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PLAN DE AHORRO Y
EFICIENCIA ENERGÉTICA
C/ Colón, 1-4ª planta - 46004 Valencia - Tel.: 963 427 900 - Fax: 963 427 901
GUÍA DE AHORRO
Y EFICENCIA ENERGÉTICA
EN EL SECTOR TEXTIL DE LA
COMUNIDAD VALENCIANA
TÍTULO DE LA PUBLICACIÓN
La presente guía de ahorro y eficiencia energética en el sector textil, ha sido editada por la Agencia Valenciana de la Energía
y forma parte de una serie de publicaciones dirigidas a diferentes sectores, con el fin de que sirvan como instrumento
para poder alcanzar los objetivos de ahorro energético propuestos en el “Plan de Ahorro y Eficiencia Energética de la
Comunidad Valenciana”.
ELABORACIÓN
Esta Guía ha sido elaborada por el AITEX y Evolutia Activos, SL, con la colaboración de ATEVAL.
AVEN
Agencia Valenciana de la Energía
Calle Colón, 1, 4ª planta
46004 Valencia
e-mail: info_aven@gva.es
web: http://www.aven.es
“Este estudio ha sido realizado en el marco del Plan de Acción 2008-2012 de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética en
España, que se ejecuta en cooperación entre el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio/IDAE y la Comunidad Valenciana.”
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN....................................................................................................... 9
3
ÍNDICE
5. EQUIPOS DE PROCESO.........................................................................................59
5.1 Trenes de Lavado............................................................................................................................................................ 61
5.4 Hilatura.............................................................................................................................................................................. 64
5.5 Tejeduría............................................................................................................................................................................ 65
6. TECNOLOGÍAS HORIZONTALES...........................................................................69
6.1 Vapor de agua..................................................................................................................................................................71
6.8 Bombas.............................................................................................................................................................................. 82
7.1.2 Rame.......................................................................................................................................................................... 97
8.9.1 Armónicos..............................................................................................................................................................169
8.11.1 Introducción:......................................................................................................................................................175
9. COGENERACIÓN.................................................................................................183
1 Introducción
El sector textil, uno de los más tradicionales y antiguos en la Comunidad Valenciana, ha atravesado
a lo largo de su existencia por momentos de mayor o menor importancia relativa en la actividad
productiva, y ha vivido momentos de expansión y crecimiento, constituyéndose como motor de las
economías locales, comarcales e incluso provinciales. Algunos municipios y comarcas, todavía hoy, son
dependientes de este sector tras siglos de existencia en la Comunidad Valenciana.
También, en ese sentido, el sector ha soportado las crisis vinculadas a la actividad productiva, sobre
todo en los subsectores con mucha dependencia de mano de obra. Los acuerdos de Uruguay y la
reciente expansión asiática han implicado importantes crisis que el sector ha ido afrontando no sin
muchas dificultades.
Todo esto ha inculcado en la industria textil valenciana la necesidad de una gestión eficiente de sus
recursos productivos y en concreto del recurso energético, que ha adquirido recientemente una mayor
significación. La incidencia del coste energético sobre la estructura de costes de las empresas textiles
exige en estos momentos una proactividad en la gestión energética, cuyos resultados y beneficios
están garantizados de antemano.
El sector textil presenta diversos ramos o subsectores que han sido analizados con detalle en el Estudio
Sectorial, y que han servido de base para organizar y presentar los datos que configuran la presente
Guía. Los principales subsectores son:
• Subsector de Tinte y Acabados o “Ramo del Agua”.
• Subsector de Hilatura.
• Subsector de Tejeduría (incluidos los no tejidos).
Esta clasificación en subsectores pone también de manifiesto la diferente intensidad energética entre
los mismos, por ejemplo en el subsector del “ramo del agua” el consumo energético tiene un gran
peso específico en su estructura de costes. Serán por tanto las empresas de este subsector las más
beneficiadas en su cuenta de resultados por una eficiente gestión energética.
