ANDRES SQUELLA BOERO, abogado, por su mandante, en estos
autos sobre juicio sumario de comodato precario caratulados XXXXXX, RIT XXXXXX, a SS. respetuosamente digo: Interpongo recurso de apelación en contra de la sentencia definitiva de fecha 10 de julio del año 2.013 rolante a fojas 21 de autos, que acogió la demanda de comodato precario deducida en contra de mi mandante. Fundo mi recurso en los siguientes antecedentes:
1º La acción que ha impetrado la actora, es la de comodato precario,
fundamentada en el artículo 2195 del Código Civil. Esta acción en forma mas precisa se denomina acción de precario, ya que no existe un contrato de comodato entre las partes.
2º Los requisitos necesarios para el éxito de tal acción, al tenor del artículo citado, y conforme lo reconocen doctrina y jurisprudencia son tres, los cuales deben concurrir en forma copulativa:
a) Que el demandante sea dueño del inmueble en cuestión.
b) Que el demandado ocupe el inmueble por ignorancia o mera tolerancia del propietario demandante. c) Que la ocupación del inmueble de parte del demandado no se funde en un título que la legitime.
3º Tanto es así, que a fojas 12 de autos, la resolución que recibió la causa a
prueba, fijo estos tres puntos como los hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos, sobre los cuales debe rendirse toda diligencia probatoria.
4º En este sentido, el considerando sexto de la sentencia en su letra b) es
erróneo, por cuanto no basta para el éxito de una acción de precario que el inmueble sea detentado u ocupado por el demandado sino que debe acreditarse que lo es por ignorancia o mera tolerancia del propietario.
4º Es del caso que la parte demandante en este juicio no ha logrado probar de
manera alguna el requisito señalado en la letra b) del número 2 anterior, y que fuera recogido por el Nº 2 de la resolución de fojas 2, es decir el auto de prueba. En efecto, no se ha rendido prueba alguna en este sentido.
5º La única prueba rendida por la contraria se refiere a la copia de la
inscripción de dominio acompañada. Sin embargo este documento público solo tiene el efecto procesal de acreditar que la demandante es propietaria del inmueble. Sin embargo, no se ha acreditado en forma alguna que mi mandante este ocupando o detentando el inmueble de autos por ignorancia o mera tolerancia de la demandante.
6º La demandada en el comparendo de autos, al contestar la demanda
presentó una alegación o defensa, esto es se limitó a negar los hechos expuestos en el libelo y sus fundamentos. En este escenario el peso de la prueba, recaerá exclusivamente en la parte demandante. Es esta parte la que debió probar en la etapa procesal pertinente, que por un lado, mi mandante ocupa actualmente el predio de su propiedad, y en segundo término, que lo hace por ignorancia o mera tolerancia suya. El considerando séptimo del fallo incurre en un error al señalar que la demandada no ha controvertido el hecho de que la propiedad sea detentada pro el SR. Ulloa. Expresamente en el comparendo de estilo se negaron los hechos expuestos por la demandada. Esto por sí sólo es una manifiesta contravención de los mismos, y extraña que no sea así reconocido pro la sentencia.
7º La contraria, no rindió siquiera prueba testimonial en el sentido indicado, y
la absolución de posiciones que solicitó, no pude constituir plena prueba en contra del Sr. Ulloa, por cuanto sólo se le citó una vez, exigiendo el 394 del CPC que para ser tenido como confeso, debe esta citación efectuarse dos veces.
8º En consecuencia, al no haberse acreditado por quien correspondía, en la
causa, por medio probatorio alguno, el hecho sustancial pertinente y controvertido Nº 2 del auto de prueba de fojas 12, no procede acoger la demanda, sino rechazarla por falta de prueba. En este sentido el fallo causa un agravio a mi parte que debe ser enmendado pro la vía de la apelación. POR TANTO: Conforme a lo expuesto, y artículo 186 y siguientes y 680 y siguientes del CPC y 2195 del Código Civil, ruego a SS. se sirva tener por interpuesto recurso de apelación en contar de la sentencia definitiva de autos, darle tramitación legal, y disponer que los autos sean elevados a la Ilustrísima Corte de Apelaciones Respectiva, a efectos de que sea este tribunal de alzada quien, revoque la sentencia apelada, con costas.