Mayordom

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Introducción MAYORDOMÍA INTEGRAL DEL REINO
INTRODUCCIÓN
Es de gran importancia entender la mayordomía centrada en Cristo, es decir, la administración
de los recursos de Dios para los planes que Él quiere, lo cual es fundamental para fomentar una
mejor colaboración entre los recursos ministeriales y personales para lograr una mayor eficacia
en el reino, con motivaciones y patrones saludables en cuanto a las responsabilidades en la vida
de todos los hijos de Dios, independientemente de su condición económica, cultural o geográfica.
Mientras que la mayoría de los cristianos (si no todos) usan términos relacionados con la
mayordomía para describir la misión de Dios en el mundo, la comprensión teológica básica de la
mayordomía varía mucho entre denominaciones y tradiciones religiosas.
Algunos grupos piensan que la mayordomía es ofrendar y diezmar. Otros, que la mayordomía
significa ofrecerse como voluntario o vivir una vida sencilla. Todavía otros identifican la mayordomía
con la conservación ambiental, la acción social, las donaciones caritativas o el hacer discípulos
a través del evangelismo.
Cada una de estas actividades buenas y necesarias apunta a una faceta esencial de la mayordomía.
Pero cada una por separado no llega a capturar la visión inspiradora de la mayordomía de reino
como una forma de discipulado abarcadora de toda la vida, que abraza cada vocación y llamado
legítimos para dar cumplimiento a la misión de Dios en el mundo.
En este sentido, la mayordomía del reino con una marca holística, la generosidad transformacional,
el ministerio en cada estamento de
la sociedad, el negocio como misión y el movimiento de la teología del trabajo comparten todos
un punto de origen común: la perspectiva bíblica de la misión como un discipulado que abarca
toda la vida.
¿Por qué sufrió un retroceso esta visión inspiradora? Se debió a dos razones principales: (1)
porque de una comprensión holística de la misión de Dios, los evangélicos tomaron el concepto
de la mayordomía para recolectar fondos para las misiones globales y la iglesia local, y (2) porque
simultáneamente, los evangélicos sostuvieron la problemática distinción entre vocaciones
clericales y vocaciones comunes, algo que sólo logró reforzar el antiguo muro que había sido
erigido entre llamados sagrados y seculares.
Se puede identificar la causa teológica fundamental del problema, y es que se percibe que
muchos creyentes parecen incapaces de integrar satisfactoriamente el gran mandamiento:
“amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:37-39), con la gran comisión: “haced discípulos
a todas las naciones” (Mateo 28:19-20).
La misión de Dios, a la luz de Mateo 5:13-16, describe más bien todo lo que la iglesia es enviada
a hacer en el mundo. Abarca la doble vocación de servicio de la iglesia de ser ‘la sal de la tierra’
y ‘la luz del mundo’. La tarea del evangelismo es que toda la iglesia presente todo el evangelio a
todo el mundo.
Creemos que una comprensión adecuada del alcance de la misión de Dios coloca una
responsabilidad de mayordomía sobre cada redimido para que se una al Hijo, en el poder del
Espíritu, para cumplir el propósito del Padre en la creación y la redención.
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Introducción MAYORDOMÍA INTEGRAL DEL REINO
En su nivel más básico, la mayordomía bíblica es holística y misional, tocando cada área de la
vida y empleando cada vocación legítima en el servicio a Jesucristo, quien es “el primogénito de
toda creación” y “la cabeza de la iglesia” (Colosenses 1:15-20).
A la luz de este renovado sentido de misión, la función del presente estudio es ofrecer a la iglesia
un concepto sólido de la mayordomía del reino y de la generosidad a través de la distribución
de todos los recursos disponibles de manera estratégica, además de promover una oportunidad
global para aumentar la colaboración en el reino en apoyo de un ministerio sostenible en todo el
mundo a través del uso de los recursos y la conectividad sin precedentes que existen hoy.
la mayordomía bíblica es holística y misional, tocando cada área de la vida y empleando

cada vocación legítima en el servicio a Jesucristo
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Capitulo 1 - Aspectos Generales De La Mayordomia MAYORDOMÍA INTEGRAL DEL REINO
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ASPECTOS GENERALES DE LA MAYORDOMÍA

Vivimos en una generación orientada a satisfacer las necesidades egoístas de los individuos. La
meta de muchos es alcanzar lo que llamamos éxito, sin importar las consecuencias personales
o el daño que puedan hacer a otros. En contraste, Dios nos recuerda nuestros límites: nada de
lo que tenemos es nuestro. Dios es el dueño de todo. Nuestro llamado es a ser mayordomos
fieles de los bienes que recibimos de Dios y a cuidar por el bienestar de nuestros semejantes y
de este planeta.
El concepto de mayordomía está intrínsecamente correlacionada con el propósito eterno de

Dios. El concepto de mayordomía se debe establecer como una ¨mentalidad¨ que resulta en un
estilo de vida.
Ser mayordomo conforme al propósito corporal eterno de Dios y descubrir nuestro propósito
personal en la relación al mismo, es la llave de oro para el crecimiento personal de nuestra vida
y la expansión de su reino.
Toda riqueza espiritual y recurso material que se nos ha otorgado están diseñados para equiparnos
con el fin de ser mayordomos eficaces y de esta manera llegar a ser colaboradores efectivos con
Dios en el proceso de cumplir con su propósito eterno.
La Biblia habla más sobre el tema de mayordomía que de cualquier otro tema, pues desde el
comienzo de la creación, el libro de Génesis registra las responsabilidades que Dios le otorga al
hombre de administrar todo lo creado. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento contienen
cientos de relatos y personajes que nos presentan principios y modelos de mayordomía.
En este y en los siguientes capítulos analizaremos algunos aspectos claves de la mayordomía

integral de reino, tan importante hoy como siempre en nuestra comunión con Dios, con nosotros
mismos y el mundo que nos rodea.
1. ¿Que Es Mayordomia?
La mayordomía es un tema central en toda la Biblia, junto con los temas bíblicos fundamentales
de la creación, el pecado humano, la redención y la consumación plena del plan eterno. Sin
embargo, antes de seguir avanzando tenemos que llegar a un comprensión común del término.
En su esencia, la mayordomía bíblica es una coronación de los mayordomos humanos de Dios

para que cumplan la misión del Padre en la creación y la redención. Este es un profundo privilegio,
y va mucho más allá de simplemente ser un administrador prudente del dinero y las propiedades
de Dios. De hecho, la Biblia nos dice que cada uno de nosotros es un mayordomo de la creación
y del plan de Dios para cada área de la vida.
Nuestra administración de los recursos de Dios no es un pedido; es un hecho. No elegimos ser

administradores de los recursos de Dios; por derecho de vida El ya nos ha encomendado sus
recursos, asi que en síntesis, la mayordomía es la sabia administración de la vida.
Un mayordomo es quien administra algo correctamente, de tal manera que pueda rendir cuentas
al dueño de todas las cosas que le han sido confiadas.
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La mayordomía es ser responsable y fiel administrador de las cosas de Dios, en otras palabras,
significa la forma correcta de administrar todos los asuntos y las posesiones de Dios como
servidores suyos. Así lo plantea el apóstol Pablo en 1 Corintios 4:1-2 “Así, pues, téngannos los
hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se
requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.”
2. ¿De Donde Viene La Palabra Mayordomía?
El término mayordomía ha sido abusado a lo largo de los años. El diccionario inglés Webster
define la mayordomía como “la administración de la propiedad de otra persona”. Esta podría ser
una definición suficientemente precisa para la mayoría de los usos, pero la palabra mayordomía
es la traducción de la palabra griega “oikonomía”, que está relacionada principalmente con la
administración económica de un hogar. El término es una combinación de oikos: casa, y nomos:
ley; el cual es traducido al español como economía.
En el uso del griego clásico, la palabra tenía dos significados: (1) ejercer una capacidad
administrativa, y (2) el oficio de administrador o mayordomo. Esta palabra se usaba para cosas
como el ordenamiento de un edificio, la organización del habla y, más específicamente, la
administración económica de una casa o ciudad.
En los Evangelios, oikonomía se usa principalmente con el significado de “manejo o administración

de la propiedad de otras personas”. Los relatos de la parábola de los talentos, en Mateo 25:14-30 y
de la parábola del mayordomo infiel, en Lucas 16:1-13, ilustran claramente este uso de oikonomía.
La palabra mayordomía, el Diccionario Moderno la define como “cargo de mayordomo” y la de

mayordomo como “el criado principal a cuyo cargo está el gobierno de una casa o hacienda”.
Sin embargo, en las cartas de Pablo, oikonomía recibe su significado más pleno y amplio. Se
aplica (1) a la responsabilidad encomendada a Pablo de predicar el evangelio (1 Corintios 9:17);
(2) a la mayordomía encomendada a Pablo para cumplir el plan y el propósito divinos con relación
a la iglesia, que es el cuerpo de Cristo (Efesios 3:2); y (3) a la disposición o administración de
Dios que, como dice la carta a los Efesios, es “reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación
del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra”.
(Efesios 1:9-10; 3:9; 1 Timoteo 1:4).
El significado aquí es que Dios es el Amo de un gran hogar (cosmos) sobre el cual está
administrando un sabio dominio; y esto es algo que hace a través de la persona de su Hijo,
Jesucristo, quien a su vez ha comisionado a sus mayordomos humanos (Génesis 1:28-30) para
que administren el hogar de su Padre a través del poder vigorizante del Espíritu Santo.
3. ¿Como Podemos Entonces Definir La Mayordomía En El Reino?
Entonces la mayordomía en el reino se puede definir como: La administración correcta y completa

de todo cuanto Dios nos ha concedido en la vida, el tiempo, los talentos, dones y habilidades
tanto naturales como espirituales, los recursos y oportunidades para cumplir su propósito.
Por lo tanto, la mayordomía en el reino es un estilo de vida que reconoce y acepta el señorío de
Cristo en todos los aspectos de nuestra existencia y trabaja en sociedad con Dios.
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Para todo hijo de Dios, mayordomía significa: La responsabilidad

de guardar, velar y administrar todo lo que Dios ha confiado. El uso la mayordomía en el
de esta mayordomía tiene que ver con la vida total, la parte física, reino es un estilo de
la familia, el tiempo, los dones y talentos, las finanzas, bienes y
recursos, la creación, etc. 
vida que reconoce y
acepta el señorío de
La mayordomía abarca el uso sabio y abnegado de la vida en Cristo en todos los
relación a nuestro Dios en todo lo que se nos ha confiado y de lo
cual tendremos que rendir cuenta al Dueño de todo, así lo enseñó
aspectos de nuestra
Jesús en la parábola de los talentos registrada en Mateo 25:14-15. existencia y trabaja
en sociedad con Dios
4. ¿El Quién De La Mayordomía?
Si volvemos a la definición de mayordomía, es decir “la administración de los recursos de otra

persona”, debemos determinar primero el Quién de la mayordomía. Por definición, estamos
administrando para otra persona. Pero, ¿para quién estamos administrando estas áreas de la
vida? Según a quién le pregunte, obtendrá diferentes respuestas. No obstante, la Biblia nos dice
que somos administradores de los bienes de Dios.
Dios es el Quién de la mayordomía. Administramos para el Dios vivo. Otras personas u

organizaciones podrán beneficiarse durante el proceso en que nos volvemos mayordomos
eficaces. Pero nuestra responsabilidad principal es para con Aquel que confió todas las cosas a
nuestro cuidado.
Claramente en las Escrituras vemos desde Génesis 1 que Dios es el único fundador y dueño
de la empresa cósmica que denominamos universo. La Biblia no deja ninguna duda acerca de
su titularidad y control indiscutible de todo lo que ha hecho, desde la tierra misma hasta los
recursos naturales, las plantas y los animales.
Es responsabilidad de todos los seres humanos, y particularmente a los que somos miembros
del cuerpo de Jesucristo, reconocer que Dios como Creador y Sustentador del universo es el
único propietario de todo.
Así lo expresa el salmista David: “De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él
habitan. Porque él la fundó sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos” (Salmo 24:1).
Tuya es, Oh! Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las
cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, Oh! Jehová, es el reino, y tú eres excelso
sobre todos. Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la
fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos. Ahora pues, Dios nuestro,
nosotros Alabamos y loamos tu glorioso nombre. Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para
que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de
tu mano te damos. (1 Cronicas 29:11-14).
En ninguna parte de la Biblia leemos que Dios haya renunciado a la titularidad de algo que creó.
El derecho soberano de Dios sobre su creación es reforzado intencionalmente, en el Salmo
50:10-12: “Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados. Conozco
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a todas las aves de los montes, y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. Si yo tuviese
hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud”.
5. ¿Que Tenemos Que Entender Como Mayordomos En El Reino De Dios?
Después de haber establecido que Dios es el creador y el dueño de todo lo que vemos y
experimentamos, tambien descubrimos en las Escrituras que ellas registran más de una docena
de áreas específicas de la vida que Dios ha designado para que las administremos como
mayordomos entendidos y efectivos en las responsabilidades confiadas.
Un estudio detallado de la Biblia muestra que a los mayordomos de Dios se les ha confiado
un variado conjunto de responsabilidades de administración, como ser: la misión de Dios en el
mundo; la verdad; la nueva vida en Cristo; bienes tangibles como el dinero y las posesiones; la
gracia y el perdón; la tierra y el medio ambiente; la revelación de la voluntad de Dios en la Biblia;
instituciones como la familia, el estado, la iglesia; nuestros cuerpos; el tiempo; relaciones de todo
tipo dentro y fuera de la familia; la formación de nuestro carácter; nuestros diversos papeles de
servicio; y nuestros talentos, aptitudes naturales y dones espirituales.
Esta clase de administración integral es una profunda responsabilidad, y va mucho más allá
de simplemente ser un prudente administrador del dinero y las propiedades de Dios. Cuando
esta comprensión de la mayordomía es destilada hasta llegar a su idea central, vemos que los
mayordomos bíblicos son administradores a los que se les ha confiado el designio de Dios para
cada área de la vida.
Por supuesto, el privilegio de ser los mayordomos de Dios exige que cada uno de nosotros
comprenda qué ha sido llamado a administrar personalmente. Y, además, como pueblo de
Dios enviado a todas las regiones del mundo y a todos los sectores de la sociedad, debemos
mantener una comprensión sólida de la doble vocación de la iglesia de ser “la sal de la tierra” y
“la luz del mundo”, junto con las consecuencias para nuestra vida cotidiana y nuestra teología
de la mayordomía.
Como hijos de Dios, redimidos por la sangre de Jesucristo, tenemos que tomar conciencia de la
responsabilidad que tenemos en nuestras manos de volver al diseño divino, y de la necesidad de
practicar una mayordomía que refleje la forma integral en que concebimos la vida.
Para resumir el qué de la mayordomía en el reino, propongo considerar a continuación los

siguientes principios fundamentales que nos pueden ayudar a entender y ejercer una mayordomía
conforme a las enseñanzas de las Escrituras:
+ Dios es el Creador y Sustentador de todo cuanto existe. El es el único propietario de todo.

(Génesis 1 y 2; Salmo 24:1; Apocalipsis 4:11).
+ El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios; y fue puesto como mayordomo de la
creación. (Génesis 2:7-20).
+ Toda la creación fue sometida a esclavitud debido al pecado del hombre. (Génesis 3:16-19,
Romanos 8:19-21).
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+ Todo ser humano redimido, ha sido comprado con la sangre de Jesús, y pertenece a Dios
por derecho de creación y redención. Siendo así debemos reconocer que los elegidos daremos
cuenta a nuestro Creador y Redentor de todo lo que se nos ha confiado. (Efesios 1:3-10; 1ª
Corintios 6:20; Apocalipsis 4:11).
+ La mayordomía que Dios ordena para cada uno de sus hijos, debe responder de tal manera
que se haga la voluntad de Dios en todas las áreas de la vida, para que así el reino de Dios sea
expresado y extendido dondequiera que el envía a uno de sus embajadores. (Colosenses 3:17).
 
+ La mayordomía es un privilegio que Dios nos concede para
cooperar con El en el cumplimiento de su propósito eterno, y que no elegimos ser o
nos ayuda a crecer en amor y obtener la victoria sobre el egoísmo y no ser mayordomos,
la codicia. El mayordomo se regocija en las bendiciones que otros
reciben como resultado de su fidelidad en administrar lo que se le nacemos para
ha confiado. (Lucas 12:42-48). administrar lo que
es de Dios para el
+ Que es un llamado, es una vocación: el servicio a Dios debe ser
gozoso y voluntario, no se debe hacer por obligación, no se busca cumplimiento de su
fama, ni hacerse rico y entender que no soy dueño, sino mayordomo propósito eterno.
de todo lo que Dios ha confiado. (2ª Pedro 1:8-11).
+ Que el trabajo se realiza a través de ministerios: hay diferentes dones en el cuerpo de Cristo.
1 Corintios 12:4-6
+ Que es un privilegio: es una oportunidad que nos da para servirle; Dios no necesita de nosotros,
¡nosotros necesitamos de Él! ¡Qué privilegio es trabajarle a Dios! 
+ Que es por adoración a nuestro Dios: la iglesia está en la tierra para la alabanza de la gloria de
su gracia.
+ Que no elegimos ser o no ser mayordomos, nacemos para administrar lo que es de Dios para
el cumplimiento de su propósito eterno.
6. ¿El Cómo De La mayordomía?
El primer tema importante de la mayordomía que se repite a lo largo de la Biblia es el hecho de

que Dios es el autor y el dueño de todas las cosas visibles e invisibles. Estrechamente asociado
con este tema abarcador de la titularidad de Dios, está la idea de que nuestra mayordomía
efectiva sobre todas las cosas debe ser evaluada según las normas de Dios. En otras palabras,
dado que Dios es el Creador de este mundo, ¿quién mejor que el autor y diseñador de la vida
misma para preguntarle cómo manejar cada área de la vida eficazmente?
La mayordomía y la generosidad son dos de los privilegios más profundos del creyente. Son
privilegios otorgados por un Dios que nos ama y sólo quiere lo mejor para cada uno de nosotros.
Dios no quiere que las veamos como responsabilidades a ser realizadas u obligaciones impuestas
sobre nosotros por un Dios indiferente.
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Piense en esto: el Dios del universo nos ha llamado para que seamos sus mayordomos. Este simple
y llamativo hecho debería llevarnos a descubrir no solo qué se nos ha confiado a nuestro cuidado
sino también cómo Dios quiere que cada área de la vida sea administrada para su gloria última.
Servimos a un Dios perfecto, un Dios que no tiene una idea vaga de cómo funciona mejor la
vida. El diseño de Dios de la vida es impecable. Desde que la humanidad cayó en pecado y
quedó separada de Dios, nuestra tendencia es a administrar la vida como si fuera propia, como
si supiéramos lo que nos conviene y cuál es la mejor forma de llevar a cabo la misión de Dios.
Sólo podemos entender el cómo de la mayordomía cuando buscamos conocer y entender el Quién
de la mayordomía. La mayordomía eficaz sólo puede lograrse cuando buscamos diligentemente
a Aquel para quién somos comisionados como mayordomos reales.
Dios nos ha confiado la tremenda responsabilidad de implementar su misión en el mundo.

Podría haber elegido muchísimas otras formas, incluyendo opciones que no podemos concebir
humanamente, y sin embargo lo eligió a usted y a mí para realizar esta tarea urgente. Piense en
eso: Dios, sabiendo que tenemos una tendencia a fallarle regularmente, nos escogió y aún nos
confia para colaborar con todos sus planes.
7. ¿El Por Qué De La Mayordomía?
¿Por qué un Dios omnisciente y todopoderoso, que está al control de todo lo que creó, habría de
designarnos mayordomos sobre sus recursos? Dios no necesita que seamos sus mayordomos.
Él es sobradamente capaz de administrar su creación. Si Dios no necesita que seamos sus
mayordomos, ¿por qué nos ha elegido para ser sus mayordomos?
La Biblia indica por lo menos siete propósitos por los cuales

Dios nos ha comisionado como sus mayordomos.
Nuestra mayordomía
Primero, Dios quiere que sus mayordomos tengan un carácter
impecable. Nuestra mayordomía eficaz nos impulsa a ser lo
eficaz nos impulsa hacia
que hemos sido llamados a ser como individuos. Somos los la obediencia a Dios, sin
portadores de la imagen de Dios. Se trata de un privilegio y una importar el costo.
responsabilidad profundos. Esta responsabilidad exige toda una
vida de mayordomía deliberada.
Segundo, Dios busca desarrollar en sus mayordomos un sentido de compromiso inquebrantable.

Nuestra mayordomía eficaz nos impulsa hacia la obediencia a Dios, sin importar el costo. Dios
pone recursos bajo nuestra responsabilidad: dinero, bienes, inteligencia, tiempo, libertad,
instituciones, toda clase de relaciones, hijos y las posesiones que a veces pueden abarrotar la
vida. A cambio, Él espera que nuestra administración de estas cosas refleje nuestro compromiso
inquebrantable con Él.
Tercero, Dios quiere que sus mayordomos nos adecuemos a la voluntad de Él, al conformarnos
cada vez más a su imagen. Nuestra mayordomía eficaz nos impulsa a conformarnos a la voluntad
y los deseos de Dios. Sólo mediante nuestra comunión inquebrantable y consecuente con Él,
es que Dios revela su plan bueno y perfecto para nuestra vida, ya que su voluntad perfecta para
nuestra vida está mucho más allá de lo que podamos soñar por nuestra cuenta.
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Cuarto, Dios quiere que sus mayordomos encarnen la compasión al practicar el gran mandamiento
de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22:37-40). Nuestra mayordomía
eficaz nos impulsa a poner las necesidades de los demás antes de las nuestras. A lo largo de
la Biblia leemos acerca del deseo de Dios de que seamos dadores generosos y que vivamos la
vida a mano abierta. El apóstol Pablo nos dice en 2 Corintios 8:7 que Dios además quiere que
“sobresalgamos en esta gracia de dar” (NVI). Fuimos diseñados para vivir en relación saludable y
productiva con los demás, ya que Dios desea que compartamos su amor para con las personas
que pone en nuestro camino.
Quinto, Dios ha otorgado a cada uno de sus mayordomos un llamado único. Nuestra mayordomía
eficaz nos impulsa a cumplir nuestro papel único en el Cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:12-30).
Dios nos informa amorosamente en Salmos 139:13 que Él formó a cada uno de nosotros en
el vientre de nuestra madre. Individualmente, somos criaturas únicas y, como especie, somos
únicos entre todas las criaturas que Dios hizo existir.
Sexto, Dios quiere que sus mayordomos sientan que tienen una comisión incomparable.
Nuestra mayordomía eficaz nos lleva a reconocer el privilegio de ser parte del cumplimiento
de la misión de Dios. Al intentar ser mayordomos eficaces en cada área de la vida, resultamos
mejor capacitados para jugar un papel, no importa cuán grande o pequeño, en la comisión
incomparable de compartir las buenas nuevas de Jesucristo.
Séptimo, Dios quiere que sus mayordomos participen en una celebración interminable de su
gloria. Nuestra mayordomía eficaz nos impulsa a glorificar continuamente a Aquel que nos ha
escogido para ser sus mayordomos. Al madurar en nuestra mayordomía, nuestra motivación
para la administración de los dones de Dios refleja, cada vez más, nuestro deseo de glorificarlo,
honrarlo y adorarlo, simplemente porque Él es digno de esa expresión.
8. ¿Qué Lugar Ocupa El Hombre?
En su sabiduría infinita, Dios nos ha confiado también sus recursos para realizar las tareas que nos
ha encomendado. Nos proporciona todo lo que necesitamos para realizar sus propósitos divinos.
Escoge confiar en que nosotros compartamos nuestros recursos y ejerzamos las vocaciones y
los llamados que nos ha dado para cumplir con su propósito en el mundo.
La mayor tragedia en la vida no es la muerte: es vivir una vida sin propósito. El descubrimiento
más grande en la vida de una persona es el descubrimiento de su propósito.
Propósito, se define como la razón o el resultado deseado para comenzar a producir algo. Dicho
sencillamente es el “por que” de la existencia de algo o alguien. El propósito determina lo que
es correcto. El propósito es el resultado predeterminado, establecido e intencional de algo. Dios
está comprometido con nosotros es a realizar su propósito en nuestras vidas (Salmo 138:8) no a
resolver nuestro problema en la vida.
Sin este conocimiento del propósito para la vida, entonces las actividades en nuestra vida
no tienen significado, por lo tanto, el tiempo, los recursos y la energía que empleamos serán
desperdiciados, ya que cuando el propósito es ignorado el abuso es inevitable.
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A todos se nos han confiado recursos diseñados y creados por

Dios. Cada uno de nosotros tiene la oportunidad para servir y
glorificar a Dios con lo que ha confiado a nuestro cuidado. Cada Dios hizo responsable
persona es un mayordomo por designio de Dios. Pero Dios no al hombre de la
quiere que administremos su creación por defecto, quiere que
la administremos por designio, el designio de Él.
administración de todo el
orden creado, en razón a
El designio de Dios de completar su misión en y a través de que él fue creado a imagen
la iglesia exige un grado considerable de colaboración y
generosidad entre su pueblo, a fin de crear ministerios eficaces
y semejanza de Dios
y sostenibles en todo el mundo. También requiere un uso sabio
y enérgico a fin de movilizar recursos y compartir con otros lo
que por gracia hemos recibido.
Desde los orígenes de los cielos y la tierra, Dios otorgó al ser humano, representado en Adán,
la facultad de señorear sobre todo lo creado. En otras palabras, le hizo un administrador o
mayordomo de su creación, haciéndole responsable de la misma. (Génesis 2:8-15).
Dios hizo responsable al hombre de la administración de todo el orden creado, en razón a que él
fue creado a imagen y semejanza de Dios. (Génesis 1:26-28).
La palabra imagen es traducción del vocablo hebreo “tselem”, que se refiere a la presentación
visual de una abstracción. Es decir, que el ser humano es la expresión visible de algunos de los
atributos de Dios.
La palabra semejanza, procedente del término hebreo “demut” se refiere a alguien quien sin
llegar a ser idéntico tiene parecido con otra persona, pero no su en su parte física sino en su
funcionalidad. Es decir, el hombre es la única criatura que comparte cierta igualdad con Dios.
Por lo tanto, fue creado y diseñado para cumplir el propósito eterno de Dios en la tierra y tiene
la facultad de ser:
a. Reflejo de la Gloria de Dios.
El hombre creado en forma de varón y hembra es cabeza y corona de la creación, que porta el
resplandor de la gloria divina y puesto en un sitio de plenitud para cumplir el plan de Dios, pero
al fracasar fue destituido de ella.
b. Representante del Gobierno de Dios.
El hombre es el agente legal de Dios en la tierra y lo hizo socio en el cuidado de la creación.

