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A r t í c u l o s Masónicos Seleccionados
Año 5 - N° 57
Setiembre 2018
Herbert Oré Belsuzarri
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El renombrado historiador y teólogo visigodo Paulo Orosio (m.
418 d. C.), discípulo de san Agustín, en su Historia contra los pa-
ganos, certifica que la biblioteca alejandrina no existía en 415
d. C.: “Sus armarios vacíos de libros... fueron saqueados por hom-
bres de nuestro tiempo”.
Mitómanos y detractores
En el siglo I de la Hégira,
Yo, aquel Omar que sojuzgó a los persas
13
Y que impone el Islam sobre la tierra,
Ordeno a mis soldados que destruyan
Por el fuego la larga Biblioteca...
17
Durante esa época, la situación de los libros y de las bibliote-
cas en el Oriente musulmán fue totalmente diferente. Algunos
incidentes ocurridos en tiempos de las Cruzadas, en los siglos
XI y XII, tuvieron como consecuencia la destrucción de las bi-
bliotecas. El primer hecho de este tipo tuvo lugar durante la
gran hambruna que azotó Egipto hacia 1,070 (460 de la Hégira):
el califa fatimita Al-Mustansir se vio obligado a poner en venta
miles de libros de la Gran Biblioteca Fatimita de El Cairo para
pagar a sus soldados turcos. En cierta ocasión vendió “18,000
libros relacionados con las ciencias antiguas”...
La versión de Abulfaragius
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25
Introducción
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Imagen 1
Joseph Rudyard Kipling (1865-1936)
Imagen 2
Distinción “Doctor Honoris Causa” por la universidad de la Sor-
bona, París, 1,921
Kipling masón
Fuente: Autor.
El trato del tema masónico difiere del libro pero aparece des-
de los primeros compases, incluso añadiendo la pregunta sobre
¿Qué es la masonería?, que recibe respuesta por el personaje
(el periodista) que hace del mismísimo Kipling.
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Imagen 4
Escenas con simbología masónica
36
Fuente: Fotogramas de la película de John Huston
37
La historia transcurre en una región limítrofe junto a la India bri-
tánica y reúne los ingredientes frescos de la vida personal de
Kipling (India-Afganistán, colonialismo, paternalismo, periodis-
mo, iniciación masónica, aventuras extravagantes, utopía impe-
rialista) en conjunción con su calidad creativa.
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Al día siguiente, en una nueva tenida, el Rey se proclama “Gran
Maestro de la Francmasonería de Kafiristán” y al mismo tiempo
Rey de todo ese territorio. Más adelante, pensó en escribir a la
Gran Logia Unida de Inglaterra para solicitar una “dispensa” y
contarles lo que hizo como Gran Maestro. En el relato, Kipling
siembra la duda sobre si los dos aventureros eran realmente
masones o simples conocedores de la Orden o iniciados con
escasa participación en tenidas o pobres de graduación: “Tú
sabes que nunca hemos oficiado en ninguna logia (pág. 27); En-
tonces deseé haberles explicado desde el principio que desco-
nocíamos los genuinos secretos de un Maestro Masón; pero no
dije nada (pág. 34)”.
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En El Hombre que quiso ser Rey, Kipling se ríe, se burla de los
masones, de sí mismo, capacidad que en general no prolife-
ra en los ambientes de la alta sociedad y cuanto menos en el
masónico. Transformó la libertad de expresión en libertad de
visión, probablemente el súmmum de todas las libertades, sin
mayores pretensiones que la de crear una divertida novela que
a la vez recogiera parte de los diferentes contextos personales
experimentados hasta el momento. Si no fuera por ser él mismo
masón y famosa su admiración por la masonería, cualquiera po-
dría llegar a pensar que fue escrito con intenciones antimasóni-
cas. En efecto, mostró en aquel momento ser diferente a la casi
asfixiante obsesión por parte de los masones de defenderse y
justificarse frente a las calumnias vertidas por sus detractores
ultramontanos. En el extracto donde aparece el elemento masó-
nico, el escritor lo transforma en una parodia, ejercicio rarísimo
no sólo en la Orden sino en el seno de cualquier otra asociación.
Parte que no fue retenida para la versión cinematográfica.
Fuentes
Bibliografía
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tuor Coronati Lodge 77 (1964): 213-253.
• De Donatis, Walter. “Kipling e la Massoneria”. En: Massoneria
Oggi III, no. 6 (1996).
43
• Dictionnaire illustré de la Franc-maçonnerie. Paris : Editions de
Lodi, 2004.
