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Coordinadoras:
Martha Ruffini
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INDICE
A modo de Introducción
¿Qué otra educación, para qué otra economía, para qué otro consumo? Graciela
Mateo
Mercado Vecino: producción agrícola y soberanía local en Berazategui Alejandra
de Arce
Remembranzas del pasado bienestar. Niños y familias rurales en una colonia del
periurbano. Florencio Varela, 1950-1970 Celeste De Marco y Alejandra Salomón
Reflexiones finales
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A modo de introducción
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análisis desde la historia reciente, signada por el impacto de las políticas neoliberales de
la década de 1990, la crisis de 2001 y la recuperación económica posterior, resulta de
fundamental importancia para la comprensión de los procesos y problemáticas más
recientes. Estas coyunturas históricas modificaron la orientación productiva y generaron
demandas sociales que motivaron respuestas tanto desde el gobierno provincial y
municipal como desde la sociedad civil. La comprensión de los aspectos centrales de
estos procesos puede proporcionar claves explicativas que ayuden en la interpretación
de su presente y en el pensar conjunto de propuestas o estrategias de solución para
mejorar su futuro
Los capítulos que integran el libro fueron escritos por siete investigadores del CEAR-
Alejandra de Arce, Celeste De Marco, Talía Gutiérrez, Marcelo Jorge Navarro, Graciela
Mateo,Martha Ruffini y Alejandra Salomón- y por cinco alumnas de las carreras de
grado de la Universidad de Quilmes – Camila Aguirre, Maite Fernandez, Luciana Melo,
Martina Oddone, Bianca Schuh- que integran nuestro proyecto de investigación y que
han colaborado activamente en el mismo.
La estructura del presente libro consta de tres partes, cada una de ellas vinculada con
un eje de análisis. En la primera parte se presentan las características más salientes de la
llamada economía social alternativa y solidaria , que surge como respuesta a la crisis
nacida a raiz de la implementación de políticas neoliberales, respuestas que nacieron
desde la sociedad civil y que procuraron potenciar el desarrollo local y garantizar una
mayor igualdad y participación de la población en las areas de interés común. Con dicha
perspectiva, el capítulo de Graciela Mateo, Magister en Metodologìa de la Investigación
y docente de Historia Social General de la UNQ , “Qué otra educación, para que otra
economìa, para que otro consumo” nos invita a acercarnos a la intervención social para
enfrentar los problemas de los productores de alimentos delBarrio La Carolina Rural en
Ingeniero Allan (Florencio Varela) encarados por la asociación civil CEDEPO (Centro
Ecuménico de Educación Popular), la cooperativa hortícola Asociación de Productores
Familiares (APF), de Florencio Varela,y el Mercado Solidario de Bonpland, emplazado
en el barrio porteño de Palermo, donde se comercializa buena parte de los productos de
la cooperativa y del mismo CEDEPO. El aporte de Graciela Mateo no se limita a
reseñar las acciones de las organizaciones mencionadas sino que contextualiza las
mismas desde las perspectivas teóricas de la educación popular del educador brasileño
Paulo Freire y el sociologo portugués Boaventura de Souza Santos incluyendo los
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principios fundantes de la economía social y solidaaria y su renovada vigencia a partir
de la crisis provocada por las políticas neoliberales de la década de 1990 en nuestro
país, que afectaron sensiblemente al cinturón hortícola bonaerensse.
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inserta a la educación agraria como parte fundamental de una modalidad no sólo de
arraigo de los jóvenes sino de preparación y capacitación de los alumnos para potenciar
el crecimiento de los emprendimientos productivos familiares. Inserta la educación rural
en el entramado legislativo surgido a partir de la Ley Federal de Educación (1993) y
analiza la situación actual de ambos establecimientos y los contactos establecidos con
los programas y planes provinciales y municipales y las organizaciones de productores.
En una tercera parte del libro, nos abocamos a espectos específicos del mundo rural
en ambos partidos. En primer lugar, la problemática de la tenencia de la tierra en el
Parque Pereyra Iraola . A traves del capítulo “El Parque Pereyra Iraola :un espacio
singular y conflictivo del Conurbano bonaerense”, Martha Ruffini,Doctora en Historia
y docente de Historia Social General de la UNQ , presenta la relevancia del Parque
Pereyra como parte del cinturón verde del Conurbano, ambito de la producción fruti-
horticola y Reserva de Biosfera de la UNESCO. Para arribar al conflicto de los
quinteros en la década de 1990, analiza los orígenes históricos del Parque y los
objetivos planteados con la creación del Parque de los Derechos de la ancianidad
durante el peronismo histórico (1946-1955) y la posterior desvirtuación de los objetivos
iniciales del Parque por parte de autoridades nacionales y provinciales con sucesivas
cesiones del predio a partir de la década de 1960. El conflicto entre el gobierno
provincial y los quinteros radicados en el Parque desde 1954 y su impacto en las
organizaciones sociales y la prensa aparece como parte de la trama del poder y de los
cambios evidenciados en el sistema productivo.
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Sociales Alejandra Salomón, docente de Historia Argentina de la UNQ y la Licenciada
en Ciencias Sociales y Doctoranda de la UNQ Celeste de Marco presentan una mirada
del área rural de Florencio Varela a través de la percepción de los niños de la colonia
Agrícola La Capilla, rescatadas al presente mediante entrevistas orales . Para
contextualizar el análisis, realizan una interpretación de las políticas agrarias del
peronismo histórico a partir de 1946 y el desarrollismo haasta 1966 y el rol jugado por
la colonización y el bienestar rural en ambos momentos históricos.Al recuperar las
voces de los niños de la colonia, nos brindan un novedoso panorama de la cotidianeidad
rural, de la valoración de la educación y de las problemáticas más relevantes que la
memoria infantil registró a lo largo del tiempo.
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¿Qué otra educación, para qué otra economía, para qué otro consumo?
Graciela Mateo
El globalizado mundo del siglo XXI está atravesado por el individualismo, la lógica del
lucro y la obtención del máximo beneficio al menor costo posible. El neoliberalismo ha
vestido de un único color a la sociedad, a sus valores y hasta sus relaciones más
triviales. Sin embargo, desde el mismo sistema han comenzado a cuestionarse los
mecanismos en los que se fundamenta el capitalismo imperante y sus consecuencias
sociales. De esta forma han surgido experiencias alternativas de organización
socioeconómica y cultural para contrarrestar el efecto corsé del pensamiento único. ¿Es
posible eliminar la brecha, cada vez más profunda, entre los que todo poseen y los que
nada tienen? ¿Cómo evitar que dentro de los países –ricos o pobres- sean sólo unos
cuantos los que acaparan riquezas sin límites, amprados en injustas dinámicas
económicas que parecen inamovibles? Desde diferentes ámbitos se reconoce que una
transformación es necesaria, deseable y posible. Los aires de renovación provienen de
iniciativas de diferentes colectivos sociales y del mundo científico que cuestionan las
formas tradicionales de entender la educación, la economía y el consumo. Diversos
aportes, desde la educación popular, pasando por el paradigma del buen vivir hasta la
economía social y solidaria; y distintas prácticas, como las redes de autoproducción e
intercambio, el comercio justo y el consumo responsable, acreditan genuinas
aspiraciones de cambios que se expresan en otros tipos de relaciones económicas –
utópicas, quizás-, donde la colaboración y la solidaridad hacen posible ese otro mundo
del que muchos hablan y pocos viven.
En este capítulo se exploran las estrechas vinculaciones generadas entre la asociación
civil CEDEPO (Centro Ecuménico de Educación Popular), la cooperativa hortícola
Asociación de Productores Familiares (APF), ubicadas ambas en Florencio Varela,
populoso partido del conurbano bonaerense; y el Mercado Solidario de Bonpland,
emplazado en el barrio porteño de Palermo, donde se comercializa buena parte de los
productos de la cooperativa y del mismo CEDEPO.
Más allá de los vaivenes que estas asociaciones han tenido desde sus orígenes y en
particular durante la primera década del siglo XXI, el trabajo pretende rescatar los
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alcances y los límites de sus experiencias en torno a las posibilidades de otra educación,
de otra economía y de otro comercio.
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La concepción del educador bancario se basa en relaciones de verticalidad, ya que él es
el único depositario del saber que debe donar. No existe entonces lugar para el diálogo
como praxis, como síntesis entre acción y reflexión sobre el mundo.
En cambio para el educador-educando problematizador, la educación no es una
donación o imposición sino la devolución organizada, sistematizada y acrecentada al
pueblo, de aquellos elementos que éste le entregó en forma inestructurada. Esto implica
situarse desde un lugar de trabajo con el otro, reconociendo sus necesidades y su
situación existencial, y no sobre o para el otro.
Así como para este gran pedagogo brasileño la educación deviene del diálogo de
saberes, el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos se refiere a la ecología de
saberes, como el reconocimiento de la existencia de una pluralidad de conocimientos
más allá del científico. En el mundo, no sólo hay muy diversas formas de saberes sobre
la materia, la sociedad, la vida y el espíritu, sino también muchos y muy diversos
conceptos de lo que cuenta como conocimiento y de los criterios que pueden ser usados
para validarlos.
En un proceso de aprendizaje gobernado por la ecología de saberes, es crucial
comparar el conocimiento que está siendo aprendido con aquel que está siendo olvidado
o desaprendido. La ignorancia es sólo una condición descalificadora cuando lo que está
siendo aprendido tiene más valor que lo que está siendo olvidado. La utopía del
interconocimiento es aprender otros conocimientos sin olvidar el de uno mismo. Esta es
la idea de prudencia que subsiste bajo la ecología de los saberes y que lleva a su autor a
reflexionar sobre la diferencia entre ciencia como un conocimiento monopolístico y
ciencia como parte de esa ecología de saberes.
De Sousa Santos concluye en que una ciencia y una educación renovadas son
pilares de una justicia cognitiva global que puede contribuir a que se produzcan un
sinfín de micro-círculos virtuosos de transformación para generar justicia social global
y justicia ambiental global.
El diálogo de saberes, la ecología de saberes y la educación popular plantean en
esencia enormes similitudes en las propuestas de respeto por la pluralidad y la
diversidad, comparten concepciones sobre un sujeto activo portador de saberes y una
variedad de conocimientos que se co-construyen a partir de distintas y múltiples
dimensiones.
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CEDEPO ofrece un interesante ejemplo de los fundamentos teóricos que sustentan a la
educación popular. Se constituye como una asociación civil en 1983, a partir de la
iniciativa de José Kul, Alicia González y especialmente de Raúl Aramendy, que en su
Misiones natal había participado en las Ligas Agrarias.1 Su primera sede se ubica en el
barrio porteño de San Telmo, donde también se encuentran otras organizaciones como
SERPAJ (Servicio Paz y Justicia de Argentina) y el CENTRO NUEVA TIERRA, que
con su trabajo coordinado buscan recuperar aquellos principios de la militancia que la
dictadura cívico-militar iniciada en 1976 había buscado callar. Su trabajo se sostiene en
la recuperación de las ideas que traían sus fundadores de la década de 1970, en especial,
la importancia de la educación como herramienta de transformación desde una
perspectiva de la propia experiencia en el territorio. CEDEPO se consolida entonces en
los años ´80 como un referente de educación popular y alfabetización de adultos en
zonas vulnerables de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano.
En la década de 1990 ante el avance de las políticas neoliberales y la desarticulación
del Estado, la organización decide reformular su proyecto. En 1992 deja su sede en San
Telmo para instalarse en la localidad de Ezpeleta, en el partido bonaerense de Quilmes,
donde en la actualidad mantiene su domicilio legal. Al poco tiempo, CEDEPO adquiere
un terreno en el Barrio La Carolina Rural, en la localidad de Ingeniero Allan, partido de
Florencio Varela. 2 Este cambio no es sólo territorial implica una redefinición en torno
1
Según Guido Galafassi el proceso de la Ligas Agrarias comienza a fines de 1970 y termina en marzo de
1976 con el golpe de Estado. Una diversidad de productores, desde campesinos minifundistas
empobrecidos hasta chacareros medianos comienzan a darse una organización, provincial y regional, que
agrupa en su conjunto a más de 20.000 familias y 54.000 jóvenes. Estas organizaciones a nivel provincial
tienen características diferenciales, siendo las Ligas Agrarias Chaqueñas, las primeras en fundarse y el
Movimiento Agrario Misionero, las organizaciones más importantes en cantidad de militantes y en
acciones de reivindicación y protesta.
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Partido del segundo cordón del Gran Buenos Aires, ubicado en el extremo sur. Se lo considera ciudad-
dormitorio por su bajo desarrollo industrial y la dependencia de su población de fuentes de trabajo
externas a su propio territorio. La estructura demográfica del partido es joven. Se caracteriza por ser
históricamente uno de los distritos con mayor nivel de pobreza estructural e informalidad económica
(economías de subsistencia) en el espacio metropolitano. Según el Censo Nacional de Población de 2010,
la población de Florencio Varela es de 423.992 habitantes. Su superficie es de 190 km2, de los cuales 68
(36%) son urbanos, 3 (1,5%) semiurbanos, 9 (5%) industriales, 65 (34%) de expansión urbana
complementaria y 45 (23,5%) rurales. Junto con La Plata y Berazategui forma parte del periurbano sur, es
decir, el espacio de producción primario-intensiva más desarrollado de la Región Metropolitana de
Buenos Aires (RMBA).
Sus zonas hortícolas y florícolas se localizan en las localidades de Ingeniero Allan, La Capilla, Villa San
Luis y Villa Brown. El área rural tiene una extensión de 100.000 ha. La horticultura a campo la practican
aproximadamente el 40% de los productores, a campo combinada con algún tipo de invernáculo 55% y
horticultura exclusivamente en invernáculo, alrededor del 5%. El destino de la producción es el consumo
fresco, abasteciendo a diario al consumo de la RMBA. De acuerdo con el Censo Hortiflorícola realizado
en el año 2005 en la provincia de Buenos Aires, se registran 232 establecimientos en Florencio Varela
(183 hortícolas y 49 florícolas) que ocupan 781 ha. Según estimaciones municipales, el 62% de los
productores son propietarios, el 30% arrendatarios, el resto se encuentra bajo otras modalidades de
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al sujeto con el que interactuará: el trabajador de campo pobre. Con el apoyo de
organismos internacionales que por aquella época brindan apoyo económico a través de
ONGs, CEDEPO inicia el Programa de Desarrollo Local Sustentable La Parcela.
Dado que la mayoría de los integrantes de la organización provienen del campo
educativo y atento al alto grado de analfabetismo con que se encuentran en ese barrio
varelense, la primera idea que surge es la creación de una escuela rural, con una
orientación en agroecología y en economía social. Pero la realidad con la que se
encuentran y las demandas de los vecinos en materia de atención primaria, los lleva en
1996 a priorizar la organización de un Centro Comunitario de Salud dentro del predio
de La Parcela.3 En 2012 el Centro es reconocido legalmente por el municipio de
Florencio Varela y debido a la falta de escuelas rurales en la zona, en él funciona el
Programa FinES (programa de finalización de estudios primarios y secundarios). El 29
de abril de 2017, transcurridos 20 años desde su fundación, la institución recibe un
nuevo reconocimiento por su trabajo territorial. En esta oportunidad, en el marco del VI
Congreso Medicina General y Equipo de Salud, realizado en la localidad bonaerense de
Mar de Ajó.
Coherente con su historia de facilitar herramientas y dejar capacidades instaladas en
la comunidad, CEDEPO se dedica a formar y capacitar a promotoras en salud que están
en contacto directo con la gente y conocen de cerca sus problemas. La formación de los
técnicos y médicos comprometidos en el proyecto constituye otro desafío, porque como
muy bien expresa Claudia Rojas, hoy una de las principales referentes de CEDEPO, los
profesionales llegaban con mentalidad urbana y universitaria y debían integrarse en
una propuesta de salud integral rural, para lo cual tuvieron que desaprender lo
aprendido para volver a aprender. Uno de los principios que conforman el diálogo de
saberes, la ecología de saberes y en definitiva la educación popular.
Los objetivos del Programa de La Parcela son los siguientes: 1) contribuir al
desarrollo equitativo y sostenible de la comunidad y al mejoramiento de la calidad de
vida de sus integrantes. 2) Contribuir al fortalecimiento y autogestión de las
tenencia de la tierra. Varela cuenta con un grado de intensificación mayor al del periurbano norte, y está
en una situación intermedia entre éste y La Plata (Barsky, 2013: 111-112).
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En la salita, como los vecinos acostumbran llamar al Centro trabajan dos promotoras
de salud, un odontólogo, un médico generalista y una psicóloga, profesionales que hoy dependen del
Programa de Médicos Comunitarios de Florencio Varela. En Se realizan diversos talleres: acupuntura,
periodismo comunitario, arte. En el Centro funciona también una huerta y un ropero, ambos comunitarios.
Con estos servicios y actividades se pretende dar respuesta a los 600 vecinos que habitan esta zona rural
del distrito.
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organizaciones campesinas, para que puedan mejorar sus derechos, desarrollar
capacidades y participar en la implementación de políticas públicas para el sector. 3)
Desarrollar acciones de manejo y conservación de recursos naturales como agua, suelo,
flora y fauna de la zona rural y de la región. 4) Promover la participación de la mujer
rural en el desempeño de sus roles familiares, económicos, organizativos y políticos. 5)
Propiciar redes entre organizaciones de productores, otras organizaciones populares,
técnicos, estudiantes, consumidores, ONGs. 6) Promover las producciones
agroecológicas como sistema sustentable y económicamente viable. 7) Impulsar
alternativas en la comercialización, coherentes con las dimensiones productivas,
sociales, económicas y éticas de la agroecología.
De acuerdo con el Facebook de la entidad se trata de una experiencia que articula la
educación popular y la producción agroecológica y que quiere contribuir a la co-
construcción de un modelo de desarrollo rural alternativo al que propone el agronegocio
y la globalización.
En el momento en que CEDEPO se traslada a la zona rural de Florencio Varela
comienza a publicar una revista llamada Desde las bases. Educación popular al servicio
de la organización popular. El nombre alude a la necesidad de construir desde el barrio,
desde un territorio específico. El subtítulo revela el sentido otorgado a esa educación
popular, en tanto herramienta cuya finalidad no es la alfabetización en sí misma, sino la
organización colectiva. El dato no debe pasar desapercibido, ya que pareciera presagiar
cómo al campo educativo se sumará la economía social como eje de su trabajo en el
nuevo destino al que arriba.
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ganancia) y el sector público (que busca el interés general). Desde fines del siglo XX, se
ha descubierto la importancia significativa de las empresas y organizaciones que reúnen
modos de creación y de gestión privada, colectiva (de tipo asociativo), con finalidades
no centradas en las ganancias. Aunque la economía social moderna haya tenido sus
expresiones más relevantes en Europa a lo largo del siglo XIX, su pre-historia remonta a
las formas más antiguas del asociacionismo humano, en tanto su rica historia, se vincula
a las luchas de los trabajadores en su confrontación con los patrones. De ahí que al igual
que en la conformación del movimiento obrero, en la de la economía social se
reconocen diversas corrientes culturales y una pluralidad de fuentes político-partidarias.
Sus raíces ideológicas se adentran en el pensamiento de los precursores del socialismo
utópico y asociacionista y del anarquismo, hacedores a la vez del cooperativismo y
mutualismo. Pero el concepto de economía social, de manera explícita comienza a
utilizarse en Francia cuando Charles Gide en 1898 crea la cátedra de Economía Social
en la Facultad de Derecho de París. De acuerdo con él, la economía social contempla
relaciones que los hombres forman entre sí, para asegurar una vida más fácil, un futuro
más cierto, una justicia más benévola que aquella que lleva como símbolo la balanza del
comerciante. Su origen se vincula con las graves consecuencias sociales producidas por
la Revolución Industrial. Como propuesta se proyecta en la solidaridad de los
trabajadores como un modelo alternativo de sociedad y construye la representación de
sectores obreros o postergados para la mejora de sus condiciones de vida.
A pesar de la ambigüedad de la expresión y de la falta de un acuerdo general sobre
su significado y alcances, el término se ha adoptado en Francia, Bélgica y España,
mientras que en otros países se emplean expresiones análogas: economía participativa,
alternativa, sector voluntario, no lucrativo, tercera vía.