Nuestro Dios colocó al hombre en la creación bajo su custodia, en un gobierno compartido. El
hombre ejerció la mayordomía en el Edén al actuar como administrador de Dios.
c. Receptor de la Gracia de Dios.
Por causa de la bendición depositada en su vida el hombre tiene las siguientes comisiones de Dios: 
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+ Ser fructíferos = No solo implica la procreación biológica, sino ser productivo en todo lo que
emprenda.
+ Multiplicarse = Reproducir la misma clase de vida que se la impartido para que sean una
mayoría que extienda la esencia y naturaleza de Dios. (Malaquías 2:15).
+ Llenar la tierra = La tarea es esparcir en toda la tierra, la clase de vida que había en el Edén,
para que así toda la tierra fuera llena del conocimiento de la gloria de Dios. (Habacuc 2:14).
+ Sojuzgarla = Indica someter y ejercer influencia para administrar la creación. 
+ Tener dominio = Es señorear, dominar y gobernar la creación estando sobre todo lo creado,
menos sobre otra criatura igual.
Este asignación bíblica implica que el hombre como cabeza de la creación, administra y gobierna
la tierra en representación de Dios; por lo tanto, debemos hacerlo conforme al diseño de Dios.
La palabra gobierno en hebreo es “mashal”, nada tiene que ver con elecciones políticas, control
y corrupción, o todo lo que el hombre ha inventado y ha afectado nuestra manera de pensar.
Esta palabra en hebreo significa: Persona que causa influencia y dominio por tener un estilo de
vida superior a los demás. Por su peculiaridad marca el estilo de vida que los demás deben vivir.
Es tan clara, atractiva y poderosa tu vida que hay por lo menos uno que quiere subir a tu forma
y estilo de vida, tu le facilitas los medios, entonces esto es gobierno.
Dios creó al hombre no para adornar la tierra, sino para ordenar la tierra, por lo tanto le dio la
autoridad para señorear sobre los ambientes y sistemas pero no sobre las personas.
Se nos ha encargado la tarea de llenar la tierra con la gloria de Dios. Estamos llamados a heredar
la tierra (Salmo 37:11, Mateo 5:5) porque somos coherederos con Cristo (Salmo 2:6-8). Entienda
que es heredar la tierra no el cielo. No solo heredar sino dominar y reinar sobre ella, tomando
posesión de lo que se nos ha entregado como herencia.
La estrategia de Dios para establecer, expresar y extender su Reino de los cielos sobre esta
tierra, era la de gobernar este mundo visible del hombre, desde un Reino invisible del Espíritu. El
hombre seria su representante visible del reino invisible de Dios y asignado para ser administrador
de los misterios de Dios.
Para entender la mayordomía integral en el reino, queremos dirigirnos a considerar cinco áreas
principales en que ella debe ser ejercitada.
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Capitulo 2 - Mayordomia Del Tiempo MAYORDOMÍA INTEGRAL DEL REINO
MAYORDOMÍA del tiempo

La palabra tiempo en español proviene del latín “tempus” se utiliza para nombrar a una magnitud
de carácter físico que se emplea para realizar la medición de lo que dura algo que es susceptible
de cambio. Cuando una cosa pasa de un estado a otro, y dicho cambio es advertido por un
observador, ese periodo puede cuantificarse y medirse como tiempo. También se define como
el período determinado durante el que se realiza una acción o se desarrolla un acontecimiento.
El tiempo cronológico es lineal y secuencial, se mide en pasado, presente y futuro. El tiempo es

en sí mismo “cambio”, medición de movimiento. El tiempo comenzó con la  creación del universo
cambiante. Dios no cambia, todo lo creado cambia.  
El mover del tiempo es uno de los grandes misterios que enfrenta

la humanidad. El tiempo avanza sin prisa pero sin pausa. El
ayer ya es inalcanzable y el futuro, aunque cercano todavía está
La mayordomía del tiempo
lejos. Lo único que nos queda, pues, es el presente. no tiene que ver con la
agenda de actividades
Cuando hablamos de la mayordomía del tiempo no estamos
hablando de cuántas horas a la semana invertimos en
sino con las prioridades
actividades de tipo religioso, sino a cómo invertimos nuestra de la vida
vida y en qué cosas la estamos invirtiendo.
Porque vida y tiempo son sinónimos. El pensador norteamericano Benjamín Franklin tiene una
frase genial que capta esta realidad: “No desperdicies el tiempo porque es la sustancia de que
está hecha la vida”.
Realmente la vida está hecha de tiempo. Si lo pensamos bien y detenidamente nos daremos
cuenta que donde va nuestro tiempo es, en realidad, donde va nuestra vida.
Invertimos nuestra vida, es decir, nuestro tiempo en aquellas cosas que consideramos importantes
y valiosas. Un simple análisis de dónde van nuestras horas revelará de forma clara donde están
nuestras prioridades y las cosas que consideramos importantes en nuestras vidas.
Es otra manera de ver la apreciación que Jesús hace de la vida y de las cosas que realmente, no
teóricamente, son prioritarias para nosotros. (Mateo 6:21 y 33).
La mayordomía del tiempo no tiene que ver con la agenda de actividades sino con las prioridades
de la vida, ya que la agenda simplemente refleja las prioridades existentes en nuestra vida, sean
estas correctas o no lo sean.
Así como el tiempo es tan crucial para cada uno de nosotros, la mayoría de las personas rara
vez toman el tiempo para considerar su papel en la vida. A parte del tiempo medible, hay otra
categoría que podemos llamar el tiempo divino que corresponde a todas las cosas eternas.
¿Qué sucedería si pensáramos y prestáramos más atención a las cosas que son eternas como
si fueran eventos medidos por relojes y calendarios? ¿Serían nuestras decisiones diferentes si
viviéramos cada día sincronizados al margen del tiempo eterno de Dios? ¿Se vería nuestra “lista
15
de quehaceres” diferente si incluyéramos una columna de todas aquellas cosas que impactan la
vida de otros más allá del aquí y ahora?
Una persona con un solo reloj vive consciente únicamente del aquí y ahora. Una persona con dos
relojes (uno que tiene la mira en la eternidad y otro en el presente) está viviendo consciente de
los caminos y el tiempo de Dios para las cosas en este mundo y el más allá.
¿Con cuántos relojes está sincronizada su vida? ¿En qué maneras impacta nuestro punto de
vista mundial y celestial el vivir con ambos relojes uno temporal y uno eternal?
Culturalmente hay una gran divergencia en cómo entendemos y manejamos el tiempo. ¿Puede
decirse lo mismo sobre cómo vemos el tiempo desde un punto de vista espiritual? Como hijos
de Dios viviendo en este mundo, lo que decidimos hacer con el tiempo que tenemos, debe
probablemente verse diferente a los que ven a esta vida como la única cosa que hay.
1. LA NATURALEZA DEL TIEMPO
1.1. El Tiempo Pertenece A Dios
El Dios Eterno tiene dominio sobre el tiempo y la historia misma. Si hemos sido comprados por
alto precio, tiene sentido que también nuestro tiempo pertenece al Señor.
Si el tiempo es vida, no vivimos para nosotros mismos, vivimos para aquel que murió y resucitó
por nosotros para que nosotros ya no vivamos para nuestros propios propósitos, sino los de
Cristo.
Pablo es radical cuando afirma esto en Romanos 14:7-9. Leer este pasaje sustituyendo vida por
tiempo le da una nueva dimensión, mucho más práctica y cercana a los principios que queremos
afirmar.
1.2. El Tiempo Es Democrático
A todos se nos ha dado la misma cantidad de tiempo. No existen personas que tienen días de
cuarenta horas, mientras que otras los tienen de tan sólo 20.
Es muy diferente que los dones espirituales o los talentos naturales, los cuales han sido repartidos
a cada en forma particular, pero a todos se nos ha dado la misma cantidad de tiempo o vida.
1.3. El Tiempo Tiene Sus Propias Reglas
Precisamente debido a su naturaleza el tiempo no puede ser:
Detenido. A diferencia de los partidos de baloncesto, no es posible detener la vida, esta avanza
de forma inexorable e irreversible, por lo tanto, debemos manejarla en el momento oportuno.
Extendido. No es posible aumentar la cantidad de tiempo disponible. Siempre hay más cosas que
hacer que tiempo o vida disponible, es por ello que debemos ser diligentes en aprovecharlo al máximo.
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Acumulado. El tiempo que hoy nos sobra no podemos guardarlo para usarlo mañana. Cada día
hay que emplear la cantidad de vida que se nos ha otorgado.
1.4. Hay Tiempo Para Todo En La Vida
La Escritura dedica todo un capítulo del libro de Eclesiastés, concretamente el tercero, para
recalcar esta verdad. Todo tiene su tiempo, dice la Palabra, y existe un tiempo para cada cosa.
En los versículos 1-8 se hace referencia a las estaciones, o capítulos, de la vida. Para todo hay
una estación, un tiempo, para cada propósito bajo el cielo. Cuando llegamos a los versículos 11
y 14 encontramos estas palabras: “Él ha hecho todo hermoso en su tiempo. También ha puesto
la eternidad en los corazones de los hombres; sin embargo, el hombre no descubre lo que Dios ha
hecho desde el principio y hasta el fin. ... Sé que todo lo que Dios hace será perpetuo: no hay nada
que añadirle y no hay nada que quitarle. Dios lo ha hecho así para que ante él se guarde reverencia”.
Mientras vivimos en este mundo, vivimos con la tensión entre estos dos puntos de vista sobre el
tiempo. Vivimos con responsabilidades cotidianas que necesitamos administrar. Nos podemos
sentir escasos de tiempo como si fuese nuestro amo.
Por otro lado, el tiempo es un regalo dado para ayudarnos a establecer relaciones y pasar un
tiempo en reflexión tranquila. Ya que el tiempo nunca terminará al transitar de esta vida a la
próxima, experimentamos un poco del cielo mientras seguimos y disfrutamos los momentos
especiales de cada día.
En Eclesiastés 3, Salomón ofrece un punto de vista del tiempo como un regalo de Dios. El tiempo
está dividido en estaciones y experiencias de la vida en lugar de estar separado en días, horas,
minutos y segundos. Cuando vemos al tiempo como un regalo, nos damos cuenta que está aquí́
para servirnos y no para que seamos esclavos de él.
El Señor quiere que disfrutemos la vida con propósito, sin ansiedad ni afán por lo temporal, a
vivir confiados y descansados para no vernos atados por las limitaciones impuestas por las
demandas cotidianas (Mateo 6:25-34).
Igualmente el apóstol Pablo, nos enseña a vivir confiadamente

en la soberanía de Dios, quien tiene control de todas las cosas
y su paz gobierna todos los asuntos de nuestra vida (Filipenses Cuando vemos al tiempo
4:6-7), por lo cual, somos llamados a recibir estas estaciones como un regalo, nos damos
de la vida como nuevas oportunidades para crecer y servir.
cuenta que está aquí para
Un buen mayordomo de la vida entiende las cosas importantes servirnos y no para que
en las que debe invertir su tiempo y con inteligencia puede seamos esclavos de él
discernir la oportunidad para realizarlas; ya que tiempo y
oportunidad le acontecen a todos (Eclesiastés 9:11).
2. EL MANDATO BÍBLICO SOBRE EL TIEMPO
La referencia bíblica fundamental acerca de la mayordomía del tiempo la encontramos en Efesios

5:15-17, en la declaración que hace el apóstol Pablo y estas son sus palabras: “Por lo tanto,
17
mirad bien cómo os portáis. No viváis neciamente, sino con sabiduría. Aprovechad bien el tiempo
porque los día son malos. No actuéis tontamente: procurad entender cuál es la voluntad del Señor”.
El punto central de este pasaje es la comprensión de cuál es la voluntad de Dios, dentro de la

cual se encuentra el hecho de entender un asunto de suma importancia: el aprovechamiento del
tiempo, o de la vida.
Cada creyente debe evitar la necedad y la insensatez, que según este pasaje de Pablo caracterizan
la vida y el tiempo, de aquellos que desconocen la voluntad de Dios.
El diccionario define al necio como un imprudente o falto de razón, como aquel que es ignorante
o carente de entendimiento, que no sabe lo que debe o podía hacer.
En la Escritura el necio es aquel que no ordena el tiempo de su vida conforme a los planes y
enseñanzas de Dios, tanto el libro de los Salmos como el de Proverbios están plagados de
referencias al necio y al sabio quien es, en contraposición al primero, aquel que ordena su vida
conforme al propósito del Señor.
Un entendido del tiempo tiene el poder de vivir con sabiduría, porque entiende y conoce cual es
esta voluntad de Dios para el tiempo de su existencia terrenal.
Para poder contestar la pregunta que muchos se hacen, sobre cuál es la voluntad de Dios?
debemos estudiar de forma cuidadosa al contexto del pasaje en el que se encuentran los
versículos antes mencionados de Efesios.
Hemos de referirnos necesariamente al capítulo cinco de dicha epístola. Pablo comienza la

misma con la frase que nos ayuda a entender todo lo que sigue a continuación.
En el versículo 1 afirma: “sed pues, imitadores de Dios como hijos amados”. La voluntad de Dios
pasa, pues, por una imitación del Dios al que invocamos y reconocemos como Padre.
Una segunda pregunta que naturalmente surge de la primera sería, ¿en qué debemos de imitarlo
de forma práctica? El propio pasaje, como no podía ser de otro modo, nos da la respuesta:
(a) imitarlo en su entrega sacrificial, es decir, costosa, para la redención de un mundo

necesitado. Véase los versículos 1 y 2.
(b) Por otro lado, imitarlo en su santidad, es decir, en permitir que el carácter de su Hijo se
desarrolle en nuestras vidas. Véase los versículos 3 y siguientes.
De forma práctica aprovechamos bien el tiempo, la vida, cuando la vivimos de tal manera que
cumplimos la misión a la que hemos sido llamados, y en parte es a colaborar con Dios en su
tarea de reconciliar y restaurar el mundo conforme al diseño y plan divino.
Si pensamos en la mayordomía del tiempo como las horas que dedicamos a la iglesia, después
de nuestras agotadoras jornadas de trabajo no hemos entendido absolutamente nada.
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Es precisamente en nuestro trabajo, en nuestra vida cotidiana donde llevamos a cabo nuestra
misión siendo agentes colaboradores de Dios en su proceso de restauración. Orando por
las personas que están en los círculos donde nos movemos, influyendo en ellas, teniendo
sensibilidad para poderles ministrar en sus necesidades. Cuando entendemos y vivimos así es
cuando vivimos acorde con la voluntad de Dios y de forma sabia.
De forma práctica aprovechamos bien el tiempo, la vida, cuando invertimos una parte del mismo
para intimar más con Dios por medio de las disciplinas espirituales y, de ese modo, le permitimos
moldear y cambiar nuestra vida.
Todos los cultos del mundo nunca podrán ser un sustituto de nuestra comunión personal,
privada, diaria del Señor. Del mismo modo que toda el conocimiento bíblico del mundo nunca
podrá compensarnos de su puesta en práctica.
3. CONSEJOS PARA EL USO DEL TIEMPO
3.1. Tomar Tiempo Diariamente Para La Comunión Con Dios
El lenguaje es engañoso, utilizar la expresión, no tengo tiempo, es

usar un lenguaje de eludir la responsabilidad. La Biblia es clara, hay El mejor tiempo
tiempo disponible, el tiempo no se encuentra, el tiempo se crea
para hacer las cosas. invertido en nuestras
vidas es dedicarlo
Dios nos pide que aprovechemos bien el tiempo, usando nuestra en comunicarnos y
vida para servirle a Él y a los demás, tomando las oportunidades
que El provoca a nuestro favor, pues muchas cosas vendrán no conocer a quien es el
por un golpe de suerte, sino la destreza de usar bien la ocasión del Señor del tiempo
éxito. (Eclesiastés 9:11).
Tenemos que ser muy diligentes en identificar cuáles son los elementos distractores que pretenden
sabotear nuestra intimidad con Dios en la oración y la Palabra, y diseñar todos los mecanismos
necesarios para superarlos.
El mejor tiempo invertido en nuestras vidas es dedicarlo en comunicarnos y conocer a quien es

el Señor del tiempo, quien nos dará como a los hijos de Isacar, la sabiduría para ser entendidos
en los tiempos y que asuntos debemos hacer, para llevar a cabo los planes que soberanamente
ha determinado para con nosotros en su propósito eterno (1 Crónicas 12:32).
Nuestra comunión con Dios debe ser en todo tiempo, reconociendo como David que en sus manos
están nuestros tiempos (Salmo 31:15), y El es quien nos enseña a saber vivirlos correctamente
(Salmo 90:12).
3.2. Invertir Tiempo Primeramente A Las Cosas Prioritarias
Debemos tener una clara visión de cuáles son las prioridades a la luz de la Escritura, siempre
recordando el valor de nuestra familia, la efectividad en el trabajo, la importancia de la salud, la
influencia en la sociedad y otros aspectos más.
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Hay personas que viven sin pensar en el futuro. La Biblia nos enseña
que el tiempo es un precioso regalo de Dios y se debe aprovechar Lo importante es
para todo. La vida dura un tiempo determinado, tiempo que
debemos emplear de la mejor manera posible, dándole prioridad
todo aquello que le
a las cosas importantes y valiosas y no las urgentes. (Eclesiastés da sentido y valor a
8:5, Salmo 90:12). nuestra existencia,
Necesitamos pensar en una manera de manejar el tiempo que
y que constituye la
desplace a los métodos tradicionales basados primordialmente razón de ser y hacer
en la urgencia y la eficiencia y alcanzar un nuevo modelo que se como misión en la vida
asiente en la importancia y la efectividad.
Lo urgente está dado por las situaciones y actividades que exigen de nosotros una atención
inmediata, en la que ejercitamos nuestra capacidad de respuesta actual a los desafíos que se
nos presentan.
Lo importante es todo aquello que le da sentido y valor a nuestra existencia, y que constituye la
razón de ser y hacer como misión en la vida, es lo que nos permite trascender nuestra realidad
actual proyectándonos hacia el futuro.
Si asimilamos el manejo del tiempo a una balanza podríamos decir que el equilibrio de nuestra vida,
dependerá del balance que se logre entre la energía asignada a atender lo urgente y lo importante.
Vivimos en un sociedad gobernada por lo mediático, que están orientados por una lógica de
corto plazo. Estos enfoques generan hábitos de comportamiento cortoplacistas, influenciados
por la vigencia que estos paradigmas tienen en nuestras culturas familiares y comunitarias.
Muchos viven bajo la premisa que eficiencia consiste en “hacer más en menos tiempo”. Pero el
supuesto subyacente es que la “cantidad” y la “velocidad” son lo mejor. Existe una diferencia
vital entre eficiencia y efectividad. Ya que hacer más velozmente las cosas nos precipita más
rápido al abismo de la crisis si antes no hemos verificado que estamos en el camino correcto. Por
lo que, llegar más rápido al lugar equivocado puede ser “eficiente”, pero no resulta “efectivo”.
Por otro lado, está la idea que vivir ocupado es ser productivo,
que activismo es igual a logros efectivos. La efectividad puede llegar más rápido al
hacer la diferencia en la calidad del clima relacional superando
el malestar emocional que padecemos cuando tenemos la lugar equivocado puede
sensación de correr a los problemas siempre desde atrás, ser “eficiente”, pero no
atender sólo lo urgente, vivir de crisis en crisis, etc. resulta “efectivo”
3.3. Establecer Planes Y Tiempo Para Lograrlos
Huye del engaño que afirma que la mayordomía del tiempo tiene que ver primeramente con las
horas que dedicamos a actividades religiosas. No es así, tiene que ver primera y fundamentalmente
con vivir nuestra vida a la luz de la voluntad de Dios, siendo colaboradores suyos en su tarea de
restauración y formando a Cristo en nuestras vidas.
20
Por eso, debemos planificar y organizar nuestro tiempo y actividades, evitar el estrés y la
sobrecarga que nos impone el ritmo alocado del sistema, conocer los límites del tiempo, de
nuestras fuerzas, descansar  lo suficiente, aprender a decir “no” a las exigencias de los demás
en nuestras vidas.
El que fracasa en planificar en la vida, planifica para fracasar en la vida. Por eso, debemos
tratar de optimizar el uso del tiempo al llevar a cabo cada una de las actividades previamente
planeadas, organizadas y priorizadas, con flexibilidad, pero sin perder nunca de vista el grado de
avance hacia la consecución de los objetivos.
Es necesario que nunca olvidemos nuestros objetivos, pues si no los tenemos claros somos
fácilmente manejables por cualquier evento que se presente, en cambio, si no los descuidamos
siempre entenderemos hacia dónde dirigirnos.
3.4. Valorar Cada Momento Importante De La Vida
El objetivo básico y fundamental del tiempo es invertirlo en asuntos

trascendentes, que nos ayudan para reenfocar la manera en que
vivimos nuestra experiencia terrenal. Dios nos da inteligencia y
sabiduría para vivir en conformidad con su voluntad e introducir La administración del
los cambios que sean necesarios para lograrla. tiempo se puede ver
como una manera de ser
Valorar significa atribuirle a algo un valor relativo mayor que a
otras cosas que también nos rodean. Los valores guían nuestras y una forma de hacer
elecciones porque creemos en ellos. Pero la mera valoración
de algo no garantiza mejoras en nuestra calidad de vida, si los
valores no se ajustan a los principios.
Los valores son subjetivos e internos, los principios parecen ser objetivos y externos. Existe una
creencia universal en principios tales como: la justicia, la honestidad, la bondad, la dignidad, la
integridad, el servicio, la excelencia, etc. Contrariamente a lo que muchas veces creemos, estos
principios funcionan independientemente de nuestra voluntad y nos gobiernan.
Aunque por nuestra natural imperfección humana no podamos comportarnos totalmente de

acuerdo con ellos, igualmente desearíamos vivir y ser tratados de acuerdo con ellos. Cuando
más en sintonía estén nuestros valores con estos principios, mayor felicidad y significado tendrán
nuestras vidas. Contrastando esta afirmación con el absurdo, podemos formarnos juicio sobre
su validez. Pensemos lo que sería de una congregación gobernada por valores como la injusticia,
la mentira, la bajeza, la inutilidad, el engaño o la mediocridad.
La administración del tiempo se puede ver como una manera de ser y una forma de hacer.
El rendimiento de cada persona es diferente y varía a lo largo del tiempo. Por ello, debemos
identificar los momentos de más rendimiento, aplicar dinámicas que nos lleven a acciones más
concretas y logar una mayor efectividad en todos los espacios de nuestra vida.
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3.5. Tener Una Visión De Futuro
Llamaremos visión de futuro a nuestra aptitud para ver más allá de la realidad actual y convertirnos
en algo que todavía no somos y alcancemos algo que no todavía no hemos logrado. La existencia
de una visión de futuro es un elemento indispensable para que exista la posibilidad de superación
personal y colectiva.
Nadie puede encontrar motivación para superarse teniendo en cuenta sólo su situación actual
o fracaso pasado. Por lo tanto, sin visión de futuro no hay motivación y sin motivación tampoco
hay nadie que pueda mejorar su manejo del tiempo. Por lo que si no existe una visión de futuro
o ni siquiera un modelo aproximado que nos impulse a imitar es indispensable crearlo.
Tener una visión de futuro nos permite aventurarnos a ejercer nuestro pensamiento creativo y no
simplemente reaccionar a las circunstancias actuales.
La visión es la certeza de haber encontrado el destino correcto. Puede asimilarse a la brújula

que nos marca el norte, por lo que necesitamos sincronizar con nuestro reloj para privilegiar las
actividades que nos mantengan dentro de la dirección adecuada.
Cuando nuestra visión es limitada (por ejemplo un horizonte de tiempo de semanas o a lo sumo
de un par de meses), basamos nuestras elecciones en lo inmediato. También si nuestra visión esta
sesgada a una sola esfera (social o económica, por ejemplo) estas opciones nos pueden llevar al
desequilibrio y a la frustración por olvidar otras necesidades bien sean familiares, espirituales, etc.
La visión que sirve de base a un cambio sostenible debe integrar todos los roles de nuestra vida
en un equilibrio adecuado, lo cual se logra cuando tenemos nuestro propósito eterno definido
por Dios.
No se trata de triunfar en un rol a expensas de los demás. La sostenibilidad es equilibrio y el

equilibrio es conjunción ( y ), de ninguna manera disyunción ( o ).
Podemos afirmar que si la posibilidad de cambiar distingue a las personas inteligentes de las que
no lo son, entonces la posibilidad de lograr cambios efectivos, diferencia a su vez a las personas
inteligentes de las que se destacan por poseer rasgos de sabiduría.
Quiero finalizar reseñando algunas frases célebres de gente ilustre que nos ayudarán a comprender
el valor y uso del tiempo:
“El tiempo es la imagen de la eternidad en movimiento.”

-Platón (427-347 a.C.)
“Lo único que realmente nos pertenece es el tiempo. Incluso aquel que nada tiene, lo posee.”
-Baltasar Gracián (1601-1658)
“Si el tiempo es lo más valioso, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches.”

-Benjamin Franklin (1706-1790)
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“El tiempo es a la vez el más valioso y el más perecedero de nuestros recursos.”

