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Entre lo urbano y lo rural.


Florencio Varela y Berazategui
a partir de la década de 1990

Coordinadoras:

Martha Ruffini

Talía Violeta Gutiérrez

Universidad Nacional de Quilmes


Centro de Estudios de la Argentina Rural

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INDICE

A modo de Introducción

¿Qué otra educación, para qué otra economía, para qué otro consumo? Graciela
Mateo
Mercado Vecino: producción agrícola y soberanía local en Berazategui Alejandra
de Arce

El periurbano bonaerense: asociaciones y cooperativas Camila Aguirre, Luciana


Melo y Martina Oddone

Educación agraria, periurbano y desarrollo local Talía Gutiérrez

La Cooperativa escolar como emprendimiento agroecológico Marcelo Jorge


Navarro

El Parque Pereyra Iraola: un espacio singular y conflictivo del Conurbano


bonaerense Martha Ruffini

Remembranzas del pasado bienestar. Niños y familias rurales en una colonia del
periurbano. Florencio Varela, 1950-1970 Celeste De Marco y Alejandra Salomón

La prensa en los partidos de Florencio Varela y Berazategui Bianca Schuh y Maite


Fernández

Reflexiones finales

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A modo de introducción

Este libro de divulgación es resultado del esfuerzo conjunto del equipo de


investigadores y alumnos pertenecientes al Proyecto de Investigación en Áreas de
Vacancia (PITVA) de la Universidad Nacional de Quilmes “Entre lo urbano y lo rural.
Estado, economía social y educación agraria en Florencio Varela y Berazategui a partir
de 1990” que se desarrolló entre 2015 y 2016´bajo nuestra dirección. Este Proyecto
surgió como iniciativa del Centro de Estudio de la Argentina Rural (CEAR) de la UNQ,
creado en la Universidad Nacional de Quilmes en el año 2010 y que actualmente dirige
el Dr. Adrián Gustavo Zarrilli.

El CEAR es un centro de investigación científica que también desarrolla actividades


de posgrado y extensión. Integrado por especialistas provenientes de diferentes
disciplinas, está orientado al estudio e interpretación de la Argentina Rural con enfoque
regional. Los ejes de investigación del CEAR, nucleados en torno al Programa de
Investigación dirigido por la Dra. Noemí Girbal-Blacha, abarcan los diferentes espacios
regionales: el agro pampeano, el noreste, el noroeste, Cuyo y la Patagonia desde las
políticas públicas, los sujetos sociales y sus transformaciones medio-ambientales,
analizando e interpretando la dinámica socio-territorial y las producciones agro-
industriales.

En este marco, nos planteamos la necesidad de colaborar con nuestras investigaciones


al conocimiento del entorno socio-productivo que rodea a la Universidad Nacional de
Quilmes y ámbito de procedencia de la gran mayoría de la comunidad educativa, tanto
alumnos como docentes y personal administrativo. Otra premisa del mismo fue
reconocer la importancia de la difusión de nuestras investigaciones más allá del ámbito
estrictamente académico y universitario, cumpliendo así acabadamente con la función
social de la Universidad que debe procurar tender puentes entre el conocimiento y la
sociedad, generando así saberes socialmente compartidos y experiencias comunes de
intercambio.

Bajo esta perspectiva, en esta contribución sintetizamos y ponemos a disposición del


público en general los resultados de la investigación centrada en los partidos de
Florencio Varela y Berazategui, dos de los distritos más poblados y con mayores
necesidades del conurbano bonaerense; dos partidos de singular importancia cuyo

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análisis desde la historia reciente, signada por el impacto de las políticas neoliberales de
la década de 1990, la crisis de 2001 y la recuperación económica posterior, resulta de
fundamental importancia para la comprensión de los procesos y problemáticas más
recientes. Estas coyunturas históricas modificaron la orientación productiva y generaron
demandas sociales que motivaron respuestas tanto desde el gobierno provincial y
municipal como desde la sociedad civil. La comprensión de los aspectos centrales de
estos procesos puede proporcionar claves explicativas que ayuden en la interpretación
de su presente y en el pensar conjunto de propuestas o estrategias de solución para
mejorar su futuro

Los capítulos que integran el libro fueron escritos por siete investigadores del CEAR-
Alejandra de Arce, Celeste De Marco, Talía Gutiérrez, Marcelo Jorge Navarro, Graciela
Mateo,Martha Ruffini y Alejandra Salomón- y por cinco alumnas de las carreras de
grado de la Universidad de Quilmes – Camila Aguirre, Maite Fernandez, Luciana Melo,
Martina Oddone, Bianca Schuh- que integran nuestro proyecto de investigación y que
han colaborado activamente en el mismo.

La estructura del presente libro consta de tres partes, cada una de ellas vinculada con
un eje de análisis. En la primera parte se presentan las características más salientes de la
llamada economía social alternativa y solidaria , que surge como respuesta a la crisis
nacida a raiz de la implementación de políticas neoliberales, respuestas que nacieron
desde la sociedad civil y que procuraron potenciar el desarrollo local y garantizar una
mayor igualdad y participación de la población en las areas de interés común. Con dicha
perspectiva, el capítulo de Graciela Mateo, Magister en Metodologìa de la Investigación
y docente de Historia Social General de la UNQ , “Qué otra educación, para que otra
economìa, para que otro consumo” nos invita a acercarnos a la intervención social para
enfrentar los problemas de los productores de alimentos delBarrio La Carolina Rural en
Ingeniero Allan (Florencio Varela) encarados por la asociación civil CEDEPO (Centro
Ecuménico de Educación Popular), la cooperativa hortícola Asociación de Productores
Familiares (APF), de Florencio Varela,y el Mercado Solidario de Bonpland, emplazado
en el barrio porteño de Palermo, donde se comercializa buena parte de los productos de
la cooperativa y del mismo CEDEPO. El aporte de Graciela Mateo no se limita a
reseñar las acciones de las organizaciones mencionadas sino que contextualiza las
mismas desde las perspectivas teóricas de la educación popular del educador brasileño
Paulo Freire y el sociologo portugués Boaventura de Souza Santos incluyendo los

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principios fundantes de la economía social y solidaaria y su renovada vigencia a partir
de la crisis provocada por las políticas neoliberales de la década de 1990 en nuestro
país, que afectaron sensiblemente al cinturón hortícola bonaerensse.

En una línea similar de análisis, Alejandra de Arce, Doctora en Ciencias Sociales y


docente de Historia Argentina de la UNQ, aborda en “Mercado Vecino: producción
agrícola y soberanía local en Berazategui” el funcionamiento de esta reciente
organización creada en octubre de 2016 por la Secretaría de Trabajo y Desarrollo
Productivo del Municipio de berazategui. Esta iniciativa municipal ofrece a las familias
agricultoras de la zona la posibilidad de comercializar directamente sus productos. La
autora analiza los rasgos iniciales de este emprendimiento y se interroga acerca de la
relación del mismo con la promoción de prácticas agroecológicas y la nociones de
soberanía alimentaria local.

Por su parte, las estudiantes de la Licenciatura en Comunicación de la UNQ Camila


Aguirre y Martina Oddone, conjuntamente con Luciana Melo alumna de la Licenciatura
en Historia de la UNQ, aportan en su capítulo titulado “El periurbano bonaerense:
asociaciones y cooperativas” las características y formas de trabajo de las unidades
productivas y las redes de comercio alternativas que surgieron en la zona de contacto
entre el mundo rural y urbano de los partidos de Florencio Varela y Berazategui. En
función de este objetivo, nos brindan un amplio panorama de las asociaciones, uniones
y cooperativas actuantes en los partidos de Varela y Berazategui, incorporando nociones
de Agricultura familiar y mencionando la problemática actual del productor rural.

Una segunda parte de este libro se aboca a presentar e interpretar la problemática de la


educación agraria, que cumplió tradicionalmente un rol orientado a mejorar la calidad
de vida de la población rural y afianzar el arraigo al medio rural en los jóvenes. En este
sentido los trabajos incluidos en este libro se orientan a explicitar las preocupaciones de
la comunidad educativa de Varela y Berazategui en relación al presente y futuro, las
iniciativas desplegadas,su relación con organizaciones sociales y su aporte hacia una
mayor equidad educativa y bienestar poblacional.En “Educación agraria, periurbano y
desarrollo rural” Talía Gutiérrez, Doctora en Historia y Profesora de Historia
Argentina de la UNQ, aborda dos casos vinculados con la educación rural en ambos
partidos: la escuela del Parque Pereyra Iraola y la Escuela llamada La Capilla de
Florencio Varela. En su capítulo define lo que se considera “espacio periurbano” e

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inserta a la educación agraria como parte fundamental de una modalidad no sólo de
arraigo de los jóvenes sino de preparación y capacitación de los alumnos para potenciar
el crecimiento de los emprendimientos productivos familiares. Inserta la educación rural
en el entramado legislativo surgido a partir de la Ley Federal de Educación (1993) y
analiza la situación actual de ambos establecimientos y los contactos establecidos con
los programas y planes provinciales y municipales y las organizaciones de productores.

El capítulo de Marcelo Jorge Navarro, Doctor en Ciencias Sociales (UNQ) ,Profesor


de la Universidad de Salta, “La cooperativa escolar como emprendimiento
agroecológico” analiza la experiencia de la Cooperativa Escolar “Los Tres gauchitos”
de la escuela Primaria Nª 19 del Parque Pereyra Iraola. Su análisis inserta a las
cooperativas escolares como parte del desarrollo local, caracterizando y definiendo al
modelo agroecológico, marco indispensable para el trabajo cooperativo en educación.
Asimismo, realiza un panorama de la legislación nacional y provincial sobre
cooperativas escolares y destaca los esfuerzos conjuntos de docentes y alumnos por
llevar adelante la producción hortícola.

En una tercera parte del libro, nos abocamos a espectos específicos del mundo rural
en ambos partidos. En primer lugar, la problemática de la tenencia de la tierra en el
Parque Pereyra Iraola . A traves del capítulo “El Parque Pereyra Iraola :un espacio
singular y conflictivo del Conurbano bonaerense”, Martha Ruffini,Doctora en Historia
y docente de Historia Social General de la UNQ , presenta la relevancia del Parque
Pereyra como parte del cinturón verde del Conurbano, ambito de la producción fruti-
horticola y Reserva de Biosfera de la UNESCO. Para arribar al conflicto de los
quinteros en la década de 1990, analiza los orígenes históricos del Parque y los
objetivos planteados con la creación del Parque de los Derechos de la ancianidad
durante el peronismo histórico (1946-1955) y la posterior desvirtuación de los objetivos
iniciales del Parque por parte de autoridades nacionales y provinciales con sucesivas
cesiones del predio a partir de la década de 1960. El conflicto entre el gobierno
provincial y los quinteros radicados en el Parque desde 1954 y su impacto en las
organizaciones sociales y la prensa aparece como parte de la trama del poder y de los
cambios evidenciados en el sistema productivo.

En su capítulo “Remembraanzaas del pasado bienestaar. Niños y familias ruraales en


una colonia del periurbano.Florencio Varela 1950-1970” la Doctora en Ciencias

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Sociales Alejandra Salomón, docente de Historia Argentina de la UNQ y la Licenciada
en Ciencias Sociales y Doctoranda de la UNQ Celeste de Marco presentan una mirada
del área rural de Florencio Varela a través de la percepción de los niños de la colonia
Agrícola La Capilla, rescatadas al presente mediante entrevistas orales . Para
contextualizar el análisis, realizan una interpretación de las políticas agrarias del
peronismo histórico a partir de 1946 y el desarrollismo haasta 1966 y el rol jugado por
la colonización y el bienestar rural en ambos momentos históricos.Al recuperar las
voces de los niños de la colonia, nos brindan un novedoso panorama de la cotidianeidad
rural, de la valoración de la educación y de las problemáticas más relevantes que la
memoria infantil registró a lo largo del tiempo.

Para finalizar, Bianca Schuh y Maite Fernandez,alumnas de la Licenciatura en


Comunicación Social de la UNQ, ofrecen en “La prensa en los partidos de Florencio
Varela y Berazategui” un panorama actual de la prensa existente, tanto escrita como
digital. Para ello,mencionan los diferentes diarios, sus datos principales y la manera de
acceder vía Internet o consulta particular a los mismos . Realizan una selección que
como dejan entrever no agota la totalidad de los medios circulantes pero que fue
realizada sobre la base de su mayor aalcance y difusión.

Este libro que hoy presentamos se encuentra escrito en un lenguaje claro y


asequible,con un estilo narrativo ágil sin perder rigurosidad cientifica. Contiene a modo
de síntesiss las problemáticas más relevantes de ambos partidos que fueron objeto de la
investigación financiada por la Universidad Nacional de Quilmes a través del PITVA
durante los años 2015 y 2016. Es nuestra intención que esta publicación constituya un
aporte para la comunidad que rodea a la Universidad Nacional de Quilmes interesada
en conocer la historia pero también las problemáticas más actuales de los partidos de
Berazategui y Varela: docentes y alumnos de todos los niveles educativos, integrantes
de organizaciones sociales y fuerzas politicas,productores rurales, funcionarios
provinciales y municipales asi como para todo aquel interesado en conocer un poco mas
del lugar en el que habita o trabaja.

Martha Ruffini yTalía Gutiérrez


Bernal, abril de 2017

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¿Qué otra educación, para qué otra economía, para qué otro consumo?
Graciela Mateo

El globalizado mundo del siglo XXI está atravesado por el individualismo, la lógica del
lucro y la obtención del máximo beneficio al menor costo posible. El neoliberalismo ha
vestido de un único color a la sociedad, a sus valores y hasta sus relaciones más
triviales. Sin embargo, desde el mismo sistema han comenzado a cuestionarse los
mecanismos en los que se fundamenta el capitalismo imperante y sus consecuencias
sociales. De esta forma han surgido experiencias alternativas de organización
socioeconómica y cultural para contrarrestar el efecto corsé del pensamiento único. ¿Es
posible eliminar la brecha, cada vez más profunda, entre los que todo poseen y los que
nada tienen? ¿Cómo evitar que dentro de los países –ricos o pobres- sean sólo unos
cuantos los que acaparan riquezas sin límites, amprados en injustas dinámicas
económicas que parecen inamovibles? Desde diferentes ámbitos se reconoce que una
transformación es necesaria, deseable y posible. Los aires de renovación provienen de
iniciativas de diferentes colectivos sociales y del mundo científico que cuestionan las
formas tradicionales de entender la educación, la economía y el consumo. Diversos
aportes, desde la educación popular, pasando por el paradigma del buen vivir hasta la
economía social y solidaria; y distintas prácticas, como las redes de autoproducción e
intercambio, el comercio justo y el consumo responsable, acreditan genuinas
aspiraciones de cambios que se expresan en otros tipos de relaciones económicas –
utópicas, quizás-, donde la colaboración y la solidaridad hacen posible ese otro mundo
del que muchos hablan y pocos viven.
En este capítulo se exploran las estrechas vinculaciones generadas entre la asociación
civil CEDEPO (Centro Ecuménico de Educación Popular), la cooperativa hortícola
Asociación de Productores Familiares (APF), ubicadas ambas en Florencio Varela,
populoso partido del conurbano bonaerense; y el Mercado Solidario de Bonpland,
emplazado en el barrio porteño de Palermo, donde se comercializa buena parte de los
productos de la cooperativa y del mismo CEDEPO.
Más allá de los vaivenes que estas asociaciones han tenido desde sus orígenes y en
particular durante la primera década del siglo XXI, el trabajo pretende rescatar los

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alcances y los límites de sus experiencias en torno a las posibilidades de otra educación,
de otra economía y de otro comercio.

1.- ¿Qué es la educación popular?


Aproximarse a la educación popular implica recurrir a la línea de trabajo del pedagogo
brasileño Paulo Freire en una de sus obras más conocidas, Pedagogía del oprimido.
Las relaciones entre educador-educando en la escuela tradicional están basadas en
razonamientos sobre cuestiones ajenas a la vida cotidiana (en términos de Freire,
situaciones existenciales) de los sujetos. Es el tipo de relación educativa denominada
bancaria en la que el educador aparece como un agente indiscutible cuya tarea es llenar
a los educandos con los contenidos de su narración. Contenidos que son algo así como
retazos de la realidad, desvinculados del contexto en el que adquieren sentido. Esta
orientación educativa se vincula con una idea de sujeto pasivo, cuya única tarea es
recibir información y procesarla de manera mecánica como si fueran archivos que se
depositan en la memoria. De ahí el término bancario para calificar este tipo de
educación, que pierde su dimensión creativa y transformadora. Cuantos más pasivos
sean los educandos, más tenderán a adaptarse de forma ingenua al mundo en lugar de
transformarlo.
La educación problematizadora, en cambio, se basa principalmente en el diálogo, a
través del cual puede superarse la contradicción educador-educando. Como en un juego
de palabras, el educador ya no es sólo el que educa sino aquel que, en tanto educa, es
educado a través del diálogo con el educando, quien, al ser educado también educa. La
educación se transforma en una práctica para la libertad en la que el hombre ya no es
concebido como un ser abstracto y desligado del mundo sino que se basa en su
comprensión, y sus relaciones con él se instalan a partir de la necesidad de
transformarlo.
El diálogo no es para Freire un mero intercambio de palabras sino que es un acto
creador, un encuentro entre hombres para la tarea común de saber y actuar. Y en este
lugar de encuentro no hay sabios ni ignorantes, sino hombres en comunicación que
buscan saber más. El diálogo implica reconoceral otro y valorarlo desde su lugar como
sujeto aunque sea diferente a mí. Sin esta relación dialógica entre los sujetos no hay
comunicación y sin ésta no hay verdadera educación.

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La concepción del educador bancario se basa en relaciones de verticalidad, ya que él es
el único depositario del saber que debe donar. No existe entonces lugar para el diálogo
como praxis, como síntesis entre acción y reflexión sobre el mundo.
En cambio para el educador-educando problematizador, la educación no es una
donación o imposición sino la devolución organizada, sistematizada y acrecentada al
pueblo, de aquellos elementos que éste le entregó en forma inestructurada. Esto implica
situarse desde un lugar de trabajo con el otro, reconociendo sus necesidades y su
situación existencial, y no sobre o para el otro.
Así como para este gran pedagogo brasileño la educación deviene del diálogo de
saberes, el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos se refiere a la ecología de
saberes, como el reconocimiento de la existencia de una pluralidad de conocimientos
más allá del científico. En el mundo, no sólo hay muy diversas formas de saberes sobre
la materia, la sociedad, la vida y el espíritu, sino también muchos y muy diversos
conceptos de lo que cuenta como conocimiento y de los criterios que pueden ser usados
para validarlos.
En un proceso de aprendizaje gobernado por la ecología de saberes, es crucial
comparar el conocimiento que está siendo aprendido con aquel que está siendo olvidado
o desaprendido. La ignorancia es sólo una condición descalificadora cuando lo que está
siendo aprendido tiene más valor que lo que está siendo olvidado. La utopía del
interconocimiento es aprender otros conocimientos sin olvidar el de uno mismo. Esta es
la idea de prudencia que subsiste bajo la ecología de los saberes y que lleva a su autor a
reflexionar sobre la diferencia entre ciencia como un conocimiento monopolístico y
ciencia como parte de esa ecología de saberes.
De Sousa Santos concluye en que una ciencia y una educación renovadas son
pilares de una justicia cognitiva global que puede contribuir a que se produzcan un
sinfín de micro-círculos virtuosos de transformación para generar justicia social global
y justicia ambiental global.
El diálogo de saberes, la ecología de saberes y la educación popular plantean en
esencia enormes similitudes en las propuestas de respeto por la pluralidad y la
diversidad, comparten concepciones sobre un sujeto activo portador de saberes y una
variedad de conocimientos que se co-construyen a partir de distintas y múltiples
dimensiones.

2.- Centro Ecuménico de Educación Popular(CEDEPO)

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CEDEPO ofrece un interesante ejemplo de los fundamentos teóricos que sustentan a la
educación popular. Se constituye como una asociación civil en 1983, a partir de la
iniciativa de José Kul, Alicia González y especialmente de Raúl Aramendy, que en su
Misiones natal había participado en las Ligas Agrarias.1 Su primera sede se ubica en el
barrio porteño de San Telmo, donde también se encuentran otras organizaciones como
SERPAJ (Servicio Paz y Justicia de Argentina) y el CENTRO NUEVA TIERRA, que
con su trabajo coordinado buscan recuperar aquellos principios de la militancia que la
dictadura cívico-militar iniciada en 1976 había buscado callar. Su trabajo se sostiene en
la recuperación de las ideas que traían sus fundadores de la década de 1970, en especial,
la importancia de la educación como herramienta de transformación desde una
perspectiva de la propia experiencia en el territorio. CEDEPO se consolida entonces en
los años ´80 como un referente de educación popular y alfabetización de adultos en
zonas vulnerables de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano.
En la década de 1990 ante el avance de las políticas neoliberales y la desarticulación
del Estado, la organización decide reformular su proyecto. En 1992 deja su sede en San
Telmo para instalarse en la localidad de Ezpeleta, en el partido bonaerense de Quilmes,
donde en la actualidad mantiene su domicilio legal. Al poco tiempo, CEDEPO adquiere
un terreno en el Barrio La Carolina Rural, en la localidad de Ingeniero Allan, partido de
Florencio Varela. 2 Este cambio no es sólo territorial implica una redefinición en torno

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Según Guido Galafassi el proceso de la Ligas Agrarias comienza a fines de 1970 y termina en marzo de
1976 con el golpe de Estado. Una diversidad de productores, desde campesinos minifundistas
empobrecidos hasta chacareros medianos comienzan a darse una organización, provincial y regional, que
agrupa en su conjunto a más de 20.000 familias y 54.000 jóvenes. Estas organizaciones a nivel provincial
tienen características diferenciales, siendo las Ligas Agrarias Chaqueñas, las primeras en fundarse y el
Movimiento Agrario Misionero, las organizaciones más importantes en cantidad de militantes y en
acciones de reivindicación y protesta.
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Partido del segundo cordón del Gran Buenos Aires, ubicado en el extremo sur. Se lo considera ciudad-
dormitorio por su bajo desarrollo industrial y la dependencia de su población de fuentes de trabajo
externas a su propio territorio. La estructura demográfica del partido es joven. Se caracteriza por ser
históricamente uno de los distritos con mayor nivel de pobreza estructural e informalidad económica
(economías de subsistencia) en el espacio metropolitano. Según el Censo Nacional de Población de 2010,
la población de Florencio Varela es de 423.992 habitantes. Su superficie es de 190 km2, de los cuales 68
(36%) son urbanos, 3 (1,5%) semiurbanos, 9 (5%) industriales, 65 (34%) de expansión urbana
complementaria y 45 (23,5%) rurales. Junto con La Plata y Berazategui forma parte del periurbano sur, es
decir, el espacio de producción primario-intensiva más desarrollado de la Región Metropolitana de
Buenos Aires (RMBA).
Sus zonas hortícolas y florícolas se localizan en las localidades de Ingeniero Allan, La Capilla, Villa San
Luis y Villa Brown. El área rural tiene una extensión de 100.000 ha. La horticultura a campo la practican
aproximadamente el 40% de los productores, a campo combinada con algún tipo de invernáculo 55% y
horticultura exclusivamente en invernáculo, alrededor del 5%. El destino de la producción es el consumo
fresco, abasteciendo a diario al consumo de la RMBA. De acuerdo con el Censo Hortiflorícola realizado
en el año 2005 en la provincia de Buenos Aires, se registran 232 establecimientos en Florencio Varela
(183 hortícolas y 49 florícolas) que ocupan 781 ha. Según estimaciones municipales, el 62% de los
productores son propietarios, el 30% arrendatarios, el resto se encuentra bajo otras modalidades de

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al sujeto con el que interactuará: el trabajador de campo pobre. Con el apoyo de
organismos internacionales que por aquella época brindan apoyo económico a través de
ONGs, CEDEPO inicia el Programa de Desarrollo Local Sustentable La Parcela.
Dado que la mayoría de los integrantes de la organización provienen del campo
educativo y atento al alto grado de analfabetismo con que se encuentran en ese barrio
varelense, la primera idea que surge es la creación de una escuela rural, con una
orientación en agroecología y en economía social. Pero la realidad con la que se
encuentran y las demandas de los vecinos en materia de atención primaria, los lleva en
1996 a priorizar la organización de un Centro Comunitario de Salud dentro del predio
de La Parcela.3 En 2012 el Centro es reconocido legalmente por el municipio de
Florencio Varela y debido a la falta de escuelas rurales en la zona, en él funciona el
Programa FinES (programa de finalización de estudios primarios y secundarios). El 29
de abril de 2017, transcurridos 20 años desde su fundación, la institución recibe un
nuevo reconocimiento por su trabajo territorial. En esta oportunidad, en el marco del VI
Congreso Medicina General y Equipo de Salud, realizado en la localidad bonaerense de
Mar de Ajó.
Coherente con su historia de facilitar herramientas y dejar capacidades instaladas en
la comunidad, CEDEPO se dedica a formar y capacitar a promotoras en salud que están
en contacto directo con la gente y conocen de cerca sus problemas. La formación de los
técnicos y médicos comprometidos en el proyecto constituye otro desafío, porque como
muy bien expresa Claudia Rojas, hoy una de las principales referentes de CEDEPO, los
profesionales llegaban con mentalidad urbana y universitaria y debían integrarse en
una propuesta de salud integral rural, para lo cual tuvieron que desaprender lo
aprendido para volver a aprender. Uno de los principios que conforman el diálogo de
saberes, la ecología de saberes y en definitiva la educación popular.
Los objetivos del Programa de La Parcela son los siguientes: 1) contribuir al
desarrollo equitativo y sostenible de la comunidad y al mejoramiento de la calidad de
vida de sus integrantes. 2) Contribuir al fortalecimiento y autogestión de las

tenencia de la tierra. Varela cuenta con un grado de intensificación mayor al del periurbano norte, y está
en una situación intermedia entre éste y La Plata (Barsky, 2013: 111-112).
3
En la salita, como los vecinos acostumbran llamar al Centro trabajan dos promotoras
de salud, un odontólogo, un médico generalista y una psicóloga, profesionales que hoy dependen del
Programa de Médicos Comunitarios de Florencio Varela. En Se realizan diversos talleres: acupuntura,
periodismo comunitario, arte. En el Centro funciona también una huerta y un ropero, ambos comunitarios.
Con estos servicios y actividades se pretende dar respuesta a los 600 vecinos que habitan esta zona rural
del distrito.

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organizaciones campesinas, para que puedan mejorar sus derechos, desarrollar
capacidades y participar en la implementación de políticas públicas para el sector. 3)
Desarrollar acciones de manejo y conservación de recursos naturales como agua, suelo,
flora y fauna de la zona rural y de la región. 4) Promover la participación de la mujer
rural en el desempeño de sus roles familiares, económicos, organizativos y políticos. 5)
Propiciar redes entre organizaciones de productores, otras organizaciones populares,
técnicos, estudiantes, consumidores, ONGs. 6) Promover las producciones
agroecológicas como sistema sustentable y económicamente viable. 7) Impulsar
alternativas en la comercialización, coherentes con las dimensiones productivas,
sociales, económicas y éticas de la agroecología.
De acuerdo con el Facebook de la entidad se trata de una experiencia que articula la
educación popular y la producción agroecológica y que quiere contribuir a la co-
construcción de un modelo de desarrollo rural alternativo al que propone el agronegocio
y la globalización.
En el momento en que CEDEPO se traslada a la zona rural de Florencio Varela
comienza a publicar una revista llamada Desde las bases. Educación popular al servicio
de la organización popular. El nombre alude a la necesidad de construir desde el barrio,
desde un territorio específico. El subtítulo revela el sentido otorgado a esa educación
popular, en tanto herramienta cuya finalidad no es la alfabetización en sí misma, sino la
organización colectiva. El dato no debe pasar desapercibido, ya que pareciera presagiar
cómo al campo educativo se sumará la economía social como eje de su trabajo en el
nuevo destino al que arriba.

3.- ¿Qué es la economía social?


La economía social puede definirse como otra forma de producir, distribuir y consumir.
Compartir conocimientos, técnicas y beneficios es el fundamento de las asociaciones
que no buscan el lucro por el lucro mismo sino el bien común. Se concibe a la economía
al servicio del hombre y de la sociedad, armonizando la dimensión individual y social.
Esta otra economía pretende conectar los problemas económicos con el entorno natural-
ecológico, ampliando la visión ortodoxa -centrada en la asignación de recursos- hacia
cuestiones relativas a la distribución, condiciones de producción, desempleo, pobreza y
calidad de vida.
En los países industrializados, se advierte que una parte importante de las actividades
productivas no encaja en la división tradicional entre sector privado (que busca

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ganancia) y el sector público (que busca el interés general). Desde fines del siglo XX, se
ha descubierto la importancia significativa de las empresas y organizaciones que reúnen
modos de creación y de gestión privada, colectiva (de tipo asociativo), con finalidades
no centradas en las ganancias. Aunque la economía social moderna haya tenido sus
expresiones más relevantes en Europa a lo largo del siglo XIX, su pre-historia remonta a
las formas más antiguas del asociacionismo humano, en tanto su rica historia, se vincula
a las luchas de los trabajadores en su confrontación con los patrones. De ahí que al igual
que en la conformación del movimiento obrero, en la de la economía social se
reconocen diversas corrientes culturales y una pluralidad de fuentes político-partidarias.
Sus raíces ideológicas se adentran en el pensamiento de los precursores del socialismo
utópico y asociacionista y del anarquismo, hacedores a la vez del cooperativismo y
mutualismo. Pero el concepto de economía social, de manera explícita comienza a
utilizarse en Francia cuando Charles Gide en 1898 crea la cátedra de Economía Social
en la Facultad de Derecho de París. De acuerdo con él, la economía social contempla
relaciones que los hombres forman entre sí, para asegurar una vida más fácil, un futuro
más cierto, una justicia más benévola que aquella que lleva como símbolo la balanza del
comerciante. Su origen se vincula con las graves consecuencias sociales producidas por
la Revolución Industrial. Como propuesta se proyecta en la solidaridad de los
trabajadores como un modelo alternativo de sociedad y construye la representación de
sectores obreros o postergados para la mejora de sus condiciones de vida.
A pesar de la ambigüedad de la expresión y de la falta de un acuerdo general sobre
su significado y alcances, el término se ha adoptado en Francia, Bélgica y España,
mientras que en otros países se emplean expresiones análogas: economía participativa,
alternativa, sector voluntario, no lucrativo, tercera vía.
En América Latina se ha generalizado la denominación de economía solidaria, a partir
del argumento que estas empresas nacen, al menos en teoría, de una voluntad de
practicar la solidaridad.4 El otro enfoque de importancia comienza a difundirse hace
más de dos décadas en Estados Unidos, para aludir al tercer sector que se desarrolla
fuera del ámbito público y del capitalista tradicional.

4
El concepto moderno de solidaridad remite a dos proyectos opuestos: solidaridad filantrópica referida a
la visión de una sociedad ética en la que los ciudadanos, motivados por el altruismo, cumplen sus deberes
unos hacia otros de manera voluntaria. La segunda versión es la solidaridad como principio de
democratización societal, producto de acciones colectivas. Se basa tanto en la ayuda mutua como en la
expresión reivindicativa y alcanza tanto la auto-organización como el movimiento social. Esta segunda
versión supone una igualdad de derecho entre los involucrados.