En América Latina se ha generalizado la denominación de economía solidaria, a partir
del argumento que estas empresas nacen, al menos en teoría, de una voluntad de
practicar la solidaridad.4 El otro enfoque de importancia comienza a difundirse hace
más de dos décadas en Estados Unidos, para aludir al tercer sector que se desarrolla
fuera del ámbito público y del capitalista tradicional.
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El concepto moderno de solidaridad remite a dos proyectos opuestos: solidaridad filantrópica referida a
la visión de una sociedad ética en la que los ciudadanos, motivados por el altruismo, cumplen sus deberes
unos hacia otros de manera voluntaria. La segunda versión es la solidaridad como principio de
democratización societal, producto de acciones colectivas. Se basa tanto en la ayuda mutua como en la
expresión reivindicativa y alcanza tanto la auto-organización como el movimiento social. Esta segunda
versión supone una igualdad de derecho entre los involucrados.
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En Argentina esta visión se ha configurado como una combinación entre la
perspectiva sectorial, que la concibe como un subsector de la economía – diferente del
público y del capitalista -, y un proyecto de transformación que considera a sus distintos
actores como potenciales protagonistas de otro modelo de desarrollo.
El cooperativismo es el que aparece como uno de los componentes más
significativos de esta economía social, llamada de primera generación que incluye
también al mutualismo. Es la expresión de diversas iniciativas que agrupan a personas
con necesidades económicas y sociales comunes, la acción conjunta para satisfacerlas se
orienta al bien colectivo, antes que a intereses individuales. Al mismo tiempo, es la
expresión de corrientes filosóficas, o cosmovisiones asociacionistas que tienen su
correlato en una doctrina, en un sistema cuyo propósito consiste en transformar a través
del proceso económico a los actores involucrados en el mismo, en el componente de una
economía (la economía social y solidaria) y un enfoque político social.
Este cooperativismo se erige como un movimiento plural, de impacto transversal,
que hace pie en todos los sectores sociales. Tiene sus propios valores: autoayuda,
democracia, igualdad, equidad y solidaridad. Y sus propios principios, que son las
pautas mediante las cuales las cooperativas ponen en práctica los valores. 1) Adhesión
voluntaria y abierta, 2) gestión democrática, 3) participación económica de los
asociados, 4) autonomía e independencia, 5) educación, formación e información, 6)
cooperación entre cooperativas y 7) preocupación por la comunidad.
La Alianza Cooperativa Internacional (ACI)5, define a la cooperativa como una
asociación autónoma de personas que se unen de modo voluntario para enfrentar
necesidades y aspiraciones económicas, sociales, culturales comunes por medio de una
empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada. La característica
particular de esta forma de asociación económica no reivindicativa es que se basa en el
esfuerzo propio y la ayuda mutua de los asociados. Atiende a los intereses socio-
económicos de sus miembros, pero sólo en la medida en que esos intereses coinciden o
por lo menos no se oponen a los intereses generales de la comunidad.
Las cooperativas adaptan su práctica a las diversas franjas productivas y laborales de
las cuales se nutren. Es una organización democrática policlasista, que integra en un
solo ente la dimensión asociativa y la dimensión empresaria, que deben interactuar a fin
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de integrar armónicamente el interés económico y el social. Puertas adentro, prevalece
el control de sus socios (un hombre-un voto en las entidades de primer grado), pero
hacia fuera se impone la competitividad que exige la economía global.
Estas entidades surgen en Europa, hacia finales del siglo XVIII y principios del XIX,
como reacción popular de defensa frente a las situaciones de injusticia y abuso
derivadas de las condiciones generadas por el capitalismo industrial. Sus precursores
sientan las ideas básicas que habrían de desarrollarse en Europa Occidental, en especial
entre los trabajadores franceses e ingleses. En el contexto de la evolución del
cooperativismo se destacan los Probos Pioneros de Rochdale (Inglaterra), 28 tejedores
que en 1844, se reúnen para analizar las posibles soluciones de sus problemas de
sobrevivencia y optan por la fundación de un almacén cooperativo, considerado la
primera cooperativa de consumo.
En Latinoamérica el origen del cooperativismo, como forma institucional se vincula
con la influencia de las corrientes migratorias de las últimas décadas del siglo XIX y
comienzos del siglo XX. Su influencia se manifiesta en el ámbito de las asociaciones de
consumo, financieras y agropecuarias y en el mutualismo urbano, ligado al
sindicalismo, que impulsa la formación de cooperativas urbanas de consumo y
producción. Se distinguen en este sentido, tres corrientes sucesivas de ingreso del
cooperativismo: la corriente inicial que introducen los inmigrantes europeos: italianos,
franceses, ingleses y alemanes que conforman las primeras cooperativas en Argentina,
Brasil, Chile y Perú. La corriente sindical y mutualista, que organizan las primeras
experiencias de asociación solidaria y; la corriente social de pensadores y políticos
latinoamericanos que promueve cooperativas para establecer condiciones de justicia
social.
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sus habitantes.6 Para ello los promotores y técnicos de la organización a través de visitas
a los vecinos logran, no sin esfuerzo, el auto-reconocimiento, la validación y
legitimación de sus capacidades. Se comprueba que las mujeres son las que en mayor
parte sostienen la producción de la huerta, mientras sus maridos e hijos mayores salen a
trabajar en las ciudades. De ahí que una de las estrategias empleadas por CEDEPO es
asignarle valor a cada uno de los productos elaborados en el ámbito doméstico y
contribuir, de esta forma, al reconocimiento del trabajo femenino y el rol de las mujeres
en el núcleo familiar. Otra de las líneas de acción emprendidas es la promoción de la
soberanía alimentaria, a través del acompañamiento a los productores de la zona, para
que sean ellos quienes decidan las alternativas de producción. Se parte de las premisas
que imponen las necesidades alimentarias de las familias en su conjunto. Sus dudas y
natural desconfianza motivan múltiples debates en torno a la forma organizativa a
adoptar para su emprendimiento. La intención de CEDEPO es que la comunidad
construya su propia organización, orientándolos en la conformación de una cooperativa,
como el instrumento más idóneo para solucionar algunos de los problemas que los
productores no logran sobrellevar de manera individual y para obtener financiamiento
de mayor escala.
A mediados de la década de 1990 queda conformada la cooperativa Asociación de
Productores Familiares de Varela (APF), que nuclea a 20 familias de las 90 con la que
interactúa CEDEPO. Un detalle interesante a destacar de este proceso, es que no todas
las familias que al final integran la empresa cooperativa se dedican a la producción, sino
que en algunos casos es a partir del trabajo territorial que se reconocen en tanto
productores de alimentos y escogen esa vía como modo de sostenimiento económico.
Aquí también las mujeres tienen un rol protagónico y en el transcurso de la historia de
APF dos mujeres ejercen la presidencia, en tanto varias se han desempeñado como
secretarias.
Pollos, huevos, verduras, lechones y alimento balanceado para animales son algunas
de las producciones de APF, que en 2006 trasciende la ruta más tradicional de la
producción de las huertas de sus socios e incorpora el delivery rural y cooperativo. Se
trata de una caja básica de 14 hortalizas de estación a elección, más una aromática, a las
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Algunos los denominan productores resistenciales, ya que hacen referencia a aquellos que persisten sin
capitalización, cuentan con la fuerza del trabajo familiar y poseen estas debilidades: limitación en la
disposición de la tierra y el capital, maquinaria obsoleta y un uso restringido e inadecuado de insumos.
Estos productores mantienen generalmente las actividades productivas dentro de la unidad doméstica con
objetivos reproductivos y acceden a trabajos en el ámbito urbano, como medio de acceso a la moneda
necesaria para el consumo extra predial.
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que también pueden agregarse otros productos. En un primer momento el reparto se
hace puerta a puerta, ya que no se dispone de un transporte con cámara frigorífica para
mantener las condiciones del alimento.
En esta etapa de consolidación de la entidad también está presente CEDEPO que
facilita los elementos (camioneta frigorífica, cajas de presentación, etiquetas), y se
convierte en un socio más de la cooperativa. El grueso de la producción se entrega en la
ciudad de Buenos Aires y el resto se reparte entre la ciudad de La Plata y el Gran
Buenos Aires.
APF Varela recibe asesoramiento técnico a partir de convenios que CEDEPO firma
con el INTA y con las Facultades de Agronomía y Ciencias Naturales de la UNLP. Es
evidente que el suelo no es el mejor para los trabajos de huerta, pero con métodos que
van desde el abono directo por parte de los pollos criados en gallineros móviles, hasta
los aportes de los especialistas, las 5 hectáreas del terreno mejoran considerablemente,
según informa el periódico local Varela al día. El ingeniero agrónomo, Ezequiel
Wainer, encargado de la producción, se enorgullece por “la forma en que se producen
los alimentos y mucho más por poder acercárselos a quienes lo requieran.” Así se lo
expresa al diario Clarín en una nota publicada en 2006. Ante la pregunta por los
precios, responde: “Nuestros productos no son más caros por ser sanos o por la poca
cantidad, sino que se trata de revalorizar cierta mano de obra familiar, que implica un
esfuerzo por trabajar la tierra correctamente y cuidar los animales. Hay momentos
productivos en que son más baratos que la mercadería con veneno y de mano de obra en
pésimas condiciones. Nuestro precio es justo para el productor y el consumidor.”
“La producción se realiza de manera orgánica, sin ningún tipo de agregados tóxicos, ni
aditivos químicos”, explica uno de los socios de APF, quien en sus 3 ha de tierra
recuperada cría gallinas y chanchos. “Cada 20 días se faenan entre 100 y 150 pollos”,
agrega Norma Araujo, quien fuera vocal y actualmente es la presidenta de la
cooperativa. Otra socia relata: “Empecé con un galpón donde criaba conejospero ése es
un proyecto muy difícil porque tiene momentos de altas y de bajas, entonces cambié por
la producción de gallinas ponedoras. En mi chacra también siembro hierbas
aromáticas.”
“La cooperativa te ayuda a conocer más a la gente, a trabajar en grupo, a ser compañero
y, además, facilita la producción. Con APF podemos tener un pesito más porque vender
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de manera colectiva rinde más”, asegura Graciela Pagano, secretaria de la entidad en
2013.
Domingo Bulla, productor de plantas y flores, es el único de los asociados que no reside
en la zona, vive en la localidad de Lomas de Zamora, pero no duda en trasladarse cada
semana más de 30 km hasta La Carolina para trabajar en la cooperativa. “Todos no
pueden producir todo, tenemos un orden en la producción, por eso cada familia se
dedica a diferentes productos. Este es un modelo solidario que da frutos para todos”,
sostiene quien fuera tesorero de APF en 2013.
La mayoría de los integrantes de la cooperativa realiza otros trabajos para afrontar
los gastos de la canasta familiar. Sin embargo, no dejan de invertir tiempo y esfuerzo en
el proyecto asociativo. “No queremos que se caiga la cooperativa, estamos haciendo
fuerza para mantenerla y sacarla adelante. Son muchos años de sacrificio y no queremos
que el proyecto quede trunco”, expresan los socios de APF.
La cooperativa recibe un importante financiamiento a través del Plan de Desarrollo
Local y Economía Social Manos a la Obra 7 del Ministerio de Desarrollo Social con el
que articula CEDEPO desde 2004. Con este recurso financiero se compran las máquinas
básicas que permiten la mejora de las condiciones de producción de muchas familias.
De esta forma se puede instalar una planta para procesar entre 2.500 y 3.000 kg de
alimento balanceado por semana, que se utilizan íntegramente para mantener a los
animales de los asociados.
Por otra parte, el Plan Manos a la Obra constituye la vía de entrada para vincularse
con algunos nuevos productores, al tiempo que significa para muchos de ellos comenzar
a participar de instancias colectivas y reivindicativas respecto de sus condiciones de
producción. De las 20 familias que componen la cooperativa APF, al menos 6 de ellas
se suman a partir de 2007, como parte del proceso iniciado con la adquisición de
maquinaria por el programa Manos a la Obra.
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El Plan de Desarrollo Local y Economía SocialManos a la Obra se lanza en 2003 con el objetivo de
lograr un desarrollo social económicamente sustentable que permita generar empleo y mejorar la calidad
de vida de las familias y su participación en espacios comunitarios. En sus fundamentos se propone
mejorar los ingresos de la población vulnerable, dar respuesta al desempleo y la exclusión social, a través
de la incorporación del componente socio- productivo en la política social y en la escala local. Contempla
apoyo económico y financiero a emprendimientos productivos, a cadenas productivas, a servicios a la
producción y a los Fondos Solidarios para el Desarrollo; fortalecimiento institucional, tomando en cuenta
el desarrollo de actividades productivas desde una perspectiva de desarrollo local en el marco de políticas
sociales integradoras; y asistencia técnica y capacitación para pequeñas unidades de producción y sus
beneficiarios en los proyectos de desarrollo local y economía social. En este sentido se concentra en la
promoción del sector de la ES, de proyectos productivos personales, familiares o asociativos y el
fortalecimiento de organizaciones públicas y privadas.
20
Otro emprendimiento colectivo es un horno de tambor, precursor de un secador solar
de hierbas y vegetales y de un biodigestor familiar, que le permite a la comunidad
reutilizar los deshechos de la producción agraria como combustible. Resulta interesante
señalar que estas tecnologías hoy denominadas apropiadas comienzan a implementarse
a partir de talleres de capacitación organizados por CEDEPO, los que no sólo son
concebidos como una instancia de formación técnica, sino como un espacio de
solidaridad e intercambio. En la puesta en práctica de este proyecto de tecnologías
apropiadas para el desarrollo rural, las mujeres también tienen un rol sustantivo, ya que
son ellas las que participan mayoritariamente de los talleres. Claudia Rojas, secretaria
técnica del equipo, relata: “nuestro trabajo tiene una connotación de género muy fuerte,
porque las mujeres son el sustento del hogar, y este proyecto pretende desarrollar un
vínculo entre ellas y contribuir a que las mujeres se piensen a sí mismas como actores
fundamentales de este proceso y como transformadoras de la sociedad. Las mujeres
empiezan a valorarse a sí mismas y a su trabajo, y esto genera otras dinámicas que
trascienden la construcción de tecnologías. Al representarse como parte activa de la
sociedad, muchas tomaron la decisión de retomar la escuela, comenzaron a planificar
sus embarazos, y planificar el embarazo es planificar la vida.”
CEDEPO también trabaja por la incorporación de los productores y su
cooperativa en espacios de representación concretos junto con otras organizaciones
vinculadas a la producción de alimentos, como la Mesa Nacional de Organizaciones de
Productores Familiares, la Casa de la Semilla, la Mesa Regional de Productores de la
Provincia de Buenos Aires, entre otras.
21
suma de los que el comercio justo ha ayudado a salir de la pobreza, de la exclusión y de
la marginalidad en todos los ámbitos.
El comercio justo no se configura sólo como una relación comercial, sino que busca
establecer un vínculo de cooperación y asociación entre los productores del Sur y los
importadores del Norte, basado en la igualdad y el respeto mutuo. En el comercio justo,
el consumidor consciente no adquiere sólo productos, sino que al estar informado sobre
el origen del producto (en aspectos éticos y ambientales) asume relaciones de
compromiso con los productores.
Los principios del Comercio Justo que su Organización Mundial (WFTO) publica en
su sitio web son los siguientes: 1) Creación de oportunidades para los productores en
desventaja para combatir la pobreza y lograr un desarrollo sustentable. 2) Transparencia
y responsabilidad en la administración y en las relaciones comerciales. 3) Constitución
de capacidades para desarrollar la independencia de los productores. 4) Promoción del
comercio justo a través de la difusión de información sobre sus prácticas. 5) Pago de un
precio justo acordado a través del diálogo y la participación, que permite una
producción socialmente justa y ambientalmente amigable. 6) Equidad de género en la
remuneración y en las oportunidades de trabajo. 7) Condiciones de trabajo favorables en
un ambiente seguro y saludable para los productores. 8) Respeto por los derechos de los
niños y niñas garantizados por la Convención de la ONU y por leyes y normas sociales
locales. 9) Conservación del ambiente por medio de prácticas ambientales y utilización
de métodos de producción responsables. 10) Relaciones de comercio basadas en el
interés por el bienestar social, económico y ambiental de los pequeños productores, en
un marco de solidaridad, confianza y respeto mutuo.
Junto a una forma histórica de comercio justo, denominado en la literatura comercio
Norte-Sur se pueden identificar las corrientes Norte-Norte o Sur-Sur. La primera se
desarrolla a partir de una mayor conciencia en torno a las dificultades de los pequeños
productores locales y al desarrollo de las teorías del desarrollo territorial y local. La
segunda ha cobrado mayor interés en las últimas décadas y refleja la voluntad de un
desarrollo autónomo basado en la articulación de distintas iniciativas de la economía
social y solidaria: innumerables propuestas asociativas y cooperativas, redes socio-
productivas de comercio ético, comercio comunitario y comercio solidario.
Nuevos productos y nuevos sectores demandan la elaboración de normas
equitativas, al mismo tiempo la ampliación de la distribución de los productos no puede
incurrir en prácticas oligopólicas. También se pretende que la transformación de los
22
productos primarios sea efectuada lo más próximo que se pueda al lugar de origen de
los mismos.
El movimiento de comercio justo forma parte de una propuesta integral de economía
social y se articula con otros esfuerzos de promoción de actividades económicas
solidarias. Entre ellos, están las finanzas solidarias, el desarrollo local, el turismo
responsable, el consumo ético, el intercambio y la moneda social, los intercambios de
saberes y los servicios de proximidad, que permiten generar una mayor cooperación
económica y social y articular alianzas estratégicas con sectores del Estado y empresas
que ofrezcan verdaderas evidencias de responsabilidad social.
8
Ubicado en Bonpland N° 1660 en Palermo, el barrio porteño que con sus casi 16 km es el de mayor
extensión de la ciudad. Comprende sectores diferenciados: Palermo Chico, de palacios y residencias;
Palermo Viejo, zona de inquilinatos y hoy de cafés, casas de diseño, salas de teatro alternativo,
restaurantes, y Palermo Hollywood, donde se localizan productoras televisivas, radios y un canal de TV.
Es precisamente en este último sector donde se encuentra el mercado.
23
productores en forma directa. Desde sus orígenes, los protagonistas han sido en su gran
mayoría profesionales urbanos de clase media.
Pueden identificarse dos etapas diferentes y al mismo articuladas en el surgimiento y
desarrollo de este mercado. La primera, con epicentro en la crisis de 2001 y en la
necesidad de reconstruir lazos sociales. La segunda, desde mediados de 2003, en la que
comienza un proceso de recomposición del panorama político que modifica las
prioridades de las organizaciones que participan del mercado. Luego de arduas
negociaciones, 13 asociaciones (entre ellas CEDEPO y APF) firman con el Gobierno de
la Ciudad un convenio que les otorga el uso del predio por cinco años, con espacios pre
asignados a cada una de ellas para la instalación de los puestos. Finalmente, el 1º de
diciembre de 2007 se inaugura la nave central como un espacio para la venta directa de
productos según los principios de la economía solidaria y el comercio justo. Así nace el
Mercado Solidario de Bonpland que abre sus puertas todos los sábados.
El propósito inicial del mercado es facilitar las vinculaciones directas entre
productores y consumidores y atender a las cuestiones propias de la comercialización de
modo que las experiencias de la economía social puedan lograr mayor repercusión y
sostenibilidad. Las características del edificio, su valor histórico como mercado y, sobre
todo, su localización en una zona de atracción turística y emplazamiento de
emprendimientos gastronómicos, textiles y culturales, vuelven al proyecto aún más
propicio. También están presentes la capacitación productiva específica, la reflexión y
difusión de los modelos de consumo responsable y el comercio justo, el intercambio de
conocimientos y experiencias entre las organizaciones y el fortalecimiento de la
economía social en general.
