology is
docum entary and m akes it possible to conclude th a t the most frequent type of
work-related discrim ination is work harassm ent, which constitutes a felony
of gender violence. Additionally, when felonies or crimes of work-related
violence and work harassm ent are dealt with, the accusations are not being
processed by formal social control organisms, but ra th e r the norm in the
Organic Law of Work and W orkers is being applied, alleging th a t they are not
cases of gender violence, producing a denial of justice. W hen these crimes are
denounced, in general, the cause is rem itted to the Public Prosecutor of the
Public M inistry and is underestim ated since it is not of a penal character,
thereby violating all the rights and guarantees established in the Organic
Law for the Rights of Women to a Violence-Free Life.

K ey w ords: Women, discrim ination, gender, work harassm ent, w ork-related


violence.

Introducción Cada día se denuncian m ás las con­


ductas que generan violencia psicoló­
Uno de los grandes cambios en la
gica en el trabajo y en los últim os años
historia del m undo ha sido la incorpo­
se considera como un problem a que se
ración de la m ujer al ám bito laboral,
encuentra laten te a nivel judicial en
no obstante, así como se comenzaron a
Venezuela.
percibir grandes variaciones en la
En nuestro país, los estudios ju ríd i­
participación laboral según el género,
cos sobre la violencia de género en el
del mismo modo esto dio nacim iento a
trabajo son aún incipientes, pero se
grandes conflictos entre hom bres y
ha avanzado tím idam ente en la tipifi­
m ujeres. Así, las desigualdades se
cación de la transgresión en cuanto al
h an ido transform ando en discrim ina­
acoso sexual de las m ujeres en el t r a ­
ciones que perjudican a las m ujeres en
bajo, tanto en la legislación como a
su ám bito de trabajo y que conllevan a
través de la jurisprudencia en algu­
su vez actos de violencia.
nos casos de cosa juzgada. Por ejem-

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pío existe la Ley Orgánica sobre el De­ nio, fuerza y presión en cuanto al sexo
recho de las M ujeres a una Vida Libre fem enino con m anifestaciones que
de Violencia aprobada por la A sam ­ van desde las de tipo psicológico h a sta
blea Nacional el 25 de diciembre de las agresiones físicas y verbales que
2006, la cual se encarga de tipificar el pueden ir acrecentándose a m edida
hostigam iento laboral, el acoso sexual que se avanza en el ejercicio desm edi­
en el trabajo y la violencia laboral do del poder.
como delitos sujetos a sanción y se ñ a ­ En este sentido, de acuerdo con Im-
la las m edidas preventivas que deben ber (citada por Sgam batti, 2011:10)
tom arse p ara su erradicación. en la obra “La M ujer Ciudadano de
El acoso sexual en la legislación ve­ Segundo O rden”,
nezolana, es reconocido como u n a si­ “E n V enezuela no hem os llegado al
tuación im portante y grave que afecta punto en que hayan sido abolidas
la igualdad de oportunidades de las p ara todas las m ujeres las servi­
m ujeres que son la m ayoría de las víc­ d u m b res clásicas, p re h istó ric a s,
tim as de este delito. La probabilidad pero esa es la tendencia, y en todo
del acoso sexual hacia una m ujer está caso una proporción muy im portan­
te de n u estras m ujeres sí h a n supe­
m ás estrecham ente asociada a la vul­
rado esas condiciones y a lo que se
nerabilidad de la m ism a, y a la depen­ enfrentan es a las supervivencias,
dencia económica y no precisam ente a en las costum bres y en la legisla­
su apariencia física. ción, de condiciones socioeconómi­
La figura del acoso laboral ha sido cas que ya no están vigentes”.
estudiada desde hace ya cierto tiempo Esas mujeres, las más educadas y
y desde diversas ópticas, por lo que por lo mismo m ás subempleadas, en
puede decirse que no existe h a sta los todo sentido, de nuestra sociedad, no es
m om entos una definición universal, raro que se sientan insatisfechas y a r­
es por ello que se le ha comparado con bitrariam ente oprimidas. Son seres hu­
la violencia e incluso se la ha califica­ manos completos, y se sienten, o se sa­
do como un asesinato psíquico, psico- ben, ta n o más inteligentes que muchos
terro r o nueva epidem ia silenciosa en hombres que son más estimados que
la cual tan to la ciencia jurídica como ellas, que tienen trabajos m ás intere­
la jurisprudencia h a n m ostrado gran santes, más im portantes y en todo caso
interés. La víctim a de acoso laboral mejor rem unerados que ellas. Exami­
sufre las consecuencias de u n tiempo nan la sociedad, y notan que los hom­
de creación jurisprudencial en la que bres acaparan todas las posiciones de
é sta com plem enta la laguna dejada poder y de decisión. Estudian las leyes
por el legislador. y advierten que han sido hechas por
1. La h istórica discrim inación hombres para los hombres.
de las m ujeres Es una situación difícil y complica­
da de en fren tar y de resolver. Por lo
Desde el inicio de las sociedades, la m ism o, t a l como dice S g a m b a tti
figura m asculina h a ejercido su dom i­ (2011), se tiene que comenzar por es-

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tablecer prioridades y por concienti- De igual forma, García Prince (ci­


zar a las m ujeres sobre el problem a en tad a por Sgam batti, 2011:41), sostie­
su conjunto y sobre cuáles puedan ser ne que,
los prim eros pasos en el largo viaje “La exclusión de las mujeres de los
que nos conduzca a la igualdad de de­ derechos ha sido un signo de todas las
rechos efectiva. Es lo que ha hecho épocas y un elemento presente en
ella al in v en tariar las form as a veces todo el desarrollo social y político de
flagrantes y a veces sutilísim as con nuestras sociedades, que sólo muy re­
que la legislación venezolana vigente cientemente hemos logrado superar y
ello ha significado que nuestra ciuda­
consagra una supuesta inferioridad e
danía haya sido incompleta o en todo
irresponsabilidad de la mujer. caso de segundo orden”.
Así, de acuerdo con Virginia B etan­
P ara quienes en Venezuela tienen
court (citada por Sgam batti 2011:15),
entre sus intereses desentrañar las
“A lo largo de los periodos democrá­
claves estructurales de la desigualdad
ticos, la mujer ha obtenido significa­
tivas reivindicaciones, algunas de de género en el plano ciudadano, es
las cuales se señalan a continuación: una suerte y gran apoyo el que Sgam ­
En 1936, gracias a las acciones y b a tti haya producido esta obra. Es un
gestiones de las mujeres miembros trabajo que, visto el desarrollo poste­
de la Agrupación Cultural Femeni­ riorm ente alcanzado por las discipli­
na, la Sociedad Protectora de la in­ nas de la igualdad, en muchos sentidos
fancia y la Asociación Venezolana de se adelantó a su tiempo. Ella analiza
Mujeres, se logra que en la Ley del acertadam ente parte im portante de la
Trabajo se prevean protecciones a la
legislación nacional en lo que se refiere
madre trabajadora e igualdad de
sueldos y salarios para trabajos a diversos sesgos androcéntricos de gé­
iguales realizados por hombres y nero, los cuales niegan de m anera fla­
mujeres”. grante el principio constitucional de
La m ujer ejerce en Venezuela todos igualdad, que había sido establecido
los oficios profesionales, su posición directam ente en la carta m agna de
1947 y luego enriquecido en la de 1961
dentro del hogar ha cambiado. Sin
embargo, como trabajadora perm ane­ con la prohibición de la discrim ina­
ce aún som etida a condiciones que ción. Es im portante resaltar que la
vulneran sus derechos de m adre. Con­ Constitución de la República Boliva-
qu istar una efectiva protección p ara rian a de Venezuela (CRBV), de 1999,
la m ujer trabajadora es resg u ard ar la promueve la construcción de un E sta ­
facultad de la m ujer de dar am or a sus do democrático y social de derecho y de
hijos p ara hacerlos adultos sanos que justicia que propugna como valores su ­
se incorporen a la sociedad de acuerdo periores de su ordenam iento jurídico y
con los ideales m orales y de justicia a de su actuación, la vida, la libertad, la
que aspiram os. Los caminos p ara lo­ justicia, y en general, la preem inencia
grarlo están abiertos. de los derechos hum anos.