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En Argentina esta visión se ha configurado como una combinación entre la
perspectiva sectorial, que la concibe como un subsector de la economía – diferente del
público y del capitalista -, y un proyecto de transformación que considera a sus distintos
actores como potenciales protagonistas de otro modelo de desarrollo.
El cooperativismo es el que aparece como uno de los componentes más
significativos de esta economía social, llamada de primera generación que incluye
también al mutualismo. Es la expresión de diversas iniciativas que agrupan a personas
con necesidades económicas y sociales comunes, la acción conjunta para satisfacerlas se
orienta al bien colectivo, antes que a intereses individuales. Al mismo tiempo, es la
expresión de corrientes filosóficas, o cosmovisiones asociacionistas que tienen su
correlato en una doctrina, en un sistema cuyo propósito consiste en transformar a través
del proceso económico a los actores involucrados en el mismo, en el componente de una
economía (la economía social y solidaria) y un enfoque político social.
Este cooperativismo se erige como un movimiento plural, de impacto transversal,
que hace pie en todos los sectores sociales. Tiene sus propios valores: autoayuda,
democracia, igualdad, equidad y solidaridad. Y sus propios principios, que son las
pautas mediante las cuales las cooperativas ponen en práctica los valores. 1) Adhesión
voluntaria y abierta, 2) gestión democrática, 3) participación económica de los
asociados, 4) autonomía e independencia, 5) educación, formación e información, 6)
cooperación entre cooperativas y 7) preocupación por la comunidad.
La Alianza Cooperativa Internacional (ACI)5, define a la cooperativa como una
asociación autónoma de personas que se unen de modo voluntario para enfrentar
necesidades y aspiraciones económicas, sociales, culturales comunes por medio de una
empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada. La característica
particular de esta forma de asociación económica no reivindicativa es que se basa en el
esfuerzo propio y la ayuda mutua de los asociados. Atiende a los intereses socio-
económicos de sus miembros, pero sólo en la medida en que esos intereses coinciden o
por lo menos no se oponen a los intereses generales de la comunidad.
Las cooperativas adaptan su práctica a las diversas franjas productivas y laborales de
las cuales se nutren. Es una organización democrática policlasista, que integra en un
solo ente la dimensión asociativa y la dimensión empresaria, que deben interactuar a fin

5 Esta organización no gubernamental, fundada en Londres en 1895, reúne, representa y sirve a


organizaciones cooperativas en todo el mundo. Cuenta con 219 miembros, organizaciones cooperativas
representativas de todas las actividades y de 85 países que en total nuclean aproximadamente 800
millones de personas.

16
de integrar armónicamente el interés económico y el social. Puertas adentro, prevalece
el control de sus socios (un hombre-un voto en las entidades de primer grado), pero
hacia fuera se impone la competitividad que exige la economía global.
Estas entidades surgen en Europa, hacia finales del siglo XVIII y principios del XIX,
como reacción popular de defensa frente a las situaciones de injusticia y abuso
derivadas de las condiciones generadas por el capitalismo industrial. Sus precursores
sientan las ideas básicas que habrían de desarrollarse en Europa Occidental, en especial
entre los trabajadores franceses e ingleses. En el contexto de la evolución del
cooperativismo se destacan los Probos Pioneros de Rochdale (Inglaterra), 28 tejedores
que en 1844, se reúnen para analizar las posibles soluciones de sus problemas de
sobrevivencia y optan por la fundación de un almacén cooperativo, considerado la
primera cooperativa de consumo.
En Latinoamérica el origen del cooperativismo, como forma institucional se vincula
con la influencia de las corrientes migratorias de las últimas décadas del siglo XIX y
comienzos del siglo XX. Su influencia se manifiesta en el ámbito de las asociaciones de
consumo, financieras y agropecuarias y en el mutualismo urbano, ligado al
sindicalismo, que impulsa la formación de cooperativas urbanas de consumo y
producción. Se distinguen en este sentido, tres corrientes sucesivas de ingreso del
cooperativismo: la corriente inicial que introducen los inmigrantes europeos: italianos,
franceses, ingleses y alemanes que conforman las primeras cooperativas en Argentina,
Brasil, Chile y Perú. La corriente sindical y mutualista, que organizan las primeras
experiencias de asociación solidaria y; la corriente social de pensadores y políticos
latinoamericanos que promueve cooperativas para establecer condiciones de justicia
social.

4.- Asociación de Productores Familiares (APF)


En el transcurso de la historia, la economía social y dentro de ella el cooperativismo han
sido herramientas útiles para dar soluciones a las necesidades de la población en las más
diversas esferas. Una de las más sensibles ha sido y es la producción y distribución de
alimentos. En este sentido CEDEPO también promueve y apoya la organización
cooperativa en su predio del Barrio La Carolina Rural, aunque la tarea no le resulta
fácil. Uno de los primeros pasos que debe dar es recuperar el carácter de productores de

17
sus habitantes.6 Para ello los promotores y técnicos de la organización a través de visitas
a los vecinos logran, no sin esfuerzo, el auto-reconocimiento, la validación y
legitimación de sus capacidades. Se comprueba que las mujeres son las que en mayor
parte sostienen la producción de la huerta, mientras sus maridos e hijos mayores salen a
trabajar en las ciudades. De ahí que una de las estrategias empleadas por CEDEPO es
asignarle valor a cada uno de los productos elaborados en el ámbito doméstico y
contribuir, de esta forma, al reconocimiento del trabajo femenino y el rol de las mujeres
en el núcleo familiar. Otra de las líneas de acción emprendidas es la promoción de la
soberanía alimentaria, a través del acompañamiento a los productores de la zona, para
que sean ellos quienes decidan las alternativas de producción. Se parte de las premisas
que imponen las necesidades alimentarias de las familias en su conjunto. Sus dudas y
natural desconfianza motivan múltiples debates en torno a la forma organizativa a
adoptar para su emprendimiento. La intención de CEDEPO es que la comunidad
construya su propia organización, orientándolos en la conformación de una cooperativa,
como el instrumento más idóneo para solucionar algunos de los problemas que los
productores no logran sobrellevar de manera individual y para obtener financiamiento
de mayor escala.
A mediados de la década de 1990 queda conformada la cooperativa Asociación de
Productores Familiares de Varela (APF), que nuclea a 20 familias de las 90 con la que
interactúa CEDEPO. Un detalle interesante a destacar de este proceso, es que no todas
las familias que al final integran la empresa cooperativa se dedican a la producción, sino
que en algunos casos es a partir del trabajo territorial que se reconocen en tanto
productores de alimentos y escogen esa vía como modo de sostenimiento económico.
Aquí también las mujeres tienen un rol protagónico y en el transcurso de la historia de
APF dos mujeres ejercen la presidencia, en tanto varias se han desempeñado como
secretarias.
Pollos, huevos, verduras, lechones y alimento balanceado para animales son algunas
de las producciones de APF, que en 2006 trasciende la ruta más tradicional de la
producción de las huertas de sus socios e incorpora el delivery rural y cooperativo. Se
trata de una caja básica de 14 hortalizas de estación a elección, más una aromática, a las

6
Algunos los denominan productores resistenciales, ya que hacen referencia a aquellos que persisten sin
capitalización, cuentan con la fuerza del trabajo familiar y poseen estas debilidades: limitación en la
disposición de la tierra y el capital, maquinaria obsoleta y un uso restringido e inadecuado de insumos.
Estos productores mantienen generalmente las actividades productivas dentro de la unidad doméstica con
objetivos reproductivos y acceden a trabajos en el ámbito urbano, como medio de acceso a la moneda
necesaria para el consumo extra predial.

18
que también pueden agregarse otros productos. En un primer momento el reparto se
hace puerta a puerta, ya que no se dispone de un transporte con cámara frigorífica para
mantener las condiciones del alimento.
En esta etapa de consolidación de la entidad también está presente CEDEPO que
facilita los elementos (camioneta frigorífica, cajas de presentación, etiquetas), y se
convierte en un socio más de la cooperativa. El grueso de la producción se entrega en la
ciudad de Buenos Aires y el resto se reparte entre la ciudad de La Plata y el Gran
Buenos Aires.
APF Varela recibe asesoramiento técnico a partir de convenios que CEDEPO firma
con el INTA y con las Facultades de Agronomía y Ciencias Naturales de la UNLP. Es
evidente que el suelo no es el mejor para los trabajos de huerta, pero con métodos que
van desde el abono directo por parte de los pollos criados en gallineros móviles, hasta
los aportes de los especialistas, las 5 hectáreas del terreno mejoran considerablemente,
según informa el periódico local Varela al día. El ingeniero agrónomo, Ezequiel
Wainer, encargado de la producción, se enorgullece por “la forma en que se producen
los alimentos y mucho más por poder acercárselos a quienes lo requieran.” Así se lo
expresa al diario Clarín en una nota publicada en 2006. Ante la pregunta por los
precios, responde: “Nuestros productos no son más caros por ser sanos o por la poca
cantidad, sino que se trata de revalorizar cierta mano de obra familiar, que implica un
esfuerzo por trabajar la tierra correctamente y cuidar los animales. Hay momentos
productivos en que son más baratos que la mercadería con veneno y de mano de obra en
pésimas condiciones. Nuestro precio es justo para el productor y el consumidor.”
“La producción se realiza de manera orgánica, sin ningún tipo de agregados tóxicos, ni
aditivos químicos”, explica uno de los socios de APF, quien en sus 3 ha de tierra
recuperada cría gallinas y chanchos. “Cada 20 días se faenan entre 100 y 150 pollos”,
agrega Norma Araujo, quien fuera vocal y actualmente es la presidenta de la
cooperativa. Otra socia relata: “Empecé con un galpón donde criaba conejospero ése es
un proyecto muy difícil porque tiene momentos de altas y de bajas, entonces cambié por
la producción de gallinas ponedoras. En mi chacra también siembro hierbas
aromáticas.”

“La cooperativa te ayuda a conocer más a la gente, a trabajar en grupo, a ser compañero
y, además, facilita la producción. Con APF podemos tener un pesito más porque vender

19
de manera colectiva rinde más”, asegura Graciela Pagano, secretaria de la entidad en
2013.
Domingo Bulla, productor de plantas y flores, es el único de los asociados que no reside
en la zona, vive en la localidad de Lomas de Zamora, pero no duda en trasladarse cada
semana más de 30 km hasta La Carolina para trabajar en la cooperativa. “Todos no
pueden producir todo, tenemos un orden en la producción, por eso cada familia se
dedica a diferentes productos. Este es un modelo solidario que da frutos para todos”,
sostiene quien fuera tesorero de APF en 2013.
La mayoría de los integrantes de la cooperativa realiza otros trabajos para afrontar
los gastos de la canasta familiar. Sin embargo, no dejan de invertir tiempo y esfuerzo en
el proyecto asociativo. “No queremos que se caiga la cooperativa, estamos haciendo
fuerza para mantenerla y sacarla adelante. Son muchos años de sacrificio y no queremos
que el proyecto quede trunco”, expresan los socios de APF.
La cooperativa recibe un importante financiamiento a través del Plan de Desarrollo
Local y Economía Social Manos a la Obra 7 del Ministerio de Desarrollo Social con el
que articula CEDEPO desde 2004. Con este recurso financiero se compran las máquinas
básicas que permiten la mejora de las condiciones de producción de muchas familias.
De esta forma se puede instalar una planta para procesar entre 2.500 y 3.000 kg de
alimento balanceado por semana, que se utilizan íntegramente para mantener a los
animales de los asociados.
Por otra parte, el Plan Manos a la Obra constituye la vía de entrada para vincularse
con algunos nuevos productores, al tiempo que significa para muchos de ellos comenzar
a participar de instancias colectivas y reivindicativas respecto de sus condiciones de
producción. De las 20 familias que componen la cooperativa APF, al menos 6 de ellas
se suman a partir de 2007, como parte del proceso iniciado con la adquisición de
maquinaria por el programa Manos a la Obra.

7
El Plan de Desarrollo Local y Economía SocialManos a la Obra se lanza en 2003 con el objetivo de
lograr un desarrollo social económicamente sustentable que permita generar empleo y mejorar la calidad
de vida de las familias y su participación en espacios comunitarios. En sus fundamentos se propone
mejorar los ingresos de la población vulnerable, dar respuesta al desempleo y la exclusión social, a través
de la incorporación del componente socio- productivo en la política social y en la escala local. Contempla
apoyo económico y financiero a emprendimientos productivos, a cadenas productivas, a servicios a la
producción y a los Fondos Solidarios para el Desarrollo; fortalecimiento institucional, tomando en cuenta
el desarrollo de actividades productivas desde una perspectiva de desarrollo local en el marco de políticas
sociales integradoras; y asistencia técnica y capacitación para pequeñas unidades de producción y sus
beneficiarios en los proyectos de desarrollo local y economía social. En este sentido se concentra en la
promoción del sector de la ES, de proyectos productivos personales, familiares o asociativos y el
fortalecimiento de organizaciones públicas y privadas.

20
Otro emprendimiento colectivo es un horno de tambor, precursor de un secador solar
de hierbas y vegetales y de un biodigestor familiar, que le permite a la comunidad
reutilizar los deshechos de la producción agraria como combustible. Resulta interesante
señalar que estas tecnologías hoy denominadas apropiadas comienzan a implementarse
a partir de talleres de capacitación organizados por CEDEPO, los que no sólo son
concebidos como una instancia de formación técnica, sino como un espacio de
solidaridad e intercambio. En la puesta en práctica de este proyecto de tecnologías
apropiadas para el desarrollo rural, las mujeres también tienen un rol sustantivo, ya que
son ellas las que participan mayoritariamente de los talleres. Claudia Rojas, secretaria
técnica del equipo, relata: “nuestro trabajo tiene una connotación de género muy fuerte,
porque las mujeres son el sustento del hogar, y este proyecto pretende desarrollar un
vínculo entre ellas y contribuir a que las mujeres se piensen a sí mismas como actores
fundamentales de este proceso y como transformadoras de la sociedad. Las mujeres
empiezan a valorarse a sí mismas y a su trabajo, y esto genera otras dinámicas que
trascienden la construcción de tecnologías. Al representarse como parte activa de la
sociedad, muchas tomaron la decisión de retomar la escuela, comenzaron a planificar
sus embarazos, y planificar el embarazo es planificar la vida.”
CEDEPO también trabaja por la incorporación de los productores y su
cooperativa en espacios de representación concretos junto con otras organizaciones
vinculadas a la producción de alimentos, como la Mesa Nacional de Organizaciones de
Productores Familiares, la Casa de la Semilla, la Mesa Regional de Productores de la
Provincia de Buenos Aires, entre otras.

5.- ¿Qué es el comercio justo?


Se denomina comercio justo al proceso de intercambio de producción-distribución-
consumo, que apunta hacia un desarrollo solidario y sustentable, en el que se beneficien
en especial los productores excluidos o empobrecidos. La idea que preside esta práctica
es la posibilidad de lograr mejores condiciones económicas, sociales, políticas,
culturales, ambientales y éticas en todos los niveles de ese proceso, tales como el precio
justo para los productores, educación para los consumidores y desarrollo humano para
todos y todas, con respeto hacia los derechos humanos y el medio ambiente de forma
integral.
Un indicador del impacto resultante del comercio justo no reside en la suma de
aquellos que ya eran ricos y se hicieron más ricos por medio de este comercio, sino en la

21
suma de los que el comercio justo ha ayudado a salir de la pobreza, de la exclusión y de
la marginalidad en todos los ámbitos.
El comercio justo no se configura sólo como una relación comercial, sino que busca
establecer un vínculo de cooperación y asociación entre los productores del Sur y los
importadores del Norte, basado en la igualdad y el respeto mutuo. En el comercio justo,
el consumidor consciente no adquiere sólo productos, sino que al estar informado sobre
el origen del producto (en aspectos éticos y ambientales) asume relaciones de
compromiso con los productores.
Los principios del Comercio Justo que su Organización Mundial (WFTO) publica en
su sitio web son los siguientes: 1) Creación de oportunidades para los productores en
desventaja para combatir la pobreza y lograr un desarrollo sustentable. 2) Transparencia
y responsabilidad en la administración y en las relaciones comerciales. 3) Constitución
de capacidades para desarrollar la independencia de los productores. 4) Promoción del
comercio justo a través de la difusión de información sobre sus prácticas. 5) Pago de un
precio justo acordado a través del diálogo y la participación, que permite una
producción socialmente justa y ambientalmente amigable. 6) Equidad de género en la
remuneración y en las oportunidades de trabajo. 7) Condiciones de trabajo favorables en
un ambiente seguro y saludable para los productores. 8) Respeto por los derechos de los
niños y niñas garantizados por la Convención de la ONU y por leyes y normas sociales
locales. 9) Conservación del ambiente por medio de prácticas ambientales y utilización
de métodos de producción responsables. 10) Relaciones de comercio basadas en el
interés por el bienestar social, económico y ambiental de los pequeños productores, en
un marco de solidaridad, confianza y respeto mutuo.
Junto a una forma histórica de comercio justo, denominado en la literatura comercio
Norte-Sur se pueden identificar las corrientes Norte-Norte o Sur-Sur. La primera se
desarrolla a partir de una mayor conciencia en torno a las dificultades de los pequeños
productores locales y al desarrollo de las teorías del desarrollo territorial y local. La
segunda ha cobrado mayor interés en las últimas décadas y refleja la voluntad de un
desarrollo autónomo basado en la articulación de distintas iniciativas de la economía
social y solidaria: innumerables propuestas asociativas y cooperativas, redes socio-
productivas de comercio ético, comercio comunitario y comercio solidario.
Nuevos productos y nuevos sectores demandan la elaboración de normas
equitativas, al mismo tiempo la ampliación de la distribución de los productos no puede
incurrir en prácticas oligopólicas. También se pretende que la transformación de los

22
productos primarios sea efectuada lo más próximo que se pueda al lugar de origen de
los mismos.
El movimiento de comercio justo forma parte de una propuesta integral de economía
social y se articula con otros esfuerzos de promoción de actividades económicas
solidarias. Entre ellos, están las finanzas solidarias, el desarrollo local, el turismo
responsable, el consumo ético, el intercambio y la moneda social, los intercambios de
saberes y los servicios de proximidad, que permiten generar una mayor cooperación
económica y social y articular alianzas estratégicas con sectores del Estado y empresas
que ofrezcan verdaderas evidencias de responsabilidad social.

6.- Mercado Solidario de Bonpland


El Mercado de Bonpland8 es un colectivo social integrado por variadas organizaciones
vinculadas a la economía social y solidaria (ESyS). No obstante, un análisis más
minucioso muestra que la participación de muchas de estas entidades es acotada,
intermitente y/o por delegación en otras asociaciones o individuos. Es un número muy
reducido de personas el que ha mantenido el mercado en funcionamiento. Su origen,
organización y persistencia en el tiempo se debe a las estrategias, habilidades y recursos
puestos en juego por un puñado de emprendedores que más allá de sus diferencias están
imbuidos de los valores, ideales y perspectivas de la ESyS y del comercio justo.
También se distingue su preocupación en torno al discurso y tipo de producción
orgánica. Conscientes que los altos precios de los productos orgánicos de dietéticas o
cadenas de supermercados limitan su consumo y la posibilidad de mantener una dieta
saludable, varios cooperativistas deciden abrir un espacio donde ofrecer alimentos que
hacen hincapié en la salud desde la autogestión. Se introducen nuevas prácticas de
consumo ligadas a cultivos sin pesticidas y a procesos ecológicos, relacionados con la
biodiversidad y ciclos adaptados a las condiciones locales, propias de la agricultura
familiar.
El mercado Bonpland puede ser identificado como parte de un movimiento social de
límites difusos y componentes heterogéneos. Participan pocos trabajadores y

8
Ubicado en Bonpland N° 1660 en Palermo, el barrio porteño que con sus casi 16 km es el de mayor
extensión de la ciudad. Comprende sectores diferenciados: Palermo Chico, de palacios y residencias;
Palermo Viejo, zona de inquilinatos y hoy de cafés, casas de diseño, salas de teatro alternativo,
restaurantes, y Palermo Hollywood, donde se localizan productoras televisivas, radios y un canal de TV.
Es precisamente en este último sector donde se encuentra el mercado.

23
productores en forma directa. Desde sus orígenes, los protagonistas han sido en su gran
mayoría profesionales urbanos de clase media.
Pueden identificarse dos etapas diferentes y al mismo articuladas en el surgimiento y
desarrollo de este mercado. La primera, con epicentro en la crisis de 2001 y en la
necesidad de reconstruir lazos sociales. La segunda, desde mediados de 2003, en la que
comienza un proceso de recomposición del panorama político que modifica las
prioridades de las organizaciones que participan del mercado. Luego de arduas
negociaciones, 13 asociaciones (entre ellas CEDEPO y APF) firman con el Gobierno de
la Ciudad un convenio que les otorga el uso del predio por cinco años, con espacios pre
asignados a cada una de ellas para la instalación de los puestos. Finalmente, el 1º de
diciembre de 2007 se inaugura la nave central como un espacio para la venta directa de
productos según los principios de la economía solidaria y el comercio justo. Así nace el
Mercado Solidario de Bonpland que abre sus puertas todos los sábados.
El propósito inicial del mercado es facilitar las vinculaciones directas entre
productores y consumidores y atender a las cuestiones propias de la comercialización de
modo que las experiencias de la economía social puedan lograr mayor repercusión y
sostenibilidad. Las características del edificio, su valor histórico como mercado y, sobre
todo, su localización en una zona de atracción turística y emplazamiento de
emprendimientos gastronómicos, textiles y culturales, vuelven al proyecto aún más
propicio. También están presentes la capacitación productiva específica, la reflexión y
difusión de los modelos de consumo responsable y el comercio justo, el intercambio de
conocimientos y experiencias entre las organizaciones y el fortalecimiento de la
economía social en general.
Un sentido común pareciera congregar a todas estas organizaciones. Por un lado,
una toma de distancia del viejo Centro de Abastecimiento Municipal (CAM) que
desaparece durante la epidemia liberal de los años `90. Y por otro, la conformación de
un colectivo con ciertas pautas comunes de comercialización: 1) Precios no regidos por
el mercado sino por los costos de producción y como corolario de la menor cantidad de
intermediarios entre el agricultor/industrial y el consumidor. 2) El valor del discurso
orgánico y del tipo de producción agroecológica en un sentido amplio, en la relación
sujeto-naturaleza, producción-comercialización. Los productos orgánicos van desde
verduras, sushi, harina de algarroba, mayonesa de zanahoria, hasta quesos, huevos,
mieles, cervezas, vinos, mermeladas, tomates triturados, fiambres, nueces, aceites,
dulces, conservas, todos estos libres de agregados químicos. 3) Una postura político-

24
ideológica que proclama la reivindicación de grupos antes invisibilizados (trabajadores
de fábricas recuperadas, movimientos de desocupados, pequeños productores) y que
pretende desactivar el trabajo en condiciones precarias (trabajo esclavo) y evitar los
ambientes de sobreexplotación.
El mercado, no es sólo un espacio de aprovisionamiento, también ofrece talleres de
cerámica, clases de baile o charlas debate sobre distintas temáticas, por ejemplo:
formación de precios. Se organiza el movimiento Canje x Cambio que invita a los
consumidores a llevar vidrios, plásticos, papeles, cartones, metales y tetrapacks que
luego son reciclados. A cambio de llevar los residuos que podrán reutilizarse, y para
contribuir con la causa medioambiental, se regalan semillas para armar la huerta propia.
APF ofrece el fruto del trabajo colectivo en tres puestos de este mercado solidario en
los que Norma Araujo, su presidenta, vende huevos, pollos y verduras, además de
conservas y dulces. Por su parte, CEDEPO que en su predio de La Carolina cultiva una
huerta y cría animales, también vende alimentos en Bonpland de producción propia y
algunos también de otros productores (incluso del interior, como por ejemplo yerba
mate de Misiones) a los que alientan a montar sus propios puntos de venta. Esta entidad
trabaja principalmente en la construcción del vínculo con consumidores que los siguen a
los diferentes lugares, y apuestan a esa relación directa, informándoles con anticipación
cuándo un producto aumentará de precio y haciéndolos partícipes de las problemáticas
propias del modelo de producción.
Antes que contar con un local propio, prefieren formar parte de espacios de la
economía solidaria como este mercado, donde pueden generar relación directa con los
consumidores, incentivar la concientización en agroecología y saltar intermediarios en
la cadena de comercialización. En definitiva, se trata de una forma de producción que
contempla no sólo que el producto sea saludable, sino que las relaciones humanas con
los productores y entre productores y naturaleza sean sanas y ecológicas.

25
Fuente: La Parcela de CEDEPO, [en línea], dirección URL:
<https://www.facebook.com/photo.php?fbid=417790948374328&set=a.405120839641
339

7- Algunas reflexiones
La actual globalización perversa y depredadora que gestiona y controla información,
tiempo y capital, no sólo afecta a los pobres, desposeídos y desplazados, sino también a
los trabajadores y a los sectores medios aun de los países desarrollados que enfrentan
también un futuro que se avizora desalentador. Su voz se ha hecho escuchar en muchas
ciudades europeas y norteamericanas a través de sus acampes y sus tomas. Son
movimientos que cuestionan la política, la economía y la educación de sus gobiernos y
pretenden un cambio de brújula.
Desaprender los valores individualistas y competitivos del actual sistema y aprender
a construir en colectivo y poner en el centro las necesidades de todos no es una tarea

26
sencilla. Sin embargo, la realidad muestra a partir de una cantidad significativa de
experiencias que se puede producir, distribuir y comercializar desde valores como la
equidad, la justicia social y la solidaridad. Queda claro que la alternativa no vendrá
desde arriba, sino que deberá ser co-construida a través de relaciones horizontales de
respeto hacia las diferencias.
Los alcances de las experiencias asociativas analizadas en el presente capítulo son
amplios y exceden, por cierto, el carácter económico.
En el marco del avance neoliberal de la década de 1990, CEDEPO, una organización
sin fines de lucro iniciada en el campo de la educación popular, redefine su práctica y
decide abandonar su zona de comodidad y anclar su trabajo territorial en un lugar y en
una actividad concreta. En el contexto de la expansión de la llamada revolución verde
visibiliza los problemas de los productores de alimentos más vulnerables, en una de las
zonas más pobres del Cinturón Hortícola Bonaerense: el barrio La Carolina de la
localidad Ingeniero Allan (Florencio Varela). Al concentrarse en sus demandas, pasa de
ser una entidad de apoyo a conformarse en un espacio de representación política de
aquellos sujetos con los que trabaja. Es en este marco que se involucra con las familias
con las que plantea el abordaje territorial, donde expresa los reclamos de la zona (el
primero vinculado con la falta de un centro de salud) y desde donde vehiculiza acciones
conjuntas que los incluyen y les otorgan protagonismo.
Con el firme convencimiento de que la comunidad de La Carolina Rural debe
desarrollar sus propias habilidades, CEDEPO a través de distintas actividades logra
instalar capacidades para que el barrio se descubra en tanto actor social de los diversos
procesos en los que participa. Una de las líneas de acción deriva en el reconocimiento
de la soberanía alimentaria y con ella en la decisión, no exenta de marchas y
contramarchas, que toman 20 familias de integrar una cooperativa: la Asociación de
Productores Familiares de Varela (APF Varela), que con variantes en el número de sus
socios se mantiene hasta la actualidad. Pero CEDEPO, consciente de sus debilidades
avanza en su inserción en ámbitos más amplios de discusión y es así que incorpora a
los productores en espacios de disputa concretos junto con otras entidades vinculadas a
la agricultura familiar.
Los alimentos producidos por APF y por el mismo CEDEPO se comercializan en el
Mercado Bonpland, esa isla de la economía social enclavada en el tradicional barrio
porteño, al que las productoras de televisión, los bares y los comercios para turistas han
puesto de moda bajo la denominación de Palermo Hollywood. En él encuentran lugar

27
no sólo cooperativas ya consolidadas sino también organizaciones de pequeños
productores y campesinos sin tierras, así como trabajadores de fábricas recuperadas. Sus
logros van más allá de las cuestiones comerciales. El consenso entre las organizaciones
emerge en torno de los principios ligados con la producción orgánica. El valor no se
limita a la producción de alimentos saludables en sí, sino a sus implicancias en todo el
proceso de producción y distribución en el que no sólo se cuidan el producto final, sino
a los productores y al medio ambiente, a los consumidores a través de un precio justo.
Con los clientes se construye un vínculo basado sobre los principios de la economía
solidaria, que otorga la posibilidad de dar a conocer sus características particulares
(estacionalidad del producto, producción en menor escala), discutir precios (justos tanto
para el productor como para el consumidor), producción de acuerdo con las demandas
de la clientela y mejora en los procesos de trabajo.
Más allá de valorizar estas experiencias concretas de la ESyS y ponderar su potencial,
no deben concebirse como una panacea. Con independencia de los esfuerzos de las
diferentes organizaciones y actores que las conforman, un límite insoslayable que se
evidencia es el decidido apoyo que estas iniciativas deben recibir del Estado. En el caso
analizado, particularmente en relación a CEDEPO y a APF, el peso del auxilio de éste
ha resultado decisivo para su fortalecimiento. El Estado ha estado presente, a través de
activas políticas públicas, emprendidas por agencias gubernamentales como el Instituto
Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto de Investigación y Desarrollo
Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar (IPAF), el Ministerio de Desarrollo
Social (MDS) y canalizadas por diferentes programas y planes, como el Pro-Huerta, el
Plan de Desarrollo Local y Economía Social Manos a la Obra, la Comisión Nacional de
Microcrédito, entre otros.
No obstante, la articulación entre educación popular, economía social y comercio
justo se mantiene en tanto eslabones de un círculo virtuoso en el conurbano bonaerense.

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28
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31
Mercado Vecino: producción agrícola y soberanía local en Berazategui

Alejandra de Arce

Desde el 24 de octubre de 2016, por iniciativa de la Secretaría de Trabajo y Desarrollo


productivo de la Municipalidad de Berazategui, comienza a funcionar Mercado Vecino:
un espacio que ofrece a las familias agricultoras locales la oportunidad de comercializar
sus productos sin intermediarios. Instalado en la Plaza Rigolleau –en el centro de la
ciudad- convoca todos los lunes (de 8 a 16 horas) a quienes quieran consumir verduras,
frutas y flores a precios accesibles y provenientes de quintas localizadas en el distrito.

La propuesta está ligada al resto de los programas de la Secretaría: Emprender, Lazos,


Promoción de Exportaciones9 y su objetivo principal es promover el comercio interno y
contribuir a la inclusión de los horticultores, floricultores y fruticultores, actores
marginales de la economía local.

A casi un año de su implementación, podemos preguntarnos ¿Crea una soberanía


alimentaria local? ¿Promueve prácticas o conciencia agroecológica, o el consumo ese
tipo de productos? ¿Logra reparar la falta de políticas dirigidas al sector de tiempos
anteriores?

Un distrito industrial

El partido de Berazategui está situado al sur del conurbano bonaerense, aglomerado que
sufriera -desde los años de 1990- el mayor proceso de desindustrialización y desempleo
de la historia argentina. Con una superficie de 221 km2 y una densidad poblacional de
1467 habitantes por km2, el Censo de 2010 indica que el distrito exhibe una tasa de
urbanización del 100%.10 Sin embargo, el mismo registro indica que la existencia de 88
pobladores con viviendas particulares que se consideran como parte de la población

9
http://www.berazategui.gov.ar/emprender/index.php
10
Buenos Aires, Dirección provincial de Estadística, “Superficie, densidad, población urbana rural,
2010”. Disponible en: http://www.estadistica.ec.gba.gov.ar/dpe/index.php/poblacion/distribucion-
espacial-y-urbanizacion/180-definiciones-distribucion-espacial-y-urbanizacion/234-cuadros-estadisticos-
distribucion-espacial-y-urbanizacion

32
rural dispersa.11 Es decir, el mismo instrumento de medición, oculta la presencia de
estas familias agricultoras –y de otras que desafían el criterio con el que se define lo
urbano- dificultando la proyección e implementación de políticas que consideren sus
necesidades particulares.

En el mismo sentido, los datos aportados por el Censo Hortiflorícola de 2005 registran
177 explotaciones, con una superficie de 830,54 hectáreas. De la superficie total, un
59,28% está dedicada a la horticultura y un 4,7% a la floricultura, en su mayoría con
actividades realizadas a campo. Cuando se clasifica las explotaciones respecto del
régimen de tenencia de la tierra, los resultados revelan la precaria situación jurídica de
los agricultores: un 65,26% de ocupantes, 17,29% de arrendatarios, 0,51% de aparceros
y 1,7% de otras formas de tenencia. Los propietarios representan sólo el 15,25%.12

La preeminencia de la actividad industrial (13 parques), lleva a su declaración en


2015 como “Capital Nacional de los Parques Industriales” por la Legislatura
Bonaerense. Así, la histórica “Capital nacional del vidrio” desconoce muchas veces las
actividades rurales que continúan desarrollándose en tres de sus localidades: Hudson,
Pereyra y Centro Agrícola “El Pato”, donde muchas familias con tradición en estas
labores conviven con nuevos emprendimientos de agricultura orgánica. Algunos de
estos productores participan lunes a lunes en el Mercado Vecino.

Resguardar la soberanía alimentaria local: Mercado Vecino

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)


comprende que “existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen, en todo
momento, acceso físico y económico a suficientes alimentos, inocuos y nutritivos para
satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos, a
fin de llevar una vida activa y sana”13. Mientras que el concepto de soberanía
alimentaria integra seis elementos interrelacionados:

11
Población rural: Población en localidades de menos de 2.000 habitantes o dispersa en el área rural.
12
Buenos Aires, Dirección Provincial de Estadística, Dirección provincial de Economía Rural, Censo
Hortiflorícola. Provincia de Buenos Aires, CFI, 2005, pp. 21, 23, 25. Disponible en:
http://www.estadistica.ec.gba.gov.ar/dpe/Estadistica/chfba/chfba2005.pdf
13
FAO, Informe de Políticas, junio de 2006, N°2. Disponible en
ftp://ftp.fao.org/es/esa/policybriefs/pb_02_es.pdf

33
1. Se centra en alimentos para los pueblos: a) Pone la necesidad de
alimentación de las personas en el centro de las políticas. b) Insiste en que la
comida es algo más que una mercancía.

