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Mi Viejita

Venga mi viejita, venga aquí, a mi lado,


Quiero que charlemos de cosas, de historias...
las tuyas, las mías, las bellas, las otras... las cosas del alma.
Observo tu pelo color gris plateado,
refleja los años, los años pasados…
Mira esas arrugas, testigos del tiempo...cada una de ellas conoce su dueño...
dime, Viejecita, ¿cuál será la mía?
Sírvame otro mate, con esas manitas…
ellas son las mismas que me acariciaban...
las que me mecían, las que me abrigaban...
las que cocinaban la mejor comida…
y las que arreglaban mi ropa estropeada...
hoy están cansadas, y tímidamente recorren mi rostro,
que apenas distinguen tus pesados ojos...
esos ojos lindos, esos ojos puros...
llenos de esperanzas... colmados de asombro…
Ellos descubrían mi alma apenada,
mis luchas, secretos, angustias. Silencios.
Tú siempre supiste lenguajes del alma...
ése que hoy me sirve para hablar contigo...
el que siempre ayuda a decir las cosas que salen de adentro...
que vienen del cielo... que huelen a limpio... que saben a dulce...
Te veo encorvada, tu espalda pequeña,
tus hombros caídos, tu cintura breve,
el paso es más lento, y tu voz bajita…
¡pero eso qué importa, terminaste tu obra...
tiene treinta años...o quince o cincuenta...eso es lo que cuenta .
No... no apure su paso... hoy no es necesario...
Ya todo está hecho, la mesa está puesta... la ventana abierta...
¿Y sabe una cosa?... le traje unas rosas...
las que le gustaban... las rojas, las blancas,
tráigame un florero, en él las pondremos…
y cuando se sequen guárdelas con celo,
en aquel librito en donde guardaba las rosas del Viejo...
Vamos a la mesa, ya todos te esperan...
hoy eres la reina...del día la dueña
Como dueña eres de toda esa historia...
historia que todos también somos parte.
Todos los que estamos y los que se fueron...
Aquí está su copa...tómela en sus manos
y brinde conmigo, con ellos con todos…
Venga mi Viejita, siéntese a mi lado sigamos hablando...

POEMAS A LA MADRE MUERTA 2. Sigue viva en el hijo


30.10.16 @ 14:10:00. Archivado en Origen de la vida, Espiritualidad, Iglesia, Poesía
Rastreando por internet sobre el tema de la muerte, descubrí un
emocionado texto del
sacerdote jesuita Jesús Juan Díaz Villar que, al fallecer su madre
de 85 años, pronunció una intensa homilía, de la
que seleccionaremos algunos párrafos que nos introduzcan con
serenidad en el sentido profundo de los poemas que hoy nos
acompañan:

“La muerte es cruel, es un viaje sin retorno de alguien que no


quería marcharse, ni dejarnos… A mamá ya no le podemos escribir, ni
visitar, ni llamar por teléfono… No sabemos dónde está… ¡nos parece
mentira!... La muerte es un túnel oscuro, negro…; nos preguntamos
si habrá algo más que túnel, si de verdad existirá una salida, o si todo terminó en aquella
tumba…”

Más adelante escuchamos: “La muerte es misterio, y con la pura razón no tenemos respuesta
alguna… Por eso nos deja desconcertados, perplejos e impotentes. No, nuestra razón no
puede ir más allá. Tropezamos con la losa fría de su tumba, sin poder continuar...”

MAMÁ NO HA MUERTO DEL TODO

Ciñéndonos al sentimiento central de los versos que presentamos a


continuación, seleccionaremos algunas sugeridoras frases de gran belleza y dignidad:

“En cada uno de nosotros está vivo el recuerdo de mi madre. Está vivo como historia, es
el amor que puede más que ese túnel negro y misterioso con el nombre de muerte. Pero no es
sólo en el recuerdo donde vive mamá. El recuerdo podría ser simplemente fantasía. Mamá vive
realmente en cada uno de nosotros…”

“Mamá vive en cada uno de nosotros, llevamos su sangre. Caminamos, actuamos y no nos
damos cuenta de que también en nosotros siguen viviendo mamá y papá. Pero no fue sólo
la sangre y unos genes lo que nos dieron en el pasado. Ellos siguen viviendo en nosotros en
toda una constelación de vida, gestos, valores y costumbres."

