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Psicosis Infantil: Una guía para entenderla

y convivir con ella


abril 7, 2017 /// ANDREA GARCÍA CERDÁN




¿Qué es la psicosis infantil? ¿Cómo puedes ayudar a tu hijo con


psicosis? ¿En qué se diferencia la psicosis del autismo? Descúbrelo
todo acerca de la psicosis de inicio en la infancia en este artículo
¿cómo reconocer la psicosis a temprana edad, sus síntomas y cuáles
son sus causas?
Psicosis infantil
Podemos definir como psicóticos a aquellos niños que no distinguen
entre su realidad interna (fantasías y fantasmas) y el mundo externo.
Estos niños tienen una percepción de la realidad alterada. De forma
que viven sus miedos como algo real. Este trastorno afecta
al desarrollo, conducta y personalidad del niño.
Algunas veces se ha confundido erróneamente la psicosis infantil con
el autismo, sin embargo, los niños psicóticos no tienen por qué
presentar una actitud de aislamiento en la que se evita el contacto con
los demás. La psicosis infantil suele basarse en una distorsión de la
realidad.
No es común que la psicosis comience antes de los 12 años de edad,
sin embargo si que pueden darse algunos casos de psicosis infantil.
Aunque existe bastante diversidad de adaptación, muchos de los niños
que experimentan psicosis infantil, pueden convertirse en adultos con
dificultades en sus relaciones sociales

Síntomas de la psicosis
infantil
Los síntomas de la psicosis infantil son similares a los que aparecen en
adultos. Aquí detallamos los principales síntomas psicóticos en un
niño:

Síntomas positivos en psicosis de inicio


precoz
 Alucinaciones: Las alucinaciones son percepciones sensoriales en
ausencia de un estímulo externo. Es decir, ver, oír, sentir, oler
cosas que no están presentes. Una persona que está sufriendo una
alucinación puede ver cosas que no existen o escuchar a personas
hablar cuando están solos.
 Delirios: Son creencias falsas que no se basan en hechos de
realidad. Por ejemplo piensas que vas a ser dañado o herido; que
ciertos comentarios o gestos se dirigen a ti; que tienes una
habilidad excepcional o fama; otra persona está enamorada de ti; o
que una gran catástrofe va a suceder. Los delirios ocurren en la
mayoría de personas con esquizofrenia.
 Alteraciones en el lenguaje y pensamiento, esto interfiere en la
comunicación y en la comprensión de la realidad. Se vuelven
desorganizados e incoherentes.
 Suspicacia o desconfianza hacia los demás.
Comparados con los adultos, los jóvenes y adolescentes tienden a tener
más alucinaciones pero menos delirios.

Síntomas negativos en psicosis infantil


 Dificultades para relacionarse con los demás
 Dificultades para entender y expresar las emociones
 Ausencia de espontaneidad
 Problemas para entender las bromas, lenguaje muy literal
Ciertos síntomas psicóticos alteran el desarrollo psicosocial, cognitivo
y desempeño en la vida cotidiana y pueden ser frecuentes en la
infancia y la adolescencia. Incluso son comunes en niños que han
sufrido algún tipo de trauma (abuso físico, emocional y/o sexual). En
la gravedad de la psicosis intervienen factores ambientales como las
drogas o el estrés.
En el siguiente vídeo puedes ver uno de los casos más graves de
esquizofrenia infantil.