2. Pone en valor a los proveedores de alimentos: a) Apoya modos de vida


sostenibles. b) Respeta el trabajo de todos los proveedores de alimentos.

3. Localiza los sistemas alimentarios: a) Reduce la distancia entre


proveedores y consumidores de alimentos. b) Rechaza el dumping y la
asistencia alimentaria inapropiada. c) Resiste la dependencia de corporaciones
remotas e irresponsables.

4. Sitúa el control a nivel local: a) Lugares de control están en manos de


proveedores locales de alimentos. b) Reconoce la necesidad de habitar y
compartir territorios. c) Rechaza la privatización de los recursos naturales.

5. Promueve el conocimiento y las habilidades: a) Se basa en los


conocimientos tradicionales. b) Utiliza la investigación para apoyar y
transmitir este conocimiento a generaciones futuras. c) Rechaza las
tecnologías que atentan contra los sistemas alimentarios locales.

6. Es compatible con la naturaleza: a) Maximiza las contribuciones de los


ecosistemas. b) mejora la capacidad de recuperación. c) Rechaza el uso
intensivo de energías de monocultivo industrializado y demás métodos
destructivos.14

La implementación del proyecto Mercado Vecino, constituye un modo de garantizar la


seguridad alimentaria y, al mismo tiempo, de promover la soberanía local. Entre agosto
y octubre de 2016, se gesta la idea de enlazar comercialmente la producción hortícola
local con el centro de consumo, instalado en la ciudad cabecera. Desde sus inicios, la
convocatoria se dirige exclusivamente a los agricultores locales, radicados en El Pato,
Parque Pereyra y Hudson. La condición de “ciudadanos locales” es excluyente para

14
Gordillo, Gustavo y Obed Méndez, Jerónimo (2013), Seguridad y soberanía alimentarias (documento
base para la discusión), FAO. Disponible en: http://www.fao.org/3/a-ax736s.pdf, p. 5.

34
participar en el proyecto, que cada lunes toma la forma de una feria de venta directa
donde se ofrecen los productos de la tierra berazateguense a los vecinos en la Plaza
Rigolleau15. El Municipio provee las carpas, tablones, sillas y electricidad necesarios
para el funcionamiento del emprendimiento que respalda la producción de alrededor de
15 familias agricultoras.

De acuerdo a los responsables de la Secretaría de Trabajo y Desarrollo productivo, el


contacto con los productores del Centro Agrícola El Pato se realiza a través de tres
espacios asociativos: Cooperativa Las Acacias, Cooperativa 12 de Agosto y Unión de
Trabajadores de la Tierra.16 Los horticultores de Hudson y Pereyra deciden no
incorporarse al Mercado debido a que hasta hace pocos meses los gazebos (carpas que
se instalan en la plaza) costaban a cada puesto la suma de $350. Desde noviembre, el
Concejo Deliberante declara de interés municipal esta iniciativa que se encuentra
dirigida a “emprendedores horticultores berazateguenses que trabajan en pequeña escala
-o en forma familiar- y se ven afectados directamente por los vaivenes de la
economía”.17

15
Av. 14 y Lisandro de la Torre, Berazategui.
16
http://frentedariosantillanconurbanosur.blogspot.com.ar/p/contactacto.html
17
http://www.berazategui.gov.ar/noticias/110-general/654-mercado-vecino-un-encuentro-entre-
productores-locales-y-vecinos

35
Fuente: http://www.berazategui.gov.ar/noticias/

Para muchos de los agricultores involucrados, Mercado Vecino es una más de las
estrategias de venta sus productos. Olga, junto a su esposo y siete hijos, se dedica al
cultivo y comercialización de verduras, que desde hace dos años produce en forma
agroecológica. Como todos los que participan en este emprendimiento, no es propietaria
de las tierras que habitan y trabajan. Toda la familia colabora en la producción. Afirma
que con el tiempo, tiene clientas que buscan sus verduras, pues aprenden a diferenciar el
gusto de la producción sin agrotóxicos y compran en cantidad, para que les dure toda la
semana. Complementa estos ingresos con la comercialización de bolsones
agroecológicos, que incluyen 7 kilos de frutos de estación. En la plaza, es el único
puesto que ofrece verduras de estas características.

Otros productores señalan una realidad familiar similar: todo lo que ofrecen –excepto
papas y cebollas que adquieren y revenden por demanda de los consumidores- proviene
de las quintas donde viven y laboran, sin tener la seguridad jurídica de la propiedad.
Además de estar cada lunes en Mercado Vecino, entregan su producción al mercado
regional.

La capacitación es parte fundamental del proyecto. La organización de los


emprendimientos se acompaña de un reglamento interno y asambleas cada lunes, por
ejemplo, para fijar los precios que todos deben respetar para la venta. Muchas veces,
referentes de las entidades asociativas se encargan mediar con los representantes de la
Secretaría de Trabajo.

Con ediciones quincenales en 2016 que se convierten en semanales en 2017, Mercado


Vecino integra otra serie de beneficios para quienes lo hacen posible.

En enero de 2017, la Municipalidad, junto con el Registro Nacional de la Agricultura


Familiar (RENAF), promueve la inscripción al Monotributo agropecuario de los
productores locales. Esta medida garantiza su acceso a la economía formal, mediante
emisión de factura oficial. Les permite además elegir una obra social al titular, que
cubra las necesidades de salud de su grupo familiar y la realización de aportes
jubilatorios. Los inscribe en el listado de proveedores del Estado a través de la

36
modalidad de contratación directa al tiempo que los exime de rentas provinciales.
Además se empadrona a los participantes en el Registro Nacional Sanitario de
Productores Agropecuarios (RENSPA), solicitado por el SENASA y se gestionan los
turnos para la obtención y renovación de la Libreta Sanitaria.18

Para pensar: Agricultores en la ciudad

La propuesta Mercado Vecino tiene apenas ocho meses de vigencia y, tanto a los ojos de
los funcionarios-promotores como de los productores participantes, es considerada
como exitosa. Y este éxito parece exceder el terreno de la producción.

Señalan los participantes que cada vez más gente concurre al Mercado los lunes y en
ocasiones, levantan los puestos antes de las 16 hs., cuando no tienen ya casi productos
que ofrecer. Los organizadores apuntan que cada puesto reúne un promedio de
$3000/$4000 en cada edición y que, aún cuando pagaban las carpas, su rentabilidad es
considerable.

Además, los clientes se familiarizan con la producción local, fomentan su consumo,


operan como multiplicadores de esta opción que acerca el campo a la ciudad, ambos
emplazados en el mismo partido. La identidad berazateguense vislumbra su “lado rural”
que no muchos conocen.

La presencia de los productores en la ciudad cabecera remite a la reflexión de las


autoridades de los déficits en sus espacios de vida. La fallas de infraestructura en las
localidades quinteras –calles, servicios de electricidad, cloacas- y sus consecuencias –
aislamiento, inundaciones- son ahora vistas como “deudas pendientes” del Estado
municipal para con sus vecinos rurales.

Otro de los logros de esta política local, es la participación activa de las mujeres como
emprendedoras. Si bien quienes figuran como titulares legales frente a la Secretaría son
los varones –situación que reproduce una histórica desigualdad de género en los
espacios rurales- las mujeres son las que organizan la feria, intervienen en la definición

18
http://www.senasa.gob.ar/renspa

37
de los precios, llevan la contabilidad de cada puesto y descubren su propia voz en este
espacio.

Esta suma de pequeños triunfos se articula con la reflexión inicial sobre la seguridad y
soberanías alimentarias. Surgen entonces nuevamente estos interrogantes ¿Promueve
esta iniciativa la soberanía alimentaria local? ¿Existe un compromiso con las prácticas
de cultivo agroecológicas y con procesos de desarrollo rural local? ¿Modifica el
Mercado Vecino las representaciones de “lo rural” berazateguense? ¿Amplía las redes
de comercialización de los productores hortícolas?

A menos de un año de su implementación…¿ consigue modificar costumbres, hábitos


alimenticios en la población citadina y algún tipo de conexión entre vecinos urbanos y
“rurales”?

Entre otra serie de proyectos que potencian la soberanía local, Mercado Vecino se
convierte en una política estratégica desde el punto de vista alimentario. Pone a
disposición de los vecinos, alimentos frescos, a un precio bajo, para modificar pautas de
consumo que repercuten a nivel económico y físico, afectando la salud de los
berazateguenses. Asume el reconocimiento a los productores, gestores de estos
alimentos- otrora sujetos marginados en el comercio local-, los capacita y amplía las
redes de comercialización. Falta tiempo todavía para medir el impacto de esta política,
su compromiso con el desarrollo rural local sostenible y con las demandas históricas de
sus participantes.

Bibliografía

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38
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politica-no49-2015-soberania-local/

39
El periurbano bonaerense: asociaciones y cooperativas

Camila Aguirre, Luciana Melo y Martina Oddone

Introducción

En este capítulo se exponen las características y formas de trabajo de las unidades


productivas y las redes de comercio alternativas que surgieron en el periurbano
bonaerense dentro de los partidos de Florencio Varela y Berazategui. Estos poseen una
gran parte de su territorio en la interfase “campo- ciudad”, en la cual aparecen sujetos
invisibilizados. Entre ellos uno de los más afectados es el actor social productor, del
cual se intentará también dar cuenta.

Para ello, se desarrollará como este se ve afectado por el sistema de comercio y


producción y de qué manera utiliza la estrategia de la agrupación para lograr su propia
sustentabilidad. Partiremos de señalar cómo es la unidad productiva más básica a la cual
pertenece: su familia; y a su vez como en una segunda instancia se une con otros que
emplean su misma técnica, formando cooperativas o asociaciones civiles de agricultores
familiares.

Se mencionará , además, las características de las agrupaciones ya nombradas que


funcionan en los partidos de nuestro interés. En su gran mayoría son cooperativas y
asociaciones que utilizan algunas herramientas alternativas para enfrentar las
problemáticas de diversa índole que atraviesan productores. Algunas de ellas se enfocan
desde del trabajo en conjunto y el acercamiento con el consumidor.

Agricultura familiar en el periurbano bonaerense

La Agricultura Familiar (AF) consiste en la integración de la unidad productiva y la


doméstica, para lograr una reproducción de la familia en condiciones dignas. Estas
unidades son conformadas , generalmente, por una gran cantidad de sujetos con roles
sociales variados: colonos, campesinos, minifundistas, chacareros, pequeños
productores y pueblos originarios. Estos suelen ser parte de sectores invisibilizados por
la sociedad en su conjunto, por lo que resulta fundamental revertir esta situación para
lograr potenciar su crecimiento económico, ya que uno de los principales objetivos de

40
estos grupos es, además de la soberanía alimentaria19, la extensión hacia el mercado.
Existe una gran heterogeneidad de bienes producidos por estas unidades en la
Argentina, entre los cuales encontramos ganado vacuno y ovino, hortalizas, frutos, vid,
maíz, horticultura, viveros y flores, etc.

En cuanto a las cifras, cabe destacar que a partir de los últimos años, la agricultura
familiar ha tenido un nivel de participación de entre el 19% y el 40% en el total de la
producción agropecuaria de los países del MERCOSUR (Argentina. INTA. 2015);
razón por la cual resulta contradictoria la no integración de este sector al mercado
interno.

Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), se busca favorecer


este tipo de producción, por ejemplo, con la creación del Centro de Investigación y
Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar (CIPAF. 2005) y la conformación
de la Cámara Argentina de Maquinarias para la Agricultura Familiar (2011). “En el plan
estratégico del INTA, la agricultura familiar ocupa un lugar central para los objetivos
institucionales por lo que suma todas sus capacidades en la extensión del territorio
nacional.” (Quiroga Mendiola, M.; Preda, G. y González, E. 2015).

También como objetivo, el INTA busca establecer vínculos perdurables


especialmente con las PyMEs nacionales promoviendo el crecimiento tecnológico y
además ha contribuido a visibilizar este sector con distintas estrategias, como son la
exposición de sus producciones, charlas públicas y talleres.

En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que es la región del periurbano


sur que comprende los partidos de La Plata, Ensenada, Berisso, Presidente Perón,
Ezeiza, Florencio Varela, Berazategui, Esteban Echeverría, San Vicente, Almirante
Brown, Brandsen y Cañuelas, el INTA ha establecido una fuerte re-intervención en la
zona a partir de la década del 2000 y, sobre todo luego del año 2010, se ha enfatizado en
el desarrollo de la agricultura familiar.

Esta región se caracteriza por su concentración de producción hortiflorícola. Además


“en la zona más periurbana del territorio se ubica el área de producción extensiva,

19
“La idea de soberanía alimentaria supone, no sólo la responsabilidad de los Estados nacionales en
cuanto a la producción de alimentos, sino también, el acceso a los alimentos, la protección de los
mercados locales, y todos los temas relacionados, como pueden ser la Reforma Agraria y el acceso a
tierras.” (Caporal, F. R.)

41
siendo importantes las producciones familiares de granja, tambo y cerdo para la
provisión local de carne fresca, huevos, lácteos y embutidos”. (Pineda, C. 2013)

El área que compete a este capítulo comprende los partidos de Florencio Varela y
Berazategui. Estos presentan una amplia zona agrícola, interfase campo-ciudad, que
abre paso a espacios de interconexión que podrían ser explotados de manera racional,
sin ser necesariamente amenazados por el proceso de la urbanización. Como sostiene
Silvina Alegre en su artículo “Configuraciones territoriales en el periurbano de
Florencio Varela”:

Cabe problematizar las caracterizaciones genéricas de los cordones que


conforman la periferia de la Ciudad de Buenos Aires, como aquellas que
describen el segundo cordón -del que forma parte Florencio Varela- como el
“espacio de la pobreza estructural profunda” o de los “suburbios periféricos
tradicionalmente conceptualizados como ciudades-dormitorio” (Alegre, S.
2016).

En cuanto a las particularidades de la región se destaca que entre los habitantes de


estas áreas de interfase hay gran cantidad de individuos que pertenecen a la comunidad
boliviana y japonesa, los cuales se han diferenciado mediante la realización de distintas
actividades productivas. Además, aquí es donde se ubica el mayor espacio verde en
estudio, que es el Parque Pereyra Iraola cuya extensión comprende 10400 hectáreas. En
él encontramos las instalaciones de la Escuela Latinoamericana de Informática, un
sector de quintas para horticultura, un vivero experimental, la estación de crías de
animales salvajes y la estación biológica de animales silvestres. Este parque funciona
como barrera hacia el avance de la urbanización. La mayoría de los jóvenes que habitan
el área de entre 18 y 24 años desean trasladarse hacia las ciudades para conseguir
empleo, lejos de las actividades de campo que realiza su entorno, en muchos casos su
familia, ya que éstas no les resultan atractivas y para muchos de ellos son sinónimo de
precariedad.

En los partidos de Florencio Varela y Berazategui existe una fuerte presencia de


organizaciones públicas y privadas que están relacionadas con el agro. Entre ellas
encontramos: la Universidad de Ciudad del Cabo (UCT) INTA Sur, Agencia de
Extensión Rural (AER) INTA La Plata, Instituto de Investigación y Desarrollo
Tecnológico para la Agricultura Familiar (IPAF) Pampeana, el Ministerio de Asuntos
Agrarios de la Provincia de Buenos Aires, la Universidad Nacional de La Plata, la

42
Universidad de Lomas de Zamora, la Universidad Nacional de Quilmes, la Universidad
de Buenos Aires, los municipios de La Plata, Florencio Varela -a través del Instituto de
Desarrollo Local (IDEL)-, Berazategui, Esteban Echeverría

Por otra parte se encuentran los mercados concentradores de La Plata, Florencio


Varela Cooperativa MERCOFLOR y la Cooperativa Argentina de Floricultores. Por
último se pueden mencionar las entidades de productores, como las Asociación de
Productores de La Plata, de Florencio Varela y Berazategui y con ellos señalar además
distintas entidades privadas que proveen de asistencia técnica y materiales a los
productores, como son la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Cinturón Hortícola
de La Plata (AIACHOLP), las casas proveedoras de insumos (agronomías), madereras,
ferreterías industriales, las provisiones y reparaciones de maquinarias específicas y
equipos de riego, provisiones de plantines, la mano de obra especializada de
embaladores, tractoristas y armadores de invernaderos, entre otros. (Balcaza, L. 2011).

Todas estas organizaciones trabajan en conjunto para llevar a cabo el desarrollo local
y proveer información y servicios a este sector productivo. Esto significa que entre sus
principales objetivos se encuentran el impulso al desarrollo de estas actividades que se
practican en la zona y la innovación tecnológica para poder llevarlas a cabo de manera
más eficiente.

Retomando un poco el papel que tiene el INTA como divulgador y promotor de la


soberanía alimentaria - parte de los objetivos de la AF- podemos destacar el Programa
ProHuerta10 (1990) el cual se orienta a la creación de huertas dentro de los
establecimientos educativos20 en los partidos de Berazategui, Varela y Quilmes. Para
ello se dictan clases teóricas y prácticas a docentes en conjunto con un paquete de
semillas. Entre los objetivos principales del programa encontramos:

a).Mejorar la alimentación de los sectores de menores ingresos a través de la


autoproducción de alimentos; ii) Incentivar la participación comunitaria en la

20
Datos disponibles en: (2012) “Cursos de Huerta”. Diario El Sol: el Matutino del Gran Buenos Aires.
Link: http://www.elsolnoticias.com.ar/notas/12103-cursos-de-huerta (2009) “Continúa curso de huertas
por aporte del INTA.” Diario El Día. Link: http://pasado.eldia.com/edis/20090816/quilmes39.htm

43
solución de los problemas alimentarios, procurando una mayor capacidad de
gestión en la población;

b) Generar tecnologías apropiadas para la autoproducción de alimentos,


promoviendo también pequeñas alternativas productivas alimentarias. La
estrategia de intervención, por su parte, es de carácter integral y gira en torno a
la asistencia técnica (vinculada con una propuesta agroecológica), la
capacitación dirigida a técnicos, promotores y beneficiarios, la provisión de
insumos críticos (semillas o animales), la generación/adaptación de tecnologías
alternativas y la colaboración interinstitucional, a nivel local, para complementar
o dar impulso a propuestas de promoción social. El programa cuenta hoy cerca
de 624 mil huertas,130 mil granjas y 3,4 millones de personas involucradas
(López Castro, 2006; Giobellina, 2015).

Desde el Programa ProHuerta AMBA y el Centro de Investigación para la Agricultura


Familiar (CIPAF) se decidió avanzar en la contribución para el desarrollo de esta, por lo
que en 2009 se creó la Unidad de Agricultura Urbana y Periurbana del AMBA y en
2011 la nueva Estación Experimental Agropecuaria Área Metropolitana de Buenos
Aires.

Entre las tantas actividades que se han desarrollado desde el CIPAF, dependiente de
la Dirección Nacional, se señalará su intervención en Florencio Varela con la creación
de un “Microtunel Modular” instalado en la Escuela Agraria N°1 en el año 2013. Este
microtunel fue diseñado por estudiantes de Bellas Artes de la Universidad Nacional de
La Plata luego del estudio del contexto socio-cultural y las necesidades de mejorar la
producción en la región.

Con su implantación se reducen los tiempos utilizados para la producción y se


facilitan las tareas. Los estudiantes sostienen: “Para nosotros llegar con el diseño a este
nivel de síntesis funcional fue difícil, pero un buen desafío, donde se privilegió utilizar
ciertas tecnologías, materiales y solucionar varias problemáticas con pocos elementos.
Eso constituye todo un trabajo creativo” (Pagliaro, M. y Wozniac, L. 2013)

Desde la Escuela Agraria N° 1 se considera que la implementación de este


microtunel será de gran utilidad para el desarrollo productivo de la zona, más

44
específicamente delimitada como “La Capilla”, en la cual viven y producen gran
cantidad de agricultores familiares.

Desde la campaña “Somos la Tierra” del INTA, lanzada en el 2014 -año de la


agricultura familiar- se buscó visibilizar la importancia del sector en las economías
regionales. El área analizada en este capítulo se relevó a través de la experiencia de un
grupo de agricultores familiares que constituyen la asociación “1610”.

Allí la tierra es muy fértil y de un color negro oscuro, notablemente diferente a


la que disponen los agricultores en otros puntos del país. En el grupo de estos
productores que se han asociado y se sienten ya una gran familia, hay una
importante presencia de ciudadanos bolivianos, lo que aporta otras miradas y
enriquece aún más la experiencia. (Argentina. Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria, 2015).

Como se puede ver en la cita, estos productores poseen el beneficio de una tierra fértil
y de la unidad cultural. El fenómeno de la bolivianización ha sido creciente a partir de la
década de 1990, sobre todo en el partido de Florencio Varela ”La creciente presencia
del horticultor de origen boliviano en la producción de verduras que se realiza en los
bordes de la ciudad lo ha transformado en un actor decisivo en lo referido al
abastecimiento alimenticio cotidiano de una población de 13 millones de habitantes”
(Barsky, A.; 2008). Estos componen más de la mitad de la mano de obra involucrada en
la actividad. En su mayoría, las unidades de explotación agrícola de la comunidad
boliviana son de agricultura familiar (65%). Aquí, los trabajadores pertenecientes a la
familia y la “figura del mediero”, llevan a cabo toda la producción.

Asociaciones y cooperativas en el periurbano bonaerense

La invisibilización del conurbano como zona productiva tiene diversas problemáticas


aparejadas. Por ejemplo, el problema que conlleva la no integración de los actores que
se dedican a realizar las tareas del agro. Luego también está la problemática principal
que debe atravesar este sector social que es la creciente urbanización y el
desplazamiento de la mayoría de los jóvenes hacia a la ciudad, lo que impide la
renovación generacional de los individuos que habitan el periurbano; a esto se le suma
la necesidad de implementar una concientización mediante grupos de trabajo en torno a

45
las diferencias estructurales de género; y por el último se puede mencionan los diversos
problemas agroambientales relacionados al uso de la tierra. Entre estos obstáculos,
además se debe prestar especial atención al lugar que ocupa el productor aislado,
inmerso en una dinámica que lo somete limitando la cantidad de dinero que percibe
como ingreso. En este contexto surgen las diversas formas de agrupación de los
productores.

Entendemos por cooperativa a toda asociación de productores independientes o


agricultores familiares que conforman una organización administrada y gestionada por
ellos mismos, con manejo de fondos rotatorios, buscando el bienestar de todo el grupo
en cuestión.

Las cooperativas de productores rurales presentan como rasgo característico el


trabajo de actores pertenecientes a distintas zonas y varias a distintas actividades. Por lo
general, suelen asociarse a algún organismo estatal, por ejemplo algún Ministerio o, en
la Argentina, al mismo INTA. (Ferraris,G.; Bravo, M.L. 2014).

Las cooperativas y asociaciones son un instrumento para el pequeño productor


regional que provee una red de contención ante los impactos económicos y ambientales,
brindando además un apoyo social –son importantes para la construcción de la moral
del productor-. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) además las considera un apoyo hacia los grupos más vulnerables, las
mujeres y los jóvenes. Asimismo también la Organización afirma que “Factores
importantes para el éxito de las cooperativas son, entre otros, el desarrollo institucional
“de abajo hacia arriba”, la capacitación a todos los niveles, la confianza en la
movilización de ahorros, el seguimiento y la auditoría”.(Galán, B. 1994).

Retomando las problemáticas antes mencionadas, debemos señalar que tienen como
epicentro el sector periurbano en general, por lo que la agricultura familiar y la
agrupaciones son formas de sostener su economía y la soberanía alimentaria
fomentando su desarrollo y crecimiento. Las agrupaciones de esta área se dividen según
su tipo de producción e intereses aunque mantienen puntos en común; entre los
principales de las pertenecientes al periurbano encontramos que, por ejemplo, defienden
el derecho a la identidad cultural -en el caso de ser parte las comunidad boliviana o
japonesa- , la transición agroecológica y la distribución del trabajo, el acceso a la tierra
y a los mercados de distintas formas.

46
Las cooperativas y asociaciones civiles que se pueden encontrar entre otras son: la
Asociación de Productores de la Economía Regional (APER) , la Cooperativa
Agropecuaria Productores Parque Pereyra, la APF el Guadalquivir, la Asociación
Centenario (ACen) , Cooperativa de Trabajo Agropecuario de Hudson y Pereyra Ltda
(CoTrAHyP) , la Cooperativa de Trabajo la Unión Limitada, la Unión de Trabajadores
de la Tierra (UTT), la Asociación 1610 de Florencio Varela, la Asociación Civil:
“Colectividad Boliviana El Sur”, la Cooperativa de Trabajo La Esperanza y Los Amigos
Reserva de Biósfera de Pereyra.

Los productores rurales y sus problemas

Dentro de la dinámica de producción y comercialización en la que se ven inmersos los


productores rurales, que son quienes por lo general se encargan de arrendar la tierra y
trabajarla, se encuentran el proveedor de insumos, el propietario del terreno y quien
compra la producción. (RENAF, 2012. P. 31)

El productor que no es parte de una asociación o cooperativa genera una gran


dependencia de los factores externos antes mencionados. Por ejemplo, en el caso de no
ser capaz de producir sus propias semillas debe comprarlas a un proveedor y con ellas
acceder a todo un paquete tecnológico ya establecido en función a esa semilla, estos
incluyen herbicidas, pesticidas, hormonas de crecimiento, etc. Con ello se llega a hacer
una explotación intensiva de la tierra generalmente dedicada al cultivo de dos o tres
variedades de hortalizas siguiendo las tendencias del mercado. A esto se suma que la
modalidad más común de tenencia de tierra es el arrendamiento, lo que genera
precariedad en las condiciones de vida de la unidad familiar, como bien resaltaban los
productores en las entrevistas realizadas de la cooperativa 1610 de Florencio Varela
(2016)21. En cuanto al mercado, es otro de los puntos que deja a la vista la difícil
situación de los productores.

La manera que tienen muchos de ellos de acceder a este, ya que no poseen vehículos
propios, es a través de la “culata de camión” o en “tranquera”. Esta modalidad de venta
se construye a partir de un vehículo, su dueño y el productor hortícola. El dueño del
transporte llega a las tierras del productor, lleva la mercadería a venderse a un mercado

21
Entrevista realizada a productores de Florencio Varela, Sede de la Asociación. 19 de Noviembre de
2016.

47
centralizador, le da una parte del pago y cuando finaliza la jornada comercial regresa al
productor con el resto del dinero sobre lo que vendió y el excedente en producto que no
haya sido vendido.

Según la entrevista citada anteriormente en la cita 3, esta modalidad es sumamente


coercitiva para ellos. El dueño del transporte tiene la posibilidad de “ajustar” el precio a
pagar al productor en función a la ganancia que quiera tener, ya que el primero se
encuentra en una situación de vulnerabilidad dada por el rápido deterioro de su
producto. Una vez que la verdura está cosechada si no la llevan al mercado se pudre y se
pierde la mayoritaria forma de subsistencia que poseen.

Para finalizar, mencionaremos algunas de las Cooperativas y Asociaciones Civiles


de Florencio Varela y Berazategui para ilustrar las problemáticas y las formas de
resolución que aplican la mayoría de estos organismos en los partidos que nos
competen.

Cooperativas y Asociaciones Civiles: forma de trabajo

Asociación 1610

La “1610” de Florencio Varela está compuesta por diecisiete familias que trabajan en
conjunto para fortalecer los lazos entre productores, el mercado y la tierra sobre la que
cultivan. Esta funciona desde el año 2009 y posee su sede en la Parcela Comunitaria de
esta Asociación.

Los productores en general son inmigrantes bolivianos o del norte del país, que no
tienen acceso a la tierra y cuya subsistencia se basa en el cultivo hortícola por parte de
la unidad familiar para el consumo propio y la obtención de ganancias (RENAF, 2012.
P. 39). Por lo tanto el único recurso posible es el alquiler para producir y vivir en estas
tierras.

Desde este lugar, la asociación de trabajo emprende un camino en conjunto con


cambio rural y la Municipalidad de Florencio Varela, a través del Instituto de Desarrollo
Local (IDEL). Desde el año 2012 mantienen una parcela comunitaria en producción
agroecológica. Con la ayuda de técnicos de Cambio Rural se ha podido acompañar a los
productores en el mantenimiento de la parcela prestando especial importancia a la
capacitación y preparación de los productores para que practiquen de manera correcta la

48
agroecología, sin dejar de lado las problemáticas sociales y de mercado existentes
previa y posteriormente al establecimiento de estas prácticas.

Cambio Rural II es un programa gestado desde el INTA en el cual se le proporciona a


los grupos de productores un profesional que los asesora en la gestión integral de sus
emprendimientos y colabora en la innovación sobre el territorio durante 3 años. “De
forma complementaria y estratégica, acerca y brinda herramientas e instrumentos de
financiamiento para promover procesos de innovación de los grupos”. (Argentina.
INTA. 2014). Un dato interesante del Programa es que prioriza los grupos formados por
jóvenes, los que promuevan la equidad de género, así como también el acceso y uso
eficiente del agua de forma integral y los que en su propuesta hayan identificado el
acceso y optimización de fondos específicos, como lo es en la Asociación 1610. Esta
selección trabaja sobre la mayoría de los problemas del sector periurbano bonaerense de
manera más abarcativa. De esta forma, Cambio rural ayuda a la preparación de los
productores para mejorar las prácticas y formas productivas orientándolas a sus
objetivos, que en el caso de la dicha, giran en torno a la agroecología, técnicas de
producción rentables, y el acceso al mercado.

Como forma de producción alternativa agroecológica, en esta asociación de trabajo


la producción se lleva a cabo sin insecticidas buscando alternativas para controlar y
ahuyentar las plagas. El IPP (Instituto para la Producción Popular), brazo ejecutor de la
Asociación Civil Construcción Colectiva, les donó un deshidratador solar para secar las
hierbas. Además desarrollaron, desde la cooperativa misma, hortalizas bajo cubierta con
riego a goteo.

De esta forma podemos ver como la forma organizativa de trabajo de las


cooperativas, y de esta asociación en particular, se encargan de mantener en pie esta
forma alternativa de producción y comercio, que diagrama sus objetivos trascendiendo
los problemas sociales que deben atravesar y además, sin dejar de lado las
problemáticas agroambientales que afectan no sólo a su salud, sino que también a los
consumidores de las hortalizas cultivadas en sus tierras.

Unión de los Trabajadores de la Tierra (UTT)

La Unión de los Trabajadores de la Tierra es una red de comercio justo que funciona
desde el año 2011 y posee sedes en distintas zonas periurbanas. Está conformada por

49
100 productores familiares, que pertenecen a las zonas de Abasto, Las Banderitas, El
Pato y Pereyra.

Una de las características más importantes de esta asociación es que entre sus
principales objetivos se encuentra el acortar la brecha que existe entre los consumidores
y los productores. Atendiendo a las problemáticas mencionadas en el apartado
correspondiente, resulta de vital importancia el problema de dependencia de los
productores al sistema de comercialización. Esta Asociación propone una solución al
conflicto a través de la organización y colaboración de cada unidad productiva. En su
página de Facebook, se describen a sí mismos de la siguiente manera: “Somos familias
de pequeños productores hortícolas organizadas para mejorar nuestra calidad de vida,
ofreciendo nuestros productos directo al consumidor.” (Unión de Trabajadores de la
Tierra. 2012).

La cooperativa hace llegar sus productos directamente a sus clientes sin


intermediarios, de esta forma logran disminuir el dinero invertido en ellos y garantizar
un precio más justo para los consumidores. A ellos llegan productos de gran variedad a
precios accesibles para los sectores más carenciados. Afirman desde la Unión de
Trabajadores:

Esperamos fortalecer relaciones de consumo más conscientes y solidarias,


ofreciendo no sólo las verduras frescas que producimos en la U.T.T., sino
también los productos de otras cooperativas o fábricas recuperadas y
autogestionadas. Los y las trabajadoras nos organizamos para defender nuestro
trabajo, y no depender de las grandes empresas y del mercado. (UTT, 2012)

Otro dato de relevancia es la gran variedad de productos que comercializan:

● Bolsón de Verduras Surtidas de Estación (Unión de Trabajadores de la Tierra)

● Panes caseros (Unión de Trabajadores de la Tierra)

● Empanadas caseras (Unión de Trabajadores de la Tierra)

● Bizcochos caseros (Unión de Trabajadores de la Tierra)

● Mermeladas artesanales (Unión de Trabajadores de la Tierra)

● Miel pura (pequeños productos de Sourigues)

● Salamines (Cooperativa Torgelón)

● Plantines de aromáticas y hierbas medicinales

50
La U.T.T centraliza su acción en la superación del problema de acceso al mercado por
partida doble. Por un lado ellos venciendo las limitaciones impuestas por el sistema de
intermediarios que impiden, no sólo la posibilidad de los productores de vender y
obtener una ganancia, sino que también limitan por otro lado, el acceso de sectores de
pocos recursos a la compra de estos productos.