"Cuando vosotros habláis, educáis, amáis, besáis y abrazáis a vuestros hijos, también hay algo
de mamá y papá, de los abuelos, en vuestras palabras y actitudes… También ellos los
están amando, hablando, son sus brazos en los vuestros, quienes acogen y aman a
vuestros hijos. No, mamá no es sólo añoranza y recuerdo, es también vida que se expresa
de otro modo en nosotros. Y esto no es fantasía.”

Si os gustaría conocer la homilía completa, pulsar aquí.

SOY YO QUIEN TE SONRÍE, QUIEN TE MUEVE LAS MANOS


Poema espléndido de una desconocida muchacha de 18 años son los versos de “Unidad”,
que sucede inmediatamente a “¿Dónde voy yo, Dios mío?”, que tanto celebró Juan Ramón
Jiménez que así cerró su juicio crítico sobre “Mara”, el inicial poemario de Pilar Paz Pasamar:
“Esta chica es genial". Se identifica la poeta jerezana con su madre hasta el extremo de
cerrar así estos versos, refiriéndose al encuentro existencial de madre e hija, más allá de la
muerte: “Y nos daremos juntas, madre mía, tan juntas / que Dios no pueda nunca distinguir si
eres una / o somos dos, a una, las que nos hemos muerto.” En el segundo verso del poema, “Te
has ido dando como la luna sobre el agua…” el verbo dar parece sinónimo de amor,
entrega. Y en “nos daremos juntas, madre mía” del final parece sugerir la identificación
unitiva de madre e hija más allá del amor edípico, en la transvida.

UNIDAD

Madre, tú eres ya, no tuya, sino mía.


Te has ido dando como la luna sobre el agua.
Toda tu claridad se ha reflejado
inmensa sobre mi alma.

Madre, ya no eres tú, tu risa no es tu risa,


soy yo quien te sonríe, quien te mueve las manos,
quien te vive y respira por ti. Ya no eres tú,
madre mía, has fijado
tu claridad lo mismo
que la luna en el lago.

En mí tu imagen flota, reposa, duerme, gira,


en una completísima unidad que nivelan
tu carne con mi carne, tus ojos con mis ojos,
tu pena con mi pena.

Y tu fin -extinguirte sonriendo- es el mío.


¡Tu fin! Allá en lo alto te esperará una estrella.

Yo te sujetaré con mis manos, tan jóvenes,


más arriba del mar, más arriba del tiempo,
y nos daremos juntas, madre mía, tan juntas,
que Dios no pueda nunca distinguir si eres una
o somos dos, a una, las que nos hemos muerto.
Y YO TE LLEVO OCULTA, FECUNDA, PERMANENTE...

La infancia de Roberto Cabral fue muy triste: con solo dos años perdió a su padre, con
quince a la madre, y tuvo que cuidar como jefe de familia a sus dos hermanas, habiendo
heredado negocios ruinosos. Sus versos, tan biográficos siempre, reflejan, con hondura y
pasión amorosa, la ausencia –que es también presencia– sobre todo de la madre (“ni
llanto, ni cicatriz, ni olvido”).

Es emocionante el sentimiento de permanencia, de salvación, de una madre que se despide,


in extremis, del hijo, pero se siente prolongada en la aventura existencial de su propia
sangre. En el poema de hoy, “Se dijo que una madre ha muerto”, la vivencia es contraria: el
hijo se dirige a la madre invisible, pero cercana. Con ojos de Roberto la madre mira
hoy. Con la voz de Roberto la madre habla hoy. Y sigue viva con su vitalidad. ¿Está muerta la
madre? De ninguna manera: vive en el hijo, como vivió el hijo huésped en su materna
entraña... Ella es el tronco del árbol de la vida, su hijo ramaje nuevo, “alto sostén de nidos...”