El sector textil se ha manifestando en los últimos años como uno de los más dinámicos y flexibles,
adaptándose a los cambios que se han producido en su entorno competitivo. En lo referente a la gestión
energética, muchas empresas han apostado por implantar Planes de Gestión Energética para mejorar
su posicionamiento, y no únicamente en lo referente a su cuenta de resultados, sino también por lo que
la implantación de medidas contempladas en los proyectos de mejora de eficiencia energética suponen
en relación con los aspectos medioambientales y de sostenibilidad de la empresa.
Como resultado de dicha sensibilización en las empresas del sector se han ido materializado importantes
actuaciones derivadas de medidas contempladas en proyectos de ahorro y eficiencia energética, las
cuales se traducen en importantes mejoras de resultados a nivel económico y medioambiental.
Si se toma en consideración el tamaño de las industrias, resulta claro que cuanto mayor sea su
consumo energético, mejores son los resultados esperados por la puesta en práctica de las medidas
contempladas en los estudios de ahorro y eficiencia energética que se exponen en esta Guía. La
experiencia en este campo pone de manifiesto que todas las industrias, en mayor o menor medida,
disponen de un potencial de mejora en sus procesos de gestión de la energía, mejoras que pueden
suponer importantes ahorros económicos.
La presente Guía contiene una caracterización del sector textil en general y datos globales de consumos
finales de energía del sector. También contiene una breve exposición de los principales procesos y
equipos de cada uno de los subsectores auditados, tanto de los equipos productivos como de los equipos
e instalaciones de diferentes tecnologías que se utilizan para suministros energéticos horizontales
(compartidos en varios procesos o de servicios generales). Finalmente, tras el análisis energético de
los procesos, en la presente Guía, se proponen medidas de ahorro, de probada eficiencia en el sector,
para la mejora de la eficiencia energética tanto en los procesos como en los equipos (productivos y
auxiliares), sistemas de gestión energética, etc.
También merece consideración en esta Guía la importancia de los procesos de contratación de suministro
energético en las industrias (así como su posterior seguimiento y control), dada su incidencia en la
toma de decisiones referentes a la implementación de propuestas de actuación en materia de eficiencia
energética y de su repercusión en la cuenta de resultados de las empresas. No se puede soslayar que
las empresas que soportan un coste de energía poco competitivo (frente a otras empresas de su mismo
subsector), no solo pierden competitividad directa por su incidencia en los costes, sino que también
ello puede suponer que los datos tomados en consideración para la toma de decisiones de inversión en
eficiencia energética (basadas en precios de la energía no competitivos) distorsionen los períodos de
retorno de las inversiones contempladas.
Esta guía se suma a la serie de Guías de Ahorro editadas por la AVEN en el marco del Plan de Ahorro y
Eficiencia Energética de la Comunidad Valenciana.
2.1 Introducción
La industria textil y de la confección es tradicional en España, siendo un importante sector generador
de empleo.
El presente apartado constituye un análisis de la situación del Sector Textil-Confección español y va-
lenciano, y tiene un objeto fundamentalmente descriptivo.
Antes de emprender la caracterización actual del sector textil en el presente apartado se hace nece-
sario conocer su evolución reciente. Por ello el presente documento se inicia con una sucinta revisión
de los indicadores más relevantes del sector durante el periodo 2004-2008 [punto 2.2]. Se muestran
los valores recogidos de las diversas fuentes de información existentes, y se ofrece una aproximación
actualizada del sector español, recogiendo sus indicadores más importantes y su posición con respecto
al sector textil en Europa.
En el siguiente punto [2.3] el estudio continúa profundizando en el estado de la situación relativa ac-
tual del sector textil valenciana en el conjunto de España, también segmentando la información para
cada una de las áreas de actividad (subsectores) que conforman el sector textil.
En el apartado siguiente [2.4] se analiza la información de las diversas Comunidades Autónomas, carac-
terizando al sector por sus indicadores representativos en cada una de ellas, y se muestra el posiciona-
miento relativo del sector en la Comunidad Valenciana respecto al resto de las Comunidades Autónomas.
Finalmente, en el apartado siguiente [2.5] se muestra cómo ha evolucionado el sector en la Comunidad
Valenciana y su situación actual.
Con todo ello se pretende ofrecer una completa visión de la realidad actual del Sector Textil en la
Comunidad Valenciana.