-John Randolph (1773-1833)
“Un hombre que se permite malgastar una hora de su tiempo no ha descubierto el valor de la
vida.”
-Charles Darwin (1809-1882)
“El tiempo es la divisa de tu vida. Es la única divisa que tienes, y solo tú puedes determinar cómo
será gastada. Se cuidadoso y no permitas que otras personas la gasten por ti.”
-Carl Sandburg (1878-1967)
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24
Capitulo 3 - Mayordomia De Las Finanzas Y Los Bienes MAYORDOMÍA INTEGRAL DEL REINO
MAYORDOMÍA DE LAS FINANZAS Y LOS BIENES

Frente a la inestabiidad económica que sufren las congregaciones y las limitaciones financieras
que enfrentan para desarrollar su ministerio, como resultado de condiciones socioeconómicas
tan volátiles y complejas de nuestro tiempo, sumado a la falta de una enseñanza saludable
y equilabrada sobre el particular, lo cual ha provococado la pandemia de abusadores y
esquilmadores del pueblo de Dios, es que existe la responsabiidad y oportunidad sin precedentes
para discipular a la iglesia de acuerdo con el patrón bíblico básico de la mayordomía en el reino
con una vision holística.
A medida que la iglesia toma cada vez más conciencia de cuestiones de sustentabilidad, busca
entender y fomentar el papel de mayordomos productivos, y amplía el mensaje de la gracia
de dar como un tema central de la vida en Cristo, y de esta forma generosa y responsable de
administrar los recursos, toma raíz un entorno adecuado para la transformación, tanto personal
como corporativa.
¿Qué Es Y Qué Representa El Dinero?
Dinero es la expresión de los bienes, por lo tanto todo capital o bien se traduce en dinero, o sea
que el dinero expresa el capital poseído, es decir que el dinero expresa el valor del bien.
Trabajamos una cantidad de horas por día, gastando tiempo y vida ¿Para qué? Para recibir un
sueldo o jornal. Es parte de nuestra vida; invertimos tiempo, para recibir dinero, o sea que el
dinero representa vida, así que cuando damos dinero, damos parte de nuestro tiempo y vida.
Pero por qué muchos consideran que el dinero es la raíz de todos los males? ¡NO! El amor al
dinero si lo es, tal como se dice en 1 Timoteo 6:6-10, y en el versículo 9 nos advierte: “¡Cuidado!
Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo y son traspasados de muchos dolores”. 
Pablo enseña que “raíz de todos los males es el amor al dinero...” ¿Cuáles son algunos “males” que
proceden del amor al dinero? El amor al dinero es llamado codicia, avaricia, afán de enriquecerse,
querer tener más y más.
El dinero no es malo, el dinero no tiene moral, es amoral, nosotros le damos la moralidad con
el uso que le damos y el lugar que le damos en nuestro corazón. Muchos tienen el dinero bien
puesto en la billetera, pero mal puesto en el corazón.
Jesús habló de dinero y bienes más que de otro tema y en sus

parábolas enseñó principios de sabia administración y economía.
En cierta ocasión después de proveer alimentación a las multitudes,
le ordenó a sus discípulos que junten lo que sobró para que no se La pobreza no es
pierda nada, (Juan 6:12).  en sí una condición
Démosle un buen uso al dinero y no dejemos que sea lo primero en
social, sino una
nuestra vida. Los asuntos divinos siempre deben ser lo primero, tal actitud mental
como lo enseñó Jesús cuando dice, “buscad primeramente el reino de
Dios, y todas estas cosas os serán añadidas”. (Lucas 12:31)
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El crecimiento material debe ir acompañado con el espiritual, (Job.1:1-3, 3ª Juan 2). Nunca
debemos recurrir a tácticas ilícitas para hacer más dinero, ya que Dios quiere prosperarnos y lo
hace a su manera (Proverbios 10:22) .
La Escritura nos pide que debemos ayudar a otros con la abundancia que Dios nos da, (Isaías
58:7-10; Santiago 2:15-17) sin embargo, hay pobres que serán siempre pobres, gastan todo y
luego piden prestado.
La pobreza no es en sí una condición social, sino una actitud mental. El problema no es pobreza
como falta de recursos, sino más bien la falta de disciplina y determinación para emprender
acciones de prosperidad que nos lleven a vivir bajo los principios de un propósito, presupuesto
y potencial.
Hacer Uso Sabio Del Dinero
Un elemento fundamental es planificar correctamente el flujo del dinero y para ello se requiere
elaborar un presupuesto personal basado en lo que ganas, lo que gastas, y tus metas para
ahorros y ofrendas extras.
El aprender a manejar nuestro dinero es un proceso largo y difícil, muchas veces. El obligarse a
hacer estos ejercicios nos ayuda a disciplinarnos y ser mejores mayordomos de lo que el Señor
nos ha confiado.
Aun si seguimos un presupuesto parcialmente, será mejor que no seguir ningún plan. No te
desanimes no te frustres, porque el que fracasa en planificar, planifica para fracasar.
Sobre la administración correcta y con los motivos correcto que deben mantenerse en cuanto
al dar de nuestros recursos económicos, queremos valernos de los principios planteados por el
apóstol Pablo en el Nuevo Testamento.
1. EL DAR EN EL NUEVO TESTAMENTO
Desde la perspectiva apostólica del nuevo pacto se plantea el dar como una expresión natural de
generosidad, producto de la manifestación de la naturaleza dadivosa que recibimos de nuestro
Padre, quien por esencia es dador (Juan 3:16)
Igualmente el apóstol Pablo enseña que nuestras dádivas van más allá de un límite de ofrendas
y diezmos, determinados por un porcentaje o cantidad mínima, sino que expresan la actitud de
gozo, gratitud y generosidad de un creyente bendecido, que conoce los principios de la honra,
ya que quien sabe el cómo y por qué, no mide el cuánto.
En el Nuevo Pacto el dar las ofrendas no están reguladas por la ley del diezmo del Antiguo Pacto,
sino por principios sobre dádivas y el dar, los cuales veremos conforme avancemos este estudio.
Esta parte del estudio se enfoca en lo que la Palabra de Dios NO nos dice en cuanto al dar, aún
y cuando haya quienes lo digan. En la medida que profundizamos en el tema, nos enfocaremos
en lo que la Escritura SI nos dice sobre el dar a la luz del nuevo pacto.
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El diezmo fue regulado en la ley mosaica como una exigencia para los hijos de Israel, quienes en
el Antiguo Pacto tenían que hacer todas las cosas por obediencia para obtener la bendición de
Dios, tal como se declara en Deuteronomio 28:-1-2, “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz
de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy,
también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas
estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.”
Pero en el nuevo pacto que es para los hijos de Dios, existe la ley de la generosidad, que
excede el porcentaje legal, y se da voluntaria e ilimitadamente por una actitud de honra, no por
obediencia para ser bendecidos, sino por gratitud porque ya Dios nos ha bendecido con toda
bendición en Cristo (Efesios 1:3).
El creyente que argumenta que en el nuevo pacto no hay que diezmar, y lo hace para no dar
generosamente a la obra, realmente lo que refleja es una actitud mezquina, que no representa
la naturaleza divina que ha recibido de nuestro Padre Celestial que es el Dios dador y generoso
en todo.
El principio de generosidad en el nuevo pacto nos debe llevar a dar mucho más allá de un 10%
de nuestros ingresos, pues Jesús dijo que si nuestra justicia no excede a la ley de los fariseos,
es que no hemos comprendido las leyes del reino (Mateo 5:20).
De otra parte, es necesario corregir un mal uso de Malaquías 3:8-10, para decir que el no traer
“los diezmos y ofrendas” a la casa de Dios (lo cual consideran que significa el edificio de la iglesia
local) es un pecado que impide al creyente recibir “bendiciones”. El problema de usar el pasaje
anterior, así como otros pasajes similares del Antiguo Testamento para apoyar la aplicación del
dar, es usar una verdad bíblica establecida en un pacto que ya caducó, obligando por la ley que
pertenece al Antiguo Testamento y no ser afirmados en la gracia del dar que enseña la verdad
presente del nuevo pacto.
El Antiguo Testamento es maravilloso y es parte de

las Sagradas Escrituras que Dios inspiró (Romanos Cualquier asunto que esté en el
15:3-4), pero no debemos confundir una verdad Antiguo Pacto ha sido escrito para
bíblica con una verdad presente (2 Pedro 1:12), ya
que toda verdad presente es una verdad bíblica,
nuestro aprendizaje, pero no para
pero no toda verdad bíblica es una verdad presente. nuestra aplicación.
Una verdad bíblica es todo lo declarado por Dios, lo cual es verdad y está registrado en las
Escrituras pero no aplica para nosotros hoy, pues fue dicho y establecido en otros pactos y no
entra en vigencia para el nuevo pacto.
Una verdad presente es todo lo revelado y cumplido en Cristo y está registrado en las Escrituras,
y a partir de su sacrificio completo y perfecto por su muerte y resurrección, se establece y
oficializa el nuevo pacto que gobierna a nosotros los creyentes (Marcos 14:22-24).
Cualquier asunto que esté en el Antiguo Pacto ha sido escrito para nuestro aprendizaje, pero no
para nuestra aplicación. Podemos aprender muchas lecciones leyendo Deuteronomio, o leyendo
Malaquías o cualquier otro libro del Antiguo Testamento. Sin embargo, aunque todo fue escrito
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para nuestra enseñanza, no implica que está escrito para ser aplicado en la vida de los creyentes
del nuevo pacto. El Antiguo Testamento está dirigido a los judíos que vivían bajo la ley. Jesucristo
aún no había venido. El sumo sacerdote aún no había llegado.
Como Pablo dice en Gálatas 3:23-26: “Pero antes que llegara la fe, estábamos confinados bajo la
Ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la Ley ha sido nuestro guía
para llevarnos a Cristo, a fin de que fuéramos justificados por la fe. Pero ahora que ha venido la fe,
ya no estamos bajo un guía, porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús,”
Antes del sacrificio y resurrección de nuestro Señor era el tiempo de la ley. Y ahora, el tiempo
que hoy vivimos es el tiempo después del sacrificio y resurrección del Señor. Hay diferencias
muy bastas entre estos dos períodos, por la simple razón de que lo que era válido en el primer
período, la ley, ya no está vigente en el segundo. Y lo que está vigente en el segundo período
(la gracia y el ser hijos de Dios) no estaba disponible en el primero. ¿Podemos aprender algo
de lo que era válido en el primer período? Definitivamente que sí. ¿Aplica para nosotros? No
necesariamente. Puedes leer los Salmos o Proverbios y obtener orientación para tu vida. La
sabiduría eterna de Dios es lo que cruza el tiempo.
Por otro lado, puedes ir a pasajes específicos de la ley, tales como los pasajes del diezmo y las
primicias, o los pasajes sobre los sacrificios de animales o de las celebraciones que tenían en
Israel. Aunque podemos aprender algunos principios de esos pasajes, no aplican directamente
a nosotros.
Lo mismo es válido para todo lo que se refiere a la ley de Moisés, por la simple razón de que
esta ley fue abolida con el sacrificio de Cristo. Es como leer códigos de leyes que ya no están
vigentes. Puedes aprender de ellas pero no son para ser aplicadas, porque están obsoletas.
Pablo en Colosenses 2:13-14 dice: “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión

de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados. Él anuló el acta
de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, y la quitó de en medio clavándola
en la cruz.”
Y de nuevo en Efesios 2:14-15 afirma lo siguiente: “Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo
uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades (la ley de
los mandamientos expresados en ordenanzas), para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo
hombre, haciendo la paz”
El Cristo Encarnado en Jesús de Nazareth, el varón judío, nacido de mujer y bajo la ley (Gálatas
4:4) cumplió todo lo que la ley moral y ceremonial del Antiguo Pacto establecía en forma de tipo,
sombra y figura, para que nosotros disfrutemos la realidad de los bienes venideros dados como
herencia en forma de realidad y sustancia (Hebreos 9:9-11).
Como se dijo previamente, diezmar es un término casi desconocido en el Nuevo Testamento.

Aquí vuelvo a aclarar, que cuando estoy hablando del Nuevo Testamento, no me refiero
específicamente a la segunda parte de la Biblia, sino al nuevo pacto, al pacto que fue legalmente
instituido con la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo.
Todo lo anterior a eso, era parte del Viejo Pacto y estaba dirigido particularmente a los judíos.
28
Todo lo referente después, es parte del nuevo pacto y está dirigido a los redimidos, a todos
aquellos que han sido renacidos y regenerados por la obra de la gracia de Dios manifestada en
Cristo en su muerte y resurrección (Romanos 10:9).
El Antiguo Testamento donde se describe el Viejo Pacto, sin duda alguna tiene mucho que decir
sobre el diezmo y primicias, pero el Nuevo no. Más bien, el Nuevo Testamento habla mucho
sobre el dar. Para ver lo que la Palabra de Dios dice para nosotros, los que vivimos bajo el nuevo
pacto, bajo esta nueva administración de gracia; empezaremos a partir de 2ª de Corintios 8
y 9. Esos son dos capítulos que tratan directamente sobre este tema y contienen abundante
información al respecto.
Hay otras partes del Nuevo Testamento que hablan al respecto (las cuales veremos más adelante),
pero en ninguna parte hay tanta información escrita sobre eso, como en estos dos capítulos.
Vamos a abordar esta información de la siguiente manera: leeremos bloques de la Escritura de
estos dos capítulos y luego los exploraremos para ver lo que nos dicen sobre el dar.
1.1. ¿Qué Dieron, Cómo Y Con Qué Propósito?
Empezando nuestro estudio desde 2ª de Corintios 8:1-4 leemos: “Asimismo, hermanos, os

hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; que en grande
prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de
su generosidad. Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aún
más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de
participar en este servicio para los santos.”
Este pasaje habla sobre lo que hicieron los creyentes en las iglesias de Macedonia. Pablo describe
aquí cómo dieron y aunque hay más que notar en este pasaje he enfatizado lo siguiente:
a. Dar es una gracia de Dios. Pablo afirma que las iglesias de Macedonia recibieron de Dios
la gracia de dar y lo hicieron con abundante gozo y generosidad, aunque la situación no era
fácil, pues enfrentaban un tiempo de tribulación y pobreza. El principio es que para dar con
abundancia no es porque abunda el dinero, sino porque abunda la generosidad. Igualmente
también implica que para dar no necesitamos de una situación favorable, sino de una actitud
saludable.
Los hermanos pedían el “privilegio de participar” para ayudar a los santos. El texto en griego,
traduce esta acción con la palabra “charis” que significa “gracia” y se traduce como tal en la Reina
Valera Antigua “Pidiéndonos con muchos ruegos, que aceptásemos la gracia y la comunicación
del servicio para los santos.”
En otras palabras, una traducción más exacta sería “que les

concediésemos la gracia de participar en el servicio de los
santos”. Lo que se les servía a los santos en la era de la gracia dar con abundancia no es
no se llama “diezmo” sino “gracia”. Dar el diezmo (diezmar) porque abunda el dinero,
pertenece a la época de la ley. En la era de la gracia ya no se
diezma sino que “se da de gracia”, pues sabemos que todo de
sino porque abunda
gracia lo hemos recibido. En el nuevo pacto se nos insta a dar la generosidad
con abundancia y no limitadamente (el 10% o diezmo)
29
b. “dieron de su propia voluntad”. Tomé 2ª de Corintios 8:3 de la versión “La Biblia de las
Américas” ya que otras traducciones al español dicen “dieron con agrado” y carecen de esta
parte. Aquí vale la pena volver al texto en griego. Ahí, la palabra usada es “authairetos”.
El diccionario griego-español de Vine dice que esta palabra “authairetos” es una forma de auto,
mismo, propio, y “haireomai”, para escoger, escogido por sí mismo, voluntario, por acuerdo
propio. Se presenta en 2 de Corintios 8:3 y 17, de las iglesias de Macedonia refiriéndose a los
regalos para los santos pobres y a Tito en su voluntad de ir y exhortar a la iglesia de Corinto en
cuanto a esta materia.
Los creyentes de Macedonia no estaban forzados a dar. Lo que dieron fue voluntariamente. De
nuevo, hay una gran diferencia con el diezmar. El diezmo era obligatorio en el Antiguo Testamento.
Sin embargo, lo que aquí tenemos no es una obligación. Lo que aquí tenemos no es diezmar
sino algo completamente diferente. Contribuciones voluntarias de los santos, hechas de libre
voluntad y bajo el acuerdo propio de cada quien.
En comparación a esto, hoy escuchamos a mucha gente predicando sobre el diezmo y de lo que
la gente le debe a Dios y a la iglesia, y si no lo dan, están robando a Dios. De este modo, la gente
está forzada, mediante la culpabilidad, a hacer lo que el predicador dice. Eso, obviamente no
tiene nada que ver con la libre voluntad, con las contribuciones voluntarias de las que Pablo habla.
Por otra, parte se recurre a la manipulación de las emociones y los intereses de las personas que
por necesidad en resolver una situación difícil, se les promete que si pactan y dan determinada
cantidad, Dios hará un milagro a su favor, así que no dan voluntariamente sino interesadamente.
c. “servicio de los santos”. Ahora, ¿para qué era esa ofrenda? Era para el servicio de los santos.
Pablo nos habla más sobre la “ministración de los santos” en Romanos 15:25-26: “Mas ahora voy
a Jerusalén para ministrar a los santos. Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda
para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén.”
Esa fue la última visita de Pablo a Jerusalén. Ahí estaba en prisión. Como dice sobre el propósito
de su viaje en Hechos 24:17: “Pero pasados algunos años, vine a hacer limosnas a mi nación
y presentar ofrendas.” Como vemos en lo anterior, la ministración o servicio de los santos, la
gracia que los creyentes de Macedonia y Acaya (Corinto) contribuyeron voluntariamente, era
contribuciones para los santos pobres que estaban en Jerusalén. El dinero era para los creyentes
pobres. Eso miembros necesitados de la iglesia eran el objetivo del dar.
Quiero reiterar entonces los principios del dar que se establecen en estos primeros versículos,
siguiendo el ejemplo de cómo dieron los macedonios:
+ Dieron gozosamente: “la abundancia de su gozo”.

El gozo parte de la expresión del fruto del Espíritu sembrado Dios ama al dador alegre,
en nuestra vida, que se refleja por una convicción permanente
y no por una emoción momentánea. Esta es la razón por la que lo hace naturalmente
cual Dios ama al dador alegre, que lo hace naturalmente con con un sentido de causa y
un sentido de causa y con entendimiento. con entendimiento
30
¿Por qué ama Dios a un dador alegre? Dios ama a todos hijos, pero tiene una complacencia
especial por aquellos a quienes, por Su gracia, ha enseñado a ser dadores alegres, pues Él hizo al
mundo en el plan de dar alegremente, y un gran artista ama todo lo que es consistente con su plan.
Yo digo que Dios ha creado todo el mundo sobre este plan, para entenderlo solo nos basta
contemplar la creación.. Miren al sol. ¡Qué lumbrera de esplendor! ¡Qué gloriosa creación de
Dios! ¿Por qué es brillante? Porque regala su luz. ¿Por qué es glorioso? Porque esparce sus
rayos por todas partes. Imaginen que el sol dijera: “ya no voy a dar más de mi luz,” ¿dónde
quedaría su brillo? Si dijera: “no voy a esparcir más mis rayos,” ¿dónde quedaría su lustre? Es
en la magnífica generosidad de ese gran padre del día donde radica su gloria. Para nosotros es
el más grandioso de los astros porque da con generosidad esa fuerza vigorizante que es calor,
y luz, y vida.
Y esta misma dinámica se mantienen con la luna, las estrellas y todo el sistema creado, cuanto
más con sus hijos que son su especial creación.
La generosidad es reina suprema en la naturaleza. No hay nada en este mundo que no viva para
dar, excepto el hombre codicioso, y tal hombre es como un planeta fuera de órbita; no encaja en
el universo. El hombre codicioso es una rueda que corre en dirección opuesta a las ruedas de la
gran maquinaria generosa de Dios. No mantiene el paso con la marcha de las edades. Está fuera
de época; está fuera de lugar; está completamente fuera del orden de Dios. Pero el dador alegre
marcha a tono con la música de las esferas celestes. Está sincronizado con las leyes naturales
del grandioso Dios, y por tanto Dios lo ama, pues ve Su propia obra en él.
Dios ama al dador alegre, porque la gracia ha puesto a tal hombre en orden
con las leyes de la redención, así como con las leyes de la naturaleza. Y,
¿cuáles son éstas? Nosotros los entendidos en las riquezas del nuevo
La generosidad es
pacto nos deleitamos en afirmar que toda la economía del Evangelio es reina suprema en
la de la gracia. Todo es por gracia de principio a fin, y no se trata para la naturaleza.
nada de un asunto de deuda o de recompensa.
No hay nada en
La salvación no es algo que los hombres puedan ganar o merecer, sino este mundo que
que es el resultado y el ejercicio de la gracia inmerecida recibida de no viva para
Dios. Si hay elección, es una elección libre que no procede nunca de
ninguna bondad en nosotros. Si hay redención, si hay un llamamiento, si
dar, excepto el
hay justificación, si hay santificación, en todo vemos la obra inmerecida hombre codicioso
del grandioso Dador, “¡gracias a Dios por su don inefable!”.
Si Dios no escatimó en darnos lo mejor, a su Hijo, ¿cómo no nos dará también con El todas las
cosas? Nuestro Padre no es avaro, no da de mala gana. Él da con liberalidad y no se restringe en
ninguna cosa buena. Dios se manifiesta en la obra de gracia como un maravilloso dador.
Ahora, el creyente que no es dador, o siendo dador, no es un dador alegre, está fuera de orden
con el sistema que gira en torno al pacto de gracia y la cruz de Cristo; está fuera de orden con
los planes eternos del Altísimo; no fluye para nada con la corriente de la gracia divina; debería
estar bajo la ley, aunque en eso, en verdad, ni siquiera cumple con la letra; pero como el espíritu
del Evangelio es todo libertad, y gracia, y amor, y abundancia, el hombre no está en armonía con
él, y no lo entiende del todo.
31
Entonces, debido a que el dador alegre, hecho así por la gracia divina, está a tono con la redención
y con la naturaleza, conforme a su medida y su llamamiento, es ensalzado por el Señor.
Dios ama al dador alegre, porque Él ama las cosas que hacen feliz a Su pueblo; y Él entiende
muy bien que el espíritu de abnegación y el espíritu de amor hacia los demás, es la fuente más
segura de felicidad que pueda ser encontrada en el corazón humano. Aquel que vive para sí
mismo es desdichado. Quien únicamente se regocija en el placer egoísta, no tiene sino limitados
canales para su felicidad; pero quien se deleita en hacer felices a los demás, y quien se deleita
en glorificar a Dios, y puede negar su propia carne y sus propios deseos para honrar a su Señor
y bendecir al mundo, ese es el hombre feliz; y como Dios se deleita en la felicidad resultante, por
eso se deleita en el dar con alegría, que es la causa.
Un creyente que da a la causa de Dios alegremente ha trascendido el espíritu de un siervo y de

un esclavo al de un hijo. El esclavo trae su ración, que está obligado a pagar, y la pone a los
pies del capataz, y continúa su camino en miseria. Pero el hijo amado, tan complacido de dar a
su Padre lo que puede, coloca su pequeña ofrenda en el tesoro de su Padre, en la medida de lo
posible sin ser observado por los hombres; contempla la sonrisa del Padre, y continúa gozoso
en su camino.
El creyente del nuevo pacto no debe encorvarse ante el Señor como el hijo de Agar, la esclava,
como recién venido de Arabia y de los temblores del Sinaí; sino que tiene que avanzar alegremente
como uno que ha venido del Monte Sion, del orden de Melquisedec, como el hijo de la promesa:
como Isaac, cuyo nombre significa risa; gozándose porque está capacitado, favorecido y
privilegiado para hacer todo por Quien lo amó hasta la muerte.
+ Dieron generosamente: “abundaron en riquezas de generosidad”.

No se es generoso porque se tenga riquezas, sino porque se es rico en generosidad. La
generosidad es parte de la naturaleza divina que obra en nosotros, y no se requiere de ningún
esfuerzo para manifestarla, ya que el generoso piensa en generosidades, y por sus generosidades
será exaltado (Isaías 32:8).
Las personas pueden dudar en dar generosamente a Dios si temen no tener lo necesario
para satisfacer sus propias necesidades. Pablo les asegura que Dios es capaz de suplir sus
necesidades. La persona que da poco recibirá poco en recompensa. No permita que la falta de
fe le impida que dé libre y generosamente.
Nuestra actitud al dar es más importante que la cantidad que damos.
+ Dieron agradablemente: “de que con agrado han dado”.