SE DIJO QUE UNA


MADRE HA MUERTO

Recuerdo no; ni llanto, ni cicatriz ni olvido.


Vida viva en mi llama y en mi fe y en mi fuerza.
Hoy, como antaño huésped en tu materna entraña,
los dos con una única voluntad aferrándonos,
los dos soñando fieles nuestro cabal destino.

Años hace que nadie percibe tu presencia,


como si hubieras muerto como un muerto cualquiera.
Fuiste, por todos ellos, enterrada y llorada,
llorada y olvidada... como los muertos de ellos.
Y yo te llevo oculta, fecunda, permanente,
más viva en mí, doliente, por el amor transida.
–¿Ciega...?
–Mis ojos miran
para los ojos tuyos.
–¿Muda...?
–Mi voz –tus voces
eternas– florecida.
–¿Inmóvil...?
–Y yo todo
vibración, ritmo, vuelo
de tu inicial impulso.
–¿Muerta...?
–¡Y el hijo vive!

Sueña, canta, palpita, que yo gozo tus gozos.


Vivo la verdadera vida tuya en mi vida.
Eres mi tronco firme, yo tu ramaje nuevo,
arpa del viento, sombra y alto sostén de nidos.

NOTA. Para saber más sobre Ramón de Garciasol (pulsar aquí), Pilar Paz
Pasamar (pulsar aquí) y Roberto Cabral (pulsar aquí).

POEMAS A LA MADRE MUERTA

Cantan poetas a quien les dio la vida

1. Esperanza de un reencuentro

MADRE, de Celso Emilio Ferreiro


LA MADRE, de Giuseppe Ungaretti
NO SEAS NIÑA, MADRE, de Ramón de Garciasol

2. Sigue viva en el hijo

UNIDAD, de Pilar Paz Pasamar


SE DIJO QUE UNA MADRE HA MUERTO, de Roberto Cabral
A MI MADRE MUERTA
Sufrías de día,
descansabas de noche,
lavabas y cocías murmurando los afanes
que dejabas regando los jardines..
Caminando en la calle te extasiabas
y tus ojos buscaban el encuentro
de la gente que amiga de sus cuentos
estrechaban tus abrazos.
Yo caminado junto a ti feliz seguía
el sermón que tus labios me decían,
las palabras que jamás fueron oídas
y que extraño después de tu partida.
Fue fuerte mujer de mandamiento
plasmada de montañas y de miedos,
de rezos, de oración, de desencuentro..
Y fue aquella,
que pensaba en mi mañana,
en mis horas felices del destino,
aquella que soñaba a solas,
que será de él, sin nunca decir nada.
Aquella que de niño me cargó en sus brazos
sufriendo en carne viva mis tropiezos,
la que me brindó sus besos,
sus caricias, sus abrazos.
En ella pienso hoy.
En ella que fue mi amor y mi querella
mi angustia, mi alegría,
la que con su aroma me impregnó la vida
dándome aromas para que sonriera
y yo dándole espinas para que sufriera.
En ella pienso hoy, sin ser olvido
a mi mente y corazón,
en ella pienso hoy como un suspiro,
como el ave que en un largo vuelo
hecho pedazos... nos dejó su nido.

Madre querida
Madre adorada
por ti doy mi vida,
mi sangre y mi alma.
Te beso dormida,
te beso despierta,
te lleno de besos
de pies a cabeza.
Tus manos benditas
me llenan de amores,
caricias divinas
que son como flores.
Si la tienes viva
cuidala que es oro
y si muerta la tienes,
llorarla es muy poco,
guardala en tu alma
como un gran tesoro. (David F.F)

Madre eres única, tú


mi ángel protector
te definen la dulzura
y el mas tierno amor.
(Luis Cornelio Katzenbach)

En cinco letras se encierra


un nombre sublime y puro
del amor incondicional
que se derrama por el mundo
todos debemos honrarle
aunque ya no esté presente
o si acaso la tenemos
debemos tambien de adorarle
y en este dia tan importante
quiero decirle que siempre
tu vas a ser en mi vida
la joya mas querida
para eso eres mi madre.