Consumo de fibras
Seguidamente, a través del análisis de los valores de los indicadores, se muestra la importancia relativa
de la industria textil española en relación al conjunto de los sectores industriales. La información del
presente apartado se circunscribe a 2007, y se contiene en la publicación “Panorámica de la Industria”,
editada por el INE a partir de los datos recopilados de la Encuesta Industrial de Empresas españolas. Los
datos ofrecidos incluyen conjuntamente los sectores textil y del cuero-calzado.
89
Industria textil, confección,
cuero y calzado
11
Resto de la industria
92
97
2007
Cifra de negocios / ocupado (euros) 102.665
Sueldo / hora trabajada (euros) 10
Sueldo /asalariado (euros) 17.158
Horas trabajadas/ocupado 1.740
Ingresos de explotación /gastos de explotación 1,04
Ventas productos / consumo materias primas 2,30
Ventas mercaderías / consumos mercaderías 1,62
Inversión bruta material / cifra de negocios 0,03
Tabla 4. Fuente: INE.
Ingresos Gastos
CNAE Empresas
TOTAL 19.511
Tabla 6. Fuente: DIRCE. INE (2009).
CNAE 14.1
CNAE 14.3 56%
5%
CNAE 13.1
4%
CNAE 13.2
2% CNAE 13.9
CNAE 13.3 28%
5%
TOTAL 136.838
Tabla 8. Fuente: INE Encuesta Industrial de Empresas (2008).
En ella se aprecia que la mayoría del empleo se centra en el sector de confección de prendas de vestir
textiles y accesorios, pues 78.287 empleados representa el 57% del total de la ocupación, estando el
resto del empleo distribuido de una manera mas o menos equitativa entre los demás subsectores
Datos que se aprecian más claramente si son distribuidos en forma de gráfico circular.
CNAE 13.2
6%
CNAE 13.1
CNAE 14.1 6%
51% CNAE 14.3
CNAE 13.3 6%
6%
TOTAL 13.540.736
Tabla 9. Fuente: INE Encuesta Industrial de Empresas (2008).
Se observa que la cifra de negocio más elevada se centra en el sector de la confección (53% del total),
seguido por el sector de la tejeduría, segundo en importancia, con el 15% de la cifra de negocio del
total del sector.
Datos que se aprecian más claramente si son distribuidos en forma de gráfico circular:
Madrid 11%
Andalucia 11% C. Valenciana 15%
Galicia 8%
173 Acabados
50 16 5 15 14 3 12 37 415 178 4 31 47 12 8 17 2 0
de textiles
174 Fabrica
otros art.
confeccionados
563 103 66 115 85 35 124 125 782 676 48 166 381 124 73 122 36 2
con textiles
excepto
prendas vestir
175 Otras
Número de empresas textiles por subsectores y CC.AA
Total 2.089 510 260 249 239 95 714 1.039 5.955 2.828 159 1.628 2.209 420 174 590 128 7
27
EL SECTOR TEXTIL: CARACTERIZACIÓN Y ANÁLISIS DE SITUACIÓN
Madrid 11%
Castilla - La Mancha 4%
Andalucia 6%
Madrid 9%
C. Valenciana 24%
Galicia 12%
Unión Europea (por compartir una problemática similar), para encontrar soluciones capaces de afron-
tar el futuro inmediato con garantías suficientes.
Todos los agentes que participan en la readaptación coinciden en señalar que, para dotar de la eficacia
y efectividad necesarias, cualquier iniciativa se debe apoyar en la investigación, desarrollo e innovación
y realizarse en áreas de particular relevancia para el sector textil, como son el desarrollo de nuevos
materiales (incluidos los textiles técnicos), los nuevos procesos de producción y las tecnologías limpias
que contribuyan al desarrollo sostenible. La innovación deberá centrarse en el fomento de la creativi-
dad y la moda.
Como se ha comentado en apartados anteriores se ha dividido la actividad del sector textil en las tres
grandes fases (procesos) productivas que componen su cadena de valor:
• Fase de Hilatura
• Fase de Tejeduría
• Fase de Tintes y Acabados (Ramo del agua)
A continuación se describen cada uno de las fases mencionadas. En la presente Guía solo se han to-
mado en consideración los procesos más significativos para cada una de las fases, en relación con su
implantación en el conjunto de las industrias del sector de la Comunidad Valenciana.
