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LAS CAUSAS DE EXCLUSIÓN DE LA

CULPABILIDAD
PARTE II

I. INTRODUCCIÓN

Teniendo como base fundamental de estudio la estructura del delito, es decir:


Acción o Comportamiento, Tipicidad, Antijuricidad y Culpabilidad, elementos
que se entrelazan para constituir el delito y considerando que ante la ausencia
de uno de estos elementos no se podría hablar de delito; y que dichos
elementos con la finalidad de ser estudiados en forma objetiva y precisa,
presentan contraelementos o antítesis, como son la Ausencia de la Conducta,
la Atipicidad, las Causas de Justificación y los Excluyentes de Culpabilidad,
por lo tanto en el presente tema presentaremos las Causas de Exclusión de la
Culpabililidad, como una continuación y complementación a lo anteriormente
expuesto y presentado.

Para el desarrollo y exposición del tema en cuestión, nos enfocaremos en la


Concepción Neocontemporánea de la Teoría del Delito, la misma que
incorpora para su estudio y análisis las Causas de Exclusión de la
Culpabilidad, es decir, bajo que circunstancias la doctrina considera que no
existe culpabilidad o que ésta se ve disminuida afectando así a la pena o
sanción, a ser impuesta por la autoridad competente, al constituirse en un
atenuante o excluyendo de responsabilidad al imputado, ante la inexistencia
de uno de los elementos del delito.

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II. DESARROLLO DEL TEMA
1. ERROR DE PROHIBICIÓN

CONCEPTO.-

Se produce cuando una persona cree que está permitido algo que está
prohibido, el error de prohibición impide la antijuricidad, la misma que exige
que el autor del hecho delictivo no solo tenga la capacidad de distinguir entre
lo lícito y lo ilícito, sino que además debe saber que esa conducta está
prohibida. Si no lo sabe, incurre en error de prohibición.

La antijuricidad es un elemento sin el cual no se podría configurar un delito,


y es ahí donde el error de prohibición debe ser analizado, pues cuando
existe error de prohibición respecto a una conducta o actitud el hecho no
puede ser atenuado por carecer el mismo de antijuricidad y para su mejor
entendimiento vamos a ver el significado de antijuricidad.

Antijuricidad.- (Contrario al derecho) en el Derecho Penal es uno de los


elementos que la teoría del delito considera esencial para la configuración de
un delito, la Antijuricidad supone que la acción que se ha realizado está
prohibida por el ordenamiento jurídico, en otras palabras, que dicho
comportamiento es contrario a derecho.

Asimismo para mejor asimilación del tema a tratar desarrollaremos la teoria


del error:

TEORIA DEL ERROR.-

Esta clásica división ha tenido en la práctica serias dificultades porque en


muchos casos no se podía diferenciar el error de derecho del error de hecho.
La confusión anteriormente citada ha dado origen a la elaboración de otro
concepto más adecuado a la ciencia del derecho penal. Este cambio positivo
se debe a la Teoría Finalista de la Acción que ha elaborado los conceptos de
error de tipo y error de prohibición.

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UNIFICACION DEL ERROR DE HECHO Y ERROR DE DERECHO.-

La insuperable dificultad de una limitación entre el error de hecho y de


derecho, fue acreditada con el desarrollo progresivo de la doctrina y autores
como Binding, Finger, y Max Mayer, coinciden en afirmar la absoluta
identificación de ambas especies de error. Cury Urzua, afirma que, “la
concepción es teóricamente falsa”. Porque desde el punto de vista jurídico el
error de hecho como tal no existe. Los hechos, en tanto producen un efecto
jurídico, se incorporan al ordenamiento jurídico y consiguientemente el error
que recae sobre ellos es támbien un error de derecho. Cuando alguien
dispara sobre lo que cree ser una pieza de casa y es en realidad un
vagabundo escondido entre el follaje se equivoca en última instancia sobre
la admisibilidad jurídica de la conducta desplegada y no sobre una cuestión
puramente física. Por esto, en muchos casos la distinción entre las dos
formas tradicionales de error es sumamente difícil de efectuar y conduce a
las mayores confusiones. Contribuyó también a esta identificación la
perentoria razón de justicia, de dar relieve excusante al error de derecho que
no había podido tener un reconocimiento por la regulación negativa expresa
de los códigos. Diferentes formas de derecho – el error sobre la ley penal en
blanco, el error sobre la ley extrapenal, el error sobre los elementos
normativos de significación jurídica del tipo, las eximentes putativas -, habían
sido tratadas incorrectamente. Cómo error de hecho para sortear la dificultad
representada en la inexcusabilidad del error o ignorancia del derecho.

Para respaldar la identificación y el trato uniforme a ambas formas de error,


Finger, citado por Londoño acude al ejemplo de la cocaína el cual le permite
deducir que tiene la misma significación para el derecho, y, por lo tanto deben
ser idénticas las consecuencias, el hecho de que el sujeto tenga cocaína
ignorando que se trata de dicha sustancia o tenerla con conocimiento de que
es cocaína pero ignorando que su tenencia está prohibida. Pues, como dice

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Soler, en ambas situaciones se ignora que la sustancia que se tiene está
jurídicamente considerada y sometida a determinada reglamentación.

La tesis unificadora el error trajo consigo la benéfica consecuencia de permitir


dar por concluida la tradicional división de error hecho y de derecho fincada
en la inexcusabilidad del segundo. La osada y valiente actitud de sus
representantes suministró los soportes en que posteriormente se erigiría la
moderna división del error que distingue el error de tipo y error de prohibición.
No puede ignorarse su meritorio esfuerzo en procura de dar por extinguida la
injusta irrelevancia del error de derecho, pero en su tenaz lucha, olvidaron
que las condiciones de su admisibilidad tenían que ser diferentes y que las
consecuencias evitables de derecho también podrían ser diferentes. Muchos
tratadistas se ocupan del error a propósito del dolo. El finalismo de acuerdo
con su concepción llega a escindir la teoría del error, llevando parte de ella a
la teoría del tipo (doloso o culposo) y reservando la culpabilidad del error de
prohibición, se excluye la conciencia de la antijuricidad de la conducta.

Gramaticalmente el error es “concepto de equivocado o juicio falso”. Ignorar


es “no saber una o muchas cosas o no tener noticia de ellas”.
Incuestionablemente el error y la ignorancia son claramente diferenciables
desde el punto de vista psicológico y filosófico, pero por originar las mismas
consecuencias no tienen en el ámbito jurídico, principalmente en el derecho
penal, una importancia práctica. Su diferenciación, no es alejada, lo cual
legítima un tratamiento unitario de ambos fenómenos. El ejemplo de
Carnelutti, resume satisfactoriamente el aserto anterior pues es evidente que
cuando se da muerte a un hombre por disparar en dirección a él, para el
derecho es indiferente que el autor no lo haya visto o que le hubiese
confundido con un muñeco. Por ello no hay ningún tratamiento distinto para
el error y la ignorancia. La relevancia del error en la teoría del delito, se
desprende de la necesidad de que para actuar culpablemente el sujeto tenga
que saber, querer hacer lo que hace (dolo), y que de no haberlo sabido y
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querido tuviera al menos la posibilidad de prevenir el carácter típicamente
antijurídico de la acción por él realizada (culpa). La Teoría del Error es
consecuencia ineludible de la Teoría de la Culpabilidad.

CLASES.

En términos generales el error puede afectar al proceso de la formación de


la voluntad llamado error propio, incidir sobre la ejecución, qué entonces no
corresponde a lo que el sujeto se había dispuesto a realizar: error impropio.
Esta segunda forma da lugar a lo que se denomina “delito aberrante”. La
desviación, el arrebatio entre lo imaginado por el sujeto y lo efectivamente
ocurrido puede ser a su vez ocasionar que el golpe dirigido contra una
persona alcance a otra:

Arrebatio ictus: que el curso causal real no se corresponda con el


presentado.