Un sentido común pareciera congregar a todas estas organizaciones. Por un lado,
una toma de distancia del viejo Centro de Abastecimiento Municipal (CAM) que
desaparece durante la epidemia liberal de los años `90. Y por otro, la conformación de
un colectivo con ciertas pautas comunes de comercialización: 1) Precios no regidos por
el mercado sino por los costos de producción y como corolario de la menor cantidad de
intermediarios entre el agricultor/industrial y el consumidor. 2) El valor del discurso
orgánico y del tipo de producción agroecológica en un sentido amplio, en la relación
sujeto-naturaleza, producción-comercialización. Los productos orgánicos van desde
verduras, sushi, harina de algarroba, mayonesa de zanahoria, hasta quesos, huevos,
mieles, cervezas, vinos, mermeladas, tomates triturados, fiambres, nueces, aceites,
dulces, conservas, todos estos libres de agregados químicos. 3) Una postura político-
24
ideológica que proclama la reivindicación de grupos antes invisibilizados (trabajadores
de fábricas recuperadas, movimientos de desocupados, pequeños productores) y que
pretende desactivar el trabajo en condiciones precarias (trabajo esclavo) y evitar los
ambientes de sobreexplotación.
El mercado, no es sólo un espacio de aprovisionamiento, también ofrece talleres de
cerámica, clases de baile o charlas debate sobre distintas temáticas, por ejemplo:
formación de precios. Se organiza el movimiento Canje x Cambio que invita a los
consumidores a llevar vidrios, plásticos, papeles, cartones, metales y tetrapacks que
luego son reciclados. A cambio de llevar los residuos que podrán reutilizarse, y para
contribuir con la causa medioambiental, se regalan semillas para armar la huerta propia.
APF ofrece el fruto del trabajo colectivo en tres puestos de este mercado solidario en
los que Norma Araujo, su presidenta, vende huevos, pollos y verduras, además de
conservas y dulces. Por su parte, CEDEPO que en su predio de La Carolina cultiva una
huerta y cría animales, también vende alimentos en Bonpland de producción propia y
algunos también de otros productores (incluso del interior, como por ejemplo yerba
mate de Misiones) a los que alientan a montar sus propios puntos de venta. Esta entidad
trabaja principalmente en la construcción del vínculo con consumidores que los siguen a
los diferentes lugares, y apuestan a esa relación directa, informándoles con anticipación
cuándo un producto aumentará de precio y haciéndolos partícipes de las problemáticas
propias del modelo de producción.
Antes que contar con un local propio, prefieren formar parte de espacios de la
economía solidaria como este mercado, donde pueden generar relación directa con los
consumidores, incentivar la concientización en agroecología y saltar intermediarios en
la cadena de comercialización. En definitiva, se trata de una forma de producción que
contempla no sólo que el producto sea saludable, sino que las relaciones humanas con
los productores y entre productores y naturaleza sean sanas y ecológicas.
25
Fuente: La Parcela de CEDEPO, [en línea], dirección URL:
<https://www.facebook.com/photo.php?fbid=417790948374328&set=a.405120839641
339
7- Algunas reflexiones
La actual globalización perversa y depredadora que gestiona y controla información,
tiempo y capital, no sólo afecta a los pobres, desposeídos y desplazados, sino también a
los trabajadores y a los sectores medios aun de los países desarrollados que enfrentan
también un futuro que se avizora desalentador. Su voz se ha hecho escuchar en muchas
ciudades europeas y norteamericanas a través de sus acampes y sus tomas. Son
movimientos que cuestionan la política, la economía y la educación de sus gobiernos y
pretenden un cambio de brújula.
Desaprender los valores individualistas y competitivos del actual sistema y aprender
a construir en colectivo y poner en el centro las necesidades de todos no es una tarea
26
sencilla. Sin embargo, la realidad muestra a partir de una cantidad significativa de
experiencias que se puede producir, distribuir y comercializar desde valores como la
equidad, la justicia social y la solidaridad. Queda claro que la alternativa no vendrá
desde arriba, sino que deberá ser co-construida a través de relaciones horizontales de
respeto hacia las diferencias.
Los alcances de las experiencias asociativas analizadas en el presente capítulo son
amplios y exceden, por cierto, el carácter económico.
En el marco del avance neoliberal de la década de 1990, CEDEPO, una organización
sin fines de lucro iniciada en el campo de la educación popular, redefine su práctica y
decide abandonar su zona de comodidad y anclar su trabajo territorial en un lugar y en
una actividad concreta. En el contexto de la expansión de la llamada revolución verde
visibiliza los problemas de los productores de alimentos más vulnerables, en una de las
zonas más pobres del Cinturón Hortícola Bonaerense: el barrio La Carolina de la
localidad Ingeniero Allan (Florencio Varela). Al concentrarse en sus demandas, pasa de
ser una entidad de apoyo a conformarse en un espacio de representación política de
aquellos sujetos con los que trabaja. Es en este marco que se involucra con las familias
con las que plantea el abordaje territorial, donde expresa los reclamos de la zona (el
primero vinculado con la falta de un centro de salud) y desde donde vehiculiza acciones
conjuntas que los incluyen y les otorgan protagonismo.
Con el firme convencimiento de que la comunidad de La Carolina Rural debe
desarrollar sus propias habilidades, CEDEPO a través de distintas actividades logra
instalar capacidades para que el barrio se descubra en tanto actor social de los diversos
procesos en los que participa. Una de las líneas de acción deriva en el reconocimiento
de la soberanía alimentaria y con ella en la decisión, no exenta de marchas y
contramarchas, que toman 20 familias de integrar una cooperativa: la Asociación de
Productores Familiares de Varela (APF Varela), que con variantes en el número de sus
socios se mantiene hasta la actualidad. Pero CEDEPO, consciente de sus debilidades
avanza en su inserción en ámbitos más amplios de discusión y es así que incorpora a
los productores en espacios de disputa concretos junto con otras entidades vinculadas a
la agricultura familiar.
Los alimentos producidos por APF y por el mismo CEDEPO se comercializan en el
Mercado Bonpland, esa isla de la economía social enclavada en el tradicional barrio
porteño, al que las productoras de televisión, los bares y los comercios para turistas han
puesto de moda bajo la denominación de Palermo Hollywood. En él encuentran lugar
27
no sólo cooperativas ya consolidadas sino también organizaciones de pequeños
productores y campesinos sin tierras, así como trabajadores de fábricas recuperadas. Sus
logros van más allá de las cuestiones comerciales. El consenso entre las organizaciones
emerge en torno de los principios ligados con la producción orgánica. El valor no se
limita a la producción de alimentos saludables en sí, sino a sus implicancias en todo el
proceso de producción y distribución en el que no sólo se cuidan el producto final, sino
a los productores y al medio ambiente, a los consumidores a través de un precio justo.
Con los clientes se construye un vínculo basado sobre los principios de la economía
solidaria, que otorga la posibilidad de dar a conocer sus características particulares
(estacionalidad del producto, producción en menor escala), discutir precios (justos tanto
para el productor como para el consumidor), producción de acuerdo con las demandas
de la clientela y mejora en los procesos de trabajo.
Más allá de valorizar estas experiencias concretas de la ESyS y ponderar su potencial,
no deben concebirse como una panacea. Con independencia de los esfuerzos de las
diferentes organizaciones y actores que las conforman, un límite insoslayable que se
evidencia es el decidido apoyo que estas iniciativas deben recibir del Estado. En el caso
analizado, particularmente en relación a CEDEPO y a APF, el peso del auxilio de éste
ha resultado decisivo para su fortalecimiento. El Estado ha estado presente, a través de
activas políticas públicas, emprendidas por agencias gubernamentales como el Instituto
Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto de Investigación y Desarrollo
Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar (IPAF), el Ministerio de Desarrollo
Social (MDS) y canalizadas por diferentes programas y planes, como el Pro-Huerta, el
Plan de Desarrollo Local y Economía Social Manos a la Obra, la Comisión Nacional de
Microcrédito, entre otros.
No obstante, la articulación entre educación popular, economía social y comercio
justo se mantiene en tanto eslabones de un círculo virtuoso en el conurbano bonaerense.
Fuentes y bibliografía
Blog del Centro Cultural de la Cooperación FlorialGorini, [en línea], dirección URL:
< http://www.centrocultural.coop/blogs/cooperativismo/>
Blog Centro Ecuménico de Educación Popular (CEDEPO), [en línea], dirección URL:
<http://laparcelacedepo.blogspot.com.ar/>, <https://es-
la.facebook.com/laparcela.decedepo>
28
Centro Nueva Tierra [en línea], dirección URL: < http://www.nuevatierra.org.ar/>
Organización Social Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), [en línea], dirección URL:
http://www.serpaj.org/
Cotera, Alfonso y Ortiz Roca, Humberto (2013), “Comercio Justo”, en Coraggio, José
Luis, Laville, Jean Louis y Cattani, Antonio (organizadores), Diccionario de la otra
economía, UNGS, Buenos Aires, pp. 76-86.
Defourny, Jacques (2013), “Economía Social”, en Coraggio, José Luis, Laville, Jean
Louis y Cattani, Antonio (organizadores), Diccionario de la otra economía, UNGS,
Buenos Aires, pp. 163-169.
29
Forni, Pablo y Pighin, Romina (2011), “De asambleas, cooperativas y ONGs:
Encuentros y desencuentros de la economía social en el Mercado de Bonpland (barrio
de Palermo, Buenos Aires)”, en Realidad Económica, N° 260 y N° 261, Buenos Aires.
Gomes, Rosemary (2007), “Relaciones Norte - Sur y Sur - Sur en el Comercio Justo:
Retos y Perspectivas” en Angulo, Nedda y Fernández, Massiel (compiladoras),
Afirmando prácticas democráticas y estrategias solidarias para un desarrollo
sustentable, Grupo Red de Economía Solidaria del Perú (GRESP) - Universidad de La
Habana, Lima, pp.101-104. Disponible en
<http://base.socioeco.org/docs/memoria_del_ii_encuentro_la_de_es_y_cj_-
_ripess_la.pdf>
30
Laville, Jean Louis (2013), “Solidaridad”, en Coraggio, José Luis, Laville, Jean Louis y
Cattani, Antonio (organizadores), Diccionario de la otra economía, UNGS, Buenos
Aires, pp. 350-355.
31
Mercado Vecino: producción agrícola y soberanía local en Berazategui
Alejandra de Arce
Un distrito industrial
El partido de Berazategui está situado al sur del conurbano bonaerense, aglomerado que
sufriera -desde los años de 1990- el mayor proceso de desindustrialización y desempleo
de la historia argentina. Con una superficie de 221 km2 y una densidad poblacional de
1467 habitantes por km2, el Censo de 2010 indica que el distrito exhibe una tasa de
urbanización del 100%.10 Sin embargo, el mismo registro indica que la existencia de 88
pobladores con viviendas particulares que se consideran como parte de la población
9
http://www.berazategui.gov.ar/emprender/index.php
10
Buenos Aires, Dirección provincial de Estadística, “Superficie, densidad, población urbana rural,
2010”. Disponible en: http://www.estadistica.ec.gba.gov.ar/dpe/index.php/poblacion/distribucion-
espacial-y-urbanizacion/180-definiciones-distribucion-espacial-y-urbanizacion/234-cuadros-estadisticos-
distribucion-espacial-y-urbanizacion
32
rural dispersa.11 Es decir, el mismo instrumento de medición, oculta la presencia de
estas familias agricultoras –y de otras que desafían el criterio con el que se define lo
urbano- dificultando la proyección e implementación de políticas que consideren sus
necesidades particulares.
En el mismo sentido, los datos aportados por el Censo Hortiflorícola de 2005 registran
177 explotaciones, con una superficie de 830,54 hectáreas. De la superficie total, un
59,28% está dedicada a la horticultura y un 4,7% a la floricultura, en su mayoría con
actividades realizadas a campo. Cuando se clasifica las explotaciones respecto del
régimen de tenencia de la tierra, los resultados revelan la precaria situación jurídica de
los agricultores: un 65,26% de ocupantes, 17,29% de arrendatarios, 0,51% de aparceros
y 1,7% de otras formas de tenencia. Los propietarios representan sólo el 15,25%.12
11
Población rural: Población en localidades de menos de 2.000 habitantes o dispersa en el área rural.
12
Buenos Aires, Dirección Provincial de Estadística, Dirección provincial de Economía Rural, Censo
Hortiflorícola. Provincia de Buenos Aires, CFI, 2005, pp. 21, 23, 25. Disponible en:
http://www.estadistica.ec.gba.gov.ar/dpe/Estadistica/chfba/chfba2005.pdf
13
FAO, Informe de Políticas, junio de 2006, N°2. Disponible en
ftp://ftp.fao.org/es/esa/policybriefs/pb_02_es.pdf
33
1. Se centra en alimentos para los pueblos: a) Pone la necesidad de
alimentación de las personas en el centro de las políticas. b) Insiste en que la
comida es algo más que una mercancía.
14
Gordillo, Gustavo y Obed Méndez, Jerónimo (2013), Seguridad y soberanía alimentarias (documento
base para la discusión), FAO. Disponible en: http://www.fao.org/3/a-ax736s.pdf, p. 5.
34
participar en el proyecto, que cada lunes toma la forma de una feria de venta directa
donde se ofrecen los productos de la tierra berazateguense a los vecinos en la Plaza
Rigolleau15. El Municipio provee las carpas, tablones, sillas y electricidad necesarios
para el funcionamiento del emprendimiento que respalda la producción de alrededor de
15 familias agricultoras.
15
Av. 14 y Lisandro de la Torre, Berazategui.
16
http://frentedariosantillanconurbanosur.blogspot.com.ar/p/contactacto.html
17
http://www.berazategui.gov.ar/noticias/110-general/654-mercado-vecino-un-encuentro-entre-
productores-locales-y-vecinos
35
Fuente: http://www.berazategui.gov.ar/noticias/
Para muchos de los agricultores involucrados, Mercado Vecino es una más de las
estrategias de venta sus productos. Olga, junto a su esposo y siete hijos, se dedica al
cultivo y comercialización de verduras, que desde hace dos años produce en forma
agroecológica. Como todos los que participan en este emprendimiento, no es propietaria
de las tierras que habitan y trabajan. Toda la familia colabora en la producción. Afirma
que con el tiempo, tiene clientas que buscan sus verduras, pues aprenden a diferenciar el
gusto de la producción sin agrotóxicos y compran en cantidad, para que les dure toda la
semana. Complementa estos ingresos con la comercialización de bolsones
agroecológicos, que incluyen 7 kilos de frutos de estación. En la plaza, es el único
puesto que ofrece verduras de estas características.
Otros productores señalan una realidad familiar similar: todo lo que ofrecen –excepto
papas y cebollas que adquieren y revenden por demanda de los consumidores- proviene
de las quintas donde viven y laboran, sin tener la seguridad jurídica de la propiedad.
Además de estar cada lunes en Mercado Vecino, entregan su producción al mercado
regional.
36
modalidad de contratación directa al tiempo que los exime de rentas provinciales.
Además se empadrona a los participantes en el Registro Nacional Sanitario de
Productores Agropecuarios (RENSPA), solicitado por el SENASA y se gestionan los
turnos para la obtención y renovación de la Libreta Sanitaria.18
La propuesta Mercado Vecino tiene apenas ocho meses de vigencia y, tanto a los ojos de
los funcionarios-promotores como de los productores participantes, es considerada
como exitosa. Y este éxito parece exceder el terreno de la producción.
Señalan los participantes que cada vez más gente concurre al Mercado los lunes y en
ocasiones, levantan los puestos antes de las 16 hs., cuando no tienen ya casi productos
que ofrecer. Los organizadores apuntan que cada puesto reúne un promedio de
$3000/$4000 en cada edición y que, aún cuando pagaban las carpas, su rentabilidad es
considerable.
Otro de los logros de esta política local, es la participación activa de las mujeres como
emprendedoras. Si bien quienes figuran como titulares legales frente a la Secretaría son
los varones –situación que reproduce una histórica desigualdad de género en los
espacios rurales- las mujeres son las que organizan la feria, intervienen en la definición
18
http://www.senasa.gob.ar/renspa
37
de los precios, llevan la contabilidad de cada puesto y descubren su propia voz en este
espacio.
Esta suma de pequeños triunfos se articula con la reflexión inicial sobre la seguridad y
soberanías alimentarias. Surgen entonces nuevamente estos interrogantes ¿Promueve
esta iniciativa la soberanía alimentaria local? ¿Existe un compromiso con las prácticas
de cultivo agroecológicas y con procesos de desarrollo rural local? ¿Modifica el
Mercado Vecino las representaciones de “lo rural” berazateguense? ¿Amplía las redes
de comercialización de los productores hortícolas?
Entre otra serie de proyectos que potencian la soberanía local, Mercado Vecino se
convierte en una política estratégica desde el punto de vista alimentario. Pone a
disposición de los vecinos, alimentos frescos, a un precio bajo, para modificar pautas de
consumo que repercuten a nivel económico y físico, afectando la salud de los
berazateguenses. Asume el reconocimiento a los productores, gestores de estos
alimentos- otrora sujetos marginados en el comercio local-, los capacita y amplía las
redes de comercialización. Falta tiempo todavía para medir el impacto de esta política,
su compromiso con el desarrollo rural local sostenible y con las demandas históricas de
sus participantes.
Bibliografía
http://www.berazategui.gob.ar/noticias/110-general/530-nuevo-mercado-vecino-de-
berazategui
http://www.lasintesis.com.ar/nota-39mercado-vecino39-en-berazategui-69926
http://info135.com.ar/2017/02/05/berazategui-mercado-vecino-con-beneficios-para-los-
productores-agricolas/
38
http://info135.com.ar/2017/02/25/berazategui-oportunidades-que-brinda-mercado-
vecino/
http://www.berazategui.gov.ar/amplianota?nota=662
http://www.berazategui.gov.ar/noticias/110-general/654-mercado-vecino-un-encuentro-
entre-productores-locales-y-vecinos
39
El periurbano bonaerense: asociaciones y cooperativas
Introducción
40
estos grupos es, además de la soberanía alimentaria19, la extensión hacia el mercado.
Existe una gran heterogeneidad de bienes producidos por estas unidades en la
Argentina, entre los cuales encontramos ganado vacuno y ovino, hortalizas, frutos, vid,
maíz, horticultura, viveros y flores, etc.
En cuanto a las cifras, cabe destacar que a partir de los últimos años, la agricultura
familiar ha tenido un nivel de participación de entre el 19% y el 40% en el total de la
producción agropecuaria de los países del MERCOSUR (Argentina. INTA. 2015);
razón por la cual resulta contradictoria la no integración de este sector al mercado
interno.
19
“La idea de soberanía alimentaria supone, no sólo la responsabilidad de los Estados nacionales en
cuanto a la producción de alimentos, sino también, el acceso a los alimentos, la protección de los
mercados locales, y todos los temas relacionados, como pueden ser la Reforma Agraria y el acceso a
tierras.” (Caporal, F. R.)
41
siendo importantes las producciones familiares de granja, tambo y cerdo para la
provisión local de carne fresca, huevos, lácteos y embutidos”. (Pineda, C. 2013)
El área que compete a este capítulo comprende los partidos de Florencio Varela y
Berazategui. Estos presentan una amplia zona agrícola, interfase campo-ciudad, que
abre paso a espacios de interconexión que podrían ser explotados de manera racional,
sin ser necesariamente amenazados por el proceso de la urbanización. Como sostiene
Silvina Alegre en su artículo “Configuraciones territoriales en el periurbano de
Florencio Varela”:
42
Universidad de Lomas de Zamora, la Universidad Nacional de Quilmes, la Universidad
de Buenos Aires, los municipios de La Plata, Florencio Varela -a través del Instituto de
Desarrollo Local (IDEL)-, Berazategui, Esteban Echeverría
Todas estas organizaciones trabajan en conjunto para llevar a cabo el desarrollo local
y proveer información y servicios a este sector productivo. Esto significa que entre sus
principales objetivos se encuentran el impulso al desarrollo de estas actividades que se
practican en la zona y la innovación tecnológica para poder llevarlas a cabo de manera
más eficiente.
20
Datos disponibles en: (2012) “Cursos de Huerta”. Diario El Sol: el Matutino del Gran Buenos Aires.