Una madre tiene razón


hasta cuando se equivoca...

Oh Madre Adorada, principio y final de esta mi existencia y mi caminar siempre te


recuerdo, y viva en mi estas y en cada momento de mi soledad, gracias por la vida
por tus enseñanzas gracias por tus mimos y tu corazón gracias por brindarme todo tu
cariño gracias Madre mía por tu inmenso Amor

Madre me has regalado el ser


te agradezco con toda mi vida
eres para mí el ser más importante
del cual nunca...jamás me olvidaré
giovanna51

Tú me pariste con el dolor de tu vientre,


y aun en mi caminar por el mundo
te sigo doliendo por siempre,
porque soy sangre de tu sangre,
y todo lo que sucede en mi
para ti es importante.
Bello Ángel que dios me dió,
estrella resplandeciente
que en lo más negro de mi oscuridad,
me rescata y me libera de mi soledad.

Quisiera escribirte mis versos


pero todo original,
y sellarlos todos con besos
para tu alma virginal
Eres mi madre querida
la que crió con amor
a seis traviesos muchachos
que te admiran cual una flor.
66 ARCOIRIS

Madre, amante de mi alma,


Mujer y compañera,
Me enseñaste a respirar,
me enseñaste a caminar.
Gracias por darme la vida,
Porque antes de nacer soñaba ya con mundo de colores.
Te imaginaba hermosa,
Te imaginaba maravillosa,
Y cuando nací pude conocer esa verdad.
Nunca me equivoqué.
♀♀♀caritadeangel♀♀♀natas999.

A ti que me das cada una hermosa sonrisa,


que cargaste conmigo en tu vientre noche y día,
hoy quiero decirte ¡¡¡¡GRACIAS!!!!
Gracias porque me has dado la vida,
me guías y me aconsejas a seguir cada día,
me escuchas en silencio y me aconsejas que hacer con los problemas de cada día,
me llenas de ternura con tus caricias,
y muchas otras me reprendes por las travesuras que hago noche y día...
Gracias Madre por ser ese ser maravilloso que Dios creo para darnos el ejemplo a
seguir con sus miles de maravillas...
eres consejera, doctora, enfermera y amiga,
eres politica, mecanica y hasta economista,
siempre dispuesta a dar hasta la vida,
lloras por un triunfo o por una alegría,
por una tristeza y por una amiga...
a ti Madre hoy, quiero decirte GRACIAS!!!!!!!!!!!!,
¡¡¡¡¡GRACIAS POR DARME LA VIDA!!!!!
(@ngel de kristal)

Madre palabra sagrada


que siempre nos da la vida,
nos regala cada instante,
y su lucha es infinita.
Madre que sufre y padece
como si fuera su herida
cuando nos duele el alma
o nos hiere cruel la vida.
Carmen Diez Torio

Eres mi madre querida


morenita como el azúcar
dulce como el sabor.
de las madres ¡la mejor!.
66ARCOIRIS

MI MADRE,MI MEJOR AMIGA,


MI COMPAÑIA YMI SUSTENTO,
ALEGRIA EN EL DESCONSUELO,
CALOR EN MIS NOCHES FRIAS,
MI MADRE, MI MOTIVO
PARA SER MEJOR QUE ELLA,
AUNQUE TAL VEZ NO LOGRE
ACERCARME UN POCO AL
BRILLO DE TAN BELLA ESTRELLA.
YOLANDA BARRY.