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Acevedo (citado por Delgado, 2007: ra en las organizaciones, ya que se


395), al referirse al caso venezolano obstaculiza el ascenso p a ra las m uje­
señala lo siguiente: res en igualdad de condiciones porque
“En los últimos años hemos observa­ en los puestos clave de la organización
do un traslado de fuerza de trabajo tienen poca participación.
femenina a sectores de mayor ines­ Y si se tra ta del trabajo informal, se
tabilidad laboral, como lo es el sector da la precarización del trabajo ya que
informal, las contrataciones tempo­ las m ujeres están m ás expuestas a
rales, el trabajo a domicilio y el tra ­ condiciones inseguras de trabajo. Ac­
bajo a tiempo parcial. Los empleos
que se derivan en estos sectores son tualm ente según el informe de la OIT
mal remunerados, en condiciones de del año 2007 hay m ás m ujeres que
trabajo más riesgosas y son limita­ n u n c a en situ ació n de desem pleo
damente incluidos en las políticas (81,8 millones), o destinadas a em ­
de seguridad social”. pleos de baja productividad en la ag ri­
En el mismo orden de ideas, es nece­ cultura o los servicios, o recibiendo
sario acotar que aún cuando el oscuro menos paga por el mismo trabajo que
panoram a perm ea hacia el devenir de los hombres.
la m ujer latinoam ericana, existen im ­ Es por ello que hay m uchas m uje­
portantes intentos por revertir tal si­ res que se encuentran atra p ad a s en
tuación, que se evidencian en una reo­ trabajos m al retribuidos, con frecuen­
rientación de las actividades de las m u­ cia en la economía informal, sin sufi­
jeres, determ inadas por un conjunto de ciente protección legal, con poca o n in ­
estrategias bien definidas, lo cual a su guna protección social, y con un alto
vez perm ite redefinir sus roles en la so­ grado de inseguridad, lo cual reprodu­
ciedad del trabajo, así, debe indicarse ce situaciones de pobreza con rostro
que no existe una actitud pasiva ante femenino. Por esta razón puede decir­
tal situación como suele suponerse. se que el aum ento cuantitativo de la
E n el mundo, el núm ero de m ujeres participación de la m ujer en el ámbito
en la fuerza laboral h a aum entado laboral en América L atina y el Caribe,
progresivam ente, pero la persistencia no encuentra asidero desde lo cu alita­
de la brecha de género contribuye a tivo (trabajo digno) form ulándose crí­
una fem inización de la pobreza entre ticas desde el m undo de las m ujeres
los trabajadores. Inequidades de gé­ contrarias a la tesis del desarrollo mo­
nero se m antienen sea que estem os derno, ya que al producirse éste, se
refiriéndonos al trabajo form al como elevan de form a recurrente los niveles
al informal. de violencia contra las m ujeres que
Se observa, si se tra ta del trabajo h an logrado éxito sustancial en secto­
form al, que la brecha en tre los hom ­ res específicos.
bres y las m ujeres se m anifiesta a tr a ­ Al igual que en el pasado, en la épo­
vés de las diferencias salariales y el ca actual el trabajo de las m ujeres está
acceso a la educación, así como ta m ­ signado por desigualdades, ausente de
bién las dificultades p ara hacer c a rre ­ oportunidades y facibdades para su
desarrollo, ya que h asta la fecha este

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escenario no se ha podido superar, y valoración del trabajo de hom bres y


sino que por el contrario, se profundi­ m ujeres.
zan las brechas salariales y el au m en ­ Las oportunidades de las m ujeres
to del empleo en situación de precarie­ p a ra elevar su estatus, con relación a
dad, con lo cual el m anto de pobreza los hom bres de su sociedad, descansa
fem enina se increm enta día a día. en su acceso creciente al trabajo gene­
En el espacio público se espera que rador de recursos y tal acceso e stá en
el hombre ostente sabiduría, poder, su mayor p arte controlado por élites
ejercicio del dominio, dem ostrar su ex­ m asculinas, y cambia principalm ente
celencia y eficacia, su racionalidad y en resp u esta a fuerzas que están fue­
éste espacio es el único en donde el tr a ­ ra del control de las m ujeres.
bajo es rem unerado y ha estado y está Según la Organización Internacio­
fundam entalm ente en los hombres. nal del Trabajo (2006), se requiere una
Lo fem enino, por el contrario, se intervención pública para corregir las
ubica de modo exclusivo en el ám bito desigualdades ex isten tes e n tre los
privado, doméstico, fam iliar. El á m ­ hom bres y las m ujeres en el ámbito la ­
bito privado aparece como el propio boral. Las propuestas de política, p a ­
de la m ujer. E ste es el espacio del cui­ san por reconocer que existe una asi­
dado, de la atención a los otros, de los m etría en la situación de los hom bres y
afectos, de la reproducción de la vida, las m ujeres en el mercado laboral, y
es decir el del trabajo no rem unerado que cualquier medida que sea neutra y
e invisible. que no persiga el objetivo explícito de
Por ser la m ujer quien está mejor la igualdad tenderá a m antener y, tal
dotada para el ám bito de lo privado, es vez, a agravar estas desigualdades.
que se busca evitar históricam ente el Por ello, la e stra te g ia debe ser
acceso al trabajo, a la educación, la dual y ab a rc a r ta n to la incorporación
ciencia y desde luego a las esferas de de la s c o n sid eracio n es de género
poder y tom a de decisiones. En conse­ como la adopción de iniciativas espe­
cuencia la participación de la m ujer cíficas dirigidas hacia la m ujer, alg u ­
en los procesos sociales y políticos si­ nas de las cuales deben incluir m edi­
gue bloqueada por una especie de an- das de discrim inación positiva. Por
drocracia que ha alim entado la creen­ ejemplo la política de igualdad de
cia de que el m undo de lo público, es oportunidades en general y el p la n ­
privativo de los hombres. team ien to d u al en p a rticu la r, son
P a ra que las políticas públicas in ­ elem entos clave p ara a u m e n ta r la
cluyan efectivam ente una perspectiva ta s a de empleo, m ejorar la calidad de
de género se requiere de un a voluntad los mismos y prom over un mercado
explícita de p a rte de las autoridades laboral donde se ten g an en cuenta los
de promover una redistribución entre derechos de las trab ajad o ras.
los géneros en térm inos de asignación P a ra ello, las Políticas Públicas,
de recursos, derechos civiles, p artici­ cuestión de élites, deben contar con los
pación, posiciones de poder, autoridad recursos necesarios para form ular y