Manuares Cardas
Continuas
Envasado
Para cada partida se determina, en función de la experiencia y de las pruebas realizadas, la mezcla de
materiales y de colores necesarios para obtener el hilado requerido.
Incorporación al proceso
Las máquinas “abridoras” van obteniendo y abriendo el material (fibras) desde las distintas balas (pa-
quetes) e introduciéndolo en la línea de producción.
Realización de la mezclada
Una vez recogida la materia prima, por medio de máquinas abridoras, la materia prima es conducida neu-
máticamente a una mezcladora que realizará una primera mezcla de la misma (en la proporción dispuesta).
Cardado y manuares
En estas operaciones la materia prima es primero “cardada” (se individualizan la fibras) y se le realiza
una limpieza mecánica a la vez que se mezcla definitivamente la materia prima, obteniéndose una “me-
cha” (cinta gruesa) a la salida de la “carda”. Estas mechas alimentan los “manuares”, los cuales recogen
la reunión de varias mechas, las estiran y obtienen una única mecha homogénea, con el peso (número
métrico) requerido.
Continuas
Una vez obtenida la mecha homogénea en los “manuares”, en la máquina “continua” se realiza su esti-
ramiento y su torsión hasta conseguir hilado.
Existen varios sistemas para la obtención del hilado en las “continuas” y también se pueden realizar
varias operaciones complementarias (parafinado, purga, …).
Acabados
Vaporizado
El hilado obtenido en las máquinas “continuas” en ocasiones es “vaporizado” para darle un acabado por el
que pierde la tendencia a la torsión que posee (“rabia”), consiguiéndose de esta forma un hilo más dócil.
Reunidora-Dobladora-Bobinadora
En estas máquinas se “reúnen” varios hilados (“cabos”) obtenidos en la “continua”, a continuación se
“doblan” (retuercen) entre sí con la combinación que requiera la partida, formando un único “cabo”
final. El hilado obtenido se dispone en forma de bobina (cónica o cilíndrica) en la máquina “bobinadora”
Se pueden dar también acabados diferentes, parafinado, vaporizado,…
Urdidos
Para alimentar por urdimbre las máquinas tejedoras planas (“telares de calada”), se requiere disponer
los hilados paralelamente en un portamaterias que se denomina “plegador”. La operación de ubicar los
hilados en el “plegador” se llama “urdido”.
Según el número de hilados a “urdir” se realiza en primer lugar una primera etapa por medio de ple-
gadores primarios para luego, con el número necesario de plegadores primarios componer el plegador
con el número definitivo de hilados requerido. Una vez urdido, se pasa a la etapa de encolado. En esta
etapa se encola el hilo para que gane en resistencia, temporalmente necesaria en la fase de tejeduría.
Almacenamiento
Una vez realizado el acabado necesario a cada partida, éstas se depositan en los almacenes de producto
acabado del proceso de hilatura.
Tejido a la plana
Se alimenta por urdimbre (“plegadores”) y “trama” (perpendicular a la urdimbre).
Dependiendo del telar, es posible producir numerosos tipos de tejido y contexturas.
Tejido de punto
El tricotado consiste en hacer bucles con el hilo o hilos y entrelazarlos, de manera muy parecida al
tricotado a mano o ganchillo.
Pedidos
Tejeduria
Plegador Hilatura
Tubo tejido
Almacén
Etiquetado
Almacén de
materias primas
Enrollado
(Preparación)
Preparación:
- Chamuscado
- Tren de lavado
- Rameado
Tricotosas
Estampación: Tintura:
- Rotativa - Continua
- Plana Acabado: - Discontinua
- Transfer
- Impregnación
- Rameado
- Calandra
- Tumbler
- Airo
Repasado y
control calidad
Enrollado
(empaquetado)
Almacenamiento
(Expedición)
La materia prima de esta fase se recibe en forma de tejido, generalmente en crudo, bien plegado o en-
rollado a un cilindro metálico o “barra”, formando el denominado plegador. De modo que para proceder
a la realización del proceso de producción se utilizan estos mismos plegadores, dando entrada al tejido
a los diferentes equipos o maquinaria.