Los Amigos Reserva de Biósfera de Pereyra

Esta es una Asociación civil conformada desde el 2011 por trece productores hortícolas.
Sus unidades de producción se encuentran en el Parque Pereyra Iraola, dentro del sector
de Berazategui y La Plata. (Ferraris, G.; Bravo, M. L. 2014).

Entre sus objetivos principales, al igual que en la 1610, encontramos el de la


producción agroecológica. Resulta de relevancia tener en cuenta que el mismo Parque
tiene como fin “Proteger espacios verdes, con propósitos sociales que separan zonas de
gran concentración urbana.” (Patrimonio Cultural). En el Parque mismo encontramos un
sector de quintas (para horticultura), un arboretum, un vivero experimental, la estación
de cría de animales salvajes (ECAS) y la estación biológica de aves silvestres (EBAS).

De esta forma, la Asociación trabaja en función a las necesidades de los productores a la


vez que esto es afín a los objetivos del Parque mismo donde esta se encuentra.

Asociación Civil: “Colectividad Boliviana El Sur”

Esta asociación se encuentra en Florencio Varela y está conformada por 80 productores


bolivianos. Como su nombre lo indica, la Colectividad Boliviana del Sur tiene como
uno de sus principales objetivos la afirmación y visibilización de su identidad cultural
que va en paralelo con una búsqueda de la obtención de tierras y mercados.

Como las demás cooperativas y asociaciones, deben atravesar la problemáticas


económicas y de posesión de tierras, pero además, ésta en particular y otras que también
están compuestas por integrantes de la comunidad boliviana o japonesa, como la 1610,
deben enfrentar el problema de la recuperación de la identidad, es decir, deben
atravesar, también, problemas sociales.

51
La Asociación, ante esta situación, se agrupa, se organiza y trabaja levantando la
bandera de la comunidad boliviana, fortaleciendo, así, su sentido de pertenencia e
identidad.

Cooperativa Parque Pereyra Iraola

Esta cooperativa hortícola reúne a 80 productores que pertenecen al Parque Pereyra


Iraola. Su proceso organizativo comienza en el año 2005 y son parte de diferentes líneas
de acción en materia de comercialización y reclamo por las tierras que trabajan. En este
caso, la cooperativa participa con sus productos agroecológicos en el Mercado Solidario
de Bonpland, un espacio en el cual se fomenta la Economía Social y solidaria como
herramienta para lograr la Soberanía Alimentaria y ayudar a este tipo de productores a
partir de la creación de redes que son económicas y ademas, sociales, entre productores
y consumidores.

Al igual que otras cooperativas y asociaciones de la zona cuentan con ayuda


municipal para poder desempeñar sus tareas. El intendente de Berazategui Patricio
Mussi fue quien les brindó un tractor22 y fondos para el desempeño de sus actividades
cotidianas. 4 (Berazategui. Honorable Concejo Deliberante. 2015)

Conclusión

A partir del relevamiento realizado, en el que presentamos las principales características


de la agricultura familiar, Cooperativas y Asociaciones, hemos llegado a la conclusión
de que la forma más viable para enfrentar y atravesar los problemas del productor rural
es la organización y asociación.

En las zonas periurbanas de Florencio Varela y Berazategui estos sujetos sociales han
comprendido que para poder crecer y lograr soberanía alimentaria primero debían
agruparse para poder defender sus intereses y correrse del lugar dependiente de los
demás agentes que solían intervenir en la comercialización. Una vez logrado esto,
luchan por defender sus derechos y salvar los demás obstáculos que deben afrontar,

22
Diario El Sol Matutino del Gran Buenos Aires. (2015). Por la Producción. [Página web]. Link:
http://www.elsolnoticias.com.ar/notas/62989-por-la-produccion

52
como lo son la urbanización, los problemas agroambientales, de género, de identidad y
de mercado.

El logro de la rentabilidad llevada a cabo por las cooperativas, con ayuda de


Programas y organismos municipales como el INTA, ayuda a poner trabas a la
emigración de los jóvenes a la ciudad, ya que estos tienen la posibilidad de seguir en el
campo y tener un futuro estable. Además, las asociaciones se han enfocado y tienen
entre sus objetivos principales la producción alternativa sin pesticidas ni químicos, el
acercamiento entre productores y consumidores sin terceros, el ensanchamiento de su
mercado, el derecho a la identidad y a las tierras.

Dentro de las cooperativas se manejan otro tipo de valores y objetivos; surgieron


como forma alternativa de producción y hoy son el principal sostén del periurbano
bonaerense para su manutención y reproducción.

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56
Educación agraria, periurbano y desarrollo local

Talía Violeta Gutiérrez

Introducción

Cuando hablamos de “desarrollo local”, la educación aparece como uno de los


indicadores centrales para determinar las condiciones de vida y bienestar presente y
futuro de la comunidad. Y si se trata del medio rural, la escuela agraria cobra
protagonismo como actor clave para mejorar la calidad de vida de la población, difundir
prácticas y tecnologías adecuadas en los procedimientos productivos y, en suma, brindar
una formación integral a los y las jóvenes que se acercan a ella.
La provincia de Buenos Aires cuenta con la mayor oferta educativa agraria de la
Argentina, con aproximadamente el 45% de las escuelas del país, del sistema
“tradicional”, Centros Educativos para la Producción Total (escuelas de alternancia) y
Centros de Educación Agraria. Claro que al evocar el mundo rural bonaerense se lo
suele vincular con la producción extensiva, de cereales, ganado o soja, a gran escala y
para la exportación, con una población rural en general dispersa y en disminución. Pero
la provincia cuenta también con un importante mundo rural periurbano en que la
producción horti- florícola para abastecer a las grandes ciudades cercanas es la
característica esencial, cuyos habitantes, en equilibrio entre lo rural y lo urbano,
participan de ambos mundos. Y el sistema educativo agrario ha ingresado en las últimas
décadas a este ámbito periurbano y aún en algún caso a la ciudad (El dorado en
Quilmes), en una vinculación positiva pero no siempre sencilla con el desarrollo local y
las comunidades ubicadas en esos territorios.
Por otra parte la Ley de educación nacional vigente desde 2006–y la correspondiente
ley provincial- marcó el inicio de la obligatoriedad de la educación secundaria, en sus
diversas modalidades entre ellas la Educación Técnico Profesional que incluye la
educación agraria y reconoce asimismo las disposiciones de la ley de educación técnica
de 2005.
Es nuestra finalidad entonces presentar dos casos de escuelas agrarias en los partidos
bonaerenses de Berazategui y Florencio Varela, en donde una oferta educativa
agropecuaria “joven” pugna por afianzarse en el periurbano rural. Se trata de la escuela
del Parque Pereyra Iraola en el primer partido mencionado y la escuela agraria de La

57
Capilla en el segundo. Varias preguntas surgen al respecto: ¿Cuál es la potencialidad de
este tipo de enseñanza formal para cumplir un rol en el desarrollo local?, ¿en qué
contexto legal y socioeconómico se instalaron las escuelas? ¿ cuáles las dificultades
para afianzarse?.
Pensamos que por su estrecho contacto con la realidad rural del medio circundante y
las familias que allí viven, trabaja y estudian y porque constituyen el centro de
programas provinciales e iniciativas municipales, su capacidad de aporte al desarrollo
rural local es grande, aunque se insertan en situaciones socio demográficas y
productivas complejas.

¿Por qué hablamos de periurbano?.

Las ciudades de Buenos Aires y La Plata están rodeadas por el mayor cinturón
frutihortícola del país. Conocido como “cinturón verde” incluye también la producción
florícola, tanto a campo abierto como bajo cubierta. El cinturón –dentro del que
podemos ubicar la zona rural de Florencio Varela y Berazategui- abarca un radio de 50
km, con aproximadamente 18000 ha. de explotaciones rurales. Es un espacio productivo
importante para el abasto de las ciudades cercanas, sin embargo no está exento de
dificultades. Un mercado y oferta laboral inestables, rendimientos que no siempre son
remunerativos y presencia de intermediarios que restan beneficios al productor, son
algunas de las características de este sector productivo.
¿Y por qué periurbano?. Porque se trata de territorios que es encuentran en el límite
entre lo rural y lo urbano y con relaciones sociales que caracterizan tanto la ruralidad
como a la ciudad y una población que en muchos casos se desplaza cotidianamente
entre uno y otro ambiente, por motivos laborales, de estudio u otros. En todo caso la
identidad local suele estar en cuestión, en momentos en que la mancha urbana avanza
hacia zonas antes típicamente rurales.
En suma la mayor comunicación entre el ámbito urbano y el rural, la residencia de
los propietarios en la ciudad y los desplazamientos frecuentes entre ambos espacios
desdibujan límites entre lo urbano y lo rural, que antes se percibían como más precisos..
En Florencio Varela, la zona rural denominada “La Capilla” se encuentra a 15
kilómetros de la ciudad cabecera del partido y fue centro, a partir de 1951 de una
colonia agrícola creada por el gobierno de Domingo Mercante , en la que predominaron

58
migrantes italianos y japoneses, sus descendientes y, en las décadas más recientes,
migrantes de la vecina República de Bolivia y sus familias.
Berazategui por su parte, contiene también un espacio rural, estructurado por el paso
de la autopista Buenos Aires- La Plata, la construcción de barrios cerrados que avanzan
sobre la zona productiva y la presencia de un sector del Parque Provincial Pereyra Iraola
dependiente del Ministerio de Asuntos Agrarios y otras reparticiones provinciales. Una
antigua concesión ha permitido la radicación de productores hortícolas y florícolas en
terrenos del Parque, lo que ha llevado a frecuentes conflictos por la tierra.
Ambos municipios han sido objeto de políticas públicas de los gobiernos nacional y
provincial, no siempre en concordancia, entre ellas las políticas educativas. Las escuelas
agrarias, una modalidad particular y muy específica -comprometidas con el desarrollo
de su comunidad y de la producción rural- son ofertas educativas que pueden llegar a
ser campo de disputas entre las distintas jurisdicciones. A su vez están atravesadas por
los dilemas e interrogantes que atraviesan las instituciones vinculadas a los saberes
productivos o para el trabajo, en este caso en un ámbito periurbano.

“Y entonces ¿Cuál es la escuela agraria?”

La educación de los hijos ha sido sin dudas a través del tiempo una de la mayores
preocupaciones de las familias radicadas en una zona rural y se suele convertir en un
dilema que involucra el traslado a los pueblos o ciudades, o el acercarse a alguna de las
ofertas educativas especializadas, una “escuela agraria”. Pero ¿cuál es la escuela de
modalidad agraria?, ¿a qué aspectos debe dirigirse la enseñanza?, han sido cuestiones
que preocupan a los pedagogos, docentes e ingenieros agrónomos desde hace décadas.
Es por esa razón que un director de escuela agraria se plantea el interrogante: “y
entonces ¿cuál es la escuela agraria?” y responde con seguridad: es “la que da a los
alumnos la formación adecuada”. Implica una mirada más amplia, no restrictiva a lo
técnico pero que lo incluye.23
Es nuestro propósito aquí reflexionar sobre esta particular oferta educativa, en este
caso ubicada en un espacio que habitualmente no solía ser el suyo, el territorio
periurbano bonaerense y su entorno rural de producciones intensivas, con una fuerte
interrelación con las zonas periféricas de las grandes ciudades.

23
Entrevista al ingeniero agrónomo Gilberto Santaca, director escuela del Parque Pereyra, realizada por la
autora en diciembre de 2015, (anteriormente director de la Escuela Agraria de Quilmes)

59
Más allá de esta realidad específica, ha existido y existe un encuadre legal que es
común para todas las modalidades y ubicaciones territoriales de la provincia, en el que
hay que destacar algunas novedades. Por primera vez la educación rural (de distintos
niveles) fue reconocida como una modalidad específica en la legislación nacional o un
“ámbito” donde se desarrolla el proceso de enseñanza aprendizaje, tal como lo
determina la ley provincial en la materia. Además el nivel secundario de enseñanza ha
pasado a ser obligatorio en la legislación más reciente.
Pero para llegar al momento actual es necesario hacer un poco de historia educativa
reciente. En Argentina la primera ley nacional que intentó abarcar todos los niveles
educativos (excepto el universitario) se sancionó recién en 1993, se trató de la llamada
“ley federal de educación”, que en Buenos Aires fue replicada en su totalidad por la
correspondiente ley de educación provincial. La ley creaba tres ciclos de Educación
General Básica (conocida habitualmente como EGB), obligatoria, lo que implicaba que
los antiguos primero y segundo año del secundario pasaran a integrar el tercer ciclo.
Este dependía de la misma dirección escolar que los primeros ciclos (ex primaria) pero
con la figura de un coordinador/a que “articulaba” con el ciclo siguiente, el Polimodal,
de tres años, que en ese momento no era obligatorio. De acuerdo a la manera en que se
implementó la reforma el “tercer ciclo” podía estar ubicado físicamente en las escuelas
primarias previamente existentes o, en algunos casos, en el edificio de la escuela
secundaria cercana.
Para las escuelas agrarias esta modificación, además de ser profunda resultó, en la
mayoría de los casos, en un fuerte impacto en la formación específica, que se reducía a
los tres años del polimodal, mientras que el ciclo total de estudios -aún teniendo en
cuenta la EGB- se veía privado del último año (tanto las escuelas técnicas como las
escuelas agrarias tradicionales contaban hasta entonces con 6 años de estudios que se
sumaban a los 7 de primaria).
El sistema creado por esta legislación se comenzó a implementar en 1997, y en el año
2001 se crearon los “trayectos técnicos productivos” que permitían, al enfocarse en
cuestiones propias de las antiguas especialidades, subsanar algunos aspectos que la ley
había obviado, sobre todo con relación a escuelas técnicas o agrarias. Estas fueron
encuadradas en la modalidad “producción de bienes y servicios” o “ciencias naturales”.
Sin embargo a poco de andar nuevamente la legislación se modificó, en principio por
medio de la ley de educación técnico profesional de 2005. Esta, vigente, integra los
diversos tipos de “instituciones y programas de educación para y en el trabajo, que

60
especializan y organizan sus propuestas formativas según capacidades, conocimientos
científico-tecnológicos y saberes profesionales”. (Ley de educación técnico profesional
N° 26.058, 2005). La educación agraria quedó, por sus propias características,
encuadrada en esta ley.
Además una nueva ley educativa nacional fue dictada en 2006, que otorga
obligatoriedad a la educación de nivel medio, se trata de la ley 26.206, a la que se
adecuó en general la ley provincial 13.688 de 2007. Para evitar el caos que se había
provocado durante la vigencia de la anterior legislación (no adoptada por todas las
provincias y en algunas solo parcialmente) se realizaron acuerdos con respecto a la ley
de 2006 que fueron firmados por la casi totalidad de las jurisdicciones.
Con respecto a la educación rural, la ley provincial no la considera como una
“modalidad” sino un “ámbito” donde se desarrolla el proceso de enseñanza-aprendizaje
y que debe garantizar el cumplimiento de la obligatoriedad escolar, incluyendo el ciclo
secundario. Deben existir propuestas pedagógicas flexibles para llegar a las poblaciones
rurales y de islas que permitan cumplir con la escolaridad que determina la ley en
cuanto a obligación y a la vez promover el “desarrollo de la comunidad”.
La Educación Técnico Profesional–que comprende también a la agraria- se organiza
en dos ciclos: Básico Agrario de tres años de duración, común a todos los servicios de
educación agraria de nivel medio y el Ciclo Superior Agrario de cuatro años. Al
finalizar el sexto año, los alumnos reciben el título de Bachiller Agrario. El ciclo
superior es orientado y se incorporó la tecnicatura que permite a los egresados del
séptimo año obtener el título de Técnico en Producción Agraria con la especificación de
la orientación elegida.
La opción de obtener una tecnicatura en el séptimo año es importante para los
alumnos de las escuelas agrarias, sobre todo para las del periurbano, que pasaron a ser
más más factibles como opción legítima de salida laboral. En palabras de un director
“estas escuelas del periurbano ahora son ‘potables’”.24
Escuela empresa o escuela como modelo didáctico es un dilema que recorre a la
escuela agraria, la primera mirada en parte coincidente con la antigua concepción
productivista, mientras que para la segunda la producción de la escuela no tiene

24
Entrevista a Gilberto Santaca, director Escuela del Parque Pereyra, diciembre de 2015.

61
finalidad económica sino de demostración. Solamente va al comedor escolar y, si existe
excedente se vende.25
Pero …¿qué características tienen las escuelas agrarias ubicadas en el periurbano?,

Las escuelas agrarias periurbanas

Las escuelas agrarias que se han ido creando en el periurbano bonaerense, en torno a la
zona más poblada de la provincia y del país son en general una oferta educativa
reciente. Algunas transitaron los últimos años previos a la ley federal de educación y la
mayoría fueron creadas ya durante la vigencia de la misma o con la legislación actual.
Son de gestión estatal y provinciales desde su origen, es decir que no han tenido que
vivir las sucesivas transferencias que impactaron a algunas de las escuelas más antiguas
(de los ministerios vinculados a la producción a educación y, ya en 1993 de la
jurisdicción nacional a la provincial).
Sus entornos productivos son pequeños, pues los terrenos en que se ubican son de
menor extensión que las escuelas ubicadas en medios rurales extensivos, y con una
finalidad netamente didáctica más que productiva. La enseñanza especializada se enfoca
en producción intensiva hortícola, florícola, cría de aves y cerdos e industrialización de
la materia prima, ya que esta es la demanda del contexto socioeconómico local en
cuanto a preparación para una futura actividad laboral.
Su población escolar es de características algo diferentes a la del resto de la
modalidad técnico agraria, los alumnos/as provienen de la zona urbana periférica,
muchas familias no tienen un contacto actual con la actividad agraria, salvo el grupo de
hijos de los quinteros.
Sin embargo, ciertas problemáticas que pueden dificultar la expansión de esta
modalidad educativa y su rol en el desarrollo local rural no están relacionadas con el
espacio de que disponen, su comunidad educativa o la propuesta didáctica, sino con
otras cuestiones como el oportunismo político, condiciones sociales complejas o crisis
productivas.
La realidad social y económica de la comunidad educativa de los partidos de
Berazategui y Florencio Varela es compleja, el porcentaje de familias con necesidades
básicas insatisfechas es alto. En consecuencia la elección de la oferta educativa no

25
Entrevista a la Directora de Educación Agraria, ingeniera agrónoma Adriana Tortorice, realizada por la
autora, diciembre de 2015.

62
siempre depende de la especialidad sino de la existencia de comedor, la posibilidad de
contención de los hijos durante el día de jornada completa o de alejarlos de otras
problemáticas de las escuelas urbanas. El desafío es entonces motivarlos desde la misma
especificidad de la escuela, la salida laboral y la preparación general que reciben los
alumnos.
En el caso de Florencio Varela la zona rural denominada “Colonia La Capilla” (en
referencia a una antigua capilla protestante) fue objeto de la política colonizadora estatal
a inicios de los años cincuenta, que generó la colonia “17 de octubre” en tierras
adquiridas a la familia Davidson. Posteriormente si bien se fue diluyendo la colonia
como tal, “La Capilla” continuó dedicándose a las producciones hortiflorícolas, a la vez
que la zona urbana varelense crecía y se acercaba y confundía con el medio rural.
La comunidad local gestionó en 1990 la creación de una escuela agraria para sus
jóvenes. Esta iniciativa se concretó en principio como Anexo y campo experimental de
otro establecimiento preexistente, la Escuela Agropecuaria de El Dorado, ubicada en la
ciudad de Quilmes, a 26km de distancia. Sin embargo luego de funcionar un tiempo
precariamente de esa manera, pasó a ser Escuela agraria de La Capilla, a cargo de la ex
directora de la escuela de Quilmes.26
En efecto, la Resolución Nº 1396 del 12 de agosto de 1992 de la Dirección General
de Escuelas y Cultura provincial (actualmente Dirección General de Cultura y
Educación) creó la nueva escuela en un terreno e instalaciones cedidas por la
Municipalidad de Florencio Varela en Comodato. El origen a su vez era el lote de
reserva de la colonia en que se había instalado la Cooperativa agraria, desaparecida en
1982.
Este lote contaba con edificios y un espacio de 10 has. para las prácticas, pero como
previamente había sido instalada allí la asociación de fomento, la cesión a la escuela
produjo algunos conflictos iniciales.
La difusión de conocimientos hacia las familias productoras y el desarrollo rural local
de la zona eran los objetivos primordiales. Aún con pocos medios y un entorno
productivo limitado casi solamente a una huerta, la escuela comenzó a funcionar.
En la actualidad y desde años recientes se ha puesto en marcha un nuevo proyecto
institucional, que implica que todas las secciones didáctico-productivas

26
El docente Marcelo Calabrese–ex –alumno de la escuela quilmeña- relata que los estudiantes llamaban
al traslado entre ambas escuelas “la travesía”, llevaban las herramientas y en el nuevo terreno solo se
dedicaban a desmontar. Entrevista realizada por la autora 14 de abril de 2016.

63
correspondientes a una escuela agraria estén en funcionamiento para que las y los
alumnos reciban una formación integral. Pero a su vez que permita la especialización de
la escuela en la enseñanza productiva más adecuada a la zona.27Se tiende a que los
egresaos estén en condiciones de organizar mini emprendimientos que den valor
agregado a las diversas producciones. La enseñanza especializada se centra entonces
sobre todo en horticultura, floricultura, cría de conejos y pollos parrilleros, a lo que se
agrega un núcleo genético de cerdos para producir lechones, que fue provisto en 2013
por el Ministerio de Asuntos Agrarios (hoy Ministerio de Agroindustria). La escasez de
presupuesto, la tardanza en proveer las maquinarias necesarias para concretar los
emprendimientos provoca no escasas dificultades, porque retrasa la formación de los
alumnos en los saberes productivos.
En 2017 la escuela cumple su 25ª aniversario, entonces nos preguntamos sobre la
manera en que se compone la matrícula y como ha ido cambiando a lo largo de los años.
Uno de los grandes problemas para responder a este interrogante es el acceso a la
información, es difícil obtener datos precisos de los primeros años. Al ponerse en
vigencia la Ley federal de educación, lo que ocurrió pocos años después de creada, la
escuela articulaba con dos escuelas rurales de la zona, las Nº 4 y 8, con la consiguiente
dificultad en la formación específica y el control de la matrícula (ya que el 8º y 9º
grados funcionaban en las primarias). Gracias a la gestión de la comunidad educativa se
consiguió traer el tercer ciclo completo dentro de la escuela en 1999 y en base a la
promoción realizada se logró recuperar la matrícula. Se crearon entonces tres divisiones
de primer año del Polimodal con un bueno número de egresados en 2001 de tercer año
(29 alumnos de los que 17 mujeres, todo un récord). Pero justamente ese año la crisis
estructural que comenzaba -económica, social y política-impactó fuertemente en el
sistema educativo y el agrario no fue la excepción. La matrícula descendió a partir de
2002, aún cuando no poseemos datos específicos para la escuela de La capilla.
Actualmente no son necesarias campañas de promoción, los estudiantes concurren
espontáneamente y desde 2005 hay estadísticas confiables, la matrícula fue ese año de
123 alumnos. A partir de 2010 se mantiene estable siempre enre 210 a 230 alumnos
aproximadamente, con predominio masculino aunque no tan significativo como en otras
escuelas agrarias. Es una escuela chica con relación a otras de la modalidad ubicadas en
zona rural extensiva pero su matrícula es relativamente estable.

27
Entrevista a Omar Torrisi, director de la escuela y él mismo productor en la colonia desde 1991.

64
¿Cuál es la procedencia del alumnado?, los primeros años eran sobre todo de las
quintas, es decir zona rural de La capilla, en años recientes ya cerca de un 70% son de
familias urbanas, que se acercan gracias a un transporte escolar que proviene de la
ciudad cabecera del partido de Florencio Varela.
Las problemáticas sociales que enfrentan estos jovencitos son múltiples y en muchos
casos provienen de familias desintegradas, la escuela entonces cumple un rol no solo
didáctico sino de atención a estas situaciones socioeconómicas. El desafío es trascender
esa problemática para poder brindar la formación adecuada.

En tanto, en el partido de Berazategui funciona desde 2008 la Escuela agraria del


Parque Provincial Pereyra Iraola. En 1950 el gobierno de Juan Domingo Perón expropió
tierras a la familia terrateniente de ese apellido y fundó el parque “ De los Derechos de
la Ancianidad” en la intersección entre los partidos de La Plata, Berazategui, Ensenada
y Florencio Varela. Es un pulmón verde que se conforma como frontera natural entre el
cinturón del conurbano y la capital de la provincia de Buenos Aires, pero también es
reserva forestal y de la biosfera. Es decir un entorno privilegiado para la conservación
del medioambiente de 10.248 hectáreas, de las que solo un pequeño porcentaje es el
parque de uso recreativo público. Una zona de reserva de selva marginal es la que se
incorporó como tal a Ensenada en 2001. Además de las instalaciones del Ministerio de
Agroindustria provincial, la Estación para cría de animales silvestres en libertad
(ECAS), la Estación Biológica de Aves Silvestres (EBAS), la Escuela Latinoamericana
de Informática y la Escuela de Policía, entre otros organismos incluye dos escuelas
primarias, un jardín de infantes y una escuela agraria estatales y un Instituto privado.
Pero asimismo 1200 has fueron cedidas en 1954 –mediante pago de un canon- por el
presidente Juan Perón a productores familiares hortícolas. Esos predios, ahora reducidos
a menos de 1000 has, han vivido diversas vicisitudes a lo largo de los años incluyendo
de conflictos por la tierra en décadas recientes y son trabajados actualmente por unas
100 familias.
Una de las escuelas primarias que tienen la sede en el Parque, la Nº 19, que incorporó
desde su creación en los años sesenta tareas de huerta y cría de pequeños animales,
comenzó a gestionar hace unos años a través de su directora la creación de una escuela
agraria. Era necesario asegurar la continuidad de los estudios secundarios para sus
egresados, sobre todo los jovencitos de las familias de horticultores residentes en el
parque y zonas aledañas.

65
En 2008 se concretó la iniciativa y comenzó a funcionar la Escuela agraria, en un
predio de 19 has, de las que solo se podían utilizar cuatro, ya que están invadidas de
acacia negra de espinas. En la actualidad se ha acudido a un destructor natural, la cría de
cabras, con el fin de destruir las plantas que son plaga y recuperarlas para la actividad
agrícola.
Cabe mencionar que aquí los comienzos también fueron dificultosos. El predio no
estaba preparado para la actividad de las secciones productivas y hasta 2013 la escuela
agraria no tenía perforación de agua propia, compartía la de la escuela primaria. Pero
paulatinamente se han ido organizando las secciones, y buscando un perfil propio para
la escuela.
El objetivo es inculcar en los alumnos la producción orgánica, evitando los
agrotóxicos, sobre todo teniendo en cuenta que la zona es de protección de la biosfera.
Los mismos agricultores familiares asentados en el parque cumplen su papel para
mantener la agrodiversidad.28
Un buen porcentaje de los estudiantes provienen de las quintas y multiplican estas
enseñanzas en las explotaciones familiares. La escuela estrecha vínculos con
asociaciones de medieros a través de la acción de docentes y alumnos hijos de
productores, que son el enlace adecuado, aún cuando de manera no formal.
Como en la escuela agraria de La Capilla, el objetivo de la enseñanza especializada
es preparar a los y las estudiantes para que puedan organizar sus propios
emprendimientos, a través de las producciones propias de la zona, hortícolas sobre todo.
Aunque asimismo aquí se encaran productos no habituales como los cactus
ornamentales y el mantenimiento de un vivero de especies autóctonas: lapacho,
aguaribay, ceibos y acacia enana. La venta de plantines, productos de huerta y árboles
produce una entrada económica, parte de la cual llega a los alumnos del último año para
financiar su viaje de fin de curso.
La matrícula oscila actualmente entre 135 y 180 alumnos, mientras que en 2008
había comenzado con 60 estudiantes de primer año. La proporción entre los sexos
fluctúa pero suele ser de un 60% varones y 40% mujeres, mientras que 45% del
alumnado es de extracción rural, un porcentaje mucho más alto que el de la escuela de
Varela. Aquí son los jóvenes pertenecientes a las familias de los quinteros del parque
quienes conforman buena parte de este alumnado, mientras que el resto procede de las

28
Entrevista al director Gilberto Santaca realizada por la autora, marzo de 2016.

66
localidades cercanas de Ricardo Gutiérrez, Arturo Seguí, Villa Elisa, Florencio Varela,
Ingeniero Allan y algunos de la ciudad de Berazategui.29
¿Qué razones tienen los alumnos para concurrir a esta escuela?, aparte de la más
obvia que tiene que ver con la especialidad, la cercanía o la falta de otras opciones,
suelen haber otras motivaciones como el gusto por el trabajo con animales. En ambas
escuelas existe un desgranamiento importante pero se va afianzando entre algunos
egresados la posibilidad de cursar la tecnicatura, es decir el séptimo año, que permite
estrechar la vinculación entre educación y trabajo, al otorgar una especialidad con
posible salida laboral.
En suma, en un medio local rural periurbano, dedicado fundamentalmente a la
producción hortícola y florícola, la enseñanza agraria tiene su potencial para, a través de
las tecnicaturas especializadas, brindar a los y las estudiantes una opción legítima de
estudio y trabajo al egresar, con la instalación de mini emprendimientos u otras
posibilidades de empleo. La instalación no ha sido fácil, problemas sociales, de
infraestructura, familiares entre otros que escapan a lo estrictamente didáctico deben ser
enfrentados por la oferta educativa, como lo hacen también otras escuelas medias. En
este caso se suma la necesidad de organizar los sectores didáctico productivos de
manera que sean adecuados para las producciones demandadas en la zona y al terreno
disponible. En años recientes proyectos institucionales más estables y producción
enfocada en lo sustentable han afianzado el perfil de los dos establecimientos que
también deben responder a una población heterogénea, en muchos casos no proveniente
del medio rural, con una oferta educativa integrada y atractiva para las familias.
Es fundamental entonces no solo el apoyo de las reparticiones educativas sino de
todos los resortes que tiene el Estado para que sean verdaderas impulsoras del
desarrollo local en el ámbito rural.