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aplicar un conjunto articulado de polí­ cas de género constituyen un estím ulo


ticas a favor de la igualdad y la reduc­ im portante p ara la democratización
ción de la discrim inación de las m uje­ de los Estados. No es posible, desde
res en el ám bito laboral como por ningún punto de vista pensar en polí­
ejemplo las siguientes: a) M ejorar la ticas de género efectivas sin la p artici­
calidad de los puestos de tx-abajo de las pación de las m ujeres en su diseño y
m ujeres que laboran en la economía evaluación.
inform al a través de la formación y del Acometer políticas de género signi­
acceso a los recursos productivos, b) fica p ara el Estado abordar problem as
Aplicar en form a efectiva el principio nuevos como el de la violencia, el em ­
de no discrim inación, c) F om entar la barazo adolescente, el hogar, entre
participación y ocupación de las m uje­ otras, buscando su solución a través
res, elim inando los obstáculos que im ­ de políticas específicas, ya que para
piden su inserción y perm anencia en lograr el crecim iento económico hay
la fuerza de trabajo y la ocupación. que generar trabajo digno p ara las
Ello debe incluir m edidas específicas m ujeres y esto no se logra si no se
para promover los derechos de las t r a ­ adoptan políticas públicas visibiliza-
bajadoras en la negociación colectiva das desde una perspectiva de género.
y d) Prom over el acceso de las m ujeres
2. D erechos S ociales
a las políticas activas en u n a propor­
ción no inferior a su peso en la fuerza D entro de los derechos sociales y de
de trabajo (OIT, 2006). las fam ilias que agrupa la CRBV en
Todas estas políticas antes mencio­ su artículo 89, se establece la prohibi­
nadas deben ir en consonancia con la ción de todo tipo de discriminación.
búsqueda de la equidad y la justicia E ste precepto contiene un doble con­
social p ara las trabajadoras. tenido. Por u n a parte, la declaración
En L atinoam érica y por supuesto, general de igualdad de ley, y por la
tam bién en V enezuela, el acceso de otra, la prohibición de discrim inación
las m ujeres al trabajo lam en tab le­ apoyada en circunstancias específi­
m ente se da en condiciones de segre­ cas. La diferencia de tra to debe tener
gación, opciones restrin g id as, discri­ un resultado determ inado, que con­
m inación salarial, retribución desi­ siste en la creación de una situación
gual de las m ism as capacidades y discrim inatoria objetiva que anule o
precariedad laboral. menoscabe p ara la discrim inada el
Esto significa que debemos estar goce de determ inados derechos, que
m ás atentos a un acceso m ás ig u alita­ perjudique sus intereses o que agrave
rio de las m ujeres a los recursos econó­ las cargas. A la sum a de estos precep­
micos, la educación, la cultura y la in ­ tos, ya no como derechos fu n d am en ta­
vestigación. Y asim ism o es necesario les, quien acose a otra persona psico­
aseg u rar u n a presencia p a rita ria de lógicamente en el trabajo e sta ría vul­
las m ujeres en las organizaciones so­ nerando, a su vez, el derecho del t r a ­
ciales y políticas. Por tanto, las políti­ bajo consagrado en el artículo 87 y el

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derecho a la salud establecido en el a r ­ suponen la violación de los derechos


tículo 83 del texto constitucional. de la mujer.
En ese m ism o o rd en de ideas, Adem ás de las funciones anterio­
cuando se fom ente el hostigam iento res dicha Defensoría Nacional debe­
m aternal, tan to a la víctim a como a rá: a) Ofrecer asistencia a la den u n ­
las trab ajad o ras que son testigos del ciante. b) Investigar las situaciones
acoso laboral, a trav és de coacciones som etidas a su consideración, c) E m ­
p a ra desincentivar la procreación, se plear acciones correctivas o concilia­
a te n ta ría contra el artículo 76 de la torias para que cese la am enaza o
C arta M agna. daño efectivo causado por la discrim i­
Adem ás de lo dispuesto en la Cons­ nación. d) Ejercer la representación
titución, tam bién es im portante m en­ del colectivo femenino ante las in s­
cionar la Ley de Igualdad de O portu­ tancias judiciales y extrajudiciales en
nidades p ara la M ujer (LIOM), que el supuesto que no m anifiesten su
como su nombre lo indica va dirigida conformidad en reclam ar las indem ­
al colectivo femenino p ara g aran tizar nizaciones, reparaciones o retribucio­
los derechos de las m ujeres venezola­ nes cuando la conciliación no haya
nas frente a las agresiones que lesio­ dado resultado, e) O rientar a la de­
nen su dignidad y su integridad física, nunciante en el caso de que la defen­
sexual, emocional o psicológica. soría no pueda asum ir su caso para
P ara ésta finalidad juega un papel que ejerza sus derechos ante las in s­
fundam ental la Defensoría Nacional tancias correspondientes, f) B rindar
de los Derechos de la M ujer, organis­ especial atención a la m ujer tra b a ja ­
mo gubernam ental que tiene las si­ dora, incluyendo a las que trab ajen en
guientes funciones: a) V elar por el el sector inform al y a las que presten
cum plim iento de las leyes, declaracio­ servicios domésticos, g) E xtrem ar la
nes, convenciones, reglam entos y dis­ vigilancia en los supuestos de la m u­
posiciones que guarden relación con jer que presta servicios domésticos,
los derechos del colectivo, b) G a ra n ti­ con el propósito de im pedir el tráfico
zar por medio de las instancias corres­ de m en o res in d o c u m e n ta d o s, a sí
pondientes los derechos jurídicos so­ como prevenir y elim inar la explota­
ciales, políticos y culturales de los sec­ ción y las diversas expresiones de es­
tores femeninos m ás vulnerables de la clavitud a las que son som etidas las
sociedad, c) Recibir y canalizar las de­ m ujeres, h) Ofrecer atención a la m u­
nuncias form uladas por cualquier ciu­ jer indígena, i) Llevar registro de las
dadano u organización que se refieran denuncias recibidas y casos m aneja­
a la transgresión de las norm as afec­ dos por la Defensoría.
tad a s con program aciones que inciten En la investigación, se determ ina
a la violencia y prom uevan la desvalo­ el tratam ien to jurídico y se ofrecen las
rización de la m ujer y de la fam ilia, d) herram ien tas a nivel judicial y adm i­
Recibir denuncias a los fines de exa­ nistrativo p a ra com batir la discrim i­
m in a r si los hechos d e n u n c ia d o s nación que sufren las m ujeres en el