Arrebatio causae; incluso que el delito cometido sea distinto del que el sujeto
se había dispuesto perpetrar.

Arrebatio delicti: dispara contra Y, pero el disparo alcanza a Z, ajeno a la


cuestión.

Arrebatio ictus; X quiere matar a Y, pero no consigue herirle: arrebatio


causae; X quiero matar al perro del vecino y dispara contra el, pero no le
alcanza, y en cambio hiere a un transeúnte: arrebatio delicti.

El error propio puede ser esencial y no esencial. Error esencial es aquel que
recae sobre un elemento esencial del delito. No esencial y accidental, el que
recae sobre una circunstancia irrelevante para la afirmación de la
responsabilidad criminal. X dispara contra Y, creyendo equivocadamente que
está muerto para desahogar su furor, y le causa la muerte. El error es
esencial, porque esencial es, para que haya homicidio que el sujeto pasivo
sea una persona viva. Si suponemos, en cambio, que X cree, no siendo

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verdad, que Y sostiene relaciones amorosas con su mujer y dispara contra él
matándole, el error es accidental porque el delito de homicidio del artículo
251 está construido con independencia de los motivos que tenga el que causa
la muerte.

El error esencial, a su vez, puede versar sobre un elemento del tipo: Error
sobre el tipo o sobre la antijuricidad de la conducta: error de prohibición.

Naturalmente que el alcance del error sobre el tipo y el error de prohibición,


depende del concepto de que se mantengan a propósito de la tipicidad, la
antijuricidad y sus relaciones. Por ello el desacuerdo en la literatura viene a
traducir las diversas concepciones sobre estos extremos. Así por ejemplo si
se entiende que el DOLUS NATURALIS pertenece al tipo, el error esencial
excluir a la posibilidad de una comisión culposa. En todo caso, el tratarse de
una conducta atípica por ausencia de dolo, pero sí, como afirma Rodríguez
Devesa. “el dolo como dolus malus está integrado en la conciencia de la
antijuricidad, pertenece a la culpabilidad no bastará un error esencial para
excluir la responsabilidad criminal puesto que si es vencible subsiste la
imputación a título de culpa”.

Las posibilidades de que un sujeto crea que está realizando un acto lícito,
siendo así que su conducta es contraria al derecho, radican en la zona
admisión de una causa de justificación cuando no la hay, es decir en una
concurrencia de una causa de justificación putativa. Estos supuestos se
denominan error de prohibición.

Finalmente otra clasificación sumamente importante es la del error vencible


e invencible. Es vencible aquel error que el sujeto hubiera podido evitar
poniendo a las cosas pendientes diligencia e invencible es aquel que ni aún
poniendo la diligencia de la que es capaz hubiera podido evitarse.

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Cuando el error afecta al proceso de formación de la resolución de la voluntad
se siguen dos reglas generales:

1. El error esencial e invencible excluye el dolo y la culpa y por consiguiente


la responsabilidad penal.
2. El error esencial pero vencible excluye siempre el dolo pero no la culpa
pues la vencibilidad del error supone una falta de debida diligencia.

Estas reglas son aplicables, lo mismo sobre el error de tipo y error de


prohibición. Problema distinto es el de la llamada ignorancia de la ley, a
consecuencia del principio ignorantia Iuris non excusat que no puede, de
ningún modo, interpretarse en el sentido de que el error de derecho no
beneficia nunca a quien lo padece. Una cosa es que las leyes estén en vigor
con independencia de que sean conocidas o no, pues la imposibilidad de
conocerlas en su detalle aún por los juristas está fuera de toda duda
razonable y condicionar su aplicación a este conocimiento supondría tanto
como dejarlas enteramente sin efectiva vigencia y otra que aquel que cree
erróneamente que está realizando un acto permitido por las leyes penales,
sea responsable del mismo a título de dolo, sin conceder efecto ninguno al
error en que se encontraba. El viejo aforismo error Iuris nocet, el error de
derecho perjudica y error facti nocet, el error de hecho no perjudica carece
hoy de sentido y más la impracticable distinción entre derecho penal y
derecho extrapenal. Pues no hay un error extrapenal que pueda ser tenido
en consideración sino que se repercute sobre la ley penal. El que desconoce
sobre la ajenidad de la cosa se equivoca sobre la propiedad, que es un
concepto civil, extrapenal; pero el requisito de la ajenidad tiene relevancia
porque está contenido por ejemplo en el artículo 326, o sea en una ley penal.
El problema adquiere especial virulencia en el mundo moderno donde
además de los movimientos migratorios el turismo traslada millones de
personas de un país a otro en el que se desconocen no las leyes sino incluso
el idioma.
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El delito aberrante se rige en principio por las mismas normas que el error
propiamente dicho. Hay que procurar, no obstante, distinguir
cuidadosamente los diferentes casos y especialmente no confundir el error in
objeto con la arrebatio ictus. En el error sobre el objeto material del delito el
sujeto no se equivoca en cuanto a la dirección de su ataque, pero confunde
y ahí reside su error, un objeto con otro. El “golpe” va dirigido contra un
destinatario determinado y alcanza su meta. A dispara contra un bulto
creyendo que es la persona a quien quiere matar pero es un animal; dispara
contra Pedro, confundiéndolo con Juan a quién quiere dar muerte, ambos
son ejemplos de error in objeto, el segundo en la modalidad de error in
persona.

En la arrebatio ictus el ataque dirigido contra un determinado objeto alcanza,


contra la voluntad del que lo lanza a otro. En los anteriores ejemplos basta
introducir una variante: el sujeto no se confunde con el objeto pero por su
mala puntería el disparo dirigido contra el animal alcanza a otra persona. El
error sobre el objeto, especie del cual es el error sobre la persona a la que
se dirige el ataque, es inesencial cuando no conlleva un cambio de título de
imputación. Si A quiere matar a B, pero mata a C contra el que dispara con
intención de matar creyendo que es B no hay error esencial puesto que sabía
que C era una persona y quiso privarle de la vida. Ahora bien si C era el padre
de A y es muerto por este en la creencia de que era B con el que no tenía
ningún lazo de parentesco el error es esencial porque quería cometer un
homicidio y no un parricidio.

EL ERROR DE TIPO.-

Define el artículo 16 del Código Penal: “(error de tipo).- el error invencible


sobre un elemento constitutivo del código penal excluye la responsabilidad
penal por este delito. Si el error, atendidas las circunstancias del hecho y las
personales del autor, fuera invencible, la infracción será sancionada con la

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pena del delito culposo, cuando la ley lo combine con pena… El error sobre
un hecho que cualifique la infracción o sobre una circunstancia agravante,
impedirá la aplicación de la pena agravada… el delito cometido por error
vencible sobre las circunstancias que abra justificado o exculpado el hecho,
será sancionado como delito culposo cuando la ley lo combine con pena”.

El error de prohibición Inevitable simplemente excluye la culpabilidad, el


inciso 2) el artículo 16, del Código Penal, determina “el error invencible sobre
la licitud del hecho constitutivo del tipo penal, excluye la responsabilidad
penal. Si el error fuera vencible, la pena podrá atenuarse conforme al artículo
39”.

El error que señala el inciso 2) del artículo 16 del Código Penal Boliviano se
refiere al error sobre la licitud de la conducta y no al error sobre la ilicitud
penal o sobre la punibilidad de la misma, regulación que parece más
acertada, pues – como dice Cerezo Mir – “si el sujeto conoce o podía conocer
la licitud de su conducta, podía, en principio, obrar de otro modo, es decir
conforme a las exigencias del ordenamiento jurídico, Aunque desconociera o
no pudiera conocer De qué se trataba de una conducta penalmente ilícita o
de una conducta punible. La consideración de que el elemento intelectual de
la culpabilidad consistiera en una conciencia actual o posible ilicitud penal o
de la punibilidad de la conducta sería difícilmente compatible con las
exigencias de la reafirmación del ordenamiento jurídico y de la prevención
general. Un error invencible sobre la licitud penal o la punibilidad de la
conducta daría lugar a la exención de responsabilidad criminal, aunque el
sujeto actúase con conciencia de la ilicitud de la misma”.

