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1. ¿Cuál es el objeto de estudio de la Antropología?

La Antropología estudia a la persona en cuanto persona, es decir, no un aspecto parcial


de ella sino en cuanto a todo aquello que le constituye la razón de tal, prescindiendo de
todos los datos accidentales, culturales, etnográficos, históricos, psicológicos, raciales,
sociales, etc. Contrariamente a los reduccionismos que desconocen la totalidad y la
integridad del hombre, hay que afirmar y reconocer que el hombre es persona.
En contraposición, ser persona es asumirse en cuanto intención, intencionalidad que
descansa ya en el cuerpo-sujeto y que, por supuesto, debe esclarecerse en la conciencia.
Según esto, y frente al discurso científicista y su imagen del mundo y del hombre, la
persona para ser tal debe vivir en vigilancia y esfuerzo continuo contra el asalto de lo
impersonal y de la propensión alienante que su condición de cuerpo-objeto comporta.
Recordemos que la persona es capaz de trascender la naturaleza puesto que todo hombre
conoce, es decir toma distancia, una distancia intencional, del mundo y lo transforma
hominizando la naturaleza. A través de la obra del hombre el mundo natural cobra
significación en tanto que la interioridad de la persona lo asume.
No obstante, no debemos pensar que la afirmación de la persona acontezca en un ámbito
de pureza existencial. La existencia será siempre impura; ella es lucha, tensión y
compromiso efectivo. El hombre está internamente desgarrado, dividido, es plural, muchas
fuerzas lo habitan, lo viven, lo hacen y sólo puede descubrirse a sí mismo en perspectivas
parciales. Todo hombre, toda persona vive dentro de una pluralidad de tensiones que debe
ser recogida cada vez en una unidad dinámica, válida frente a una determinada situación y,
por lo tanto, cambiante en la medida en que la situación misma se modifique. En primer
lugar, la persona no es una parte de un todo, un residuo interno, un principio abstracto de
nuestros gestos concretos, una estructura típica agazapada bajo los comportamientos, una
arquitectura inmóvil; no es ni la conciencia que tengo de ella, ni el ser individuo; éste es tan
sólo la difusión de la persona en la superficie de la vida.
La persona es actividad de auto-afirmación, de creación de sí y se conoce en su acto
como un movimiento de personalización. Movimiento que abarca la creación de valores, es
decir, de una escala de importancias para la persona misma. La distinción entre persona e
individuo delimita un poco más el perfil de la persona: el individuo es cerrazón en lo
singular, negación de la trascendencia, en contra de la apertura de la persona. Al hombre
individual se le impone un movimiento de recogimiento y otro correlativo de
comunicación.

2. ¿En qué consiste el Método Etnográfico?

El método etnográfico, es aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las


creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y
capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad." (Edward Tylor;
1871). El italiano Balbi, por su parte, concibió esta ciencia como un intento de clasificación
de los grupos humanos atendiendo, especialmente, a sus rasgos lingüísticos. Por ello, puede
considerarse la etnografía como una rama descriptiva de la antropología cultural, que se
ocupa de la catalogación y descripción de las peculiaridades culturales de los distintos
grupos humanos, sobre todo de sus rasgos lingüísticos, modos de vivir, costumbres,
tradiciones, instituciones, técnicas, etc. que proporcionan los materiales de base para la
etnología.
A mediados del siglo XIX empieza una etnografía con vocación científica y sistemática.
La etnografía contemporánea distingue entre los aspectos etics y los aspectos emics. Los
aspectos etics se refieren a las técnicas y generalizaciones sobre los acontecimientos
culturales, pautas de conducta, pensamientos e ideologías que pretenden ser verificables
objetivamente y válidos intraculturalmente. Los aspectos emics son las descripciones o
juicios referentes a las creencias, pautas de conducta, ideas y valores que hacen los
miembros de una cultura. Al llevar a cabo una investigación en el modo emic, los
etnógrafos intentan adquirir un conocimiento de las categorías y reglas necesarias para
pensar y actuar como un nativo. Las descripciones etic, en cambio, pretenden generar
teorías científicas fructíferas sobre las causas de las semejanzas y diferencias
socioculturales.

3. ¿Cuál es la importancia de la antropología en el estudio del comportamiento


humano?

El mayor absurdo y frustración consiste en "vivir por vivir", vivir "vegetando".


