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Análisis de la lectura "¿Graña y Montero pasa piola?

"

Tras toda la información que se tiene hasta ahora, Graña y Montero intenta pasar como inocente.
En el artículo se intenta explicar cómo funcionó la corrupción entre la empresa brasileña y el
grupo GyM. Nos encontramos en un momento donde la corrupción de esta empresa brasileña
está siendo investigada en el mismo Brasil, y los empresarios involucrados están confesando.

CAMET EN EL FUJIMORISMO

En el año 2000 ocurrió algo parecido, cuando cayó Fujimori. Luego continuaron las
investigaciones y juicios, pero en ningún momento se puso suficiente énfasis en la corrupción
empresarial. Jorge Camet (Ex ministro de Economía) no fue suficientemente investigado a pesar
de que ameritaba, tampoco Odebrecht ni mucho menos su socio GyM. Esta tendencia de solo
castigar a políticos y funcionarios públicos, y la poca investigación de la corrupción empresarial,
hizo que no se avanzara lo suficiente para conocer el sistema mismo.

ANTICORRUPCION INCOMPLETA

De haberse indagado de manera más sistemática la investigación sobre corrupción del año 2000
y de haber entendido la naturaleza de los sobornos, quizás se hubiera podido limitar el escándalo
del caso Lava Jato en el 2016.

NUEVAS CONDICIONES

El nombramiento de Duberlí Rodríguez como presidente del P.J. genera esperanza. Una
investigación con levantamiento de secreto bancario refuerza esta poca esperanza que se tiene
hasta ahora. Fijémonos en lo que pase en los gremios empresariales. Es importante porque aquí
es donde también figuran empresas corruptas y deberían tomar medidas para expulsarlas.

EL LADO EMPRESARIAL

En 2015 Leilo Balarezo, quien fuera presidente de Capeco, fue acusado por defraudación
tributaria. Luego el fugo del país y hasta ahora no se sabe su paradero. Bueno, tampoco nadie lo
busca.

EMPRESAS TIPO CARTEL

Martin Pérez ha declarado ante la pregunta "¿Este es un caso de corrupción de una compañía o
revela como en muchas ocasiones puede ser la relación entre empresas y Estado"? y el
respondió: "Creo que el Caso Odebrecht le hace un daño enorme al Perú. Odebrecht ya fregó al
Perú".
Entonces podríamos esperar que ahora se investigue la corrupción como debe ser a partir del
caso Odebrecht. En realidad no se puede afirmar que los políticos obligaron a la empresa a
corromperse. Odebrecht lleva años operando de esa forma en varios países a tal punto que tenían
un encargado de cobrar las coimas.
Incluso las empresas corruptas hicieron un sistema tipo cartel, donde se repartían las licitaciones
para inflar precios.

CLAVE: LA ADENDAS

Todo esto no sería posible sin que alguien haya inventado el mecanismo legal para poder facilitar
la corrupción. Ahí está la clave.
Entonces hay que estar alerta, por el DL 1251 que busca darles discrecionalidad a los ejecutores
privados de obras y limita las funciones de los fiscalizadores.

INCENTIVOS PERVERSOS

Roberto Abusada, fundador y cabeza del Instituto Peruano de Economía (IPE), advirtió que el
escándalo brasileño puede dar lugar al “aprovechamiento político para satanizar todas la APP”.
Al mismo tiempo, anima al gobierno a invertir, a que dé incentivos y facilidades a las grandes
inversiones privadas.

Este influyente economista empresarial, e importante “opinólogo” del grupo El Comercio en


materia económica, no nos revela, como debería por transparencia, que se encuentra íntimamente
vinculado al grupo Graña y Montero; el socio principal de Odebrecht en el Perú.

GYM Y EL COMERCIO

Sabemos que el CEO de este grupo constructor, José Graña Miro Quesada, fue director de El
Comercio hasta el 2014, pero sigue como importante accionista y partícipe activo cuando se
decide quién será el director del diario. El Comercio, dada la asociación con G y M, afirma
simplemente que ya no está en el directorio, cuando lo importante es su rol de accionista.

Los principales accionistas de G y M, están en posición de pedir la cabeza de José Graña Miro
Quesada. Pero la trama de intereses y relaciones no queda ahí. Si uno se fija en la información
oficial del directorio del IPE nos encontramos que lo preside Abusada y tiene entre sus miembros
a Martín Pérez (Confiep) y también a Fernando Zavala (actual premier). Con todo esto el autor
se pregunta: ¿Se puede creer que la Confiep, el gobierno de PPK y el grupo El Comercio van a
hacer un esfuerzo por luchar contra la corrupción y sancionar no solo a los políticos y
funcionarios, sino a todas las empresas nacionales involucradas?

Concluyendo, el autor de la nota dice considerar necesario que la investigación de la corrupción


no solo se enfoque en políticos y funcionarios, sino también investigar a las empresas ya que
sino esta corrupción podría reforzarse incluso después del escándalo.

Análisis de la lectura: “LA GRAN EMPRESA DE LA CORRUPCION”

Francisco Durand ha publicado en Otra Mirada un texto titulado “La corrupción de cuello y
corbata: ¿Pasa piola?” El foco apunta a la vinculación entre El Comercio y Odebrecht. El escrito
desvela vínculos poco conocidos. Por ejemplo, que el grupo Graña y Montero tiene como
accionistas principales a J.P. Morgan y Bechtel Enterprises donde ambas compañías extranjeras
suman más del 55 por ciento del total de acciones.

Durand dice que en realidad ya no es una empresa peruana, de modo que no es necesario tanta
delicadeza para pedir la cabeza de José Graña Miró Quesada. Prosigue su destape diciendo que
de acuerdo a la información oficial del IPE, dicho Instituto tiene como presidente a Roberto
Abusada Salah, y entre sus miembros a Martín Pérez, presidente de Confiep a nombre del Grupo
Romero, y a Fernando Zavala, actual presidente del Consejo de Ministros.

El estudio de Durand también pone al descubierto uno de los decretos legislativos, que busca
limitar el control fiscal sobre las Asociaciones Públicas Privadas.
Recuerda el autor que el grupo El Comercio controla alrededor del 75 por ciento del mercado de
la prensa peruana y es dueño de dos de los canales de televisión más importantes (Canal 4 y
Canal N). Pero trae a la memoria asimismo lo que puede ocurrir a quienes incurren en
Asociación Ilícita para delinquir. El Código Penal, en su artículo 391, prevé penas de ocho a
treintaicinco años cuando el bien jurídico protegido es el del Estado.

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