Existe error de prohibición cuando el infractor no conoce la ilicitud de su acto


por ejemplo que un ciudadano boliviano piense que el mascar coca en los
Estados Unidos es una conducta permitirá porque en Bolivia esta conducta
es lícita, Zaffaroni, dice que el error de prohibición es el que impide la

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comprensión del carácter y entidad del Injusto del acto solamente. La
diferencia entre error de tipo y el de prohibición finca en qué en el primero: el
sujeto cree que hace una cosa, en tanto que en el segundo sabe lo que hace
pero no puede motivarse de acuerdo con la norma porque carece de los
elementos que le posibilitan Su comprensión. Para Welzel, el error de
prohibición, espesor de la antijuricidad del hecho, con pleno conocimiento de
la realización del tipo (luego con dolo de tipo). El autor sabe lo que hace pero
supone erróneamente que estaría permitido, no conoce la norma jurídica o
no la conoce bien la interpreta mal o supone idóneamente que concurre una
causal de justificación. El error de prohibición es causa de inculpabilidad,
cuando esté es inevitable, en caso contrario, solamente tiende a atenuar la
culpabilidad cuando es evitable por ejemplo el individuo que mata a otro en
la creencia de que está siendo atacado, cuando en realidad la víctima se
acercó para pedirle fósforo.

Si bien desde el punto de vista de la estructura delictiva el hecho sigue siendo


doloso, ello no afecta al autor, por cuanto el dolo libre de valoraciones, nada
predice por sí solo acerca de la enemistad o indiferencia del autor frente al
derecho. Pero también desaparece toda posibilidad de atribuir
responsabilidad por culpa al autor: éste realizó el tipo dolosamente sin
perjuicio de haber carecido de la posibilidad de efectuar una valoración
correcta, es decir desde la perspectiva de la comunidad el error de prohibición
Inevitable trae como consecuencia la solución forzosa, el error de prohibición
evitable deja subsistente el cuadro global de un hecho delictivo doloso pero
crea la posibilidad de aplicar una pena atenuada debido a una culpabilidad
disminuida. También en el caso del error evitable, el hecho es plenamente
delictivo, desde una perspectiva cualitativa, aún cuando las más de las veces
no lo sea bajo un prisma cuantitativo. Gracias a la conducción de suceder
operada por el dolo, el tipo de ilícito se presenta tanto en su parte objetiva
como subjetiva; el autor actúa dolosamente. Faltan causales de justificación;

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y hay responsabilidad por el hecho, dado que al autor le era exigible un
comportamiento conforme a derecho. Por último, también se da la capacidad
de culpabilidad en cuanto a la capacidad de comprensión general, falta, en
todo caso, una conciencia actual del ilícito, pero esta ausencia perjudica al
autor, dado que la evitabilidad del error acredita la existencia de la conciencia
del ilícito en su forma potencial al producirse la correspondiente tensión de
sus fuerzas espirituales y morales, el autor debe reconocer el carácter No
permitido de su actuar. El error de prohibición evitable, sin perjuicio del
carácter fundamental doloso de la acción, es causal de atenuación facultativa
de la pena.

CLASES DE ERROR DE PROHIBICIÓN:

Error de prohibición directo.- Será directo el error sobre la ilicitud si el


sujeto desconoce el contenido de la norma penal. Puede suceder, incluso
que tenga un conocimiento completo de la norma pero que, por razones
ulteriores, no la crea vigente. En este último caso, procederá la aplicación de
la reglas por error de prohibición.

Error de prohibición indirecto.- El error será indirecto si recae el error en la


autorización del comportamiento ya porque se crea que lo beneficia una
norma permisiva que realmente no este reconocida en la ley o ya porque se
tenga la convicción de que se actúa justificadamente ante la necesidad de
salvarse o salvar a un tercero de peligro inexistente.

ERROR DE PROHIBICIÓN INVENCIBLE Y ERROR DE PROHIBICIÓN


VENCIBLE.

Según Zaffaroni el error de prohibición puede ser vencible e invencible:

Vencible: hay culpabilidad y corresponde atenuarla.

Invencible: no hay culpabilidad.

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El citado autor menciona que existen tres reglas para diferenciar el error de
prohibición vencible del invencible.

1.- Es invencible si el autor no pudo comprender la criminalidad de su hecho.

2.- Es vencible cuando su comprensión tuvo dificultades que no le son


imputables totalmente.

3.- Cuando la no comprensión de la criminalidad le sea totalmente


imputables.

EL OBJETO DEL ERROR DE PROHIBICION

El delito es un concepto compuesto por elementos singulares cuyos


elementos objetivos deben ser abarcados dentro de cierto margen por el
cuadro de representación del autor. En la medida en que esto falte, es decir
que se dé, una representación defectuosa, se puede hablar de un error del
autor. Pero hay error en el genuino sentido sólo donde se precisa de una
congruencia entre el acontecer objetivo y el cuadro de representación a fin
de tomar el hecho global del delito doloso, las representaciones defectuosas
irrelevantes desde el punto de vista del derecho son descartadas de
antemano por la teoría del error.

Dentro de las restantes representaciones equivocadas relevantes se


distingue, según el punto de vista y el efecto entre error de tipo y error de
prohibición. El primer constituye el reverso del dolo referido exclusivamente
al tipo. Su efecto se determina conforme al inciso 1) del artículo 16, en todo
caso, exclusión de la responsabilidad por el tipo del delito doloso. Si ha de
surgir responsabilidad por culpa, es algo que se determina sobre la base de
la existencia de un tipo residual que pueda ser cometida con culpa y de la
evitabilidad o inevitabilidad del error del autor.

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VIOLENCIA MORAL.-

La reforma de 1997 ha suprimido la violencia moral y la obediencia jerárquica


porque consideran que la primera constituye un caso más del estado de
necesidad y la segunda no representa una categoría Autónoma dado que se
superpone con diferentes causas que excluyen la responsabilidad penal,
tanto los casos de violencia moral y obediencia jerárquica, constituyen una
falta de reproche al autor de haber realizado el injusto, y por consiguiente son
claros casos de incompatibilidad que a la doctrina y la legislación comparada
las han aceptado por ello es necesario reproducir dos aspectos con la firme
convicción de que en un futuro inmediato en la reforma integral del Código
Penal boliviano tendrán que ser nuevamente incluidos. El código penal tipo
para Latinoamérica incluye esta causal dentro de las causas de inculpabilidad
en los siguientes términos: artículo 31, “no es culpable el que obrare bajo
coacción o peligro de un mal actual y grave, sea o no provocado por la acción
de un tercero, cuando razonablemente no pueda exigirse una conducta
diversa”. El inciso 3) del artículo 16 del código de 1972, determinaba como
causa de inculpabilidad la violencia moral en los siguientes términos la
coacción o amenaza de un mal inminente y grave que causara en el agente
incapacidad para obrar según su propia voluntad. La amenaza debe ser
hecha de tal manera que a la gente le quedé privada totalmente su libertad.
Rodríguez Devesa dice que debe existir un mal igual o mayor que el que se
trata de evitar: “la insuperabilidad y el mal han de interpretarse objetivamente,
insuperable es el temor que hubiera determinado a una persona la
constitución psíquica sana y reacciones normales a actuar en las mismas
circunstancias cómo lo hizo el que obró por miedo, el mal igual o mayor qué
se trata de evitar ha de ser real, serio, inminente justificado por el
ordenamiento jurídico. SOLER dice que es coacción La amenaza de un mal
inminente tanto si va acompañado de sufrimientos como no los comporta,
“las torturas padecimientos y daños no son violencia sino coacción y lo son

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en la medida en que doblegar la voluntad por la efectiva y elocuente
demostración de la que aún puede venir. El hecho de que las torturas
contengan ya un mal no cambia su naturaleza su valor excusante debe ser
medido siempre con relación a la representación del mal inminente que en
ellas se funda o que de ellas se puede razonablemente inducir. Esa
razonabilidad debe tomar en cuenta la situación del torturado.