¿Cómo detectar psicosis en


niños?
Aunque es muy poco frecuente que aparezca la psicosis en la infancia,
aquellos que desarrollan esquizofrenias, a menudo presentan en la
adolescencia temprana síntomas de alerta o prodrómicos.
Durante este periodo la persona que lo padece es consciente de que su
experiencias (como ver u oír cosas que no están ahí) son extrañas y
preocupantes. Aunque a veces es difícil para ellos admitirlo a no ser
que les pregunten.
Es esencial estar atentos a cualquier signo de psicosis de inicio precoz
para recibir ayuda terapéutica temprana. Cuanto antes se trate, mejor
será el pronóstico.
La mayoría de niños con esquizofrenia muestran retrasos en el
lenguaje y en otras funciones mucho antes de que aparezcan los
síntomas psicóticos. Una gran parte de ellos presentan síntomas como
balanceo, rigidez o posturas anormales, agitación de brazos. La
psicosis de comienzo en la infancia también puede aparecer con un
pobre desarrollo motor, como gateo inusual. Estos comportamientos
también son frecuentes en trastornos del espectro del autismo, por ello
es importante un correcto diagnóstico.
Es importante también prestar atención a cambios repentinos en los
pensamientos y conductas.
– Síntomas afectivos en psicosis infantil: Los síntomas afectivos se
presentan como una alegría o tristeza exagerada.
– Signos tempranos de alarma: Antes de una crisis hay ciertos
síntomas que nos pueden ayudar a predecirla. En caso de que creamos
que se va a dar una, consulta a tu médico o terapeuta:
 Sensación de que su cerebro no funciona
 Sentimiento de que su mente o sus ojos les engañan
 Ver cosas o oír voces que no son reales
 Escuchar que llaman a la puerta, golpeteos, chasquidos o que les
llaman por su nombre
 Pensamientos confusos
 Pensamientos e ideas vívidas y extrañas
 Cambios repentinos y raros en las emociones
 Comportamiento peculiar e inusual
 Mayor sensibilidad a la luz, los sonidos, olores o el tacto
 Miedo o suspicacia sin fundamento
 Aislamiento de los demás
 Problemas para hacer amigos y mantenerlos
 Dificultad en el habla, la escritura, la concentración o
realizar tareas sencillas.
 Descuido de la higiene personal
 Nerviosismo
 Pérdida del sentido del humor
 Llanto excesivo o risas sin motivo
 Problemas de concentración
La conducta en niños con este trastorno puede ir cambiando a lo largo
del tiempo. La psicosis puede desarrollarse gradualmente o
repentinamente. Los niños y jóvenes puede comenzar hablando de
ideas y miedos extraños, decir cosas que no tienen sentido. Otros a los
que les gustaban las relaciones sociales pueden volverse tímidos,
aislados o parece que están en su propio mundo.

¿Cómo manejar la psicosis


infantil? Consejos para
padres
La psicosis infantil siempre debe ser tratada por psicólogos, psiquiatras
y otros profesionales. Sin embargo, los padres también tienen un papel
importante.
1. Infórmate acerca de lo que le está pasando a tu hijo.
2. Aprende a manejar tu estrés para poder afrontar mejor la situación
y ayuda a tu hijo a controlarlo. Dedicar unos minutos al día para
respirar y relajarse puede ser útil.
3. Aprende a gestionar los conflictos familiares. No te guardes
aquello que te molesta. Exprésalo en momentos adecuados y de
forma educada y calmada sin atacar ni reprochar. Ayúdale a tu hijo
a que también lo aprenda.
4. Mejora la comunicación familiar. Dedicar tiempo a la familia y
actividades comunes puede mejorar el clima familiar, la cohesión y
la comunicación.
5. No seas crítico con tu hijo, no lo culpes ni lo trates de loco.
6. Destaca sus cualidades positivas y no te centres en sus aspectos
negativos.
7. Muestra afecto, cariño, apoyo y comprensión
8. Es muy importante que tu hijo se aleje de las drogas y el alcohol.
Pueden tener interacciones indeseables con la medicación, agravar
los síntomas psicóticos y hacer más probable una recaída. Hazle
comprender que no es bueno para su salud y que va a empeorar su
malestar.
9. Promueve estilos de vida saludables como la actividad física y la
comida sana.
10. Asegúrate de que tu hijo duerme lo suficiente. Una correcta
higiene del sueño es esencial para tener una buena salud mental.
11. Ayúdale a descubrir hobbies y actividades placenteras que le
ayuden a controlar la ansiedad y le reporten sentimientos positivos.
12. Sigue siempre los consejos de los profesionales.