Link: http://www.elsolnoticias.com.ar/notas/12103-cursos-de-huerta (2009) “Continúa curso de huertas
por aporte del INTA.” Diario El Día. Link: http://pasado.eldia.com/edis/20090816/quilmes39.htm
43
solución de los problemas alimentarios, procurando una mayor capacidad de
gestión en la población;
Entre las tantas actividades que se han desarrollado desde el CIPAF, dependiente de
la Dirección Nacional, se señalará su intervención en Florencio Varela con la creación
de un “Microtunel Modular” instalado en la Escuela Agraria N°1 en el año 2013. Este
microtunel fue diseñado por estudiantes de Bellas Artes de la Universidad Nacional de
La Plata luego del estudio del contexto socio-cultural y las necesidades de mejorar la
producción en la región.
44
específicamente delimitada como “La Capilla”, en la cual viven y producen gran
cantidad de agricultores familiares.
Como se puede ver en la cita, estos productores poseen el beneficio de una tierra fértil
y de la unidad cultural. El fenómeno de la bolivianización ha sido creciente a partir de la
década de 1990, sobre todo en el partido de Florencio Varela ”La creciente presencia
del horticultor de origen boliviano en la producción de verduras que se realiza en los
bordes de la ciudad lo ha transformado en un actor decisivo en lo referido al
abastecimiento alimenticio cotidiano de una población de 13 millones de habitantes”
(Barsky, A.; 2008). Estos componen más de la mitad de la mano de obra involucrada en
la actividad. En su mayoría, las unidades de explotación agrícola de la comunidad
boliviana son de agricultura familiar (65%). Aquí, los trabajadores pertenecientes a la
familia y la “figura del mediero”, llevan a cabo toda la producción.
45
las diferencias estructurales de género; y por el último se puede mencionan los diversos
problemas agroambientales relacionados al uso de la tierra. Entre estos obstáculos,
además se debe prestar especial atención al lugar que ocupa el productor aislado,
inmerso en una dinámica que lo somete limitando la cantidad de dinero que percibe
como ingreso. En este contexto surgen las diversas formas de agrupación de los
productores.
Retomando las problemáticas antes mencionadas, debemos señalar que tienen como
epicentro el sector periurbano en general, por lo que la agricultura familiar y la
agrupaciones son formas de sostener su economía y la soberanía alimentaria
fomentando su desarrollo y crecimiento. Las agrupaciones de esta área se dividen según
su tipo de producción e intereses aunque mantienen puntos en común; entre los
principales de las pertenecientes al periurbano encontramos que, por ejemplo, defienden
el derecho a la identidad cultural -en el caso de ser parte las comunidad boliviana o
japonesa- , la transición agroecológica y la distribución del trabajo, el acceso a la tierra
y a los mercados de distintas formas.
46
Las cooperativas y asociaciones civiles que se pueden encontrar entre otras son: la
Asociación de Productores de la Economía Regional (APER) , la Cooperativa
Agropecuaria Productores Parque Pereyra, la APF el Guadalquivir, la Asociación
Centenario (ACen) , Cooperativa de Trabajo Agropecuario de Hudson y Pereyra Ltda
(CoTrAHyP) , la Cooperativa de Trabajo la Unión Limitada, la Unión de Trabajadores
de la Tierra (UTT), la Asociación 1610 de Florencio Varela, la Asociación Civil:
“Colectividad Boliviana El Sur”, la Cooperativa de Trabajo La Esperanza y Los Amigos
Reserva de Biósfera de Pereyra.
La manera que tienen muchos de ellos de acceder a este, ya que no poseen vehículos
propios, es a través de la “culata de camión” o en “tranquera”. Esta modalidad de venta
se construye a partir de un vehículo, su dueño y el productor hortícola. El dueño del
transporte llega a las tierras del productor, lleva la mercadería a venderse a un mercado
21
Entrevista realizada a productores de Florencio Varela, Sede de la Asociación. 19 de Noviembre de
2016.
47
centralizador, le da una parte del pago y cuando finaliza la jornada comercial regresa al
productor con el resto del dinero sobre lo que vendió y el excedente en producto que no
haya sido vendido.
Asociación 1610
La “1610” de Florencio Varela está compuesta por diecisiete familias que trabajan en
conjunto para fortalecer los lazos entre productores, el mercado y la tierra sobre la que
cultivan. Esta funciona desde el año 2009 y posee su sede en la Parcela Comunitaria de
esta Asociación.
Los productores en general son inmigrantes bolivianos o del norte del país, que no
tienen acceso a la tierra y cuya subsistencia se basa en el cultivo hortícola por parte de
la unidad familiar para el consumo propio y la obtención de ganancias (RENAF, 2012.
P. 39). Por lo tanto el único recurso posible es el alquiler para producir y vivir en estas
tierras.
48
agroecología, sin dejar de lado las problemáticas sociales y de mercado existentes
previa y posteriormente al establecimiento de estas prácticas.
La Unión de los Trabajadores de la Tierra es una red de comercio justo que funciona
desde el año 2011 y posee sedes en distintas zonas periurbanas. Está conformada por
49
100 productores familiares, que pertenecen a las zonas de Abasto, Las Banderitas, El
Pato y Pereyra.
Una de las características más importantes de esta asociación es que entre sus
principales objetivos se encuentra el acortar la brecha que existe entre los consumidores
y los productores. Atendiendo a las problemáticas mencionadas en el apartado
correspondiente, resulta de vital importancia el problema de dependencia de los
productores al sistema de comercialización. Esta Asociación propone una solución al
conflicto a través de la organización y colaboración de cada unidad productiva. En su
página de Facebook, se describen a sí mismos de la siguiente manera: “Somos familias
de pequeños productores hortícolas organizadas para mejorar nuestra calidad de vida,
ofreciendo nuestros productos directo al consumidor.” (Unión de Trabajadores de la
Tierra. 2012).
50
La U.T.T centraliza su acción en la superación del problema de acceso al mercado por
partida doble. Por un lado ellos venciendo las limitaciones impuestas por el sistema de
intermediarios que impiden, no sólo la posibilidad de los productores de vender y
obtener una ganancia, sino que también limitan por otro lado, el acceso de sectores de
pocos recursos a la compra de estos productos.
Esta es una Asociación civil conformada desde el 2011 por trece productores hortícolas.
Sus unidades de producción se encuentran en el Parque Pereyra Iraola, dentro del sector
de Berazategui y La Plata. (Ferraris, G.; Bravo, M. L. 2014).
51
La Asociación, ante esta situación, se agrupa, se organiza y trabaja levantando la
bandera de la comunidad boliviana, fortaleciendo, así, su sentido de pertenencia e
identidad.
Conclusión
En las zonas periurbanas de Florencio Varela y Berazategui estos sujetos sociales han
comprendido que para poder crecer y lograr soberanía alimentaria primero debían
agruparse para poder defender sus intereses y correrse del lugar dependiente de los
demás agentes que solían intervenir en la comercialización. Una vez logrado esto,
luchan por defender sus derechos y salvar los demás obstáculos que deben afrontar,
22
Diario El Sol Matutino del Gran Buenos Aires. (2015). Por la Producción. [Página web]. Link:
http://www.elsolnoticias.com.ar/notas/62989-por-la-produccion
52
como lo son la urbanización, los problemas agroambientales, de género, de identidad y
de mercado.
Bibliografía
53
Argentina. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. (2015). “Florencio Varela.
Horticultura”. Página oficial del INTA. Disponible en:
http://inta.gob.ar/documentos/florencio-varela-horticultura Visualizado por
última vez: 06/04/2017
Balcaza, Luis y otros. (2011). Diagnóstico Territorio Periurbano Sur EEA AMBA.
(2012) “Cursos de Huerta”. Diario El Sol: el Matutino del Gran Buenos Aires. Link:
http://www.elsolnoticias.com.ar/notas/12103-cursos-de-huerta
Visualizado por última vez: 06/04/2017
“Continúa curso de huertas por aporte del INTA.”(2009) Diario El Día. Link:
http://pasado.eldia.com/edis/20090816/quilmes39.htm Visualizado por última
vez: 06/04/2017
54
Ferraris, Guillermina; Bravo, María Laura. (2014). Organizaciones de productores
hortícolas del Cinturón Verde de La Plata. VIII Jornadas de Sociología de la
UNLP, 3 al 5 de diciembre de 2014, Ensenada, Argentina. En Memoria
Académica. Disponible en:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.4751/ev.4751.pdf
Visualizado por última vez: 06/04/2017
Pineda, Carlos. (2013). “Contribución al desarrollo del Territorio Sur del AMBA desde
un enfoque agroecológico, orientado a la agricultura familiar y PyMES”.
Proyectos Regionales con Enfoque Territorial. Página oficial INTA. Disponible
en: http://inta.gob.ar/proyectos/BANOR-1271507 Visualizado por última vez:
55
Unión de Trabajadores de la Tierra. (2012). Información de contacto. [Página web].
Disponible en:
https://www.facebook.com/pg/uniondetrabajadoresdelatierra/about/?ref=page_in
ternal Visualizado por última vez: 06/04/2017
56
Educación agraria, periurbano y desarrollo local
Introducción
57
Capilla en el segundo. Varias preguntas surgen al respecto: ¿Cuál es la potencialidad de
este tipo de enseñanza formal para cumplir un rol en el desarrollo local?, ¿en qué
contexto legal y socioeconómico se instalaron las escuelas? ¿ cuáles las dificultades
para afianzarse?.
Pensamos que por su estrecho contacto con la realidad rural del medio circundante y
las familias que allí viven, trabaja y estudian y porque constituyen el centro de
programas provinciales e iniciativas municipales, su capacidad de aporte al desarrollo
rural local es grande, aunque se insertan en situaciones socio demográficas y
productivas complejas.
Las ciudades de Buenos Aires y La Plata están rodeadas por el mayor cinturón
frutihortícola del país. Conocido como “cinturón verde” incluye también la producción
florícola, tanto a campo abierto como bajo cubierta. El cinturón –dentro del que
podemos ubicar la zona rural de Florencio Varela y Berazategui- abarca un radio de 50
km, con aproximadamente 18000 ha. de explotaciones rurales. Es un espacio productivo
importante para el abasto de las ciudades cercanas, sin embargo no está exento de
dificultades. Un mercado y oferta laboral inestables, rendimientos que no siempre son
remunerativos y presencia de intermediarios que restan beneficios al productor, son
algunas de las características de este sector productivo.
¿Y por qué periurbano?. Porque se trata de territorios que es encuentran en el límite
entre lo rural y lo urbano y con relaciones sociales que caracterizan tanto la ruralidad
como a la ciudad y una población que en muchos casos se desplaza cotidianamente
entre uno y otro ambiente, por motivos laborales, de estudio u otros. En todo caso la
identidad local suele estar en cuestión, en momentos en que la mancha urbana avanza
hacia zonas antes típicamente rurales.
En suma la mayor comunicación entre el ámbito urbano y el rural, la residencia de
los propietarios en la ciudad y los desplazamientos frecuentes entre ambos espacios
desdibujan límites entre lo urbano y lo rural, que antes se percibían como más precisos..
En Florencio Varela, la zona rural denominada “La Capilla” se encuentra a 15
kilómetros de la ciudad cabecera del partido y fue centro, a partir de 1951 de una
colonia agrícola creada por el gobierno de Domingo Mercante , en la que predominaron
58
migrantes italianos y japoneses, sus descendientes y, en las décadas más recientes,
migrantes de la vecina República de Bolivia y sus familias.
Berazategui por su parte, contiene también un espacio rural, estructurado por el paso
de la autopista Buenos Aires- La Plata, la construcción de barrios cerrados que avanzan
sobre la zona productiva y la presencia de un sector del Parque Provincial Pereyra Iraola
dependiente del Ministerio de Asuntos Agrarios y otras reparticiones provinciales. Una
antigua concesión ha permitido la radicación de productores hortícolas y florícolas en
terrenos del Parque, lo que ha llevado a frecuentes conflictos por la tierra.
Ambos municipios han sido objeto de políticas públicas de los gobiernos nacional y
provincial, no siempre en concordancia, entre ellas las políticas educativas. Las escuelas
agrarias, una modalidad particular y muy específica -comprometidas con el desarrollo
de su comunidad y de la producción rural- son ofertas educativas que pueden llegar a
ser campo de disputas entre las distintas jurisdicciones. A su vez están atravesadas por
los dilemas e interrogantes que atraviesan las instituciones vinculadas a los saberes
productivos o para el trabajo, en este caso en un ámbito periurbano.
La educación de los hijos ha sido sin dudas a través del tiempo una de la mayores
preocupaciones de las familias radicadas en una zona rural y se suele convertir en un
dilema que involucra el traslado a los pueblos o ciudades, o el acercarse a alguna de las
ofertas educativas especializadas, una “escuela agraria”. Pero ¿cuál es la escuela de
modalidad agraria?, ¿a qué aspectos debe dirigirse la enseñanza?, han sido cuestiones
que preocupan a los pedagogos, docentes e ingenieros agrónomos desde hace décadas.
Es por esa razón que un director de escuela agraria se plantea el interrogante: “y
entonces ¿cuál es la escuela agraria?” y responde con seguridad: es “la que da a los
alumnos la formación adecuada”. Implica una mirada más amplia, no restrictiva a lo
técnico pero que lo incluye.23
Es nuestro propósito aquí reflexionar sobre esta particular oferta educativa, en este
caso ubicada en un espacio que habitualmente no solía ser el suyo, el territorio
periurbano bonaerense y su entorno rural de producciones intensivas, con una fuerte
interrelación con las zonas periféricas de las grandes ciudades.
23
Entrevista al ingeniero agrónomo Gilberto Santaca, director escuela del Parque Pereyra, realizada por la
autora en diciembre de 2015, (anteriormente director de la Escuela Agraria de Quilmes)
59
Más allá de esta realidad específica, ha existido y existe un encuadre legal que es
común para todas las modalidades y ubicaciones territoriales de la provincia, en el que
hay que destacar algunas novedades. Por primera vez la educación rural (de distintos
niveles) fue reconocida como una modalidad específica en la legislación nacional o un
“ámbito” donde se desarrolla el proceso de enseñanza aprendizaje, tal como lo
determina la ley provincial en la materia. Además el nivel secundario de enseñanza ha
pasado a ser obligatorio en la legislación más reciente.
Pero para llegar al momento actual es necesario hacer un poco de historia educativa
reciente. En Argentina la primera ley nacional que intentó abarcar todos los niveles
educativos (excepto el universitario) se sancionó recién en 1993, se trató de la llamada
“ley federal de educación”, que en Buenos Aires fue replicada en su totalidad por la
correspondiente ley de educación provincial. La ley creaba tres ciclos de Educación
General Básica (conocida habitualmente como EGB), obligatoria, lo que implicaba que
los antiguos primero y segundo año del secundario pasaran a integrar el tercer ciclo.
Este dependía de la misma dirección escolar que los primeros ciclos (ex primaria) pero
con la figura de un coordinador/a que “articulaba” con el ciclo siguiente, el Polimodal,
de tres años, que en ese momento no era obligatorio. De acuerdo a la manera en que se
implementó la reforma el “tercer ciclo” podía estar ubicado físicamente en las escuelas
primarias previamente existentes o, en algunos casos, en el edificio de la escuela
secundaria cercana.
Para las escuelas agrarias esta modificación, además de ser profunda resultó, en la
mayoría de los casos, en un fuerte impacto en la formación específica, que se reducía a
los tres años del polimodal, mientras que el ciclo total de estudios -aún teniendo en
cuenta la EGB- se veía privado del último año (tanto las escuelas técnicas como las
escuelas agrarias tradicionales contaban hasta entonces con 6 años de estudios que se
sumaban a los 7 de primaria).
El sistema creado por esta legislación se comenzó a implementar en 1997, y en el año
2001 se crearon los “trayectos técnicos productivos” que permitían, al enfocarse en
cuestiones propias de las antiguas especialidades, subsanar algunos aspectos que la ley
había obviado, sobre todo con relación a escuelas técnicas o agrarias. Estas fueron
encuadradas en la modalidad “producción de bienes y servicios” o “ciencias naturales”.
Sin embargo a poco de andar nuevamente la legislación se modificó, en principio por
medio de la ley de educación técnico profesional de 2005. Esta, vigente, integra los
diversos tipos de “instituciones y programas de educación para y en el trabajo, que
60
especializan y organizan sus propuestas formativas según capacidades, conocimientos
científico-tecnológicos y saberes profesionales”. (Ley de educación técnico profesional
N° 26.058, 2005). La educación agraria quedó, por sus propias características,
encuadrada en esta ley.
Además una nueva ley educativa nacional fue dictada en 2006, que otorga
obligatoriedad a la educación de nivel medio, se trata de la ley 26.206, a la que se
adecuó en general la ley provincial 13.688 de 2007. Para evitar el caos que se había
provocado durante la vigencia de la anterior legislación (no adoptada por todas las
provincias y en algunas solo parcialmente) se realizaron acuerdos con respecto a la ley
de 2006 que fueron firmados por la casi totalidad de las jurisdicciones.
Con respecto a la educación rural, la ley provincial no la considera como una
“modalidad” sino un “ámbito” donde se desarrolla el proceso de enseñanza-aprendizaje
y que debe garantizar el cumplimiento de la obligatoriedad escolar, incluyendo el ciclo
secundario. Deben existir propuestas pedagógicas flexibles para llegar a las poblaciones
rurales y de islas que permitan cumplir con la escolaridad que determina la ley en
cuanto a obligación y a la vez promover el “desarrollo de la comunidad”.
La Educación Técnico Profesional–que comprende también a la agraria- se organiza
en dos ciclos: Básico Agrario de tres años de duración, común a todos los servicios de
educación agraria de nivel medio y el Ciclo Superior Agrario de cuatro años. Al
finalizar el sexto año, los alumnos reciben el título de Bachiller Agrario. El ciclo
superior es orientado y se incorporó la tecnicatura que permite a los egresados del
séptimo año obtener el título de Técnico en Producción Agraria con la especificación de
la orientación elegida.
La opción de obtener una tecnicatura en el séptimo año es importante para los
alumnos de las escuelas agrarias, sobre todo para las del periurbano, que pasaron a ser
más más factibles como opción legítima de salida laboral. En palabras de un director
“estas escuelas del periurbano ahora son ‘potables’”.24
Escuela empresa o escuela como modelo didáctico es un dilema que recorre a la
escuela agraria, la primera mirada en parte coincidente con la antigua concepción
productivista, mientras que para la segunda la producción de la escuela no tiene
24
Entrevista a Gilberto Santaca, director Escuela del Parque Pereyra, diciembre de 2015.
61
finalidad económica sino de demostración. Solamente va al comedor escolar y, si existe
excedente se vende.25
Pero …¿qué características tienen las escuelas agrarias ubicadas en el periurbano?,
Las escuelas agrarias que se han ido creando en el periurbano bonaerense, en torno a la
zona más poblada de la provincia y del país son en general una oferta educativa
reciente. Algunas transitaron los últimos años previos a la ley federal de educación y la
mayoría fueron creadas ya durante la vigencia de la misma o con la legislación actual.
Son de gestión estatal y provinciales desde su origen, es decir que no han tenido que
vivir las sucesivas transferencias que impactaron a algunas de las escuelas más antiguas
(de los ministerios vinculados a la producción a educación y, ya en 1993 de la
jurisdicción nacional a la provincial).
Sus entornos productivos son pequeños, pues los terrenos en que se ubican son de
menor extensión que las escuelas ubicadas en medios rurales extensivos, y con una
finalidad netamente didáctica más que productiva. La enseñanza especializada se enfoca
en producción intensiva hortícola, florícola, cría de aves y cerdos e industrialización de
la materia prima, ya que esta es la demanda del contexto socioeconómico local en
cuanto a preparación para una futura actividad laboral.
Su población escolar es de características algo diferentes a la del resto de la
modalidad técnico agraria, los alumnos/as provienen de la zona urbana periférica,
muchas familias no tienen un contacto actual con la actividad agraria, salvo el grupo de
hijos de los quinteros.
Sin embargo, ciertas problemáticas que pueden dificultar la expansión de esta
modalidad educativa y su rol en el desarrollo local rural no están relacionadas con el
espacio de que disponen, su comunidad educativa o la propuesta didáctica, sino con
otras cuestiones como el oportunismo político, condiciones sociales complejas o crisis
productivas.
La realidad social y económica de la comunidad educativa de los partidos de
Berazategui y Florencio Varela es compleja, el porcentaje de familias con necesidades
básicas insatisfechas es alto. En consecuencia la elección de la oferta educativa no
25
Entrevista a la Directora de Educación Agraria, ingeniera agrónoma Adriana Tortorice, realizada por la
autora, diciembre de 2015.