Los diferentes procesos a los que se somete al tejido son los siguientes:
Chamuscado.
Se trata de un proceso de preparación del tejido que consiste en eliminar las fibras superficiales me-
diante la aplicación de llama directa sobre la superficie del tejido durante un tiempo determinado. El
objetivo de esta operación es el de quemar las fibras superficiales del tejido que le confieren un aspecto
velloso. La permanencia de estas fibras superficiales puede ocasionar matices más pálidos y blanqueci-
nos tras las operaciones de tintura.
Figura 23.
Chamuscadora.
Desencolado
El desencolado es una operación de preparación del tejido que consiste en eliminar las impurezas
adicionadas a la materia prima, fundamentalmente en el proceso previo de “encolado” (ver en urdidos,
pag. 31). Estas impurezas están constituidas por: ceras, aceites de ensimaje (aplicados en el proceso
de hilatura) y sustancias encolantes aplicadas en la urdimbre, previamente al proceso de la tejeduría.
Los encolantes habitualmente utilizados durante los procesos previos a la tejeduría son:
• Almidones y derivados
• Carboximetilcelulosa
• Alcohol de polivinilo
• Acetato de polivinilo
• Polímeros acrílicos
• Poliésteres solubles
Para eliminar estas impurezas, se somete el tejido a unos baños acuosos cuya composición contiene:
• Sosa caústica (NaOH)
• Detergente
• Acido
Descrudado
En este proceso se eliminan las impurezas naturales de la fibra, confiriéndole un mayor grado de blancura.
Dichas impurezas pueden ser:
• Compuestos minerales: sales potásicas, sódicas, cálcicas y magnésicas. Compuestos de hierro y
fósforo.
• Materias pépticas: polisacáridos procedentes de la oxidación de carbohidratos.
• Ceras: ácido palmítico, oleico, esteárico, forman jabones de alto poder emulsionante en contacto
con soluciones alcalinas
• Restos pigmentarios: semillas y hojas.
En éste proceso se hace pasar el tejido desenrollado (al ancho) por un baño acuoso con álcalis y otras
sustancias auxiliares. Una composición estándar de un baño de descrudado estaría constituida por
“soluciones detergentes” como las siguientes:
• Soluciones de sosa cáustica (NaOH) y mezclas de soluciones de sosa cáustica (NaOH) y
Carbonato Sódico (Na2CO3).
• Carbonato Sódico (Na2CO3) y jabón
• Detergentes sintéticos y sosa cáustica (NaOH)
Mercerizado
Se aplica esta operación para mejorar la resistencia a la tracción y la estabilidad de los tejidos, además
de otorgarle un brillo permanente al algodón.
Para ello se sumerge el tejido en una serie de cubetas, que contienen una solución de sosa cáustica
(NaOH) con una concentración aproximada de 26º Bé.
Blanqueo
En la operación de blanqueo se consigue la eliminación de sustancias leñosas coloreadas presentes
en materias textiles de origen natural (algodón, lino, yute, cáñamo, etc.), así como conferir un mayor
blancura al textil. Se somete el tejido a una inmersión en una solución de peróxido de hidrogeno (H2O2),
sosa cáustica (NaOH) y agentes auxiliares estabilizadores a un pH entre 10,5 y 12.
A la salida de las cámaras del “tren lavado” se realiza un secado del tejido haciéndolo circular a través
de unos bombos de secado calentados con vapor saturado.
Tintura
La tintura de tejido es la operación que le confiere la coloración requerida mediante la aplicación de
un baño con colorante y auxiliares de tintura mediante un proceso específico. Esta operación puede
realizarse de forma que el tejido se alimente de forma continua o bien realizarse de forma discontinua
(por lotes o partidas). Las instalaciones requeridas son totalmente distintas.
Se denomina “Jigger” a la máquina empleada para efectuar tratamientos en húmedo sobre tejidos
dispuestos al ancho, opera por lotes (proceso discontínuo).
Reposo
A continuación el tejido, enrollado en torno a un cilindro giratorio, se mantiene en reposo durante un
período determinado, con el fin de que se lleve a cabo la reacción colorante-fibra por el contacto del
baño impregnado con el tejido.