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ámbito laboral y a nivel preventivo se guridad Laborales (INPSASEL) para


estudia el tratam iento adecuado para aplicar las medidas de prevención,
poder erradicar éste fenómeno. control, información y formación en
m ateria de salud y seguridad ocupa-
3. El Delito de Acoso Laboral
cional en todo centro de trabajo, públi­
La C onstitución venezolana de co o privado excepto los militares.
1999 contempla la preeminencia de En opinión de Kahale (2011: 21),
los derechos humanos, al establecer “Aunque el acoso laboral sea un fenó­
que “los tratados, pactos y convenios meno tan antiguo como el mismo tra­
relativos a Derechos humanos, suscri­ bajo, hasta principios de la década de
tos y ratificados por Venezuela, tienen los años noventa no sólo se le había
jerarquía constitucional y prevalecen identificado como un fenómeno que
en el orden interno (...) y son de apli­ destruye el ambiente de trabajo y dis­
cación inm ediata y directa por los tri­ minuye la productividad, sino que
también ha favorecido el absentismo,
bunales y demás órganos del Poder por producir desgaste psicológico. En­
Público” (Artículo 23). De igual forma, tiéndase absentismo, en este sentido,
en el artículo 132 aparece previsto que abstención deliberada de acudir al
toda persona debe promover y defen­ trabajo”.
der los derechos humanos como fun­ Aplicando el pensamiento de este
damento de la “convivencia democrá­ autor al caso que nos ocupa, para él no
tica y de la paz social”. es si no hasta principios de los noven­
En este estudio se ha considerado, ta cuando el acoso sexual de las muje­
que los Derechos Fundamentales en el res, comienza a destruir el ambiente
Trabajo tienen base en la Declaración laboral y a disminuir la productividad
de la OIT sobre Principios y Derechos de las trabajadoras, provocando una
Fundamentales en el Trabajo (1998), deliberada abstención de acudir al
ellos son: La libertad de asociación y la trabajo.
libertad sindical y el reconocimiento Por ejemplo, Colombia ha sido uno
efectivo del derecho de negociación co­ de los países de Latinoamérica que ha
lectiva; y la ehminación de la discrimi­ tomado medidas para prevenir, corre­
nación en materia de empleo y ocupa­ gir y sancionar el acoso laboral al defi­
ción. Venezuela ha ratificado ocho con­ nirlo como toda conducta persistente
venios OIT, entre los cuales se encuen­ y demostrable, ejercida sobre un em­
tra el Convenio 155 sobre salud y segu­ pleado o empleada, trabajador o tra ­
ridad en el trabajo, de fecha 21-07- bajadora por parte de un empleador,
1984, y los artículos 1,12,17,18 en sus un jefe o superior jerárquico inmedia­
numerales 1,6,7,9,14 y 26, artículos to o mediato, un compañero de trabajo
123 y 136 de la Ley Orgánica de Pre­ o un subalterno, encaminada a infun­
vención, Condiciones y Medio Ambien­ dir miedo, intimidación, terror y an ­
te de Trabajo (LOPCYMAT) vigente, gustia, a causar perjuicio laboral, ge­
sobre las atribuciones y facultades nerar desmotivación en el trabajo, o
conferidas se le da potestad al Institu­ inducir la renuncia al mismo.
to Nacional de Prevención, Salud y Se­

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Existe jurisprudencia internacio­ las m ism as a u n trato degradante,


nal sentada, entre otros por el T ribu­ conculcando el derecho a la in teg ri­
nal Supremo de Justicia de C ataluña dad m oral de la víctima.
en Barcelona, España, m ediante sen ­ P a ra K aupinen (1997:237) “El hos­
tencias del 11 de Junio de 2003, 11 de tigam iento laboral es considerado un
abril de 2005 y 10 de junio de 2005, medio por el cual las personas de po­
que h a n señalado como situación de der (empleadores, em presarios, o el
hostigam iento a un trabajador o t r a ­ Estado en m enor grado) pueden con­
bajadora, cuando se desarrollan acti­ trolar, m anipular y hum illar a perso­
tudes de violencia psicológica de for­ nas subordinadas”.
ma prolongada, lo cual conduce a un Las m ujeres son m ás frecuente­
extrañam iento social en el marco la ­ m ente víctim as de acoso sexual labo­
boral, causándole en este caso a las ral que los hom bres, porque en n ues­
m u jeres tra b a ja d o ra s a lteracio n es tra s sociedades patriarcales, el poder
psicosom áticas de ansiedad que en jerárquico del hom bre va acom paña­
ocasiones producen el abandono de do de poder sexual, es decir, el dom i­
sus respectivos empleos al no poder nio del varón.
soportar el stress al que se encuen­ El acoso sexual laboral es toda con­
tra n sometidas. ducta con implicaciones sexuales no
E n ese sentido e sta ju risprudencia solicitadas ni deseadas por la persona
h a puntualizado que p a ra que se pro­ a quien va dirigida, que surge en la re ­
duzca el hostigam iento laboral se n e­ lación de trabajo y que da por re su lta ­
cesita la presencia de u n a violencia do la degradación y hum illación de di­
psicológica de form a sistem ática, re ­ cha persona, generando u n am biente
cu rren te y d u ran te un tiem po prolon­ de trabajo hostil.
gado sobre otra persona o personas En Venezuela, lam entablem ente
en el lu g ar de trabajo, en este caso las no existen criterios unánim es, tan to a
m ujeres trab ajad o ras, con la finali­ nivel doctrinal como jurisprudencial,
dad de d e stru ir las redes de com uni­ p ara configurar los requisitos que de­
cación de la víctim a, así como su r e ­ term inen la existencia de conductas
putación, p e rtu rb a r gravem ente el hostigadoras en las relaciones labora­
ejercicio de sus labores y lograr que les. Es por ello que debemos recu rrir a
esa m ujer abandone el lu g ar de t r a ­ la jurisprudencia española, la cual ha
bajo, ridiculizándola públicam ente, establecido los parám etros p ara de­
encom endándole ta re a s de excesiva term in ar si las conductas efectuadas
dificultad o trabajo en dem asía, o r e ­ por el em presario pueden constituir
crim inándole por supuestos m alos indicios de acoso laboral a través de
resultados en sus ta re a s p a ra m an i­ cuatro elem entos, a saber:
p u lar su comunicación e inform ación a) Hostigamiento psicológico contra
con los dem ás com pañeros o superio­ una persona o conjunto de personas.
res. Adem ás, se define el acoso m oral Para que pueda concurrir este requisito
como u n a conducta hostil hacia las se requiere que la víctima sea objeto de
m ujeres trab ajad o ras que som ete a varias conductas que conformen en su