Para todo dador alegre, el dar no debe provocar ninguna incomodidad ni molestia, sino al
contrario un sentido de gratificación y contentamiento que surge de un corazón agradecido,
pues reconoce que todo lo que quiere y puede dar, lo ha recibido por la gracia de Dios, y ahora
lo puede dar de gracia. El nuevo pacto nos enseña la gracia del dar y el dar con gracia.
En otra parte de este pasaje se demuestra cuán importante es no solo el dar sino desearlo también,
porque si no es la gracia de Dios la que nos convence para participar de esta gracia, no lo va a
hacer nadie, por eso damos movidos por el deseo de agradar a Dios antes que a los hombres.
32
Muchas podemos dar sin disfrutar el hacerlo, solo lo hacemos por

el compromiso, pero debemos anhelar dar no solamente porque
es necesario, sino porque también debe de ser nuestro deseo. Nuestra actitud al dar
es más importante que
La ofrenda debe ser voluntaria, de corazón. Ninguna ofrenda la cantidad que damos.
es recibida con agrado por Dios si se da de mala gana o con
tristeza, sin alegría o si se da por compulsión o por necesidad.
“Por necesidad” significa porque tienes que hacerlo.
La disposición para dar con agrado es más importante que la cantidad que se dé, pues
entendemos que lo hacemos para agradar a Dios y ese es nuestro placer.
+ Dieron sacrificialmente: “han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas”.
A pesar de sus condiciones socioeconómicas, los macedonios dieron no dependiendo de sus
recursos limitados sino de su esfuerzo ilimitado, porque dieron con una mentalidad de bendecidos
y no de necesitados. Sin duda, las cantidades fueron distintas para cada uno, pero el esfuerzo fue
el mismo para todos. En lugar de llamar a nuestro énfasis de mayordomía «ofrenda de promesa
de fe» como suele hacerse, es mejor identificarla como «inversión de sacrificio de fe».
La fe comunica que dar nos hace renunciar a algo basado en nuestra fe en el amor de Dios, y
que nuestra recompensa futura proviene de él. Uso sacrificio en lugar de promesa porque Dios
desea un amor que se sacrifica más que las promesas verbales. Además, la única forma en que
la mayoría de las personas serán capaces de cumplir sus promesas de ofrendas es al sacrificar
un gasto actual. Cuando las personas fallan al cumplir la promesa de fe que le hicieron a Dios, es
generalmente porque trataron de incrementar sus ofrendas sin haber aumentado sus ingresos.
Una de las peores formas de promover las ofrendas es decir: «Hay 100 familias en esta iglesia y
tenemos un proyecto de 10.000 dólares, así que queremos que cada familia ofrende 100 dólares».
La familia adinerada podría pensar: «Podríamos dar más de esa cantidad, pero ya que solo
necesitan que ofrendemos 100 dólares, eso será lo que daremos». No se sentirán desafiados.
Por el contrario, la familia de escasos recursos probablemente se sentirá abrumada. Resulta
mejor enfatizar un sacrificio igualitario, en lugar de cantidades iguales.
Es entendible que cuando nos referimos a sacrificio, no es con el sentido de pagar un precio para
que Dios nos bendiga, sino el esfuerzo de ir más allá de nuestra propia comodidad, para dar con
generosidad a un proyecto que contribuye al avance del reino de Dios.
+ Dieron insistentemente: “pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el

privilegio de participar”.
Los creyentes macedonios pidieron con muchos ruegos que los apóstoles les hicieran el favor
de permitirles participar, tener comunión en la ministración a los santos necesitados. En lugar
de que los apóstoles pidieran a los santos que participaran en este asunto, fueron los creyentes
macedonios los que rogaron a los apóstoles que les permitiesen participar. Consideraban como
un favor, una gracia, el que los apóstoles les concedieran tal privilegio, pues el dar no lo veían
como una carga, obligación o exigencia, sino como un privilegio.
Aunque este ministerio tenía que ver con bienes materiales, Pablo lo convirtió en un ministerio
33
espiritual. De hecho, Pablo no era un recaudador de fondos. Él era uno que tomó un ministerio
que tenía que ver con cosas materiales y lo convirtió en un asunto espiritual lleno de vida, del
Espíritu y de edificación.
Los macedonios, por su parte, necesitaban la gracia del apóstol para poder participar en la
ministración de bienes materiales de una manera llena de vida. Sin esto, la ministración a los
santos necesitados de parte de los macedonios habría consistido sólo de lo material como una
simple muestra de filantropía humana; no habría sido una ministración espiritual llena de vida,
que redundara en la edificación del Cuerpo de Cristo.
Esto es totalmente distinto de la recaudación de fondos que se practica hoy en día, la cual carece
de vida, de espíritu y no edifica el Cuerpo de Cristo. Si queremos que nuestra dádiva material se
convierta en un ministerio espiritual de vida y de edificación, necesitamos la gracia que viene de
Dios y también de los apóstoles.
El versículo 5 dice: “Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al

Señor, y luego a nosotros por medio de la voluntad de Dios”. Este versículo indica que el Señor
prefiere mucho más a los creyentes mismos que las posesiones de ellos. Los macedonios se
dieron no sólo al Señor sino también a los apóstoles, para ser uno con ellos en el cumplimiento
de su ministerio. Por medio de la voluntad de Dios, por medio del agente divino soberano, los
creyentes se dieron primeramente al Señor, y luego a los apóstoles.
Así que, todas nuestras dádivas cuando son invertidas en una causa apostólica que impulsa el
reino de Dios, tienen el sello divino que garantiza su recompensa.
+ Dieron objetivamente: “en este servicio para los santos.”

La Biblia aclara perfectamente la prioridad de nuestra tarea y es primeramente el reino de Dios
y su justicia. El reino de Dios se extiende a través del compromiso y el ahínco de los creyentes,
en su solidaridad para ayudar a otros. En el ejemplo de los macedonios vemos a varias iglesias
uniéndose para ayudar a otras, más allá de su propio círculo de amigos y de su propia ciudad.
Explore las maneras en que podría relacionar su ministerio más allá de su denominación o de
su congregación, ya que al unirse con otros creyentes para llevar a cabo la obra de Dios, usted
fortalece la unidad y contribuye a que el reino crezca.
Pablo instruye a los creyentes para que sus ofrendas fueran destinadas a proyectos específicos
y no para aumentar el tesoro de una organización religiosa, debían invertir en apoyar la causa de
sus hermanos y sostener el ministerio de los llamados y enviados para extender el evangelio, por
lo menos para ese propósito se especifica en este pasaje la razón de dar.
Pero el principio que se establece, es que nosotros debemos dar para ayudar a todos los planes
que contribuyan al avance del propósito del reino y no para programas y presupuestos religiosos.
La Escritura da mucha atención a la ministración de los santos pobres. Santiago, Juan y Pedro le
dijeron a Pablo: “y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran
considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo,
para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión. Solamente nos pidieron que nos
acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer.” (Gálatas 2:9-10).
34
Santiago, Pedro y Juan le dijeron a Pablo una cosa: “¡acuérdate del pobre!” Y Pablo procuró
dicha petición. La gente hoy en día da sus diezmos a la iglesia, a la que asisten los domingos,
mucho de eso va a los gastos de administración y muy poco (o nada) se destina a los pobres. La
iglesia del Nuevo Testamento era al revés: la gente no daba involuntariamente o por culpa, sino
voluntariamente y aunque hay otros motivos para dar (como veremos más adelante), el dar para
los santos pobres era muy importante.
Habiendo dicho lo anterior, vayamos a echarle un vistazo a 1ª de Juan 3:16-18: “En esto hemos
conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras
vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad,
y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra
ni de lengua, sino de hecho y en verdad.”
La Palabra de Dios dice que la autenticidad de nuestro amor

se prueba en cuánto amamos a los demás. Y lo que Juan
explica aquí es una situación real: tienes dos hermanos. Uno
tiene los bienes de este mundo. Tiene camas disponibles en debemos dar para ayudar
casa. Tiene suficiente dinero en el banco. Tiene suficiente a todos los planes que
comida almacenada. Y luego este hermano se encuentra con
otro que padece necesidad. Una necesidad que el primero
contribuyan al avance
puede satisfacer. ¿Qué es lo que el primer hermano debería del propósito del reino
de hacer? ¿Acaso debería orar por su hermano en necesidad? y no para programas y
Sí, eso debería hacer también, pero ¡no se debería quedar ahí
mirando nada más! Debe darle para ayudarlo. No debería cerrar
presupuestos religiosos
su corazón hacia el hermano como dice Juan y solo decir una
oración o un “Dios te bendiga hermano” y dejarlo ahí.
La actitud de tener cuidado de los otros prueba la sinceridad de nuestro amor y evidencia si el
amor de Dios mora en nosotros o no. Y en realidad eso es un principio muy importante. Pero, no
debemos darle al pobre para alimentar su mentalidad de pobreza, sino para ayudarlo a producir
para salir delante de su situación precaria.
2. EXHORTACIÓN PARA DAR
En 2 Corintios 8:5-8, se nos expone un modelo apostólico referenciado por Pablo y del cual
vamos a incorporar valiosos principios para hacerlo como Dios quiere. Textualmente este pasaje
dice así: “Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y
luego a nosotros por la voluntad de Dios; de manera que exhortamos a Tito para que tal como
comenzó antes, asimismo acabe también entre vosotros esta obra de gracia. Por tanto, como en
todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros,
abundad también en esta gracia. No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio
de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor vuestro.”
Pablo exhorta a los creyentes a dar abundantemente. “abundad también en esta gracia”, les dice.
Pero nota que es una petición basada en la ternura apostólica, no una imposición en el autoritarismo
religioso. Observa lo que dice en el siguiente enunciado: “No hablo como quien manda”. No vas a
encontrar en ninguna parte del Nuevo Testamento la persuasión manipuladora y el lenguaje
condenatorio que encontrarías en algunas iglesias hoy en día cuando se trata de ofrendar o de diezmar.
35
No vas a encontrar a Cristo, Pablo, Pedro o a Juan persuadiendo

gente, recitando Malaquías ni ningún otro verso del Antiguo
Testamento para que den sus “diezmos” o serán maldecidos, La generosidad
que el devorador o sea el diablo les va a robar la bendición, que
Dios les va a cerrar las ventanas de los cielos, etc, (eso es lo en el reino
que se da a entender en muchos de los sermones hoy en día). no consiste de
palabras vacías
Pablo no obraba así. Tiernamente, exhorta a los corintios
a abundar en esa gracia aclarando que no habla en tono de sino en apoyo real
mando. No les impone reglas de ley para que lo hagan, sino que
los expone a los principios de gracia para hacerlo.
También aprendemos que Pablo no tenía un presupuesto destinado a los santos pobres. No tenía
un número o cuota específico enviado por las oficinas centrales, ni andaba por ahí presionando
gente para alcanzarlo. Lo que hacía era declarar la verdad. Como dijo: “por medio de la diligencia
de otros, también la sinceridad del amor vuestro”. La generosidad en el reino no consiste de
palabras vacías sino en apoyo real.
2.1. Dando De Acuerdo A Lo Que Uno Tiene
Pablo declara en 2ª Corintios 8:10-11, lo siguiente: “Y en esto doy mi consejo; porque esto os
conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde el
año pasado. Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que como estuvisteis prontos a
querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tengáis.”
Este pasaje trata del deseo de dar y la realización de ese deseo. La primera parte de ese pasaje
demuestra cuán importante es no solo el dar sino desearlo también. Lo que Dios quiere de su
pueblo es el deseo de dar y la realización de ese deseo. Ninguno de estos dos funciona por sí
solo. ¡Dios no quiere que desees el dar y nunca llevarlo a cabo!
Decir siempre: “Ay qué bueno sería dar esta ofrenda para el servicio de los santos” y nunca
hacerlo aunque tengas la intención. Eso es hipocresía. Y viceversa, Dios no quiere que des sin
desearlo de corazón, como una orden, por la persuasión de alguien. Es importante recordar esto:
¡En el dar, tanto el deseo como la acción llevada a cabo son importantes! La motivación para dar
es el deseo de tu corazón.
Así lo reitera en Filipenses 2:13, cuando dice: “porque Dios es el que en vosotros produce así el
querer como el hacer, por su buena voluntad.”
Dios trabaja en nosotros la voluntad, o sea que deseemos, que queramos, para así hacer conforme
a Su voluntad. De nuevo, como podemos observar, la forma en la que el Señor obra es poniendo el
deseo en nuestro corazón. Ese es su máximo motivador. Persuasión manipuladora y culpabilidad
religiosa son motivadores equivocados e inválidos. Veremos más sobre eso más adelante.
Continuando en 2 de Corintios: 8:10-15, dice: “para que como estuvisteis prontos a querer, así
también lo estéis en cumplir conforme a lo que tengáis. Porque si primero hay la voluntad dispuesta,
será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene. Porque no digo esto para que
haya para otros holgura, y para vosotros estrechez, sino para que en este tiempo, con igualdad,
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la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la
necesidad vuestra, para que haya igualdad, como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más,
y el que poco, no tuvo menos.”
Hay tantas verdades en este pasaje que deberían ser mucho más predicadas que muchos versos
sobre el diezmo del Antiguo Testamento. Pablo, hablando a los corintios sobre el dar les dice que
deberían de dar “¡según lo que tienen!” Ahora, si el diezmo fuera válido en el Nuevo Testamento
(que no lo es), yo esperaría que Pablo diera una declaración explícita de la siguiente manera: “da
el 10% de tu ingreso. Punto.” ¿Acaso dice algo así?
Resulta sumamente significativo para nuestro estudio considerar que el libro de Hechos nunca
menciona los diezmos, y esto ni siquiera de una manera indirecta ¿por qué? Bueno, primeramente
vemos que el libro se denomina más bien Hechos de los Apóstoles, porque narra precisamente
lo que ellos hicieron después que el Señor Jesús había ascendido al Padre.
Nos muestra cómo ellos entendieron y aplicaron las enseñanzas que habían recibido de su
Maestro, cómo practicaron, en pocas palabras, la vida de la iglesia. Por eso, debe resultar obvio
que si los diezmos se hubiesen practicado por los apóstoles, entonces tendrían que aparecer en
este libro aunque fuese una sola vez.
Cuando afirmamos que en el nuevo pacto no se nos exige diezmar, no implica que no se nos
enseña a dar, al contrario por haber recibido la abundancia de su gracia, damos con abundancia
y generosidad, lo cual debe sobrepasar el 10% que establecía la ley. Los creyentes del nuevo
pacto que tienen la mentalidad de Melquisedec (un prototipo de Cristo nuestro Rey y Sacerdote),
dan por naturaleza generosamente con un sentido de honra y reconocimiento y no por obligación
o necesidad.
Es posible que lo hayas escuchado en alguna predicación (explícita o implícitamente) desde un

púlpito pero ¡no la escucharás de la Palabra de Dios! Y observa ¿qué palabras son las que al final
cuentan? “según lo que tienes” significa “de acuerdo a lo que tienes” y para que no haya malos
entendidos, Pablo aclara: “¡no según lo que no tiene!” sino cada uno según haya sido prosperado
separe lo que ha de dar voluntaria y generosamente (1 Corintios 16:1-2)
Nótese, lo que éste solo versículo nos muestra sobre la regla triple del dar:
a) Dar individualmente: “cada uno”.

b) Dar proporcionalmente: “según haya sido prosperado”.
c) Dar sistemáticamente: “el primer día de la semana ponga aparte”.
La regla no es el diezmo. No es “reserva tus diezmos”. Es “aparten algo conforme hayan

prosperado”. Ambos, rico y pobre, debían de apartar, cada uno conforme había prosperado, esto
es, conforme a sus recursos. Así que, en el nuevo pacto se nos exhorta a dar desde una posición
de prosperado y no de una condición de necesitado.
La razón por la cual Pablo lo menciona es por la necesidad de la regularidad de esas contribuciones,
como él dice, “para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas”. Esa es la razón
de hacer contribuciones regularmente. ¿Continuaban esas contribuciones para siempre, aún
después de que Pablo había ido? No, por lo menos no para ese propósito. Las contribuciones
37
eran para un propósito específico (“ayudar a los santos pobres de Jerusalén”) para que no se
hicieran apresuradamente cuando Pablo llegara.
Hoy en día, algunas iglesias presionan (sutilmente o de otro

modo) a sus miembros a dar su diezmo (esto es, el 10% de su
ingreso) al fondo de la organización que lo gasta más en construir en el nuevo pacto se nos
edificios y sostener una burocracia religiosa, que en edificar a los exhorta a dar desde una
santos, ayudar a los hermanos necesitados y extender el reino posición de prosperado y
de Dios.
no de una condición
De acuerdo a la Palabra, cualquier cosa que uno da, debe ser de necesitado
según lo que uno tenga. No puedes tomar de lo que necesitas para
suplir las necesidades de tu familia para cubrir las necesidades
de otra, y mucho menos las necesidades de la organización de la iglesia (edificios, muebles,
salarios, etc.). Eso es lo que la Palabra de Dios dice. ¡No lo tienes, no puedes dar!
Tristemente hemos visto a algunos mercaderes del evangelio incitar a los creyentes para que se
endeuden y den una “ofrenda de pacto” para sus intereses egoístas, y lo hacen con una tarjeta
de crédito, prometiéndoles que Dios los va a prosperar si “siembran”, pero al contrario, por falta
de una sabia administración de sus recursos contraen una deuda que no pueden pagar, porque
no entienden que la prosperidad no viene por un golpe de suerte o un trueque mágico, sino por
emprender acciones sabias y productivas.
Es una irresponsabilidad que el creyente tome los recursos de la administración familiar para dar
impulsivamente en un momento de manipulación. Como Pablo le dijo a Timoteo: “Manda también
estas cosas, para que sean irreprensibles; porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente
para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.” (1 Timoteo 5:7-8)
Primero, se espera que proveas para tu familia y tu casa, esto es, para los que dependen de ti.
Cualquiera que no lo haga así, dice la Palabra de Dios, es peor que un incrédulo. Después de
que esas necesidades sean cubiertas, entonces ya puedes pensar en las necesidades de los de
afuera de tu casa. Es según lo que tienes, después de las necesidades de tu familia se hayan
suplido.
Pablo también aclara en el pasaje anterior de 2 Corintios 8:13-14, “Porque no digo esto para que
haya para otros holgura, y para vosotros estrechez, sino para que en este tiempo, con igualdad,
la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la
necesidad vuestra, para que haya igualdad,”
La intención de Pablo no era ayudar al pobre de Jerusalén ¡dejando pobres a los corintios! ¡No
quería en ningún momento cargar a uno para alivianar al otro! Iban a ayudar de acuerdo a su
abundancia. Era esa abundancia la que supliría la escasez de los santos pobres de Jerusalén en
aquel tiempo, para que la abundancia de aquellos, ahora pobres, pudiera suplir la escasez de los
corintios en otro momento.
El principio es que si damos nunca vas a faltar, por eso cuando Dios nos pide dar no es porque
nos quiere quitar, sino que nos quiere dar más.
38
Continuando con este orden de ideas, ya hemos mencionado

que la dádiva misma no es suficiente. ¡No puede ser efectuada
mediante una orden! Y aquí Pablo vuelve a repetir: “Porque si cuando Dios nos pide dar
primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno no es porque nos quiere
tiene, no según lo que no tiene”. La voluntad de un corazón
dispuesto, es una condición previa para una ofrenda. Si primero,
quitar, sino que nos
esa voluntad está presente, entonces, se acepta de acuerdo a lo quiere dar más
que uno tiene y no conforme a lo que no se tiene.
Para resumir este punto diremos que para que una dádiva sea aceptable, la condición previa es
un corazón dispuesto. Debe haber voluntad, un deseo de dar. Y según este deseo uno debe de
dar. Se debe dar no de acuerdo a lo que no se tiene, sino conforme a lo que se tiene. La igualdad
no se hace dando según tu escasez, sino dando según tu abundancia, conforme a tu excedente,
para cubrir las necesidades de otros. Tu excedente se reducirá y puede que se elimine pero tu
escasez se reducirá y ¡puede que sea eliminada también! Eso es dar en el nuevo pacto.
3. TRANSPARENCIA EN LA ADMINISTRACIÓN DEL DAR
Continuando en 2 Corintios 8:16-21, Pablo dice: “Pero gracias a Dios que puso en el corazón de
Tito la misma solicitud por vosotros. Pues a la verdad recibió la exhortación; pero estando también
muy solícito, por su propia voluntad partió para ir a vosotros. Y enviamos juntamente con él al
hermano cuya alabanza en el evangelio se oye por todas las iglesias; y no sólo esto, sino que también
fue designado por las iglesias como compañero de nuestra peregrinación para llevar este donativo,
que es administrado por nosotros para gloria del Señor mismo, y para demostrar vuestra buena
voluntad; evitando que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos,
procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los
hombres.”
Me quiero enfocar en una parte del pasaje anterior que enfaticé. Pablo no solo recolectaba
contribuciones para los santos pobres, sino que también cuidaba de que nadie lo culpara a él o
a su equipo “en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos”. ¿Porqué los culparían?
De que usaran la ofrenda inapropiadamente. De que la usaran para sí mismos. De que dijeran
una cosa e hicieran otra.
Para evitar todo eso, estaba con él un hermano que había sido escogido por las iglesias para que
viajara con él con esa ofrenda. Si tú estás administrando las ofrendas del pueblo de Dios, haz
lo que Pablo hizo: toma medidas de tal manera, que nadie pueda culparte en la administración
de esas ofrendas. ¡Sé transparente! ¡Tan transparente como sea posible! Da actualizaciones
frecuentes de lo que has hecho con la ofrenda. ¿Qué se recibió?, ¿qué se gastó?, ¿cuánto
queda? Ten testigos en los que la gente confíe. No se debe de esconder nada.
Debemos ser abiertos y transparentes con las ofrendas. Pablo se encargó de manejar las cosas
de manera honorable no solo ante los ojos de Dios sino también ante los hombres. Del mismo
modo debemos hacerlo nosotros.
39
4. LA OFRENDA COMO BENDICIÓN Y NO COMO AVARICIA
Avanzando ahora al capítulo 9:1-5, leemos: “Cuanto a la ministración para los santos, es por
demás que yo os escriba; pues conozco vuestra buena voluntad, de la cual yo me glorío entre los
de Macedonia, que Acaya está preparada desde el año pasado; y vuestro celo ha estimulado a la
mayoría. Pero he enviado a los hermanos, para que nuestro gloriarnos de vosotros no sea vano en
esta parte; para que como lo he dicho, estéis preparados; no sea que si vinieren conmigo algunos
macedonios, y os hallaren desprevenidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de
esta nuestra confianza. Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero
a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de
generosidad, y no como de exigencia nuestra.”
La palabra traducida como “generosidad” en el último enunciado es la palabra griega “eulogia”

que significa “bendición”. También, lo que se traduce como “exigencia” es la palabra en griego
“pleonexia” que significa “avaricia”.
Existe una mejor traducción de este último verso: “Me pareció necesario, por lo tanto, rogar a los
hermanos de que fueran primero con ustedes y preparasen primero la bendición antes anunciada,
para que esté lista como bendición y no como avaricia.”
Pablo llama a la ofrenda bendición. No es un diezmo, tampoco un dar de forma obligatoria. ¡Es
una bendición! Así es como nosotros también deberíamos pensar de nuestros dádivas para los
santos pobres: ¡como bendiciones! Pablo estaba muy emocionado porque los corintios estaban
muy dispuestos a dar, pero no los estaba presionando de ninguna manera. La ofrenda iba a
“estar lista como bendición y no como avaricia”.
La palabra usada aquí “pleonexia” usualmente significa avaricia, codicia, lo que lleva a una
persona a defraudar a otros. La idea aquí es que Pablo había hecho que se diera esa ofrenda
como un acto de recompensa, generosamente de parte de ellos, y no como un acto de avaricia
de su parte, no como exhortados por él de parte de ellos.
Pablo quería que la ofrenda de los corintios fuera una bendición y no algo que se les había
sido quitado por avaricia. Es una lástima que haya hoy en día gente que hace lo que propuesta
apostólica condena: usar la manipulación y el incentivo carnal para extorsionar a la gente con
las ofrendas.
Hoy en día, a muchos líderes lamentablemente no le importan los medios mientras obtengan lo
que quieren y no debería ser así. Eso no es de ninguna manera lo que Dios quiere. El quiere que
tu ofrenda sea una bendición, un acto de generosidad, algo que deseas y que puedas dar y que
de ninguna manera sea algo que obtuvieron de ti mediante culpabilidad, extorsión o cualquier
otra técnica que usualmente se practica.
Cuando vemos el ejemplo de Pablo, él no era codicioso en cuanto a las ofrendas. Quería que
los corintios dieran pero era muy cuidadoso, muy tierno. Era cuidadoso en el capítulo 8 y es
cuidadoso aquí también. El quería que el regalo fuera un acto de recompensa, generosidad de
su parte y no un acto de avaricia. Qué liberadora es la Palabra de Dios para encarar la extorsión
que existe hoy en la manera en que muchos demandan dinero.
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5. LA LEY DE SEMBRAR Y COSECHAR
Este principio Pablo lo plantea en 2 Corintios 9:6-7, “Pero esto digo: El que siembra escasamente,
también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al
dador alegre.”
Si hemos escuchado algo, y eso muchas veces, es el verso 6 (“El que siembra escasamente,
también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará”).
Pablo no usa el verso 6 para manipular a los creyentes a dar. Ya había hablado por lo menos hace
un capítulo y medio de cómo dar, antes de llegar a ese verso.
Lo que Pablo hace en el verso 6 es declarar una simple verdad: si siembras escasamente,
escasamente segarás y si siembras abundantemente, abundantemente cosecharás. De acuerdo
a lo que siembras, cosechas. Tu ofrenda será correspondida y será de acuerdo a cuánto hayas
dado.
Sin embargo, la ofrenda debe ser voluntaria, de corazón. Ninguna ofrenda es bienvenida si se
da de mala gana o con tristeza, sin alegría o si se da por compulsión o por necesidad. “Por
necesidad” significa porque tienes que hacerlo. No quieres dar, pero de algún modo te están
forzando a dar. Y eso es lo que muchas veces sucede con el diezmo.
Muchos usan este verso para decirles a otros que si dan bastante Dios se los va a regresar
multiplicado. Además usan para lo mismo, Malaquías 3:10-12, que dice: “Traed todos los diezmos
al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no
os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en
el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán bienaventurados;
porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.”
Entonces la gente da, esperando que Dios se los regrese multiplicado. Algunos predicadores
y ministros usan el pasaje anterior equivocadamente persuadiendo a su audiencia a dar con
la promesa de muchas bendiciones financieras. Así que la gente da. ¿Pero por qué? ¿Cuál
es el motivo? Ninguno de los motivos mencionados en la Palabra de Dios. No es un acto de
generosidad de corazón, sino un acto hecho por culpabilidad (dan para no defraudar a Dios
como el predicador les dijo) o un acto de codicia (dan para que se les regrese mucho más).
A Dios se le presenta como una máquina de hacer dinero, como un banco. Da tu diezmo y te será
devuelto multiplicado. ¡Tener al dinero como motivación es un error! Aunque Dios sí retribuye
generosamente a aquellos que dan en abundancia, estaría fuera de orden y de integridad para
Pablo usar 2ª de Corintios 9:6 para persuadir a los corintios ¡a dar bajo las promesas de más y
grandes cosechas! Lo que yo creo que Pablo quería hacer era declarar los hechos.
Sin duda hay cosecha para los dadores, pero no damos para que Dios nos dé, damos porque
sabemos que ya todo nos ha sido dado (2 Pedro 1:3). No damos para que Dios nos bendiga,
damos porque ya hemos sido bendecidos plenamente (Efesios 1:3). No damos para que Dios
nos abra los cielos, damos porque Cristo los abrió para siempre y nada ni nadie los puede cerrar
(Juan 1:51). No damos por emoción ni manipulación, sino con gozo, por honra y con propósito.
41
Sin duda hay recompensa, no sabemos plenamente qué es, pero