62
siempre depende de la especialidad sino de la existencia de comedor, la posibilidad de
contención de los hijos durante el día de jornada completa o de alejarlos de otras
problemáticas de las escuelas urbanas. El desafío es entonces motivarlos desde la misma
especificidad de la escuela, la salida laboral y la preparación general que reciben los
alumnos.
En el caso de Florencio Varela la zona rural denominada “Colonia La Capilla” (en
referencia a una antigua capilla protestante) fue objeto de la política colonizadora estatal
a inicios de los años cincuenta, que generó la colonia “17 de octubre” en tierras
adquiridas a la familia Davidson. Posteriormente si bien se fue diluyendo la colonia
como tal, “La Capilla” continuó dedicándose a las producciones hortiflorícolas, a la vez
que la zona urbana varelense crecía y se acercaba y confundía con el medio rural.
La comunidad local gestionó en 1990 la creación de una escuela agraria para sus
jóvenes. Esta iniciativa se concretó en principio como Anexo y campo experimental de
otro establecimiento preexistente, la Escuela Agropecuaria de El Dorado, ubicada en la
ciudad de Quilmes, a 26km de distancia. Sin embargo luego de funcionar un tiempo
precariamente de esa manera, pasó a ser Escuela agraria de La Capilla, a cargo de la ex
directora de la escuela de Quilmes.26
En efecto, la Resolución Nº 1396 del 12 de agosto de 1992 de la Dirección General
de Escuelas y Cultura provincial (actualmente Dirección General de Cultura y
Educación) creó la nueva escuela en un terreno e instalaciones cedidas por la
Municipalidad de Florencio Varela en Comodato. El origen a su vez era el lote de
reserva de la colonia en que se había instalado la Cooperativa agraria, desaparecida en
1982.
Este lote contaba con edificios y un espacio de 10 has. para las prácticas, pero como
previamente había sido instalada allí la asociación de fomento, la cesión a la escuela
produjo algunos conflictos iniciales.
La difusión de conocimientos hacia las familias productoras y el desarrollo rural local
de la zona eran los objetivos primordiales. Aún con pocos medios y un entorno
productivo limitado casi solamente a una huerta, la escuela comenzó a funcionar.
En la actualidad y desde años recientes se ha puesto en marcha un nuevo proyecto
institucional, que implica que todas las secciones didáctico-productivas
26
El docente Marcelo Calabrese–ex –alumno de la escuela quilmeña- relata que los estudiantes llamaban
al traslado entre ambas escuelas “la travesía”, llevaban las herramientas y en el nuevo terreno solo se
dedicaban a desmontar. Entrevista realizada por la autora 14 de abril de 2016.
63
correspondientes a una escuela agraria estén en funcionamiento para que las y los
alumnos reciban una formación integral. Pero a su vez que permita la especialización de
la escuela en la enseñanza productiva más adecuada a la zona.27Se tiende a que los
egresaos estén en condiciones de organizar mini emprendimientos que den valor
agregado a las diversas producciones. La enseñanza especializada se centra entonces
sobre todo en horticultura, floricultura, cría de conejos y pollos parrilleros, a lo que se
agrega un núcleo genético de cerdos para producir lechones, que fue provisto en 2013
por el Ministerio de Asuntos Agrarios (hoy Ministerio de Agroindustria). La escasez de
presupuesto, la tardanza en proveer las maquinarias necesarias para concretar los
emprendimientos provoca no escasas dificultades, porque retrasa la formación de los
alumnos en los saberes productivos.
En 2017 la escuela cumple su 25ª aniversario, entonces nos preguntamos sobre la
manera en que se compone la matrícula y como ha ido cambiando a lo largo de los años.
Uno de los grandes problemas para responder a este interrogante es el acceso a la
información, es difícil obtener datos precisos de los primeros años. Al ponerse en
vigencia la Ley federal de educación, lo que ocurrió pocos años después de creada, la
escuela articulaba con dos escuelas rurales de la zona, las Nº 4 y 8, con la consiguiente
dificultad en la formación específica y el control de la matrícula (ya que el 8º y 9º
grados funcionaban en las primarias). Gracias a la gestión de la comunidad educativa se
consiguió traer el tercer ciclo completo dentro de la escuela en 1999 y en base a la
promoción realizada se logró recuperar la matrícula. Se crearon entonces tres divisiones
de primer año del Polimodal con un bueno número de egresados en 2001 de tercer año
(29 alumnos de los que 17 mujeres, todo un récord). Pero justamente ese año la crisis
estructural que comenzaba -económica, social y política-impactó fuertemente en el
sistema educativo y el agrario no fue la excepción. La matrícula descendió a partir de
2002, aún cuando no poseemos datos específicos para la escuela de La capilla.
Actualmente no son necesarias campañas de promoción, los estudiantes concurren
espontáneamente y desde 2005 hay estadísticas confiables, la matrícula fue ese año de
123 alumnos. A partir de 2010 se mantiene estable siempre enre 210 a 230 alumnos
aproximadamente, con predominio masculino aunque no tan significativo como en otras
escuelas agrarias. Es una escuela chica con relación a otras de la modalidad ubicadas en
zona rural extensiva pero su matrícula es relativamente estable.
27
Entrevista a Omar Torrisi, director de la escuela y él mismo productor en la colonia desde 1991.
64
¿Cuál es la procedencia del alumnado?, los primeros años eran sobre todo de las
quintas, es decir zona rural de La capilla, en años recientes ya cerca de un 70% son de
familias urbanas, que se acercan gracias a un transporte escolar que proviene de la
ciudad cabecera del partido de Florencio Varela.
Las problemáticas sociales que enfrentan estos jovencitos son múltiples y en muchos
casos provienen de familias desintegradas, la escuela entonces cumple un rol no solo
didáctico sino de atención a estas situaciones socioeconómicas. El desafío es trascender
esa problemática para poder brindar la formación adecuada.
65
En 2008 se concretó la iniciativa y comenzó a funcionar la Escuela agraria, en un
predio de 19 has, de las que solo se podían utilizar cuatro, ya que están invadidas de
acacia negra de espinas. En la actualidad se ha acudido a un destructor natural, la cría de
cabras, con el fin de destruir las plantas que son plaga y recuperarlas para la actividad
agrícola.
Cabe mencionar que aquí los comienzos también fueron dificultosos. El predio no
estaba preparado para la actividad de las secciones productivas y hasta 2013 la escuela
agraria no tenía perforación de agua propia, compartía la de la escuela primaria. Pero
paulatinamente se han ido organizando las secciones, y buscando un perfil propio para
la escuela.
El objetivo es inculcar en los alumnos la producción orgánica, evitando los
agrotóxicos, sobre todo teniendo en cuenta que la zona es de protección de la biosfera.
Los mismos agricultores familiares asentados en el parque cumplen su papel para
mantener la agrodiversidad.28
Un buen porcentaje de los estudiantes provienen de las quintas y multiplican estas
enseñanzas en las explotaciones familiares. La escuela estrecha vínculos con
asociaciones de medieros a través de la acción de docentes y alumnos hijos de
productores, que son el enlace adecuado, aún cuando de manera no formal.
Como en la escuela agraria de La Capilla, el objetivo de la enseñanza especializada
es preparar a los y las estudiantes para que puedan organizar sus propios
emprendimientos, a través de las producciones propias de la zona, hortícolas sobre todo.
Aunque asimismo aquí se encaran productos no habituales como los cactus
ornamentales y el mantenimiento de un vivero de especies autóctonas: lapacho,
aguaribay, ceibos y acacia enana. La venta de plantines, productos de huerta y árboles
produce una entrada económica, parte de la cual llega a los alumnos del último año para
financiar su viaje de fin de curso.
La matrícula oscila actualmente entre 135 y 180 alumnos, mientras que en 2008
había comenzado con 60 estudiantes de primer año. La proporción entre los sexos
fluctúa pero suele ser de un 60% varones y 40% mujeres, mientras que 45% del
alumnado es de extracción rural, un porcentaje mucho más alto que el de la escuela de
Varela. Aquí son los jóvenes pertenecientes a las familias de los quinteros del parque
quienes conforman buena parte de este alumnado, mientras que el resto procede de las
28
Entrevista al director Gilberto Santaca realizada por la autora, marzo de 2016.
66
localidades cercanas de Ricardo Gutiérrez, Arturo Seguí, Villa Elisa, Florencio Varela,
Ingeniero Allan y algunos de la ciudad de Berazategui.29
¿Qué razones tienen los alumnos para concurrir a esta escuela?, aparte de la más
obvia que tiene que ver con la especialidad, la cercanía o la falta de otras opciones,
suelen haber otras motivaciones como el gusto por el trabajo con animales. En ambas
escuelas existe un desgranamiento importante pero se va afianzando entre algunos
egresados la posibilidad de cursar la tecnicatura, es decir el séptimo año, que permite
estrechar la vinculación entre educación y trabajo, al otorgar una especialidad con
posible salida laboral.
En suma, en un medio local rural periurbano, dedicado fundamentalmente a la
producción hortícola y florícola, la enseñanza agraria tiene su potencial para, a través de
las tecnicaturas especializadas, brindar a los y las estudiantes una opción legítima de
estudio y trabajo al egresar, con la instalación de mini emprendimientos u otras
posibilidades de empleo. La instalación no ha sido fácil, problemas sociales, de
infraestructura, familiares entre otros que escapan a lo estrictamente didáctico deben ser
enfrentados por la oferta educativa, como lo hacen también otras escuelas medias. En
este caso se suma la necesidad de organizar los sectores didáctico productivos de
manera que sean adecuados para las producciones demandadas en la zona y al terreno
disponible. En años recientes proyectos institucionales más estables y producción
enfocada en lo sustentable han afianzado el perfil de los dos establecimientos que
también deben responder a una población heterogénea, en muchos casos no proveniente
del medio rural, con una oferta educativa integrada y atractiva para las familias.
Es fundamental entonces no solo el apoyo de las reparticiones educativas sino de
todos los resortes que tiene el Estado para que sean verdaderas impulsoras del
desarrollo local en el ámbito rural.
¿Se relacionan las escuelas agrarias periurbanas con los ministerios de la producción,
cooperativas y asociaciones locales de productores?. En efecto, la vinculación con el
espectro de estas reparticiones y entidades es fundamental para que la enseñanza
especializada que brindan estos establecimientos –sin dejar de lado la preparación
29
Información proporcionada por la dirección de la escuela, marzo de 2016.
67
integral del alumno en todos los ámbitos del saber- pueda llevarse a cabo con eficiencia
y enriquecer el bagaje de saberes socialmente productivos que la escuela debe otorgar.
La Dirección de Educación Agropecuaria de la provincia de Buenos Aires, de la que
dependen, organiza las diversas redes y vínculos para su oferta educativa en la que
predomina la ubicada en zonas de producción extensiva del interior de la provincia.
No todas las acciones encaradas incluyen a las escuelas del periurbano, por el tipo de
producción y, en algunos casos porque el proyecto institucional se enfoca en una
estrategia productiva sustentable y contraria a los agroquímicos, como sucede con la
escuela del Parque Pereyra Iraola.
Por ser una repartición también provincial las relaciones son estrechas con el
Ministerio de Agroindustria bonaerense (antes Ministerio de Asuntos Agrarios), aunque
no está ni ha estado basada en proyectos orgánicos a largo plazo, sino en la aplicación
de proyectos específicos, a veces no articulados entre las distintas oficinas del
ministerio. En 2011 se creó el “Programa de fortalecimiento de la educación
agropecuaria” y se organizaron Olimpíadas para estudiantes de las escuelas agrarias en
las que presentan sus diversos proyectos productivos. Existen actividades de
capacitación y provisión de infraestructura (invernaderos), herramientas y otros
elementos, aunque con avances y retrocesos. Hubo una actividad más intensa en 2011 y
2012, que decayó ya en 2013. Las razones pueden ser variadas como restricciones
presupuestarias, funcionarios que enfocan su atención en otras prioridades o no se
interesan por el tema, etc. Sin embargo esta es una vinculación esencial para todas las
escuelas agrarias por lo que las actividades se suceden, las escuelas periurbanas sobre
todo interesadas en las cuestiones de horticultura, floricultura, cría e industrialización de
pequeños animales tienden a aprovechar más que nada las acciones de capacitación en
ese sentido pues algo que puede ser casi marginal para otros establecimientos para ellas
es lo que da fundamento a sus proyectos institucionales en la especialidad agraria.
En ocasiones las escuelas son solamente sede de encuentros con productores, con
motivos de capacitación o entrega de diversos insumos o núcleos genéticos, Jornadas
del Plan ganadero provincial u otros planes. No participan directamente los alumnos y
personal, a veces tampoco sus familias, muchas de ellas urbanas.
Las temáticas que se tratan en las actividades, con o sin participación de estudiantes,
pueden transitar sobre conocimiento de normativa pertinente, trámites de habilitación
para comercializar productos, cuestiones alimentarias, modelo de producción ordenada
68
para pequeños productores, manejo de núcleos genéticos, entro otras temáticas
variopintas.
A nivel estatal las escuelas también se vinculan con el Ministerio de Agroindustria
nacional y con el INTA, aunque no tan frecuentemente como las escuelas ubicadas en
otros ámbitos rurales. El programa Prohuerta realiza capacitaciones en la sede de las
escuelas, para productores, padres y alumnos. Con apoyo del INTA, la Dirección de
Cultura y Educación, por medio de la Agencia de Acreditación de Competencias
Laborales y el Programa de Educación Rural e Islas, se ha acercado a la “Asociación de
Productores Hortícolas de la 1610” (en referencia al número de la calle) de La capilla,
con un proyecto de Acreditación de Saberes Rurales de Huertero / Quintero
Agroecológico, aunque no parecen haber tenido mucho contacto con las escuelas de la
zona.
Mientras que con el IPAF, el programa de agricultura familiar dentro del Ministerio
de Agricultura (actual Agroindustria) nacional no ha habido casi relación. Pero en el
Ministerio la repartición que se dedica a las acciones con las escuelas de esta modalidad
en todo el país es la Dirección de Escuelas Secundarias Agrarias y Rurales, que lleva a
cabo en la actualidad el programa “Escuelagro”, con apoyo del INET (Instituto
Nacional de Educación Tecnológica) del Ministerio de educación de la Nación.
ESCUELAGRO es, según la definición del Ministerio de Agroindustria, “un espacio de
actualización técnica y de intercambio destinado a directivos docentes y miembros de
secretarias de producción municipales”. Realiza reuniones en localidades de todo el
país, por lo que no es una acción que llegue específicamente a las escuelas periurbanas
pero las incluye.
En cuanto a las universidades, los vínculos se dan más que nada con la Facultad de
Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata, que invita a
charlas y jornadas a los alumnos más adelantados, sobre todo en cuestiones de
horticultura y floricultura, a la vez que existen directivos y profesores egresados de la
misma, lo que permite utilizar relaciones y contactos previos para organizar las
actividades. Estas pueden redundar también en el despertar vocaciones por los estudios
agronómicos en los futuros egresados de las escuelas.
Existen asimismo programas locales como el del IDEL (Instituto de Desarrollo local
del municipio de Florencio Varela), aunque es difícil con frecuencia compatibilizar las
finalidades y visiones políticas de los municipios con la visión educativa y social que
tiene la escuela. Con el municipio de Berazategui, la relación no tiene que ver con lo
69
productivo, sino que se utiliza la escuela como centro de reunión, de asistencia médica,
de planes de vacunación y tramitación de documentos.
¿Cuáles son las relaciones con las asociaciones locales de productores?. Existen
contactos entre otras con la Asociación de Productores Hortícolas de Varela y
Berazategui (APOVABE) -28 productores que se interesan por la disminución del
impacto ambiental de su producción- y ASOMA, la Asociación de Medieros del Parque
Pereyra, con los que la escuela allí ubicada participa en la feria del parque que organiza
la asociación. Si bien las vinculaciones y las actividades en que participan las escuelas
son variadas tampoco en el caso de las asociaciones se llevan a cabo de una manera
orgánica o sistemática, sino sobre todo a través de los vínculos individuales de docentes,
padres y alumnos. Tal vez algo diferente al caso de las escuelas agrarias del interior
bonaerense -que tienen vínculos con entidades como los grupos CREA, las sociedades
rurales locales o cooperativas agrarias- pero no por eso menos importante en cuanto
refuerza la inserción de las escuelas en el contexto socioproductivo local.
Reflexiones finales
Podemos afirmar que el desarrollo local rural es uno de los objetivos de la educación
agropecuaria, que puede cumplir un rol en el sostén de la estructura socio productiva y
el arraigo rural, pero también en la preparación integral del alumnado para elegir su
propio camino al egresar, en cuanto al estudio superior o la salida laboral. Precisamente
la formación para el trabajo en saberes socialmente productivos es una de las finalidades
de la escuela agraria, aún siempre discutidas y reelaboradas a lo largo del tiempo.
En el caso de estas escuelas ubicadas en medios periurbanos, aun más que en el del
resto del sistema de educación agraria, esto presenta sus dificultades pues debe contener
a una población escolar con problemas socioeconómicos y necesidades básicas muchas
veces insatisfechas en sus hogares. La actuación de sujetos sociales involucrados en la
instalación y permanencia de las escuelas –docentes, familias, comunidad, reparticiones
estatales y privadas- puede significar el éxito o fracaso de las iniciativas escolares y de
su aporte al desarrollo local.
De las dos experiencias analizadas, ambas comparten inicios vacilantes y con ciertos
problemas. El origen no siempre proviene de la iniciativa de las familias pero sí de
entidades locales como el caso de la escuela agraria del Parque Pereyra Iraola impulsada
70
por la escuela primaria de la zona. En cuanto a su destino posterior, el aporte al
desarrollo local rural dado por la vinculación entre escuela, comunidad, producción y
formación aparentemente se estaría produciendo en mayor medida en la escuela del
Parque Pereyra, sobre todo por su relación con las familias de los quinteros del parque.
Para la escuela de La Capilla esta vinculación es más dificultosa dada la procedencia
urbana de la mayor parte de sus estudiantes, las relaciones complejas con el municipio
y la existencia de otra oferta educativa también estatal que compite por el espacio y el
alumnado, aún cuando la orientación es diferente.
La matrícula en ambos casos se ha estabilizado en los últimos años, menor que la de
escuelas medias urbanas o escuelas agrarias tradicionales del interior, pero satisfactoria,
contempla una relación más equilibrada entre mujeres y varones, en comparación con
escuelas situadas en medios rurales más alejados, en los que el estudiantado masculino
es claramente superior en número. Las condiciones de cercanía que existen en el
periurbano a su vez las eximen de la existencia de residencias estudiantiles y de la
infraestructura necesaria para ello.
En cuanto al aporte al desarrollo local rural, si lo pensamos solo como desarrollo
económico no es significativo y tampoco es el fin de una oferta educativa, pero si se
piensa en el aporte a la seguridad alimentaria y la valoración de una producción
sustentable, más allá de que se ejerza o no la agricultura como profesión por los
egresados, este es importante no solo por el impacto en los propios alumnos sino en sus
familias y comunidades.
Entrevistas
Directora de educación agraria de la Dirección General de Cultura y Educación,
ingeniera agrónoma Adriana Tortorice, realizada por la autora, diciembre de 2015 y en
febrero de 2016.
Ingeniero agrónomo Gilberto Santaca, director escuela del Parque Pereyra, realizada por
la autora en diciembre de 2015 y en marzo de 2016.
Técnico Omar Torrisi, director Escuela de La Capilla, 3 de marzo de 2016.
Marcelo Calabrese, ex alumno de la escuela de Quilmes, hijo de pequeños productores
de La Capilla, actualmente docente de la Escuela agraria de Varela en el cargo de Jefe
de Área. Realizado por la autora el 21 de abril de 2016.
Fuentes
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Agrarias”,
05/12/2014.http://www.maa.gba.gov.ar/2010/prensa/noticia.php?idnoticia=1052
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73
La Cooperativa escolar como emprendimiento agroecológico
Primeras consideraciones
74
desde la ejecución de proyectos productivos vinculados al contexto desde una mirada
compleja.