79
Los d erech os de las m u je re s d iscrim in a d a s.../M a n u e la Alvarado Rigores

totalidad una perspectiva de m altrato el trabajo, que incluye los com porta­
moral, u n a denigración o vejación de m ientos de superiores y compañeros,
la m ujer trabajadora. En este caso el cuando dichas actitudes sean inde­
hostigador realiza acciones encam i­ seadas, irrazonables y ofensivas para
nadas a aislar a la m ujer trabajadora las acosadas. Según la OIT (2006), el
de su ám bito laboral fijándole tare as acoso sexual afecta a un 2% de los t r a ­
excesivas y de difícil realización con el bajadores, siendo las m ujeres m eno­
fin de agobiarla y desacreditarla como res de 25 años las m ás expuestas y las
una trab ajad o ra incom petente. que se en cuentran en u n sta tu s labo­
b) C arácter intenso. Las conductas ral precario.
realizadas por el hostigador deben ser Diferentes investigaciones e infor­
graves, es decir intensas y extrem as, mes h an puesto de manifiesto que el
por consiguiente no puede constituir­ acoso sexual no es u n a conducta pato­
se el acoso laboral cuando la violencia lógica y de fácil reconocimiento y m u­
psicológica sea ta n leve que no pro­ cho menos una conducta concreta que
duzca daño en la persona normal. pueda ser aprendida, evaluada y cata­
c) Prolongada en el tiempo. Porque logada. Por el contrario se inserta en
no es suficiente que el hostigam iento una tram a de relaciones en las que
se presente como una conducta aisla­ existe un desequilibrio de poder entre
da, o dicho de otra forma no puede ba­ los sujetos, desfavorable en la mayoría
sarse en hechos aislados, sino que se de los casos para el colectivo femenino.
requiere que la violencia ejercida por el El acoso sexual como una form a de
acosador, de forma intensa tenga una violencia de género es toda conducta
duración de por lo menos seis meses. no deseada de natu raleza sexual que
d) D añ ar psíquica o m oralm ente a a te n ta contra la dignidad y la integri­
la m ujer trabajadora. Este es el req u i­ dad de la persona que la sufre, que
sito que sirve de nexo o conductor al ocurre en los ám bitos laboral, docente
conjunto de actos aislados y espacia­ o con ocasión de relaciones derivadas
dos en el tiem po que integran la con­ del ejercicio profesional, y con la am e­
ducta del acoso. naza expresa o tácita de causarle un
El acoso sexual es una form a de dis­ m al relacionado con las legítim as ex­
crim inación que ocurre cuando una pectativas que la víctim a pueda tener
conducta no deseada de natu raleza en el ám bito de dicha relación.
sexual interfiere con el trabajo indivi­ La Ley O rgánica sobre el Derecho
dual. E ste es u n com portam iento que de las M ujeres a u n a Vida Libre de
afecta a ambos sexos, aunque el n ú ­ Violencia, en su artículo 15 num eral
mero de m ujeres afectadas es mayor. 10, define el acoso sexual como:
El acoso sexual viene a ser entonces la “La solicitud de cualquier acto o
conducta de natu raleza sexual u otros comportamiento de contenido se­
com portam ientos basados en el sexo xual para sí o para un tercero, o el
que afectan la dignidad de la m ujer en procurar cualquier tipo de acerca-

80
Revista Gaceta Laboral, Vol. 20, no. 1. 2014

miento sexual no deseado que reali­ fomentar la participación paritaria


ce un hombre prevaliéndose de una de mujeres y hombres en responsa­
situación de superioridad laboral, bilidades de dirección en el proceso
docente o análoga, o con ocasión de social de trabajo”.
relaciones derivadas del ejercicio La LOTTT consagra la prohibición
profesional, y con la amenaza expre­ del acoso sexual en todos los centros
sa o tácita de causarle a la mujer un
de trabajo, entendiéndose como tal:
daño relacionado con las legítimas
expectativas que ésta pueda tener “El hostigamiento o conducta no de­
en el ámbito de dicha relación”. seada y no sobcitada de naturaleza
sexual, ejercida de forma aislada o
Es por ello, que el elem ento d eter­ mediante una serie de incidentes, por
m inante de la figura delictiva del aco­ el patrono o la patrona o sus repre­
so sexual es el vínculo de subordina­ sentantes, contra la trabajadora con
ción que se entabla en la relación labo­ el objeto de afectar su estabihdad la­
ral, siendo adem ás una de las caracte­ boral o de dar, mantener, o quitar al­
rísticas de éstas relaciones, la desi­ gún beneficio derivado de la relación
gualdad entre trabajador o trabajado­ de trabajo” (Artículo 165).
ra y patrono o patrona. Es im portante señ alar que la LOP-
E n el caso del acoso sexual, esa CYMAT incorporó el acoso psicológico
persona que se e n c u en tra en s itu a ­ y el sexual en el artículo 56 num erales
ción de im perium , es decir, el p a tro ­ 5 y 8, en los siguientes térm inos:
no, em pleador, directivo, lo que b u s ­ “Es un deber del patrono abstenerse
ca son favores sexuales a cam bio de de realizar, por sí o por sus repre­
rem uneraciones sa la ria le s o m ejora­ sentantes, toda conducta ofensiva,
m iento en su calidad y esta n c ia labo­ maliciosa, intimidatoria y de cual­
ra l en contra de sus tra b a ja d o ra s, en quier acto que perjudique psicológi­
donde casi siem pre la m ujer se niega ca o moralmente a los trabajadores
por te n e r m uy arraig ad o s sus valo­ y trabajadoras, prevenir toda situa­
ción de acoso por medio de la degra­
res m orales y éticos. dación de las condiciones y ambien­
Por otra p a rte el Decreto con R an­ te de trabajo, violencia física o psico­
go, Valor y Fuerza de Ley Orgánica lógica, aislamiento o por no proveer
del Trabajo, de los Trabajadores y las una ocupación razonable al trabaja­
T rabajadoras (LOTTT), establece en dor o la trabajadora de acuerdo a sus
su artículo 20: capacidades y antecedentes y evitar
“El Estado garantizará la igualdad y la apbcación de sanciones no clara­
equidad de mujeres y hombres en el mente justificadas o desproporcio­
ejercicio del derecho al trabajo, por nadas y una sistemática e injustifi­
lo tanto los patronos, empresarios, cada crítica contra el trabajador o la
empleadores, etc. aplicarán crite­ trabajadora, o su labor”.
rios de igualdad y equidad en la se­ Asimismo, el O rdinal 8 del artículo
lección, capacitación, ascenso y esta­ 56 de la m ism a ley, ordena tom ar las
bilidad laboral y están obbgados a m edidas adecuadas p ara evitar cual-