GRACIAS DIOS
POR LA BENDICIÓN INAGOTABLE
QUE NOS DAS DESDE EL PRIMER DIA DE NUESTRA EXISTENCIA
CON UN ANGEL CONVERTIDO EN MUJER
EN UNA TIERNA MUJER QUE EN SU CORAZÓN
ANIDA; PAZ,ARMONIA, FORTALEZA, CARIÑO.
SI SEÑOR; GRACIAS POR ESAS PRINCESAS
LLENAS DE SUEÑOS E ILUSIONES
A LAS QUE TE RUEGO NOS LAS BENDIGAS SIEMPRE
Y SIEMPRE LES MANTENGAS INTACTO
ESE PRECIADO TESORO QUE ANIDA EN SU ALMA:
"EL AMOR"
GRACIAS DIOS MIO POR NUESTRAS MADRES

madre, como definir esa palabra maravillosa


tu sois la bondad,la ternura y por ende la luz
que desde tu sagrado vientre me guió a Jesús
gracias madre,entre tantas tu sois mi diosa

En el ocaso.
Cuando ya en mi nacían los surcos de los años
Empezando hacer cicatrices en mi vientre,
Una semilla empezó a crecer,
No te esperaba desde ese día
Requiriendo mucho cariño
Te lacte con lágrimas
Cargadas de amor y así comenzaste a crecer
Dentro de mi un manantial
Para regarte solo a ti
Conversaciones que solo tú seguiste
Atento siempre, esperando, allí estabas tú
Con una brisa suave te acaricie y
Al compás de nuestros corazones
Compusimos una melodía
Que nos pertenece aunque ya, no podamos escuchar
Sentí tus movimientos, alegrías, a veces una quietud
Que me indicaba sueña conmigo, es parte de mí
Y el latir de tus ilusiones pronto
Tendré que compartir,
Muchas veces me desplome,
Y tu Seguías allí como una ramita pronto a florecer
Revoltoso y contento pronto nos veríamos
Así entrantes a mi vida
Despertando cada mañana
Junto a mí, cúmulos de preguntas curiosas, inagotables
Impaciente así eres tù.
Mi hijo, yo........ tu Madre.
Sólo el amor de una madre
Sólo el amor de una Madre apoyará,
cuando todo el mundo deja de hacerlo.

Sólo el amor de una Madre confiará,


cuando nadie otro cree.

Sólo el amor de una Madre perdonará,


cuando ninguno otro entenderá.

Sólo el amor de una Madre honrará,


no importa en qué pruebas haz estado.

Sólo el amor de una Madre resistirá,


por cualquier tiempo de prueba.

No hay ningún otro amor terrenal,


más grande que el de una Madre.

Madre
Tu mirada de amor
descubre lo que otros no quieren ver.
Tu nobleza
te hace apreciar lo que los demás desprecian.

Tu amor desinteresado
te hace defender a los pequeños
que otros atacan o menosprecian.
Tu presencia
despierta confianza, amor a la vida
y esperanza en un futuro mejor.

Mamá
Quiero agradecerte
que estés en mi vida.

Sé que puedo contar contigo


en momentos difíciles,
sé que contigo puedo
compartir mis alegrías,
y sé que nuestra amistad
se sustenta en mutuo amor.

Que seas mi MAMA y mi AMIGA


es el más preciado tesoro,
que agradeceré a DIOS eternamente.

Gracias por llenar mi vida


con tanta felicidad.

Te Amo Mamá!

A mi madre
Te fuiste de mi lado.
En silencio fue tu partida.
Mi corazón se ha desangrado
por tan súbita despedida.

Tu espíritu luchador

a la vida se aferraba.
Más Dios, desesperado,
a su lado te llamaba.

En ángel te has convertido.


Velando por nosotros estás.
Aguardando que se cumpla la cita
de reunirnos en la eternidad.

Sin embargo, me parece tan lejos…


Quisiera ahora poderte abrazar.
Te busco, te llamo. No te encuentro.
Dime… ¿Cómo me he de consolar?

Tu amor incalculable
mis faltas por alto pasó.
Porque el querer de una madre,
ese, no tiene comparación.

Sé que en el cielo habitas.


Al lado de Dios has de estar.
Aguardaré paciente el día

en que nos volvamos a encontrar.

Entonces será para siempre.


Nada ni nadie nos podrá separar.
No temeré cuando llegue mi momento
pues tu presencia me confortará.

Me esforzaré por ganar el cielo


para no perderte nunca más.
Mientras tanto, guía mis pasos.
Ilumina mi senda, enséñame el camino.

Que tu presencia me rodee siempre


hasta que se cumpla mi destino.

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