DIFERENCIA ENTRE ERROR DE TIPO Y ERROR DE PROHIBICIÓN


El error de tipo concurre si el autor ha obrado desconociendo los elementos
del tipo objetivo, ya bien sea sobre los hechos constitutivos de la infracción o
sobre las circunstancias agravantes es decir, sobre la concurrencia de
circunstancias y elementos que permiten conocer la existencia de un peligro
concreto de realización del tipo. El error de tipo excluye, por tanto, el dolo, al
haber desconocimiento sobre la ilicitud del hecho, sobre que lo que se ataca
es un bien jurídico protegido. Habrá error de tipo si el sujeto obra sin saber lo
que está haciendo.
Por ejemplo, si supone que dispara sobre una cosa cuando, en
realidad, lo hace sobre una persona (en este caso se pone de
manifiesto hasta qué punto una distinción precisa entre
elementos descriptivos y normativos es en sí misma
problemática).
 El error de tipo invencible (inevitable)
Atendiendo a las circunstancias del caso y personales del autor, tendrá en
todos los casos, por consecuencia, la exclusión de la pena del delito doloso.
 El error de tipo vencible (evitable)
Atendiendo a las circunstancias del caso y personales del autor, la infracción
será castigada, en su caso, como imprudente.
El fundamento de la exclusión de castigo en los casos de error de tipo o
prohibición inevitable por parte del sujeto, se encuentra en la superación en
el campo penal del principio civilista "la ignorancia de las leyes no excusa de

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su cumplimiento", toda vez en el campo penal su interpretación se atenúa, al
considerar que este principio debe referirse a la eficacia de las leyes, no a la
culpabilidad del infractor.
El error de tipo afecta al dolo, por lo que su estudio se produce en la tipicidad,
en concreto, en el tipo subjetivo, mientras que el error de prohibición afecta
a la conciencia de antijuridicidad y se estudia en la culpabilidad.

ERROR DE PROHIBICIÓN INVENCIBLE

Cuando es invencible, es decir cuando con la debida diligencia el sujeto no


hubiese podido comprender la antijuricidad de su injusto, tiene el efecto de
eliminar la culpabilidad.

De otro lado, el error de prohibición invencible hace referencia al error que


habría podido superarse si el autor hubiera realizado el esfuerzo del que era
capaz; por el contrario, el error vencible será el superable para el autor
concreto atendidas sus fuerzas y capacidades individuales; "cuando la
ignorancia es la causa de una acción, el agente obra involuntariamente y es
por ello inocente, excepto en el caso en que él mismo sea la causa de su
propia ignorancia". (GÓMEZ, 2003).1

Nuestro ordenamiento penal exige que para que el error excluya la


culpabilidad ha de ser invencible y recaer sobre la antijuridicidad del acto. De
esta manera, el error será invencible cuando el autor no tuvo posibilidad
exigible, atendidos su conocimiento, las circunstancias fácticas y morales que
rodearon el hecho, para conocer la ilicitud de su actuar. Si el autor tuvo a
mano medios expeditos qué lo hubiesen llevado a no caer en el error, si
atendidas sus posibilidades el error no dependió de descuido, desidia o

1 Gomez L., J. O. (2003). Teoria del Delito. Bogota D.C: Ediciones Doctrina y Ley Ltda.

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inactividad de su parte, será invencible y por lo tanto excluirá el juicio de
culpabilidad. La existencia de un grado de información o instrucción en
materia jurídica, si se refiere al tema concreto, hace inaceptable el error; mas
lo anterior no significa que un abogado no pueda incurrir en error, pero
tratándose de situaciones de derecho su conformación y aceptación será
mucho más exigente, pues un jurista puede equivocarse en materia de
situaciones de hecho como cualquiera persona, pero en materia de Derecho
le será exigible un mayor grado de esfuerzo en la comprensión del valor
jurídico del acto. (GÓMEZ, 2003).2

El error de prohibición invencible es aquel en el cual no se pudo evitar la


comisión del delito, empleando una diligencia normal o la que estuvo al
alcance del autor en las circunstancias en que actuó.3

En el mismo orden de ideas, Fontán Balestra, hace referencia al error


invencible denominándolo error inculpable; estableciendo que será tal
cuando no obstante haber puesto en la acción la normal diligencia requerida
por la naturaleza de los hechos, se ha incurrido en él.4

“Si bien desde el punto de vista de la estructura delictiva del hecho sigue
siendo doloso, ello no afecta al autor, por cuanto el dolo libre de valoraciones
nada predice por sí solo acerca de la enemistad o indiferencia del autor frente
al Derecho. Pero también desaparece toda posibilidad de atribuir
responsabilidad por culpa: este realizó el tipo dolosamente (…). El error de
prohibición inevitable trae como consecuencia forzosa la absolución”5

2 Gomez L., J. O. (2003). Teoria del Delito. Bogota D.C: Ediciones Doctrina y Ley Ltda.

3 Creus, Carlos, Derecho Penal, parte general, Edit. Astrea. 1999.


4 Fontán Balestra, C. Tratado de Derecho Penal, parte general, tomo II.
5 Maurach. Derecho Penal, parte general, tomo I

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En cuanto a la evitabilidad del error, denominada por Fontán Balestra error
culpable (culposo), es aquel que procede de las mismas fuentes que la culpa:
es decir, la imprudencia y la negligencia.

ERROR DE PROHIBICIÓN VENCIBLE

Cuando es vencible, nada afecta a la tipicidad dolosa o culposa que ya está


afirmada al nivel correspondiente, teniendo solo el efecto de disminuir la
reprochabilidad, es decir la culpabilidad, que se traduce en la cuantía de la
pena.

Error vencible, evitable o superable es aquel que podía exigírsele al autor lo


superase, que hubiese salido de él y por ello mismo, podía exigirse al autor
que comprendiera la ilicitud del hecho. El error es una idea o valoración
deformada respecto de un objeto, un conocimiento que no encaja con la
realidad, por consiguiente para haber llegado al error debió producirse
previamente un proceso perceptivo, una representación, un proceso ideativo,
esto es, todo un proceso de conocimiento del cual surgió la errada valoración.
(GÓMEZ, 2003)6

Entonces, el error vencible es aquel que procede de las mismas fuentes que
la culpa: es decir, la imprudencia y la negligencia. En consecuencia, el error
vencible o culpable, lo que hace es eliminar el dolo dejando subsistente la
responsabilidad culposa o bien disminuye la reprochabilidad del autor,
reflejándose esta en la cuantía de la pena. En tanto que respecto del error
invencible o inculpable, lo que se elimina es la culpabilidad, es decir, no hay
reprochabilidad del injusto. (CALVO, 2008) Así, “el error de prohibición
evitable deja subsistente el cuadro global de un hecho delictivo doloso, pero

6 Gomez L., J. O. (2003). Teoria del Delito. Bogota D.C: Ediciones Doctrina y Ley Ltda

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crea la posibilidad de aplicar una pena atenuada debido a una culpabilidad
disminuida” (MAURACH, 1994.)7

En consecuencia, el error vencible o culpable, lo que hace es eliminar el dolo


dejando subsistente la responsabilidad culposa, o bien disminuye la
reprochabilidad del autor, reflejándose esta en la cuantía de la pena. En tanto
que respecto del error invencible o inculpable, lo que se elimina es la
culpabilidad, es decir, no hay reprochabilidad del injusto.

“El error de prohibición evitable deja subsistente el cuadro global de un hecho


delictivo doloso, pero crea la posibilidad de aplicar una pena atenuada debido
a una culpabilidad disminuida.