Tratamiento del síndrome


psicótico a temprana edad
Un diagnóstico y tratamiento temprano de la psicosis infantil es
esencial. Si no se trata a tiempo, hay mayor riesgo de que aparezcan
más episodios psicóticos, poniendo en riesgo su salud. Además, se ha
visto que la aparición de episodios reiterados daña el cerebro, dando
lugar a un progresivo deterioro cognitivo.
Si la crisis es muy grave y pone en peligro su vida o la de los demás es
necesario un ingreso hospitalario para estabilizarle y garantizar su
seguridad.
El tratamiento de la psicosis necesita de una combinación de terapia
farmacológica, terapia individual y familiar.

Terapia farmacológica
La medicación es necesaria en un inicio. Sin embargo, esta se debe ver
como una ayuda para que la terapia psicológica funcione bien. El
problema es que nuestro sistema sanitario está excesivamente
medicalizado. Si una persona ha tenido brotes psicóticos en el pasado
pero lleva 10 o 20 años sin tener ningún síntoma, se le seguirá viendo
como una persona esquizofrénica, como si fuera una etiqueta que
no nunca te puedes quitar. Además, los efectos secundarios de la
medicación pueden ser muy molestos para quien los toma. Causan
temblores, embotamiento mental, aumento de peso, te hacen propenso
a padecer diabetes y otras enfermedades.
Por ello, si tu hijo tiene psicosis, busca unos buenos profesionales y
plantéales que no quieres mantener la medicación para siempre.
Los fármacos más utilizados en adolescentes de entre 13 y 17 años con
estas patologías son la Risperidona (Risperdal) y Aripiprazol
(Abilify). Generalmente no se suele usar medicación en niños más
pequeños a no ser que el caso sea grave y no funcionen el resto de
herramientas que tenemos a nuestra disposición.

Terapia individual
La psicoterapia, como la cognitivo-conductual, puede ayudar a tu hijo
a lidiar con el estrés y los desafíos diarios que trae consigo la psicosis.
La terapia también ayuda a reducir los síntomas y ayudarle a
desarrollar sus relaciones sociales y rendir en la escuela. Informarse
sobre la esquizofrenia también es importante para que tu hijo entienda
su condición, lidie con los síntomas y se adhiera al tratamiento.

Terapia Familiar
La terapia familiar es muy importante. El niño se recuperará mejor y
habrá menos recaídas si el clima familiar es positivo. En las terapias
familiares se les ayudará a resolver conflictos, a mejorar la
comunicación y manejar el estrés relacionado con el trastorno de quien
lo sufre.

Entrenamiento en habilidades de la vida


diaria
Los planes de tratamiento incluyen el desarrollo de habilidades que
puedan ayudar al niño a tener un óptimo desempeño en la vida
cotidiana. Este entrenamiento incluye:
 Entrenamiento en habilidades sociales y académicas. Son
habilidades esenciales, ya que los niños con esquizofrenia suelen
tener dificultades para relacionarse con los demás y tienen
problemas escolares. Puede que tengan dificultades para llevar a
cabo actividades cotidianas como bañarse o vestirse.
 Rehabilitación vocacional y orientación laboral. Esto se centra
en ayudar a las personas con esquizofrenia a prepararse para la
vida laboral y que sean lo más autónomos e independientes
posible.

Causas de la psicosis
No existe una causa única, como en la mayoría de trastornos. En la
génesis de esta patología confluyen varios factores:
 Factores genéticos
 Experiencias vividas, aprendizaje (complicaciones al nacer,
experiencias difíciles en el desarrollo)
 Acontecimientos estresantes (drogas, muerte de un familiar, estrés
en los estudios). Muy a menudo los síntomas se disparan debido a
un consumo de drogas, especialmente la marihuana.