¿porqué tendría que ser necesariamente una cosecha financiera
o únicamente una cosecha que se recibe tan solo en la vida
terrenal presente? Lo más importante ¡es que hay una cosecha! Sin duda hay cosecha
Y también el que siembra escasamente, escasamente cosechará para los dadores, pero
y el que siembra abundantemente, abundantemente cosechará.
¡Eso es un hecho!
no damos para que Dios
nos dé, damos porque
La Palabra no habla de cosechas financieras, habla de cosechas sabemos que ya todo nos
y puede haber muchos tipos de ellas, incluyendo financieras.
¿Las quieres llamar “bendiciones”, aquí y en el cielo? Llámalas
ha sido dado
bendiciones. ¡A mí me gusta más la palabra cosecha! ¿Quieres
cosechar mucho? ¡Siembra mucho también!
Pablo usó la ilustración de las semillas para explicar que los recursos de Dios no deben ser
escondidos, devorados negligentemente o malgastados, sino cultivados a fin de producir mayor
cosecha. Cuando invertimos en los planes de Dios lo que Él nos ha provisto, entonces el efecto
real es que Dios nos dará aún mucho más para dar.
Ahora, volviendo al sistema del dar, hay otra distorsión creada por eso: se presiona a la gente a
dar su diezmo en la canastilla de la iglesia local y luego cuando ven a un hermano en necesidad
piensan “ya di mi diezmo a la iglesia”. Así que damos por necesidad para propósitos que poco
ayudan al pobre (la mayoría de lo que se da en la canastilla de la iglesia local en realidad no
termina ayudando al pobre, es triste pero real, solo un vistazo al presupuesto de la iglesia es
suficiente para verificarlo) y cuando viene un pobre no queremos o no podemos ayudarle. Esto
es real, triste y una situación común.
6. TODO LO SUFICIENTE EN TODAS LAS COSAS ES GARANTIZADO POR DIOS
Esta verdad se establece en 2 Corintios 9:8-9, que dice: “Y poderoso es Dios para hacer que
abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente,
abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece
para siempre.”
Encuentro en este grandioso texto, cuatro todos que Dios afirma para el dador alegre y generoso,
que son: Toda gracia, todas las cosas, todo lo suficiente y toda buena obra.
Dios a través de Pablo no deja sombra de duda: nadie va a padecer necesidad por dar
generosamente. Como pone en claro, Dios asegura que ¡tendrán lo suficiente en todas las cosas
y eso siempre! ¡Tendrán abundancia por cada buena obra! ¡Dios mismo lo garantiza!
Luego Pablo cita el Salmo 122:9 que dice: “Reparte, da a los pobres; Su justicia permanece para
siempre”. Ahora este pasaje no se refiere a Dios. No dice: “Dios ha repartido, Dios ha dado al
pobre; la justicia de Dios permanece para siempre”. Sino que este Salmo se refiere al hombre
temeroso Dios cuya generosidad es evidente.
Vamos a leerlo completo porque contiene más promesas:
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“Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
Su descendencia será poderosa en la tierra; La generación de los rectos será bendita. Bienes y
riquezas hay en su casa, Y su justicia permanece para siempre. Resplandeció en las tinieblas luz a los
rectos; Es clemente, misericordioso y justo. El hombre de bien tiene misericordia, y presta; Gobierna
sus asuntos con juicio, Por lo cual no resbalará jamás; En memoria eterna será el justo. No tendrá
temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová. Asegurado está su corazón; no
temerá, Hasta que vea en sus enemigos su deseo. Reparte, da a los pobres; Su justicia permanece
para siempre; Su poder será exaltado en gloria. Lo verá el impío y se irritará; Crujirá los dientes, y se
consumirá. El deseo de los impíos perecerá.”
El hombre que teme al Señor es bendecido, una de las cosas que hace el hombre temeroso
de Dios, es dar al pobre. Es generoso al dar. Reparte. No es tacaño, sino generoso, porque
Dios es su abundancia. Y como dice el texto citado, Dios mismo garantiza que cuando das
generosamente al pobre no te va a faltar semilla para que sigas sembrando y cosechando como
un principio del reino.
Esta verdad luego Pablo la amplia en los versículos 10 al 15 que dicen:
“Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y
aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad,
la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. Porque la ministración de este
servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones
de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que
profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos;
asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia
de Dios en vosotros. ¡Gracias a Dios por su don inefable!”
Dios, quien suple la semilla al sembrador y el pan para la comida suplirá y multiplicará la semilla
que hemos sembrado para que podamos sembrar aún más. Y Pablo explica que esa dádiva, la
ofrenda al pobre, abundará en muchas acciones de gracias a Dios. En el ejemplo de los corintios
los receptores glorificaban a Dios por la generosidad de los creyentes de Corinto.
Pablo enseña que el dar encierra una doble acción de gracias

a Dios, por parte de quien da, pues vive agradecido con Dios hemos de ver un mayor
porque le ha dado y le permite el privilegio de dar (Hechos incremento en las dádivas
20:35), y por parte del que recibe, pues agradece a Dios
haberle suplido por medio de la dádiva recibida.
de los creyentes cuando
se fomente una cultura de
Igualmente en el verso 15, nos aclara que el dar es un don generosidad, nacida de una
que Dios nos concede para manifestar la naturaleza generosa
que hemos recibido por medio del don mayor que Él nos ha
mentalidad de bendecido y
dado en la persona de su Hijo Jesucristo (2 Corintios 9:15). no de necesitado
Con seguridad, hemos de ver un mayor incremento en las dádivas de los creyentes cuando se
fomente una cultura de generosidad, nacida de una mentalidad de bendecido y no de necesitado,
de un pueblo que invierte para el extendimiento del reino de Cristo y no el mantenimiento de la
organización religiosa.
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Conclusión:
A continuación vamos a resumir los puntos más sobresalientes:
1. Lo que habla 2 de Corintios 8 y 9 es sobre dádivas, ofrendas, gracia. No habla de diezmos ni

diezmadores, sino de dádivas y dadores.
2. El propósito de esta ofrenda era para apoyar a los santos pobres de Jerusalén. Apoyar a los
santos pobres no es el único propósito al cual puede ir la ofrenda, las Escrituras registran más
propósitos. Sin embargo, dar al pobre es uno de los más importantes. Yo creo, basado en la
Escritura, que apoyar a los santos pobres debería tener una prioridad muy alta en el dar de la
gente y en el dar congregacionalmente.
3. La gente daba libremente y no estaba forzada a dar. Desear era una condición previa para
dar. Era el motivador principal. No hay lugar para dádivas dadas por culpabilidad o “porque es
obligatorio”.
4. La gente daba conforme a lo que tenían y no en cuanto lo que no tenían. No había un porcentaje
fijo de cuánto alguien debería de dar. Todo era una combinación de a) deseo y b) posibilidad esto
es, “conforme a lo que tenían”, “según haya sido prosperado”.
5. Pablo quería que la ofrenda fuera un acto de generosidad de lado de los corintios y no un acto
de avaricia o codicia de su parte, donde él de algún modo extorsionara el dar de ellos a través
de culpa o cualquier otra forma manipulativa. En comparación con muchos hoy en día, Pablo
no usaba la culpabilidad para tomar la ofrenda. El dar no es lo único importante. Es igualmente
importante cómo es pedida la ofrenda. Usando culpabilidad para motivar a la gente a dar está
equivocado. El único motivador válido que veo es el desear de corazón hacerlo.
6. No debe de darse de mala gana o por necesidad. Sino que debe darse con alegría y gratitud.
La ofrenda en sí misma no es suficiente. Es igualmente importante cómo se da y qué es lo que
motivó a la persona a dar.
7. El que siembra escasamente, escasamente segará y el que siembra generosamente,

generosamente cosechará. Si quieres una ley, esta es una ley, un principio que nunca será
violado. Dar es como sembrar semilla. Siembras mucho, cosechas mucho. Pablo no establece
eso para persuadir a la gente para que den por codicia. No hay nada bueno en la codicia y eso
nunca puede ser un motivador para nada. Dice eso para establecer un hecho, y la ley de sembrar
y cosechar es un hecho.
8. Dios mismo asegura que de ninguna manera empobrecerás dando generosamente. Dios mismo
lo garantiza. Como la Palabra dice: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda
gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda
buena obra”.
9. Pablo tomaba medidas para no permitir ninguna oportunidad para que alguien lo culpara sobre
la administración de esos recursos. Era completamente transparente en cuanto a la ministración
y administración de las ofrendas, en su tarea apostólica encontramos un modelo ejemplar para
mantener una actitud sana en la forma, motivación y uso de las ofrendas.
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Capitulo 4 - Mayordomia Del Cuerpo MAYORDOMÍA INTEGRAL DEL REINO
MAYORDOMÍA DEl Cuerpo

El valor que demos a nuestro cuerpo físico representa el grado de entendimiento que tenemos
acerca del diseño y propósito de Dios, al crearnos de esta forma para ser una representación de
su imagen y semejanza.
Somos la única criatura del universo que posee un cuerpo acompañado con facultades de un ser
pensante y un espíritu eterno. Esto nos debe llevar a tomar un momento para reflexionar sobre
las maneras en las cuales fuimos hechos de manera particular y maravillosamente especiales por
y para nuestro Dios (Salmo 8:4-8 y 139:13-16).
Si pensamos en nuestros cuerpos como un recipiente creado por Dios en el vientre de nuestras
madres, empezamos a comprender que este cuerpo que llamamos “nuestro” es realmente prestado.
Si reconocemos que fuimos creados a la imagen de Dios (Génesis 1:26), y que somos en realidad
una representación de Dios, entonces de manera responsable debemos administrar nuestros
cuerpos en forma saludable y productiva.
No es que somos llamados a estar obsesionados con tener cuerpos esbeltos y estar en buena
forma, pero hay un principio implicado en este conocimiento espiritual que nos pide tratar nuestro
cuerpo físico con honor, respeto y valor.
Muchas personas viven cautivadas por su naturaleza física, al punto que terminan dándole culto
al cuerpo, y lo único que les importa es dedicar su tiempo, energía y recursos para formar
cuerpos esculturales, inducidos por una sociedad superficial que valora lo aparente, lo externo y
lo cosmético, donde el símbolo de belleza se mide por los estándares que el mercado promueve.
Por otro lado, otros parecen darle poca importancia a su figura física, viven de manera irresponsable
y descuidada, sin prestarle ninguna atención a estos “vasos de barro”, como describe Pablo en
2 Corintios 4:7.
¿Cómo podemos tener un balance sano en nuestras responsabilidades para cuidar nuestros
cuerpos como templos del Espíritu Santo?
Encontramos en el Nuevo Testamento dos ejemplos de la

el Cristo Eterno se encarnó
mayordomía del cuerpo que nos deben servir como referente en forma semejante a la
para la correcta y sabia administración de la vida física. nuestra, y reconoció que
El primero es Jesús, quien siendo el Cristo Eterno se encarnó
el Padre mismo le preparó
en forma semejante a la nuestra, y reconoció que el Padre el cuerpo adecuado para
mismo le preparó el cuerpo adecuado para cumplir su misión cumplir su misión terrenal
terrenal (Hebreos 10:5-10).
Para cumplir con los requerimientos legales que el viejo pacto establecía, el Cordero tuvo que
presentarse sin mancha y sin defecto físico alguno, es por ello que podemos inferir que la
calidad de la sangre que Jesús ofreció para cumplir el pacto eterno, estaba libre de triglicéridos
y colesterol, lo cual indica que su alimentación era saludable.
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Un ejemplo más humano es el de Pablo, quien en sus epístolas nos revela que estaba
probablemente más consciente de su mortalidad y la naturaleza frágil de la vida, porque él sufría
físicamente por ser un discípulo de Jesús.
Él miraba su cuerpo como un medio por el cual daba testimonio de su fe, según lo describe
en 2 Corintios 4:10-11, e instaba a los creyentes a manifestar la vida de Jesús por medio de
sus cuerpos, así como el mismo afirmaba llevar en el suyo las marcas de su pertenencia y
compromiso al Señor Jesús (Gálatas 6:17).
El apóstol Pablo también enseña que nuestro cuerpo físico es parte de nuestro ser integral, el
cual debe ser guardado irreprensible para Cristo, tal como lo expone en 1 Tesalonicenses 5:23,
que a la letra dice: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu,
alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”
En este mismo orden de ideas, nos reitera en Romanos 12:1-2, que el cuerpo como parte de
nuestro ser, debe ser presentado a Dios como un culto vivo, santo y agradable a El (Romanos
12:1), pero no darle culto al cuerpo.
Si bien es cierto que debemos cultivar un sentido estético de nuestro cuerpo, es más importante
el valor ético que se le debe rendir, pues Pablo declara que nuestros cuerpos son instrumentos
de justicia y no de iniquidad (Romanos 6:12-13).
De igual manera, Pablo en 1 Corintios 6:13-20, hace una solemne declaración del valor sagrado
de nuestros cuerpos como templo del Espíritu Santo, si esta verdad mayeståtica fuese entendida
y valorada en su enorme implicación, todos los hijos de Dios nos guardaríamos de afrentarle y
deshonrarle en actos de inmoralidad por medio de nuestros cuerpos.
Algunas personas transmiten su imagen del cuerpo hacia sus sentimientos en cuanto a su imagen
espiritual, pues reconocen que hay alguna conexión, es por ello que una imagen positiva o
negativa del cuerpo impactará en cómo nos expresamos espiritualmente hacia Dios o hacia otros.
Parte de nuestra imagen personal en cuanto al aspecto físico tiene que ver con nuestra apariencia
externa, y al respecto surge una pregunta: ¿Por qué debemos tener buena apariencia externa si,
después de todo, Dios mira al corazón? (1 Samuel 16:7). Precisamente porque, a diferencia del
Señor, la gente no mira el corazón sino lo de afuera.
Si el templo del Espíritu Santo, el cuerpo de un creyente, aparece descuidado porque su

mayordomo lo descuida, la gente pensará trivialmente del Espíritu Santo y Dios será deshonrado.
Por lo tanto necesitamos considerar cómo honrar a Dios por medio de nuestra apariencia externa.
Existen algunos aspectos básicos y prácticos que debemos tener en cuenta para obtener una
imagen correcta y una buena apariencia externa:
Conserve limpio su cuerpo. El creyente, como mayordomo, tiene la responsabilidad de

conservar limpio el templo del Espíritu; desde nuestra parte moral, pero también la parte higiénica,
lo cual significa que su cuerpo y ropa deberían estar limpios y presentables. ¡No hay excusa para
confundir humildad con suciedad! Desafortunadamente, esto ha ocurrido en algunas ocasiones
y el resultado ha sido la deshonra a Dios.
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Vístase de manera apropiada. Esto lo determina el momento, el lugar y la ocasión. Nos

deberíamos vestir, de manera que pudiéramos agradar a Dios, y no a nosotros mismos o al
mundo. Después de todo, estamos hablando de presentar el templo de Dios. No es propio de
un representante de los valores y cultura del reino vestirse de manera sensual y atrevida, pero
tampoco de forma mística y anticuada.
De acuerdo con este principio, considero que los siguientes aspectos deberían influir la manera
de vestirse los hijos de Dios. Estos son distinción, modestia, sencillez y decoro, tal como lo
indican los escritos apostólicos y aplicarlos de manera consistente en nuestra cultura, según el
Espíritu Santo nos dirige. (1 Corintios 11:2-15, 1 Timoteo 2:9; 1 Pedro 3:3, Santiago 2:2).
Somos una creación compleja en partes entrelazadas todas milagrosamente sostenidas en esta
colección biológica y química de órganos, músculos y fluidos. Cada parte de nuestro ser influye
sobre las otras. Somos más que el resultado de nuestras partes individuales, porque dentro de
sí mora la presencia de nuestro Creador.
Lo que nos debe asombrar diariamente es lo bien que todo

funciona, por lo tanto, las partes individuales no pueden estar
fuera de balance. El estar entero, significa estar consciente de tristemente cuando
todos los aspectos entrelazados internos y externos, físicos e alguna parte de
intelectuales, mortales e inmortales.
nuestro cuerpo está
Es nuestra responsabilidad saber cuáles áreas puedan estar en enfermo, tomamos
necesidad de alineamiento y balance. En vez de estar desanimado tiempo para apreciar lo
por las áreas que puedan ser menos de lo ideal, regocíjese en lo
bien que podemos funcionar a pesar de ser menos que perfectos. que realmente significa
Ninguno debe presumir que está en perfecto alineamiento, pero estar saludables.
podemos utilizar nuestras áreas fuertes para ayudarnos en las
áreas donde se necesita el crecimiento.
A menudo, tristemente cuando alguna parte de nuestro cuerpo está enfermo, tomamos tiempo
para apreciar lo que realmente significa estar saludables.
Pablo nos enseña a ejercer dominio propio sobre algunos deseos, y que por causa de las metas
superiores de la carrera celestial, es necesario poner el cuerpo como un siervo y no como un
amo (1 Corintios 9:27).
El manejo y cuidado que se tiene con nuestro ser representa el valor que damos al templo del
Espíritu Santo y el uso correcto que demos de él, refleja también nuestra responsabilidad de ser
buenos mayordomos en todo lo que Dios nos ha confiado.
Para lograr un cuerpo sano, es necesario tener una salud espiritual, emocional y mental apropiada,
pero además de ello, es necesario trabajar en los siguientes aspectos para gozar de una salud
física:
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1. ALIMENTACIÓN SALUDABLE
Una alimentación balanceada es signo de fortaleza y de orden. Los problemas alimenticios se

deben a la falta de un horario para ingerir los alimentos y la falta del conocimiento en materia de
alimentación.
Los problemas de alimentación provocan sobrepeso, cansancio, enfermedades. Incluso pueden

ser más graves en el hombre que en las mujeres debido a nuestra cultura en donde al hombre
no se le reprocha su aspecto físico en el mismo grado que a la mujer. Debemos preguntarnos
porque la mortalidad en los hombres es de diez años más jóvenes que en las mujeres.
Quisiera valerme de los comentarios de James Brumer, un experto de la OMS (Organización

Mundial de la Salud), para que aprendamos distintos aspectos fundamentales sobre este
importante tema:
1.1. ¿Cómo Promover Una Alimentación Saludable?
La alimentación evoluciona con el tiempo y se ve influida

por muchos factores e interacciones complejas. Los
ingresos limitados, los precios de los alimentos orgánicos Una alimentación saludable
y naturales (que afectarán a la disponibilidad de alimentos es clave para gozar de un
saludables y a su asequibilidad), las preferencias y peso saludable, pero un peso
creencias individuales, las tradiciones culturales, y los
factores geográficos, ambientales y socioeconómicos saludable, no es cuestión de
interactúan de manera compleja para configurar los dieta, sino de un estilo de vida
hábitos individuales de alimentación.
Por consiguiente, promover un entorno alimenticio saludable, que incluya sistemas alimentarios
que promuevan una dieta diversificada, equilibrada y sana, requiere la participación de distintos
factores y actores, entre ellos nuestras costumbres, creencias, familia y sociedad.
Una alimentación saludable es clave para gozar de un peso saludable, pero un peso saludable, no
es cuestión de dieta, sino de un estilo de vida. Una alimentación saludable es aquella que aporta
todos los nutrientes esenciales y la energía que cada persona necesita para mantenerse sana.
Una persona bien alimentada tiene más oportunidades de desarrollarse plenamente, vivir con
salud, aprender y trabajar mejor, protegerse de enfermedades.
Alimentarse saludablemente, además de mejorar la calidad de vida en todas las edades, ha

demostrado prevenir el desarrollo de enfermedades como la obesidad, diabetes, enfermedades
cardiovasculares y cerebrovasculares, hipertensión arterial, osteoporosis, algunos tipos de
cáncer, anemia, infecciones y otras más.
Llevar una alimentación sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus
formas, así como distintas enfermedades no transmisibles y diferentes afecciones. Sin embargo,
el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los
estilos de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios. Ahora se consumen
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más alimentos hipercalóricos, más grasas saturadas, más grasas de tipo trans, más
azúcares libres y más sal o sodio; además, hay muchas personas que no comen suficientes
frutas, verduras y fibra dietética, como por ejemplo cereales integrales.
La composición exacta de una alimentación saludable, equilibrada y variada depende de

las necesidades de cada persona (por ejemplo, de su edad, sexo, hábitos de vida, ejercicio
físico), el contexto cultural, los alimentos disponibles localmente y los hábitos alimentarios.
No obstante, los principios básicos de la alimentación saludable son siempre los mismos.
Un estilo de vida saludable conlleva muchas decisiones. Entre ellas, la elección de una dieta
o un plan de alimentación equilibrado. Entonces, ¿cómo se elige un plan de alimentación
saludable? Comencemos por definir qué es un plan de alimentación saludable.
Según las Guías Alimentarias para los Estadounidenses, un plan de alimentación saludable
tiene en cuenta lo siguiente:
+ Resalta la importancia de las frutas, las verduras, los cereales integrales, la leche y los
productos lácteos sin grasa o bajos en grasa.
+ Incluye carnes magras, aves, pescado, frijoles, huevos y nueces.
+ Contiene poca cantidad de grasas saturadas, grasas trans colesterol, sal (sodio) y azúcares
adicionales.
+ Se mantiene dentro de sus necesidades calóricas diarias.
1.2. ¡Aliméntese En Forma Saludable Y Disfrute De Sus Comidas!
Un plan de alimentación saludable para controlar el peso incluye una variedad de alimentos
que quizás usted no haya considerado. Si la “alimentación saludable” le hace pensar en
los alimentos que no puede comer, trate de concentrar su atención en todas las comidas
nuevas que puede comer:
+ Frutas frescas: no piense solo en manzanas y bananas. Esas son excelentes opciones,
pero pruebe también algunas frutas “exóticas”. ¿Qué le parece un mango? ¡O una piña
jugosa o un kiwi! Cuando no sea la temporada de su fruta fresca preferida, puede probar
las versiones congeladas, enlatadas o secas de las frutas frescas que le gustan. Una
advertencia acerca de las frutas enlatadas es que pueden contener azúcares, jarabes
adicionales, preservativos químicos. Asegúrese de elegir las variedades de frutas que sean
envasadas en agua o en su propio jugo.
+ Verduras frescas: pruebe algo nuevo. Es posible que descubra que le gustan las verduras
a la parrilla o al vapor sazonadas con hierbas que aún no ha probado, como el romero.
Puede sofreír las verduras en una sartén antiadherente con un poco de aceite en aerosol.
O pruebe con verduras congeladas o enlatadas para preparar un acompañamiento rápido,
solo necesita calentarse y servirse. Cuando pruebe verduras enlatadas, busque las que
vienen sin sal adicional, sin mantequilla ni salsas de crema. Comprométase a ir a la sección
de verduras y probar una nueva verdura por semana.
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+ Alimentos ricos en calcio: puede ser que piense automáticamente en un vaso de leche baja
en grasa o sin grasa cuando alguien dice que debe “comer más productos lácteos”. Pero, ¿qué
pasa con los yogures bajos en grasa y sin grasa que no contienen azúcares adicionales? Estos
vienen en una amplia variedad de sabores y pueden ser un excelente sustituto de los postres
para los que les gusta el dulce.
La nueva versión de un viejo conocido: si su receta favorita lleva pescado frito o pollo empanizado,
trate de cocinarlos al horno o a la parrilla para lograr variaciones más saludables. Tal vez incluso
pueda probar una receta que lleva frijoles secos en lugar de carne con alto contenido de grasa.
Pregunte a sus conocidos o busque en internet y revistas las recetas que contengan menos
calorías, ¡es posible que se sorprenda al descubrir que tiene un nuevo plato preferido!
El Plan Pirámide de alimentación se basa en el número aproximado de calorías que su cuerpo

necesita de acuerdo a su edad, sexo, estatura, peso y nivel de actividad. El plan le da las
cantidades que debe comer diariamente de los distintos grupos alimenticios, para cumplir con el
objetivo de calorías a consumir.
1.3. ¿Tengo Que Renunciar A Mi Comida Reconfortante Favorita?
¡No! Una alimentación saludable se basa en el equilibrio. Usted puede disfrutar de sus comidas
favoritas aunque tengan un alto contenido de calorías, grasas o azúcares adicionales. La clave
es comerlas solamente de vez en cuando y equilibrarlas con los alimentos más saludables y más
actividad física.
Algunos consejos generales sobre las comidas reconfortantes:
+ Consúmalas con menos frecuencia. Si usted normalmente consume estos alimentos todos
los días, reduzca la frecuencia a una vez por semana o una vez al mes. De esa manera, reducirá
las calorías que ingiere al no consumir este tipo de comida con tanta frecuencia.
+ Coma porciones más pequeñas. Si su alimento de alto contenido calórico favorito es una
barra de chocolate por la tarde, consuma una de tamaño más pequeño o solo la mitad de
una barra. Pero tenga cuidado. Este método funciona bien para algunas personas, pero otras
pueden descubrir que es demasiado tentador tener su comida favorita disponible, aunque sea
en cantidades más pequeñas.
+ Pruebe una versión con menos calorías. Use ingredientes bajos en calorías o prepárela
de otra manera. Por ejemplo, si la receta de macarrones con queso que usa lleva leche entera,
mantequilla y queso de grasa natural, trate de prepararla con leche sin grasa, menos mantequilla,
queso crema bajo en grasa, espinacas frescas y tomates. Solo recuerde que no debe aumentar
el tamaño de sus porciones.
Lo importante es que usted puede encontrar la manera de incluir a casi todos los alimentos en su
plan de alimentación saludable y aún así bajar de peso o mantener un peso saludable.
La clave es ser constante y tomar siempre opciones saludables en su alimentación. Si escoge

siempre opciones saludables, con el tiempo puede llegar a tener mejores hábitos alimenticios.
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Al pensar más de manera positiva y concentrarse en los alimentos que puede comer, se ayudará
a sí mismo a establecer hábitos alimenticios saludables.
2. EJERCICIO PRÁCTICO
El ejercicio es una actividad que se deja siempre de lado,