Por su parte, Zaffaroni entiende que el concepto de culpabilidad, es decir la


evitabilidad o inevitabilidad del error, debe valorarse siempre en relación al
sujeto en concreto y a sus posibilidades.8

EFECTOS JURÍDICOS DEL ERROR DE PROHIBICIÓN

Es importante señalar las consecuencias jurídicas del error de prohibición


tanto directo como indirecto, vencible o invencible. Así, los errores directos
vencibles, disminuyen la culpabilidad y por tanto, la pena a imponerse,
dejando incólume el dolo. Los errores indirectos vencibles, reciben idéntico
tratamiento. Cuando el error es directo e invencible, anula la culpabilidad y
consecuentemente, queda exento de pena quien comete la acción. Los
errores indirectos vencibles, surten iguales efectos e igualmente permanece
intacto el dolo.

7 Maurach. Derecho Penal, parte general, tomo I


8 Zaffaroni, Eugenio R., Manuel de Derecho Penal, parte general. Edit. Ediar. 1999

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2. LA NO EXIGIBILIDAD DE OTRA CONDUCTA

Conforme a la doctrina, una conducta no puede considerarse culpable, cuando


al agente, dadas las circunstancias de su situación, no pueda exigírsele una
conducta distinta de la observada. Se trata de infracciones culpables, cuyo
sujeto, por una indulgente conducta de la naturaleza humana y de los
verdaderos fines de la pena, puede ser eximido de las sanciones que se
reservan para la perversidad y el espíritu egoísta antisocial.

Algunos autores la han considerado como un grado de inclinación al hecho


prohibido, en el que no se pierde la conciencia ni la capacidad de
determinación, por tanto, solo importa la equidad, que puede motivar una
excusa, pero no la desintegración del delito, por eliminación de alguno de sus
elementos. En este sentido, varios tratadistas manifiestan que para que un
sujeto sea culpable, precisa en su conducta la intervención del conocimiento y
de la voluntad, por lo tanto, la inculpabilidad debe referirse a esos dos
elementos: intelectual y volitivo.

Toda causa eliminativa de alguno de los dos, debe ser considerada como
causa de inculpabilidad.

Para muchos especialistas seguidores del normativismo, llenan el campo de


las inculpabilidades del error y la no exigibilidad de otra conducta. Aún no se
ha logrado determinar con precisión la naturaleza jurídica de la no exigibilidad
de otra conducta, por no haberse podido señalar cuál de los dos elementos de
la culpabilidad queda anulado en presencia de ella.

Por otra parte, si se ha conceptuado la exigibilidad como la obligación


normativamente impuesta a los imputables de actuar conforme al derecho,
cuando deben y pueden hacerlo. La razón de esa obligación se encuentra en
la finalidad ideal que el derecho persigue en el sentido de evitar, hasta donde
sea posible, que se afecten los intereses jurídicamente protegidos. Del

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incumplimiento de la obligación de actuar conforme al derecho surge la
fundamentación para que el juez reproche al sujeto su actuación en forma
diferente a como hipotéticamente se esperaba que actuase, para resolver que
hay una conducta culpable.

Atendiendo a éstas ideas, no podrá haber culpabilidad por el hecho aislado


que es motivo del enjuiciamiento cuando al sujeto particular no le era exigible
que actuara conforme al derecho, porque no tenía el deber de hacerlo o porque
no podía cumplir con esa obligación. En estas condiciones, se está
plenamente ubicado dentro del campo de la inexistencia del delito por
inculpabilidad, proveniente de la no exigibilidad de una conducta diferente a la
que es motivo del enjuiciamiento.

Por otra parte, expresa Luis Jiménez de Asúa, que de la índole normativa de
la culpabilidad, que constituye un juicio de reproche, se deduce que cuando
no es exigible otra conducta, nos hallamos en presencia de una causa general
de inculpabilidad.

El Reichsgericht de Alemania fue formando la doctrina de la no exigibilidad y


sobre sus sentencias elaboraron, primero Freudenthal y después Mezger, la
teoría de esa causa de inculpabilidad monografíada luego por Schaffstein y
Rauber.

En la vida práctica del derecho, puesto que se aplica por el más alto Tribunal
del imperio, ha sido reconocida en referencia a la culpa la no exigibilidad de
otra conducta. Esas sentencias han sido abundantemente citadas en tratados
y monografías.

La más conocida y probablemente una de las primeras en que la doctrina se


aplica, se designa constantemente como el caso del Leinenfager (Cabalgadura
que no obedece a las riendas), siendo los hechos como sigue: el propietario
de un caballo resabiado y desobediente ordenó al cochero que le enganchara

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y saliese con él a prestar servicio. El cochero, previendo la posibilidad de un
accidente si el animal desmandaba, quiso resistirse, pero el dueño le amenazó
con despedirle en el acto si no cumplía lo mandado. El cochero obedeció
entonces, y una vez en la calle, el animal se desbocó causando lesiones a un
transeúnte.

El Tribunal del Reich niega la culpabilidad del procesado, porque, teniendo en


cuenta la situación de hecho, no podía serle exigido que perdiera su colocación
y su pan negándose a ejecutar la acción peligrosa.

Después de haber construido la no exigibilidad de otra conducta en la esfera


de la culpa, el tribunal del Reich se decide a aplicarla al dolo, pensando
razonablemente que es justo trasladar ese criterio de la más leve a la más
grave de las formas de culpabilidad.

Y el más célebre de todos los casos de no exigibilidad de otra conducta


aplicado en la esfera dolosa, es el del Klapperstorch ante los jurados
(Klapperstorch es el nombre con que se designa a la cigüeña, que, según el
dicho alemán, usado también en la Argentina, trae a los niños; lo equivalente
a la expresión española de que los niños vienen de París). Siendo los hechos
de tal caso ocurridos en un distrito minero de Alemania. La empresa
explotadora de una mina tenía acordado que el día que la mujer de uno de los
mineros diera a luz, quedaría el marido relevado del trabajo, pero percibiendo
íntegro su jornal. Los obreros de la mina conminaron a la comadrona que
asistía a los partos para que en los casos en que un niño naciera en domingo,
declarara en el Registro que el parto había tenido lugar un día laborable de la
semana, amenazándola con no volver a requerir sus servicios si no accedía a
sus deseos.

Temerosa la comadrona de quedar sin trabajo, acabó en situación tan difícil,


por acceder a lo exigido de ella y en efecto se hizo autora de una serie de
inscripciones falsas en el Registro. Este caso fue objeto de contradictorias

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apreciaciones. Está en lo cierto Freudenthal cuando afirma que procede la
absolución por faltar la conducta dolosa de la partera, puesto que no se le
podía exigir, teniendo en cuenta el trance en que se hallaba, que no perpetrase
los actos ordenados por los obreros, actos que, de no mediar aquellas
circunstancias, deberían ser punibles.

El alto Tribunal del Reich continuó admitiendo la no exigibilidad como causa


inculpable, en el dominio del dolo, pero influido por el criterio de Mezger,
restringe últimamente el alcance de esa causa excusante, rechazando de
modo expreso que pueda constituir un punto de vista decisivo para todos los
actos punibles.

De lo anterior, se puede resumir, que la trayectoria del Reichsgericht diciendo


que la causa supralegal de inculpabilidad, que consiste en la no exigibilidad de
otra conducta, no solo es práctica jurídica reconocida en la esfera de la culpa,
sino también en el ámbito del dolo.

O dicho en otros términos, no habrá culpabilidad por ausencia de


reprochabilidad cuando, dadas las circunstancias concurrentes en el caso, la
observancia de la norma de deber no fuera exigible en tal concreta hipótesis.

En suma, el Derecho, aunque preferiría que el sujeto no realizará tal hecho,


no le puede exigir que deje de hacerlo.