La influencia de la familia en la psicosis


infantil
La psicosis infantil, aunque también la psicosis de aparición más
tardía, se ve muy influida por el tipo de relaciones que se dan en la
familia. En la gran mayoría de casos, las dinámicas familiares son
disfuncionales, provocando una gran confusión en el niño y
aumentando su riesgo de padecer este tipo de patologías. No es que las
relaciones familiares negativas sean la causa, sino que supone un
factor de riesgo importante.
¿Cuáles son los patrones de comunicación más frecuentes en las
familias de personas con psicosis?
Un término clave para esto es la llamada “emoción expresada“. A
menudo estas familias tienen una alta emoción expresada, es decir, la
comunicación se caracteriza por hostilidad, criticismo y
sobreimplicación emocional. La sobreimplicación emocional consiste
en una gran sobreprotección, dramatización de las situaciones, intentos
de control hacia la persona con el trastorno y un excesivo
autosacrificio.
También suele ocurrir que lo que se dice y lo que se expresa de forma
no verbal no coincide. Por ejemplo, se puede decir “Quiero que mi hijo
se independice”, mientras se le agarra fuertemente del brazo. Es como
decir quiero que te vayas pero no quiero.
La no expresión de los sentimientos, o su expresión de forma velada
también puede ser común.
Todo ello genera una gran confusión en el niño, quien no encuentra
otra forma de expresar su malestar que generando una patología (no
intencionalmente, por supuesto). Por ello es esencial trabajar las
dinámicas familiares dentro de la consulta.
¿Qué podemos hacer? No acumular emociones negativas, evita
generalizar y etiquetar de forma negativa a los demás, da mensajes
específicos de qué es lo que te molesta y qué quieres que hagan,
encuentra un momento y lugar adecuado para solucionar el conflicto.
Evolución de la psicosis
infantil
Como individuos únicos que somos, la psicosis también se presenta de
manera particular en cada persona. Por ello las formas de evolución de
esta condición también pueden ser muy diversos.
El curso y la evolución de la esquizofrenia es variable. Es posible
que tras una crisis psicótica el niño o adolescente ya no vuelva a tener
más. También puede ocurrir que se alcance cierta estabilidad aunque
ocurran crisis ocasionalmente. En los casos más graves es posible que
los síntomas se mantengan en el tiempo.
Cuanto antes aparezca la esquizofrenia peor será el pronóstico, habrá
más anormalidades en la estructura cerebral, mayor en deterioro
cognitivo, menor nivel de estudios y síntomas negativos más intensos.

Tipos de psicosis infantil


Los trastornos psicóticos pueden clasificarse en primarios y
secundarios
 Primarios: Esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo y no
especificado
 Secundarios. Aquí se encuadran aquellos trastornos que pueden ser
acompañados de episodios o síntomas psicóticos, como Trastorno
de Estrés Postraumático, Trastorno bipolar, trastornos del estado
de ánimo (como la depresión), etc. Es por ello que hay que hacer
un correcto diagnóstico.

Primarios:
 Esquizofrenia: trastorno en el que la persona experimenta los
síntomas psicóticos mencionados durante al menos 6 meses.
 Trastorno esquizofreniforme: similar a la esquizofrenia pero de
duración menor de 6 meses. Posteriormente puede desaparecer o
desembocar en otros trastornos.
 Trastorno de tipo esquizoafectivo: se caracteriza por síntomas de la
esquizofrenia y trastornos del estado de ánimo como la depresión o
la manía.
 Psicosis inducida por drogas.
 Psicosis orgánica: provocada por un daño físico en el cerebro.
 Trastorno psicótico breve: crisis psicótica que dura menos de un
mes.
 Trastorno delirante: caracterizado por la presencia de delirios.
También pueden aparecer episodios psicóticos o fruto de alguna
situación estresante y que no vuelvan a aparecer. Descubre aquí que
hacer ante un brote psicótico.
Cabe destacar que en los trastornos psicóticos primarios, suelen darse
síntomas prodrómicos (previos a los denominados “brotes” o crisis),
como conductas extrañas, algunas alucinaciones y aislamiento más o
menos de forma continua. Posteriormente, en ciertos momentos de
gran estrés o malestar aparecer un episodio agudo (que sería el
llamado brote), en el que la intensidad de los síntomas se dispara.
También puede ocurrir que en periodos en los que no hay crisis haya
pocos o ningún síntoma.