81
Los derechos de las mujeres discriminadas.../Manuela Alvarado Rigores

quier form a de acoso sexual y estable­ m ujeres y hombres. H istóricam ente


cer una política destinada a erradicar se h a n creado roles diferenciados
el mismo de los lugares de trabajo. p ara hom bres y m ujeres en una espe­
cie de suprem acía y discrim inación”.
4. La Legislación Penal
Venezolana Ante esta realidad se h a n desarro­
llado acciones que, en un principio
El Código Penal venezolano en este fueron aisladas, y luego como form a­
aspecto, como la m ayoría de los latin o ­ les movimientos, persiguen como fin
am ericanos y caribeños, posee fuerte alcanzar la igualdad y en consecuen­
influencia del misógino Código Civil cia acabar con el privilegio del hombre
napoleónico, esp ecialm en te en las en los diferentes aspectos de la vida
concepciones que tocan a las relacio­ social. Pese a ello persisten en función
nes y obligaciones en la fam ilia. Con­ de arraig ad as tradiciones actitudes y
tra la rigidez y carácter vetusto y dis­ códigos que m antienen a la m ujer
crim inatorio de m uchas de sus dispo­ subyugada y som etida a trato s y sa n ­
siciones, se h a n m anifestado num ero­ ciones que resu lta n a los ojos de n ues­
sas e infructuosas dem andas de las tra cultura occidental, inhum anos y
venezolanas. Sgam batti (2011) mos­ por ende repudiables.
tró un camino serio y abrió algunas de No h an sido ajenas a Venezuela, ni
las m ás im portantes fisuras que se se­ la referida conducta ni el empeño en
ñ a la n en la unidad jurídica del Código lograr rescatar el rol que corresponde
en ese aspecto. a la m ujer como sujeto de iguales de­
Como se dice en el Informe del Ob­ rechos. Esto adem ás lleva implícito el
servatorio Venezolano de los D ere­ concepto de dignidad, pues al decir de
c h o s H u m a n o s de l a s M u j e r e s expertos la dignidad de la persona es
(OVDIIM), la base de la igualdad en derecho, por­
“El Código Penal venezolano es dis­ que todos los seres hum anos son suje­
criminatorio ya que contiene disposi­ tos de derecho.
ciones que disminuyen abiertamente En la Ley O rgánica sobre los D ere­
la condición humana de las mujeres y chos de las M ujeres a u n a Vida Libre
de su sexualidad y capacidad de deci­ de Violencia, se establece como delito
dir sobre sí mismas e invisibiliza deh-
el Acoso Sexual y la Violencia Laboral
tos contra las personas al disfrazarlos
y pseudo justificarlos bajo la categoría en el artículo 15, ordinales 10 y 11,
de dehtos contra la buenas costum­ donde se aprecia una serie de catego­
bres y buen orden de las familias, que rías delictivas relativas a los diferen­
en numerosos artículos del código vi­ tes sitios de trabajo.
gente desconocen la dignidad hum a­ El articulo 15 ordinal 11 de la ley
na de las mujeres y menores”. especial, se refiere a la violencia labo­
García Arocha (citada por Sgam ­ ral como aquella que discrim ina a las
batti, 2011:46), sostiene que “H ablar m ujeres en los ám bitos de trabajo p ú ­
de género, es referirse al significado blico o privado y que obstaculiza el ac­
que la sociedad da a la diferencia entre ceso al empleo, contratación, ascenso,

82
R evista G a ce ta L a b o ra l, V o l. 2 0 , No. 1. 2 0 1 4

estabilidad y permanencia en el mis­ m ento en la Ley A probatoria de la


mo, exigiendo requisitos sobre el esta­ Convención sobre la Elim inación
do civil, maternidad, edad, apariencia de Todas las form as de D iscrim in a­
ción co ntra la M ujer”.
física, o la realización de test de emba­
razo. Constituye tam bién violencia 5.2 Nonnas de la OIT
contra las mujeres quebrantar el de­ Diversos son los Convenios adop­
recho de igual remuneración por igual tados por la OIT en esta m ateria, en ­
tarea o función. Así mismo, incluye el tre ellos se debe citar en prim er lu ­
hostigamiento psicológico en forma gar el Convenio N° 100 Sobre igual­
sistemática sobre una determinada dad de rem u n eració n (1951), de
trabajadora con el fin de lograr su ex­ acuerdo con el cual,
clusión laboral.
“Las m ujeres tienen derecho a perci­
5. Normas Nacionales bir el mismo salario que los varones
e Internacionales sobre los cuando realizan un trabajo del m is­
Derecho de la Mujer mo valor. P ara garantizar la igual­
en el Ambito Laboral dad de rem uneración es necesario
hacer una evaluación objetiva del
5.1 Normas Nacionales empleo que considere el valor del tr a ­
bajo correspondiente a cada puesto.
La Constitución venezolana de 2000
P ara determ inar dicho valor es pre­
contempla la preeminencia de los dere­ ciso tener en cuenta, entre otras co­
chos humanos, al establecer que “los sas, por ejemplo, las costumbres y las
tratados, pactos y convenios relativos a prácticas, los planes de clasificación
(Derechos humanos), suscritos y ratifi­ salarial del sector púbbco, los acuer­
cados por Venezuela, tienen jerarquía dos colectivos. Sin em bargo, hay
constitucional y prevalecen en el orden gran resistencia para abordar la dis­
interno (...) y son de aplicación inme­ criminación en m ateria de rem une­
diata y directa por los tribunales y de­ ración en un proceso de evaluación
integral que precisa estudios especí­
más órganos del Poder Público” (Art.
ficos y cruce de variables”.
23), y también aparece previsto que
toda persona debe promover y defender Convenio N° 156 sobre trabajado­
los derechos humanos como fundamen­ ras y trabajadores con responsabili­
to de la “convivencia democrática y de dades familiares (1981), de acuerdo
la paz social” (Art. 132). con el cual, todas las trabajadoras y
Asimismo la Ley de Igualdad de trabajadores con responsabilidades
Oportunidades para la Mujer consa­ familiares tienen derecho a protec­
gra el el principio de igualdad y la no ción especial y a no ser discriminadas
discriminación contra la mujer en su ni discriminados por esta condición.
artículo 1 en los siguientes términos: Convenio N° 183 sobre la protec­
“E sta Ley reg u la el ejercicio de los
ción a la m aternidad (2000), que revi­
derechos y g a ra n tía s n ecesario s sa y actualiza el Convenio N° 103.
p a ra lograr la ig u ald ad de o p o rtu ­ Convenio N° 111 sobre la discrimi­
nidades p a ra la m ujer, con fu n d a ­ nación en el empleo y ocupación