Las escuelas y la vinculación con organismos estatales y privados

¿Se relacionan las escuelas agrarias periurbanas con los ministerios de la producción,
cooperativas y asociaciones locales de productores?. En efecto, la vinculación con el
espectro de estas reparticiones y entidades es fundamental para que la enseñanza
especializada que brindan estos establecimientos –sin dejar de lado la preparación

29
Información proporcionada por la dirección de la escuela, marzo de 2016.

67
integral del alumno en todos los ámbitos del saber- pueda llevarse a cabo con eficiencia
y enriquecer el bagaje de saberes socialmente productivos que la escuela debe otorgar.
La Dirección de Educación Agropecuaria de la provincia de Buenos Aires, de la que
dependen, organiza las diversas redes y vínculos para su oferta educativa en la que
predomina la ubicada en zonas de producción extensiva del interior de la provincia.
No todas las acciones encaradas incluyen a las escuelas del periurbano, por el tipo de
producción y, en algunos casos porque el proyecto institucional se enfoca en una
estrategia productiva sustentable y contraria a los agroquímicos, como sucede con la
escuela del Parque Pereyra Iraola.
Por ser una repartición también provincial las relaciones son estrechas con el
Ministerio de Agroindustria bonaerense (antes Ministerio de Asuntos Agrarios), aunque
no está ni ha estado basada en proyectos orgánicos a largo plazo, sino en la aplicación
de proyectos específicos, a veces no articulados entre las distintas oficinas del
ministerio. En 2011 se creó el “Programa de fortalecimiento de la educación
agropecuaria” y se organizaron Olimpíadas para estudiantes de las escuelas agrarias en
las que presentan sus diversos proyectos productivos. Existen actividades de
capacitación y provisión de infraestructura (invernaderos), herramientas y otros
elementos, aunque con avances y retrocesos. Hubo una actividad más intensa en 2011 y
2012, que decayó ya en 2013. Las razones pueden ser variadas como restricciones
presupuestarias, funcionarios que enfocan su atención en otras prioridades o no se
interesan por el tema, etc. Sin embargo esta es una vinculación esencial para todas las
escuelas agrarias por lo que las actividades se suceden, las escuelas periurbanas sobre
todo interesadas en las cuestiones de horticultura, floricultura, cría e industrialización de
pequeños animales tienden a aprovechar más que nada las acciones de capacitación en
ese sentido pues algo que puede ser casi marginal para otros establecimientos para ellas
es lo que da fundamento a sus proyectos institucionales en la especialidad agraria.
En ocasiones las escuelas son solamente sede de encuentros con productores, con
motivos de capacitación o entrega de diversos insumos o núcleos genéticos, Jornadas
del Plan ganadero provincial u otros planes. No participan directamente los alumnos y
personal, a veces tampoco sus familias, muchas de ellas urbanas.
Las temáticas que se tratan en las actividades, con o sin participación de estudiantes,
pueden transitar sobre conocimiento de normativa pertinente, trámites de habilitación
para comercializar productos, cuestiones alimentarias, modelo de producción ordenada

68
para pequeños productores, manejo de núcleos genéticos, entro otras temáticas
variopintas.
A nivel estatal las escuelas también se vinculan con el Ministerio de Agroindustria
nacional y con el INTA, aunque no tan frecuentemente como las escuelas ubicadas en
otros ámbitos rurales. El programa Prohuerta realiza capacitaciones en la sede de las
escuelas, para productores, padres y alumnos. Con apoyo del INTA, la Dirección de
Cultura y Educación, por medio de la Agencia de Acreditación de Competencias
Laborales y el Programa de Educación Rural e Islas, se ha acercado a la “Asociación de
Productores Hortícolas de la 1610” (en referencia al número de la calle) de La capilla,
con un proyecto de Acreditación de Saberes Rurales de Huertero / Quintero
Agroecológico, aunque no parecen haber tenido mucho contacto con las escuelas de la
zona.
Mientras que con el IPAF, el programa de agricultura familiar dentro del Ministerio
de Agricultura (actual Agroindustria) nacional no ha habido casi relación. Pero en el
Ministerio la repartición que se dedica a las acciones con las escuelas de esta modalidad
en todo el país es la Dirección de Escuelas Secundarias Agrarias y Rurales, que lleva a
cabo en la actualidad el programa “Escuelagro”, con apoyo del INET (Instituto
Nacional de Educación Tecnológica) del Ministerio de educación de la Nación.
ESCUELAGRO es, según la definición del Ministerio de Agroindustria, “un espacio de
actualización técnica y de intercambio destinado a directivos docentes y miembros de
secretarias de producción municipales”. Realiza reuniones en localidades de todo el
país, por lo que no es una acción que llegue específicamente a las escuelas periurbanas
pero las incluye.
En cuanto a las universidades, los vínculos se dan más que nada con la Facultad de
Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata, que invita a
charlas y jornadas a los alumnos más adelantados, sobre todo en cuestiones de
horticultura y floricultura, a la vez que existen directivos y profesores egresados de la
misma, lo que permite utilizar relaciones y contactos previos para organizar las
actividades. Estas pueden redundar también en el despertar vocaciones por los estudios
agronómicos en los futuros egresados de las escuelas.
Existen asimismo programas locales como el del IDEL (Instituto de Desarrollo local
del municipio de Florencio Varela), aunque es difícil con frecuencia compatibilizar las
finalidades y visiones políticas de los municipios con la visión educativa y social que
tiene la escuela. Con el municipio de Berazategui, la relación no tiene que ver con lo

69
productivo, sino que se utiliza la escuela como centro de reunión, de asistencia médica,
de planes de vacunación y tramitación de documentos.
¿Cuáles son las relaciones con las asociaciones locales de productores?. Existen
contactos entre otras con la Asociación de Productores Hortícolas de Varela y
Berazategui (APOVABE) -28 productores que se interesan por la disminución del
impacto ambiental de su producción- y ASOMA, la Asociación de Medieros del Parque
Pereyra, con los que la escuela allí ubicada participa en la feria del parque que organiza
la asociación. Si bien las vinculaciones y las actividades en que participan las escuelas
son variadas tampoco en el caso de las asociaciones se llevan a cabo de una manera
orgánica o sistemática, sino sobre todo a través de los vínculos individuales de docentes,
padres y alumnos. Tal vez algo diferente al caso de las escuelas agrarias del interior
bonaerense -que tienen vínculos con entidades como los grupos CREA, las sociedades
rurales locales o cooperativas agrarias- pero no por eso menos importante en cuanto
refuerza la inserción de las escuelas en el contexto socioproductivo local.

Reflexiones finales
Podemos afirmar que el desarrollo local rural es uno de los objetivos de la educación
agropecuaria, que puede cumplir un rol en el sostén de la estructura socio productiva y
el arraigo rural, pero también en la preparación integral del alumnado para elegir su
propio camino al egresar, en cuanto al estudio superior o la salida laboral. Precisamente
la formación para el trabajo en saberes socialmente productivos es una de las finalidades
de la escuela agraria, aún siempre discutidas y reelaboradas a lo largo del tiempo.
En el caso de estas escuelas ubicadas en medios periurbanos, aun más que en el del
resto del sistema de educación agraria, esto presenta sus dificultades pues debe contener
a una población escolar con problemas socioeconómicos y necesidades básicas muchas
veces insatisfechas en sus hogares. La actuación de sujetos sociales involucrados en la
instalación y permanencia de las escuelas –docentes, familias, comunidad, reparticiones
estatales y privadas- puede significar el éxito o fracaso de las iniciativas escolares y de
su aporte al desarrollo local.
De las dos experiencias analizadas, ambas comparten inicios vacilantes y con ciertos
problemas. El origen no siempre proviene de la iniciativa de las familias pero sí de
entidades locales como el caso de la escuela agraria del Parque Pereyra Iraola impulsada

70
por la escuela primaria de la zona. En cuanto a su destino posterior, el aporte al
desarrollo local rural dado por la vinculación entre escuela, comunidad, producción y
formación aparentemente se estaría produciendo en mayor medida en la escuela del
Parque Pereyra, sobre todo por su relación con las familias de los quinteros del parque.
Para la escuela de La Capilla esta vinculación es más dificultosa dada la procedencia
urbana de la mayor parte de sus estudiantes, las relaciones complejas con el municipio
y la existencia de otra oferta educativa también estatal que compite por el espacio y el
alumnado, aún cuando la orientación es diferente.
La matrícula en ambos casos se ha estabilizado en los últimos años, menor que la de
escuelas medias urbanas o escuelas agrarias tradicionales del interior, pero satisfactoria,
contempla una relación más equilibrada entre mujeres y varones, en comparación con
escuelas situadas en medios rurales más alejados, en los que el estudiantado masculino
es claramente superior en número. Las condiciones de cercanía que existen en el
periurbano a su vez las eximen de la existencia de residencias estudiantiles y de la
infraestructura necesaria para ello.
En cuanto al aporte al desarrollo local rural, si lo pensamos solo como desarrollo
económico no es significativo y tampoco es el fin de una oferta educativa, pero si se
piensa en el aporte a la seguridad alimentaria y la valoración de una producción
sustentable, más allá de que se ejerza o no la agricultura como profesión por los
egresados, este es importante no solo por el impacto en los propios alumnos sino en sus
familias y comunidades.

Entrevistas
Directora de educación agraria de la Dirección General de Cultura y Educación,
ingeniera agrónoma Adriana Tortorice, realizada por la autora, diciembre de 2015 y en
febrero de 2016.
Ingeniero agrónomo Gilberto Santaca, director escuela del Parque Pereyra, realizada por
la autora en diciembre de 2015 y en marzo de 2016.
Técnico Omar Torrisi, director Escuela de La Capilla, 3 de marzo de 2016.
Marcelo Calabrese, ex alumno de la escuela de Quilmes, hijo de pequeños productores
de La Capilla, actualmente docente de la Escuela agraria de Varela en el cargo de Jefe
de Área. Realizado por la autora el 21 de abril de 2016.

Fuentes
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Agrarias”,
05/12/2014.http://www.maa.gba.gov.ar/2010/prensa/noticia.php?idnoticia=1052

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24/10/2013. http://www.varela.gov.ar/prensa/nota.aspx?not_id=17304
MAA, 25º Jornada de Integración, “La escuela como modelo de la producción ordenada
del pequeño productor”, 17 de setiembre de 2013 (mimeo).
MAA, 07/09/2015 – Buenos Aires con vos, “Más de 10 mil alumnos de escuelas
técnicas, agrarias y de formación profesional exponen
proyectos”.MAA > Noticiashttp://www.maa.gba.gov.ar/2010/prensa/noticia.php?idnotic
ia
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Segunda Olimpíada de Desarrollo Rural Integral, BA 2013.
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Provincia de Buenos Aires, Dirección General de Escuelas y Cultura, Res. 1396,
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Interamericano de Desarrollo, Washington, D.C., 2003.
Svetliza de Nemirovsky, A (coord.). Globalización y agricultura periurbana en la
Argentina. Escenarios. Recorridos y Problemas. Serie Monografías 1. FLACSO, 2010.

73
La Cooperativa escolar como emprendimiento agroecológico

Marcelo Gastón Jorge Navarro

Primeras consideraciones

En los últimos años se han incrementado las experiencias educativas vinculadas al


cuidado y respeto por la naturaleza. Entre las iniciativas que recuperan los principios
agroecológicos como modelo pedagógico de trabajo destaca los emprendimientos
cooperativos.

Estas formas de trabajo en conjunto entre docentes y alumnos como integración


práctica de valores solidarios y cooperativos tienen una gran tradición en nuestro país,
aunque nunca lograron instalarse como una modalidad didáctica diferente a las prácticas
cotidianas de las escuelas.

Nuestro trabajo analiza la modalidad de cooperativas escolares y su vinculación con


los valores agroecológicos de cuidado de la naturaleza, tomando como caso la Escuela
Rural Primaria Nº 19 “Francisco P. Moreno” ubicada en el Parque Pereyra Iraola entre
los municipios de Berazategui, Ensenada, Florencio Varela y La Plata en la provincia de
Buenos Aires.

La institución comparte edificio con la Escuela de Educación Agraria N° 1 y cuenta


en el presente año con una matrícula estimada en 210 alumnos (2017). La institución
tiene algunas características propias de una escuela agraria, aunque normativamente es
una escuela de régimen común. Por un lado, los contenidos curriculares buscan integrar
a los alumnos con el mundo rural y desarrolla actividades productivas como la cosecha
de verduras de estación y la elaboración de dulce de leche. Por otro lado, como escuela
rural, sufre problemas de distinta índole como dificultades de infraestructura y
financiamiento, además de dificultades de acceso y seguridad en el recorrido desde la
ruta al establecimiento (5 km desde la ruta).

Este capítulo presenta algunos resultados de una investigación de tipo cualitativa


donde buscamos indagar sobre aquellas prácticas docentes que buscan desafiar los
problemas coyunturales a partir de prácticas situadas y que enfocan el trabajo curricular

74
desde la ejecución de proyectos productivos vinculados al contexto desde una mirada
compleja.

A partir de entrevistas y análisis bibliográfico buscamos dar cuenta del desarrollo de


estas prácticas, haciendo especial hincapié en el contexto rural donde se desarrollan
estas actividades, y los desafíos que este presenta para las prácticas docentes y sus
posibilidades de cambio.

Medio rural, educación y desarrollo local

En el medio rural, la educación es un elemento clave de desarrollo y transformación


conjunta de la sociedad. Si a la educación la vinculamos con valores como la
solidaridad y el cooperativismo, entendemos que ese desarrollo no está solo dado por
cuestiones de crecimiento económico, sino ante todo por una participación democrática,
mayores oportunidades de acceso a derechos, una distribución equitativa de recursos, la
toma de conciencia ecológica de cuidado del medio ambiente y la inclusión de todos los
sujetos.

El desarrollo rural es un proceso que conlleva al reconocimiento de las pluralidades


culturales y sociales por un lado, pero también nos interpela al reconocimiento de la
agro- ecología como forma de respeto por la naturaleza y su biodiversidad por otro. En
este sentido, entendemos que debemos hablar de desarrollo rural sustentable,
comprendiendo por esto a los procesos de transformación de los territorios rurales con
la participación activa de los sujetos, y partiendo de políticas públicas específicas
pensadas para superar las desigualdades y los desequilibrios económicos, ecológicos y
sociales (Echeverri Perico y Rivero, 2000).

Es importante señalar que ya a finales de la década de los ´80 se consolida la idea de


desarrollo local como estrategia dinamizadora dentro del ámbito rural, y fue tomando
cada vez más consistencia en las últimas décadas.

El concepto de desarrollo local está vinculado a la idea de procesos sostenidos y


respetuosos del medio ambiente, en búsqueda de dar respuestas a las comunidades
locales mediante la participación colectiva de los actores. Esto requiere necesariamente
de espacios de colaboración conjunta para establecer vínculos entre los sujetos, las
actividades productivas y las posibilidades de desarrollo colectivo. La interacción entre
75
los sujetos y su contexto, permite la construcción de canales de comunicación y
participación comunes que favorecen la integración de la comunidad en general, a la vez
que potencia la innovación y la creatividad de las personas.

Entre las principales estrategias de desarrollo local están las vinculadas a la


organización de acciones cooperativas con el fin de promover valores como la
participación y la solidaridad. Esta organización de acciones se constituye para dar una
participación real a las personas, y fundamentalmente para dar respuesta a ciertas
necesidades que se plantean desde la misma comunidad.

Los proyectos comunitarios como el caso de cooperativas son utilizadas como


formas de modificar la realidad y trabajar sobre ella a partir de acciones productivas
concretas, donde son los propios participantes los encargados de organizar y articular
los recursos y las actividades disponibles para lograr las finalidades propuestas.

En este sentido las cooperativas escolares se enmarcan dentro de la idea de desarrollo


local, fundamentalmente por sus formas de organización y sus finalidades en pos de un
trabajo solidario e inclusivo.

Trabajos solidarios y comprometidos: agro-ecología y cooperativismo educativo

Las sociedades actuales son cada vez más complejas en su composición y en su


funcionamiento. La multiculturalidad que compone nuestra sociedad se enmarca dentro
de un mundo competitivo, donde se nos exige a los sujetos tener un mayor y mejor
conocimiento de nuestro entorno.

Temas como la dignidad, la participación ciudadana, la inclusión, y el cuidado del


medio ambiente son cada vez más debatidos en los diferentes niveles de decisiones
políticas, no quedando exentos de estas discusiones los diferentes espacios sociales
como por ejemplo la escuela.

Las instituciones educativas son el lugar privilegiado para la construcción de saberes


y prácticas que permiten aprender valores y acciones proactiva de respeto y cuidado de
la naturaleza y del otro como sujeto de derecho. En las últimas décadas, mas personas
son consientes de la necesidad de trabajar en contra los cambios climáticos, y la
explotación desmedida de los recursos naturales.

76
Paralelamente, los sistemas agrícolas tecnificados han aumentado el caudal de
producción de alimentos alrededor del mundo, pero consecuentemente han traído
aparejado problemas socio- ambientales como la contaminación y la sobreexplotación
de recursos.

Actualmente uno de los grandes desafíos de las escuelas rurales que trabajan con
contenidos vinculados a la agricultura, es poder enmarcar estos procesos de aprendizajes
en un sentido ecológico. Es decir lograr que los alumnos adquieran competencias
vinculadas a un trabajo consciente de cuidado de la naturaleza.

La escuela debe favorecer el desarrollo de valores agroecológicos a partir de


propuestas activas y participativas, que permitan una formación integral en valores en
los sujetos, a la vez que brinde herramientas de conocimiento. La Agroecología puede
entenderse como una ciencia aplicada a la agricultura (Mujica Rivero 2015), basada en
el cultivo responsable y el respeto hacia el ambiente.

“Sobre la base de lo planteado, la agroecología entendida como ciencia no


puede ser un curso o contenido aislado en los diferentes niveles de
educación, sino un proceso sistemático y organizado que involucre todas las
disciplinas y saberes existentes, por ello es imprescindible que el hecho
educativo encierre estrategias didácticas y científicas para llevar a cabo los
principios pedagógicos de esta transversalidad curricular (Sáenz 2009). Ante
esto, los docentes deben asumir una perspectiva holística con visión
solidaria y responsable de la sociedad para dar sentido a estos
conocimientos y actuar eficientemente ante la problemática que se presenta
en las zonas rurales.” (Mujica Rivero 2015:121).

Las formas de trabajo a partir del modelo agro- ecológico han tomado diferentes
estrategias en las escuelas en general, y en las escuelas rurales en particular.

Una de estas formas es el trabajo en cooperativas escolares con producción agrícola,


que busca integrar conocimientos teóricos prácticos a partir de instancias colaborativas
y de trabajo solidario. Al respecto vale señalar que las cooperativas son una asociación
voluntaria de personas reunidas con fines de trabajo mancomunados, marcado por

77
valores como la cooperación, la igualdad y la solidaridad a través de la gestión
democrática de sus socios.

Según la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) las cooperativas pueden


entenderse como:

“una asociación autónoma de personas que se unen voluntariamente para


satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales
comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta
democráticamente gestionada. (…) se basan en los valores de autoayuda,
auto responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad”
(Cooperativas de las Américas. Región de la Alianza Cooperativa
Internacional30).

En Argentina las cooperativas se organizan de acuerdo a las finalidades que persiguen,


así por ejemplo tenemos:

1) Cooperativas que tienen por objeto principal la producción de bienes y


servicios: ejemplos de ellas son las vinculadas a la producción industrial, agrícola
y artesanal, transportes varios y prestación de servicios como lo son la salud y la
educación.

2) Cooperativas que tienen por objeto principal la obtención de bienes y servicios,


ya sea para consumo de alimentos, créditos, adquisición de viviendas entre otras.

3) y las mixtas, que combinan actividades vinculadas a la producción para


terceros y la obtención de bienes y servicios para sus miembros.

En el caso de las cooperativas escolares, estas mantienen los principios que rigen las
cooperativas en general, pero con la particularidad que sus integrantes suelen ser
docentes y alumnos, y la finalidad última del trabajo es el aprendizaje de contenidos y
valores de cooperación.

Según la Unesco las cooperativas escolares son “sociedades de alumnos


administradas por ellos con el concurso de los maestros y con vistas a actividades

30
Disponible en: http://www.aciamericas.coop/Principios-y-Valores-Cooperativos-4456

78
comunes, inspiradas por un ideal de progreso humano basado en la educación moral,
cívica e intelectual de los pequeños cooperadores por medio de la gestión de la sociedad
y el trabajo de sus miembros.” 31

Al hablar de educación en su sentido cooperativo es inevitable mencionar a


CelestineFreinet32 como uno de los grandes pedagogos del siglo XX que introdujo la
idea de autogestión, cooperación y solidaridad entre los alumnos como eje de la
educación.

“El cooperativismo escolar promueve la autonomía de los sujetos y el


trabajo en equipo. Este genera autonomía de los estudiantes, en cuanto
tienen la posibilidad de ser o no ser asociados a las cooperativas, deciden su
rol en ellas y asumen el liderazgo y responsabilidad que deseen; siempre en
relación con los otros, con la afirmación de sus pares que le permiten el
liderazgo, le reclaman responsabilidades y en esa interacción aprenden el
hacer cooperativo” (COOPERAR 2012:5)

Vinculada a estos postulados, la educación cooperativista se basa en dos principios


básicos. Por un lado la idea del saber como construcción práctica (saber hacer), y por
lado como transformación cultural a través de un cambio de mentalidad cercano a la
solidaridad y al trabajo colectivo.

Las cooperativas escolares en la actualidad: normativa y legislación

Haciendo un poco de historia sobre el cooperativismo, nos encontramos con una serie
de legislación que sirve para entender la evolución de estas formas de organización en
las escuelas.

Existen muchas normativas que pueden tomarse como referencia para las
cooperativas escolares, y entre ellas destacamos las leyes N° 16.583/64 de enseñanza

31
Citado en Cooperativas de las Américas. Región de la alianza Cooperativa Internacional. Disponible
en: http://www.aciamericas.coop/Cooperativas-escolares Consultado el 03 de marzo de 2017
32
Maestro y Pedagogo francés (1896 -1966). Uno de los principales referentes de la denominada
“Escuela Nueva”

79
obligatoria del cooperativismo, la N° 20.337/73 de cooperativas y la Ley de Educación
Nacional N° 26.206/06.

Entre los que más investigaron sobre legislación cooperativista se encuentra Juan
Carlos Velazque (2016) que en su trabajo sobre el marco normativo para el
cooperativismo escolar en la provincia de Buenos Aires destaca la Ley Nº 5.111 de
1946 que declaraba la obligatoriedad de la enseñanza de la cooperación en las escuelas
provinciales. Esta ley sostenía la necesidad de diseminar los fundamentos teórico-
prácticos del cooperativismo y sentaba sus bases a partir de la obligatoriedad de la
enseñanza de la cooperación en todas las escuelas, la creación de cooperativas escolares
y la capacitación docente. Siendo este un antecedente muy importante para el
cooperativismo actual.

“El Ministerio de Educación, a través de la Resolución Nº 1291 del año


1959 creó una Comisión obligada a abocarse a la elaboración de un
proyecto de Decreto reglamentario de la Ley N° 5111/46. La Comisión
confeccionó un plan de promoción y recomendó la elaboración de
programas para la enseñanza de la cooperación en las escuelas primarias a la
Inspección General de Enseñanza. El plan diseñado fue aprobado finalmente
por Resolución Ministerial Nº 2.090 del 4 de junio de 1959, incluyéndose un
estatuto modelo para cooperativas escolares, cuyas disposiciones adecuaban
los requisitos legales y contables de las mismas a la función pedagógica,
según lo expresaban los fundamentos de la resolución” (Velazque, 2016:5)

El 15 de mayo de 1973 se sanciona la Ley de cooperativas Nº 20337 que regula la


conformación y funcionamiento de las cooperativas, dedicando el capítulo XIII a las
cooperativas escolares, señalando únicamente que “las cooperativas escolares,
integradas por escolares y estudiantes menores de dieciocho años, se rigen por las
disposiciones que dicte la autoridad de educación competente, de conformidad con los
principios de esta ley”.

Ya en 1986 el Ministerio de Educación y Justicia de la Nación aprueba la


reglamentación que integra la Resolución N° 1.599 en consonancia con los postulados
de la Ley 20.337 regulando el funcionamiento de las cooperativas escolares, y haciendo
hincapié en las formas de constitución y el funcionamiento de las mismas.

80
Ese mismo año se sanciona la Ley Nº 23.427 de creación del fondo para educación y
promoción cooperativa, y que señala entre sus finalidades:

a) Promover mediante los programas pertinentes la educación cooperativa


en todos los niveles de enseñanza primaria, secundaria y terciaria;
b) Promover la creación y desarrollo de cooperativas en todos los ciclos del
quehacer económico, producción primaria y fabril, comercial, de servicios,
vivienda, trabajo y consumo;
c) Asesorar a las personas e instituciones sobre los beneficios que otorga la
forma cooperativa de asociarse, previstas en la Ley 20.3370 aquella que en
el futuro la modifique o sustituya;
d) Promover la creación y funcionamiento de cooperativas que tengan por
objeto elevar el nivel de vida de las comunidades aborígenes.

En el año 2003 se sanciona la Ley 25.791 que modifica la Ley mencionada


anteriormente del Fondo para Educación, Promoción y Capacitación Cooperativa.

Actualmente en la Ley Nacional de Educación 26.206 sancionada en el año 2006,


dispone en su artículo 90 que:

“el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología promoverá a través del


Consejo Federal de Educación, la incorporación de los principios y valores
del cooperativismo y el mutualismo en los procesos de enseñanza-
aprendizaje y la capacitación docente correspondiente, en concordancia con
los principios y valores establecidos en la Ley 16.583 y sus
reglamentaciones. Asimismo se promoverá el cooperativismo y el
mutualismo”.

Ya en el ámbito de la provincia de Buenos Aires es la Ley de Educación 13.688/07


la que otorga un espacio relevante a la enseñanza y práctica del cooperativismo y
mutualismo escolar en los niveles de enseñanza. En su capítulo 2 sobre fines y objetivos
de la política educativa, en el artículo 16 señala:

“Incorporar los principios y valores del cooperativismo, del mutualismo y el


asociativismo en todos los procesos de formación, en concordancia con los

81
principios y valores establecidos en la Ley 16.583/64, sus reglamentaciones
y la normativa vigente”

Conjuntamente con la sanción de la ley 13.688 se creó el Departamento de Coo-


perativas Escolares que depende de la Dirección de Cooperación Escolar que es la
encargada de capacitar y asesorar a las cooperativas escolares dependientes de la
Dirección General de Cultura y Educación.

Como dato importante vale decir que dentro de la provincia de Buenos Aires existen
actualmente más de 50 cooperativas escolares que incluyen desde proyectos culturales y
deportivos a proyectos productivos de distinta índole.

Remarcando que la idea central del cooperativismo escolar se basa en inculcar


valores relacionados a la solidaridad, el trabajo conjunto, y el respeto al otro, los
proyectos cooperativistas en las escuelas incluyen aspectos pedagógicos de trabajo con
contenidos específicos, a la vez que trabajan en valores ciudadanos para formación de
sujetos comprometidos y responsables con la sociedad.

La experiencia de la cooperativa escolar “Los tres gauchitos” de la escuela


primaria rural Nº 19

En el paraje Santa Rosa del Parque Pereyra Iraola funciona desde 1955 la Escuela
primaria rural N°19. La escuela que cuenta con algunas características de la modalidad
agraria, es en realidad una escuela de régimen común con jornada extendida y tiene en
el presente año 2017, una matrícula de 210 alumnos.

En este establecimiento, desde hace más de 10 años funciona la Cooperativa Escolar


“Los Tres Gauchitos” que se encarga de administrar una huerta orgánica de productos
hortícolas destinada a toda la comunidad. Esta cooperativa es gestionada por docentes y
alumnos de cuarto, quinto y sexto grado, con apoyo de la directora de la escuela.

El proyecto de cooperativa se basa en la idea de “Educar desde la siembra”


consolidando la idea de trabajo conjunto con valores agroecológicos de cuidado de la
naturaleza.

82
En la huerta se trabaja sobre la preparación, siembra, riego y cosecha de diferentes
verduras como acelga, lechuga, brócoli y repollo entre otros. Además cosechan especies
aromáticas como orégano o tomillo y se elaboran conservas de dulces (tomate, zapallo y
membrillo)33.Los productos sirven para abastecer a la comunidad educativa y a las
familias de los alumnos.

“Álvarez (2009) define el huerto escolar como un terreno pequeño, donde se


cultivan hortalizas para consumo de la comunidad educativa y usualmente
funciona en espacios disponibles dentro de la escuela. Además, al efectuar
prácticas agroecológicas en el jardín o huerto escolar, se enriquece el
aprendizaje de los estudiantes, se implementa un modelo de enseñanza
donde se aplica la figura del aprender haciendo.” (Mujica Rivero 2015:121)

Es importante destacar que todo lo cosechado se hace sin la utilización de pesticidas


ni ningún otro tipo de químicos, siendo los productos conseguidos, productos naturales.

Todo lo que se consigue de la obtención de ventas de los productos es utilizado para


invertir nuevamente en la huerta y así continuar el sistema productivo.

Al ser consultada la Sra. Gladys Siso, actual directora del establecimiento, ella
remarca el trabajo pedagógico que se está realizando con los talleres de huerta y de
jardinería, y dice que su importancia radica en:

“Cuidar la tierra, saber cultivar, y además utilizar lo que se cultiva para la


economía del hogar, porque ellos son hijos de quinteros la mayoría, pero la
idea es también trabajar los contenidos dentro del aula, precisamente para
que aprendan a desenvolverse por sus propios medios y no sean explotados,
es decir enseñarles a cultivar, a cuidar la tierra en especial, pero lo
importante es que ellos tengan herramientas para poder hacerlos pensar y
que después no los exploten” (Entrevista a Gladys Siso realizada el día
30/03/2017).

33
Fuente: Fedecoba (2016) “MINI PRODUCTORES”: LA COOPERATIVA ESCOLAR QUE NO
PARA DE COSECHAR. Disponible en: http://fedecoba.com.ar/blogdeprensa/2016/07/20/mini-
productores-la-cooperativa-escolar-que-no-para-de-cosechar/

83
Además del trabajo con huerta y jardinería, la escuela cuenta con un tambo con una
vaca y una ternera, que esperan poder poner en funcionamiento en el trayecto del
presente año, principalmente para la producción de dulce de leche.

Actualmente se hacen mermelada de tomate en un aula taller, y berenjenas en


escabeche que se venden a las familias, al igual que los huevos provenientes de las
“gallinas ponedoras”.

Uno de los aspectos problemáticos que tiene la escuela es la falta de personal idóneo
para el cuidado de animales, y la orientación en el trabajo con la tierra, al no ser una
escuela agraria propiamente dicha.

“Porque el formato es una escuela primaria común con doble escolaridad.


La escuela tiene 62 años ya, y en algún momento se empezaron a traer
animalitos y se hizo la huerta, pero en realidad no hay ninguna
reglamentación que diga que la escuela es agraria. Es una escuela primaria
con ruralidad 3 porque estamos en medio del parque Pereyra, y la
cooperativa que se creó mucho después, ayuda a sostener esos talleres que
hacen las maestras con los niños pero hay un bache legal desde lo
administrativo.” (Entrevista a Gladys Siso realizada el día 30/03/2017).

A pesar de esto, la escuela sostiene que los valores cooperativistas se aprenden


colectivamente, y en la participación activa de docentes y alumnos. Este trabajo
conjunto es lo que permite generar dispositivos pedagógicos donde los alumnos sienten
reconocimiento por su labor, mientras que los docentes pueden potenciar trabajos
integrados de diferentes contenidos.

La promoción de valores cooperativos desde la educación busca incluir en las


diferentes asignaturas del curriculum escolar conocimientos vinculados a los principios
anteriormente mencionados del cooperativismo.

“Hablar de las prácticas de la educación en cooperativismo y mutualismo


significa entrar en un terreno generoso para un diálogo académico, en
especial acerca de las visiones pedagógicas, didácticas, metodológicas y en
general todas las acciones que se podrían llamar prácticas educativas.
Cuando se plantea en las aulas el cooperativismo, se hace con la intención
84
de transformar el entorno educativo, ya que éste nos invita a construir
conocimiento colectivo, cooperar en la vida cotidiana, iniciar un hacer y
lograr un saber-hacer, todo lo contrario a la generalidad educativa que es
individualista, llena de información y con déficits en el saber-hacer”
(COOPERAR 2012:3)

Vale recordar que el cooperativismo escolar tiene en sus orígenes un carácter lúdico
y se trabaja a partir de la conformación colectiva de emprendimientos que representan la
toma de responsabilidades por parte de cada alumno. Este trabajo está acompañado por
las orientaciones de los docentes, que usan el cooperativismo como estrategia didáctica
de construcción de conocimientos situados en valores.

Si tenemos en cuenta el documento “Educación cooperativa y mutual” editado en


2015 por el Gobierno de la provincia de Córdoba, podemos señalar que el trabajo desde
la perspectiva del cooperativismo solidario, permite:

 Constituirse en una herramienta de desarrollo socio-educativo


 Favorece la formación integral de los sujetos (docentes y alumnos)
 Trabajar sobre valores como la democracia, la solidaridad, y el trabajo conjunto
 Capacitar a través de la constitución de organizaciones con intenciones
formativas y no lucrativas, donde la gestión está centrada en los propios alumnos
con ayuda del docente.
 Fomenta la reflexión- acción y “promueve la fe en el futuro y la búsqueda
constante de un entorno humanizador para los integrantes de la comunidad
educativa” (Documento Educación cooperativa y mutual 2015:6)

Las prácticas de la cooperativa “Los tres gauchitos” están orientadas a estas


finalidades. El sentido práctico de las actividades que realiza, acompañado de un trabajo
institucional de apoyo y orientación a los docentes y alumnos, es lo que permite el
sostenimiento del proyecto por más de una década.

A pesar de las dificultades que trae aparejada la falta de normativa que establezca la
modalidad agraria en la escuela, el trabajo institucional supo coordinar y administrar los
recursos disponibles para el desarrollo de la cooperativa a través de la huerta.