76
Paralelamente, los sistemas agrícolas tecnificados han aumentado el caudal de
producción de alimentos alrededor del mundo, pero consecuentemente han traído
aparejado problemas socio- ambientales como la contaminación y la sobreexplotación
de recursos.
Actualmente uno de los grandes desafíos de las escuelas rurales que trabajan con
contenidos vinculados a la agricultura, es poder enmarcar estos procesos de aprendizajes
en un sentido ecológico. Es decir lograr que los alumnos adquieran competencias
vinculadas a un trabajo consciente de cuidado de la naturaleza.
Las formas de trabajo a partir del modelo agro- ecológico han tomado diferentes
estrategias en las escuelas en general, y en las escuelas rurales en particular.
77
valores como la cooperación, la igualdad y la solidaridad a través de la gestión
democrática de sus socios.
En el caso de las cooperativas escolares, estas mantienen los principios que rigen las
cooperativas en general, pero con la particularidad que sus integrantes suelen ser
docentes y alumnos, y la finalidad última del trabajo es el aprendizaje de contenidos y
valores de cooperación.
30
Disponible en: http://www.aciamericas.coop/Principios-y-Valores-Cooperativos-4456
78
comunes, inspiradas por un ideal de progreso humano basado en la educación moral,
cívica e intelectual de los pequeños cooperadores por medio de la gestión de la sociedad
y el trabajo de sus miembros.” 31
Haciendo un poco de historia sobre el cooperativismo, nos encontramos con una serie
de legislación que sirve para entender la evolución de estas formas de organización en
las escuelas.
Existen muchas normativas que pueden tomarse como referencia para las
cooperativas escolares, y entre ellas destacamos las leyes N° 16.583/64 de enseñanza
31
Citado en Cooperativas de las Américas. Región de la alianza Cooperativa Internacional. Disponible
en: http://www.aciamericas.coop/Cooperativas-escolares Consultado el 03 de marzo de 2017
32
Maestro y Pedagogo francés (1896 -1966). Uno de los principales referentes de la denominada
“Escuela Nueva”
79
obligatoria del cooperativismo, la N° 20.337/73 de cooperativas y la Ley de Educación
Nacional N° 26.206/06.
Entre los que más investigaron sobre legislación cooperativista se encuentra Juan
Carlos Velazque (2016) que en su trabajo sobre el marco normativo para el
cooperativismo escolar en la provincia de Buenos Aires destaca la Ley Nº 5.111 de
1946 que declaraba la obligatoriedad de la enseñanza de la cooperación en las escuelas
provinciales. Esta ley sostenía la necesidad de diseminar los fundamentos teórico-
prácticos del cooperativismo y sentaba sus bases a partir de la obligatoriedad de la
enseñanza de la cooperación en todas las escuelas, la creación de cooperativas escolares
y la capacitación docente. Siendo este un antecedente muy importante para el
cooperativismo actual.
80
Ese mismo año se sanciona la Ley Nº 23.427 de creación del fondo para educación y
promoción cooperativa, y que señala entre sus finalidades:
81
principios y valores establecidos en la Ley 16.583/64, sus reglamentaciones
y la normativa vigente”
Como dato importante vale decir que dentro de la provincia de Buenos Aires existen
actualmente más de 50 cooperativas escolares que incluyen desde proyectos culturales y
deportivos a proyectos productivos de distinta índole.
En el paraje Santa Rosa del Parque Pereyra Iraola funciona desde 1955 la Escuela
primaria rural N°19. La escuela que cuenta con algunas características de la modalidad
agraria, es en realidad una escuela de régimen común con jornada extendida y tiene en
el presente año 2017, una matrícula de 210 alumnos.
82
En la huerta se trabaja sobre la preparación, siembra, riego y cosecha de diferentes
verduras como acelga, lechuga, brócoli y repollo entre otros. Además cosechan especies
aromáticas como orégano o tomillo y se elaboran conservas de dulces (tomate, zapallo y
membrillo)33.Los productos sirven para abastecer a la comunidad educativa y a las
familias de los alumnos.
Al ser consultada la Sra. Gladys Siso, actual directora del establecimiento, ella
remarca el trabajo pedagógico que se está realizando con los talleres de huerta y de
jardinería, y dice que su importancia radica en:
33
Fuente: Fedecoba (2016) “MINI PRODUCTORES”: LA COOPERATIVA ESCOLAR QUE NO
PARA DE COSECHAR. Disponible en: http://fedecoba.com.ar/blogdeprensa/2016/07/20/mini-
productores-la-cooperativa-escolar-que-no-para-de-cosechar/
83
Además del trabajo con huerta y jardinería, la escuela cuenta con un tambo con una
vaca y una ternera, que esperan poder poner en funcionamiento en el trayecto del
presente año, principalmente para la producción de dulce de leche.
Uno de los aspectos problemáticos que tiene la escuela es la falta de personal idóneo
para el cuidado de animales, y la orientación en el trabajo con la tierra, al no ser una
escuela agraria propiamente dicha.
Vale recordar que el cooperativismo escolar tiene en sus orígenes un carácter lúdico
y se trabaja a partir de la conformación colectiva de emprendimientos que representan la
toma de responsabilidades por parte de cada alumno. Este trabajo está acompañado por
las orientaciones de los docentes, que usan el cooperativismo como estrategia didáctica
de construcción de conocimientos situados en valores.
A pesar de las dificultades que trae aparejada la falta de normativa que establezca la
modalidad agraria en la escuela, el trabajo institucional supo coordinar y administrar los
recursos disponibles para el desarrollo de la cooperativa a través de la huerta.
85
La disposición de los alumnos y sus familias son el sostén del funcionamiento, que tiene
su correlato en un trabajo comprometido por parte de los docentes, que a pesar de la
falta de personal idóneo, vienen ejecutando un proyecto que tiene como gran mérito la
enseñanza de la cooperación y la solidaridad como valores propios del trabajo
responsable en el cuidado de la naturaleza.
Fuentes:
Bibliografía consultada
86
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Buenos Aires, Argentina.
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Buenos Aires.
88
El Parque Pereyra Iraola: un espacio singular y conflictivo del Conurbano
bonaerense
Martha Ruffini
Introducción
89
la década de 1940 sufrió transformaciones, como el aumento de superficie de las
parcelas pero de la mano de la disminución en el número de explotaciones o sea
presentó un proceso de concentración de la propiedad, rasgo que se acentuó a partir de
la décadas de 1980 y 1990 .
El cinturón se consolidó a mediados de siglo XX por el impacto del crecimiento
demográfico y la consiguiente urbanización, que redujo zonas productivas y las
desplazó hacia el segundo cordón,incrementando a la vez la demanda de hortalizas. A
partir de la década de 1980 llegaron al Cinturón Fruti-Hortícola migrantes del interior
del pais y trabajadores bolivianos que se instalaron en la totalidad del cinturón horticola
produciendo lo que se ha llamado la “bolivianización de la horticultura”, dándole
obviamente una impronta cultural al cinturón verde. Pero el proceso de concentración
de la tierra afectó en gran medida a los productores quienes se descapitalizaron y se
atrasaron tecnológicamente . En la década de 1990, la producción hortícola aumentó
sus rindes favorecida por las innovaciones tecnológicas:cultivo bajo invernadero,
mejoras en semillas, incorporación de plaguicidas,fertilizantes y sistema de riego e
invernáculo. Pero esta transformación no fue homogénea. Aquellos productores que por
falta de financiamiento, asesoramiento o voluntad de cambio no pudieron acceder a las
mismas quedaron rezagados o estancados y sufrieron la pérdida de competitividad.
El Parque Pereyra Iraola está ubicado en la segunda corona o cordón del Conurbano
Bonaerense , en el extremo sureste del partido de Berazategui y constituye un espacio
singular –por sus dimensiones, ubicación, funciones asignadas y vegetación- dentro del
territorio bonaerense. Su superficie de 10248 hectáreas está distribuida en cuatro
municipios: La Plata,Ensenada, Berazategui y Florencio Varela. Limita con este partido
por el suroeste y el sur y al norte con el Río de La Plata Posee tres sectores definidos: el
sector Santa Rosa, ubicado entre las vías del FC Roca y la Ruta Nacional n° 2, área
abierta al público y cuenta con 2200 ha ; el sector San Juan, tierras altas situadas entre
las vías Quilmes y Temperley del FC Roca y el Camino Parque Centenario -2100 ha-
donde se hallan actualmente organismos nacionales y provinciales y c) la zona de
bañado o tierras bajas de 5900 ha, ubicada entre las vías Quilmes y el río de La Plata,
donde se halla la selva Marginal de Punta Lara o Selva en Galería que bordea los ríos
Paraná y Uruguay .La parte oeste del predio presenta apitud para las actividades
agrícolas.
90
El Parque Pereyra Iraola –en adelante el Parque-. constituye un verdadero “pulmón
verde”, que forma parte del cinturón frutihortícola que une la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires con la capital de la provincia, la ciudad de La Plata. Creado en 1949
durante el gobierno peronista de Domingo Mercante (1946-1952) su finalidad original
fue impulsar el desarrollo rural y la agricultura familiar.Con ese fin, el vasto predio fue
organizado como reserva ecológica, recreativa, turística y cultural a la vez que lotes
agrícolas fueron entregadas por el gobierno provincial a familias productoras.
Pero también creemos importante resaltar que el Parque resulta representativo de
nuestro pasado histórico y nos remite a las familias terratenientes y ganaderas de la
región pampeana y sus establecimientos característicos: las grandes estancias. Sus
propietarios más conocidos y los últimos en detentar la titularidad del Parque fueron la
familia Pereyra Iraola, representantes de la burguesía terrateniente argentina .
En 1850 Simón Pereyra, un poderoso estanciero y comerciante de la provincia de
Buenos Aires vinculado a la actividad saladeril ,emparentado con Encarnación Ezcurra
la esposa de Juan Manuel de Rosas y que poseía campos en Balcarce , compró a Juana
Pinto de Ximenez viuda de Capdevila el Establecimiento Las Conchitas- posteriormente
Estancia San Juan -ubicada dentro del actual Parque Pereyra Iraola. Esta Estancia fue
organizada por su hijo Leonardo Pereyra –casado con María Iraola -y orientada hacia la
cría y refinamiento del ganado Shorton .A la muerte de Leonardo en 1899 ,la propiedad
quedo repartida entre sus seis hijos formándose las estancias Abril, La Porteña, Santa
Rosa , El Carmen y Las Hermanas .Este es el origen histórico de la titularidad de la
familia Pereyra Iraola sobre las tierras , pero no así del Parque en sí mismo.
De ese pasado esplendor, al interior del Parque se conservan más de treinta
construcciones del siglo XIX, con parques diseñados y ornamentados según los criterios
del paisajismo del siglo XIX y que constituyen valiosos vestigios arquitectónicos.En
ellos actuó el paisajista belga Carlos Vereecke ,quien plantó más de 130 especies
diversas; el arquitecto Carlos Tahys y el pintor PrilidianoPueyrredon. En 1887 la
Estancia fue visitada por Carlos de Borbón y el vice presidente Carlos Pellegrini , y en
1910 la Infanta española Isabel recorrió la Estancia San Juan durante los festejos del
Centenario de la Revolución de Mayo.
Desde la faz ecológica el Parque tiene una alta significatividad para el equilibrio
ambiental, actùa como un moderador climático y como reserva de ecosistemas
amenazados por la contaminación. En ese sentido al interior del Parque, en la zona
91
conocida como terraza baja, se encuentra la selva marginal de Punta Lara ,que es la
selva subtropical más austral sobre la vertiente atlántica, una verdadera reserva con
bañados y grandes pastizales y pajonales. Bajo su superficie pasa el acuíferoPuelche,una
de las reservas de agua dulce más importante del planeta.
El Parque constituye el ambiente bonaerense de mayor biodiversidad en flora y fauna
Una parte del mismo es Reserva Natural Integral y Área Importante para la
Conservación de Aves (AICAs) -el sector Punta Lara- y pertenece al sistema de Áreas
Protegidas de la provincia de Buenos Aires. Otra parte se denomina Reserva Forestal
mientras que la totalidad del área del Parque ,con la costa bonaerense incluida, fue
declarada por el Proyecto MAB –el hombre y la biosfera- de la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación,la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Reserva
Mundial de Biosfera en el 2007 .35
¿Qué implica que el Parque Pereyra sea actualmente Reserva de Biosfera? La
declaración de la UNESCO en el año 2007 afecto a la totalidad del área del Parque pero
no incluyó el patrimonio arquitectónico. El objetivo al declararlo como Reserva de
Biósfera es buscar un equilibrio entre las practicas del hombre y su medio natural. Era
imperioso proteger las zonas de ecosistemas terrestres y costeros, este verdadero
“pulmón verde” ,forestado con especies antiguas y exóticas, y que integra cuencas
hídricas de cuatro arroyos (Carnaval,Martín, Baldovino y Pereyra) . Por eso
conjuntamente con la protección de la forestación , se controla el uso del territorio y se
incluye en el mismo espacios de investigación, producción, recreación, educación y
cultura. Por otra parte el Parque Pereyra integra las cuencas hídricas de varios arroyos y
actua como área de recarga para acuíferos subterráneos como el ya mencionado
Puelche, fuente de agua potable para gran parte de la población del conurbano
.Asimismo,su fauna incluye 25 especies de anfibios,30 de reptiles, 292 de aves y 42 de
mamíferos.
El Parque puede ser considerado una verdadera barrera natural contra la expansión
del Conurbano y equilibrador de sus disfuncionalidades. Resulta a la vez una frontera
política ya que por disposiciones del decreto de creación del Parque en 1949 y
normativas posteriores, se impidió legalmente la posibilidad de avance urbano o
industrial sobre el Parque .
35
En Argentina existen quince Reservas de Biósfera. Entre ellas podemos mencionar el Delta del Paraná,
Laguna Blanca (Catamarca),Yabotí (Misiones), Península de Valdés (Chubut) y la reserva andina
Norpatagónica (Neuquén, Río Negro y Chubut) entre otros.
92
Pero la gestión del Parque es compleja. Además de la jurisdicción de cuatro municipios,
con diferentes cantidades de tierra dentro del Parque y por consiguiente intereses y
objetivos a veces divergentes, municipal, la gestión provincial se comparte entre el
Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia-hoy ministerio de Agro Industria- y el
Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OSD) que depende de la Jefatura
de Gabinete provincial.
Veamos entonces las razones de su creación para advertir cómo a lo largo de los
años se fueron desvirtuando los objetivos fundacionales hasta arribar a un conflicto de
poderes en la década de 1990 que afectó la permanencia de las familias productoras en
los lotes asignados.
93
En enero de 1948 el presidente Perón anunció la expropiación de parte de las estancias
de la Familia Pereyra Iraola para conservar su riqueza forestal y artística y realizar obra
turçistica,cultural,social y científica. La gobernación Mercante mediante los decretos
N° 1465 del 28/1/1949 y N° 4393 del 11/3/1949 expropió las tierras pertenecientes a la
familia Pereyra Iraola para preservar la integridad del predio y evitar el posible
deterioro forestal y climático que una subdivisión del mismo podría ocasionar. La
expropiación realizada se realizaba sobre “la riqueza forestal de más alto valor en el
Gran Buenos Aires” y aspiraba a convertir al Parque en una reserva forestal protegida
para el fomento de la agricultura mediante las explotaciones agrícolas de la zona,
producción necesaria para abastecer a la ciudad de Buenos Aires y poblaciones vecinas
de la provincia.
En palabras del Presidente Perón en su mensaje del 24 de marzo de 1949, el Parque
tendría una función social al permitir el “goce de los beneficios espirituales y físicos del
contacto con la Naturaleza”. La idea era que se desarrollaran no solo los aspectos
productivos sino recreativos,turísticos,sociales y culturales, un verdadero centro de
“distracción popular” según el gobernador Mercante.
Por ello desde el inicio se pensó en una zona productiva y en un espacio abierto al
público ,una zona de recreación para aliviar la congestión y el hacinamiento urbano. De
la extensión ya señalada del Parque, según el decreto de expropiación se reservaron
1200 hectáreas para la producción hortícola y la “protección de los pequeños
productores de la zona”,ubicadas en lo que se considera actualmente la zona de
transición de la Reserva de Biósfera. Desde 1954 esa extensión reservada fue
subdividida por el gobierno provincial en sectores y lotes y entregada en arrendamiento
por la Dirección de Colonización. Formó parte de un plan de poblamiento del Parque
destinado a atraer inmigrantes italianos,portugueses y españoles productores de la zona.
En 1950 el predio expropiado fue inaugurado como Parque de los Derechos de la
Ancianidad, llamado posteriormente Parque Presidente Perón –Ley 5753/53- y desde
1955 por decreto-ley N° 701, Parque Pereyra Iraola .
94
mediante sucesivos decretos y resoluciones cerceno importantes porciones de su
territorio a través de mecanismos de transferencia,cesiones y modificaciones de destino
que beneficiaron tanto a organismos públicos como privados.Esta notable merma se
relaciona con las cesiones de tierras realizadas por el Estado Provincial a partir de 1961
que llegaron a contabilizar ocho mil hectáreas, muchas de ellas con carácter definitivo e
irreversible.
A partir de la década del sesenta una parte significativa del Parque fue entregada a
diversas instituciones como la Escuela de Suboficiales Juan Vucetich (1962) y Rosendo
Matías (sector San Juan), la Comisión de Investigaciones Científicas (1963), la
Universidad de La Plata (1964), la obra Salesiana de Don Bosco (1965) y Radio
Provincia de Buenos Aires,(1972) . En 1964 la Asociación Mutual de Empleados del
Ministerio de Obras Públicas (AMEMOP) recibió en forma gratuita 3 ha conteniendo
las instalaciones del Natatorio Provincial para ser usado como Camping y facilitado a
niños dependientes del Consejo de la Minoridad. Por su parte, el Ministerio de Asuntos
Agrarios tenía 500 ha en las que se encontraban las Estaciones Estación Cría de
Animales Silvestres (ECAS) con 500 ha y la Estación Biológica de Aves Silvestres
(EBAS), Viveros, Departamentos Forestales, de Colonización y Recursos Naturales y
la Reserva Forestal. Además el ministerio de Obras Públicas de la Provincia tenía un
edificio para la Dirección de Vialidad, 184 ha que fueron cedidas en 1966 para obras
relacionadas con la futura Autopista La Plata-Buenos Aires y 7 ha para la construcción
de un camino costero a Quilmes en zonas de la reserva marginal de Punta Lara.Otras
cesiones fueron al Ministerio de Salud en 1978 (campo de pastoreo para equinos) y a la
Dirección General de Escuelas (Escuelas Número 11,19 y 23 y Colegio María Teresa ).
Asimismo, desde 1978 2560 ha se hallaban en poder del Cinturón Ecológico Área
Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE) en un complejo entramado que
involucraban a la municipalidad de la Capital Federal ,la Nación y la provincia El
Estado Nacional tenía 1612 ha asignadas al Ministerio de Defensa de la Nación
(Regimiento 7) , mientras que la Marina se benefició con dos cesiones, una de 1530 ha
para la formación de conscriptos (1973) y otra para el Hogar de Ancianos en 1979.
También la Secretaría de Energía de la Nación tenía 6 ha para el gasoducto Santa Cruz-
Buenos Aires cedidas en 1962. Asimismo el Ejército se habría beneficiado de una
cesión realizada por el Ministerio de la Producción de quintas ubicadas detrás de la
estación de Villa Elisa para la construcción de un Barrio Militar.