83
Los d erech os de las m u je re s d iscrim in a d a s.../M a n u e la Alvarado Rigores

(1958) “N inguna persona puede ser ronel R ichard Alfonzo Arias, quien
discrim inada en su empleo u ocupa­ se desem peñaba como Coordinador
ción por motivos de raza, color, sexo, Académico del mencionado In s titu ­
ideas políticas, creencias religiosas, to, o de quien en la actualidad ocupe
el referido cargo.
condición social”.
Señalaron los apoderados judiciales
5.3 Criterios Jurisprudenciales de la ciudadana M arylis Im elda Mo-
del Tribunal Supremo de Justicia rocoima C arrera, como fundam ento
en Materia de Discriminación de la acción de am paro constitucio­
de las Mujeres en el Ámbito Laboral nal, lo siguiente:
A continuación se tra n sc rib e la Que ejercía acción de amparo contra
sen ten cia del T rib u n a l Suprem o de el Instituto M ilitar Universitario de
Ju stic ia en S ala C onstitucional de Tecnología de la Guardia Nacional,
fecha 01 de diciem bre de 2011, con Extensión P u n ta de M ata, “Cnel.
Leonardo Infante”, en la persona del
ponencia de la M a g istra d a C arm en
Director de la Institución, General de
Z uleta de M erchán.
Brigada ANTONIO JO SE MORENO
El 15 de junio de 2011, fue recibido en VILLAMIZAR, o quien en la actuali­
la S ecretaría de esta Sala C onstitu­ dad ocupe el referido cargo, de confor­
cional, proveniente del Juzgado T er­ midad con lo dispuesto en el artículo 2
cero de Prim era Instancia de Juicio de la Ley Orgánica de Amparo Sobre
del Trabajo de la Circunscripción J u ­ Derechos y G arantías Constituciona­
dicial del Estado M onagas, el oficio les, por estim ar que se atentó y vio­
núm. 336-2011 del 10 de junio de lentaron los derechos y garantías
2011, por el cual se rem itió el expe­ constitucionales de su representada,
diente núm . N P11-0-2011-000045 específicamente el derecho a la pro­
(cursante en ese Juzgado), contenti­ tección del trabajo, de la mujer, de la
vo del conflicto negativo de compe­ m aternidad y de la familia, estableci­
tencia suscitado entre el Juzgado re ­ dos en los artículos 87, 89, 75, 76 y 78
m itente y el Tribunal de Violencia de la Constitución de la República Bo-
contra la M ujer en Función de Juicio livariana de Venezuela.
de la Circunscripción Judicial del Es­
Que su rep resentada inició estudios
tado M onagas, con ocasión de la ac­
en el In stitu to M ilitar U niversitario
ción de am paro in terpuesta por la
de tecnología de la G uardia Nacio­
ciudadana MARYLIS IMELDA MO­
n al, E x te n sió n P u n ta de M ata,
RO COIMA CARRERA, titu la r de la
“Cnel. Leonardo Infante”, a p artir
c é d u la de i d e n t i d a d núm .
del 16 de Enero de 2010, estudios es­
19.155.014, contra el INSTITUTO
tos que culminó en fecha 7 de di­
M ILITA R U N IV ER SITA R IO DE
ciembre del mismo año, obteniendo
TECNOLOGÍA DE LA GUARDIA
en consecuencia el título de S argen­
NACIONAL. EXTENSIÓN PUNTA
to Segundo de la G uardia Nacional.
DE MATA, “CNEL. LEONARDO
INFANTE”, en la persona del Direc­ Que “du ran te el lapso que cursó es­
tor de la Institución, G eneral de B ri­ tudios en la m encionada In s titu ­
gada Antonio José Moreno Villami- ción, su rep resen tad a siem pre ob­
zar, o en su defecto, del Teniente Co­ servó una excelente e intachable

84
Revista Gaceta Laboral, Vol. 20, Ho. 1. 2014

conducta por lo que jam ás fue som e­ dos en los diferentes comandos de la
tida a ningún tipo de castigos ni m e­ G uardia Nacional del país”.
dida disciplinaria”. Que “su representada, dos (2) días
Que “conforme a las norm as conte­ antes de su acto de grado (por haber
nidas en los reglam entos que reg u ­ culminado sus estudios) y de ser des­
lan el ingreso a la Institución, es re ­ tacada en un comando de la G uardia
quisito indispensable y de obligato­ Nacional, por instrucciones em ana­
rio cum plim iento que los aspirantes das del Coordinador Académico de la
a cursar estudios en ella, adem ás de Institución, fue sometida, sin su con­
la docum entación personal y acadé­ sentim iento a realizarse una prueba
mica que deben consignar, está n de embarazo, lo cual constituía una
obligados a suscribir varios docu­ ru tin a en la institución, toda vez que
m entos en tre los que se en cuentran las estudiantes eran sometidas in­
una D eclaratoria de Compromiso, co n su ltam en te a realizarse tales
m ediante la cual se les exigía como p ru eb as m ensualm ente, d eterm i­
cortapisa p a ra in g resar a la In s titu ­ nándose a través de la referida prue­
ción ‘com prom eterse a que en caso ba, su estado de gravidez ”.
de tener descendencia debería re ti­ Que “con el examen de embarazo in
ra rse de la m ism a”. comento (sic), se vulneró el derecho al
Que “en ese sentido, [su] rep re se n ta ­ respeto de su integridad física, psí­
da suscribió el mencionado Docu­ quica y moral, al sometérsele sin su li­
mento, en cuyo contenido se señala bre consentimiento, a la práctica de
entre otras cosas lo siguiente. ‘S E ­ dicho examen, y sin que se encontrare
XTA: Q ueda entendido que si d u ra n ­ en peligro su vida o por otras circuns­
te la perm anencia en la Escuela de tancias determ inadas en la Ley, dere­
G uardias Nacionales “Cnel. L eonar­ cho este que se encuentra consagrado
do Infante” se dem uestre ten er des­ en el artículo 46 de nuestro texto
cendencia, esto será motivo de retiro constitucional”.
inm ediato’, lo cual pone de m anifies­ Que “es el caso que una vez d e te r­
to que el hecho de ten er descenden­ m inado el estado de em barazo a
cia, es causa suficiente p ara que el trav és de una prueba practicada
aspiran te sea retirado de la In s titu ­ sin nin g ú n tipo de autorización,
ción, constituyendo ello u n a viola­ [su] rep resen tad a, en fecha Siete
ción frag ran té (sic) de los derechos (7) de Diciem bre de 2010, siendo
constitucionales y legales o rien ta­ aproxim adam ente las nueve de la
dos a la protección de la m ujer, la noche (9:00 p.m) y a escasas horas
m aternidad, y la fam ilia”. de su acto de grado, fue llam ada a la
Que ’’cabe destacar que lo usual en oficina del T eniente Coronel R I­
este tipo de casos, es que quienes CHARD ALFONZO ARIAS, quien
cumplan con las exigencias académi­ se desem peñaba como Coordinador
cas que los hacen acreedores de ser Académico en la m encionada in s ti­
efectivos de la Guardia Nacional, una tución, y este m ediante actos de
vez cumplidos tales requisitos, son in­ am enazas, coacción, h o stig am ien ­
corporados de m anera inm ediata en to, intim idación, acoso, la obligó a
su puesto y área de trabajo, y ubica­ firm ar la solicitud de retiro de la