• Ferrer Benimeli, José Antonio y Susana Cuartero Escobes. Biblio-
grafía de la masonería.
• Madrid: FUE, 2004.
• Ferrer Benimeli, José Antonio y Susana Cuartero Escobes. “José
Rizal y la masonería en el centenario de su fusilamiento (1896-
1996)”. En: La Masonería española y la crisis colonial del 98. Coor-
dinado por José Antonio Ferrer Benimeli. Zaragoza: CEHME, 1999.
• Heras, Agustín de las. “Las sociedades secretas en los Simpsons”.
En: La Masonería en Madrid y en España del siglo XVIII al XXI.
Coordinado por José Antonio Ferrer Benimeli. Zaragoza: CEHME,
2004.
• Jaffa, Richard. Man and Mason-Rudyard Kipling. Reino Unido: Au-
thorhouse, 2011.
• Jansen, André. “La Masonería en la literatura hispanoamericana”.
En: Masonería española y América. Coordinado por José Antonio
Ferrer Benimeli. Zaragoza: CEHME, 1993.
• Kipling, Rudyard. Algo de mí mismo. Librodot.com, sin año.
• Kipling, Rudyard. El Hombre que pudo reinar. Gijón: Sociedad de
Aventuras Literarias, 2013.
• Kipling, Rudyard. El libro de la selva. España: Sexto piso, 2013. Ki-
pling, Rudyard. Kim. Barcelona: Vicens Vives, 2012.
• Kipling, Rudyard. Mi Logia madre. Madrid: revista Latomia, 1932.
• Kipling, Rudyard. Si. Disponible en http://www.am.ub.edu/~carras-
co/rudyard.html Ligou, Daniel. Dictionnaire de la Franc-maçonne-
rie. Paris : PUF, 2006.
• Mellor, Alec. Dictionnaire de la Franc-maçonnerie et des Francs-
maçons. Paris : Belfond, 1990.
• Qui sont les francs-maçons? Paris : Amarande, 1993.
• Saunier, Éric. Encyclopédie de la Franc-maçonnerie. Paris : Le li-
vre de poche, 2000.
• Serna Galindo, Ricardo. “Estudios literarios al socaire de la inves-
tigación masónica”. En: La Masonería española en el 2000. Una
revisión histórica. Coordinado por José Antonio Ferrer Benimeli.
Zaragoza: CEHME, 2001.
• Valín, Alberto. “La masonería como vehículo propagador del li-
beralismo político. El caso gallego”. En: Masonería, revolución y
reacción. Coordinado por José Antonio Ferrer Benimeli. Alicante:
Instituto de Cultura “Juan Gil-Albert, 1990.
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Anexo 1
NOTAS.
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2 Marcelo Saadia Hamu, comerciante, miembro de la logia Morayta
nº284 de Tánger. Dato facilitado por la historiadora Susana Cuartero
Escobes.
3 Publicado originalmente en 1896.
4 (Madrid, 1932), Vol. I, 99-101.
5 Término que engloba los aprendizajes que se adquieren siguiendo
las etapas marcadas por los rituales.
6 Apunta por ejemplo en sus memorias que su padre trató a la ma-
dre de la teosofía, Madame Blavatsky, considerada por su progenitor
como una “interesante gran impostora”.
7 En España, por ejemplo, fue descrito como autor de talento incluso
en la prensa católica. Ver: La Unión Católica (30 de julio de 1892): 3 y
(1 de agosto de 1896): 1. En Francia, L’Humanité, el periódico socia-
lista y más adelante (1920) comunista, siguió su trayectoria artística e
informaba de sus vivencias y desavenencias.
8 L’Humanité 1334 (12 de diciembre de 1907): 1
9 Incluso se llega a describirlo como “antiliberal” en la enciclopedia
coordinada por Éric Saunier, Encyclopédie de la Franc-maçonnerie
(Paris: Le livre de poche, Paris, 2000), 467.
10 Subrayado por mí. Es una parte de su vida novelada. Con descrip-
ciones escogidas para no “revelar” demasiado.
11 El Sol 5738 (12 de enero de 1936): 5-6. El Sol 5744 (19 de enero de
1936): 2. El Sol 5768 (16 de febrero de 1936): 5. La voz 4688 (18 de ene-
ro de 1936): 2. El Noroeste 13325 (17 de enero de 1936): 3. Revista de
Escuelas Normales 117 (febrero 1936): 53-56. El Heraldo de Madrid
15562 (18 de enero de 1936): 16. El Heraldo de Madrid 15566 (23 de
enero de 1936): 14.