95
Resultaba claro que estas cesiones afectaban al medio ambiente mediante la
degradación por actividades extractivas, de explotación, depredatorias (incendios
intencionales, tala , desmontes, deforestación) y contaminantes. La tala indiscriminada
de eucaliptus para venta ilegal de leña fue una de las actividades más denunciadas. Si
bien el Ministerio de Asuntos Agrarios negó que hubiera daño ambiental, las
consecuencias fueron visibles. A modo de ejemplo la Marina recibió tierras para
utilizarlas como centro de entrenamiento pero cavo nueve toscas de grandes
dimensiones-casi una manzana de terreno- y profundidad para lucrar con esa tierra y
venderla para obras de la Autopista La Plata-Buenos Aires, produciendo un importante
daño ambiental. Por otra parte, fueron entregadas en comodato la casona de la ex
Estancia Santa Rosa para la Escuela Superior Latinoamericana de Informática y en
1988 durante la gobernación de Antonio Cafiero se entregaron 407 ha a la Empresa
Papelera Massuh S.A para la forestación industrial, actividad que nunca cumplió .36
36
“Parque Pereyra Iraola.Una tierra de nadie”, Diario Clarín. Buenos Aires, 21 de enero del 2001
wwww.clarin.com.ar ;”Quieren declarar al Parque Pereyra Iraola reserva natural” ,Clarín, 1 de agosto de
1998, www.clarin.com ; “El bosque de desmontes y robos”, Quilmes presente,25 de julio del
2010,www.quilmespresente.com , entre otros
96
A su vez, la Legislatura provincial acompaño con sucesivos pedidos de informe este
impulso oficial para la recuperación de hectáreas del Parque. El objetivo expreso era
convertir al Parque en una barrera verde y forestada que separe la zona del Gran La
Plata y el Gran Buenos Aires. Esta intención de recuperación alcanzó-como era de
esperarse a –a los productores residentes en el Parque. Legisladores y funcionarios
comenzaron a hablar de usurpación de tierra y ocupaciones ilegales o de dudoso título.
Aparece por vez primera la figura del “intruso” como referencia permanente. En los
inicios de los 90 el discurso giró hacia la contaminación ambiental provocada por los
productores al cultivar utilizando agrotóxicos y la necesidad de ordenar la cuestión
espacial .
Los actores del conflicto: las familias productoras del Parque Pereyra
Sería importante interrogarnos de que manera los productores habían tomado contacto
con la tierra en el predio del parque y accedido a ella. Entre 1954 y 1960 fueron
parceladas 178 quintas del Parque para desarrollo de la agricultura reteniendo el
gobierno provincial-hasta nuestros días-la titularidad de la tierra. Las primeras familias
que se instalaron lo hicieron aproximadamente en 1950 y provenían de Buenos Aires ,
del interior del país y en su mayoría eran migrantes europeos .A partir de 1970 se
advirtió la llegada de migrantes bolivianos. En la década de 1980 la horticultura ingresó
en una etapa crítica debido a la sobreproducción. Esta coyuntura impactó negativamente
en los establecimientos más atrasados desde el punto de vista tecnológico y con menor
inserción en los mercados. Hasta mediados de los años 90, la crisis del sector se
mantuvo sin demasiadas perspectivas favorables.
Para 1998, en el Parque se registraban 211 familias productoras que se hallaban en
un proceso de descapitalización con escasa producción, ausencia o insuficiente
tecnología y dificultades para comercializar sus productos. Cultivaban
fundamentalmente verdura: radicheta, lechuga, tomate, choclo, zapallito, albahaca y
perejil. Además de caballos, algunos quinteros tenían una pequeña granja y criaban
cerdos o gallinas ponedoras.
Según la Encuesta de Productores Agropecuarios del Parque Pereyra Iraola realizada
por el ministerio de Asuntos Agrarios en el 2006, existían más de mil personas
residentes en el Parque, entre las que había 159 familias productoras o sea una cifra ya
97
menor a la de 1998. La mayoría era de nacionalidad argentina y un 20,6% boliviana .Se
registró también algunos grupos de las etnias quechua y guaraní. El promedio etario de
los productores era de 50 años con unidades familiares de al menos cinco integrantes ;la
antigüedad en la ocupación del 55,8% de los productores superaba los diez años. La
tecnología era escasa: tractores, arados, rastra de discos y de dientes .Un alto porcentaje
de establecimientos (37,4%) carecían de luz eléctrica.
La actividad hortícola se realizaba mayoritariamente mediante producción en secano
lo que agravaba la dependencia con respecto al clima. Se requería la lluvia y si era
estación seca el regadío no estaba al alcance de todos. Pero muchas veces copiosas
lluvias inundaban los campos y ocasionaban la pérdida de las cosechas. Las semillas
eran compradas a crédito y la paga se saldaba con la cosecha que si se perdía o era
exigua, agravaba la situación económica del quintero. Según los datos obtenidos de los
expedientes judiciales de apremio y desalojo, los quinteros relataron que ante la
posibilidad de desalojo, los vendedores de semillas dejaron de realizar la venta a crédito
temerosos que la deuda quedara impaga. La producción se comercializaba directamente
o mediante un consignatario y se destinaba al mercado con puestos en Quilmes,
Berazategui, LaPlata,La Matanza ,verdulerías o venta directa a supermercados.
La mayor debilidad de los quinteros era la tenencia precaria de la tierra .El régimen
de tenencia de la tierra de los quinteros estaba enmarcado en el Decreto N° 9533 de
1980 y su modificatoria de 1983 y estipulaba que la tenencia era precaria y por ende
revocable, que su término era de cinco años y la vivienda era recibida en comodato. El
canon anual correspondía al 10% de la valuación fiscal del lote, que al no existir
registros era estimada por el ministerio de la Producción. En general fue abonado sin
mayores dificultades hasta mediados de la década de 1990 .
En 1992 el ministerio de la Producción modificó los términos de los contratos en
forma unilateral y el canon se duplicó. La mayoría de los quinteros dejó de pagar y el
Ministerio de Producción resolvió – a partir de julio de 1992- cancelar las concesiones y
ordenar el inicio de alrededor de más de 180 expedientes de desalojo, impulsados por la
Fiscalía de Estado de la provincia.
Los argumentos de los quinteros para justificar la falta de pago se centraron en la
imposibilidad de abonar un canon tan elevado. Sus lotes eran pequeños, con un
promedio entre 4 y 6 ha. La mayoría tenía un solo lote y solo en contados casos-
generalmente familiares asociados- se ocupaba más de un lote. En un coro unánime, los
98
quinteros alegaron que en 1992 el Administrador del Parque Eduardo Capelino había
acordado verbalmente un canon razonable. Por otra parte, manifestaban tener serias
dificultades para efectivizar el pago. Inicialmente los quinteros abonaban en el Banco
Provincia pero posteriormente se instaló una Cooperadora en el Parque que recibía los
pagos emitiendo un recibo dudoso, sin datos de cuenta ni destino. El argumento más
esgrimido por los quinteros fue que al ser intervenida la Cooperadora en 1992, no hubo
manera de abonar ya que el gobierno no informó dónde y cómo hacerlo. En todo
momento, los quinteros manifestaron la voluntad de pago. Reconocían al Estado como
propietario de las tierras pero explicaban las dificultades para obtener un rendimiento
adecuado y la crítica situación económica que atravesaban .La ganancia que obtenían-
alegaban-solo alcanzaba para subsistir.37
El primer desalojo se efectivizo en octubre de 1998 con un despliegue escénico de
gran envergadura: 10 patrulleros, carros y personal de infantería con cascos,palos y
lanza-gases, oficiales de la división Halcón de la Policía, ambulancias y camionetas del
ministerio de la Producción para cargar las pertenencias de las familias. Los desalojados
eran productores antiguos, muchos de ellos asentados en el Parque desde 1950. La
explicación oficial de la demostración de fuerza exhibida era “que esperaban resistencia
de los quinteros” .Los quinteros tuvieron el apoyo del Intendente de Berazategui Carlos
Infanzón quien se puso al frente de la resistencia .La manera de efectivizar los desalojos
causó indignación social y significó para el gobierno de Eduardo Duhalde (1991--1999)
un alto costo político, que fue aprovechado por partidos de oposición como el Frente
País Solidario (FREPASO) y la Unión Cívica Radical (UCR) para denostar al
gobernador y acusarlo de falta de “sensibilidad social” al incautar las pertenencias
mobiliarias de los quinteros dejándolos a la intemperie.38
37
Datos obtenidos de los Expedientes del Archivo Civil del Poder Judicial de la provincia de Buenos
Aires. Agradezco a la abogada Liliana Cortés la orientación brindada para optimizar la consulta de los
expedientes judiciales.
38
“Primer desalojo en el Parque” ,El Día, 10 de octubre de 1998, p.12, col 2 a 5;” Desalojan a los
quinteros del Parque Pereyra”, Diario Hoy, 10 de octubre de 1998, p.17, col 9-19. .
99
participación en estrategias de diálogo colectivo y de lucha en función de que el reclamo
estatal cuestionaba la titularidad y la permanencia en las tierras. El desalojo sirvió como
aglutinante de la protesta y nervio de la resistencia agravado toda vez que los
funcionarios provinciales hablaban de intrusos .A su vez, la presencia y represión
policial acrecentó los lazos de solidaridad entre los productores y motorizó la acción.
El epicentro del conflicto se desarrolló entre 1998 y 2001 .El objetivo inicial era
traccionar hacia arriba para lograr el regreso de las familias desalojadas y la suspensión
del resto de los desalojos dispuestos. Las formas de resistencia fueron muy diversas en
modalidades e intensidad: desde sentadas y asambleas, hasta volanteadas y carpas
negras de la dignidad en la unión de los caminos Centenario y Belgrano, acompañadas
de acciones de mayor visibilidad y efecto como tractorazos ,marchas, cortes de caminos,
movilizaciones a Casa de Gobierno y la Legislatura provincial, acampes frente a
edificios públicos, ocupación de espacios públicos, participación en sesiones
legislativas, cortes de ruta en el cruce Gutiérrez y bloqueo de caminos internos del
Parque. Para abrir una instancia de negociación con las autoridades provinciales
utilizaron petitorios y solicitudes de audiencias . A partir de 1998 y en relación con la
política de desalojo, fueron creadas diversas organizaciones de productores La primera
organización que se formó fue una Asociación Civil de Productores Familiares del
Parque Pereyra,(1998) conformada inicialmente por 80 productores .Su actividad fue
intensa: organizo cinco marchas a La Plata y gestionó la creación de la Comisión
Bicameral. Ante el asesinato de dos activistas de la Asociación en 1999 , reclamaron
39
enérgicamente a la Justicia. Legisladores y concejales acompañaron las marchas.
Pertenecían a la coalición opositora FREPASO o a la UCR y los concejales eran de los
municipios de Berazategui y La Plata. La asociación les dio mayor visibilidad
conjuntamente con la elección de delegados que se ocuparon a tiempo completo de las
gestiones. Las primeras dirigentes eran mujeres como Delia Serdiuk y Estela Senatori.
Delia fue también la impulsora del Movimiento Por la Tierra, creado en julio de 1999
para la defensa de los quinteros y fruto de la articulación horizontal de los quinteros con
organizaciones con similares problemáticas como MOCASE, Red Puna, Mesa Nacional
de Pequeños Productores.
39
En 1999 fueron asesinadas las quinteras Aurora Bejarano, de nacionalidad boliviana y poco tiempo
después Estella Nelly Cáceres, paraguaya, quien habría brindado datos a la policía para identificar al
asesino de Aurora .La presidenta de la Asociación Civil Delia Serdiuk relacionó estos asesinatos con
intereses inmobiliarios en la zona y la necesidad de acallar la protesta quintera.
100
La primera solución fue política y por lo tanto rápida. Ante la movilización y los
apoyos recibidos por los quinteros, el ministro de Gobierno José María Díaz Bancalari
acordó con la Fiscalía de Estado y el ministerio de la Producción la suspensión de los
desalojos hasta tanto la Universidad Nacional de La Plata realizara un estudio integral y
un censo de productores.
A modo de conclusión
Actualmente el parque Pereyra Iraola está alejado de los fines a los que fue creado.
Tiene reducida la cantidad de hectáreas dedicadas a la recreación que eran parte de la
intención original de expropiación pero también afectada la cantidad y calidad de los
101
usos del suelo. En el 2007 había 159 familias viviendo en el parque, que se hallaban
vinculadas por redes, asociaciones y cooperativas entre si y asesoradas desde lo
tecnológico-productivo.
La situación actual de las familias productoras residentes en el Parque está signada
por un trabajo precarizado, realizado a destajo y sin aportes sociales, con escasa
inversión tecnológica –muchas de las familias utilizan maquinaria manual- y
absolutamente dependiente de condiciones climáticas y las fluctuaciones en la demanda
del mercado. A esto le sumamos que carecen de infraestructura básica (energía
eléctrica, gas natural,cloacas) con viviendas precarias y caminos en mal estado. Muchas
de las familias realizan tareas extra-prediales para aumentar sus ingresos a través del
servicio doméstico, tareas de albañil o medieros o sub-arrendatarios de otras quintas.
Los conflictos desatados por las tierras en el Parque Pereyra Iraola en los que se
involucraron diversas organizaciones locales y nacionales constituyen así el correlato de
una política estatal agraria que desvirtuó los objetivos iniciales trazados al crearse la
reserva natural. En el año 2011 la situación era prácticamente la misma que cuando se
dio la primera prorroga y el temor de los quinteros se expresaba –nuevamente-
mediante la prensa.
Para finalizar creo importante resaltar que el conflicto tiene como protagonistas a
productores del cinturón fruti-hortícola que claramente por su modo de vida y trabajo
constituyen una excepción dentro de la estructura productiva bonaerense. La forma de
explotación agrícola realizada por los quinteros va a contrapelo de lo sucedido en la
región pampeana a partir de los años 90 con la disolución del productor familiar frente
al avance de las mega- empresas. Los quinteros mantienen el trabajo familiar y en algún
modo la sobrevivencia de la identidad agrícola en una zona atravesada por dos cordones
urbanos significativos. En el caso de los quinteros, debieron adaptarse a nuevas
modalidades de trabajo e innovaciones tecnológicas. Peroen ellos pervive parte de la
antigua cultura rural, manteniendo usos y costumbres en predios rurales vinculados
estrechamente a los centros urbanos que los limitan, entre ellos el Conurbano, el espacio
más extenso del país.
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102
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105
Remembranzas del pasado bienestar. Niños y familias rurales en una colonia del
periurbano. Florencio Varela, 1950-1970
Introducción
El periurbano se define como un espacio accesible, pero a la vez de borde, con un perfil
a veces difuso entre tareas propiamente rurales de tipo intensivo y con una población
relativamente dispersa, al tiempo que establece estrechos vínculos (productivos,
comerciales, residenciales, de servicios) con la ciudad. Y esta proximidad es,
justamente, una de sus ventajas comparativas. De este modo, la multiplicidad de
funciones, dinámicas y sujetos que transitan por él señalan su complejidad, importancia
e interés. Debido a que su estudio desde una perspectiva reciente no carece de
dificultades, abordarlo históricamente no sólo constituye un desafío, sino también un
valioso aporte para comprender mejor el presente.
Uno de los territorios que compone el periurbano y que circunda a la Capital Federal
y a La Plata es Florencio Varela, partido de la zona sur del Gran Buenos Aires. Allí se
instalaron desde hace décadas productores que conformaron explotaciones primario-
intensivas, en especial orientadas hacia la horticultura y al abastecimiento de los
mercados urbanos. La puesta en funcionamiento de estas explotaciones denota no sólo
la espontaneidad familiar, sino también un interés estatal respecto al aliento de la
producción de alimentos en los circuitos próximos a las ciudades.
Desde este punto de vista, nos focalizamos en el área rural de Florencio Varela. Se
trata de una localidad que, en sus comienzos -a fines del siglo XIX-, se caracterizó por
la cría de ganado vacuno y la producción tambera, para luego dar espacio a la cosecha
de cereales. Posteriormente, desde la década de 1930, la horticultura comenzó a
avanzar, y terminó por consolidarse entre 1950 y 1960 por la instalación de pequeños
productores familiares. Incluso cuando hubo un impulso industrial, éste fue acotado y
continuaron prevaleciendo por un tiempo más las actividades rurales. En este sentido,
un hecho que colaboró de forma crucial en esta transformación fue la instalación de una
106
colonia agrícola en 1952, bautizada como “17 de Octubre” -y luego conocida como “La
Capilla”-, que llegó a convertirse en un emblema para la localidad, carácter que
posteriormente fue desvaneciéndose hacia la década de 1970.
El objetivo del capítulo es dar a conocer las condiciones de vida de las familias que
vivieron en la colonia, indagando sobre vivencias, aspiraciones, logros y fracasos en
torno a realidades cotidianas asociadas al trabajo, la educación, la salud, la vivienda, la
recreación, los lazos afectivos, la vida comunitaria y la conexión con la ciudad a
mediados del siglo XX. La originalidad de la propuesta reside en tomar a los niños
como protagonistas. Con frecuencia se dice que los niños simbolizan el futuro y que son
el presente de la sociedad. Pero, al mismo tiempo, pareciera olvidarse de que también
formaron parte del pasado, porque fueron -y continúan siendo- los grandes marginados
de la narrativa histórica, y mucho más si habitaron en el campo. En tal sentido, nos
interesa recuperar las voces infantiles pasadas a través de testimonios de adultos
mayores, para, a través de estas particulares miradas, reconstruir las condiciones de vida
de las familias en un entorno rural próximo a las ciudades, puntualmente en la colonia
referida. De este modo, la memoria de la infancia será tratada como una fuente,
sabiendo que ésta es limitada -ya que puede presentar errores y omisiones-, pero
también considerándola como un inestimable insumo a ser puesto en valor. Además,
será un modo de restituir la capacidad que detentan los niños de construir y modificar
sus entornos, particularmente aquellos tan desdibujados como los periurbanos.
107
Tierras, colonias y bienestar rural durante el peronismo y el desarrollismo
108
radicalidad discursiva inicial dio paso a una política más moderada, difundió
expectativas y temores.
109
bien el Estado planificador se arrogaba un papel clave para el desarrollo de las acciones
tendientes al bienestar, consideraba necesaria la participación coordinada de los
distintos organismos y niveles gubernamentales (provincias, municipios, Instituto
Nacional de Tecnología Agropecuaria, etc.), así como organizaciones de la sociedad
civil. En suma, la vulneración de derechos civiles y políticos a partir de 1955 no implicó
necesariamente un retroceso vertiginoso de los derechos sociales adquiridos. De todos
modos, el incremento de la brecha social y el nuevo panorama económico (signado por
la inflación, la mayor concentración y el viraje en el modelo económico) ameritaban una
intervención más enérgica de parte del Estado.
110
con fines colonizadores, gestándose durante su gestión nuevos emprendimientos, a la
vez que los ya existentes percibían el apoyo del Ministerio de Asuntos Agrarios.
Como hemos mencionado, con avances y retrocesos que giraban al compás de los
dramáticos virajes en la escena política argentina, la voluntad de poner en práctica
políticas de colonización se cristalizó en varias iniciativas tendientes al arraigo de
familias rurales al campo y al aumento de producción rural. Dentro de este abanico,
algunas colonias fueron fundadas en áreas rurales periurbanas, es decir, próximas a las
ciudades. Como propuesta presentaba varios aspectos positivos: la cercanía de las
colonias periurbanas garantizaría una baja en los precios de alimentos de primera
necesidad, a la vez que facilitaría la instalación de familias, rurales y urbanas,
convocadas para convertirse en productoras. En el imaginario de la época, además, se
pensaba que algunas mujeres se sentirían más a gusto en este tipo de colonias, porque la
cercanía con la ciudad facilitaría el contacto con familiares y amistades. De este modo,
las madres gozarían de un soporte emocional indispensable para vivir en el campo sin
resignar otros aspectos y, finalmente, así podrían apoyar a sus esposos e hijos en la
producción rural. Asimismo, los niños completaban el esquema familiar, al ser vistos
como colaboradores y recambio generacional que reproducirían la vida rural tan
idealizada. De hecho, tanto en las convocatorias nacionales como provinciales, en las
planillas de evaluación de candidatos los hijos comportaban puntajes diversos en una
rígida escala preestablecida donde los varones mayores de 18 años “valían” más que las
niñas menores de 12 años, lo que permite visualizar qué tipo de familia era considerada
como modelo .
111
A la luz de los sucesos, esta vertiente de la política colonizadora obtuvo éxitos
parciales: al fin de cuentas, en las décadas de 1950 y 1960 se formaron un puñado de no
más de diez colonias en el periurbano. Las razones para entender este desequilibrio
entre propuestas y ejecuciones son varias. Los organismos colonizadores fueron
transformándose a la par de las políticas nacionales y provinciales, a veces cambiantes,
y eso influyó en la falta de presupuestos e inversiones, pero también de continuidad.