sólo nos importa la diversión, no el ejercicio como actividad
que nos puede mantener en buena forma. Pasamos el
tiempo quejándonos de dolores diversos, la espalda, la
La actividad física regular
cabeza, o en el mejor de los casos, un cansancio de todo es una de las cosas más
el día producto de nuestra conducta sedentaria. importantes que podemos
Una rutina de ejercicio de 15 a 30 minutos diarios nos
hacer para conservar o
puede cambiar el ánimo y la sensación de nuestro entorno. mejorar nuestra salud
Podemos sentirnos bien con nosotros mismos si nos
comprometemos a mantener nuestro cuerpo en forma.
La actividad física regular es una de las cosas más importantes que podemos hacer para conservar
o mejorar nuestra salud. Nos ayuda a controlar el peso, a reducir el riesgo de enfermedades del
corazón, a evitar la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial, ciertos tipos de cáncer, fortalece
nuestros huesos y músculos, mejora nuestras emociones y nos da bienestar.
Hacer ejercicio aumenta nuestra esperanza de vida… Pero ¿cómo hago para aumentar mi
actividad física si no me considero una persona activa?
A continuación presento algunas recomendaciones que Diana Alva, Experta en Salud y Nutrición,
nos ofrece, para que iniciemos una actividad física que nos ayudará a lograr un nivel físico
aceptable.
a. Es fácil. Caminar es la forma más sencilla para comenzar a mejorar nuestra actividad, no
cuesta dinero, es seguro y fácil. Caminar funciona: por cada hora de caminata, prolongamos
nuestra vida por dos horas. Caminar por 30 minutos nos da beneficios en la salud del corazón, y
es la forma más efectiva para ejercitarlo.
Si podemos encontrar un bello lugar para caminar en presencia de vegetación no sólo estaremos
ejercitando nuestro cuerpo sino estaremos conectándonos con la naturaleza y generando
bienestar emocional. Podemos caminar por 3 lapsos de 10 minutos, repartidos a lo largo del día,
paseando al perro o en una caminata después de comer o cenar.
Una excelente inversión es comprar un podómetro, un aparato que mide cada paso que damos.
Debemos de dar 10,000 pasos al día para estar saludables y en general caminamos sólo 1,000. Un
podómetro es una excelente forma de medir nuestra actividad física y lograr objetivos tangibles
y medibles.
b. Se puede ejercitar en casa. Los hijos verán nuestro ejemplo y estarán formando un buen
hábito. Se pueden combinar nuestras actividades diarias con la actividad física. En casa podemos
hacer actividades de limpieza como barrer, trapear, limpiar ventanas, trabajar el jardín.
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Al hablar por teléfono podemos hacerlo de pie, y si tenemos aparatos de ejercicio como bicicletas
fijas y caminadoras, podemos hacer ejercicio mientras miramos la televisión. Ahora con Internet,
se pueden ver videos sobre cómo ejercitarse en casa, con rutinas efectivas que se pueden
hacer en un pequeño espacio con la ayuda de sillas o mesas, podemos encontrar videos sobre
técnicas, fortalecimiento muscular, etc.
c. En la calle. Podemos ir a tiendas y lugares cercanos caminando o usando la bicicleta en lugar

del auto. En caso de ir en carro, estacionarlo lejos de la entrada es buena forma de aumentar la
actividad física.
Podemos caminar una o dos vueltas extras en el supermercado u otras tiendas. Si vamos en
transporte público, podemos hacer la parada unas cuadras antes de bajarnos para caminar más.
d. En la oficina. Si nuestro trabajo está en una oficina puede ser que nuestra actividad física
sea muy baja. Podemos realizar caminatas de discusión sobre asuntos del trabajo, podemos ir
personalmente con personas de otras áreas en lugar de llamarles por teléfono, usar las escaleras
en lugar del elevador.
Muchas empresas tienen equipos deportivos, si están disponibles estás opciones aprovéchalas.
e. El deporte. Realizar actividad física con el extra de recrearnos es excelente. Los deportes
nos aportan beneficios extras pues nos hacen concentrarnos en el juego y la diversión además
de activarnos. También nos entrenan a nivel emocional pues muchos deportes implican trabajar
en equipo, practicar el planteamiento de objetivos y metas, concentración y habilidad ante las
situaciones de ganancia y pérdida.
Integrarnos a un equipo aumenta nuestra sensación de pertenencia, nos hace socializar y

encontrar a gente que nos impulse a seguir con su ejemplo, acompañamiento y motivación.
f. Los aeróbicos. Este tipo de actividad es una forma muy agradable de ejercitarnos ya que
es expresiva e involucra la música. La música nos lleva al movimiento y a disfrutar mucho más
nuestra sesión de actividad física.
Se puede hacer en forma pública o privada, en grupo o individualmente, hay variantes para todos
los gustos y edades. La música siempre genera movimiento pues está llena de ritmo y marca el
tiempo para una actividad de forma muy dinámica.
g. Vacaciones. Se pueden planear viajes de vacaciones o de fin de semana que incluyan

actividad física como visitas a lagos para remar, escalar montes, caminar en pueblos relativamente
cercanos, caminar en el centro histórico, ir a andar en bicicleta, ir a nadar.
h. Motivación. Para hacer ejercicio debemos hacerlo de forma que nos guste, que lo disfrutemos,
no que sea una tortura para nosotros. Para eso debemos también ajustarlo a nuestro nivel de
condición física. Si tenemos algún familiar o amigo que quiera hacer ejercicio con nosotros nos
sentiremos más impulsados.
i. Empezar poco a poco. Debemos comenzar preguntándonos: ¿me gusta hacer ejercicio solo
o con un grupo? ¿me motiva más tener un entrenador? ¿puedo costearme unas clases o por el
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momento debo elegir actividades que no impliquen gastos? ¿prefiero actividades al aire libre?
¿hay algún lugar cercano que sea seguro y con áreas verdes para ejercitarme? ¿qué días y en
qué horario podría comprometerme a agendar mi actividad física?
Ya que has decidido el lugar, tipo y cantidad de ejercicio, debes comenzar por sesiones cortas de
10 o 15 minutos e incrementar poco a poco la actividad hasta mejorar tu condición física.
Calienta con movimientos suaves y repetitivos y siempre haz estiramiento para mejorar tu
flexibilidad, incluye movimientos que te hagan sudar (cardiovascular o aeróbico) y también algo
de fuerza como sentadillas, abdominales y lagartijas, levantamiento de piernas y brazos, incluso
el uso de pesas ligeras o ligas para fortalecer los músculos. De esta forma tu ejercicio será
completo y verás buenos resultados en menos de 4 semanas, lo que te mantendrá más adherido
y motivado al programa de ejercicio que deberá ser para toda la vida.
j. Calzado y ropa adecuada. Podemos motivarnos también para un compromiso y disciplina de

ejercicios, si invertimos en ello, para eso, debemos comprar un buen par de tennis (en algunas
tiendas especializadas te los hacen a tu medida y forma de pisada), también comprar una ropa
deportiva que nos motive a hacer ejercicio (aunque no es necesario tener esto para empezar lo otro).
Si pensamos en la mayordomía del tiempo como las horas que dedicamos a la iglesia, después
de nuestras agotadoras jornadas de trabajo no hemos entendido absolutamente nada.
3. DESCANSO APROPIADO
Los tiempos modernos han creado un ritmo de vida acelerado,

producto de la revolución tecnológica, la congestión de
las ciudades, las demandas de un trabajo excesivo, la Gran parte de un buen
globalización de la informática y otros factores más, que
atentan contra un estado óptimo de salud y bienestar, y descanso físico, es
la falta de un descanso apropiado es sin duda, uno de los producto de dormir bien y
peligros más latentes. tener un sueño de calidad,
Disfrutar de un buen descanso es fundamental para reponerse el cual no puede ser escaso
y recuperar la energía necesaria para afrontar las actividades ni excesivo
diarias en condiciones óptimas. Cuando el descanso no es
suficiente o es incorrecto, el estado físico, anímico y mental
se resienten.
Gran parte de un buen descanso físico, es producto de dormir bien y tener un sueño de calidad, el cual
no puede ser escaso ni excesivo, ya que el reposo adecuado es esencial para la salud y bienestar.
Muchas personas tienden a infravalorar la importancia de un descanso apropiado como un asunto

responsable para la administración correcta de sus vidas ¿Pero hasta qué punto es importante el
descanso? , ¿Cuáles son sus funciones? , ¿Realizamos un buen descanso? Y sobre todo ¿Cómo
conseguir un buen descanso?
Son las preguntas a las que vamos a intentar dar respuesta en esta sección, para lo cual queremos
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ofrecer unos valiosos consejos que nos ayudarán a dormir y reposar de la mejor forma posible,
mejorando los hábitos de descanso en beneficio de nuestra salud, como buenos mayordomos
de nuestros cuerpos, que Dios nos ha dado para cumplir nuestro propósito de vida.
3.1. Razones Para Un Buen Descanso
Para ello queremos valernos de varios aportes profesionales entre ellos el del Dr. Merrill Mitler,
experto en sueño y neurocientífico del National Institute Health (NIH), quien dice que “el dormir
mantiene todos los aspectos del cuerpo de una forma u otra: el equilibrio energético y molecular,
así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor”.
Cuando uno está cansado, no tiene el mejor rendimiento posible. El dormir ayuda a pensar
con más claridad, a tener mejores reflejos y a concentrarse mejor. “La realidad es que cuando
observamos a alguien que ha descansado bien, esa persona está operando a un nivel distinto
que quienes intentan seguir con una o dos horas de sueño por noche”, explica el Dr Mitler.
“La pérdida de sueño daña los niveles superiores de razonamiento, resolución de problemas y
atención a los detalles”. Las personas que están cansadas tienden a ser menos productivas en
el trabajo. Tienen más posibilidades de sufrir accidentes de tránsito. La falta de sueño también
influye sobre el estado anímico, que puede afectar la manera en que uno interactúa con otros. El
déficit de sueño, con el paso del tiempo, incluso puede incrementar el riesgo de sufrir depresión.
Sin embargo, descansar no solamente es fundamental para el cerebro. “El descanso afecta
a casi todos los tejidos de nuestro cuerpo, afecta las hormonas de crecimiento y del estrés,
nuestro sistema inmunitario, el apetito, la respiración, la presión arterial y la salud cardiovascular.
Sin dudas el sueño es fisiológicamente necesario, pues es regulador de los biorritmos y garantía
para el equilibrio entre las exigencias biológicas internas y el medio exterior.”
La investigación demuestra que la falta de sueño aumenta el riesgo de padecer obesidad,

enfermedades del corazón e infecciones. Durante la noche, la frecuencia cardíaca, la frecuencia
de respiración y la presión arterial suben y bajan, un proceso que puede ser importante para la
salud cardiovascular. Mientras se duerme, el cuerpo libera hormonas que ayudan a reparar las
células y a controlar el uso de la energía que hace el cuerpo. Estos cambios hormonales pueden
afectar su peso corporal.
“A nivel fisiológico, se ha visto en investigaciones actuales que la falta de sueño también repercute
en la habilidad para procesar la glucosa, lo que puede provocar altos niveles de azúcar en la
sangre y provocar la diabetes o un aumento de peso”, cuenta Mitler.
Por otra parte, en estudios recientes se ha descubierto que el mal sueño puede afectar la eficacia
de las vacunaciones. Se describió algunas investigaciones que demuestran que las personas
que descansaban bien y recibían la vacuna contra la gripe desarrollaban una protección más
fuerte contra la enfermedad.
Una buena noche de sueño consiste en 4 o 5 ciclos de sueño. Cada ciclo incluye períodos de sueño
profundo y movimientos oculares rápidos (MOR) o sueño desincronizado, cuando soñamos. A
medida que avanza la noche, la porción de ese ciclo que se encuentra en sueño desincronizado
aumenta. Resulta que este patrón de ciclos y progresión es fundamental para la biología del sueño.
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Si bien las necesidades personales varían, en promedio, un adulto necesita entre 7 y 8 horas de
sueño por noche. Los bebés generalmente duermen unas 16 horas diarias. Los niños pequeños
necesitan unas 10 horas de sueño, mientras que los adolescentes necesitan, al menos, 9 horas.
Para lograr el máximo de los beneficios restauradores del sueño, es importante lograr una noche
completa de sueño de calidad, dicen los expertos.
A medida que una persona envejece, es posible que no duerma lo suficiente debido a una
enfermedad, medicamentos o trastornos en el sueño. Según ciertos cálculos, alrededor de 70
millones de estadounidenses de todas las edades padecen problemas crónicos de sueño. Los
dos trastornos más comunes relacionados con el sueño son el insomnio y la apnea del sueño.
Las personas que padecen insomnio tienen problemas para quedarse dormidos o permanecer
dormidos. Por lo general, la ansiedad por querer dormirse empeora la situación. La mayoría de
las personas tienen insomnio ocasionalmente. Sin embargo, el insomnio crónico (que dura al
menos 3 noches por semana durante más de un mes) puede desencadenar graves problemas
durante el día, como agotamiento, irritabilidad y dificultad para concentrarse.
Las personas con apnea del sueño presentan fuertes ronquidos de pausas disparejas (aunque no
todos los que roncan tienen apnea). La respiración se interrumpe repetidamente o es superficial.
Todo el que padece de apnea, no le llega suficiente oxígeno y el cerebro irrumpe el sueño para
abrir la tráquea.
“La apnea es destructiva ya que hay poco intercambio de aire por 10 segundos o más por
vez, el nivel de oxígeno baja y se activa la respuesta de hiperexcitación. La presión arterial se
dispara, la frecuencia cardíaca fluctúa y el cerebro lo despierta parcialmente para que comience
a respirar de nuevo. Esto genera estrés” explica el Dr. Phyllis Zee, experto en apnea del sueño
de la Northwestern University.
La apnea puede provocar cansancio y mal humor. Puede tener problemas para pensar con
claridad. “La apnea también afecta a los vasos sanguíneos que llegan al cerebro, por lo que
aumenta el riesgo de que sufra un accidente cerebrovascular”, agrega el Dr Zee.
Si usted padece de un sueño interrumpido, el sistema inmune que protege al cuerpo contra la
invasión de virus, bacterias y otras amenazas microscópicas se verá afectado. Igualmente el
sistema cardiovascular conformado por el corazón y los vasos sanguíneos, que hace circular la
sangre por todo el cuerpo, se resentirá.
En cualquier caso , el poco o exceso de sueño tiene por regla general graves consecuencias en
la actividad social, laboral y personal. El 30% de los pacientes con apnea de sueño reconocen
haberse quedado dormidos al volante y los accidentes de tráfico son 7 veces más frecuentes
entre éstos siendo, además, más graves, con lo que también aumenta el riesgo de muerte.
De otro lado, dormir bien es muy importante para la piel, que se regenera durante las fases
más profundas del sueño. Las funciones del descanso son muchas, entre ellas, se destacan:
Recuperación de energía. Producción de anticuerpos. Recuperación y cicatrización de tejidos
dañados. Maduración y desarrollo del sistema nervioso en la infancia. Mantenimiento del sistema
nervioso en las distintas etapas vitales. Aumento de la serotonina (la hormona de la tranquilidad).
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Nuestras hormonas, en gran medida, son las responsables de la vigilia y el sueño. Ambos
estados están relacionados con las secreciones hormonales que suceden de manera cíclica en
el organismo, algo que se conoce como ciclo circadiano. Este ciclo se puede ver alterado, sobre
todo después de los 30 años de edad, por factores como la alimentación, el estrés y los viajes
largos y constantes.
Por esto es fundamental que respetemos las horas necesarias para el correcto descanso, ya
que de no ser así comienza una avalancha de desajustes orgánicos que disminuyen nuestro
rendimiento, incrementan el apetito y nuestra capacidad mental se reduce.
Cuando dormimos, nuestro cuerpo se recupera y restaura mediante varias fases que ocurren
durante el ciclo de descanso. Durante las diferentes fases de descanso, los tejidos del cuerpo
crecen y se reparan, la hormona del crecimiento se segrega, la cual es responsable del desarrollo
balanceado del cuerpo.
Por ello, dormir lo suficiente es fundamental para la salud y bienestar, pues ayuda a regenerar
nuestras células, a aumentar el volumen muscular, es también el momento en que el organismo
se repone y ayuda acabar con el estrés y cansancio sufrido durante la jornada de trabajo.
Igualmente, si duermes 8 horas diarias, la memoria mejora, el sistema inmune se fortalece, la

presión sanguínea baja, la inflamación en el cuerpo se reduce, la concentración y capacidad
mental mejora, y tendrás más energía y mejor estado de ánimo. Si no dormimos suficiente
estaremos más irritables y eso afectará a nuestro comportamiento y relaciones. La gente con
falta crónica de sueño tiene más probabilidades de tener depresión.
Dormir bien también ayuda a mantener un peso saludable, ya

que la falta de descanso contribuye a la subida de peso. La parte
del cerebro que controla el sueño, también es responsable del
Cuando dormimos,
metabolismo, por ello, cuando no duermes lo suficiente, tu cuerpo nuestro cuerpo se
segrega una hormona que incrementa el apetito, haciendo que recupera y restaura
comas más.
mediante varias fases
Por el contrario, cuando se duerme bien nos levantamos y que ocurren durante el
pesamos menos, porque por la noche es cuando el organismo ciclo de descanso
naturalmente quema más grasas.
Diversas pruebas para estudiar la falta de sueño durante varios días dieron como resultado
que, después del tercer día sin dormir, suelen manifestarse alucinaciones y locura temporal. Los
estudios demuestran que las probabilidades de sufrir alguna enfermedad psiquiátrica aumentan
en un 40 por ciento cuando los problemas para dormir se vuelven crónicos.
El sueño limpia la memoria a corto plazo y deja espacio para más información. En este sentido,
se ha demostrado que una noche sin dormir reduce la capacidad de asimilar conocimientos en
casi un 40 por ciento. Además de las pérdidas de memoria y recuerdo, la persona se vuelve más
lenta y menos precisa, por eso, la falta de sueño puede provocar una alteración en el habla y
dificultad para aprender, crear y resolver problemas.
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También se han demostrado otras alteraciones importantes más a largo plazo. Son la hiperalgesia
o aumento de la percepción de dolor, temblores, envejecimiento precoz, agotamiento, trastornos
gastrointestinales o aumento de probabilidad de contraer infecciones por afectación del sistema
inmunitario.
3.2. Pautas Para Obtener Un Buen Sueño
Claudia Tecglen, experta en salud integral, presenta las siguientes claves para un sueño reparador
y un buen descanso:
~ Realizar ejercicio físico sobre todo a horas tempranas. La práctica de deportes produce
serotonina y otras sustancias en nuestro cerebro que no sólo aumentan nuestro bienestar, sino
que llegada la hora inducen al sueño. Por el contrario, debemos de abstenernos de realizarlo al
menos tres horas antes de ir a dormir, pues a corto plazo tiene un efecto activador.
~ Evitar las cenas copiosas y abundantes en grasas después de las 6 de la tarde, esto crea
trastornos de digestión, lo cual altera el sueño y provoca obesidad. No tomar bebidas excitantes
como café, chocolate o coca-colas, energizantes, etc, antes de dormir pues afectan el sistema
nervioso.
~ Crear un entorno y condiciones ambientales confortables, que en el cuarto no haya mucho

frío ni excesivo calor. Un entorno demasiado caliente o demasiado frío puede influir negativamente
en la calidad del sueño, provocando continuos despertares o dificultades para dormirse.
~ Procurar la ausencia de luz y ruido en el entorno donde se va a dormir, ya que la luz

estimula al sistema nervioso a producir sustancias que inducen al estado de vela, y el ruido
manda estímulos al cerebro impidiéndole un descanso profundo.
~ Elegir una cama cómoda, con un colchón de calidad que mantenga la postura natural de
la columna, una almohada que nos permita tener el cuello alineado con esta (ni muy alta, ni
demasiado baja), y si se duerme boca arriba, con un cojín debajo de las rodillas para que la
espalda esté más relajada
~ Establecer una rutina de horarios regulares a la hora de acostarse, procurando irse a dormir
siempre a la misma hora y levantarse mínimo 6 horas y máximo 8 horas después. Respete los
ritmos dictados por el cuerpo porque sólo él sabe cuántas horas necesita para recuperarse. Si
no logra dormir, levántese en lugar de dar vueltas en la cama.
~ Desconectar televisores, teléfonos celulares, tablets y computadoras y evitar su uso

al menos 2 horas antes de acostarse, ya que pueden afectar para que se tenga un sueño
placentero y reconfortante. Las radiaciones electromagnéticas de los aparatos inalámbricos y
electrónicos producen el agotamiento de los sistemas de autorregulación de los seres vivos,
según numerosos estudios de expertos.

~ No es conveniente trabajar o ver la televisión en la cama. En la medida de lo posible, evitar
conflictos, planificaciones y temas preocupantes relacionados con el trabajo, al menos dos horas
antes de ir a la cama.
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~ Realizar una actividad relajante antes de acostarse, como leer temas inspiracionales y
reflexivos, no de terror o noticias alarmantes, escuchar música apropiada o mensajes edificantes.
~ Intentar no beber líquidos en abundancia al menos una hora antes de ir a dormir, y así no
tener que levantarnos para ir al baño durante la noche. Tambien ayuda tomar unos minutos de
estiramiento corporal antes de acostarse, con el fin de reducir la tensión muscular acumulada
durante el día y asi conseguir un sueño reparador. Un corto duchazo con agua tibia es un buen aporte.
3.3. La Higiene Del Sueño
La cama es el lugar donde pasamos la tercera parte de nuestra vida, por eso se merece toda
la atención. Tanto la base del descanso, como el colchón o la almohada, son elementos que
acompañan y favorecen el sueño, de manera que es importante elegir lo más adecuado a
nuestras necesidades. Combinar adecuadamente estos elementos permitirá el descanso más
correcto posible.
El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Madrid, ofrece las siguientes recomendaciones

para conseguir un descanso más saludable:
Una de cada cuatro personas en España padece alergia, por ello es clave que el colchón incluya
tratamientos higiénicos para minimizar el efecto de los ácaros, bacterias y hongos. A la hora
de elegir un colchón es fundamental que incorpore materiales para proporcionar las máximas
garantías higiénicas.
La almohada es un elemento importante e individual. Para elegir la adecuada, debe asegurarse

que el cuello queda alineado con el resto de su columna. Dormir sin ella, como cuando dormimos
boca abajo, nos provoca dormir toda la noche con el cuello girado y si estamos boca arriba,
nuestro cuello se arqueará hacia atrás provocando lesiones en discos vertebrales y en la raíces
de los nervios cervicales.
Es conveniente, por tanto, evitar las almohadas excesivamente elevadas/duras o demasiado

bajas/blandas. Antes de comprarla es fundamental probarla en la postura en la que solemos
dormir habitualmente. La renovación de la misma deberá ser cada 1-2 años.
Cambie el colchón cada 8 a 10 años. Pasado este tiempo no es recomendable su uso ya que
habrá perdido sus propiedades de higiene y confort.
Proteja su colchón con una funda adaptada a las dimensiones del mismo, conseguirá una
conservación más higiénica. En el caso de niños más pequeños es recomendable que sea
impermeable y transpirable.
Ventilar cada mañana el dormitorio al menos durante 10 minutos permitirá la correcta ventilación
de todo el entorno de descanso.
Dé la vuelta al colchón periódicamente. Al menos una vez cada tres meses. Gírelo de arriba abajo
y de derecha a izquierda para que el desgaste sea progresivo y homogéneo a lo largo de su vida útil.
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3.4. Tu Sueño Condiciona Tu Vida
En líneas generales, no se conoce con exactitud científica qué pasa mientras dormimos, pero lo
que sí sabemos es que cada fase del sueño implicada en una tarea diferente. Durante el sueño
profundo, se produce la restauración física y durante el sueño REM, la de la función cognitiva
(procesos de aprendizaje, memoria y concentración).
La vida moderna exige un permanente proceso de aprendizaje, atención, concentración, vigilancia

y funciones cognitivas como conducción, control y observación tienen un papel fundamental.
Todas están íntimamente relacionadas con un buen descanso. Por eso, el sueño no reparador
tiene consecuencias sociales y médicas importantes que afectan por igual a todas las edades y
estamentos sociales.
Que la sabiduría de Dios nos asista para administrar correctamente el tiempo de nuestro descanso
y no dejarnos esclavizar por la carrera frenética de las actividades diarias, las cuales nos incitan a
sacrificar las valiosas horas de sueño, y muchas veces por ignorancia o descuido no entendemos
como un sueño escaso o excesivo puede afectar nuestra calidad de vida física y mental.
Feliz descanso y buenas noches, de tal forma que las palabras del escritor sagrado sean nuestra
realidad: “A su amado, dará Dios el sueño”. (Salmo 127:2)
“En paz me acostaré y así mismo dormiré, porque solo tu Señor, me haces vivir confiado”. (Salmo 4:8).
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Capitulo 5 - Mayordomia De Los Dones Y Los Talentos MAYORDOMÍA INTEGRAL DEL REINO
MAYORDOMÍA DE los dones y los talentos