12 Los archivos de la biblioteca masónica de Lahore fueron quemados
por extremistas religiosos en 1960.
13 Esta tolerancia es muy matizable según la masonería o logia de la
que se trate, aunque dicha práctica responda a la teoría.
14 Harry Carr, “Kipling and the Craft”, en: Transactions of the Quatuor
Coronati Lodge 77 (1964): 231.
15 Alberto Valín, “La masonería como vehículo propagador del libe-
ralismo político. El caso gallego”, en: Masonería, revolución y reac-
ción, coord. José Antonio Ferrer Benimeli (Alicante: Instituto de Cultu-
ra “Juan Gil-Albert, 1990), Tomo I, 184.
16 Ferrer Benimeli y Susana Cuartero Escobes sitúan este poema
como el equivalente al escrito por José Rizal, Últimos adiós, antes de
ser fusilado. “José Rizal y la masonería en el centenario de su fusila-
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miento (1896- 1996)”, en: La Masonería española y la crisis colonial
del 98, coord. Ferrer Benimeli (Zaragoza: CEHME, 1999), Tomo I, 325.
17 Muy destacable es el titulado Si.
18 [The results of faulty memory or the creatures of a fertile imagina-
tion]. Carr, “Kipling and the Craft”, 221.
19 Se publicó en español con el título de “El libro de las tierras vírge-
nes”. En España, había llegado anteriormente en su versión francesa.
20 Un ejemplo galo : Daniel Ligou, Dictionnaire de la Franc-maçonne-
rie (Paris : PUF, 2006), 666-667.
21 Ver en Anexo I la relación de las obras en las que Kipling mencionó
a la masonería.
22 La editorial Sociedad de Aventuras Literarias de Gijón (España)
publicó en 2013 una magnífica, creativa y cuidada edición de este
libro. Vendido en un sobre en cuyo interior se insertó un recorte de
periódico con un mapa de Kafiristán, diálogos del texto y diversas
notas informando sobre algunos aspectos masónicos. Luego con un
código se puede leer el texto íntegro titulado El hombre que pudo
reinar, descargándolo desde Internet (www.aventurasliterarias.com).
23 Ciertas réplicas le recordaron al historiador Agustín de las Heras
algunas aparecidas en el capítulo que dedicó Los Simpsons a las so-
ciedades secretas. “Las sociedades secretas en los Simpsons”, en: La
Masonería en Madrid y en España del siglo XVIII al XXI, coord. Ferrer
Benimeli, (Zaragoza: CEHME, 2004), Tomo I, 681.
24 En la película se le puso al periodista directamente el nombre de
Rudyard Kipling.
25 Rudyard Kipling, Algo de mí mismo, librodot.com, sin año.
26 Rudyard Kipling, Algo de mí mismo, 27.
27 Sesión de reunión entre masones.
28 Antes de lanzarse en esa aventura, habían firmado los dos aventu-
reros con el periodista por testigo que “no miraremos a ningún licor,
ni ninguna mujer negra, blanca o morena, así no nos mezclaremos
perjudicialmente con uno o la otra” (pág. 16).
29 Los estudios historiográficos matizan los límites de estos concep-
tos.
30 Extraído del estudio de Henry Carr citado anteriormente.
47
LIBROS DE
HERBERT ORE
Ahora en: lulu.com
48
LA VERDADERA CARA DE LA MASONERIA
POLACA
Mikolaj Glinski
49
El conocimiento promedio de los polacos sobre la masonería se
basa principalmente en el mito. En Polonia, el movimiento sigue
siendo considerado como una organización secreta que gobier-
na el mundo, mientras que fue gracias a los francmasones que
se produjeron algunos de los mayores logros de nuestro país, a
partir de las reformas del Sejm de cuatro años y la Constitución
del 3er. Mayo, a través de la tradición de liberum conspiro.
51
Szymon Bogumil Zug, un proyecto de la Iglesia Evangelista-Augsbur-
go en Varsovia, 1,777 una parte de la colección MNW
Lazienki masónica.
52
ción del Royalazienki Royal Park. El primer tratado polaco sobre
parques de estilo inglés fue escrito debido a la adaptación del
terreno en comisión para el monarca. Fue escrito por Fryderyk
August Moszynski, un francmasón, alquimista y asesor del rey.
Su trabajo está saturado con referencias al simbolismo y la ideo-
logía masónicos, pero la construcción real del sitio no se realizó
exactamente de acuerdo con su consejo.