Además, la colonización como propuesta fue dejándose de lado, al igual que la
intención de retener a las familias en el campo o, incluso más, de revertir la
concentración citadina enviando familias urbanas a vivir a colonias. En este sentido, tras
un período de consolidación de las producciones (horticultura, floricultura y, en menor
medida, tambo), en general, este tipo de colonias comenzaron a marchitarse a la par de
la discontinuidad de las políticas y la consecuente falta de acompañamiento estatal en
sus diversas fases. Finalmente, muchas familias optaron por arrendar sus campos o
venderlos, fijando su residencia permanente en las ciudades cabecera de los partidos.
Este proceso, activo ya desde mediados de la década de 1970, dio lugar a profundas
transformaciones en el periurbano bonaerense, al abrir un nuevo período caracterizado
por la labor rural de inmigrantes limítrofes, principalmente de Bolivia y Paraguay.
Como es sabido, estos últimos rasgos identifican el paisaje actual de estos escenarios,
pero la historia previa resulta interesante y además clarifica el cariz de los cambios. En
ese sentido, nos interesa señalar un caso en particular: el de la colonia “17 de Octubre” -
posteriormente denominada oficialmente y conocida popularmente como “La Capilla”-,
en Florencio Varela.
112
En cuanto a la organización, la colonia se dividió en tres fracciones o sectores que
contenían lotes cuyas dimensiones variaban entre las 4 y las 10 hectáreas. El propósito
de este diseño, junto con la ubicación, era evidente: fomentar producciones intensivas,
especialmente de verduras, y de modo secundario, también el tambo. Cabe destacar que,
más allá de los propósitos con que fue planificada, la colonia se posicionó como un
importante espacio de floricultura, esencialmente a cargo de japoneses, pero también de
portugueses. Su ubicación era estratégica, ya que se encontraba a 15 kilómetros de la
ciudad cabecera del partido, a 30 de la Capital Federal y a 45 de la ciudad de La Plata,
ámbitos fundamentales para la colocación de las producciones. De hecho, durante los
primeros años de funcionamiento de la colonia, los productores participaron en los
mercados de Abasto, Spinetto y Morón y, en menor medida, en el de La Plata.
113
reuniones familiares, étnicas y vecinales, que solían ser numerosas y por múltiples
motivos (casamientos, cumpleaños, Navidad, etc.) Con tales propósitos se creó la
cooperativa “Eva Perón” -luego de 1955, “La Capilla”- que tenía también su veta social
a través del Ateneo, donde se celebraran festivales, comidas, bailes y kermeses.
114
con recursos suficientes para comprar sus propios vehículos. Pero también constituyó
un desafío que posiblemente contribuyó a activar propuestas para zanjar la dificultad y
fortalecer prácticas y espacios de sociabilidad.
Los inconvenientes para encontrar fuentes documentales a través de las cuales recuperar
la experiencia subjetiva de los niños de la colonia hacen que la tarea se presente, a
veces, quimérica. Para paliar tal vacío, resultan ricos los testimonios orales de los
adultos, quienes, al rememorar su propia niñez, reconstruyen las condiciones de vida en
los comienzos de la colonia. Sus vivencias, aspiraciones, percepciones, logros y
fracasos en torno a l trabajo, la educación, la vivienda, la salud, la recreación, los lazos
afectivos, la vida comunitaria y la conexión con la ciudad a mediados del siglo XX
despiertan varias preguntas. ¿Cuáles eran los factores relevantes para el bienestar en el
campo y cuál era su importancia relativa? ¿De qué manera incidía la proximidad a la
ciudad en la forma en que los colonos dotaban de sentido y definían su experiencia
cotidiana? Presentaremos a continuación las conclusiones a las que hemos arribado
luego de recurrir a la historia oral como método y a la memoria como fuente.
115
progreso. Aunque había pequeños tambos y progresivamente prosperó la producción de
flores, ciertamente, la actividad hortícola fue desde el principio el punto neurálgico de
una sociedad que se organizó dentro de la colonia. La intensa disciplina laboral que
exigía el mantenimiento de los lotes requería el trabajo familiar, de allí que la labor de
los niños, junto a la de las mujeres, era habitual y valorada. En este punto se revelan
intensas diferencias. Mientras que algunos rememoran su contribución con crudeza,
como una imposición que les dejó secuelas físicas que padecen en el presente, otros
idealizan aquellos años y afirman que, lejos de considerarlo una pesada carga, los niños,
de acuerdo a las edades y capacidades físicas, colaboraban en la cosecha, el riego, la
alimentación de los animales, la clasificación y el encajonamiento de la verdura, entre
otras tareas. Esto devela que el modo de recordar la propia niñez en el campo puede ser
sensiblemente diferente, pero también que existen puntos en común en el relato, como
veremos de aquí en adelante.
Junto al trabajo, otro de los pilares en el que se sustentaba la vida de los niños era la
escuela. Esta comenzó a funcionar a los pocos meses de instalada la colonia, como
resultado de la afluencia de familias con niños en edad escolar. En un principio se ubicó
en un edificio notablemente deteriorado, que databa de finales del siglo XIX, donde
había estado localizada la escuela cuando aquellas tierras eran aún una estancia. La
maestra que tomó el cargo también como directora era también hija de colonos y
provenía de la provincia de Entre Ríos. Durante aquellos primeros tiempos la población
escolar se organizó en un solo curso que convivía en un único salón, donde el pizarrón
era dividido en dos, y en cada fracción eran vertidos los contenidos de acuerdo con el
nivel de los escolares. Resulta evidente que aquel espacio era una pequeña muestra del
paisaje social de la colonia, pues los niños eran portadores de historias familias, idiomas
y costumbres muy diferentes. Cuando la colonia se asentó productivamente y también
116
en lo social, la escuela experimentó un traslado. En efecto, en 1956 le fue asignado un
nuevo edificio, con las características de la edificación escolar de la época. En esta
oportunidad, la localización ya no era en los márgenes del trazado de la colonia, sino en
el centro mismo de ésta.
Las descripciones que de las condiciones materiales han hecho los entrevistados
pintan un panorama -aunque diverso-, no precisamente teñido de confort. En un
comienzo, la mayor parte de las viviendas eran pequeñas e improvisadas, otras, aunque
más grandes y cómodas, eran también humildes y modestas. Si bien con el paso del
tiempo se generalizó la construcción de material y las condiciones higiénicas de las
casas habrían sido un denominador común, se carecía de servicios que existían en la
ciudad. Como muestra de ello, cabe señalar que no existió provisión de electricidad
hasta mediados de los años sesenta, lo cual pautó en un principio los más elementales
detalles de la vida doméstica y la vida productiva. Por ejemplo, no se poseía heladera, ni
cocina a gas, ni televisión, y todas las tareas de la quinta se realizaban de manera
manual.
Cuando se enfermaban, lo cual según los entrevistados era infrecuente, los niños eran
llevados primero a la “salita” que funcionaba en la Administración de la colonia y sólo
después, si la gravedad del caso lo ameritaba, eran trasladados al hospital de Florencio
Varela. Otra usanza consistía en llamar a un médico para que acudiera al domicilio. De
todos modos, vale la pena destacar que la confianza en la efectividad de las prácticas de
la medicina popular y los remedios caseros mermaba el poder de la medicina científica.
117
la diversión infantil. El remontado de barriletes, las carreras de caballo, el aro, el fútbol,
la caza de cuises, la pesca, la inventiva de juegos con verduras y la confección de autitos
y demás juguetes caseros constituían las prácticas más comunes en el tiempo libre de
los niños. La asistencia espectáculos, tales como el circo o el cine -situados en la
ciudad-, era más esporádica y asociada por lo general a fechas específicas, como Año
Nuevo. El intercambio de revistas actuaba como un pasatiempo común, al igual que la
radio, un medio de comunicación empleado en múltiples ocasiones (en el descanso al
atardecer, durante el laboreo o en los días de lluvia), . Si bien en algunos hogares la
lectura del periódico era una costumbre cotidiana, es de suponer que en la mayoría la
circulación de noticias se realizaba de modo interpersonal o mediante la radio.
Reflexiones finales
Durante las décadas de 1950 y 1960, la colonia se posicionó como uno de los
principales centros hortícolas del sur bonaerense, un éxito que dependió, no sólo de la
planificación y localización, sino también por la iniciativa y el esfuerzo de los colonos,
dando por resultado una enorme producción. Este emprendimiento colonizador se
insertó en un proceso de transformación del perfil productivo del partido, que
contribuyó a afianzar.
118
En este contexto, y teniendo en cuenta que en el imaginario de la época prevalecía la
preocupación por el éxodo rural y que, además, se pensaba que la vida rural, aunque
sana y moralizante, era también rústica y precaria en oposición a la más confortable y
atractiva vida urbana, las entrevistas demuestran que dicha precariedad no siempre es
asumida como tal por los habitantes.
En las memorias sobre las propias experiencias infantiles, los testimonios revelan
una relativa uniformidad en cuanto a las condiciones de vida iniciales de las familias,
marcadas por ciertas carencias materiales que progresivamente fueron paliadas, y que
intersectan con un discurso que remite al esfuerzo, a la unidad familiar y a la valoración
por la vida rural elegida. Sin embargo, la valoración presente no es uniforme ni
únicamente positiva, lo que desvela el modo en que las personas fueron experimentando
sus propios recorridos personales posteriores y cómo los vinculan con su vida infantil,
surcada casi siempre por la colaboración entre las producciones familiares. Lo que sí se
afianza en los testimonios es el alto grado de amalgama social en los primeros tiempos,
la importancia de los espacios de sociabilidad (cooperativa, escuela) y el recurrente
trabajo familiar como estrategia.
Bibliografía
Barsky, Andrés (2005), “El periurbano productivo, un espacio en constante
transformación. Introducción al estado del debate, con referencias al caso de Buenos
Aires”, Scripta Nova [en línea], Vol. IX, agosto, N° 194 (36).
Barsky, Osvaldo y Jorge Gelman (2009), Historia del agro argentino. Desde la
conquista hasta comienzos del siglo XXI, Sudamericana, Buenos Aires.
119
Basta, Ángel (1998) “Breve reseña histórica y geográfica de Florencio Varela”, Historia
de Florencio Varela (Suplemento especial para estudiantes. Edición extraordinaria),
Periódico Mi Ciudad, junio.
120
Palacio, Juan Manuel (2009), “De la Paz a la discordia: El peronismo y la experiencia
del Estado en la Provincia de Buenos Aires (1943-1955)”, Desarrollo Económico, vol.
49, N° 194, pp. 221-246.
Torre, Juan Carlos y Pastoriza, Elisa (2002), “La democratización del bienestar”, en
Torre, Juan Carlos Los años peronistas (1943 – 1955), Nueva Historia Argentina,
Buenos Aires, Sudamericana.
121
La prensa en los partidos de Florencio Varela y Berazategui
Bianca Schuh y Maite Fernández
Tanto Varela como Berazategui forman parte del Conurbano Bonaerense que contiene
24 partidos y concentra el 60% de la población de la provincia de Buenos Aires. Se
encuentran en el segundo anillo o corona, que posee lugares urbanizados y rurales, con
una presencia industrial más bien dispersa. La población pertenece a los sectores de
clase media-baja y baja. Según el Censo de 2010, Florencio Varela tiene 426.005
habitantes y Berazategui 320.224.
El partido de Berazategui fue creado en 1960 como escisión del partido de Quilmes.
Presenta un alto índice de población con Necesidades Básicas Insatisfechas (22%). En
algunas zonas del partido, la vinculación con la tierra se da por el arrendamiento o la
ocupación precaria. Posee espacios verdes como el Parque Pereyra Iraola, reserva de
biosfera y forestal, sumado a otras áreas dedicadas la producción.
122
Las dos jurisdicciones tienen urbanizaciones importantes y un espacio periurbano,
zona de transición entre ciudad y campo, que se encuentra sin urbanizar pero tiene una
interrelación dinámica y permanente. Por lo cual, es relevante que en estos partidos en
los que la articulación rural y urbano es un componente importante, el rol de la prensa
sirva para divulgar la realidad compleja y diversa: su producción, los sujetos sociales,
organizaciones, instituciones de educación (de gran importancia las rurales), políticas
públicas, entre otros tópicos sobre su actualidad.
El primer diario impreso de los partidos investigados -que aún se edita- fue La
Palabra, fundado en 1925, luego lo siguió El Sol en 1927. En la actualidad el diario más
leído por los habitantes de dichos partidos es El Sol ya que este es el único distribuido
diariamente, Infosur lo sigue en orden de lectores aunque este último es un semanario.
123
tiene versión online, publican sus notas en sus respectivas páginas web. A su vez,
ciertos periódicos utilizan redes sociales, como Facebook, Twitter o Instagram, para
difundir sus notas: El Radar del Sur, Infosur, Periódico Decisión, Mi ciudad en línea y
El Sol.
El diario El Sol fue fundado por José Antonio Blanco el 1 de Noviembre del año
1927. Actualmente, el presidente es Rodrigo L.M. Ghisani y es propiedad del
SOL S.A. Está ubicado en la localidad de Quilmes, con dirección en la Avenida
Hipólito Yrigoyen 122. Allí se encuentra la sede principal del diario, donde está
la redacción y un archivo histórico abierto al público. Posee una edición digital,
en la página web: http://www.elsolnoticias.com.ar/ y otra impresa, que tiene una
tirada de once mil ejemplares por día. No sólo tiene información del Municipio
de Quilmes, sino también de Berazategui, Florencio Varela y Lomas de Zamora.
Los medios de contacto son: vía telefónica (4257-6325) o sus redes sociales:
Facebook (Diario El Sol) o Twitter (@elsolquilmes).
124
desactualizada desde noviembre de 2016.Trata noticias de diversas problemáticas
sociales y hace principal hincapié sobre los hechos policiales producidos dentro
del municipio de Berazategui. Es un semanario, se edita los viernes, alrededor de
500 ejemplares el diario está a la venta en kioscos de la zona de Berazategui y
sale veinte pesos. A su vez, es distribuido gratuitamente por la Municipalidad,
Consejos Escolares y se envía por correo a instituciones de zona aledañas, tal
como la Biblioteca de Bernal y la Universidad de La Plata. Su redacción se
encuentra en Av. 14 N° 5156, Berazategui. Su email es
edlapalabra@speedy.com.ar y su teléfono: 011 4256-1739.
El diario Varela al Día se creó el 24 de abril del año 2000. Tiene versión digital
que se encuentra en la página web: http://varelaaldia.com.ar/, sitio que recibe
doce mil visitas por día, no solo de Argentina sino también de países europeos.
La versión impresa genera entre 1500 y 2500 ejemplares por día. En la
actualidad, el director es Mario Lettiere y la edición está a cargo de Punto y
Aparte Editorial SRL. La dirección está en Avenida 12 de Octubre N°499,
localidad de Florencio Varela. Para comunicarse con el diario, está disponible su
número telefónico: 011-4355-5555.
El periódico Decisión fue fundado en el año 1996 por Alberto Sabini quien es
su director actual. Tiene una edición online e impresa. Sus cinco mil
125
ejemplares son distribuidos gratuita y quincenalmente, por las zonas de
Quilmes, Florencio Varela y Berazategui. Su redacción se encuentra
en Berazategui, Calle 138 N 1455, Piso 1. Como medios de contacto, posee
redes sociales: una página de Facebook donde difunden sus notas y a su vez
las de periódicos nacionales, una cuenta de Twitter @decisionbegui y un
correo electrónico info@periodicodecision.com.ar . La página web del diario
es http://www.periodicodecision.com.ar/ y el teléfono +54 11 4216 5991 /
7596.
126
El Radar del Sur es un portal de noticias que se encuentra en versión digital, su
página web es: http://elradardelsur.tv/. Se caracteriza por brindar principalmente
noticias de carácter policial. Sus teléfonos de contacto son: 4287-0107 / 15 3246
1332, además posee un e-mail: redaccion@elradardelsur.tv y su Twitter es
@ElRadardelSur. Brinda información sobre los municipios de Quilmes/Bernal,
Berazategui y principalmente de Florencio Varela.
Los diarios, periódicos y portales mencionados anteriormente, son los más leídos y
con mayor difusión en los dos partidos de Berazategui y Florencio Varela. Lo
importante es que todos tienen diferentes modalidades para diseminar la información al
público, ya sea: en su versión digital, impresa, con el uso de vídeos, radio online, etc.
Sus contenidos siempre son referidos a la actualidad de los dos municipios: talleres,
cursos, políticas públicas, producción/cultivo, educación, inseguridad, deportes, etc.
127
MEDIOS DE PRENSA CITADOS
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
128
Reflexiones finales
129
Varela ha mejorado sensiblemente los aspectos vinculados con la seguridad alimentaria
y valoración de una producción sustentable. También resulta de fundamental
importancia para las familias de los jóvenes que se forman en estos establecimientos,
sus comunidades y los emprendimientos productivos.
Por otra parte la relación entre el Estado Provincial y las familiaas productoras
requiere de accciones concretas para mejorar su bienestar y potenciaar su crecimiento
económico.La prensa local puede ejercer en este sentido un rol esencial al dar voz a
aquellos que haabitualmente no la tienen y actuar como transmisora de demandas e
instalar temas en la agenda pública.
130
Datos de los autores
Investigadores
Alejandra de Arce
Alejandra L. Salomón
Profesora en Historia graduada en la Universidad de Buenos Aires, Magíster en Historia
egresada de la Universidad Torcuato Di Tella y Doctora en Ciencias Sociales y
Humanidades por la Universidad Nacional de Quilmes. Es Investigadora del CONICET,
profesora de grado y posgrado de la Universidad Nacional de Quilmes y miembro del
Centro de Estudios de la Argentina Rural (CEAR). Ha participado de congresos y
publicado trabajos históricos sobre la provincia de Buenos Aires desde una perspectiva
socio-política y rural. Correo electrónico: alejandralaurasalomon@gmail.com
Celeste De Marco.
131
Directora del Proyecto de Investigación en Áreas de Vacancia (PITVA) :Entre lo
urbano y lo rural. Estado, economía social y educación agraria en Florencio Varela y
Berazategui (Buenos Aires) a partir de 1990. Ha publicado diversos trabajos sobre su
especialidad y participado en congresos nacionales e internacionales. Temas: historia
agraria argentina, historia de la educación y la familia rural. Dirige un proyecto de
extensión sobre Historia y memoria rural y, en conjunto con una colega francesa, un
proyecto Argentina-Francia (CIN- USPC), sobre familias rurales. Correo electrónico:
taliavioletag@yahoo.com.ar
Graciela Mateo.
Martha Ruffini
132
urbano y lo rural. Estado, economía social y educación agraria en Florencio Varela y
Berazategui (Buenos Aires) a partir de 1990. Autora y compiladora de publicaciones
nacionales e internacionales y ponencias. Dirige becarios CONICET y tesistas de
posgrado. Especialista en Historia Política e Historia Agraria Argentina y Regional
(Patagonia) ,siglos XIX y XX. Sus líneas de investigación se hallan vinculadas con el
Estado, el poder, la ciudadanía, la prensa, políticas agrarias y sectores dominantes. E
mail: meruffini@gmail.com
Alumnos de la UNQ
Maite Fernández,
Tiene 21 años, y su lugar de nacimiento y residencia en Quilmes, Provincia de Buenos
Aires. Estudia Licenciatura en Comunicación Social. Participa desde marzo de 2016 del
Proyectos de Investigación en Áreas de Vacancia: Entre lo urbano y lo rural. Estado,
economía social y educación agraria en Florencio Varela y Berazategui (Buenos Aires)
a partir de 1990. E mail:maaifm.96@gmail.com
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Proyecto de Investigación en Áreas de Vacancia: Entre lo urbano y lo rural. Estado,
economía social y educación agraria en Florencio Varela y Berazategui (Buenos Aires)
a partir de 1990. E mail: martinaoddone97@gmail.com
Bianca Schuh
Vive en Bernal. Es estudiante de la Lic. En Comunicación social de la Universidad
Nacional de Quilmes. Participa como alumna del Proyecto de Investigación en Áreas de
Vacancia: Entre lo urbano y lo rural. Estado, economía social y educación agraria en
Florencio Varela y Berazategui (Buenos Aires) a partir de 1990 desde marzo de 2016
.E mail: bianca_selene_schuh@live.com.ar
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