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Inpreoenpencna
PABLO MAURETTE
El sentido olvidado
Ensayos sobre el tacto
Prélogo de eed Emilio Burucus
Philos “WWPrefacio
“ten fable
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Empocems pore ilo, nostic y engafioso: Eset o-
vidade, Peto el taro nunca fae realmente olvidado, Y tampo-
co crn sent, sino muchos Si bien of cierto que desde us
conigenes, [a cultura occidental fue pacicularmenceafera 219
sna ala lz, aosoos, ala visin panrimicasi bien esinne-
gable que algunas de as teadicionesfilosdicasyacsics mas
Inglayenees se mastraron particularmente reacas a conceder
‘cualquic cpo de virad (intelectual, esti, moral) a senido
el taco, y algunas incuso lo denostaron sin miramienos, i
bien es nocorio queen ls tltimas quince 0 veine alos histo-
riadoces de as ideas yeritios han escrito con insstencia acerea
loli del tacts, y Hamad una yoca vera reparartamatio
esc; bien todo esto css el tact nunca fie ovidade
1 Toba Goxtied Hades, Zum Sinn es Gt’ We Vb 4
at el Meno, Desh ses Vetg, a0 el oy
8Ensus origenes mismos,loqueseha dadoen lamar an
Tecenrismo occidental ya coexisia con maneras de compren-
der y representar la realidad que privilegiaban el taco, el
‘caerpoyla materi, Las cortientesBilosbfica yartsticas que
‘enaltecen fa tactildadcorrenparalelas as fuerzs prepon-
deranes del oculocentrismo en Oecidente, of por ben una enorme cantidad de cérminos son metforasacai-
cas, cayo sentido liceral se ha olvidado a través de los cclos
le constances mutacions lingisticas que aravcsan ls len=
_guas “tence rato” es una metéfora que ain brilla como ta
Para explora I gama de variedades de a experiensia eet,
convene convocar ott concept, un concept relativimente
muevo que, todavia aferado a su sentido literal, nose presta
{cilmente a malentendios y ambiguedades. Un concep%o
‘que, gracias a es exrafieza que susia la arial, po-
sibilit el distanclamiento necessro para pensar wna cues
tid can cercanae inmediata como el taco. Lo hpi posee
ses grandes virtues en primer lgar, sun concep lo su
ficientementeartifiioso como para producir extafamien
toy exgiratencén, En segundo lugar, su telativa novedad
garantiza cera impermeablidad (por ahora) respect de las
inexorables mutacones semanticas que hacen 2 la historia
de toda lengua. Por dilkimo, se rata de una nocién elistica,
‘queso largo desu corta historia, ha tendido'expandirseen
3ver de cicunsribirse; clo hs permit fa incusién de un
gran nimero de varianes de a experiencia tcl. Lo hptico
incluye el acto, entendido en sentido literal y meraférco,¥
‘no puede sino pensarse junto a, pero su atificialidad, st
lmpermesbilidad y su elasicidad Io tornan un instrument
de navegacén invalorable para quien se lance a explorar ls
rofundidades det continence de io tangible, del que la piel
rnocsmés que la superfice.
Larendencia2expandiryahondarlanocidn de ‘acro" noes
‘una novedad de esta era dela distraccn multimedia. Lasim-
genes ¢impresiones 3D, la elidad virua, los expecimencos
cen teleraciidad, las interfaces hiptias,y demés extravagan-
‘as toonolgicas del siglo XX1 son expesiones de inguietudes
‘am antiguas come el hombre misma, Los trucos de as ates
plsticas para imitar a profundidad y a ridimensionaidad de
avid -desde hs estaruas movilesdelosteirgosncoplatnicos
hasta as estruturas monumentals de Anish Kapoor ls was
‘de Zens, (reescubrimiento de a perspetiva lineal en el.
sigio XV y la invencidn del holografaen el XX-responden a
tun mismo impulse demic, el impalso de Pigmalisn y de
Victor Frankenstein, que nos Heva crear vida artificial de ma-
netas cada vez més realsas y més tangibles. En os uleimas
ats, el desarrollo de toenoogia que produce sensaciones c-
tiles {desce juegos por computadora hasta relojes que permiten
compartircon ots os aides de nuestro corazn, pasando por
Juguctessemualesy meds de comunicacin queineluyen fa-
donesdeeetactilidad) sea exacerbaoal igual ued nimero
eexhibiciones artistas qu invitan al espctador a aprecar a
5
cobra de arte de maneras no visuals, ya sa tocéndolsoingre-
sand encllayexpeimentandoespaciosyatmésferas Orract-
oss mada que confirma esa fascinacidn pore aco es la de
Jos Danklestaure, o resaurantesoscras, qu han prolifer
doen rodo ed mundo, y donde as lentes comen ena misab-
solnraoscuridad, Helga dece que ineletuales de todo grupo
factor compartenesteentusasmo pr las senides. La historia
delaciencia dela medicina del arc dea ideas la ilasfl 1a
antropologa la pscogl, la tears cogniiva y dems dscpli-
nas han predcido una enorme cantidad de rabajos sobre los
sentidas en genta peo en especial sobre los sentidos hist
‘camente mis desculdados ct olfao, el gusto y,particularmen-
teycltacto? Ya fin de pensarlo ttl de maneras nuevas yen
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%concordancia cn su naturaleea mulifattic, cada vers oye
més a palabra “hice”
En 200s Robert Je procams que el sig XXI marca el
comienza de una “era héprca”? Pasua ya una década del
‘xtravaganteanunclo del historiador alemn, el interés ted-
toy prctico por lo hptico no parece haber mermnado El
‘érmino "hiptico” viene del verbo griego hépromal que sig-
nifca “entrar en contacto con’, *toar”o “agattar™.Elcaric-
‘er deponente del verbo (forma de vez pasiva, sentido de woe
activa) refleja una de las cualldades mis fundamenales de
lo hic a simultancidad del afeccar y del see afecado,
‘Tocar es se wcado, Sent es sentise. El tacts, sin dada,
‘un sentido excepcional,reacio 2 esquematzaciones, hi
20, versity su peculiar elacin con los ors sentidos fe
lo primero que les llamé la atexcién alos pioneros del pen-
sumiento “hiprico". En au Ensayo sobre wns nc ena de a
visi 1703), George Berkeley elabora una idea que Descartes
ya habia sugerido en sus props esritos sobre dprca: que
1a vista y el taco enlaboran entte sf. Seyin esta idea, que
en realidad ya habla sido formulada en eoris de la vision
‘enacentistas, medievalesyclisicas, les sentidas no son fa-
cults independientes y prfectamentediscers, sino que
‘convergen, se prestan mutua asistencia seconfunden. Unas