Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
A CIENCIA
POR EL
CARDENAL GONZÁLEZ
DE LA ORDEN DE SANTO DOMINGO
TOMO PRIMERO
MADRID
IMPRENTA D E A . P É R E Z D U B R U L L
Calle de la Flor Baja, 22
1891
PROLOGO
PRÓLOGO. XI
•
PRÓLOGO. XXI
%
PRÓLOGO. XXXV
PRÓLOGO. XXXVII
PRÓLOGO. XLV
PRÓLOGO. XLVH
CAPÍTULO PRIMERO
§ i.
Idea °eneral de la Biblia.
§11.
La autenticidad de la Biblia.
CAPÍTULO PRIMERO.
§ ni.
La profecía en la Biblia.
1
Los profetas que menciona la Historia Sagrada, escribe
Bergier, no sólo fueron respetables por el distinguido lugar que
ocupaban en el m u n d o , sino también, y aún mucho más, por sus
virtudes, su valor, su amor á la verdad y su sumisión á las órde-
nes de Dios. Jamás abusaron de sus luces sobrenaturales para
lisonjear las pasiones de los reyes, de los grandes ni de los pue-
blos ; corregían severamente sus vicios y les anunciaban el castigo
de Dios con igual firmeza que sus beneficios. Muchos fueron víc-
timas de su celo, como lo habían previsto, y arrostraron los
tormentos y la muerte por decir la verdad que Dios les había
revelado.
No es menos patente la diferencia entre los oráculos gentílicos
y los bíblicos por parte del objeto ; pues mientras los primeros
tienden á satisfacer la curiosidad particular, ó se refieren á inte-
reses personales y de poco momento, los bíblicos tienen por
objeto la observancia de la ley moral, la evolución del reinado
de Dios en el pueblo judío y en las demás naciones, la redención
y santificación del hombre. Añádase á esto el uso de medios y
formas extrañas y supersticiosas, la trípode de la Pita, el vuelo
de las aves, la inspección de las v-ísceras de los animales, las voces
fortuitas, etc., á virtud de lo cual, cuando se difundió la ilustra-
ción y con ésta disminuyó la credulidad del vulgo, los vaticinios
y oráculos cayeron en completo desprecio, y el orador romano
pudo escribir sin reparo ni miramientos : Oracula partim falsa,
partim casu vera, pariim Jlesciloqua et obscura.
No por eso debemos afirmar que todos los vaticinios y orácu-
los de los gentiles hayan sido falsos. Bajo la inspiración del de-
l6 LA BIBLIA Y LA CIENCIA.
§iv.
La inspiración en la Biblia.
TOMO I. 6
LA BIBLIA V LA CIEtíCIA.
M
§ VI.
k
,0 LA J i l B U A Y LA CIK.NCIA.
tfífe
1
CAPÍTULO II
§n.
La Biblia según el protestantismo liberal.
*
CAPÍTULO I I .
5?
§ra.
Continuación del rnovhnien to bíblíco-radon a lisla en iré los protestantes:
fase naturalista de su exegesis.
§ iv.
La exegests mítica de la Biblia entre los protestantes.
§ v.
Continuación de Ja exegesis mítica : Strauss.
CAPÍTULO II. 8!
§VI.
U!tima$ manifestaciones del racionalismo bíblíco-proíestante.
*
LA BIBLIA Y LA CIEXCIA-
98
CAPÍTULO II. QQ
• Á
CAPÍTULO I I .
§VII.
Ojeada retrospectiva y conclusión.
LA CIENCIA.
1 I-
La ciencia según la filosofía cristiana.
§11.
La ciencia según Ja filosofía racionalista.
§ III.
La ciencia según la filosofía monista.
r.
CAPÍTULO IV
§ i- ;
1
I9O LA BIBI,IA Y LA CIENCIA.
CAPÍTULO IV.
§ n.
Relaciones especiales entre la Biblia y la ciencia.
1
La Bible et la Nature, pág. 28,
20S LA. BIBLIA Y LA CIENCIA.
§ ni.
¿05 límites de la ciencia en sus relaciones con la Biblia.
§ IV. '
CAPÍTULO IV.
LA BIBLIA Y LA CIENCIA.
¡^
m^m^^i^J^^wwsMwsmí
mmm rJ;í
CAPÍTULO V
/^o
A historia de la creación y formación
del mundo, verificada en seis días, según
la narración de Moisés en los primeros
versículos del Génesis, ha sido objeto en
todo tiempo de interpretaciones muy diversas, á
contar desde los primeros siglos del Cristianismo,
3T ha dado origen á no pocas controversias intere-
santes y de trascendencia en el terreno religioso
y científico. Merced á las vicisitudes y progresos
reales de la geología, de la paleontología, de la
astronomía, de la etnografía, de la filología, de la
física y química, con las demás ciencias físicas y
naturales, han menudeado y menudean en nues-
tra época los ataques y defensas del Hexameron
bíblico, el cual, como era de esperar, no sola-
mente ha salido incólume de estos ataques, sino
que ha visto comprobados sus asertos fundamen-
2 SO LA BIBLIA Y L A CIENCIA.
k
ARTÍCULO I.
8 1.
La enseñ¿n%a moral y religiosa contenida en el Hexameron.
a) La materia ponderable.
b) La materia imponderable.
c) Lafuerza,
*
2&\ LA BIBLIA Y LA CIENCIA.
§ III.
Las teorías y conclusiones más autorizadas de la geología
y paleontología.
§ IV.
La teoría astronómica del universo.
/
F0m
CAPÍTULO VI
i
2^6 LA BIBLIA Y LA CIEXCIA.
•
3oo LA BIBLIA Y LA CIENCIA.
^ w^1
CAPÍTULO VIII
•i
CAPÍTULO IX.
LA TEORÍA HEXAMÉRICA DE C U E F O R D .
CAPÍTULO X. 40I
CAPÍTULO X.
T O M O I. 30
ARTICULO I.
/
r.
CAPITULO XI.
EL DARWÍNISMO Y LA BIBLIA.
si.
El darwinismo evolutivo-monista.
\
444 LA BIBLIA Y LA CIE.VCIA.
*
CAPÍTULO XI.
449
*
CAPÍTULO XI.
451
«
CAPÍTULO XI.
457
CAPÍTULO XI-
TOMO I. n
466 LA BIBLIA Y LA CIENCIA.
§11-
El darwinismo selectivo.
CAPÍTULO XI.
/
$0 LA BIBLIA Y LA CIENCIA.
t
CAPÍTULO XI. 487
E L DARWINISMO ANTROPOLÓGICO.
CAPÍTULO XI.
1
Origen del hombre, ed, cit. , pág. 56.
í
506 LA BIBLIA Y LA CIENCIA.
»
CAPÍTULO XI.
A ) La teoría de la preexistencia.
B) La teoría traduccianista,
C) La teoría generacianista.
D) Teoría de Rosmini,
•
CAPÍTULO XI. 569
\
•
ARTÍCULO VI.
CAPÍTULO XI.
Págs.
PRÓLOGO.
CAPITULO PRIMERO.
CAPÍTULO II.
6l6 ÍNDICE.
CAPÍTULO III.
LA CIENCIA.
CAPÍTULO IV.
CAPÍTULO V.
CAPÍTULO VI.
CAPÍTULO VII.
CAPÍTULO VIII.
CAPÍTULO IX.
CAPÍTULO X.
CAPÍTULO XI.
EL HEXAMERON BÍBLICO Y LA BIOLOGÍA. EL DARWINISMO.