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CAPITULO IV (PERIODO 1980-1984)

11 de enero de 1980.Formacion de la coordinadora revolucionaria de masas.

La construcción de una estrategia de los sectores populares para lograr la hegemonía


cultural sobre la sociedad salvadoreña exige el conocimiento de uno de sus principales
aparatos de dominación ideológica, la Universidad de El Salvador en particular, y el
sistema universitario, en general. A continuación abordamos este urgente problema
estratégico de la conducción revolucionaria a partir de algunos elementos teóricos,
históricos, y de observaciones sobre la situación universitaria actual y sus desafíos.

La edificación del nuevo sujeto revolucionario en El Salvador que reanude o continúe el


proceso de lucha por la construcción o/y toma del poder en este nuevo siglo, necesita
contar con un resuelto contingente universitario, formado por estudiantes y docentes
fundamentalmente, por lo que el trabajo político en la UES y con las diversas
universidades privadas adquiere una importancia estratégica. Abandonar la UES es
abandonar uno de los pilares de la revolución democrática antiimperialista.

Este nuevo sujeto revolucionario para esta nueva época tiene como eje básico, como
núcleo principal, a los sectores asalariados del campo y la ciudad, los trabajadores
manuales e intelectuales, empleados privados y públicos, que incluyen a amplios sectores
profesionales, que han sido proletarizados por el modelo neoliberal.

Pero además incluye a los sectores del comercio informal; universitarios y estudiantes de
secundaria; sectores religiosos católicos y evangélicos; sectores progresistas del ejercito;
trabajadores del arte y la cultura; campesinos y cooperativistas, sectores de la diáspora;
desempleados, indígenas, mujeres y jóvenes.

 La educación como instrumento de socialización y de control

La Universidad de El Salvador nace junto con su némesis, el Estado salvadoreño en


1841, como expresión de la consolidación del control recién adquirido por las nuevas
clases dominantes de criollos liberales. Y desde entonces ambas instituciones mantienen
una relación de unidad y antagonismo ya que mientras el Estado ha jugado generalmente
un papel represivo, la Universidad en diversos momentos históricos ha jugado un
indiscutible rol subversivo, contestatario.

Y este rol subversivo ha sido posible a partir de que la misma naturaleza compleja y
contradictoria de la institución, la cual por una parte, representa los intereses económicos,
políticos e ideológicos de las clases dominantes, de sus relaciones de producción, pero
por la otra refleja al mismo tiempo el papel subversivo de la ciencia, de las fuerzas
productivas, y de su identificación y acompañamiento de los sectores populares.
Esta situación se manifiesta principal y fundamentalmente como un agudo conflicto
ideológico, y la Universidad en nuestros países latinoamericanos y caribeños, se convierte
en una peculiar palestra ideológica en la cual se debaten las diferentes visiones
filosóficas, entran en pugna los diferentes proyectos históricos y se enfrentan las variadas
estrategias políticas que se disputan el rumbo del mundo y de la sociedad salvadoreña.

La Universidad como parte fundamental del sistema educativo cumple en toda sociedad
con claros objetivos políticos. Así fue en la Grecia esclavista, en la Alemania feudal o en
la Venecia renacentista. La naturaleza, funciones y el marco educativo responden a
intereses de clase, a intereses y objetivos políticos (Gutiérrez 1984)

La visión educativa responde a los intereses de las clases dominantes, a la ideología de


los grupos de poder, a los designios de sectores económicamente poderosos o de
partidos en el poder. La educación cumple un importante papel como instrumento de
socialización y a la vez de control social. Es por esto que cuando una sociedad entra en
crisis, la educación entra en crisis.

La clase que posee los medios de producción posee también los medios educativos,
controla la cultura, y controla los instrumentos de reproducción ideológica, y entre estos
ocupa una posición privilegiada el área educativa, ya que es mediante la educación que
se garantiza una socialización orientada a defensa del sistema vigente y el control social.

Como agudamente lo señala Gutiérrez “educar es socializar para una sociedad concreta e
ideológicamente definida.”(Gutiérrez 1984) Y agrega que “la socialización (pautas, valores
y formas de vida) y el control social son funciones políticas y son reflejo de la ideología y
de las demandas socioeconómicas de determinada sociedad.”

El conflicto armado en El Salvador culminó con una negociación política entre el gobierno
salvadoreño y el Frente Farabundo Martí la Liberación Nacional (FMLN); los pactos de la
negociación están consignados en los llamados “Acuerdos de Chapultepec” firmados el
16 de enero de 1992, en la ciudad de México. Como parte de los acuerdos para terminar
con las hostilidades, las partes señalaban la necesidad de constituir una Comisión para la
Verdad que tendría a su cargo: la investigación de graves hechos de violencia ocurridos
desde 1980, cuya huella sobre la sociedad reclama el conocimiento público de la verdad
hechos de esa naturaleza, independientemente del sector al que pertenecieron sus
autores, deben ser objeto de la actuación ejemplarizante de los tribunales de justicia, a fin
de que se aplique a quienes resulten responsables, las sanciones contempladas por la
ley.

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