Zygmunt Vogel, “Una vista de Lazienki desde el lado sur”, 1,795, apar-
te de la colección de MNW
Dobrzyca
57
58
La Constitución del 3 de mayo
60
El proyecto de Kubicki se describe en la web de Bryla.pl:
Legiones de Dabrowski
Conspiro Liberum
Masonería y literatura
64
Una escena de la película Ashes de Andrzej Wajda, fuente: East News
65
Una de las escenas más conocidas de la literatura polaca ins-
pirada en el ritual masónico es la escena de iniciación de Rafal
Olbromski en Popioly (Cenizas) de Stefan Zeromski, El ritual
del Santuario de Isis también aparece en la película de 1,965 de
Andrzej Wajda.
Edward Rydz-Smigly
66
Durante el período de entreguerras, algunos políticos clave es-
tuvieron activos en la Gran Logia Nacional, aquellos también
conectados con el entorno Pilsudski. Entre ellos se encontra-
ban Kazimierz Bartel, Edward Rydz-Smigly, Felicjan Slawoj-Skla-
dkowski, el coronel Walery Slawek y el coronel Wieniawa-Dlu-
goszewski. Entre 1921-23, Andrzej Strug fue el Gran Maestro.
Después de la guerra
67
Logia Janus al Oriente de Bydgoszcz
(Bydgostia ciudad situada al norte de
Polonia)
Mikhail Bakunin
76
Fue iniciado masónicamente en 1,845. Veinte años después con-
tinuaba afiliada a la Logia Italiana “Il Progreso Sociale”, poseía
por entonces el grado 32°.
León Tolstoi.
No se debe olvidar, que todo este proceso fue fruto de una épo-
ca. Época en que el movimiento obrero luchaba por defender
su razón de ser, su crecimiento y su pervivencia, y con la maso-
nería les unía parte de su lema: “Igualdad y Libertad”.
LA FILANTROPÍA MASÓNICA.
Más tarde, ya entrado el siglo XIX, las logias inglesas irán asimi-
lando en sus iniciáticos misterios a elementos instruidos y cuali-
ficados de su proletariado nacional, llegando la masonería britá-
nica en esta preocupación proletarista al extremo de ofrecer sus
94
propios locales para que dieran cobijo a una de las más impor-
tantes reuniones preparatorias de la Primera internacional obre-
ra, como recogen, tanto el historiador alemán Max Nettlau como
el anarquista y masón español Anselmo Lorenzo –citando éste la
obra Garibaldi: Historia Liberal del Siglo XIX de Rafael Farga y
Pellicer–, cuando el engolado y prestigioso hiramismo británico
decimonónico cedió su Free Masons Tavern para que aquel cé-
lebre mitin, convocado por Karl Marx, la denominada Fiesta de
la Fraternización Internacional del 5 de agosto de 1,862, pudiese
llevarse a efecto” (pág. 13).
95
El movimiento anarquista en Inglaterra es puramente judío sal-
vo rarísimas excepciones. ¿Alguien desconoce el papel de la
literatura anarquista judía? ¿Cuál el primer idioma entre los di-
versos en que se edita la literatura anarquista?
100
En Europa se construyó también una imagen romántica del re-
volucionario masón. Este tipo de costumbre, nos hablan de cons-
piraciones de los Iluminados de Babiera de Adam Weishaupt
–de nombre de guerra Spartakus–, que había copiado formas
y maneras francmasónicas para crear aquella subversiva aso-
ciación con sus sobrenombres y sus grados; la orgánicamente
triangular conspiración de los iguales de François Noël Babeuf,
de sobrenombre Gracchus; los Philadelphos con sus tres grados
y sus nombres de guerra; la Sociedad de los Sublimes Maes-
tros Perfectos creada como una “organisation secrète politique
de forme maçonnique”, como nos explica el Dictionaire de la
Francmaçonnerie de Daniel Ligou, por el discípulo de Babeuf,
el francmasón Philippe Buonarroti.
104
Cuando ocurrió el ataque de Greenwich, pareció confirmar las
sospechas sobre los extranjeros y la violencia. La policía se aba-
lanzó sobre un club anarquista alemán en Soho y detuvo a italia-
nos sospechosos de construir bombas. Cientos de manifestan-
tes asaltaron el cortejo fúnebre de Bourdin, arengando “¡No hay
bombas aquí!”, “¡Regresa a tu propio país!”.
Louis Blanc
120
LA PRIMERA INTERNACIONAL
LA COMUNA DE PARÍS.
