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En el arrebatamiento Cristo viene por su iglesia, y sucederá antes de la Gran Tribulación, los
creyentes que han muerto resucitarán, y los creyentes vivientes serán traspuestos para recibir al
Señor en las nubes de gloria.
Desde que Jesucristo subió al cielo, ha estado preparando lugar para la esposa. En la tierra Dios
prepara una esposa bella para entrar al lugar preparado. La nueva Jerusalén es un lugar preparado
para un pueblo preparado. El pecado no entrará allí. Jesucristo no arrebatará a la persona que esté
preparándose, sino a la que se ha preparado, que ha obedecido el evangelio de salvación del Nuevo
Testamento y que vive piadosamente.
1 TESALONICENSES 4:13-17 “Tampoco queremos hermanos, que ignoréis acerca de los que
duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos
que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual
os decimos esto en palabra del Señor que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la
venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando,
con voz de arcángel, y con trompeta de Dios. Descenderá del cielo; y los muertos en Cristo
resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos
siempre con el Señor”.
1 CORINTIOS 15:51-54 “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos
transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la
trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de
inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya
vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en
victoria”.
FILIPENSES 3:20-21 “Más nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al
Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que
semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo
todas las cosas”.
La Segunda Venida de Cristo
Jesús viene por segunda vez en persona, tal como se fue. Está claramente expuesto por el mismo
Señor Jesús, y fue predicado y enseñado en la iglesia primitiva por los apóstoles. Este evento es
conocido también como “la venida de Cristo en gloria”, “la venida de Cristo para gobernar”, “la
manifestación gloriosa”.
En la segunda venida el Señor vendrá con su iglesia y esto sucederá al final de la Gran
Tribulación, Jesucristo aparecerá para hacer juicio cuando vuelva a reinar y a instituir Su reino
milenial (milenio o milenial quieren decir “de mil años).
MATEO 24:30 “Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces
lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del
cielo, con poder y gran gloria.
HECHOS 1:9-11 “Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube
que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba,
he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les
dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado
de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”.
APOCALIPSIS 1:7 “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y
todos los linajes de la tierra harán lamentación por él”.
PRIMER ACONTECIMIENTO
SEGUNDO ACONTECIMIENTO
Si sumamos a las primeras 7 semanas las 62 de este segundo
acontecimiento hacen un total de 69, es decir 483 años. Al final de este
tiempo sucederá lo siguiente: “… después de las sesenta y dos
semanas (para un total de 69), se quitara la vida al Mesías…y el pueblo
de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad (Jerusalén) y el
santuario (Templo)…” (Daniel 9:26). Jesucristo cumplió esta profecía al
morir en la cruz del calvario y también profetizo la destrucción del
templo cuando dijo: “…no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea
derribada” (Mateo 24:2) cumpliéndose en el año 70 D.C. cuando el
general Tito (Romano) destruyó el templo de Jerusalén; y por tales
razones, podemos afirmar que se han cumplido los dos primeros
acontecimientos descritos en las 69 semanas.
EL MILENIO
En Zacarías 14:3 leemos: “…saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones…” refiriéndose a la batalla
que Jesús tendrá con todas las naciones que pelearán contra él, “juntará a los desterrados de Israel y
reunirá a los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra” (Isaías 11:12); “Y secará Jehová la
lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus
siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias. Y habrá camino para el remanente de su pueblo, el
que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto” (Isaías
11:15-16). El señor recoge a sus escogidos ya que “enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntará
a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo de los cielos hasta el otro” (Mateo 24:31); también
es apresado el anticristo (la bestia) y el falso profeta para ser lanzados vivos al lago de fuego (Apocalipsis
19:20). Jesús derrota a todas las naciones (Apocalipsis 19:21) y Satanás es atado por mil años (Apocalipsis
20:1-2).
Durante este tiempo el reino animal sufrirá cambios, Isaías 11:6-8 dice: “Morará el lobo con el
cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos,
y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey
comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano
sobre la caverna de la víbora”. De igual manera Isaías 65:25 dice: “El lobo y el cordero serán apacentados
juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni
harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová”.
Según Isaías 65:20-23 la vida se prolongará: “No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo
que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será
maldito. Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. No edificarán
para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los
días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos. No trabajarán en vano, ni darán a
luz para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos”.
Durante el milenio Israel será servido por otras naciones (gentiles). Isaías 60:10 dice: “extranjeros
edificarán tus muros, y sus reyes te servirán…” ya que como lo dice el profeta: “porque la nación o el
reino que no te sirviere perecerán, y del todo será asolado” (v12). A Israel le traerán de todas la riquezas
de la tierra (Isaías 60:6-16). La escritura declara: “Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón les
obedecerán” (Isaías 11:14). Las ciudades de los edomitas, moabitas y amonitas estarán asoladas por los
juicios de Dios (Abdías 1:11-15; Sofonías 2:8-10). Con esto en mente entendemos lo que dice Isaías 61:5:
“Y extranjeros apacentarán vuestras ovejas, y los extraños serán vuestros labradores y vuestros
viñadores”, no cabe duda que Israel será servido por otras naciones.
“Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a
los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino. Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío,
carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en
dos partes” (2. Reyes 2:11-12).
¿Qué quiere decir la Biblia cuando dice que Elías viene de nuevo? ¿Es una profecía cuyo
cumplimiento será literal, o Juan el Bautista ya cumplió la profecía en espíritu? ¿O será que la
profecía tiene un cumplimiento doble: uno por Juan el Bautista y otro por el propio profeta Elías. En
este breve documento se examinará este tema.
Las dos profecías sobre las que se basan todas las referencias del Nuevo Testamento, se
encuentran en Malaquías 3:1 y 4:5-6, que dicen así:
“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente
a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He
aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos”. (3:1). [1]
“He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará
volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea
que yo venga y hiera la tierra con maldición”. (4:5-6).
Es evidente que los judíos de la Palestina del primer siglo, estaban esperando que Elías regresara
a la nación de Israel para preparar los corazones de la gente para recibir a su Mesías. [2] Algunos
de los fariseos le preguntaron a Juan el Bautista si él era Elías que habría de venir (Juan 1:21-25).
Juan negó que él fuera Elías, y declaró que él era "la voz de uno que clama en el desierto:
Enderezad el camino del Señor" (Juan 1:21, 1:23), tal como fue profetizado por Isaías (Isaías 40:3).
Otros creyeron que Jesús era Elías (Marcos 6:15). Incluso, los discípulos de Jesús testificaron que
muchos en Israel creían que Jesús era Elías que había venido de nuevo (Mateo 16:14, Marcos
8:28 y Lucas 9:19).
Si ninguno de ellos, Juan el Bautista o el Señor Jesús, eran Elías que había venido de nuevo,
entonces ¿quién es ese Elías que vendrá otra vez?
Acerca de Juan el Bautista, Jesús le dijo a la multitud que éste era el mensajero de Malaquías 3:1
y el Elías de Malaquías 4:5. (Ver Mateo 11:7-14, enfocándose en los versículos 10 y 14). En otra
ocasión, después de que Jesús se transfiguró, apareció con Moisés y Elías en el monte. Pedro,
Jacobo y Juan, le preguntaron a Jesús sobre el por qué los escribas decían que es necesario que
Elías venga nuevamente antes de que todas las cosas sean restauradas (Mateo 17:1-13, Marcos
9:2-13). Jesús les explicó a ellos: "A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas.
Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron"
(Mateo 17:11-12). Jesús pensó en Juan el Bautista, como el Elías de Malaquías 4:5 (Mateo 17:13).
¿Cómo puede ser esto? Esto se puede entender, cuando nos percatamos de que antes de que
Juan naciera, el ángel del Señor dijo esto a Zacarías concerniente al ministerio de Juan: “Y hará
que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. E irá delante de él con el
espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los
rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto” (Lucas
1:16-17, énfasis mío). Juan el Bautista no era la persona de Elías que se profetizó que volvería,
pero Juan fue ordenado por Dios para preparar el camino a Jesús en su primera venida, en el
espíritu y el poder que poseyó Elías. Esto no niega que el propio Elías venga de nuevo en su
presencia física, antes de que Jesús regrese a la tierra para establecer su reino milenial. Entonces
se puede decir que Juan el Bautista cumplió parcialmente las profecías de Malaquías.
Puede parecer extraño o incluso incorrecto, decir que una profecía puede cumplirse parcialmente.
Sin embargo, nos encontramos con que las Escrituras declaran muchas profecías que solo se han
cumplido parcialmente y que tienen cumplimientos múltiples. En la hermenéutica bíblica, esto se
conoce como el principio de la doble referencia profética. Muchas de las profecías acerca de
Jesús, son profecías de doble referencia, lo que significa que tuvieron un cumplimiento inmediato,
y tuvieron o van a tener un cumplimiento futuro. Aquí hay algunos ejemplos.
Esteban afirmó que Jesucristo era el profeta del cual habló Moisés en Deuteronomio 18:15 y 18:18-
19. Sin embargo, cuando se lee el contexto de Deuteronomio 18, podemos ver que Moisés estaba
hablando de Josué, quien iba a ser el próximo líder de Israel.
Mateo afirmó que en Jesucristo se cumplió la declaración de Oseas 11:1 que dice: "De Egipto
llamé a mi hijo", cuando Jesús vivió en Egipto hasta la muerte de Herodes (Mateo 2:14-15). Sin
embargo, cuando observamos este versículo dentro del contexto de Oseas, se verá que Dios
estaba hablando del éxodo de los israelitas de Egipto.
Igualmente, Mateo dice que la masacre de los niños varones en Belén (Mateo 2:16-18), fue el
cumplimiento de la profecía de Jeremías que dice: "Así ha dicho Jehová: Voz fue oída en Ramá,
llanto y lloro amargo; Raquel que lamenta por sus hijos, y no quiso ser consolada acerca de sus
hijos, porque perecieron" (Jeremías 31:15). Sin embargo, desde el contexto de Jeremías 31,
sabemos que esta profecía fue dada por Jeremías a los judíos que estaban cautivos en Babilonia,
a los cuales les fue prometido que una vez más, sus hijos habitarían en la tierra de Canaán
(Jeremías 31:16-17).