85
La disposición de los alumnos y sus familias son el sostén del funcionamiento, que tiene
su correlato en un trabajo comprometido por parte de los docentes, que a pesar de la
falta de personal idóneo, vienen ejecutando un proyecto que tiene como gran mérito la
enseñanza de la cooperación y la solidaridad como valores propios del trabajo
responsable en el cuidado de la naturaleza.

Fuentes:

 Artículo (2016) “Mini productores”: la cooperativa escolar que no para de


cosechar”. FEDECOBA. Federación de Cooperativas de Electricidad y Servicios
públicos de la provincia de Buenos Aires Ltda. Disponible en:
http://fedecoba.com.ar/blogdeprensa/2016/07/20/mini-productores-la-
cooperativa-escolar-que-no-para-de-cosechar/
 Artículo (2016) “Una cooperativa escolar que apuesta por la huerta orgánica” en
Revista El Federal. Disponible en: http://www.elfederal.com.ar/una-cooperativa-
escolar-que-apuesta-por-la-huerta-organica/
 Entrevista a la Sra. Directora de la escuela Nº 19 Gladys Siso realizada el día
30/03/2017
 Ley Nacional de Educación Nº 26206 (2006). República Argentina
 Ley Nº 25.791 (2003). República Argentina
 Ley Nº 20.337 (1973). República Argentina
 Ley Nº 23.427 (1986).República Argentina
 Ley Provincial de Educación Nº 13688 (2007). Provincia de Buenos Aires

Bibliografía consultada

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Constituir una cooperativa. Subdirección de Promoción, Educación y
Capacitación Cooperativa del Ministerio de la Producción de la Pcia. de Buenos
Aires.
 Arella, Felipe Rodolfo (2004) “La educación cooperativa como instrumento para
el desarrollo humano en la sociedad del conocimiento”. Conferencia dictada en

86
la XIII Conferencia Regional de la ACI América realizado en la Ciudad de
Buenos Aires, Argentina.
 Artículo “Reglamento de Cooperativas Escolares” (1986) en Revista de
Idelcoop. Volumen 13 - N° 51. Disponible en:
http://www.idelcoop.org.ar/sites/default/files/revista/articulos/pdf/86040301.pdf
 Bozzano, P. E. (2010). Cooperativismo escolar. Propuestas didácticas en el
contexto de la educación cooperativa. Revista Premisa 12(47), 23-31.
 Cadoche, L. (2006). Socioconstrucción del conocimiento: una propuesta de
aprendizaje cooperativo. Premisa 8 (31), 11-20.
 Cooperar (2012) Documento de trabajo No. 3. Pre congreso argentino de las
cooperativas educación cooperativa- prácticas y experiencias de la educación
cooperativa en las aulas. COOPERAR-CONINAGRO. Buenos Aires.
 Coraggio, José Luis (2011). Economía social y solidaria El trabajo antes que el
capital Alberto Acosta y Esperanza Martínez, editores 1era. Edición Ediciones
Abya-Yala.
 Cuaderno para el docente (2009) Proyectos escolares productivos de base local –
Serie Horizontes - 1a ed. -Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación.
 De Marco, Celeste (2013). “Educar para la conservación. La participación de
escuelas en el Parque Pereyra Iraola” En: Theomai 27-28. Perspectivas diversas
sobre la problemática territorial y urbana.
 Documento (2015) “Educación cooperativa y mutual”. Gobierno de la Provincia
de Córdoba. Secretaría de Estado de Educación. Subsecretaría de Estado de
Promoción de Igualdad y Calidad Educativa. Secretaría de Políticas Sociales,
Cooperativas y Mutuales.
 Documento “Cooperativismo escolar. Un cambio cultural” (2007) En: “Portal
educativo”. Publicación de la Dirección General de Cultura y Educación de la
Provincia de Buenos Aires. Año 2, N° 4, Septiembre/octubre 2007. Pág. web:
http://servicios2.abc.gov. ar (último acceso 15 de mayo de 2016)
 Echeverri Perico, R. y M. P. Rivero (2000): Nueva ruralidad. Visión del
territorio en América Latina y el Caribe, Costa Rica, IICA.
 Edunet.coop, para otra Educación. (2009). Capacitación Docente en
Cooperativismo Escolar: Módulos 1, 2, 3 y 4. Buenos Aires: Idelcoop

87
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sistema educativo. Educar en la acción para aprender a emprender.
Organización y gestión de proyectos socio-productivos y cooperativos. (pp. 55-
69). Buenos Aires: Noveduc
 Gómez Uría, María Argentina (2007). Legislación argentina sobre
cooperativismo escolar (incluso mutualismo escolar). Unión Internacional de la
Cooperación y el Mutualismo Escolar. UICE.
 Henry Mujica Rivero, Henry (y otros) (2015). “Aula agroecológica. Alternativa
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Venezuela.Vol. 27 Nº 1: 120-129.
 Velazque Juan Carlos (2015). “La educación cooperativa en las escuelas
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 Velazque, Juan Carlos (2016). El cooperativismo escolar en la provincia de
Buenos Aires. Marco normativo; Serie Documentos Nº 13; Ediciones CGCyM;
Buenos Aires.

88
El Parque Pereyra Iraola: un espacio singular y conflictivo del Conurbano
bonaerense

Martha Ruffini

Introducción

La provincia de Buenos Aires como parte integrante de la región pampeana, presenta


una diversidad territorial notable, con zonas geográficas,climáticas y fisiográficas muy
diferenciadas. Si bien se asocia históricamente al área núcleo maicera y a la expansión
triguera, los 134 partidos de la provincia conforman un colectivo heterogéneo.
La expansión urbana de las zonas aledañas a la ciudad de Buenos Aires generó el
llamado Conurbano Bonaerense o Área Metropolitana de Buenos Aires, (AMBA) que
puede ser definido como la trama urbana continua que rodea a la Ciudad de Buenos
Aires pero sin incluirla. Formado por 25 partidos, que constituyen solamente el 2%
aproximadamente del territorio de la provincia, concentran el 60% de la población-algo
más de diez millones de habitantes- , en una densidad de 2.395 habitantes por km2.
34
Esto nos lleva a pensar además en un amplio mercado de consumo, aún sin considerar
a la ciudad de Buenos Aires.
Por otra parte, el Conurbano posee el mayor cinturón frutihortícola del país, el
llamado “cinturón verde” de Buenos Aires y La Plata a lo que se agrega la producción
florícola, en ambos casos tanto a campo abierto como bajo cubierta, destinada al
consumo de la Capital Federal y el Conurbano. Este cinturón hortícola bonaerense
abarca un radio de 50 km con aproximadamente 18.000 ha y atraviesa quince partidos
de la provincia .
A lo largo del tiempo se ha especializado en la producción de hortalizas para el
consumo en fresco. Su expansión comenzó a partir de 1930, momento en que el circulo
horticola que rodeaba la ciudad de Buenos Aires fue desplazado en virtud de la presión
ejercida por la radicación de industrias en las zonas aledañas a Buenos Aires. A partir de
34
Con algunos matices, se considera que los partidos que integran el Conurbano son:
Berazategui,Quilmes,FlorencioVarela,Avellaneda,AlmiranteBrown,Lanus,EstebanEcheverria,Lomas de
Zamora, La Matanza,Morón, Merlo,Moreno,Vicente Lçopez,San Isidro, San Martín,General Sarmiento, ,
Tres de Febrero, Marcos Paz, Pilar, San Vicente, General Rodríguez, Lujan, La Plata, Berisso y
Ensenada. Otras divisiones incluyen Tigre y San Fernando y en algunos casos se deja fuera del
Conurbano a los últimos ocho partidos mencionados.

89
la década de 1940 sufrió transformaciones, como el aumento de superficie de las
parcelas pero de la mano de la disminución en el número de explotaciones o sea
presentó un proceso de concentración de la propiedad, rasgo que se acentuó a partir de
la décadas de 1980 y 1990 .
El cinturón se consolidó a mediados de siglo XX por el impacto del crecimiento
demográfico y la consiguiente urbanización, que redujo zonas productivas y las
desplazó hacia el segundo cordón,incrementando a la vez la demanda de hortalizas. A
partir de la década de 1980 llegaron al Cinturón Fruti-Hortícola migrantes del interior
del pais y trabajadores bolivianos que se instalaron en la totalidad del cinturón horticola
produciendo lo que se ha llamado la “bolivianización de la horticultura”, dándole
obviamente una impronta cultural al cinturón verde. Pero el proceso de concentración
de la tierra afectó en gran medida a los productores quienes se descapitalizaron y se
atrasaron tecnológicamente . En la década de 1990, la producción hortícola aumentó
sus rindes favorecida por las innovaciones tecnológicas:cultivo bajo invernadero,
mejoras en semillas, incorporación de plaguicidas,fertilizantes y sistema de riego e
invernáculo. Pero esta transformación no fue homogénea. Aquellos productores que por
falta de financiamiento, asesoramiento o voluntad de cambio no pudieron acceder a las
mismas quedaron rezagados o estancados y sufrieron la pérdida de competitividad.

El Parque Pereyra Iraola está ubicado en la segunda corona o cordón del Conurbano
Bonaerense , en el extremo sureste del partido de Berazategui y constituye un espacio
singular –por sus dimensiones, ubicación, funciones asignadas y vegetación- dentro del
territorio bonaerense. Su superficie de 10248 hectáreas está distribuida en cuatro
municipios: La Plata,Ensenada, Berazategui y Florencio Varela. Limita con este partido
por el suroeste y el sur y al norte con el Río de La Plata Posee tres sectores definidos: el
sector Santa Rosa, ubicado entre las vías del FC Roca y la Ruta Nacional n° 2, área
abierta al público y cuenta con 2200 ha ; el sector San Juan, tierras altas situadas entre
las vías Quilmes y Temperley del FC Roca y el Camino Parque Centenario -2100 ha-
donde se hallan actualmente organismos nacionales y provinciales y c) la zona de
bañado o tierras bajas de 5900 ha, ubicada entre las vías Quilmes y el río de La Plata,
donde se halla la selva Marginal de Punta Lara o Selva en Galería que bordea los ríos
Paraná y Uruguay .La parte oeste del predio presenta apitud para las actividades
agrícolas.

90
El Parque Pereyra Iraola –en adelante el Parque-. constituye un verdadero “pulmón
verde”, que forma parte del cinturón frutihortícola que une la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires con la capital de la provincia, la ciudad de La Plata. Creado en 1949
durante el gobierno peronista de Domingo Mercante (1946-1952) su finalidad original
fue impulsar el desarrollo rural y la agricultura familiar.Con ese fin, el vasto predio fue
organizado como reserva ecológica, recreativa, turística y cultural a la vez que lotes
agrícolas fueron entregadas por el gobierno provincial a familias productoras.
Pero también creemos importante resaltar que el Parque resulta representativo de
nuestro pasado histórico y nos remite a las familias terratenientes y ganaderas de la
región pampeana y sus establecimientos característicos: las grandes estancias. Sus
propietarios más conocidos y los últimos en detentar la titularidad del Parque fueron la
familia Pereyra Iraola, representantes de la burguesía terrateniente argentina .
En 1850 Simón Pereyra, un poderoso estanciero y comerciante de la provincia de
Buenos Aires vinculado a la actividad saladeril ,emparentado con Encarnación Ezcurra
la esposa de Juan Manuel de Rosas y que poseía campos en Balcarce , compró a Juana
Pinto de Ximenez viuda de Capdevila el Establecimiento Las Conchitas- posteriormente
Estancia San Juan -ubicada dentro del actual Parque Pereyra Iraola. Esta Estancia fue
organizada por su hijo Leonardo Pereyra –casado con María Iraola -y orientada hacia la
cría y refinamiento del ganado Shorton .A la muerte de Leonardo en 1899 ,la propiedad
quedo repartida entre sus seis hijos formándose las estancias Abril, La Porteña, Santa
Rosa , El Carmen y Las Hermanas .Este es el origen histórico de la titularidad de la
familia Pereyra Iraola sobre las tierras , pero no así del Parque en sí mismo.
De ese pasado esplendor, al interior del Parque se conservan más de treinta
construcciones del siglo XIX, con parques diseñados y ornamentados según los criterios
del paisajismo del siglo XIX y que constituyen valiosos vestigios arquitectónicos.En
ellos actuó el paisajista belga Carlos Vereecke ,quien plantó más de 130 especies
diversas; el arquitecto Carlos Tahys y el pintor PrilidianoPueyrredon. En 1887 la
Estancia fue visitada por Carlos de Borbón y el vice presidente Carlos Pellegrini , y en
1910 la Infanta española Isabel recorrió la Estancia San Juan durante los festejos del
Centenario de la Revolución de Mayo.
Desde la faz ecológica el Parque tiene una alta significatividad para el equilibrio
ambiental, actùa como un moderador climático y como reserva de ecosistemas
amenazados por la contaminación. En ese sentido al interior del Parque, en la zona

91
conocida como terraza baja, se encuentra la selva marginal de Punta Lara ,que es la
selva subtropical más austral sobre la vertiente atlántica, una verdadera reserva con
bañados y grandes pastizales y pajonales. Bajo su superficie pasa el acuíferoPuelche,una
de las reservas de agua dulce más importante del planeta.
El Parque constituye el ambiente bonaerense de mayor biodiversidad en flora y fauna
Una parte del mismo es Reserva Natural Integral y Área Importante para la
Conservación de Aves (AICAs) -el sector Punta Lara- y pertenece al sistema de Áreas
Protegidas de la provincia de Buenos Aires. Otra parte se denomina Reserva Forestal
mientras que la totalidad del área del Parque ,con la costa bonaerense incluida, fue
declarada por el Proyecto MAB –el hombre y la biosfera- de la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación,la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Reserva
Mundial de Biosfera en el 2007 .35
¿Qué implica que el Parque Pereyra sea actualmente Reserva de Biosfera? La
declaración de la UNESCO en el año 2007 afecto a la totalidad del área del Parque pero
no incluyó el patrimonio arquitectónico. El objetivo al declararlo como Reserva de
Biósfera es buscar un equilibrio entre las practicas del hombre y su medio natural. Era
imperioso proteger las zonas de ecosistemas terrestres y costeros, este verdadero
“pulmón verde” ,forestado con especies antiguas y exóticas, y que integra cuencas
hídricas de cuatro arroyos (Carnaval,Martín, Baldovino y Pereyra) . Por eso
conjuntamente con la protección de la forestación , se controla el uso del territorio y se
incluye en el mismo espacios de investigación, producción, recreación, educación y
cultura. Por otra parte el Parque Pereyra integra las cuencas hídricas de varios arroyos y
actua como área de recarga para acuíferos subterráneos como el ya mencionado
Puelche, fuente de agua potable para gran parte de la población del conurbano
.Asimismo,su fauna incluye 25 especies de anfibios,30 de reptiles, 292 de aves y 42 de
mamíferos.
El Parque puede ser considerado una verdadera barrera natural contra la expansión
del Conurbano y equilibrador de sus disfuncionalidades. Resulta a la vez una frontera
política ya que por disposiciones del decreto de creación del Parque en 1949 y
normativas posteriores, se impidió legalmente la posibilidad de avance urbano o
industrial sobre el Parque .

35
En Argentina existen quince Reservas de Biósfera. Entre ellas podemos mencionar el Delta del Paraná,
Laguna Blanca (Catamarca),Yabotí (Misiones), Península de Valdés (Chubut) y la reserva andina
Norpatagónica (Neuquén, Río Negro y Chubut) entre otros.

92
Pero la gestión del Parque es compleja. Además de la jurisdicción de cuatro municipios,
con diferentes cantidades de tierra dentro del Parque y por consiguiente intereses y
objetivos a veces divergentes, municipal, la gestión provincial se comparte entre el
Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia-hoy ministerio de Agro Industria- y el
Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OSD) que depende de la Jefatura
de Gabinete provincial.
Veamos entonces las razones de su creación para advertir cómo a lo largo de los
años se fueron desvirtuando los objetivos fundacionales hasta arribar a un conflicto de
poderes en la década de 1990 que afectó la permanencia de las familias productoras en
los lotes asignados.

Los orígenes del Parque Pereyra : su creación durante el peronismo histórico


(1946-1955)

La coyuntura internacional desfavorable signada por el abrupto descenso de los precios


agropecuarios en la década de 1950 provocó la reorientación de la economía argentina.
El gobierno peronista produjo un giro en su política agraria motivado por la necesidad
de acrecentar la producción primaria –para el mercado interno y la exportación-
mediante incentivos a la producción y superar el estancamiento productivo.
Mientras a nivel nacional se hablaba de “vuelta al campo” y se dejaba de lado –al
menos coyunturalmente- el enfrentamiento con los sectores dominantes terratenientes y
sus corporaciones, en la provincia de Buenos Aires el gobernador justicialista Domingo
Mercante (1946-1952) daba impulso a la orientación agrarista reformista. En sus
discursos, el presidente Juan Domingo Perón (1946-1955) señaló la necesidad de
fomentar la producción, alentar el cooperativismo rural y la colonización y modernizar
la estructura agraria mediante créditos bancarios.
En 1948 se sancionó la ley orgánica de colonización N° 5286 que creó el Instituto
Autárquico de Colonización que tenía entre sus funciones el análisis de las tierras
factibles de ser expropiadas para colonización. En 1949 la primacía agraria se consolidó
con la creación del Ministerio de Asuntos Agrarios . Tanto el gobierno de Mercante
como el de Oscar Alende (1958-1962) realizaron sustanciales avances en colonización
utilizando la expropiación como vía de adquisición

93
En enero de 1948 el presidente Perón anunció la expropiación de parte de las estancias
de la Familia Pereyra Iraola para conservar su riqueza forestal y artística y realizar obra
turçistica,cultural,social y científica. La gobernación Mercante mediante los decretos
N° 1465 del 28/1/1949 y N° 4393 del 11/3/1949 expropió las tierras pertenecientes a la
familia Pereyra Iraola para preservar la integridad del predio y evitar el posible
deterioro forestal y climático que una subdivisión del mismo podría ocasionar. La
expropiación realizada se realizaba sobre “la riqueza forestal de más alto valor en el
Gran Buenos Aires” y aspiraba a convertir al Parque en una reserva forestal protegida
para el fomento de la agricultura mediante las explotaciones agrícolas de la zona,
producción necesaria para abastecer a la ciudad de Buenos Aires y poblaciones vecinas
de la provincia.
En palabras del Presidente Perón en su mensaje del 24 de marzo de 1949, el Parque
tendría una función social al permitir el “goce de los beneficios espirituales y físicos del
contacto con la Naturaleza”. La idea era que se desarrollaran no solo los aspectos
productivos sino recreativos,turísticos,sociales y culturales, un verdadero centro de
“distracción popular” según el gobernador Mercante.
Por ello desde el inicio se pensó en una zona productiva y en un espacio abierto al
público ,una zona de recreación para aliviar la congestión y el hacinamiento urbano. De
la extensión ya señalada del Parque, según el decreto de expropiación se reservaron
1200 hectáreas para la producción hortícola y la “protección de los pequeños
productores de la zona”,ubicadas en lo que se considera actualmente la zona de
transición de la Reserva de Biósfera. Desde 1954 esa extensión reservada fue
subdividida por el gobierno provincial en sectores y lotes y entregada en arrendamiento
por la Dirección de Colonización. Formó parte de un plan de poblamiento del Parque
destinado a atraer inmigrantes italianos,portugueses y españoles productores de la zona.
En 1950 el predio expropiado fue inaugurado como Parque de los Derechos de la
Ancianidad, llamado posteriormente Parque Presidente Perón –Ley 5753/53- y desde
1955 por decreto-ley N° 701, Parque Pereyra Iraola .

Las cesiones de tierras en el parque Pereyra Iraola


Según informes de la Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia de
Buenos Aires (CIC), para 1985 la zona de uso público del Parque había decrecido en un
64% con respecto a 1959. ¿qué había sucedido? El Parque fue objeto de un proceso que

94
mediante sucesivos decretos y resoluciones cerceno importantes porciones de su
territorio a través de mecanismos de transferencia,cesiones y modificaciones de destino
que beneficiaron tanto a organismos públicos como privados.Esta notable merma se
relaciona con las cesiones de tierras realizadas por el Estado Provincial a partir de 1961
que llegaron a contabilizar ocho mil hectáreas, muchas de ellas con carácter definitivo e
irreversible.
A partir de la década del sesenta una parte significativa del Parque fue entregada a
diversas instituciones como la Escuela de Suboficiales Juan Vucetich (1962) y Rosendo
Matías (sector San Juan), la Comisión de Investigaciones Científicas (1963), la
Universidad de La Plata (1964), la obra Salesiana de Don Bosco (1965) y Radio
Provincia de Buenos Aires,(1972) . En 1964 la Asociación Mutual de Empleados del
Ministerio de Obras Públicas (AMEMOP) recibió en forma gratuita 3 ha conteniendo
las instalaciones del Natatorio Provincial para ser usado como Camping y facilitado a
niños dependientes del Consejo de la Minoridad. Por su parte, el Ministerio de Asuntos
Agrarios tenía 500 ha en las que se encontraban las Estaciones Estación Cría de
Animales Silvestres (ECAS) con 500 ha y la Estación Biológica de Aves Silvestres
(EBAS), Viveros, Departamentos Forestales, de Colonización y Recursos Naturales y
la Reserva Forestal. Además el ministerio de Obras Públicas de la Provincia tenía un
edificio para la Dirección de Vialidad, 184 ha que fueron cedidas en 1966 para obras
relacionadas con la futura Autopista La Plata-Buenos Aires y 7 ha para la construcción
de un camino costero a Quilmes en zonas de la reserva marginal de Punta Lara.Otras
cesiones fueron al Ministerio de Salud en 1978 (campo de pastoreo para equinos) y a la
Dirección General de Escuelas (Escuelas Número 11,19 y 23 y Colegio María Teresa ).
Asimismo, desde 1978 2560 ha se hallaban en poder del Cinturón Ecológico Área
Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE) en un complejo entramado que
involucraban a la municipalidad de la Capital Federal ,la Nación y la provincia El
Estado Nacional tenía 1612 ha asignadas al Ministerio de Defensa de la Nación
(Regimiento 7) , mientras que la Marina se benefició con dos cesiones, una de 1530 ha
para la formación de conscriptos (1973) y otra para el Hogar de Ancianos en 1979.
También la Secretaría de Energía de la Nación tenía 6 ha para el gasoducto Santa Cruz-
Buenos Aires cedidas en 1962. Asimismo el Ejército se habría beneficiado de una
cesión realizada por el Ministerio de la Producción de quintas ubicadas detrás de la
estación de Villa Elisa para la construcción de un Barrio Militar.

95
Resultaba claro que estas cesiones afectaban al medio ambiente mediante la
degradación por actividades extractivas, de explotación, depredatorias (incendios
intencionales, tala , desmontes, deforestación) y contaminantes. La tala indiscriminada
de eucaliptus para venta ilegal de leña fue una de las actividades más denunciadas. Si
bien el Ministerio de Asuntos Agrarios negó que hubiera daño ambiental, las
consecuencias fueron visibles. A modo de ejemplo la Marina recibió tierras para
utilizarlas como centro de entrenamiento pero cavo nueve toscas de grandes
dimensiones-casi una manzana de terreno- y profundidad para lucrar con esa tierra y
venderla para obras de la Autopista La Plata-Buenos Aires, produciendo un importante
daño ambiental. Por otra parte, fueron entregadas en comodato la casona de la ex
Estancia Santa Rosa para la Escuela Superior Latinoamericana de Informática y en
1988 durante la gobernación de Antonio Cafiero se entregaron 407 ha a la Empresa
Papelera Massuh S.A para la forestación industrial, actividad que nunca cumplió .36

A partir de la década de 1980 comenzó a advertirse en esferas oficiales cierta


preocupación sobre el Parque. Para los quinteros, el interés por el Parque encubría la
necesidad de recuperar el dominio de las tierras fiscales entregadas para favorecer
intereses privados, ya sea para emprendimientos inmobiliarios-barrios cerrados o
countrys, loteos residenciales- o para hoteles y complejos deportivos. Aparentemente,
este interés se acrecentaría por la traza de la Autopista La Plata-Buenos Aires que
valorizaría significativamente las tierras del Parque.
Simultáneamente en 1985 el Ministerio de Asuntos Agrarios convocó una Comisión
Multidisciplinaria para asesorarse acerca de la efectiva recuperación del Parque.Esta
Comisión recomendó retrotraer al dominio provincial la totalidad de las hectáreas del
predio. Pese a esto,el gobierno realizó nuevas cesiones. A modo de ejemplo, fueron
entregadas en comodato la casona de la ex Estancia Santa Rosa para la Escuela Superior
Latinoamericana de Informática –que funcionó hasta 1990- mientras que se tramitaba el
otorgamiento de las hectáreas a la Papelera Massuh.Por su parte, la Universidad
Nacional de La Plata solicitó 650 ha en el sector San Juan para la Facultad de
Agronomía.

36
“Parque Pereyra Iraola.Una tierra de nadie”, Diario Clarín. Buenos Aires, 21 de enero del 2001
wwww.clarin.com.ar ;”Quieren declarar al Parque Pereyra Iraola reserva natural” ,Clarín, 1 de agosto de
1998, www.clarin.com ; “El bosque de desmontes y robos”, Quilmes presente,25 de julio del
2010,www.quilmespresente.com , entre otros

96
A su vez, la Legislatura provincial acompaño con sucesivos pedidos de informe este
impulso oficial para la recuperación de hectáreas del Parque. El objetivo expreso era
convertir al Parque en una barrera verde y forestada que separe la zona del Gran La
Plata y el Gran Buenos Aires. Esta intención de recuperación alcanzó-como era de
esperarse a –a los productores residentes en el Parque. Legisladores y funcionarios
comenzaron a hablar de usurpación de tierra y ocupaciones ilegales o de dudoso título.
Aparece por vez primera la figura del “intruso” como referencia permanente. En los
inicios de los 90 el discurso giró hacia la contaminación ambiental provocada por los
productores al cultivar utilizando agrotóxicos y la necesidad de ordenar la cuestión
espacial .

Los actores del conflicto: las familias productoras del Parque Pereyra

Sería importante interrogarnos de que manera los productores habían tomado contacto
con la tierra en el predio del parque y accedido a ella. Entre 1954 y 1960 fueron
parceladas 178 quintas del Parque para desarrollo de la agricultura reteniendo el
gobierno provincial-hasta nuestros días-la titularidad de la tierra. Las primeras familias
que se instalaron lo hicieron aproximadamente en 1950 y provenían de Buenos Aires ,
del interior del país y en su mayoría eran migrantes europeos .A partir de 1970 se
advirtió la llegada de migrantes bolivianos. En la década de 1980 la horticultura ingresó
en una etapa crítica debido a la sobreproducción. Esta coyuntura impactó negativamente
en los establecimientos más atrasados desde el punto de vista tecnológico y con menor
inserción en los mercados. Hasta mediados de los años 90, la crisis del sector se
mantuvo sin demasiadas perspectivas favorables.
Para 1998, en el Parque se registraban 211 familias productoras que se hallaban en
un proceso de descapitalización con escasa producción, ausencia o insuficiente
tecnología y dificultades para comercializar sus productos. Cultivaban
fundamentalmente verdura: radicheta, lechuga, tomate, choclo, zapallito, albahaca y
perejil. Además de caballos, algunos quinteros tenían una pequeña granja y criaban
cerdos o gallinas ponedoras.
Según la Encuesta de Productores Agropecuarios del Parque Pereyra Iraola realizada
por el ministerio de Asuntos Agrarios en el 2006, existían más de mil personas
residentes en el Parque, entre las que había 159 familias productoras o sea una cifra ya

97
menor a la de 1998. La mayoría era de nacionalidad argentina y un 20,6% boliviana .Se
registró también algunos grupos de las etnias quechua y guaraní. El promedio etario de
los productores era de 50 años con unidades familiares de al menos cinco integrantes ;la
antigüedad en la ocupación del 55,8% de los productores superaba los diez años. La
tecnología era escasa: tractores, arados, rastra de discos y de dientes .Un alto porcentaje
de establecimientos (37,4%) carecían de luz eléctrica.
La actividad hortícola se realizaba mayoritariamente mediante producción en secano
lo que agravaba la dependencia con respecto al clima. Se requería la lluvia y si era
estación seca el regadío no estaba al alcance de todos. Pero muchas veces copiosas
lluvias inundaban los campos y ocasionaban la pérdida de las cosechas. Las semillas
eran compradas a crédito y la paga se saldaba con la cosecha que si se perdía o era
exigua, agravaba la situación económica del quintero. Según los datos obtenidos de los
expedientes judiciales de apremio y desalojo, los quinteros relataron que ante la
posibilidad de desalojo, los vendedores de semillas dejaron de realizar la venta a crédito
temerosos que la deuda quedara impaga. La producción se comercializaba directamente
o mediante un consignatario y se destinaba al mercado con puestos en Quilmes,
Berazategui, LaPlata,La Matanza ,verdulerías o venta directa a supermercados.
La mayor debilidad de los quinteros era la tenencia precaria de la tierra .El régimen
de tenencia de la tierra de los quinteros estaba enmarcado en el Decreto N° 9533 de
1980 y su modificatoria de 1983 y estipulaba que la tenencia era precaria y por ende
revocable, que su término era de cinco años y la vivienda era recibida en comodato. El
canon anual correspondía al 10% de la valuación fiscal del lote, que al no existir
registros era estimada por el ministerio de la Producción. En general fue abonado sin
mayores dificultades hasta mediados de la década de 1990 .
En 1992 el ministerio de la Producción modificó los términos de los contratos en
forma unilateral y el canon se duplicó. La mayoría de los quinteros dejó de pagar y el
Ministerio de Producción resolvió – a partir de julio de 1992- cancelar las concesiones y
ordenar el inicio de alrededor de más de 180 expedientes de desalojo, impulsados por la
Fiscalía de Estado de la provincia.
Los argumentos de los quinteros para justificar la falta de pago se centraron en la
imposibilidad de abonar un canon tan elevado. Sus lotes eran pequeños, con un
promedio entre 4 y 6 ha. La mayoría tenía un solo lote y solo en contados casos-
generalmente familiares asociados- se ocupaba más de un lote. En un coro unánime, los

98
quinteros alegaron que en 1992 el Administrador del Parque Eduardo Capelino había
acordado verbalmente un canon razonable. Por otra parte, manifestaban tener serias
dificultades para efectivizar el pago. Inicialmente los quinteros abonaban en el Banco
Provincia pero posteriormente se instaló una Cooperadora en el Parque que recibía los
pagos emitiendo un recibo dudoso, sin datos de cuenta ni destino. El argumento más
esgrimido por los quinteros fue que al ser intervenida la Cooperadora en 1992, no hubo
manera de abonar ya que el gobierno no informó dónde y cómo hacerlo. En todo
momento, los quinteros manifestaron la voluntad de pago. Reconocían al Estado como
propietario de las tierras pero explicaban las dificultades para obtener un rendimiento
adecuado y la crítica situación económica que atravesaban .La ganancia que obtenían-
alegaban-solo alcanzaba para subsistir.37
El primer desalojo se efectivizo en octubre de 1998 con un despliegue escénico de
gran envergadura: 10 patrulleros, carros y personal de infantería con cascos,palos y
lanza-gases, oficiales de la división Halcón de la Policía, ambulancias y camionetas del
ministerio de la Producción para cargar las pertenencias de las familias. Los desalojados
eran productores antiguos, muchos de ellos asentados en el Parque desde 1950. La
explicación oficial de la demostración de fuerza exhibida era “que esperaban resistencia
de los quinteros” .Los quinteros tuvieron el apoyo del Intendente de Berazategui Carlos
Infanzón quien se puso al frente de la resistencia .La manera de efectivizar los desalojos
causó indignación social y significó para el gobierno de Eduardo Duhalde (1991--1999)
un alto costo político, que fue aprovechado por partidos de oposición como el Frente
País Solidario (FREPASO) y la Unión Cívica Radical (UCR) para denostar al
gobernador y acusarlo de falta de “sensibilidad social” al incautar las pertenencias
mobiliarias de los quinteros dejándolos a la intemperie.38

Los productores se organizan y resisten

La necesidad de permanecer en la tierra obligó a las familias a organizarse, recurrir a los


medios de comunicación y hacer oír sus reclamos en la arena política. A partir de esta
instancia se reconfiguraron las relaciones entre los propios quinteros y se aumentó la

37
Datos obtenidos de los Expedientes del Archivo Civil del Poder Judicial de la provincia de Buenos
Aires. Agradezco a la abogada Liliana Cortés la orientación brindada para optimizar la consulta de los
expedientes judiciales.
38
“Primer desalojo en el Parque” ,El Día, 10 de octubre de 1998, p.12, col 2 a 5;” Desalojan a los
quinteros del Parque Pereyra”, Diario Hoy, 10 de octubre de 1998, p.17, col 9-19. .

