Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Lo que dio nacimiento a los distintas ‘partes’ o aspectos internos que vienen
a llamar nuestra atención para que los atendamos fueron momentos iniciales
de trauma en que nuestro proceso de vivir se detuvo o se interrumpió de
alguna manera. Si no es posible que todo el psiquismo siga adelante con
fluidez como lo venía haciendo, éste trata de seguir en funcionamiento,
rodeando este obstáculo que es esta ‘porción de mí’ que se detuvo. El
proceso psíquico intenta avanzar aunque no esté con sus capacidades
plenas y, con el tiempo, estos detenimientos (stoppages) comienzan a ser
experienciados como diferentes ‘partes’ o aspectos.
Esa herida es la primera herida... Entonces está esta primera herida que
necesita ser contactada, recibida y comprendida por alguien. Si cuando
ocurrió el suceso, en ese momento, alguien hubiera empatizado con ese
dolor y lo hubiera sabido contener, todo hubiera terminado ahí o se hubiera
necesitado un período breve para dejar atrás el trauma sin mayores
consecuencias futuras...
Lo que detiene el proceso no es lo que sucede (el trauma) sino lo que ocurre
después: cuando no recibimos la empatía y la contención que hubiéramos
necesitado por esto que nos acaba de pasar, se transforma en nuestra
primera herida y esto permite que haya una segunda herida, y así
sucesivamente...
Esta parte suele pedirnos: “sólo quiero que estés acá, sin preguntas, sin
decirme cómo debo estar, cómo me debo sentir, permitiéndome sentir lo que
siento y estar como estoy mientras necesite estar así. Necesito tiempo para
poder expresar todo lo que hay en mí...”
Para estar con estos aspectos tal como ellos necesitan, debemos
acompañarlos sintiendo, percibiendo y simbolizando lo que nos llega desde
estos lugares. Mientras lo hacemos, es importante no identificarnos con la
parte que está apurada, impaciente, que presiona, que empuja.
Fernanda Acuña
Mayo de 2017