Existe un desbalance en este aspecto dentro de una gran parte de los creyentes, pues asocian
en mayordomía de los dones y talentos con los dones espirituales o las funciones que hacen
dentro del servicio de la iglesia.
Esto ha creado una mentalidad errada en cuanto a nuestro labor de vida, pues nos enfocamos en
tener buenos servidores eclesiásticos pero pésimos productores en la tierra. Tenemos gente muy fiel
y responsable dentro las actividades culticas, pero errática y fracasada en las gestiones cotidianas.
DIFERENCIAS ENTRE DONES Y TALENTOS
Existen similitudes y diferencias entre talentos naturales y dones espirituales. Ambos son regalos
de Dios. Ambos incrementan su efectividad con el uso correcto. Ambos son para ser usados
en beneficio de otros, no para propósitos egoístas. Si bien, tanto los talentos naturales como
los dones espirituales deben ser usados para la gloria de Dios y para servir a otros, los dones
espirituales están enfocados exclusivamente en estas tareas, mientras que los talentos pueden
ser usados enteramente para propósitos no espirituales
Los dones espirituales son diferentes gracias suministradas y administradas por el Espíritu Santo
a la iglesia, es decir, a aquellos que han nacido de nuevo, han sido regenerados y son hijos de
Dios, quien de forma particular los reparte soberanamente (Romanos 12:3-6).
Los talentos o habilidades humanas también son un regalo de origen divino, y pueden transmitirse
generacionalmente, como resultado de una combinación genética y su medio ambiente. Algunos
tienen una habilidad natural para la música, artes, deportes, negocios, etc, como algo innato,
producto del ADN familiar que es nuestra herencia genética) y otros por crecer en una familia
musical les ayudará a desarrollar un talento por la música). También porque Dios deseó dotarle
con ciertos talentos específicos, como el caso de Bezaleel registrado en Éxodo 31:2-5.
Todo hijo de Dios tiene una doble riqueza al respecto, pues por nacimiento biológico ha recibido
talentos o habilidades naturales para desarrollar en la vida, pero por nacimiento espiritual ha
recibido dones espirituales para desarrollarlos en la edificación de la iglesia y la expresión de su
vida en Cristo en todo lugar.
Muchos talentos o habilidades naturales solo tendrán uso para la supervivencia y prosperidad
temporal en este mundo terrenal. Los dones espirituales son efectivos y productivos para operar
en este mundo, pero tiene una particularidad especial para ministrar en toda el área espiritual
cuyo alcance trasciende a la eternidad.
Los dones son perfectos y completos en sí mismos (Santiago 1:18), pero la administración
responsable de ellos la perfecciona quien los recibe (1 Corintios 3:1).
Los talentos y habilidades se perfeccionan en la medida que quien los recibe, ejercite una
disciplina continua de superación y excelencia.
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Algunos talentos son heredados de los padres y familiares,

otros se pueden aprender con estudio y práctica, pero ningún
don espiritual se hereda de los padres, ni se puede aprender, Los dones son perfectos
pues son operaciones y manifestaciones del Espíritu Santo. y completos en sí mismos,
Podemos resumir, este punto diciendo que todo ser humano pero la administración
desde su creación, nace con los talentos y habilidades pasivas responsable de ellos
y específicas, pero solo el que descubre y desarrolla tales la perfecciona
habilidades podrá beneficiarse y bendecir a sus semejantes.
quien los recibe
Los talentos y habilidades humanas innatas en cada persona
siempre son buenas para servir a Dios y sus semejantes
y no para usos destructivos ni deshonrar el nombre del Señor. Sin embargo estos talentos y
habilidades pueden ser usados para mal y lógicamente traerá consigo sus consecuencias.
La Procedencia De Los Dones Espirituales (1 Corintios 12:4-11)
Indudablemente la fuente primaria de ellos es un acto cooperativo del Dios Triuno, pero ¿Cómo
cooperan el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en la operación de los dones espirituales?
El Espíritu Santo es quien, dirige el ministerio de los dones espirituales en la iglesia local. Él los
distribuye individualmente como le place (1ª Corintios 12:11). Pero es la sabiduría, el poder y la
autoridad del Hijo lo que el Espíritu nos trae (Apocalipsis 5:6). Dios el Padre es la fuente original
de donde provienen todos los dones, ya que “toda buena dádiva y todo don perfecto desciende
de lo alto, del Padre de las luces” (Santiago 1:17).
La expresión “dones espirituales” son la expresión concreta de ‫”‫‬caris”‬, el efecto visible de la

gracia en palabras o en hechos. La forma singular se utiliza para describir el don divino de
la salvación por medio de Cristo (Romanos 5.15 y 6.23) y de cualquier gracia o misericordia
especiales (Romanos 1.11; 1 Corintios 1:7; 7:7; 2 Corintios 1:11). ‬
La forma plural se utiliza principalmente en sentido técnico para describir los dones especiales y
específicos del Espíritu Santo concedidos a los hijos de Dios para un servicio particular.
La Biblia utiliza tres diferentes términos para describir los dones espirituales en los versículos 4 y
5. “Hay diversidad de dones” (regalos de gracia, karismata), “de ministerios” (distintas maneras
de servicio) y de “operaciones” (obras y milagros). El mismo Espíritu que ministra un don, ministra
también todos los demás dones espirituales en la iglesia.
El mismo Cristo que estableció a los apóstoles ha dado también todos los demás ministerios que
la iglesia necesita. El mismo Dios que obró a través de su Hijo Jesucristo sigue obrando hoy a
través de una diversidad de dones y ministerios para la propagación del evangelio y edificación
de los creyentes.
Los dones son distribuidos por el Espíritu Santo de acuerdo a su voluntad soberana (1 Corintios
12:11) y el creyente puede recibir uno o más dones (1 Corintios 12:8 y 14:5,13), sin embargo,
ningún creyente tiene todos los dones, ni tampoco se menciona un don especifico que todos los
creyentes deben tener, pero si cada creyente ha recibido algún don de Dios.
63
El propósito de estos dones carismáticos es, en primer término, para la edificación de toda la
iglesia (1 Corintios 12:4–7 y 14:12), y, en segundo término, para el convencimiento y la conversión
de los incrédulos (1 Corintios 14:21–25; Romanos 15:18).
Hay tres listas principales de dones espirituales que se registran en el Nuevo Testamento y estas
son: Romanos 12:3-8, 1 Corintios 12:8-11 y Efesios 4:10-12. Basado en esto, surge también la
pregunta acerca de cuántos dones espirituales hay, ya que no hay dos listas iguales. También es
posible que las listas bíblicas no los abarquen todos, y que haya dones espirituales adicionales
a los mencionados en la Biblia.
Los Dones Son Dados Según La Voluntad Soberana Del Espíritu (1 Corintios 12:11)
Algunos piensan que Dios nos da una gran reserva de su poder

y dones espirituales, y luego nos deja hacer uso de todo ello a
Los dones son
nuestra entera discreción. Pero no es así. Los dones nunca vienen distribuidos por el
a ser totalmente nuestros, sino que siguen siendo propiedad del Espíritu Santo
Señor. Por eso es que la administración de estos dones en la
iglesia, especialmente en los servicios de adoración en público,
de acuerdo a su
debe estar bajo el control del Espíritu Santo. (Hebreos 2:4.) voluntad soberana
Indiscutiblemente reconocemos que el Espíritu de Dios es soberano en cuanto a la administración
de los dones. Además, debemos estar dispuestos a confiar en Él, seguir sus instrucciones y
obedecer lo que nos dice en la Palabra de Dios.
Se Requiere Madurez En El Uso De Los Dones. (1 Corintios 14:1-25)
En vista de que el Espíritu Santo respeta nuestra voluntad como personas, Él no nos obliga a
ejercer ningún don en particular, pero si nos demanda el uso apropiado del don y la administración
correcta del mismo.
Un problema que ocurría con los creyentes en Corinto, era que algunos pasaban la mayor
parte del tiempo de los cultos hablando en lenguas desconocidas, con lo cual dejaban fuera de
lugar la enseñanza de la Palabra de Dios que tanto necesitaba la iglesia en general. La práctica
extremada de hablar en lenguas en las reuniones hacía que muchos inconversos consideraran a
los creyentes como gente fuera de juicio.
Por otra, parte los que ejercían el don de profecía lo hacían desordenadamente, lo que impedía
recibir el mensaje de parte de Dios en su propio idioma para que todos los presentes en las
reuniones pudieran ser edificados espiritualmente y su fe pudiera ser confirmada. La profecía es
un don espiritual que trae exhortación, consolación y edificación la cual fomenta en los creyentes
el crecimiento espiritual en fe y amor.
La madurez en el amor hace que los hijos de Dios se preocupen por la edificación de los demás,
pero los corintios dijo Pablo eran carnales, inmaduros, conflictivos y contenciosos unos con otros.
Esto nos enseña que una congregación donde operen los dones pero que no haya madurez,
crecimiento y edificación en Cristo, es incongruente tal manifestación.
64
Todo don que no contribuya a la mutua edificación en la verdad presente del nuevo pacto, es un
elemento distractor y no es una legitima operación del Espíritu Santo, quien vino para guiarnos a
toda verdad, tomar de Cristo y hacernos saber la realidad de su vida.
Por otra parte, no hay nada malo en querer edificarse a sí mismo a través del don de lenguas
(versículo 4). Todos necesitamos esta clase de edificación. Pablo no hablaba tanto en lenguas
en público, sino que prefería hablarlas en sus momentos de devoción personal y para su propia
edificación. En este sentido él estableció con su actitud un buen ejemplo para nosotros.
La Diversidad De Los Dones Edifica Y Fortalece A La Iglesia (1 Corintios 14:26-33)
En el capítulo doce Pablo recalca que cada uno de los

miembros es de igual importancia para el cuerpo (la iglesia).
Todos los dones y ministerios son importantes, y ninguno de
Cada creyente ha sido
ellos debe ser menospreciado. dotado con algún don
para que pueda contribuir
El apóstol claramente exige que nadie monopolice el tiempo.
Si uno estaba ministrando y veía que otro hermano se ponía
a la causa de Cristo, en
en pie, el primero debe sentarse para dejar que el otro diera gratitud por todo lo que Él
el mensaje que Dios le había revelado. De esta manera todos ha hecho en su vida
podrían aprender y ser edificados.
Esto significa que en la manifestación de los dones debe haber orden y armonía. Estas enseñanzas
de Pablo difieren de lo que enseñan muchos hoy, en cuanto a que uno puede usar o dejar de usar
cualquier don sin pensar si edifica o no.
El amor debe ser el principio básico en el uso de los dones en nuestras reuniones, a fin de disfrutar
de la paz de Dios en lugar de llenarse de desorden y confusión. Cada uno debe cooperar y
sujetarse a los demás, sabiendo que todo lo que se haga es para la gloria de Dios. (1 Pedro 4:10-11)
 
Cada creyente ha sido dotado con algún don para que pueda contribuir a la causa de Cristo,
en gratitud por todo lo que Él ha hecho en su vida. Al hacerlo, ellos también encuentran su
realización en la vida, a través de su labor por Cristo.
El resultado esperado de los dones espirituales, es que la iglesia como un todo pueda crecer,
siendo fortalecida por la provisión combinada de todos y cada uno de los miembros del cuerpo
de Cristo.
ADMINISTRACIÓN DE LOS DONES ESPIRITUALES
Deben Ser Conocidos Vivencialmente. (1 Corintios 12:1)
Pablo afirmó que no deseaba que ignoren acerca de los dones espirituales. Esta frase involucra
a todos los creyentes de distintas épocas.
Es propio entender que los dones no son el fin de la vida en Cristo, sino los medios para un
servicio más efectivo en el reino, son las herramientas para el crecimiento de la iglesia, por eso,
es que hay diversidad de funciones entre ellos, así como hay diferentes miembros y órganos en
65
el cuerpo humano, que se relacionan entre sí para el correcto funcionamiento.
La ignorancia de su valor, vigencia y validez en la iglesia de hoy, conduce a una deficiencia

operativa en los creyentes para su participación en el reino de Dios, y también crea en el cuerpo
de Cristo un atraso para su crecimiento saludable y desarrollo integral (Efesios 4:8-16).
Deben Ser Usados Corporativamente. (1 Corintios 12:12-27)
Todo don espiritual como un atributo especial que el Espíritu Santo da a cada miembro del
Cuerpo de Cristo, según la gracia de Dios, es para usarlo dentro del contexto de su cuerpo.
Los dones como una expresión de gracia dada por Dios, alcanza su verdadera razón y efectividad,
en la medida que han sido apartadas de un uso egoísta por el Espíritu de Jesucristo y puestas
al servicio de la iglesia.
Los creyentes “individuales” desconectados del Cuerpo no son útiles para Dios, ya que Él ha
planeado su obra para trabajar en conjunto ayudándose mutuamente y edificándose unos a
otros.
Los dones son funcionales y congregacionales, ya que la mayoría de las cosas que Dios hace,
aún para afectar a la sociedad lo hace a través del Cristo corporativo, o sea todos los miembros
trabajando juntos, con la cooperación de los dones, en comunidades constituidas a través de
iglesias locales. Los dones deben ser interrelacionados supervisados y trabajando en conjunto
con la congregación, lo cual se traduce en éxito.
Deben Ser Anhelados Fervorosamente. (1 Corintios 12:31)
Procurar los dones espirituales es una actitud sana que todos los hijos de Dios deben tener, pero
sin olvidar que es El quien decide si quiere dárnoslo o no. Esta soberanía de Dios nos descarga
de cualquier tentación de orgullo y al mismo tiempo del sentimiento de frustración, también
nos libera de la búsqueda desenfrenada de algunos dones que creyentes carnales consideran
poderosos y extraordinarios.
Podemos orar al Señor para que Él nos dé los dones que

ha reservado para nosotros, estar tranquilos y dispuestos
a recibir cualquier don que Dios quiera concedernos, y que Procurar los dones
su uso contribuya a su gloria, a la edificación de los demás espirituales es una actitud
y que sea útil a la comunidad, creyendo que Dios lo hará a
su debido momento y a su manera. sana que todos los hijos de
Dios deben tener, pero sin
La soberanía de Dios en la elección del don y del beneficiario olvidar que es El quien decide
se ve varias veces a lo largo del capítulo 11 de 1 Corintios:
“Repartiendo a cada uno en particular como él quiere” (v.11), si quiere dárnoslo o no
“Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de
ellos en el cuerpo, como él quiso” (v.18), “Dios ordenó el
cuerpo...”(v.24). “Y a unos puso Dios en la iglesia ...” (v.28, Efesios 4:7,11).
66
Pablo cambia completamente la perspectiva y las ambiciones religiosas de los corintios. Ellos
querían “poseer selectivamente” algunos dones especiales. No obstante es sólo Dios quien
dispone de todos los dones y quien cumple todo en todos, repartiéndolos en forma particular
como Él quiere.
Deben Ser Valorados Cuidadosamente. (2 Timoteo 1:6)
Cada hijo de Dios debe priorizar su responsabilidad en descubrir y luego desarrollar el don que
le ha sido dado, para no descuidarlo de ninguna manera.
Al entender y reconocer que es Dios quien nos los dado a su entera discreción y gracia,
independientemente del grado de relación que se tenga con Él, ni que haya mérito alguno de
nuestra parte para obtenerlo, nos corresponde mantenerlo activo para darle el uso para el cual
fue conferido.
Es inspiradora la actitud que Pablo toma ante las circunstancias difíciles y por las cuales cualquier
otra persona se hubiera deprimido al vivir esta situación desde una cárcel, pero Pablo solo tenía
palabras de aliento y aconseja a su discípulo Timoteo que avive el fuego del don de Dios que
está en su vida.
Deben Ser Administrados Responsablemente. (1 Pedro 4:10)
El apóstol Pedro menciona estos dones en el marco de una exhortación al amor (v.8) que se
manifiesta concretamente en la práctica de la hospitalidad (v.9). Igualmente relaciona los carismas
a la multiforme gracia de Dios, aunque reconoce que cada uno ha recibido un don, para servir a
los demás.
Para ser buenos administradores o mayordomos de las gracias recibidas, se nos dice en este
texto las siguientes recomendaciones: a) que debe hacerse conforme a las directrices que la
Palabra de Dios establece, b) que debe ministrarse conforme al poder que Dios nos da y no
según nuestras propias fuerzas, c) que deben usarse para la gloria de Dios y no para nuestra
propia gloria.
Esto implica que algunos pueden mal usar los dones espirituales para adquirir poder o ganar
riquezas o manipular a los otros creyentes, lo cual lamentablemente es notorio en nuestros días
y se convierte en algo contraproducente que detiene el crecimiento de la iglesia.
En algunos círculos es popular ensalzar un don por encima de los otros. El tener cierto don
constituye como una especie de categoría especial en algunos “ungidos”, discriminando a
aquellos creyentes que no lo tienen y categorizándoles como de segunda clase, faltos de fe y
espiritualidad. Cuando esto ocurre, los dones pasan a ser fines en sí mismos y no medios de
gracia. Glorifican al que los usa y no al dador. Benefician al individuo y no al cuerpo. Producen
orgullo y complacencia propia en vez de crecimiento espiritual.
También hay algunos que quieren que los demás practiquen y ejecuten el don que él posee,
tal como él lo hace. Es decir, quiere que todo el Cuerpo sea un ojo, e impone un sentimiento
de culpa y vergüenza en otros creyentes poniendo en duda la sabiduría y soberanía de Dios e
ideando el intento de conformar a otros a su propia imagen y no a la de Cristo.
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ADMINISTRACIÓN DE LOS TALENTOS NATURALES
Deben Ser Descubiertos Y Desarrollados
Tenemos la responsabilidad de desarrollar los talentos que Dios nos ha dado. Algunas veces
pensamos que no tenemos muchos talentos o que otras personas han sido bendecidas con
más habilidades de las que nosotros poseemos. Otras veces no utilizamos nuestros talentos por
miedo de fracasar o de que puedan criticarnos los demás.
Hay ciertas cosas prácticas que podemos hacer para desarrollar nuestros talentos, entre ellas
está el hacer una evaluación de nosotros mismos para saber cuáles son nuestras aptitudes y
habilidades. Nuestra familia y amigos pueden ayudarnos en ese sentido a identificarlos. También
le deberíamos pedir a nuestro Padre Celestial que nos ayude a saber cuáles son.
En aquellos aspectos que nos apasionan, que cautivan nuestro interés y deseos están escondidos
nuestros talentos y habilidades.
Deben Ser Perfeccionados
Para lograr la mayor eficiencia y excelencia con los talentos debemos estar dispuestos a dedicar
tiempo y esfuerzo para pulirlos, es nuestra responsabilidad aprender y adquirir las destrezas
necesarias para desarrollar nuestros talentos.
Para lograrlo se requiere invertir, podemos hacerlo al tomar

clases con expertos, comprar recursos, equipos y libros
especializados al respecto, asistir a seminarios o congresos En aquellos aspectos que
específicos que nos ayuden a mejorar el conocimiento y nos apasionan,
rendimiento de nuestros talentos.
que cautivan nuestro
Todo talento requiere esfuerzo y trabajo y para llegar a interés y deseos están
dominarlo requiere dedicación. La historia está llena de escondidos nuestros
ejemplos inspiradores de muchos hombres y mujeres
que superaron sus limitaciones y debilidades fisiológicas, talentos y habilidades
psicológicas y sociológicas, para luego convertirse en gente
exitosa y talentosa.
Heber J. Grant venció muchas de sus debilidades y las convirtió en talentos. Él tenía un lema:
“Aquello en lo cual perseveramos se vuelve más fácil de realizar, no porque su naturaleza haya
cambiado, sino porque nuestra capacidad para realizarlo ha aumentado”
Deben Ser Productivos
La parábola de los talentos registrada en Mateo 25:14-30 puede ayudarnos a entender mejor el
asunto de los talentos. Todos sabemos que talento en ese pasaje bíblico se refiere a una unidad
de peso o dinero. No era una moneda en el estricto sentido de la palabra, sino un peso monetario
griego igual a 60 minas; o sea, 34,20 kgs.
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El talento babilónico equivalía a 3.600 siclos; pero el talento

hebreo, en conformidad con el talento cananeo, consistía sólo
de 3.000 siclos (Exodo 25:39; 37:24; 38:25-27; 2 Samuel 12:30; 1
Reyes 16:24; Esdras 7:22; Mateo 18:24).
En el plano natural
existe gente muy
El uso figurado del vocablo “talento” que aplicamos a las talentosa pero
habilidades y destrezas personales, se deriva de esta parábola,
según la cual los siervos los recibieron de acuerdo con su
poca productiva
capacidad y habilidad para hacer inversiones productivas, y el amo
esperaba recibir el fruto de lo que les había confiado administrar.
En el plano natural existe gente muy talentosa pero poca productiva, pues conocemos a muchas
personas que tienen las mejores destrezas y habilidades en distintos asuntos, pero siempre
serán simples trabajadores y empleados ganando un salario mínimo, pues no tienen mentalidad
emprendedora para iniciar su propio negocio.
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70
Capitulo 6 - Mayordomia De La Creación MAYORDOMÍA INTEGRAL DEL REINO
MAYORDOMÍA DE LA CREACIÓN
Sin lugar a dudas uno de los aspectos que más descuidados, indiferentes y negligentes hemos
sido los hijos de Dios, con respecto a la mayordomía, es el que tiene que ver con la creación.
A mi modo de ver, existen varios factores para que esta cruda realidad persista.
Primero, la ignorancia sobre esta responsabilidad. En razón a

que en la mayoría de nuestras instituciones no se nos educa
bíblicamente sobre el particular. Si tenemos una mentalidad
escapista del presente
Segundo, la poca importancia que los ministros de la Palabra le
dan a este tema en la agenda de sus predicaciones. Por cuanto
estado de cosas, no existe
no fuimos formados bajo esta conciencia administrativa de la un compromiso por
creación, tampoco nos interesa compartir lo que no hemos su recuperación
recibido ni entendemos. Es por eso, que hemos desarrollado
una fe tan “espiritual” que vivimos despreocupado por el
y restauración
mundo material.
Tercero, la perspectiva escatológica que tenemos sobre el orden creado presente. La mayoría
de creyentes, piensan que el mundo es malo, pertenece al diablo y se va acabar. Si tenemos una
mentalidad escapista del presente estado de cosas, no existe un compromiso por su recuperación
y restauración. Quien pule bronce en un barco que se está hundiendo.
A fin de reconsiderar este aspecto incluyente en la mayordomía del reino, que nos corresponde
ejercer integral y fielmente como buenos administradores de Dios, pongo a su consideración los
siguientes principios.
1. Dios Es El Creador De Todo Lo Que Existe
Los capítulos uno y dos de Génesis nos indican que todo fue creado por Dios. La creación,
aunque diferente del Creador, refleja su carácter, del mismo modo que una obra de arte refleja el
carácter de su creador.
Todo lo creado por Dios es bueno, tal y como lo afirma reiteradamente la Escritura en Génesis
1:31. Al ser declarada la creación buena por Dios, todo tiene, por tanto, un valor intrínseco. Es
decir, la creación tiene valor porque Dios la declaró buena, y no solo porque el hombre pueda
sacar un provecho de ella para su subsistencia, sino porque cumple un plan en el propósito
eterno de todo lo que Dios ha creado.
Las Escrituras afirman que todas las cosas creadas en los cielos y la tierra, visibles e invisibles,
Dios las hizo en Cristo, ya que todo fue creado por medio de El y para El (Colosenses 1:15-16).
Por ser el creador de todo lo existente, el Señor ha declarado sus derechos intransferibles de
propiedad sobre toda la creación. (Salmo 24:1 y 89:8-14).
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Pero además, el Señor continúa proveyendo para su creación, por eso la sostiene y sustenta de
todo lo necesario para su preservación y cumplimiento de los planes para los que fue creada.
(Salmo 104:1- 30, Hebreos 1:3)
2. El Ser Humano Recibió La Responsabilidad De Cuidar De La Creación
Por disposición y diseño divino el hombre recibió dominio sobre la creación (Génesis 1:26-28)
Podemos concebir dos implicaciones del significado de dominio:
a. Todo la creación ha sido formada con el único propósito de la satisfacción de la

humanidad.
El mundo fue creado con el propósito de servir a la humanidad como epicentro de la manifestación
de Dios en todo el orden existente.
El medio ambiente es visto como un recurso y debe ser administrado responsablemente, como
buenos mayordomos del reino de Dios.
El mundo creado tiene valor en tanto que suple las necesidades humanas y sirve como escenario para
que todo lo invisible de Dios sea dado a conocer por medio de las cosas visibles (Romanos 1:19-20).
b. El ser humano tiene la responsabilidad de cuidar y preservar la creación de Dios.
En Génesis 1:28, se nos dice que cuando Dios, creó al hombre y a la mujer, les dijo, “…llenad la
tierra y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves del cielo, y en todas las bestias que
se mueven sobre la tierra”. Entre los versículos 25 y 31 de Génesis capítulo 1, figura la palabra
“todo” doce veces y en el Salmo 8, cinco veces.
Además, cuando en el Antiguo Testamento se refiere al mar, al cielo y la tierra juntos, siempre
comprende toda la realidad creada. Igual en el Nuevo Testamento, cuando se habla sobre los
cielos y la tierra, ésta comprende la misma totalidad.
Así, se entiende esta misma realidad como en Génesis 1:28 y Salmo 8:6-8, cuando Pablo espeta
que el propósito del Padre por medio de Cristo es “reconciliar consigo todas las cosas, así las que
están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz”
(Colosenses 1:20).
Por lo tanto, como hablamos de los derechos humanos por la simple razón que todo ser humano
está hecho “poco menor que los ángeles” en la imagen divina, así podemos hablar de los derechos
de la naturaleza y de todas las criaturas por haber sido puestas bajo el cuidado humano.
La dominación sobre la creación no debe ser entendida como explotación egoísta, sino como
administración responsable. Somos mayordomos de la creación, mandados a usar de ella, no a
abusar de ella.
Evidentemente, en este pasaje lo que queda definido es que la creación del ser humano es como
la culminación de todo un proceso que se ha desarrollado en el tiempo. Pareciera que todo el
72
proceso anterior es una preparatoria para la aparición del hombre. Un asunto importante es que
dentro del proceso de la creación, Dios instala en el mundo creado a alguien que se le parece, a
alguien que se le atribuye cualidades semejantes a El mismo.
Esta idea queda plasmada en el concepto del ser humano creado

a imagen de Dios. Por lo tanto, el ser humano es parte de la
naturaleza, pero también es distinto a la naturaleza en sí, porque
La dominación sobre
tiene atribuciones que van más allá de ella. El hombre tiene una la creación no
función de mayordomo del mundo que Dios ha creado y que, al debe ser entendida
final, es entregado para la administración que el hombre tiene que
ejercer como representante de Dios en todo el orden creado.
como explotación
egoísta, sino como
La humanidad es administradora de la creación de Dios y tiene la administración
responsabilidad de mantener el orden y función para el cual Dios se
la confió guardar. El mundo creado tiene un valor intrínseco dado
responsable
por el Creador y al hombre le corresponde mantener el respeto y
objetividad que ella tiene, asumiendo una acción responsable por la cual no puede explotar la
tierra como una cosa en sí, sino más bien, convivir con la tierra llevando los elementos divinos
de carácter moral y fundamentalmente de la libertad y la responsabilidad que nos corresponde.
Lo que las Escrituras declaran en Génesis 2:15, puede ayudarnos a entender lo que Dios espera
del ser humano con respecto a su creación, y textualmente dice así: “Entonces el Señor Dios tomó
al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo cultivara y lo cuidara.”
Dios nunca le dio al hombre propiedad sobre la creación, sino cuidado de la misma. El término
“guardar/cuidar” que aparece en Génesis 2:15, es el mismo que aparece en la bendición
sacerdotal de Números 6:24-27.
En ambos casos es la misma palabra hebrea “shamar” que significa, cuidar de una manera
amorosa, cuidadosa, preservadora.
Cuando Dios eligió al pueblo de Israel, para que fuese una nación de reyes y sacerdotes,
representativa del gobierno de Dios sobre la tierra, les entregó las leyes levíticas que contenían
preceptos cuyo propósito era cuidar la creación.
Es por eso que, el Pentateuco establece leyes que protegían a los animales (Deuteronomio 5:12-
15), leyes que protegían la tierra (Levítico 25:1-7).
3. La Creación Fue Afectada Por El Pecado
El pecado produjo cuatro grandes rupturas: la ruptura en la relación con Dios, la ruptura interna
del ser humano, la ruptura con otros seres humanos y la ruptura con la creación.
a. La tierra es declarada maldita a causa del fracaso ser humano (Génesis 3:17-19)
En el mismo relato se nos dice que algún animal tuvo que ser sacrificado para cubrir la desnudez
del ser humano, es decir, su pecado causó el derramamiento de sangre inocente. (Génesis 3:21)
73
b. El ser humano se convierte en un depredador de la naturaleza.
En Génesis 2:29-30, el hombre recibe todas las plantas de la tierra para comer. Luego en Génesis
9:1-5, el hombre recibe todos los animales para su alimento.
c. La creación se ha vuelto hostil al ser humano.
En Génesis 7 vemos que la creación revierte su orden, hasta el punto que Dios la utiliza para
destruir al género humano.
El hombre que tenía dominio sobre los animales y las plantas, ahora ellos le dominan e intimidan,
siendo esclavos de una planta de coca, tabaco y otros.
d. La creación espera la liberación final de Dios y se regocijará con su venida y

juicio (Romanos 8:18-23, Salmo 96:11-13)
Dios restaura al hombre a su orden y diseño para que sea un colaborador fiel y efectivo en su
tarea de reconciliar y restaurar todas las cosas.
La creación responde a quien la gobierna y ella misma reconoce que solo los hijos de Dios, que
contienen la vida y gloria de Dios pueden redimirla, pues ellos mismo han sido redimidos.
4. El Plan Redentor De Dios También Incluye A La Creación
Para esto afirma la Palabra fue que vino el hijo de Dios, para deshacer las obras del maligno,
incluyendo la ruptura de la creación. (1 Juan 3:8)
a. Dios tanto amó al mundo que dio a su Hijo para redimirlo. (Juan 3:16)
El amor redentivo del Padre ha sido extendido a la humanidad y al mismo mundo donde ella
habita.
La palabra mundo, es el término griego “cosmos” que significa el universo entero. Es interesante
pues comprobar que la razón de Dios para enviar a su Hijo fue su amor por el universo, es decir,
la creación entera, donde el hombre es parte inherente de la misma.
b. Dios tomó sobre sí mismo la creación al hacerse un ser humano como uno de
nosotros. (Juan 1:1-18)
El Dios Eterno para introducirse a nuestro mundo para

redimirlo, viene a la tierra y toma cuerpo semejante al
nuestro (echo del polvo de la tierra) y en la cruz por
La creación responde a quien
medio del Cristo Eterno, reconcilia consigo mismo la gobierna y ella misma
todas las cosas que están en los cielos y en la tierra, las reconoce que solo los hijos
invisibles y visibles, restaurando todo conforme al orden
suyo (Colosenses 1:20).
de Dios, que contienen la vida y
gloria deDios pueden redimirla
74
5. Colaboramos Con El Plan Redentor De Dios Cuando Somos Buenos Mayordomos De Su