Por muchos títulos, la Antropología es una ciencia excelente y sublime; posee una altísima
dignidad porque el hombre es lo más perfecto que hay en el universo. En cuanto a la vida
práctica, la Antropología resulta quizá el saber más servicial de todos cuantos desarrolla el
hombre: es la ciencia directiva y orientadora de todos sus conocimientos y de todas sus
actividades. La auténtica filosofía está a disposición de la vida humana, vivir filosofando y
filosofar viviendo con toda intensidad.
Toda actividad humana depende del conocimiento, cuanto la actividad humana se aparta
de la verdad o la ignora, sus actos y libertad se corrompen. Si existe un fin de nuestros
actos querido por sí mismo, y los demás por él, ese fin no solo será bien, sino bien
soberano. Nuestros tiempos, que ofrecen las maravillas de una civilización técnica
sorprendente e inconmesurable, reclaman angustiosamente la presencia y orientación de
una sabiduría de lo humano, una antroposofía, que recupere la dignidad humana y el puesto
directivo del ser del hombre en el universo; la técnica es para el hombre, no el hombre para
la técnica; el hombre más vale por lo que es que por lo que fabrica. En esto radica la
importancia de la antropología en el estudio del comportamiento humano, en conocer al
hombre para orientarlo en dirección a mejorar la convivencia humana.

4. ¿Cuál de los campos de estudio de la Antropología le parece interesante y


relacionado con la psicología?

ANTROPOLOGÍA CULTURAL
Uno de los campos de estudios que se considera importantes estudiar es la antropología
cultural, que estudia las características del comportamiento aprendido en las sociedades
humanas, es decir, ciencia de la cultura humana; y de allí (del comportamiento aprendido
en las sociedades) ésta tomará relación con la psicología, que a su vez está profundamente
interesada en saber el origen de las actuaciones humanas y como mejorarlas. En general, la
antropología cultural es la ciencia que estudia el origen, desarrollo, estructura,
características y variaciones de la cultura humana tanto de las sociedades del pasado como
de las del presente.
Las noticias proporcionadas por los exploradores, los colonizadores y los misioneros
fueron generando una vasta literatura de descripciones de comportamientos y rasgos
culturales que cuajaron en las primeras colecciones etnográficas. Este primer material está
en el origen de la antropología cultural, que se constituye como ciencia durante el siglo
XIX, y en el contexto de la aceptación de las teorías evolucionistas, aunque en sus inicios
esta ciencia estaba fuertemente marcada por una concepción etnocéntrica, ya que la
tendencia dominante era la de considerar las «otras» culturas como otras tantas etapas
menos desarrolladas de la cultura europea occidental. La corriente del evolucionismo
cultural, que fue la primera de las tendencias en imponerse en esta ciencia naciente, estaba
influida tanto por el evolucionismo de Darwin como por la idea de progreso cultural.
El antropólogo ingles Sir Edward B. Tylor (La cultura primitiva, 1865), y el americano
Lewis H. Morgan (La sociedad antigua, 1877), son los autores más destacados de esta línea
de investigación. Tylor introdujo el término «cultura» en la antropología y dio de él una
definición clásica. Por su parte, la obra de Morgan influyó directamente en las
concepciones marxistas, especialmente en F. Engels (El origen de la familia, la propiedad
privada y el Estado). Otro autor evolucionista, Sir James G. Frazer (La rama dorada)
influyó mucho en las concepciones de Freud. Desde la perspectiva del evolucionismo se
consideraba la historia del género humano como una historia única, incluso en el aspecto
cultural, idea bajo la que subyacía el supuesto (etnocéntrico) de una única línea de
evolución que va desde los otros hasta nosotros, de manera que también se consideraban los
supuestos estadios evolutivos como otros tantos pasos hacia la realización de la sociedad
civilizada.
Los descubrimientos no confirmaban estas hipótesis y los antropólogos posteriores
abandonaron los supuestos del primer evolucionismo cultural, evitando pronunciarse sobre
concepciones generales de la cultura, razón por la que se centraron en estudios concretos.
Fruto de esta reacción fue la aparición del historicismo cultural y del difusionismo. Con
Franz Boas, en los Estados Unidos, la antropología cultural deja de considerarse como un
estudio general de toda cultura, para pasar a ser un estudio descriptivo y comparativo de los
rasgos culturales de pueblos determinados, considerando la cultura como un proceso
particular para cuyo estudio debe practicarse el trabajo de campo y una metodología
naturalista e inductivista.
Al mismo tiempo, y bajo la influencia de la escuela americana de Franz Boas, se
desarrollaron las corrientes psicologistas de la cultura encabezadas por Margaret Mead,
Ruth Benedict y Ralph Linton. Esta escuela considera que la cultura específica de una
sociedad es la causa esencial de la estructura de la personalidad de sus miembros. En este
contexto surgió la tesis del relativismo cultural, que abandonó toda pretensión de pensar la
cultura para estudiar las culturas. No obstante, el investigador polaco Bronislaw
Malinowski (Teoría científica de la cultura y otros ensayos) reaccionó, con su
funcionalismo, contra una consideración fragmentaria de la cultura. Las tesis funcionalistas
ponen el énfasis en la necesidad de interpretar todo rasgo cultural dentro de una totalidad
funcional integrada. Otro representante del funcionalismo fue el antropólogo inglés Alfred
Reginald Radcliffe-Brown, pero centró sus estudios más en la sociedad que en la cultura, lo
que marcó la orientación general de la antropología británica.
Durante los años veinte y treinta se desarrolló la llamada «escuela sociológica» francesa,
cuyo precursor fue É. Durkheim, integrada por Marcel Mauss, P. Rivet y Lucien Lévy-
Bruhl. El estructuralismo en la antropología cultural se debe, fundamentalmente, al también
investigador francés Claude Lévi-Strauss, y se basa en la producción de modelos culturales
sustentados en los métodos de la lingüística y de la lógica formal, para establecer principios
relativos al comportamiento social. Dichos elementos se organizan teniendo en cuenta sus
propiedades y sus interrelaciones con otros elementos integrantes de una cultura, de manera
que la reconstrucción de las pautas de la cultura a partir del “modelo” ha de manifestar las
funciones de dichas pautas.
El estructuralismo estudia sobre todo las uniformidades psicológicas subyacentes a las
aparentemente diferentes culturas, uniformidades que tienen su origen en la estructura
misma del cerebro humano y en la estructura de los procesos de pensamiento inconsciente.
Por ello, el estructuralismo, más que estudiar y explicar las diversidades culturales, explica
las semejanzas entre culturas, ya que para el estructuralismo todas las culturas, por
aparentemente distintas que sean, son una reproducción de estas estructuras originadas en el
cerebro humano (de entre las cuales destaca, por ejemplo, la estructura de la oposición
dicotómica, ya que la mente humana tiende a dicotomizar, es decir, a pensar en pares de
opuestos que se sintetizan en un tercer elemento).