Cuando Dios inspiró a Malaquías previó a Juan, reconociendo que Juan el Bautista cumpliría en
espíritu aquellas profecías durante la primera venida de Jesús, pero Él se estaba enfocando sobre
el propio Elías, sabiendo que éste iba a dar cumplimiento a aquellas profecías durante la segunda
venida de Jesús.
Elías regresará de nuevo en su cuerpo físico a preparar el camino para el regreso de Jesús. El
contexto de las dos profecías de Malaquías, indican que Elías va a venir de nuevo para hacer
volver el corazón de Israel al Señor, antes de que el Mesías venga a establecer su reino terrenal,
de modo que la cólera de Dios no repose sobre ellos cuando el propio Dios (manifestado en carne)
venga (Malaquías 3:1-3; 4:1-6).
Esto se cumplirá cuando Elías regrese como uno de los dos testigos durante el período de la gran
tribulación, antes de que Jesús regrese durante la Batalla del Armagedón (Apocalipsis 11:2-12).
Sabemos que su ministerio es el de llevar juicio a los malvados, y dar un tipo de testimonio a las
personas (Apocalipsis 11:5-6).
Aunque el pasaje de Apocalipsis no menciona específicamente a Elías como uno de los dos
testigos, muchos estudiosos de la Biblia creen que él es uno de ellos, porque las profecías de
Malaquías se tienen que cumplir completamente, y el único lugar de la Biblia donde encontramos
que se podría describir a Elías viniendo otra vez, es este pasaje.
Otra razón para esta persuasión, es el tipo de poder que se describe que poseerán los dos
testigos. El apóstol Juan dijo que si alguno quiere hacerles daño "sale fuego de la boca de ellos, y
devora a sus enemigos" (Apocalipsis 11:5). El ministerio de Elías demostró poder para hacer
descender fuego del cielo y para devorar a los enemigos de Jehová (2. Reyes 1:9-14). Otra
descripción dice que ellos "tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su
profecía" (Apocalipsis 1:6). Recordemos que Elías oró para que no lloviera por tres años y medio, y
como resultado los cielos se cerraron y no llovió (Santiago 5:17-18).
Aún hay otro argumento que se usa para respaldar esta teoría, y es la creencia de que cuando
Elías vuelva, él debe morir para que pueda ser juzgado por Dios (Hebreos 9:27). Se argumenta
que, dado que Elías nunca murió, él tendrá que volver a la esfera natural y sufrir la muerte para
cumplir con Hebreos 9:27 que dice: "está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y
después de esto el juicio". Puesto que el cuerpo físico de Elías fue llevado al cielo sin haber visto la
muerte (2 Reyes 2:9-12), él debe regresar a la tierra y morir. Puesto que los dos testigos son
presentados como asesinados y luego como resucitados (Apocalipsis 11:7-12), parece que esta
sería la ocasión perfecta para el cumplimiento de las Escrituras: Elías vendría otra vez, y
finalmente vería la muerte para que pudiera ser juzgado. [3] La debilidad de este argumento, se
encuentra en el hecho de que una multitud de santos será glorificada en la venida del Señor, sin
nunca haber visto la muerte (1. Corintios 15:51-55; 1. Tesalonicenses 4:14-18), y sin embargo
serán juzgados en el tribunal de Cristo. Mientras que el juicio sigue necesariamente después de la
muerte, la muerte no es necesaria para el juicio.
Vemos entonces que Elías, y no Juan el Bautista, es el que ha de venir de nuevo. La nueva venida
de Elías todavía no ha ocurrido, pero aún está por ocurrir durante el período de la gran tribulación.
Notas al Pie
[1] Lea Malaquías 3:1-6, para apreciar el contexto de tiempo y lugar en el que este mensajero
vendrá. Se observará que será durante un tiempo de gran tribulación para Israel. El período de
tribulación (la semana 70 de Daniel - Daniel 9:24-27) y el subsecuente reinado milenial parecen
estar cercanos.
[2] Esto se basa en parte en Malaquías 4:5-6. Note que en el versículo seis, el Señor dijo: "no sea
que yo venga y hiera la tierra con maldición". Esto indica que Elías debe venir primero a preparar el
camino para Dios como el Mesías. Dios es el que está hablando en este versículo, y Él dijo que iba
a venir a la tierra. Sin embargo, antes de que Dios viniera, vendría Elías. Esta es la razón por la
que los judíos pensaron que Juan era Elías viniendo otra vez, porque Juan dijo que estaba
preparando el camino para el Señor en cumplimiento de Isaías 40:3. Ellos razonaron que ya que
Juan estaba preparando el camino para el Mesías, él debía ser el Elías profetizado (Mateo 3:11-12,
Marcos 1:8, Lucas 3:16-17, Juan 1:21-25).
[3] Es por esta misma razón que a menudo Enoc es considerado como el otro testigo. Él es el otro
único ser humano que no ha visto la muerte, porque fue transpuesto por el Señor (Génesis 5:24,
Hebreos 11:5).