Secado
Después de la tintura el tejido se tiene que secar, para ello se utilizan diferentes equipos:
• Secado por contacto indirecto. Primero se extrae la mayor porción de agua por vía mecánica
haciendo pasar el tejido a través de dos o tres cilindros recubiertos de goma con presión entre
ellos, posteriormente se pasa a través de otros cilindros calientes con la finalidad de evaporar
el agua restante.
• Secado en rame. Esta máquina se utiliza para el secado total del tejido al ancho mediante el
paso de una corriente de aire caliente a través del mismo.
• Secado de contacto: Se hace pasar el tejido a través de unos cilindros metálicos calentados
internamente con vapor.
Acabados
En el sector textil, existen múltiples tipos de acabados, los cuales se realizan para conferir determi-
nadas propiedades al tejido, pudiéndose realizar éstos con el tejido dispuesto en forma de cuerda o
al ancho.
Entre las operaciones de acabado más frecuentes que requieren un consumo energético importante
destacan las realizadas en la máquina “rame” para conseguir:
• Estabilidad dimensional: En esta operación, el tejido adopta un ancho y un paralelismo de los
hilos de forma definitiva mediante su tratamiento (por aire caliente) a alta temperatura.
• Secado: Se aplica aire caliente para evaporar el agua residual que permanece en el tejido.
Otros procesos destacados son:
“Sanforizado”: Utilizado para la obtención de acabados inencogibles. Consiste en realizar un encogi-
miento previo al tejido obteniendo así una estabilidad dimensional durante los lavados sucesivos de
la prenda. Gracias a este proceso se consigue que el tejido no encoja durante el lavado doméstico. Se
trata de un proceso físico en el cual no se utiliza ningún producto químico.
Suavizado: Mediante la aplicación de siliconas y suavizantes sobre la superficie del tejido, quedando
estos fijados posteriormente por la aplicación de calor seco o vapor.
Repasado: Para asegurar la ausencia de manchas en los tejidos se procede a su inspección visual me-
diante la aplicación de luz y si es necesario, a su limpieza manual.
A continuación se exponen los consumos energéticos del Sector Textil, tanto de Energía Eléctrica
(Comprada a Red y Autoconsumida por la planta proveniente de cogeneraciones) y de Energía Térmica
(Comprada a Red y suministrada por las cogeneraciones). En la Energía Térmica no se ha tenido en
cuenta el consumo de gas de las propias cogeneraciones.
Dentro del sector textil existen diferentes subsectores dentro de los cuales el reparto energético es muy
diferente, cabe resaltar que las empresas dedicadas a la Tejeduría e Hilatura consumen principalmente
electricidad, quedando el consumo térmico para acabados, de forma contraria en las empresas de
Acabados (Ramo del Agua) el consumo térmico es mayoritario quedando en porcentajes del 80-90%
para la parte térmica y del 10-20% para la parte eléctrica.
Año 2009. Ministerio Industria 021. Industria textil, confección, cuero y calzado.
Provincia Consumo en GWh
ALICANTE 311,6
CASTELLÓN 46,7
VALENCIA 153,4
TOTAL 511,7
Tabla 17. Consumo energía eléctrica 2009.
Castellón
9%
Alicante Valencia
61% 30%
Esta distribución de consumos eléctricos, aunque incluye los sectores del cuero y el calzado, se considera
representativa del sector textil, debido a que este sector representa aproximadamente dos tercios del
total del consumo eléctrico del grupo 21 detallado por el Ministerio de Industria.
El Sector ha sufrido una evolución de bajada sensible en los consumos de electricidad, asociada a la
reducción de la actividad productiva en los últimos años.
La distribución del consumo de energía eléctrica por subsectores de actividad, obtenidos a partir de los
datos disponibles de energía facturada, se obtiene la siguiente tabla:
Tejeduría 19%
Otras industrias
textiles 19%
Acabados 19%
Figura 33. Distribución del consumo eléctrico en el Sector Textil.
600
500
400
300
200
100
0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Figura 34. Evolución del consumo eléctrico en el Sector Textil.
Los datos correspondientes al consumo de gas natural del sector textil en la Comunidad Valenciana
durante el año 2009, desglosados por provincias, son los siguientes:
Destaca el hecho de que el mayor peso recae sobre la provincia de Alicante, que es donde se localiza la
mayor parte de las empresas textiles con consumo de gas natural.