124
Tales son las bases de un acuerdo propuesto por la logia “La Unión
de Belleville” para poner fin al crimen que estamos atravesando,
y para el éxito del cual invita a todos sus hermanos, Mason o no,
a emplear toda su fuerza moral y todos los medios puestos a su
disposición por la Declaración de los Derechos del Hombre.
Por orden: Para el Lodge “The Union of Belleville”, The Tit: .Sec :.
The Ven :. O:.
Voisin H. Fernaux.
Por tanto, si uno permite que los francmasones definan los ob-
jetivos y las enseñanzas de su propia sociedad, y si uno acepta
que las acciones y creencias de los francmasones individuales
pueden ser independientes de su membresía masónica, enton-
ces el papel de la Francmasonería era inexistente. Por otra par-
te, el papel de los francmasones en forma individuales, como
quiera que esté definido, aún no se ha determinado. De ello, es
simplista y engañoso, identificar o agrupar individuos por su
membresía masónica.
ARGENTINA.
130
Dora Barrancos destaca la participación de la masonería argen-
tina en los proyectos de escuelas laicas, tanto libertarias como
socialistas: “Las tareas pedagógicas se iniciaron en 1,905 auxilia-
das con nuevos aportes provenientes de la Logia Masónica ‘Liber-
tad y Fraternidad e Igualdad’, que más adelante fueron comple-
tados con los provenientes de otros nucleamientos masónicos. Es
de resaltar la permanente presencia de estas agrupaciones entre
los núcleos que apoyaron la experiencia, y sobre todo la partici-
pación de miembros masones en los aparatos destinados a vehi-
culizar alternativas de educación laica, expresándose tanto en el
socialismo como en el campo libertario” (D. Barrancos, 1,991)
PERÚ.
132
Los masones consideraban que el orden vigente en el Perú era
negativo para el desarrollo humano. Vinculaban el atraso eco-
nómico y social del país con la persistencia de la exclusividad
católica en la vida religiosa, originada en la conquista y la co-
lonización en que cristalizó “el contubernio entre la teocracia y
el despotismo”. Quizá el masón que expresó de modo más sin-
tético esta perspectiva fue José Benigno Ugarte: “Poseemos más
iglesias que talleres, qué digo, sólo tenemos templos para el dios
de la cruz, no para el dios del arte y de la industria”. Ugarte con-
sideraba que las dificultades organizativas de la masonería sim-
bólica eran producto de la tradición histórica del país, signada
por un régimen absolutista, la cual limitaba la implantación de
un verdadero republicanismo. El anarquismo inicialmente y el
indigenismo después expresan en sus raíces parte del pensa-
miento liberal social y dan origen a los partidos políticos mo-
dernos en el Perú.
Entre los años 1,912 y 1,913, las huelgas por las ocho horas y
aumentos salariales se intensificaron, dando lugar a la constitu-
ción de nuevos sindicatos. En el campo, que se iba organizando
en reivindicativas Sociedades de Auxilios Mutuos. En abril de
1,913 hubo conflictos violentos, y las fuerzas represivas mataron
a decenas de jornaleros de los valles agro-industriales de Chi-
cama y Santa Catalina, en La Libertad.
“Hemos visto, que los ritos y ceremonias inventados por los Pontí-
fices romanos, desde la llamada Agua Bendita hasta el acto de la
bendición de las palmas en el día del domingo de Ramos, tiende
143
a idiotizar las multitudes para sacar dinero, porque el dinero es
el móvil de todas las acciones de la tenebrosa religión apostólica
romana.
CHILE.
Las tres logias, acordaron que cada una presentara una delega-
ción de tres hermanos y con ello dieron vida a la Gran Logia de
Chile. Eligiendo como Gran Maestro a Juan de Dios Arlegui. La
Logia “Aurora de Chile” por su parte, pasó a llamarse “Frater-
nidad”, debido a su ruptura con el Gran Oriente de Francia, y
obtuvo el número 2, ya que el nº 1 lo ostentaba la logia “Unión
Fraternal”. Paralelamente con miembros de esta logia surgió en
Valparaíso otra con el nombre de “Aurora”.
156
Así en el s. XIX muchos masones que hicieron suyo el pensa-
miento masónico francés, así como los masones laboralistas
ingleses, consideraron natural que los masones luchen por sus
independencias en América y se preguntaron: ¿Qué contradic-
ción habría con la anarquía?, porque para los anarquistas y los
masones, el denominador común es el hombre. Ambos, anar-
quismo y masonería, se basan en una moral del comportamiento
del hombre. Ambos tienden a la universalidad. Ambos asocian,
complementaria y armoniosamente, el individuo a lo social.
161
Medalla revolucionaria francesa
162