Creación
Ya es tiempo que la Iglesia asuma la preocupación por el medio ambiente y su deterioro a manos
del ser humano, y esto nos impulse a una reflexión profunda sobre lo que la Biblia dice acerca
del cuidado de la creación.
Además, fijemos de qué modo práctico como individuos, familias y comunidad de reino podemos
ser buenos mayordomos de la creación.
Es lamentable que este espacio que la iglesia ha dejado vacío en la administración de la tierra,
lo hayan ocupado humanistas, quienes con filosofías materialistas y creencias panteístas, han
terminado dándole culto a la creación, antes que al Creador.
Nos corresponde preguntarnos si nuestra lectura de la Biblia ha sido incompleta. Si el énfasis

en la salvación del hombre, dirigido solo a su alma, ha sido tan excluyente que hemos olvidado
lo que Dios dice de su propia creación y de nuestra responsabilidad como mayordomos y no
dueños, y no modelamos un estilo de vida que refleje los valores del reino y la obra redentora de
Jesucristo que incluye todas las cosas.
¿Cómo proyectan nuestras iglesias, en su entorno, el amor que tiene Dios por su Creación?
¿Somos, comunidades comprometidas con toda la palabra de Dios, ejemplos y catalizadores
de la sostenibilidad, valientes en la denuncia del despilfarro y la justicia social en nuestras
comunidades y en el mundo? ¿Somos ejemplos de que se puede vivir una vida que refleja
la dependencia en Dios y no en las cosas materiales, una vida sencilla desenganchada de la
publicidad hedonista? ¿Que compartimos, en vez de que consumimos vorazmente, los recursos
y las riquezas de la tierra?
Como hijos de Dios somos los primeros llamados a reconocer, valorar y amar su creación, es
por eso, que debemos recobrar el sentido original de nuestra relación de mayordomos con la
creación, a fin de cuidarla y guardarla.
Entender que, vivimos en ecosistemas y la calidad de vida personal es proporcional, a la calidad

de vida de nuestro entorno, por lo tanto, nuestra prosperidad está ligada a la de la tierra.
Ser guardianes del equilibrio ecológico de manera sostenida y sustentable, lo cual implica que
no podemos despilfarrar los recursos no renovables. Lamentablemente la mayoría de científicos
estudian la tierra, los cielos y el mar para ver que más se puede sacar de ellos para un provecho
egoísta.
El propósito de toda la creación es que sea el escenario sobre el cual Dios actúa para revelar
de manera tangible sus planes e intenciones, por lo tanto le compete a sus hijos la vocación
sagrada de administrar sabiamente todos sus recursos.
La Biblia declara que los cielos son los cielos del Dios, y que él ha dado la tierra a los hijos de
los hombres (Salmo 115:16), pero a través de la historia, el hombre no ha percibido a la tierra y
sus recursos como algo para cuidar sino para explotar, porque no se concientiza que depende
de ella para su supervivencia.
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Con el paso de los siglos, hemos visto como el hombre ha separado el carácter sagrado de toda
la creación (cielo, tierra y mar) del mundo material, y llegamos a fabricar ídolos nuevos y una
religión que llamamos “el secularismo”.
De tal forma que la sociedad ha circunscrito lo religioso

estrictamente limitado a lo “espiritual”, lo de la iglesia y la
evangelización estrechamente concebido como la salvación
vivimos en ecosistemas
de nuestras almas desencarnadas de este mundo pecaminoso
y hostil. y la calidad de vida
personal es proporcional,
Nada más lejos de la verdad. Todas la cosas en el cielo, la tierra
a la calidad de vida de
y el mar pertenecen al Señor de la historia. Como mayordomos
fieles recibimos la comisión divina y la vocación sagrada, de nuestro entorno
reclamar cada parte de la naturaleza en el nombre de este
mismo Señor.
La iglesia está llamada a consagrar toda la creación al propósito eterno de Dios, pues reconocemos
los derechos previos de su propiedad, uno como el Creador, el Dueño, el Amo de todas las cosas
y otro como el Redentor de todo el mundo que El ama (Juan 3:16).
A partir de la revolución industrial, la concentración de la población en grandes ciudades, el

hombre ya no vive ‘próximo’ a la tierra y se sirve de la tecnología para emanciparse de esa
dependencia. Los avances en la sociedad, las tecnologías de transporte y el comercio mundial,
la llamada globalización de la producción y el trabajo, aleja al hombre aún más de la convivencia
directa con naturaleza y su administración responsable de sus recursos.
Es nuestra firme persuasión que no nos hallamos ante una mera crisis coyuntural, sino estructural.
Los fenómenos patentes de la crisis ecológica son tan diversos y complejos que no es un asunto
casual, sino causal, que crean un ataque sistemático a la naturaleza, que pudiéramos decir que
estamos cometiendo un “ecocidio”
Las condiciones ecológicas del planeta se encuentran en un estado crítico. Esto es consecuencia
histórica de una compleja interacción de intereses económicos, políticos, sociales y culturales
que han dado lugar al desarrollo industrial, a la extensión de la frontera agrícola, al crecimiento
demográfico, a la expansión urbana, al desigual desarrollo socioeconómico entre naciones y al
interior de los diferentes Estados.
Las economías capitalista y socialista de Estado han reducido

el significado de la naturaleza a la producción de bienes Los fenómenos patentes
y servicios y a la formación de capitales. Ambos sistemas de la crisis ecológica son
han estado dominados por el productivismo materialista. La
consecuencia ha sido socavar la calidad y cantidad de los tan diversos y complejos
recursos naturales disponibles a nivel del planeta y ha venido que no es un asunto
deteriorando además el medio ambiente, provocando una casual, sino causal
angustiosa crisis ecológica.
Gus Speth, quien ayudó a fundar el Natural Resources Defense Council y fue decano de la
Escuela de Ciencias Forestales y Medioambientales de Yale, dijo en el 2013: «Yo pensaba que los
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principales problemas medioambientales globales eran la pérdida de biodiversidad, el colapso

del ecosistema y el cambio climático. Creía que con 30 años de buena ciencia podríamos resolver
estos problemas, pero estaba equivocado. Los principales problemas medioambientales son el
egoísmo, la codicia y la apatía, y para resolverlos necesitamos una transformación espiritual y
cultural. Y los científicos no sabemos cómo hacerlo».
Aquí es donde la iglesia encuentra el espacio y oportunidad de asumir la responsabilidad que le

atañe de ser sal y luz al mundo, para influenciar con los valores y principios del reino todos los
estamentos de la sociedad.
La mayoría de los problemas ecológicos que encaramos hoy son el resultado del egoísmo y de
la avaricia de los hombres. Se procura sacar el máximo de provecho en el presente, sin tener en
cuenta el daño que se ocasiona al medio ambiente para las generaciones futuras. El hombre es
golpeado por su propia agresión a la naturaleza.  
Muchas buenas intenciones humanas han resultado sumamente dañinas. En su afán por obtener
mayor cantidad de alimentos para la creciente población de nuestro planeta, el hombre ha
producido la ruptura del equilibrio ecológico. Ayer, muchas chimeneas echando humo era un
signo de prosperidad. Hoy, las mismas chimeneas crean inquietud y preocupación. Si bien es
necesario el desarrollo industrial, vemos que la contaminación del aire afecta a todos. De igual
manera han sido contaminadas las aguas de los ríos, lagos y mares por los desechos de las
plantas industriales.  
Cuando se piensa en la situación del hombre en el planeta

actual toman mayor importancia las palabras bíblicas con
La mayoría de los
relación a las consecuencias para la naturaleza de la caída del
hombre: “Y al hombre dijo: ....maldita será la tierra por tu causa” problemas ecológicos
(Génesis 3:17). Esto quiere decir que el pecado afecta todas que encaramos hoy son el
las relaciones del hombre: Con Dios, consigo mismo, con el
resultado del egoísmo y de
prójimo y con la naturaleza. Sin embargo, el pecado no anula
totalmente la imagen de Dios en el hombre y su responsabilidad la avaricia de los hombres
de actuar como administrador de la creación.
Igualmente la naturaleza no ha quedado completamente abandonada. Sigue gobernada por las

mismas leyes que Dios estableció en la creación:
 
a. “Mientras la tierra permanezca, no cesarán la siembra y la cosecha, el frio y el calor, el verano y el
invierno, el día y la noche” (Génesis 8:22).  
b. A pesar del pecado del hombre que la afecta, la naturaleza sigue dando testimonio de la
bondad de Dios: “Si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del
cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones” (Hechos 14:17).  
c. Además, la naturaleza da testimonio de su creador invisible, por esa razón el incrédulo no tiene
excusa: “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles
desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no
tienen excusa” (Romanos 1:20).  
77
La Biblia no explica por qué Dios impone una penalidad que parecería corresponder sólo al ser
humano. Sencillamente presenta la realidad de que es imposible dividir el orden de la creación en
sectores independientes entre sí. Hay unidad coherente en el universo, por lo tanto las tensiones
surgidas en un sector afecta al resto de la creación, inevitablemente.  
Pero existe un rayo de esperanza, tanto para el hombre como para el resto de la creación, todo
fue redimido en Jesucristo:
 
a. “Nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la
justicia” (2 Pedro 3:13).  
b. “Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.

Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la
sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción,
a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.” (Romanos 8:19-21).
Las Sagradas Escrituras nos dejan un mensaje de esperanza, en razón a que la naturaleza es
la creación de Dios y El no permitirá su destrucción. No obstante hay tres preguntas que son
válidas: ¿Cómo podemos participar nosotros en esa obra de restauración del cosmos? ¿Cuál
es la relación que debe existir entre la redención de la naturaleza, como obra divina, y nuestros
esfuerzos por mejorar el medio ambiente? ¿Qué puede hacer la Iglesia para crear conciencia
en el pueblo sobre los peligros, para toda la humanidad, de las consecuencias del pecado del
hombre?
Estas preguntas, y otras que podrían añadirse, son buenas para estimular el diálogo en el ámbito
de la Iglesia y fuera de ella. Tienen que penetrar en la estructura y en los contenidos mismos del
quehacer teológico. Sólo así se podrá crear algo nuevo y se podrá responder a las demandas de
una humanidad cada vez más integralmente anhelante de liberación global. No podemos reducir
la cuestión a simplemente responsabilidad de los gobiernos, sino que los hijos de Dios somos
los primeros en asumir esta asignación.
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Conclusión MAYORDOMÍA INTEGRAL DEL REINO
CONCLUSIÓN
La meta de este curso sobre la mayordomía integral de reino ha sido para ayudarle a entender los
conceptos bíblicos de la mayordomía y para concientizarle de cómo aplicarlos en su vida diaria.
La Biblia nos ofrece muchas instrucciones bastante prácticas que se aplican a nuestro vivir
cotidiano. Lo que nos corresponde a nosotros es estudiarla con un corazón sincero y tomar las
medidas necesarias para poner por obra sus instrucciones. Es nuestro deseo que estas lecciones
le hayan inspirado, capacitado y comprometido para que realmente vivas la mayordomía integral
del reino.
Dios espera que pasemos de la norma a la práctica, de la revelación a la realización, del mensaje
al modelaje. Los mayordomos del reino son aquellos cuyas vidas son dirigidas por el propósito
eterno, gobernadas por los principios que Dios establece en su pacto eterno, y ante cualquier
situación en su vida, ellos actúan conforme a estas normas.
Ha sido nuestra intención presentar este estudio panorámico

acerca de la mayordomía integral con una perspectiva del Dios espera que pasemos de
reino Dios, con el fin de romper la creencia equivocada
que muchos creyentes tienen hoy en día, cuando sólo la norma a la práctica, de la
asocian este tema la administración diezmos y ofrendas, revelación a la realización,
para asuntos de presupuestos de la iglesia y programas de del mensaje al modelaje
construcción del templo.
Es por ello, que presentamos los diferentes asuntos en que Dios nos compromete como
mayordomos responsables de todo lo que Él nos ha confiado administrar fielmente para su
propósito asignado.
Por otra parte, el objetivo de este estudio es formar y capacitar administradores y mayordomos
confiables, responsables, fieles, efectivos y productivos en el reino de Dios.
En conclusión, queremos resumir cuatro principios fundamentales en que todo mayordomo del
reino, debe tener en cuenta para la sabia y eficiente administración de la vida y los recursos que
Dios le ha dado.
1. El principio de la propiedad
Este es el principio fundamental de la mayordomía bíblica. Dios es el dueño y Creador de todo.

Esto nos incluye a nosotros mismos y a todas las cosas que él ha puesto a nuestro cuidado.
Nosotros somos simplemente mayordomos o administradores que actúan en su nombre. por
consiguiente, debemos manejar la vida, tiempo, recursos y talentos de la mejor manera para
agradar a Dios.
Por lo tanto, la administración expresa nuestra obediencia con respecto a la mayordomía de

todo lo que Dios ha puesto bajo nuestro control, y esto lo abarca todo. La administración es
el compromiso de uno mismo y nuestras posesiones al servicio de Dios, reconociendo que no
tenemos el derecho de control sobre nuestra propiedad o sobre nosotros mismos.
80
Haciendo eco de lo escrito en Deuteronomio 8:17, podríamos decir: “Mi poder y la fuerza de mi
mano me han traído esta riqueza.” Pero Deuteronomio 8:18 nos aconseja a pensar de otro manera:
“Sino acuérdate del Señor tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas.”
Sin lugar a dudas, debemos afirmar que todo lo que somos, tenemos, sabemos y hacemos le
pertenece a Dios. Como lo dijo sabiamente C.S. Lewis: “Todas las facultades que tenemos,
nuestra capacidad de pensar o de mover nuestros miembros en todo momento nos son dadas
por Dios. Si dedicásemos cada momento de nuestra vida exclusivamente a Su servicio no
podríamos darle nada que no fuese, en un sentido, Suyo ya.”
2. El principio de responsabilidad
Aunque Dios nos da “todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos,” nada es nuestro.
En realidad nada nos pertenece. Dios es dueño de todo; somos responsables de cómo tratamos
y lo que hacemos con ello. Mientras nos quejamos de nuestros derechos aquí en la tierra, la
Biblia constantemente pregunta: ¿Qué con tus responsabilidades?.
Los propietarios tienen derechos; los administradores tienen responsabilidades. Estamos

llamados como mayordomos de Dios a gestionar fielmente lo que pertenece a Dios. Mientras
que Dios nos ha confiado amablemente el cuidado, desarrollo y disfrute de todo lo que Él tiene,
nosotros como sus mayordomos somos responsables de administrarlo bien y multiplicarlo
conforme con sus deseos y propósito.
Podemos dejar de ser fieles administradores de Dios, cuando actuamos como jefes en vez de
servidores.
Podemos dejar de ser fieles administradores de Dios, cuando especulamos con los recursos del
Señor.
Podemos dejar de ser fieles administradores de Dios, cuando servimos para agradar a los
hombres y no a Dios.
Podemos dejar de ser fieles administradores de Dios, cuando somos ociosos y malgastamos el
tiempo y las oportunidades.
Podemos dejar de ser fieles administradores de Dios, cuando hacemos mal uso de lo que
pertenece a nuestro Amo.
3. El principio de rendición de cuentas
Aprendimos que un mayordomo es alguien que administra los bienes de otro. Todos somos
administradores de los recursos, las capacidades, el tiempo y oportunidades que Dios ha
confiado a nuestro cuidado, y un día cada uno de nosotros seremos llamados a dar cuenta de
que hemos logrado con lo que el Señor nos ha dado.
Esta es la máxima enseñada por todas las parábolas sobre mayordomía que se registran en los
evangelios y particularmente esta demanda se relata en Mateo 21:40, 25:19,, Marcos 12:1-9,
Lucas 12:20, 16:2, 19:15.
81
Indudablemente un principio de la administración es la responsabilidad de rendir cuentas de

nuestra gestión, así que Dios nos demandará resultados óptimos sobre los dones y talentos,
recursos y bienes, tiempo y vida que nos confió administrar.
De la misma forma, Dios ha confiado la autoridad sobre la creación a nosotros y no se nos

permite gobernarla bajo nuestros criterios y para nuestros intereses. Estamos llamados a ejercer
el dominio de gestión bajo la atenta mirada del Creador y demanda que lo hagamos de acuerdo
con los principios que ha establecido.
Al igual que los sirvientes en la parábola de los talentos, seremos llamados a dar cuenta de
cómo hemos administrado todo lo que se nos ha confiado, incluyendo nuestro tiempo, dinero,
habilidades, información, sabiduría, relaciones y autoridad.
Todos vamos a dar cuenta a Dios como el legítimo propietario de todo, presentaremos un reporte
de todo lo que hemos logrado con las cosas que Él nos ha confiado, y particularmente los hijos
de Dios seremos al final juzgados cada uno según sea su obra, pero este juicio no es para
condenación, sino aprobación de nuestras responsabilidades como salvados (2 Corintios 5:10).
4. El principio de recompensa
En Colosenses 3:23-24 Pablo escribe: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para
el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia,
porque a Cristo el Señor servís.”
La Biblia nos muestra en las parábolas del reino que fieles mayordomos que hacen la voluntad de
su Señor con los recursos que se le confiaron, muchas veces pueden esperar ser recompensados
de forma incompleta en esta vida, pero plenamente en la eternidad.
La recompensa de todos los administradores fieles es sobremanera grande, aspiremos a ella.

Todo lo que deberíamos procurar es ser hallados, fieles, aprobados y premiados por el Rey,
esperando escuchar al Señor decir a cada uno de nosotros, lo que está escrito en Mateo 25:21:
“Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra
en el gozo de tu señor.”
Como creyentes del siglo 21, necesitamos abrazar esta visión bíblica mayor sobre la administración,
que va más allá de los presupuestos de la iglesia o los proyectos de construcción del tempo o
la compra de equipos, si bien son importantes; no nos conectan con todo lo que Dios está
haciendo en el mundo.
Tenemos que ser fieles mayordomos de todo lo que Dios nos ha dado dentro de las oportunidades
que se presentan a través de su soberana providencia para glorificarlo, servir al bien común y,
además, su reino.
Que Dios nos revista de su sabiduría y de su gracia para responder eficientemente al alto grado
de confianza que ha depositado en nosotros como sus hijos, para administrar todos los recursos
que ha puesto en nuestras manos, para la gloria de su nombre, para la edificación de la iglesia,
para la extensión del reino y para la restauración de todas las cosas en su propósito eterno.
82

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la mayordomía bíblica es holística y misional, tocando cada área de la vida y empleando

ASPECTOS GENERALES DE LA MAYORDOMÍA

El concepto de mayordomía está intrínsecamente correlacionada con el propósito eterno de

En este y en los siguientes capítulos analizaremos algunos aspectos claves de la mayordomía

En su esencia, la mayordomía bíblica es una coronación de los mayordomos humanos de Dios

Nuestra administración de los recursos de Dios no es un pedido; es un hecho. No elegimos ser

2. ¿De Donde Viene La Palabra Mayordomía?

En los Evangelios, oikonomía se usa principalmente con el significado de “manejo o administración

La palabra mayordomía, el Diccionario Moderno la define como “cargo de mayordomo” y la de

3. ¿Como Podemos Entonces Definir La Mayordomía En El Reino?

Entonces la mayordomía en el reino se puede definir como: La administración correcta y completa

Para todo hijo de Dios, mayordomía significa: La responsabilidad

Si volvemos a la definición de mayordomía, es decir “la administración de los recursos de otra

Dios es el Quién de la mayordomía. Administramos para el Dios vivo. Otras personas u

5. ¿Que Tenemos Que Entender Como Mayordomos En El Reino De Dios?

Para resumir el qué de la mayordomía en el reino, propongo considerar a continuación los

+ Dios es el Creador y Sustentador de todo cuanto existe. El es el único propietario de todo.

6. ¿El Cómo De La mayordomía?

El primer tema importante de la mayordomía que se repite a lo largo de la Biblia es el hecho de

Dios nos ha confiado la tremenda responsabilidad de implementar su misión en el mundo.

7. ¿El Por Qué De La Mayordomía?

La Biblia indica por lo menos siete propósitos por los cuales

Segundo, Dios busca desarrollar en sus mayordomos un sentido de compromiso inquebrantable.

8. ¿Qué Lugar Ocupa El Hombre?

A todos se nos han confiado recursos diseñados y creados por

a. Reflejo de la Gloria de Dios.

b. Representante del Gobierno de Dios.

El hombre es el agente legal de Dios en la tierra y lo hizo socio en el cuidado de la creación.

c. Receptor de la Gracia de Dios.

+ Sojuzgarla = Indica someter y ejercer influencia para administrar la creación.

MAYORDOMÍA del tiempo

El tiempo cronológico es lineal y secuencial, se mide en pasado, presente y futuro. El tiempo es

El mover del tiempo es uno de los grandes misterios que enfrenta

1. LA NATURALEZA DEL TIEMPO

1.1. El Tiempo Pertenece A Dios

1.2. El Tiempo Es Democrático

1.3. El Tiempo Tiene Sus Propias Reglas

Precisamente debido a su naturaleza el tiempo no puede ser:

1.4. Hay Tiempo Para Todo En La Vida

Igualmente el apóstol Pablo, nos enseña a vivir confiadamente

2. EL MANDATO BÍBLICO SOBRE EL TIEMPO

La referencia bíblica fundamental acerca de la mayordomía del tiempo la encontramos en Efesios

El punto central de este pasaje es la comprensión de cuál es la voluntad de Dios, dentro de la

Hemos de referirnos necesariamente al capítulo cinco de dicha epístola. Pablo comienza la

(a) imitarlo en su entrega sacrificial, es decir, costosa, para la redención de un mundo

3. CONSEJOS PARA EL USO DEL TIEMPO

3.1. Tomar Tiempo Diariamente Para La Comunión Con Dios

El lenguaje es engañoso, utilizar la expresión, no tengo tiempo, es

El mejor tiempo invertido en nuestras vidas es dedicarlo en comunicarnos y conocer a quien es

3.2. Invertir Tiempo Primeramente A Las Cosas Prioritarias

3.4. Valorar Cada Momento Importante De La Vida

El objetivo básico y fundamental del tiempo es invertirlo en asuntos

Aunque por nuestra natural imperfección humana no podamos comportarnos totalmente de

3.5. Tener Una Visión De Futuro

La visión es la certeza de haber encontrado el destino correcto. Puede asimilarse a la brújula

No se trata de triunfar en un rol a expensas de los demás. La sostenibilidad es equilibrio y el

“El tiempo es la imagen de la eternidad en movimiento.”

“Si el tiempo es lo más valioso, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches.”

“El tiempo es a la vez el más valioso y el más perecedero de nuestros recursos.”

MAYORDOMÍA DE LAS FINANZAS Y LOS BIENES

¿Qué Es Y Qué Representa El Dinero?

Jesús habló de dinero y bienes más que de otro tema y en sus

Hacer Uso Sabio Del Dinero

1. EL DAR EN EL NUEVO TESTAMENTO

El Antiguo Testamento es maravilloso y es parte de

+ Sojuzgarla = Indica someter y ejercer influencia para administrar la creación. 

~ Crear un entorno y condiciones ambientales confortables, que en el cuarto no haya mucho

~ Desconectar televisores, teléfonos celulares, tablets y computadoras y evitar su uso