5. La Cultura y las culturas

La identidad cultural es fundamental en el conocimiento de la persona, en este sentido,


la Cultura se puede considerar como un elemento innato de cada ser humano, que a través
de ella se va cultivando y formando integralmente, es decir, la Cultura también va haciendo
de cada persona una totalidad antropológica que ahora nos permite estudiarla. De igual
manera, esta realidad hace posible las culturas en las que cada hombre se desarrolla, así
pues, las culturas con sus elementos y particularidades dan lugar a los pequeños grupos
específicos que componen la gran sociedad.
En relación a nuestro estudio, diremos entonces que, de esta dualidad entre Cultura y
culturas nacen los diversos caracteres de personas, es decir, en la realidad cultural se forja
el conjunto de disposiciones que cada uno tiene en base al temperamento recibido de la
naturaleza, y al desarrollo que con la educación ha perfeccionado o empeorado; incluso
podemos afirmar que allí también tiene origen la composición emocional de estos mismos
seres, o sea, la conmoción orgánica de cada individuo y así obtener ciertos tipos de
personalidades.
De este modo consideramos entonces que la Cultura está en el interior del hombre y con
el forma la exterioridad de los pueblos: la Cultura es un componente del hombre quien pos
su naturaleza trascendente no puede dejar de cultivarse como persona, y por su naturaleza
social no puede aislarse, sino que hace comunidad hasta lograr la formación de culturas.
Esta realidad es la que debe ser abordada por cualquier ciencia humanística que se
proponga observar y conocer al hombre con la intención de ayudarle a mejorar en las
anomalías propias de su naturaleza corruptible.

6. ¿Cuáles han sido los elementos más resaltantes de la obra de Renato Rosaldo
“Cultura y Verdad”?

 La Cultura
 La Política

Con estos dos elementos el autor describe la formación de las sociedades, que
implícitamente permiten observar el comportamiento del hombre, a través del paso del
tiempo y la evolución de los sistemas de convivencia, a fin de hacer notar que el fondo hay
un modelo según el cual el hombre se desenvuelve, modelo que se va adecuando al tiempo
y las circunstancias concretas de cada tiempo.

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