Texto: Mateo 5:9 “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”
La semana pasada iniciamos nuestra reflexión hablado acerca de los pacificadores…
¿alguien puede explicar lo que entiende por ser un pacificador? La paz es algo que cada ser humano anhela hallar en su vida y en su entorno, lamentablemente muy pocas personas pueden decir que tienen paz en sus vidas. En el mundo hay una búsqueda constante de encontrar la paz pero esta parece ser una condición esquiva. Imagina que en los 4000 años de historia escrita de la humanidad, el mundo sólo ha estado en paz alrededor de 286 años, sobre este dato es importante preguntarnos: ¿Porqué hay tanta pelea en nuestro mundo? ¿Por qué nuestros compañeros con quienes compartimos a diario nos insultan y nos golpean? ¿por qué siendo tan pequeños nos divertimos jugando a pelear o mirar a otros como pelean? La razón del por qué no hay paz en el mundo, ni tampoco en nosotros, es porque no tenemos paz en nuestros corazones, cada uno de nosotros actúa y refleja lo que tiene en su corazón y mente. Un corazón sin Dios no tiene paz y menos la busca. El Señor no solamente quiere que disfrutemos de la paz, sino que también la conozcamos¸ la apliquemos en nuestros corazones y a la vez la mostremos a nuestros semejantes, familia, amigos, compañeros de curso, etc., para eso te invitamos esta semana a practicar el siguiente consejo que la Biblia nos da “que la paz se adueñe de nuestros corazones y mentes” Si aplicamos este principio, tendremos una buena relación con otros porque así reflejaremos la paz y actuaremos con amor, si todos trabajamos en potenciar la paz en nuestras relaciones, con nuestros amigos, nuestros compañeros y profesores evitaremos las peleas y las discusiones, cuidemos siempre nuestra relación y buena convivencia, si lo hacemos así, entre todos construiremos una mejor escuela. Que esta sea una buena semana, busquemos la paz y sigámosla.