85
Los d erech os de las m u je re s d iscrim in a d a s.../M a n u e la A lva ra do Rigores

Institución ya que según el no podía zada y sistemática de este requisito


continuar allí por el solo hecho de para el ingreso de las mujeres a
encontrarse embarazada”. cualquier instituto académico.
Denunció la violación de los derechos Ello determ ina que esta Sala Cons­
“al trabajo, de la mujer, la m aterni­ titucional, como máximo y último
dad y la familia” contenidos en los ar­ intérprete de la Constitución y en
tículos 89, 75 y 76 de la Constitución aras de garantizar una in terp reta­
de la República Bolivariana de Vene­ ción uniforme y acertada del texto
zuela. Del mismo modo, denunció la constitucional (no sólo por los órga­
trasgresión de los derechos conteni­ nos jurisdiccionales sino también
dos en los artículos 19, 20, 21.3, 46.3, por el resto de los órganos e sta ta ­
75, 76, 78, 87, 88 y 89 eiusdem, “ade­ les), declare que existe vinculación
más de subsumirse en los supuestos de la controversia del caso de autos
de hecho previstos en los Artículos 3, con la competencia de esta Sala
14, 15, 39, 40, 41 y 65 de la Ley sobre Constitucional y, en consecuencia,
los Derechos de las Mujeres a una avoca el conocimiento de la causa,
Vida Libre de Violencia”. de conformidad con lo dispuesto en
Que “en el caso de m arras se han el artículo 107 de la Ley Orgánica
producido los dos tipos de violencia del Tribunal Supremo de Justicia.
(violencia Laboral y violencia patri­ La presente acción de amparo cons­
monial y económica)”. titucional fue ejercida contra el
En definitiva, habiendo sido suscri­ INSTITUTO MILITAR UNIVER­
tos por la República y visto que ver­ SITARIO DE TECNOLOGÍA DE
san sobre Derechos Humanos, los re­ LA GUARDIA NACIONAL. EX­
feridos instrumentos internaciona­ T E N SIÓ N PUNTA DE MATA,
les gozan de rango constitucional a “CNEL. LEONARDO INFANTE”,
tenor de lo dispuesto en el artículo 19 en la persona del Director de la Ins­
de la Constitución de la República titución, General de Brigada Anto­
Bolivariana de Venezuela y su posi­ nio José Moreno Villamizar, o en su
ble desconocimiento por parte de un defecto, del Teniente Coronel Ri­
órgano estatal constituiría una in­ chard Alfonzo Arias, quien se de­
fracción grave de la Carta Magna. En sempeñaba como Coordinador Aca­
este sentido, si bien los Tribunales de démico del mencionado Instituto o
Violencia contra la Mujer -en este quien en la actualidad ocupe el refe­
caso los competentes para conocer de rido cargo.
la acción de amparo- son también ór­ C onclusión
ganos de control de la constituciona-
lidad, lo cierto es que el fondo de la Se concluye que actualmente las
presente controversia excede el ám­ denuncias por los delitos de violencia
bito particular: se trata, absoluta­ laboral y acoso laboral no están sien­
mente, de un asunto de Derecho do procesadas por los órganos de con­
Constitucional de interés general,
pues lo debatido, más allá de la rein­
trol social formal, sino que están apli­
corporación de la accionante, es en cando la normativa contenida en la
realidad la incidencia constitucional Ley Orgánica del Trabajo, alegando
que tendría una aplicación generali­ que no son casos de violencia de géne-

86
Revista Gaceta Laboral, Vol. 20, no. 1. 201 4

ro, produciéndose u n a denegación de KAHALE CARRILLO, Djamil Tony


justicia, al ser desestim adas estas (2009). Mobbing: El Acoso Labo­
causas por los Fiscales y las Fiscalas ral. Tratam iento Jurídico Pre­
ventivo. Caracas. Editorial Vadell
del M inisterio Público al argum entar
Hermanos.
que no son de carácter penal sino labo­
ral, y por lo tan to deben ventilarse por KAUPINEN, Kaisa (1997). El Aco­
an te el M inisterio de Trabajo. so Sexual. Madrid. Ediciones Insti­
tuto de la Mujer. Ministerio del Tra­
Referencias Bibliográficas bajo y Asuntos Sociales.
ASAMBLEA NACIONAL CONSTI­ ORGANIZACIÓN INTERNACIO­
TUYENTE. “Constitución de la Re­ NAL DEL TRABAJO (2006). “Pano­
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gue_sección.php?secCodigo=22. Fe­
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26 de Octubre de 1999.
COMISION LEGISLATIVA NA­
CIONAL. “Código Penal de Vene­ PRESIDENCIA DE LA REPUBLI­
zuela”. Gaceta Oficial No. 5.494, Ex­ CA. “Decreto con Rango, Valor y
traordinario. Caracas, 20 de Octu­ Fuerza de Ley Orgánica del Trabajo,
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y otros aspectos p rocesales pre­ CIA. Sala Constitucional. Sentencia
vistos en la Ley Orgánica sobre de fecha 01 de diciembre de 2011 con
los derechos de las M ujeres a una Ponencia de Carmen Zuleta de Mer-
Vida Libre de V iolencia. Caracas. chán. Expediente No. 11-0785.
Ediciones Paredes.

87
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