Desde la perspectiva de la aplicación jurídica del delito, en el ámbito de la


atribuibilidad el principio de no exigibilidad significa: que a un sujeto con
capacidad de conocer lo ilícito de su conducta y en el que no concurre causa
alguna de inimputabilidad por el temor a la pena para obrar con arreglo a lo
esperado por el Derecho, aunque no desaparece, deviene inoperante dada la
incidencia de esa otra motivación de contrario signo y peso considerado
superior por la generalidad de los hombres que implican los factores
situacionales presentes en el caso concreto.

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Asimismo, la no exigibilidad de otra conducta tiene que ver con aquellos
supuestos en los que el Derecho no puede exigir al sujeto que se sacrifique en
contra de sus intereses más elementales.

El Código Penal prevé aquellos supuestos en los que no se puede exigir al


individuo una conducta diferente a la conducta prohibida que realizó. Esos
supuestos son:

Estado de necesidad exculpante. Miedo insuperable. Obediencia jerárquica.

a) Estado de necesidad exculpante o disculpante

En el estado de necesidad exculpante los bienes jurídicos en colisión son de


igual valor. Ejemplo: el caso del náufrago que mata a otro náufrago para comer
su carne y poder sobrevivir.

La protección puede ser de un bien jurídico del mismo sujeto o de un tercero


con el que tenga estrecha vinculación. No procede esta exención si al agente
se le podía exigir que aceptase o soportare el peligro en atención a las
circunstancias, particularmente si él mismo causó el peligro o estuvo obligado
por una especial relación jurídica. Ejemplo: los bomberos.

b) Miedo insuperable

El miedo es un estado psicológico personalísimo que obedece a estímulos o


causas no patológicas, siendo dichos estímulos externos al agente. El miedo
no debe entenderse como terror, pues aún afectando psíquicamente al autor,
le deja una opción o posibilidad de actuación.

El miedo debe ser insuperable, es decir superior a la exigencia media de


soportar males y peligros. En este supuesto pueden incluirse los casos de
comuneros que brindaron alimentos a los grupos terroristas por temor a que
ellos los maten.

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c) Obediencia jerárquica

Para su concurrencia se establecen una serie de requisitos:

Relación de subordinación.- El actor tiene que encontrarse sujeto a las


relaciones de superior a inferior jerárquicos, esto requiere que exista una
regulación jurídica determinada que especifique la situación de subordinación
de un sujeto respecto a otro.

Competencia del superior jerárquico.- La competencia se refiere a las


funciones correspondientes y habrá que atender a lo que señala la respectiva
regulación legal.

Obrar por obediencia.- Es necesario que el subordinado tenga competencia


para ejecutar el acto ordenado.

La orden debe estar revestida de formalidades legales: La orden tiene que


reunir todos los requisitos que señala la ley o reglamento desde un punto de
vista formal.

La orden debe ser antijurídica: Significa que debe ser contraria al


ordenamiento jurídico. Sin embargo, si es manifiestamente antijurídica
entonces no se exime de responsabilidad al sujeto, por ejemplo: el soldado
que bajo órdenes del teniente jefe de la patrulla militar aniquila a unos
supuestos subversivos, incurre en delito de homicidio calificado —asesinato-
y no puede acogerse a esta eximente.

Se establece la culpabilidad de un delito cuando se dan un conjunto de


condiciones que permiten determinar que el sujeto es penalmente
responsable. El Código Penal señala los casos en los cuales no existe la
culpabilidad.

La culpabilidad es un elemento importante en la estructura de la teoría del


delito, para explicarla existen diferentes teorías y para determinarla se requiere

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un conjunto de condiciones especificadas en el Código Penal; el mismo que
establece los casos de imputación personal.

LA NO EXIGIBILIDAD DE OTRA CONDUCTA COMO CAUSA GENERAL Y


SUPRALEGAL DE CULPABILIDAD

El mérito mayor de Edmundo Mezger ha sido abrir dos grandes respiraderos


en el formalismo legal. Sobre la ley, lo que no quiere decir por encima del
derecho, ha construido en las causas de justificación un estado de necesidad
supralegal que se llamaría más bien justificación general y supralegal por
conformidad teleológica con la norma de cultura, donde pueden alojarse casos
de evidente ausencia de lo injusto, que no tienen riguroso acomodo en las
concretas disposiciones del Código Penal y en las causas de inculpabilidad,
esta otra, general y supralegal también, denominada "no exigibilidad de una
conducta conforme a derecho".

De este modo, los dos grandes caracteres del delito, la antijuricidad y la


culpabilidad, tienen en sus fases negativas tanto: causas de justificación, como
causas de inculpabilidad, dos fórmulas en las que puede refugiarse toda
conducta no antijurídica o no culpable, aunque la ley no lo hubiera previsto con
precisión, siempre que se halle reconocido así por el derecho.

De todas estas consideraciones se deduce la conveniencia de manejar con


amplitud la "no exigibilidad de otra conducta", aunque en materia de dolo se
proceda con sumo tiento y con menos largueza que en la esfera de la culpa.

En la causa de justificación supralegal, debe esmerarse en no traspasar las


valoraciones: en la exacta valuación de los bienes jurídicos, haciendo tan
excesiva la exigencia cuando se opera en una causa de inculpabilidad: por eso
parecen exageradas las precauciones de Mezger y debe aceptarse el criterio
de Freudenthal, más amplio y por ende más correcto. Este escrupuloso
respeto, en la acción del autor, a las valoraciones de la ley positiva que reclama

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Mezger parece exigir demasiado cuando no valora objetivamente el acto con
la norma, como en las causas de justificación, sino que, simplemente, se hace
un juicio de reproche sobre la conducta subjetiva del agente. Aunque se acepte
el carácter normativo y valorativo de la culpabilidad, este juicio de valoración
ha de recaer en buena parte, sobre la personalidad del culpable.

ESTADO DE NECESIDAD DISCULPANTE O EXCULPANTE

El Estado de Necesidad

Se define como una situación en la que existe el peligro actual para un bien
jurídico que solo puede ser evitado mediante el sacrificio de bienes jurídicos
ajenos. Se trata de una circunstancia genérica o residual, a la que se llevan
situaciones que no encajan en una causa de justificación más específica.

Código Penal bolivano

“ARTICULO 12º.- (ESTADO DE NECESIDAD).

Está exento de responsabilidad el que para evitar una lesión a un bien jurídico
propio o ajeno, no superable de otra manera, incurra en un tipo penal, cuando
concurran los siguientes requisitos:

1. Que la lesión causada no sea mayor que la que se trata de evitar, tomando
en cuenta, principalmente, la equivalencia en la calidad de los bienes
jurídicos comprometidos;

2. Que la lesión que se evita sea inminente o actual, e importante;

3.Que la situación de necesidad no hubiera sido provocada intencionadamente


por el sujeto; y,

4. Que el necesitado no tenga por su oficio o cargo, la obligación de afrontar


el peligro.”

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BERNER

Teoría Objetiva de la Colisión de Bienes o Derechos

Que permite asentar jurídicamente, de modo correcto, el estado de necesidad. Así,


y siguiendo el principio del interés preponderante, en que se basa esta eximente,
se afirma que, cuando exista colisión entre bienes o derechos desiguales el Estado
debe proteger el derecho superior o más valioso; por tanto, el que sacrifica un
derecho inferior para salvar otro de mayor importancia, no será castigado. Si los
derechos en conflicto son iguales no puede hablarse de justificación, sino sólo de
inculpabilidad ya que lo que fundamenta aquí la irresponsabilidad del agente es la
inexigibilidad de conducta distinta. Así, existen dos clases de estado de necesidad:

a) Estado de Necesidad Justificante. Se produce cuando están en conflicto bienes


desiguales.

b) Estado de Necesidad Exculpante. Se produce cuando entran en conflicto bienes


de igual valor.

Gimbernat

Considera, que todo estado de necesidad es siempre causa de justificación.

La mayoría distingue dos casos de estado de necesidad:

Estado de necesidad justificante (como causa de justificación)

La causal de justificación es el estado de necesidad justificante en la que se sacrifica


un interés de menor valor al salvado.