Trastornos que cursan con síntomas


psicóticos en la infancia
 Depresión con síntomas psicóticos. Se caracteriza por un bajo
estado de ánimo, desesperanza y se acompaña con delirios o
alucinaciones acordes a su estado de ánimo.
 Trastorno bipolar. Los síntomas psicóticos tienen más que ver
con desequilibrios del estado de ánimo. La persona con trastorno
bipolar experimenta elevaciones del estado de ánimo (manía) y
depresión. Estos dos extremos tienden a fluctuar en el tiempo.
Cuando la persona está deprimida, por ejemplo, puede oír voces
con comentarios muy negativos hacia ella. Cuando experimentan
manía pueden sentir que son especiales o que tienen capacidades
increíbles.

Diferencia entre psicosis


infantil y autismo
No fue hasta 1980 cuando la esquizofrenia de inicio en la infancia fuer
reconocida como un diagnóstico independiente. Antes de esa fecha, los
niños que hoy serían diagnosticados de autismo, eran agrupados bajo
el diagnóstico de esquizofrenia.
Establecer un diagnostico diferencial entre la psicosis y el autismo en
la práctica clínica es un reto para los profesionales. Las diferencias no
siempre son tan obvias.
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por
un pobre desarrollo del lenguaje, alteración en la interacción social,
gran reactividad sensorial y un repertorio restringido de intereses y
actividades.

Características comunes: Psicosis Infantil


& Autismo
En ambos espectros aparecen alteraciones en la interacción social, la
comunicación, el procesamiento emocional y las funciones
ejecutivas. Además, en la esquizofrenia de inicio en la infancia, hay
un riesgo de padecer retrasos y alteraciones en el neurodesarrollo
anteriores al inicio de síntomas psicóticos que son similares a los que
aparecen en el autismo.
Las personas con autismo pueden mostrarse desconfiadas hacia otras
personas, lo que podría parecerse a “paranoia”. Sin embargo esto se
debe a las dificultades de interpretar las intenciones y conductas de los
demás.
En ambos trastornos también aparece la incapacidad de entender las
bromas, dobles sentidos.Se quedan en la literalidad del mensaje.
También tienen en común la gran reactividad sensorial.

Diferencias: Psicosis Infantil & Autismo


En el autismo, el déficit en comunicación y habilidades sociales es
primaria, es decir, nunca se ha adquirido. Sin embargo, en la
esquizofrenia es secundario, se adquirió pero en los periodos agudos
del trastorno aparece un replegamiento y aislamiento como
consecuencia de la sintomatología positiva.
En ambos trastornos suelen aparecer comportamientos repetitivos y
estereotipados. Sin embargo, en el autismo surgen como forma de
reducir la ansiedad ante situaciones estresantes, y estas conductas
desaparecen cuando se les enseña a manejar la ansiedad. En trastornos
psicóticos, no desaparecen cuando se reduce la ansiedad.
Los síntomas característicos del autismo suelen apreciarse antes de los
3 años de edad, mientras que los síntomas de la esquizofrenia se ven
más tarde. Es poco común su aparición antes de la adolescencia.
El curso de la esquizofrenia no es lineal, puede haber etapas más
graves y otras más estables. En el autismo la alteración suele ser más
continua, aunque si puede haber cierta mejora en algunas capacidades.

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