99
participación en estrategias de diálogo colectivo y de lucha en función de que el reclamo
estatal cuestionaba la titularidad y la permanencia en las tierras. El desalojo sirvió como
aglutinante de la protesta y nervio de la resistencia agravado toda vez que los
funcionarios provinciales hablaban de intrusos .A su vez, la presencia y represión
policial acrecentó los lazos de solidaridad entre los productores y motorizó la acción.

El epicentro del conflicto se desarrolló entre 1998 y 2001 .El objetivo inicial era
traccionar hacia arriba para lograr el regreso de las familias desalojadas y la suspensión
del resto de los desalojos dispuestos. Las formas de resistencia fueron muy diversas en
modalidades e intensidad: desde sentadas y asambleas, hasta volanteadas y carpas
negras de la dignidad en la unión de los caminos Centenario y Belgrano, acompañadas
de acciones de mayor visibilidad y efecto como tractorazos ,marchas, cortes de caminos,
movilizaciones a Casa de Gobierno y la Legislatura provincial, acampes frente a
edificios públicos, ocupación de espacios públicos, participación en sesiones
legislativas, cortes de ruta en el cruce Gutiérrez y bloqueo de caminos internos del
Parque. Para abrir una instancia de negociación con las autoridades provinciales
utilizaron petitorios y solicitudes de audiencias . A partir de 1998 y en relación con la
política de desalojo, fueron creadas diversas organizaciones de productores La primera
organización que se formó fue una Asociación Civil de Productores Familiares del
Parque Pereyra,(1998) conformada inicialmente por 80 productores .Su actividad fue
intensa: organizo cinco marchas a La Plata y gestionó la creación de la Comisión
Bicameral. Ante el asesinato de dos activistas de la Asociación en 1999 , reclamaron
39
enérgicamente a la Justicia. Legisladores y concejales acompañaron las marchas.
Pertenecían a la coalición opositora FREPASO o a la UCR y los concejales eran de los
municipios de Berazategui y La Plata. La asociación les dio mayor visibilidad
conjuntamente con la elección de delegados que se ocuparon a tiempo completo de las
gestiones. Las primeras dirigentes eran mujeres como Delia Serdiuk y Estela Senatori.
Delia fue también la impulsora del Movimiento Por la Tierra, creado en julio de 1999
para la defensa de los quinteros y fruto de la articulación horizontal de los quinteros con
organizaciones con similares problemáticas como MOCASE, Red Puna, Mesa Nacional
de Pequeños Productores.

39
En 1999 fueron asesinadas las quinteras Aurora Bejarano, de nacionalidad boliviana y poco tiempo
después Estella Nelly Cáceres, paraguaya, quien habría brindado datos a la policía para identificar al
asesino de Aurora .La presidenta de la Asociación Civil Delia Serdiuk relacionó estos asesinatos con
intereses inmobiliarios en la zona y la necesidad de acallar la protesta quintera.

100
La primera solución fue política y por lo tanto rápida. Ante la movilización y los
apoyos recibidos por los quinteros, el ministro de Gobierno José María Díaz Bancalari
acordó con la Fiscalía de Estado y el ministerio de la Producción la suspensión de los
desalojos hasta tanto la Universidad Nacional de La Plata realizara un estudio integral y
un censo de productores.

Empero, para 1999 ya se habían efectivizado 40 desalojos y quedaban 80 procesos


judiciales en curso En abril de 1999 una gran marcha de quinteros bajo el lema “Somos
la Argentina sin tierra” destinada a frenar los desalojos fue apoyada por más de mil
productores del Conurbano y diversas organizaciones como la CTA y la Asociación de
Productores Hortícolas de Berazategui entre otros . Al mismo tiempo, la Cámara de
Diputados provincial aprobó en junio de 1999 la ley de suspensión de los desalojos, que
fue sucedida por prórrogas encadenadas que dejaron la situación en un impasse.
Por otra parte, la creación de la Comisión Bicameral del Legislativo provincial (2000)
para tratar la problemática de la tenencia de la tierra de las familias productoras fue
clara resultante del conflicto aunque tardó en conformarse y no produjo mayores
innovaciones. Otra resultante agrotécnica fue el viraje de los productores desde la
producción convencional-uso de agroquímicos como funguicidas, pesticidas- hacia la
producción sin agrotóxicos, como una manera de desvirtuar las críticas vertidas que los
acusaban de contaminantes y manipuladores de productos. Este viraje fue la resultante
de acciones de profesionales de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la
Universidad Nacional de La Plata (UNLP) conjuntamente con el programa Cambio
Rural del ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, la Facultad
de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, la Cátedra de Soberanía Alimentaria
de la UNLP y la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC). Al igual que la
estrategia asociativa ésta será una estrategia de supervivencia de los productores. En el
año 2004 se fundó la asociación Unión de Productores sin agrotóxicos del Parque
Pereyra Iraola

A modo de conclusión
Actualmente el parque Pereyra Iraola está alejado de los fines a los que fue creado.
Tiene reducida la cantidad de hectáreas dedicadas a la recreación que eran parte de la
intención original de expropiación pero también afectada la cantidad y calidad de los

101
usos del suelo. En el 2007 había 159 familias viviendo en el parque, que se hallaban
vinculadas por redes, asociaciones y cooperativas entre si y asesoradas desde lo
tecnológico-productivo.
La situación actual de las familias productoras residentes en el Parque está signada
por un trabajo precarizado, realizado a destajo y sin aportes sociales, con escasa
inversión tecnológica –muchas de las familias utilizan maquinaria manual- y
absolutamente dependiente de condiciones climáticas y las fluctuaciones en la demanda
del mercado. A esto le sumamos que carecen de infraestructura básica (energía
eléctrica, gas natural,cloacas) con viviendas precarias y caminos en mal estado. Muchas
de las familias realizan tareas extra-prediales para aumentar sus ingresos a través del
servicio doméstico, tareas de albañil o medieros o sub-arrendatarios de otras quintas.
Los conflictos desatados por las tierras en el Parque Pereyra Iraola en los que se
involucraron diversas organizaciones locales y nacionales constituyen así el correlato de
una política estatal agraria que desvirtuó los objetivos iniciales trazados al crearse la
reserva natural. En el año 2011 la situación era prácticamente la misma que cuando se
dio la primera prorroga y el temor de los quinteros se expresaba –nuevamente-
mediante la prensa.
Para finalizar creo importante resaltar que el conflicto tiene como protagonistas a
productores del cinturón fruti-hortícola que claramente por su modo de vida y trabajo
constituyen una excepción dentro de la estructura productiva bonaerense. La forma de
explotación agrícola realizada por los quinteros va a contrapelo de lo sucedido en la
región pampeana a partir de los años 90 con la disolución del productor familiar frente
al avance de las mega- empresas. Los quinteros mantienen el trabajo familiar y en algún
modo la sobrevivencia de la identidad agrícola en una zona atravesada por dos cordones
urbanos significativos. En el caso de los quinteros, debieron adaptarse a nuevas
modalidades de trabajo e innovaciones tecnológicas. Peroen ellos pervive parte de la
antigua cultura rural, manteniendo usos y costumbres en predios rurales vinculados
estrechamente a los centros urbanos que los limitan, entre ellos el Conurbano, el espacio
más extenso del país.

Fuentes Primarias

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102
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105
Remembranzas del pasado bienestar. Niños y familias rurales en una colonia del
periurbano. Florencio Varela, 1950-1970

Celeste De Marco y Alejandra Salomón

Introducción

El periurbano se define como un espacio accesible, pero a la vez de borde, con un perfil
a veces difuso entre tareas propiamente rurales de tipo intensivo y con una población
relativamente dispersa, al tiempo que establece estrechos vínculos (productivos,
comerciales, residenciales, de servicios) con la ciudad. Y esta proximidad es,
justamente, una de sus ventajas comparativas. De este modo, la multiplicidad de
funciones, dinámicas y sujetos que transitan por él señalan su complejidad, importancia
e interés. Debido a que su estudio desde una perspectiva reciente no carece de
dificultades, abordarlo históricamente no sólo constituye un desafío, sino también un
valioso aporte para comprender mejor el presente.

Uno de los territorios que compone el periurbano y que circunda a la Capital Federal
y a La Plata es Florencio Varela, partido de la zona sur del Gran Buenos Aires. Allí se
instalaron desde hace décadas productores que conformaron explotaciones primario-
intensivas, en especial orientadas hacia la horticultura y al abastecimiento de los
mercados urbanos. La puesta en funcionamiento de estas explotaciones denota no sólo
la espontaneidad familiar, sino también un interés estatal respecto al aliento de la
producción de alimentos en los circuitos próximos a las ciudades.

Desde este punto de vista, nos focalizamos en el área rural de Florencio Varela. Se
trata de una localidad que, en sus comienzos -a fines del siglo XIX-, se caracterizó por
la cría de ganado vacuno y la producción tambera, para luego dar espacio a la cosecha
de cereales. Posteriormente, desde la década de 1930, la horticultura comenzó a
avanzar, y terminó por consolidarse entre 1950 y 1960 por la instalación de pequeños
productores familiares. Incluso cuando hubo un impulso industrial, éste fue acotado y
continuaron prevaleciendo por un tiempo más las actividades rurales. En este sentido,
un hecho que colaboró de forma crucial en esta transformación fue la instalación de una

106
colonia agrícola en 1952, bautizada como “17 de Octubre” -y luego conocida como “La
Capilla”-, que llegó a convertirse en un emblema para la localidad, carácter que
posteriormente fue desvaneciéndose hacia la década de 1970.

El objetivo del capítulo es dar a conocer las condiciones de vida de las familias que
vivieron en la colonia, indagando sobre vivencias, aspiraciones, logros y fracasos en
torno a realidades cotidianas asociadas al trabajo, la educación, la salud, la vivienda, la
recreación, los lazos afectivos, la vida comunitaria y la conexión con la ciudad a
mediados del siglo XX. La originalidad de la propuesta reside en tomar a los niños
como protagonistas. Con frecuencia se dice que los niños simbolizan el futuro y que son
el presente de la sociedad. Pero, al mismo tiempo, pareciera olvidarse de que también
formaron parte del pasado, porque fueron -y continúan siendo- los grandes marginados
de la narrativa histórica, y mucho más si habitaron en el campo. En tal sentido, nos
interesa recuperar las voces infantiles pasadas a través de testimonios de adultos
mayores, para, a través de estas particulares miradas, reconstruir las condiciones de vida
de las familias en un entorno rural próximo a las ciudades, puntualmente en la colonia
referida. De este modo, la memoria de la infancia será tratada como una fuente,
sabiendo que ésta es limitada -ya que puede presentar errores y omisiones-, pero
también considerándola como un inestimable insumo a ser puesto en valor. Además,
será un modo de restituir la capacidad que detentan los niños de construir y modificar
sus entornos, particularmente aquellos tan desdibujados como los periurbanos.

En esta dirección, y sin olvidar la promoción de políticas de bienestar específicas de


la segunda posguerra, nos preguntamos cuáles eran los factores relevantes para el
bienestar rural y cómo incidía en su vida y sus percepciones la cercanía de la ciudad.
Para responder estos interrogantes, primero contextualizaremos las décadas de 1950 y
1960 tomando como eje de las políticas públicas dirigidas al agro, particularmente en
cuanto a la tierra y al bienestar. A continuación, describiremos la formación de la
colonia “17 de Octubre” / “La Capilla” y, por último, reconstruiremos remembranzas
sobre las condiciones de vida. Cabe aclarar que basamos nuestro trabajo en la
realización de entrevistas semi-estructuradas con preguntas abiertas a hombres y
mujeres de entre 60 y 70 años, radicados actualmente algunos en el campo y otros en la
ciudad de Florencio Varela. La selección de los entrevistados se basó en un criterio que
procuró respetar la representatividad por nacionalidades, orígenes familiares y
trayectorias.

107
Tierras, colonias y bienestar rural durante el peronismo y el desarrollismo

Resulta indiscutido afirmar que la etapa del peronismo clásico (1945-1955) se ha


convertido en un ícono de la “democratización del bienestar”, ante el auge inédito de las
políticas sociales en materia de vivienda, trabajo, salud, educación, asistencia social,
turismo social y deporte. Gracias a las transformaciones en la estructura socioeconómica
(principalmente, la industrialización y la urbanización) y a la intervención del Estado en
pos de la “justicia social”, en las ciudades las vías de acceso al bienestar hicieron que la
prosperidad fluyera –aunque no de modo parejo- a gran parte de la sociedad.

El temor a una ola de desempleo que podía producirse en la posguerra, combinado


con la amenaza de una penetración comunista que la conflictividad facilitaría por la
carestía, el hacinamiento y la insalubridad, derivó en una inquietud prioritaria por las
insuficiencias que ocurrían en las ciudades. De todos modos, se reconocía que el
bienestar debía alcanzar también a los pobladores rurales. En sus pronunciamientos y
planes, el propio Perón instaba por un estándar de vida que le permitiera a este sector
social vivir de modo digno, y que ello fuera un estímulo para producir más y poblar el
campo. En este sentido, su gobierno apuntó a aumentar y diversificar la producción
agropecuaria y a garantizar una mayor estabilidad a la población rural, más proclive a la
emigración hacia los centros urbanos. El “campo” estaba llamado a desempeñar un rol
específico en el proyecto de la “Nueva Argentina”, proveyendo alimentos baratos para
el consumo de los sectores urbanos y generando las divisas para el proyecto industrial.

En el discurso estatal, el problema de la “justicia social” en el mundo rural se traducía


en tierra y trabajo, por lo que las políticas públicas se dirigieron principalmente en esa
doble dirección. Por un lado, las regulaciones laborales fijaron condiciones humanitarias
de trabajo (por ejemplo, a través del Estatuto del Peón) yprevieron además la creación
de tribunales laborales. Por otro, con el foco puesto en la distribución de la propiedad
rural, la intervención estatal se materializó en leyes de arrendamiento, expropiación,
colonización y crédito. Slogans como “la tierra para quien la trabaja” y “la tierra no
debe ser un bien de renta sino de producción” adquirieron particular impulso en una
prédica que presentaba al latifundio como emblema del poder de la oligarquía
terrateniente. En oposición a aquel, la tierra en manos de los “auténticos productores”
era asociada a la prosperidad del país y la radicación estable de las familias. Aunque la

108
radicalidad discursiva inicial dio paso a una política más moderada, difundió
expectativas y temores.

En materia de política de tierras y siguiendo los lineamientos del gobierno nacional, el


gobierno bonaerense promovió la democratización de la propiedad rural, aunque su
discurso adquirió un matiz más radical que la práctica. Un indicio de la inquietud del
gobernador Domingo Mercante (1946-1952) por esta problemática lo constituye la ley
de Colonización Nº 5.286 (1948), en virtud de la cual al Instituto Autárquico de
Colonización le fueron conferidas amplias funciones, que evidenciaban un mayor
compromiso con la causa agraria al contemplar aspectos sociales antes desatendidos. El
Instituto no sólo se abocaría a la elaboración de planes de expropiación, colonización,
arrendamiento y administración y venta de las tierras, sino también brindaría asistencia
técnica, económica y social a los colonos, fomentaría el cooperativismo y se ocuparía de
la modernización de los medios de producción y la capacitación agropecuaria. A pesar
de que durante su gobierno se debatieron en la Legislatura aproximadamente 60
proyectos de expropiación y colonización, muy pocos se convirtieron en ley. Luego,
durante la gobernación de Carlos Aloé (1952-1955), la política de colonización fue
mucho más cauta y se sustentó, fundamentalmente, en la adquisición y adjudicación de
tierras fiscales en áreas marginales.

Este escenario se vio progresivamente transformado en los años subsiguientes. En


1955, tras el derrocamiento del presidente Juan D. Perón, comenzó una etapa de
vaivenes institucionales, fluctuaciones económicas y una creciente agitación política.
Bajo la influencia del desarrollismo,los sucesivos gobiernos, civiles y militares, aunque
con matices y énfasis diversos, vertebraron sus proyectos ya no con la idea de “justicia
social”, sino de“desarrollo económico”, entendido éste como una condición necesaria y
suficiente para combatir la pobreza. A su vez, la concepción imperante sobre ésta se
acercaba más a la caridad o la beneficencia que a un plan integral, aunque las políticas
sociales no fueron abrupta y completamente desarticuladas. Incluso, respecto al ámbito
rural, por estos años se incursionó en el campo de lo social con una serie de medidas
favorables a los trabajadores, tales como el aumento de la retribución básica y la
ampliación de la cobertura previsional. Otras iniciativas implementadas asociadas a
vialidad, electrificación, agua potable y saneamiento rural, junto a otros tantos proyectos
que no llegaron a buen puerto (por ejemplo, el Instituto de la Vivienda Rural de Interés
Social), exhiben el interés por beneficiar a los productores rurales. Cabe destacar que si

109
bien el Estado planificador se arrogaba un papel clave para el desarrollo de las acciones
tendientes al bienestar, consideraba necesaria la participación coordinada de los
distintos organismos y niveles gubernamentales (provincias, municipios, Instituto
Nacional de Tecnología Agropecuaria, etc.), así como organizaciones de la sociedad
civil. En suma, la vulneración de derechos civiles y políticos a partir de 1955 no implicó
necesariamente un retroceso vertiginoso de los derechos sociales adquiridos. De todos
modos, el incremento de la brecha social y el nuevo panorama económico (signado por
la inflación, la mayor concentración y el viraje en el modelo económico) ameritaban una
intervención más enérgica de parte del Estado.

La “Revolución Libertadora” procuró instalar una política económica orientada a la


exportación e inspirada en los postulados de eficiencia, productividad y planificación.En
este sentido, la fuerte devaluación resultó el cambio más drástico, seguida de la
liberación del comercio externo, beneficios impositivos, créditos y la derogación del
congelamiento de los arrendamientos. Otra de las medidas relevantes del período fue la
creación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), institución
destinada a la tecnificación y al mejoramiento de la empresa agraria y de la vida rural,
en tiempos en que la cuestión tecnológica comenzó a ser problematizada como la llave
maestra para salir del estancamiento. Asimismo,se intentó ejecutar un “Plan de
Transformación Agraria” con el objetivo de erradicar la figura del arrendamiento y la
aparecería, pero resultó un fracaso. Si bien fue evidente la recomposición de incentivos
al agro -en especial a los grandes productores-,instituciones colonizadoras como el
propio Banco de la Nación Argentina vieron cercenadas sus funciones, dejando la tarea
-y las colonias ya en funcionamiento- en un intrigante suspenso.

El gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962), aunque colocó el énfasis discursivo en


la tecnificación del campo y la capacitación del hombre rural, recuperó la colonización
como propuesta, asestando golpes simbólicos a la estructura propietaria al sugerir
expropiaciones, modificaciones en el sistema de herencia y la parcelación de
latifundios. Pero luego, en la práctica, el ensayo de un “Segundo Plan de
Transformación Agraria” dio por tierra, al tiempo que el interés se centró,
fundamentalmente, en un aumento de la producción agraria. La colonización,
nuevamente, había sido usada como un bastión discursivo y había perdido fuerzas en un
clima de inestabilidad política. No obstante, la gobernación de Oscar Alende(1958-
1962) en la provincia de Buenos Aires imprimió un ritmo peculiar a la compra de tierras

110
con fines colonizadores, gestándose durante su gestión nuevos emprendimientos, a la
vez que los ya existentes percibían el apoyo del Ministerio de Asuntos Agrarios.

A diferencia de su antecesor, el presidente Arturo Illia (1964-1966) apostó por una


política económica que priorizaba un desarrollo más global. En este cuadro, el agro
pampeano debía nutrir el mercado interno y generar divisas para consolidar al sector
industrial, constituyéndose central para el “Plan Nacional de Desarrollo”. Con un interés
más cercano a la pacificación de los reclamos que a una profunda transformación del
sistema, se propusieron cambios en la legislación que regulaba los arrendamientos, al
tiempo que la atención se posó en la mecanización. Si bien se amplió la compra de
campos y se le dio una relativa continuidad a la colonización, la política redistributiva
de tierras fue perdiendo apoyos, financiamientos e impulsos.

Como hemos mencionado, con avances y retrocesos que giraban al compás de los
dramáticos virajes en la escena política argentina, la voluntad de poner en práctica
políticas de colonización se cristalizó en varias iniciativas tendientes al arraigo de
familias rurales al campo y al aumento de producción rural. Dentro de este abanico,
algunas colonias fueron fundadas en áreas rurales periurbanas, es decir, próximas a las
ciudades. Como propuesta presentaba varios aspectos positivos: la cercanía de las
colonias periurbanas garantizaría una baja en los precios de alimentos de primera
necesidad, a la vez que facilitaría la instalación de familias, rurales y urbanas,
convocadas para convertirse en productoras. En el imaginario de la época, además, se
pensaba que algunas mujeres se sentirían más a gusto en este tipo de colonias, porque la
cercanía con la ciudad facilitaría el contacto con familiares y amistades. De este modo,
las madres gozarían de un soporte emocional indispensable para vivir en el campo sin
resignar otros aspectos y, finalmente, así podrían apoyar a sus esposos e hijos en la
producción rural. Asimismo, los niños completaban el esquema familiar, al ser vistos
como colaboradores y recambio generacional que reproducirían la vida rural tan
idealizada. De hecho, tanto en las convocatorias nacionales como provinciales, en las
planillas de evaluación de candidatos los hijos comportaban puntajes diversos en una
rígida escala preestablecida donde los varones mayores de 18 años “valían” más que las
niñas menores de 12 años, lo que permite visualizar qué tipo de familia era considerada
como modelo .

111
A la luz de los sucesos, esta vertiente de la política colonizadora obtuvo éxitos
parciales: al fin de cuentas, en las décadas de 1950 y 1960 se formaron un puñado de no
más de diez colonias en el periurbano. Las razones para entender este desequilibrio
entre propuestas y ejecuciones son varias. Los organismos colonizadores fueron
transformándose a la par de las políticas nacionales y provinciales, a veces cambiantes,
y eso influyó en la falta de presupuestos e inversiones, pero también de continuidad.
Además, la colonización como propuesta fue dejándose de lado, al igual que la
intención de retener a las familias en el campo o, incluso más, de revertir la
concentración citadina enviando familias urbanas a vivir a colonias. En este sentido, tras
un período de consolidación de las producciones (horticultura, floricultura y, en menor
medida, tambo), en general, este tipo de colonias comenzaron a marchitarse a la par de
la discontinuidad de las políticas y la consecuente falta de acompañamiento estatal en
sus diversas fases. Finalmente, muchas familias optaron por arrendar sus campos o
venderlos, fijando su residencia permanente en las ciudades cabecera de los partidos.
Este proceso, activo ya desde mediados de la década de 1970, dio lugar a profundas
transformaciones en el periurbano bonaerense, al abrir un nuevo período caracterizado
por la labor rural de inmigrantes limítrofes, principalmente de Bolivia y Paraguay.
Como es sabido, estos últimos rasgos identifican el paisaje actual de estos escenarios,
pero la historia previa resulta interesante y además clarifica el cariz de los cambios. En
ese sentido, nos interesa señalar un caso en particular: el de la colonia “17 de Octubre” -
posteriormente denominada oficialmente y conocida popularmente como “La Capilla”-,
en Florencio Varela.

La vida en los comienzos de la colonia agrícola “17 de octubre / La Capilla”

En 1952 el Instituto Autárquico de Colonización compró 1.587 hectáreas que habían


pertenecido a la estancia “Santo Domingo”, propiedad de los descendientes de John
Davidson, una familia escocesa que se había afincado en Buenos Aires hacia mediados
del siglo XIX. En este espacio, que durante las décadas anteriores había estado dedicado
a la cría de ovejas y a la producción de cereales, se erigió la colonia “17 de Octubre”,
así bautizada en honor a la fecha fundante del movimiento. Desde sus inicios contó con
un administrador, una figura indispensable y de referencia, tanto para trámites como
para cuestiones prácticas.

112
En cuanto a la organización, la colonia se dividió en tres fracciones o sectores que
contenían lotes cuyas dimensiones variaban entre las 4 y las 10 hectáreas. El propósito
de este diseño, junto con la ubicación, era evidente: fomentar producciones intensivas,
especialmente de verduras, y de modo secundario, también el tambo. Cabe destacar que,
más allá de los propósitos con que fue planificada, la colonia se posicionó como un
importante espacio de floricultura, esencialmente a cargo de japoneses, pero también de
portugueses. Su ubicación era estratégica, ya que se encontraba a 15 kilómetros de la
ciudad cabecera del partido, a 30 de la Capital Federal y a 45 de la ciudad de La Plata,
ámbitos fundamentales para la colocación de las producciones. De hecho, durante los
primeros años de funcionamiento de la colonia, los productores participaron en los
mercados de Abasto, Spinetto y Morón y, en menor medida, en el de La Plata.

En la legislación sobre la colonización agrícola nacional y provincial se especificaba


el interés por el asiento de trabajadores rurales inmigrantes. La colonia de Florencio
Varela se reveló como un ejemplo que concretó dicho anhelo, ya que uno de los
aspectos sustanciales de su composición social fue la gran diversidad étnica. Dicho de
otro modo, la variedad de orígenes, de trayectorias, de nacionalidades representadas,
influyeron en su desarrollo. De esta suerte, familias japonesas, italianas, portuguesas,
alemanas, holandesas, ucranianas, rusas, entre otras, conformaban el paisaje social de
los campos. Algunas de ellas se postularon como candidatas por medio de acuerdos
bilaterales -como fue el caso de algunos italianos-, pero otras por la difusión que tuvo la
noticia a través de familiares, amigos y vecinos. Estos aspectos permiten imaginar cómo
era la vida en la colonia, la diversidad de lenguajes y de experiencias, de modos de
trabajar la tierra y de sociabilizar, características que profundizaremos a continuación.

El hecho de que la mayoría de las familias llegaran simultáneamente entre 1952 y-


1954 contribuyó a que se afianzaran vínculos independientemente de los orígenes y que
se desarrollaran estrategias de ayuda mutua y colaboración. De hecho, la vida social era
más intensa de lo que podría suponerse. Por un lado, en condiciones iniciales de
dificultad, donde el progreso era un ideal compartido, fue significativo el desarrollo de
ámbitos de reunión colectiva para la resolución común de diversas necesidades. Por
otro, los encuentros cara a cara de las personas constituían ricas oportunidades para
impulsar la solidaridad. Esta última es un aspecto a recalcar, que se traducía en
transportar en camión o sulky a aquellos que no disponían de movilidad, en colaborar
con la construcción de la casa o prestarse herramientas. Además, no deben olvidarse las

113
reuniones familiares, étnicas y vecinales, que solían ser numerosas y por múltiples
motivos (casamientos, cumpleaños, Navidad, etc.) Con tales propósitos se creó la
cooperativa “Eva Perón” -luego de 1955, “La Capilla”- que tenía también su veta social
a través del Ateneo, donde se celebraran festivales, comidas, bailes y kermeses.

Además, y en similitud a lo acontecido en otros espacios rurales y urbanos donde se


radicó la comunidad japonesa, sus miembros formaron una asociación propia que les
proporcionaba sostén económico, a cambio de la sucesiva asunción de
responsabilidades directivas por parte de los varones (padres e hijos primogénitos) y
una dinámica participación de toda la familia en las actividades propuestas: la escuela
de idioma japonés para los niños, las actividades de competencia deportiva para los
jóvenes, las reuniones de damas y los eventos de homenaje para los ancianos, entre
otras. Es interesante mencionar que, a pesar de poseer su propio espacio, los japoneses
intervenían también en el accionar de la cooperativa, que reunía a los varones de la
colonia.De esta manera, los primeros años de vida de la colonia se caracterizaron por
una intensa actividad basada en el esfuerzo de los habitantes por configurar espacios
propios de ayuda mutua. Esto evidencia el importante rol que cumplieron las familias en
el éxito inicial de “17 de Octubre / La Capilla”, a través de la participación de sus
miembros. En suma, los lazos afectivos, la vida comunitaria y la identificación con el
lugar, junto a los aspectos productivos, fueron determinantes para la prosperidad de
aquellos años.

De este modo, la colonia albergaba en su interior muchas distancias sociales y étnicas,


pero también es seguro que, a diferencia de las grandes urbes, la distancia sociocultural
entre unos y otros no fuera tan grande. A pesar de que debían lidiar en muchos casos
con la alteridad generada por nacionalidades ajenas, lograron construir muchos puntos
de encuentro, como, por ejemplo, la escuela, las actividades deportivas, la cooperativa o
el almacén. En este sentido, era una sociedad con un nivel de integración nada
desdeñable y en la que la importancia del nombre propio superaba con creces al
anonimato urbano y las heterogeneidades culturales. En este punto es importante aclarar
que el trazado de la colonia, similar a otras contemporáneas, no beneficiaba el contacto
entre los vecinos. Si bien se preveía la instalación de un “centro cívico”, lo cierto es que
tal cosa nunca existió y que la cooperativa con su almacén, ambos cercanos a la casa del
administrador, funcionaban como un espacio de referencia. Tal diagramación, sin dudas,
impuso limitaciones, sobre todo al comienzo, cuando muchas familias aun no contaban

114
con recursos suficientes para comprar sus propios vehículos. Pero también constituyó
un desafío que posiblemente contribuyó a activar propuestas para zanjar la dificultad y
fortalecer prácticas y espacios de sociabilidad.

Por último, la escuela primaria completaba el panorama. Además de ser un espacio de


escolarización, era punto esencial de encuentro y comunión entre niños de orígenes muy
diversos, habiendo pasado la mayoría de ellos por recorridos transoceánicos. Allí
coincidieron también los adultos convocados por las actividades escolares de sus hijos,
hermanos pequeños y nietos. Si bien la negativa a la escolarización infantil no resultó
ser la actitud más frecuente, es innegable que la asistencia a la escuela convivió con el
trabajo infantil. De hecho, el aporte de los niños no era meramente estacional o una
colaboración secundaria, sino, por el contrario, era parte integral del proceso
productivo. Por eso, en varios sentidos, la niñez rural en la colonia se presenta como un
personaje tan invisibilizado como interesante para ser analizado.

Los niños en las colonias: percepciones presentes del bienestar pasado

Los inconvenientes para encontrar fuentes documentales a través de las cuales recuperar
la experiencia subjetiva de los niños de la colonia hacen que la tarea se presente, a
veces, quimérica. Para paliar tal vacío, resultan ricos los testimonios orales de los
adultos, quienes, al rememorar su propia niñez, reconstruyen las condiciones de vida en
los comienzos de la colonia. Sus vivencias, aspiraciones, percepciones, logros y
fracasos en torno a l trabajo, la educación, la vivienda, la salud, la recreación, los lazos
afectivos, la vida comunitaria y la conexión con la ciudad a mediados del siglo XX
despiertan varias preguntas. ¿Cuáles eran los factores relevantes para el bienestar en el
campo y cuál era su importancia relativa? ¿De qué manera incidía la proximidad a la
ciudad en la forma en que los colonos dotaban de sentido y definían su experiencia
cotidiana? Presentaremos a continuación las conclusiones a las que hemos arribado
luego de recurrir a la historia oral como método y a la memoria como fuente.

Lo primero que llama la atención es que quienes organizaron y poblaron la colonia,


aunque no reunían un pasado en común, compartían una serie de nociones acerca de lo
que esperaban alcanzar con el paso del tiempo. La valoración del trabajo sacrificado y
mancomunado muestra con claridad una de las premisas en las que debía sustentarse el

115
progreso. Aunque había pequeños tambos y progresivamente prosperó la producción de
flores, ciertamente, la actividad hortícola fue desde el principio el punto neurálgico de
una sociedad que se organizó dentro de la colonia. La intensa disciplina laboral que
exigía el mantenimiento de los lotes requería el trabajo familiar, de allí que la labor de
los niños, junto a la de las mujeres, era habitual y valorada. En este punto se revelan
intensas diferencias. Mientras que algunos rememoran su contribución con crudeza,
como una imposición que les dejó secuelas físicas que padecen en el presente, otros
idealizan aquellos años y afirman que, lejos de considerarlo una pesada carga, los niños,
de acuerdo a las edades y capacidades físicas, colaboraban en la cosecha, el riego, la
alimentación de los animales, la clasificación y el encajonamiento de la verdura, entre
otras tareas. Esto devela que el modo de recordar la propia niñez en el campo puede ser
sensiblemente diferente, pero también que existen puntos en común en el relato, como
veremos de aquí en adelante.