Ejemplo: quien durante un incendio rompe las puertas de una oficina para salvar su
vida.

Los requisitos del estado de necesidad justificante son:

Situación de peligro.

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Acción necesaria.
Estado de necesidad exculpante o disculpante (como causa de inculpabilidad)

Surge del conflicto de dos bienes jurídicos del mismo valor, cuando se sacrifica uno
de ellos (por ejemplo, matar a otro para salvar la vida propia). Ello se fundamenta
en el principio de no exigibilidad.

Diferencia

Su diferencia de la legítima defensa, que es otra situación que responde a un


principio general y genérico de necesidad, es clara: en ella existe una agresión
ilegítima determinante de la pugna de intereses, mientras que en el estado de
necesidad la colisión de intereses proviene de una situación de hecho sin que exista
ilicitud inicial.

Fundamento

Partiendo de las consecuencias del Estado de Necesidad, su fundamentación gira


en torno a la posibilidad que el Derecho otorga al particular, de dañar o poner en
peligro un bien jurídico determinado con el objetivo de salvar otro bien jurídico de
igual o mayor trascendencia jurídica, tal como lo indica la legislación venezolana en
su Código Penal.

La mejor doctrina penal consiste en que la persona que actúa en Estado de


Necesidad no se le puede imputar, pues debe estar exenta de responsabilidad
penal, pero difiere sustancialmente en cuanto al fundamento de tal exención penal,
según lo indican las siguientes teorías:

Teoría de la Ajurídica:

Propulsada por Grocio y Fichte entre otros, quienes sostienen que la conducta
observada bajo un Estado de Necesidad es un acto jurídico, en el sentido que no
es un acto jurídico pero tampoco que es un antijurídico. Estos autores sostienen la
detención, la obligación o suspensión de la ley positiva ante una circunstancia

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constitutiva de un peligro actual e inminente, el cual hace reobrar vigencia de la ley
natural.

Teoría del acto antijurídico:

Esta otra teoría defendida y propulsada por Manuel Kant, quien estima que en el
acto realizado en Estado de Necesidad es un acto antijurídico y fundamentalmente
injusto pero que este debe quedar impune en función de la utilidad practica de la
pena por la persona que se encuentra en un grave peligro actual o inminente se
defiende de este, olvidando la pena posible que le puede imponer. Olvida el aspecto
disuasivo de la pena.

Teoría de la Perturbación anímica:

También denominada teoría de la coacción psicológica. Esta tesis es defendida por


Pufendort, quien sostiene que el instinto de conservación es tan fuerte que actúa
casi automáticamente ante la presencia de un peligro grave actual o inminente
contra la persona o integridad física, pues este peligro crea en el individuo una
profunda perturbación anímica. Como puede observarse para Pufendort el Estado
de Necesidad no es una causa de justificación sino una causa de imputabilidad.

Teoría del acto adecuado a Derecho:

Es la teoría que sostiene que el Estado de Necesidad es un acto de estado a


derecho e intrínsecamente justificado. Al respecto Hernando Grisanti Aveledo
explica que "en la actualidad la mayoría de los penalistas estiman que el acto
ejecutado en Estado de Necesidad es, en todo caso, adecuado a derecho, es
absoluta e intrínsicamente justificado”; dicho de otro modo, considera que el Estado
de Necesidad es siempre una causa de justificación.

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Consecuencias Jurídicas

Ejemplos

a.) Un peligro grave, actual o inminente: Se entiende por peligro grave el que
amenace la vida de la persona o su integridad física. El peligro actual es el que
existe aquí y ahora, y al peligro inminente es que ya se va a dar.

Es importante señalar que las personas que ejerzan "profesiones peligrosas" no


están, necesariamente, fuera del estado necesario, pero la eximente tiene para ellos
un ámbito mas reducido ya que están obligadas por su profesión a enfrentarse con
determinadas clases de riesgo.

Ejemplo: El bombero esta obligado a sacrificarse para evitar que otra persona
perezca en el incendio, pero si este bombero no esta en el ejercicio de su cargo, por
estar de permiso, se haya exento al deber de sacrificio. No obstante el bombero que
para salvarse del fuego, abandona a la persona que llevara en sus brazos, la cual
muere en el incendio, este no estará amparado por el Estado de Necesidad.
Asimismo no estará amparado por el Estado de Necesidad el médico que, ante el
riesgo de contagio, deja de atender a sus pacientes. (Un bombero está en el deber
de sacrificarse para salvar a una persona que se encuentre en un incendio, pero no
tiene el deber de sacrificar su vida para salvar del fuego ejemplo una pintura de un
famoso pintor).

b.) Que el agente no haya provocado dolosamente el peligro: Para que proceda
el Estado de Necesidad es necesario que el agente (la persona que invoca a su
favor esta causa de justificación eximente de responsabilidad penal) no haya dado
voluntariamente causa al peligro.

Es importante señalar que si el agente ha provocado dolosamente la situación de


peligro no estará amparado por la eximente; pero esta si lo protegerá cuando sólo
culposamente ha causado el peligro.

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Ejemplo: una persona provoca el incendio de su casa para cobrar el seguro y luego,
acorralada entre las llamas, sacrifica la vida de otra persona para salvar la propia;
en este caso, el agente no podrá invocar con éxito el Estado de Necesidad, porque
ha obrado con dolo (mentira, engaño o simulación).

c.) Imposibilidad de evitar el mal (peligro) por un medio que no sea el sacrificio
de un bien jurídico ajeno: si podemos evitar el mal que nos amenaza (o amenaza
a otra persona) sin apelar al sacrificio de un bien jurídico (la vida y la integridad
personal) ajeno y sin embargo, atacamos los intereses del prójimo, jurídicamente
protegidos, no nos amparará el Estado de Necesidad.

Ejemplo: una persona se pierde en el bosque y, para no morir de hambre, se ve


obligada a consumir alimentos ajenos que se encuentran en una cabaña; en este
caso procede la eximente porque el agente solo podía evitar el mal mediante el
empleo de esas provisiones. No obstante, el Estado de Necesidad no cubre a quien,
en situación de miseria, roba los alimentos que hubiere podido obtener en un
instituto benéfico, ya que el agente pudo salvarse sin lesionar los intereses del otro.

Diferencias con la Legítima Defensa.

1.-En la legítima defensa se enfrentan el interés ilegítimo del sujeto agresor y el


interés legitimo del sujeto agredido.

2.- En la legítima defensa el peligro siempre es provocado por una persona, el sujeto
agresor, por el contrario en el estado de necesidad, el peligro es generado por una
multiplicidad de factores, siendo necesario sólo que no haya sido provocado
dolosamente por el sujeto activo.

3.- En la legítima defensa la extensión de los bienes jurídicos con derecho a proteger
es amplia ya que se pueden proteger todos los derechos de los cuales se es titular
aunque no hace mención la norma que lo consagra la legítima defensa de terceros,
en cambio en lo que respecta a el estado de necesidad lo justifican derechos como
la vida y la integridad personal.

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LEGISLACION COMPARADA

Estado de Necesidad en el Derecho Penal venezolano

Concepto

El Estado de necesidad aparece como una causa de justificación eximente de


responsabilidad penal consagrada en el ordinal 4 ° del artículo 65 del Código Penal
venezolano en actual vigencia. El cual preceptúa: “No es punible, el que obra
constreñido por la necesidad de salvar su persona, o la de otro, de un peligro grave
e inminente, al cual no haya dado voluntariamente causa, y que no pueda evitar de
otro modo”.

MIEDO INSUPERABLE

La definición del término "miedo insuperable", se halla íntimamente relacionada con


el concepto de culpabilidad y de imputabilidad como elemento del delito, necesario
para responsabilizar penalmente a su autor. La culpabilidad, cuyo prepuesto se
encuentra en la imputabilidad del sujeto, constituye el conjunto de condiciones que
determinan que el autor de una acción típica y antijurídica sea criminalmente
responsable de la misma.

La Jurisprudencia clásica consideró que bajo el término "miedo insuperable "debe


entenderse aquel estado emocional, de mayor o menor intensidad, producido por el
temor fundado de un mal efectivo, grave e inminente, que sobrecoge el espíritu,
nubla la inteligencia y domina la voluntad.

Gimbernat sostiene que el miedo insuperable es una causa de justificación. Ello se


debe, a que según su opinión, la culpabilidad solo falta cuando el sujeto no es
motivable por la norma, y ello no sucede en caso de miedo insuperable. En este no
ocurre que el Derecho no pueda motivar a determinados sujetos a evitar un hecho,
sino que no quiere hacerlo frente a nadie. Según nuestro planteamiento, en cambio,
ninguna causa de exclusión de la responsabilidad penal supone la absoluta

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imposibilidad de motivar, sino solo la anormalidad de la motivación. Cuando la
motivación es totalmente imposible ni siquiera prohibir el hecho. La diferencia entre
las causas de justificación y las de exclusión de la responsabilidad penal ha de
buscarse en una distinta razón de porqué el legislador “no quiere” castigar. Una
eximente excluirá la responsabilidad penal cuando se prevé porque se entiende que
bajo sus presupuestos el sujeto no podrá adoptar una decisión que responda a las
leyes de una motivación racional normal.

CRITERIO DE ESPECIALISTAS EN PSIQUITRÍA Y PSICOLOGÍA

El miedo como estado psicológico del sujeto posee una base subjetiva anterior,
relacionada con traumas, vivencias y experiencias vividas por el mismo desde la
infancia. Influyen en la integración del miedo insuperable como eximente de la
responsabilidad penal elementos fisiológicos y de orden psicosocial, los cuales
tienen un fuerte sustento subjetivo. Según criterio de especialistas en psiquiatría y
psicología, la prueba pericial psicológica a partir de valoraciones hechas por un
equipo multidisciplinario de sociólogos, psicólogos, psicometristas y psiquiatras de
vasta experiencia, resulta una prueba imprescindible para el juez, al enfrentarse a
un caso en que se valore la aplicación del miedo insuperable, como eximente de la
responsabilidad penal.

NATURALEZA JURÍDICA

La naturaleza jurídica del miedo insuperable ha suscitado una polémica doctrinal de


gran entidad atendiendo a los diferentes corrientes existentes. Así, el miedo
insuperable, se ha venido entendiendo, bien como causa de justificación, bien como
causa de inimputabilidad o simplemente como causa de inculpabilidad, incluso
como inexigibilidad de otra conducta, o, en algún caso, de falta de acción.

Palabras clave: miedo, miedo insuperable, eximente de la responsabilidad penal.

o Para hablar de miedo insuperable será necesario la presencia de un


temor que coloque al sujeto en un estado emocional de tal intensidad

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que le prive del normal uso de su raciocinio, y provoque la anulación
de su capacidad para autodeterminarse.
o - Asimismo se exige que el miedo este inspirado en un hecho efectivo,
real y acreditado, y sea insuperable por el sujeto, o lo que es lo mismo,
invencible, en el sentido que no sea controlable por el común de las
personas. Para calibrar la insuperabilidad del miedo, la Jurisprudencia
acude a conceptos tales como "al común de los hombres y a la
generalidad de las personas", y es por ello por lo que la circunstancia
de que tratamos no es aplicable a los timoratos, pusilánimes o
asustadizos que se sobresaltan y atemorizan ante cualquier
contratiempo. Que el temor sea el único móvil de la acción.

DIFERENCIAS CON OTRAS FIGURAS AFINES

 a) Respecto a la "fuerza irresistible", la misma consiste en una violencia


física, que anula la voluntad del sujeto, mientras que en el miedo insuperable,
la violencia moral, en que consiste el miedo, coacciona la voluntad del sujeto
sin llegar a anularla de modo completo.
 b) Respecto a la "legítima defensa" en un caso es causa de justificación y
quien obra en tal situación se comporta con arreglo a derecho, mientras que
en el caso del "miedo insuperable", quien obra impulsado por miedo, no actúa
legítimamente, sino antijurídicamente, aun cuando resulte exento de
responsabilidad criminal por razón de su inculpabilidad.
 c) Diferencia entre el estado de necesidad y el miedo insuperable radica en
que, en aquélla, el sujeto obra impulsado por un estado de necesidad, lo cual
supone que el mal causado haya sido inevitable por otros procedimientos
menos dañosos, pero es compatible con la más perfecta serenidad de ánimo.
Por su parte, el miedo insuperable radica en un estado emotivo especial y sin
duda porque en esa situación psicológica no es posible la reflexión.

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Elementos que influyen en la integración del miedo insuperable como eximente de
la responsabilidad penal, y caracterizar el miedo desde el punto de vista psicológico
como base para comprenderlo desde el punto de vista jurídico.

Tres elementos esenciales a tener en cuenta entorno al miedo:

 Características psico-sociales del sujeto.


 Su capacidad y habilidad valorativa.
 Circunstancias que determinan el hecho que origina el miedo.

DISTINCIÓN ENTRE EL MIEDO INSUPERABLE Y EL TRASTORNO MENTAL


TRANSITORIO

En el trastorno mental transitorio el sujeto actúa desprovisto de la facultad de


comprender el alcance de sus acciones y de dirigir su conducta (el trastorno mental
transitorio es producto de actos irreflexivos, carentes de toda motivación); en el
miedo insuperable el sujeto no pierde su capacidad cognoscitiva, comprende la
naturaleza de sus actos. La capacidad volitiva habrá podido quedar reducida a un
mínimo inestimable, pero no puede decirse que ha desaparecido totalmente: él
puede aún negarse a cometer el acto ilícito corriendo el riesgo que representa la
materialización de la coacción. La coacción psíquica, en el miedo insuperable, hace
alusión al enfrentamiento y oposición entre las dos voluntades en lucha, en la que
una es de tal intensidad que reduce a límites insignificantes la capacidad de decidir.

III. CONCLUSIONES

Del análisis del trabajo realizado y a manera de efectuar un breve resumen,


podemos concluir lo siguiente:

 La doctrina moderna establece como causas de exclusión de la Culpabilidad:


a) El error de prohibición invencible (como eximente)
b) Error de prohibición vencible (como atenuante)

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c) El principio de No exigibilidad de otra conducta (Estado de Necesidad
Disculpante y el Miedo Insuperable
 El error de Prohibición es el desconocimiento de que un hecho esta prohibido.
 La No exigibilidad de otra conducta, es un principio que establece que no se
puede exigir a un sujeto que actue en contra de sí mismo.
 Estado de Necesidad Disculpante, surge del conflicto de dos bienes jurídicos
del mismo valor, cuando se sacrifica uno de ellos (por ejemplo, matar a otro
para salvar la vida propia). Ello se fundamenta en el principio de no
exigibilidad.
 Miedo Insuperable, estado emocional, de mayor o menor intensidad,
producido por el temor fundado de un mal efectivo, grave e inminente, que
sobrecoge el espíritu, nubla la inteligencia y domina la voluntad.
 El grupo considera la importancia de que el juzgador evalúe correctamente
las causas que eximen de la Culpabilidad al imputado, para no incurrir en
posibles errores de valoración que repercutan en la imputación y por lo tanto
en el establecimiento de las sanciones correspondientes.

36
BIBLIOGRAFÍA

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600), Editorial: Reppertor. Barcelona 2008

 Derecho Penal Parte General


Autor: Antonio Zárate Conde y Eleuterio González Campo
Edición: Octubre 2015
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Consultas Electrónicas:

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de-necesidad.htm
 http://www.rodriguezmenendez.com/blog-1/2015/7/6/las-causas-de-
justificacin-la-legtima-defensa-y-el-estado-de-necesidad
 Leer más: http://www.monografias.com/trabajos91/estado-
necesidad/estado-necesidad.shtml#ixzz56BoYdstt

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