Como la vida en la colonia estaba pautada por los tiempos de la horticultura, en


especial durante la cosecha, los horarios de trabajo imponían la rutina a todos los
miembros de la familia. Los niños, por ejemplo, solían hacer sus deberes a la noche
utilizando un farol y festejar su cumpleaños –cuando ocurría- en alguna fecha que no
interrumpiera las labores cotidianas. Por otro lado, la centralidad de la vida productiva
modelaba las ambiciones de los padres –que transmitían a sus hijos-, las cuales
discurrían prioritariamente por la compra de un tractor o un camión, antes que por el
acceso a bienes de consumo.

Junto al trabajo, otro de los pilares en el que se sustentaba la vida de los niños era la
escuela. Esta comenzó a funcionar a los pocos meses de instalada la colonia, como
resultado de la afluencia de familias con niños en edad escolar. En un principio se ubicó
en un edificio notablemente deteriorado, que databa de finales del siglo XIX, donde
había estado localizada la escuela cuando aquellas tierras eran aún una estancia. La
maestra que tomó el cargo también como directora era también hija de colonos y
provenía de la provincia de Entre Ríos. Durante aquellos primeros tiempos la población
escolar se organizó en un solo curso que convivía en un único salón, donde el pizarrón
era dividido en dos, y en cada fracción eran vertidos los contenidos de acuerdo con el
nivel de los escolares. Resulta evidente que aquel espacio era una pequeña muestra del
paisaje social de la colonia, pues los niños eran portadores de historias familias, idiomas
y costumbres muy diferentes. Cuando la colonia se asentó productivamente y también

116
en lo social, la escuela experimentó un traslado. En efecto, en 1956 le fue asignado un
nuevo edificio, con las características de la edificación escolar de la época. En esta
oportunidad, la localización ya no era en los márgenes del trazado de la colonia, sino en
el centro mismo de ésta.

Prevalecen en el recuerdo el aprecio a las maestras y la concepción de que la


educación constituía un canal de movilidad social, aunque ésta no pudiera ser extendida
más allá de la educación básica por la temprana edad de ingreso al mundo laboral o las
adversidades familiares. La idealización de la etapa escolar contrasta con algunas
complicaciones asociadas al transporte, las instalaciones y la diversidad cultural. Había
quienes debían caminar cuatro o cinco kilómetros para llegar a la escuela, en tanto otros
asistían en sulki o a caballo, pero en todos los casos eran directamente afectados por las
contingencias climáticas. Además, el establecimiento era muy modesto y a los alumnos
no se les otorgaba ni desayuno ni almuerzo.

Las descripciones que de las condiciones materiales han hecho los entrevistados
pintan un panorama -aunque diverso-, no precisamente teñido de confort. En un
comienzo, la mayor parte de las viviendas eran pequeñas e improvisadas, otras, aunque
más grandes y cómodas, eran también humildes y modestas. Si bien con el paso del
tiempo se generalizó la construcción de material y las condiciones higiénicas de las
casas habrían sido un denominador común, se carecía de servicios que existían en la
ciudad. Como muestra de ello, cabe señalar que no existió provisión de electricidad
hasta mediados de los años sesenta, lo cual pautó en un principio los más elementales
detalles de la vida doméstica y la vida productiva. Por ejemplo, no se poseía heladera, ni
cocina a gas, ni televisión, y todas las tareas de la quinta se realizaban de manera
manual.

Cuando se enfermaban, lo cual según los entrevistados era infrecuente, los niños eran
llevados primero a la “salita” que funcionaba en la Administración de la colonia y sólo
después, si la gravedad del caso lo ameritaba, eran trasladados al hospital de Florencio
Varela. Otra usanza consistía en llamar a un médico para que acudiera al domicilio. De
todos modos, vale la pena destacar que la confianza en la efectividad de las prácticas de
la medicina popular y los remedios caseros mermaba el poder de la medicina científica.

En medio de una relativa pobreza en cuanto a recursos materiales, llama la atención el


optimismo con el que se encaraba el trabajo, así como la valoración del esparcimiento y

117
la diversión infantil. El remontado de barriletes, las carreras de caballo, el aro, el fútbol,
la caza de cuises, la pesca, la inventiva de juegos con verduras y la confección de autitos
y demás juguetes caseros constituían las prácticas más comunes en el tiempo libre de
los niños. La asistencia espectáculos, tales como el circo o el cine -situados en la
ciudad-, era más esporádica y asociada por lo general a fechas específicas, como Año
Nuevo. El intercambio de revistas actuaba como un pasatiempo común, al igual que la
radio, un medio de comunicación empleado en múltiples ocasiones (en el descanso al
atardecer, durante el laboreo o en los días de lluvia), . Si bien en algunos hogares la
lectura del periódico era una costumbre cotidiana, es de suponer que en la mayoría la
circulación de noticias se realizaba de modo interpersonal o mediante la radio.

La conexión de la colonia con la ciudad de Florencio Varela habría beneficiado la


radicación rural. La distancia entre una y otra se calcula en 15 kilómetros
aproximadamente, y el recorrido se realizaba a pie o en el sulky o camión de algún
vecino solidario. La inexistencia de colectivos y la precariedad de los caminos (de tierra
y con pozos) hacían que en algunos casos las visitas fueran esporádicas (un par de veces
al año). Para quienes disponían de un medio de transporte propio eran más asiduas
(semanales o quincenales). Allí se asistía principalmente para vender la verdura,
vacunar a los niños o realizar alguna compra (ropa, zapatos, útiles escolares, insumos).
Para los más pequeños, buena parte de su atractivo radicaba en que sólo allí se podía
tomar helado o acudir al cine o al circo. También es cierto que la frecuencia de visitas a
la ciudad dependía en gran parte de la dinámica de trabajo que imponía, esencialmente,
el padre de familia o el hermano mayor, quienes solían ser reconocidos como referentes
en el hogar. Pero, al menos desde el recuerdo, en general no constituía un espacio donde
quisieran vivir, ya que preferían la libertad y el entretenimiento que otorgaba el campo.

Reflexiones finales

Durante las décadas de 1950 y 1960, la colonia se posicionó como uno de los
principales centros hortícolas del sur bonaerense, un éxito que dependió, no sólo de la
planificación y localización, sino también por la iniciativa y el esfuerzo de los colonos,
dando por resultado una enorme producción. Este emprendimiento colonizador se
insertó en un proceso de transformación del perfil productivo del partido, que
contribuyó a afianzar.

118
En este contexto, y teniendo en cuenta que en el imaginario de la época prevalecía la
preocupación por el éxodo rural y que, además, se pensaba que la vida rural, aunque
sana y moralizante, era también rústica y precaria en oposición a la más confortable y
atractiva vida urbana, las entrevistas demuestran que dicha precariedad no siempre es
asumida como tal por los habitantes.

En las memorias sobre las propias experiencias infantiles, los testimonios revelan
una relativa uniformidad en cuanto a las condiciones de vida iniciales de las familias,
marcadas por ciertas carencias materiales que progresivamente fueron paliadas, y que
intersectan con un discurso que remite al esfuerzo, a la unidad familiar y a la valoración
por la vida rural elegida. Sin embargo, la valoración presente no es uniforme ni
únicamente positiva, lo que desvela el modo en que las personas fueron experimentando
sus propios recorridos personales posteriores y cómo los vinculan con su vida infantil,
surcada casi siempre por la colaboración entre las producciones familiares. Lo que sí se
afianza en los testimonios es el alto grado de amalgama social en los primeros tiempos,
la importancia de los espacios de sociabilidad (cooperativa, escuela) y el recurrente
trabajo familiar como estrategia.

Resulta claro que la simplificada descripción que esbozamos no pretende abarcar el


conjunto de las variadas manifestaciones de la vida de los niños en la colonia, sino
destacar algunos rasgos de su estilo de vida que hacían que ciertas carencias fueran
“toleradas” como normales y que las expectativas se ajustaran a las posibilidades que
vislumbraban antes que a logros irrealizables.

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transformación. Introducción al estado del debate, con referencias al caso de Buenos
Aires”, Scripta Nova [en línea], Vol. IX, agosto, N° 194 (36).

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121
La prensa en los partidos de Florencio Varela y Berazategui
Bianca Schuh y Maite Fernández

Tanto Varela como Berazategui forman parte del Conurbano Bonaerense que contiene
24 partidos y concentra el 60% de la población de la provincia de Buenos Aires. Se
encuentran en el segundo anillo o corona, que posee lugares urbanizados y rurales, con
una presencia industrial más bien dispersa. La población pertenece a los sectores de
clase media-baja y baja. Según el Censo de 2010, Florencio Varela tiene 426.005
habitantes y Berazategui 320.224.

Ubicados en la región más urbanizada de la provincia, están comprendidos en el


mayor cinturón frutihortícola del país, llamado “cinturón verde” de Buenos Aires y La
Plata (abarca 50 km). También existe una producción florícola, tanto a campo abierto
como bajo cubierta para consumo de Capital Federal y Conurbano.

En cuanto a las características de cada partido, Florencio Varela, ocupa una


superficie de 206 km2, con un espacio que es 65% rural (ocupado por quintas y
huertas) y un 35% urbano. Su actividad predominante es la frutihorticultura y la
ganadería. En la actualidad, posee alrededor de 43 villas y asentamientos y un 26,7% de
población con Necesidades Básicas Insatisfechas, el índice más elevado del Conurbano
bonaerense.

El partido de Berazategui fue creado en 1960 como escisión del partido de Quilmes.
Presenta un alto índice de población con Necesidades Básicas Insatisfechas (22%). En
algunas zonas del partido, la vinculación con la tierra se da por el arrendamiento o la
ocupación precaria. Posee espacios verdes como el Parque Pereyra Iraola, reserva de
biosfera y forestal, sumado a otras áreas dedicadas la producción.

122
Las dos jurisdicciones tienen urbanizaciones importantes y un espacio periurbano,
zona de transición entre ciudad y campo, que se encuentra sin urbanizar pero tiene una
interrelación dinámica y permanente. Por lo cual, es relevante que en estos partidos en
los que la articulación rural y urbano es un componente importante, el rol de la prensa
sirva para divulgar la realidad compleja y diversa: su producción, los sujetos sociales,
organizaciones, instituciones de educación (de gran importancia las rurales), políticas
públicas, entre otros tópicos sobre su actualidad.

Las noticias y su impacto en la sociedad es un tema de relevancia en la actualidad y


lo ha sido también a lo largo de la historia. Diversas investigaciones demuestran el rol
preponderante que tiene y ha tenido la circulación de información entre los individuos y
al gran consumo de medios que se produce. (Shunke; 2006)

Actualmente, la prensa vive un momento de transformación en donde confluyen: la


prensa escrita tradicional y la prensa digital, el advenimiento de las nuevas tecnologías
planteo un gran interrogante sobre el futuro del periodismo y principalmente de los
periódicos. Las nuevas pantallas, tales como las redes sociales, introducen a la
circulación de la información mayor velocidad e instantaneidad. Esta transformación
denominada: convergencia no es meramente tecnológica sino que responde a las nuevas
necesidades y expectativas de la sociedad (Becerra; 2015). Sin embargo, es importante
destacar como mencionábamos anteriormente que la prensa digital y la impresa
conviven, aunque se nota un descenso en cantidad de lectores en la segunda y un
incremento per cápita en la primera. En nuestro país la venta de diarios per capita, según
el Instituto Verificador de Circulaciones (ICV), a pesar de que ha disminuido sigue
siendo una de las más altas de Latinoamérica.

El primer diario impreso de los partidos investigados -que aún se edita- fue La
Palabra, fundado en 1925, luego lo siguió El Sol en 1927. En la actualidad el diario más
leído por los habitantes de dichos partidos es El Sol ya que este es el único distribuido
diariamente, Infosur lo sigue en orden de lectores aunque este último es un semanario.

En los municipios de Florencio Varela y Berazategui se pudo observar como todos


los diarios impresos han ido actualizándose y hoy día tienen su versión digital. En el
caso de Varela al día, El Radar del sur, El Varelense y Periódico El Progreso, solo

123
tiene versión online, publican sus notas en sus respectivas páginas web. A su vez,
ciertos periódicos utilizan redes sociales, como Facebook, Twitter o Instagram, para
difundir sus notas: El Radar del Sur, Infosur, Periódico Decisión, Mi ciudad en línea y
El Sol.

Es importante destacar, que estamos hablando de periódicos – o páginas web- de


regiones a las cuales no se les da relevancia en la prensa nacional. De esta manera la
prensa presenta una cercanía hacia los habitantes de los municipios distintos a la de los
diarios de tirada nacional. A pesar de que existe una centralización geográfica, a nivel
nacional, en el área metropolitana de la cual los partidos de Florencio Varela
Berazategui forman parte, las noticias divulgadas por los grandes medios ignoran en
gran medida lo sucedido en el conurbano bonaerense a menos que sean acontecimientos
noticiosos que, por lo general, se relacionan a lo policial. En los periódicos y portales
mencionados observamos, al igual que en los medios nacionales, noticias policiales
(sucedidas en el distrito), o de infraestructuras, informaciones que afectan de manera
directa a los residentes de las ciudades

A continuación mencionaremos lo que podemos considerar como los diarios de


mayor difusión en los partidos de Florencio Varela y Berazategui incorporando para
conocimiento del lector sus respectivas páginas web.

 El diario El Sol fue fundado por José Antonio Blanco el 1 de Noviembre del año
1927. Actualmente, el presidente es Rodrigo L.M. Ghisani y es propiedad del
SOL S.A. Está ubicado en la localidad de Quilmes, con dirección en la Avenida
Hipólito Yrigoyen 122. Allí se encuentra la sede principal del diario, donde está
la redacción y un archivo histórico abierto al público. Posee una edición digital,
en la página web: http://www.elsolnoticias.com.ar/ y otra impresa, que tiene una
tirada de once mil ejemplares por día. No sólo tiene información del Municipio
de Quilmes, sino también de Berazategui, Florencio Varela y Lomas de Zamora.
Los medios de contacto son: vía telefónica (4257-6325) o sus redes sociales:
Facebook (Diario El Sol) o Twitter (@elsolquilmes).

 El diario La Palabra tiene ya 92 años, su director actual es Miguel Jose Gaita.


Posee una edición impresa y también una versión digital aunque esta última está

124
desactualizada desde noviembre de 2016.Trata noticias de diversas problemáticas
sociales y hace principal hincapié sobre los hechos policiales producidos dentro
del municipio de Berazategui. Es un semanario, se edita los viernes, alrededor de
500 ejemplares el diario está a la venta en kioscos de la zona de Berazategui y
sale veinte pesos. A su vez, es distribuido gratuitamente por la Municipalidad,
Consejos Escolares y se envía por correo a instituciones de zona aledañas, tal
como la Biblioteca de Bernal y la Universidad de La Plata. Su redacción se
encuentra en Av. 14 N° 5156, Berazategui. Su email es
edlapalabra@speedy.com.ar y su teléfono: 011 4256-1739.

 El diario Mi ciudad en Línea fue fundado por Ramón César Suarez el 22 de


Agosto de 1953. Su director es, hoy en día, el Dr. Alejandro César Suarez. Posee
una versión digital en la página web: http://www.miciudadenlinea.com.ar/ que
recibe más de mil visitas por día. La versión impresa, sale una vez por mes,
alrededor de siete mil ejemplares, además tiene una revista anual que se publica a
fin de año. La redacción se encuentra en la Avenida San Martín 733 en la
localidad de Florencio Varela, los horarios de atención son de Martes y Jueves de
10 a 12:30. Para comunicarse con el diario, se debe llamar al 011-4255-2595 o
vía e-mail: diariomiciudadvarela@yahoo.com.ar. Sus redes sociales son:
@alecesarsuarez (Twitter), Diario Mi Ciudad (Facebook) y Mi Ciudad en Línea
(Youtube).

 El diario Varela al Día se creó el 24 de abril del año 2000. Tiene versión digital
que se encuentra en la página web: http://varelaaldia.com.ar/, sitio que recibe
doce mil visitas por día, no solo de Argentina sino también de países europeos.
La versión impresa genera entre 1500 y 2500 ejemplares por día. En la
actualidad, el director es Mario Lettiere y la edición está a cargo de Punto y
Aparte Editorial SRL. La dirección está en Avenida 12 de Octubre N°499,
localidad de Florencio Varela. Para comunicarse con el diario, está disponible su
número telefónico: 011-4355-5555.

 El periódico Decisión fue fundado en el año 1996 por Alberto Sabini quien es
su director actual. Tiene una edición online e impresa. Sus cinco mil

125
ejemplares son distribuidos gratuita y quincenalmente, por las zonas de
Quilmes, Florencio Varela y Berazategui. Su redacción se encuentra
en Berazategui, Calle 138 N 1455, Piso 1. Como medios de contacto, posee
redes sociales: una página de Facebook donde difunden sus notas y a su vez
las de periódicos nacionales, una cuenta de Twitter @decisionbegui y un
correo electrónico info@periodicodecision.com.ar . La página web del diario
es http://www.periodicodecision.com.ar/ y el teléfono +54 11 4216 5991 /
7596.

 Infosures un diarioque abarca los municipios de Florencia Varela, Almirante


Brown, La Plata y Quilmes. Tiene una versión digital qué se encuentra en su
página web: http://infosurdiario.com.ar/y también una versión impresa que se
distribuye semanalmente los martes. El propietario es productora argentina-
chilena SURMEDIOS SA y su director, José D. Cáceres. La redacción se
encuentra en Pedro Burel 2591 Dto. 5, en Florencio Varela. Para comunicarse se
debe llamar al: (+54 11) 4287 8480. Posee redes sociales, tales como Twitter
(@infosurdiario), Instagram (diarioinfosur) y su página de Facebook
https://www.facebook.com/infosurdiario/, donde comparten las notas publicadas
en su página. A su vez comparten videos a través de la solapa CIUDAD TV, por
su canal de YouTube en donde hacen notas periodísticas sobre las noticias más
relevantes.

 Semanario La Colmena: es un semanario que abarca el municipio de


Florencio Varela. Posee una versión impresa que se distribuye los viernes de
cada semana. A su vez, tiene una versión online, su página web es
http://www.lacolmenaenred.com.ar/secciones, también tiene su antiguo sitio
web aun activo para aquellos que quieran consultar por archivos:
http://www.lacolmenaenred.com.ar/app/webroot/archivo/. La redacción se
encuentra en 12 de Octubre 499 - Villa Vatteone - Florencio Varela. Para
comunicarse, su telefoo es 4355-3862 y su e-mail:
lacolme2002@yahoo.com.ar. También comparten sus notas en su página de
Facebook @semanario.lacolmena.

126
 El Radar del Sur es un portal de noticias que se encuentra en versión digital, su
página web es: http://elradardelsur.tv/. Se caracteriza por brindar principalmente
noticias de carácter policial. Sus teléfonos de contacto son: 4287-0107 / 15 3246
1332, además posee un e-mail: redaccion@elradardelsur.tv y su Twitter es
@ElRadardelSur. Brinda información sobre los municipios de Quilmes/Bernal,
Berazategui y principalmente de Florencio Varela.

 El varelense es un portal informativo sobre el municipio de Florencio Varela.


No tiene edición impresa, solo su versión digital en:
http://www.elvarelense.com.ar/ . Aborda diferentes temas, tales como:
actualidad, reuniones de personajes políticos, cursos o talleres en el municipio,
políticas públicas, inseguridad, reportajes a personas reconocidas, entre otros.

 Periódico El Progreso es un portal de noticias online.Su página web es


http://www.periodicoelprogreso.com/.Abarca la zona de Berazategui, Quilmes
y Florencio Varela. Se definen como un sitio independiente qué busca brindar
un servicio al ciudadano donde éste pueda brindar su opinión, sostienen qué no
reciben ningún tipo de financiación de algún partido político o gobierno, trata
noticias sobre problemáticas que afecten a la vida de la comunidad de los
distintos partidos. Posee una página de Facebook:
https://www.facebook.com/periodicoelprogreso/ en donde difunden las notas
de la página web. Lo mismo realizan en su cuenta de twitter:
@ElProgresoBera y su Instagram @periodicoelprogreso.

Los diarios, periódicos y portales mencionados anteriormente, son los más leídos y
con mayor difusión en los dos partidos de Berazategui y Florencio Varela. Lo
importante es que todos tienen diferentes modalidades para diseminar la información al
público, ya sea: en su versión digital, impresa, con el uso de vídeos, radio online, etc.
Sus contenidos siempre son referidos a la actualidad de los dos municipios: talleres,
cursos, políticas públicas, producción/cultivo, educación, inseguridad, deportes, etc.

127
MEDIOS DE PRENSA CITADOS

 Diario El Sol (Quilmes) - Obtenida de: http://www.elsolnoticias.com.ar/


 Diario Mi Ciudad En Línea (Florencio Varela) - Obtenida de:
http://www.miciudadenlinea.com.ar/
 Diario Varela al Día (Florencio Varela) - Obtenida de:
http://varelaaldia.com.ar/
 El Radar del Sur (Florencio Varela) - Obtenida de: http://elradardelsur.tv/.
 El Varelense(Florencio Varela) - Obtenida de: http://www.elvarelense.com.ar/
 Infosur (Florencio Varela) - Obtenida de: http://infosurdiario.com.ar/
 Periódico Decisión (Berazategui) - Obtenida de:
http://www.periodicodecision.com.ar/
 Periódico El Progreso (Berazategui) - Obtenida de:
http://www.periodicoelprogreso.com/
 Semanario La Colmena (Florecio Varela) –Obtenida de:
http://www.lacolmenaenred.com.ar/

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128
Reflexiones finales

A través de este libro presentamos al público lector lo que consideramos las


problemáticas más importantes y significativas del espacio periurbano rural que rodea a
los partidos de Florencio Varela y Berazategui y que fueron objeto de nuestras
investigaciones: el rol jugado por el Estado, la economía social y la educación agraria
frente a las demandas y acciones tendientes a lograr un desarrollo local sostenible.

Advertimos en ambos partidos una fuerte presencia de organizaciones sociales


fundamentalmente cooperativas, algunas creadas como respuesta a las politicas
excluyentes neoliberales implementadas durante la década de 1990 y otras más recientes
vinculadas con el acceso a la tierra y la expansión del mercado local. Indudablemente el
rol de las organizaciones sociales como CEDEPO, la Cooperativa de asociaciones
familiares y su convergencia sinérgica con los planes y programas de los gobiernos
nacional, provincial y municipal y el apoyo técnico y de asesoramiento de las
universidades, ha implicado una verdadera construcción colectiva basada en los
principios de la economía social y la promoción de las actividades de desarrollo
económico sustentable. Al visibilizar las problemáticas que sufren los productores de
alimentos y generar estrategias de solución, las pone en agenda y activa la intervención
de los mismos actores y de las instancias estatales y no estatales que puedan auxiliar en
la búsqueda de estrategias de solución.

Asimismo, si coincidimos con la CEPAL en que la población es objeto y sujeto del


desarrollo, la educación aparece como uno de los indicadores centrales para determinar
las condiciones de vida de la población y su bienestar presente y futuro.En la actualidad
la educación y capacitación agraria está estrechamente vinculada al desarrollo y
crecimiento de las comunidades de influencia. El aporte de los establecimientos rurales
tanto de la escuela del Parque Pereyra Iraola y la Cooperativa Escolar los Tres
Gauchitos generada por la Escuela Primaria Nª 19, como de la escuela la Capilla de

129
Varela ha mejorado sensiblemente los aspectos vinculados con la seguridad alimentaria
y valoración de una producción sustentable. También resulta de fundamental
importancia para las familias de los jóvenes que se forman en estos establecimientos,
sus comunidades y los emprendimientos productivos.

Por otra parte la relación entre el Estado Provincial y las familiaas productoras
requiere de accciones concretas para mejorar su bienestar y potenciaar su crecimiento
económico.La prensa local puede ejercer en este sentido un rol esencial al dar voz a
aquellos que haabitualmente no la tienen y actuar como transmisora de demandas e
instalar temas en la agenda pública.

El análisis de las areas perirurbanas de los territorios de Florencio Varela y


Berazategui desde la perspectiva de las ciencias sociales, que ofrece una interpretación
comprensiva de los hechos actuantes y operantes sobre el presente; y el horizonte de
expectativa del desarrollo local, trabajado sobre la base de las políticas públicas,la
economía social y la educación agraria constituye un enfoque novedoso de
investigación que permitirá un diagnóstico preciso y fundado históricamente sobre la
potencialidad de crecimiento de la región, el comportamiento de sus actores y la
valoración de las estrategias desplegadas en la historia reciente y su contribución al
bienestar general , el mejoramiento de las condiciones de vida de la población y la
atenuación o desaparición de la desigualdad .

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Datos de los autores
Investigadores
Alejandra de Arce

Doctora en Ciencias Sociales y Humanas por la Universidad Nacional de Quilmes


(UNQ), Buenos Aires, Argentina. Licenciada en Ciencias Sociales por la misma Casa
de Altos Estudios. Docente de la UNQ e Investigadora Asistente del Consejo Nacional
de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), con lugar de trabajo en el Centro
de Estudios de la Argentina Rural (CEAR-UNQ). Líneas de investigación actuales:
trabajo familiar y género en la región pampeana y el norte argentino; modalidades de
participación femenina en las corporaciones y asociaciones rurales, tanto en sus
estructuras de poder como en acciones colectivas, a mediados del siglo XX.
E mail: aledearce@gmail.com

Alejandra L. Salomón
Profesora en Historia graduada en la Universidad de Buenos Aires, Magíster en Historia
egresada de la Universidad Torcuato Di Tella y Doctora en Ciencias Sociales y
Humanidades por la Universidad Nacional de Quilmes. Es Investigadora del CONICET,
profesora de grado y posgrado de la Universidad Nacional de Quilmes y miembro del
Centro de Estudios de la Argentina Rural (CEAR). Ha participado de congresos y
publicado trabajos históricos sobre la provincia de Buenos Aires desde una perspectiva
socio-política y rural. Correo electrónico: alejandralaurasalomon@gmail.com

Celeste De Marco.

Doctoranda en Ciencias Sociales y Humanas y Licenciada en Ciencias Sociales por la


Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). Es becaria doctoral CONICET. Su tema de
estudio es la familia y niñez rural pampeana a mediados del siglo XX, sus condiciones
de vida y las representaciones en relación con proyectos colonizadores. Es miembro de
la Red de Estudios de Historia de las Infancias en América Latina (REHIAL). Ha
realizado estancias de investigación doctoral en la Universidad de los Estudios de
Cassino (Italia) y la Universidad de Salamanca (España). Correo electrónico:
celestedemarco88@gmail.com

Talía Violeta Gutiérrez.

Profesora (1987), Licenciada (1990) y Doctora (2005) en Historia por laUniversidad


Nacional de La Plata (UNLP). Docente e investigadora enlas universidades nacionales
de Quilmes y La Plata. Integra el Centro de Estudios de la Argentina Rural/UNQ. Co-

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Directora del Proyecto de Investigación en Áreas de Vacancia (PITVA) :Entre lo
urbano y lo rural. Estado, economía social y educación agraria en Florencio Varela y
Berazategui (Buenos Aires) a partir de 1990. Ha publicado diversos trabajos sobre su
especialidad y participado en congresos nacionales e internacionales. Temas: historia
agraria argentina, historia de la educación y la familia rural. Dirige un proyecto de
extensión sobre Historia y memoria rural y, en conjunto con una colega francesa, un
proyecto Argentina-Francia (CIN- USPC), sobre familias rurales. Correo electrónico:
taliavioletag@yahoo.com.ar

Marcelo Gastón Jorge Navarro.

Doctor en Ciencias Sociales y Humanas (UNQ). Magister en Ciencias Sociales y


Humanas con Orientación en Investigación y Evaluación Educativa (UNQ). Especialista
en Ciencias Sociales (UNQ). Especialista en Didáctica y Currículo (UNJu). Especialista
en Curriculum y Practicas Escolares (FLACSO). Diplomado Superior en Gestión de las
Instituciones Educativas (FLACSO). Profesor y Licenciado en Ciencias de la Educación
(UNSa). Docente- Investigador de la Universidad Nacional de Salta. Becario
Posdoctoral del CONICET. Correo electrónico: magajo19@yahoo.com.ar

Graciela Mateo.

Profesora y Licenciada en Historia por la Universidad Nacional de La Plata y Magíster


en Metodología de la Investigación Científica por la Universidad Nacional de Lanús.
Profesora Adjunta Ordinaria del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad
Nacional de Quilmes. Investigadora del Centro de Estudios de la Argentina Rural
(CEAR) de la misma Universidad. Ha publicado Cooperativas agrarias y peronismo.
Acuerdos y discrepancias. La Asociación de Cooperativas Argentinas, Buenos Aires,
Ed. CICCUS, 2012. Ha compilado seis libros sobre la problemática agraria y es autora
de más de cuarenta trabajos, entre capítulos de libros y artículos publicados en revistas
nacionales y extranjeras de la especialidad. Su actual línea de investigación es la
economía social y el cooperativismo agrario en vinculación con el desarrollo local.
Correo electrónico: gmateo@unq.edu.ar/ gracielamateoprieto@gmail.com

Martha Ruffini

Profesora, Licenciada y Doctora en Historia por la Universidad Nacional de La Plata


con formación posdoctoral en Ciencias Sociales y Humanidades por la Universidad
Nacional de Córdoba. Investigadora Independiente del Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Investigadora del Centro de
Estudios de la Argentina Rural (CEAR) de la Universidad Nacional de Quilmes.
Directora del Proyecto de Investigación en Áreas de Vacancia (PITVA) :Entre lo

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urbano y lo rural. Estado, economía social y educación agraria en Florencio Varela y
Berazategui (Buenos Aires) a partir de 1990. Autora y compiladora de publicaciones
nacionales e internacionales y ponencias. Dirige becarios CONICET y tesistas de
posgrado. Especialista en Historia Política e Historia Agraria Argentina y Regional
(Patagonia) ,siglos XIX y XX. Sus líneas de investigación se hallan vinculadas con el
Estado, el poder, la ciudadanía, la prensa, políticas agrarias y sectores dominantes. E
mail: meruffini@gmail.com

Alumnos de la UNQ

Camila Milagros Aguirre

Nacida en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y residente en Berazategui. Tiene 20


años y es estudiante de la carrera Licenciatura en Comunicación Social en la
Universidad Nacional de Quilmes. Participa desde marzo de 2016 del Proyecto de
Investigación en Áreas de Vacancia: Entre lo urbano y lo rural. Estado, economía
social y educación agraria en Florencio Varela y Berazategui (Buenos Aires) a partir
de 1990. E mail: cami.aguirre.m@gmail.com

Maite Fernández,
Tiene 21 años, y su lugar de nacimiento y residencia en Quilmes, Provincia de Buenos
Aires. Estudia Licenciatura en Comunicación Social. Participa desde marzo de 2016 del
Proyectos de Investigación en Áreas de Vacancia: Entre lo urbano y lo rural. Estado,
economía social y educación agraria en Florencio Varela y Berazategui (Buenos Aires)
a partir de 1990. E mail:maaifm.96@gmail.com

Luciana Catalina Melo

Tiene 20 años, nacida en Quilmes, ciudad en la que reside. Es estudiante de la


Licenciatura en Historia y el Profesorado en Ciencias Sociales en la Universidad
Nacional de Quilmes. Forma parte desde marzo de 2016 del PITVA (Proyectos de
Investigación en Áreas de Vacancia) Entre lo urbano y lo rural. Estado, economía
social y educación agraria en Florencio Varela y Berazategui (Buenos Aires) a partir
de 1990. E mail: LucianaCatalina25@gmail.com

Martina Virginia Oddone

Nacida en Berazategui, ciudad donde reside. Tiene 20 años y es estudiante de la carrera


Licenciatura en Ciencias Sociales en simultaneidad con el Profesorado de Ciencias
Sociales en la Universidad Nacional de Quilmes. Desde marzo de 2016 integra el

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Proyecto de Investigación en Áreas de Vacancia: Entre lo urbano y lo rural. Estado,
economía social y educación agraria en Florencio Varela y Berazategui (Buenos Aires)
a partir de 1990. E mail: martinaoddone97@gmail.com

Bianca Schuh
Vive en Bernal. Es estudiante de la Lic. En Comunicación social de la Universidad
Nacional de Quilmes. Participa como alumna del Proyecto de Investigación en Áreas de
Vacancia: Entre lo urbano y lo rural. Estado, economía social y educación agraria en
Florencio Varela y Berazategui (Buenos Aires) a partir de 1990 desde marzo de 2016
.E mail: bianca_selene_schuh@live.com.ar

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