Cabe señalar aquí que el subsector con mayor peso en consumo de gas natural es el de acabados
textiles (“ramo del agua”), que además representa entre un 85% y 90% del consumo total del “mix
energético”.
5 Equipos de proceso
A la salida de las cámaras de lavado se realiza un secado del tejido haciéndolo circular a través de
unos bombos de secado (8 a 20 bombos en función del tren). La temperatura de estos bombos puede
ir comandada por una sonda de temperatura o de presión para grupos de 4 bombos, de manera que
se pueda particularizar la temperatura de cada grupo en función de las necesidades del tejido y del
proceso.
Tipos de rame:
El rame dispone de una serie de cámaras por las que transcurre el tejido, en estas cámaras es donde tiene
lugar el proceso. En ellas se recircula el aire calentado mediante turbinas a través de unas rampas que
lo dirigen hacia el tejido. Este aire es recogido parcialmente y recirculado nuevamente; la renovación de
aire se realiza a través de las bocas de entrada y salida del rame por lo que la cantidad de aire renovado
viene determinada por la cantidad de extracción de aire por la chimenea. Las tecnologías empleadas se
reflejan a continuación:
Por la parte térmica:
• Calentamiento del aire de la cámara mediante combustión directa: A través de un quemador
alimentado con gas natural se hace circular el aire caliente mediante las turbinas, a través de las
rampas que lo dirigen hacia el tejido.
• Calentamiento del aire caliente de la cámara mediante combustión indirecta: Este sistema
difiere únicamente del anterior en que aire caliente proveniente del quemador se hace circular
por un intercambiador aire-aire, y las turbinas que recirculan el aire por el interior de la cámara
lo hacen pasar a través del intercambiador.
• Calentamiento de la cámara mediante intercambiador de aceite térmico-aire: Esta disposición,
cada día más obsoleta por su menor eficiencia térmica, es idéntica que la de la combustión
indirecta con la única diferencia de que el intercambiador es alimentado con aceite térmico
proveniente de una caldera o desde una cogeneración.
5.4 Hilatura
Se incluyen aquí las industrias cuya actividad principal es la fabricación del hilado empleado en los
posteriores procesos de tejeduría. A partir de materias primas (fibras) de origen animal (lanas, pelo,
etc.), de origen vegetal (algodón, lino, etc.) o de origen sintético (acrílico, poliamida, etc.) se lleva a cabo
el proceso de obtención de hilado de diversas composiciones en función del tipo de hilado a obtener.
Al igual que en el sector o ramo de Tejeduría, en este sector se hace muy poco uso de energía térmica
para procesos productivos (alguna excepción se presenta en los hilados de fibra acrílica, que presentan
procesos de vaporizado en sus producto High Bulk). Normalmente el uso de energía térmica es
inexistente a nivel productivo y a nivel de sistemas auxiliares se utiliza para procesos de calentamiento
del aire en las centrales de acondicionamiento.
Al igual que sucede en el sector o ramo de la tejeduría, estos sectores emplean la energía eléctrica
de forma intensiva en procesos auxiliares muy ligados al “core bussines” de las mismas: Son grandes
consumidores de energía eléctrica en acondicionamiento y producción de aire comprimido. También el
proceso productivo consume energía eléctrica de forma directa e intensiva.
Los principales equipos de procesos en las hilaturas son los descritos a continuación:
Las “cardas” son los equipos encargados de homogeneizar la mezcla del material textil en bruto (fibras)
para producir lo que se denomina mecha, como paso previo a su hilado.
Todo el consumo energético es eléctrico y requieren para su funcionamiento un buen sistema de
extracción de aire que puede estar integrado en el equipo o ser un sistema auxiliar.
Una vez cardada la mezcla de fibras se obtiene la mecha (cinta gruesa de fibras), las cuales alimentan
los “manuares” que recogen la reunión de varias mechas provenientes de las cardas y estiran la reunión
de mechas, igualando su peso para que éste resulte homogéneo a lo largo de la mecha.
Una vez obtenida una mecha única en los “manuares”, en las máquinas “continuas” se realiza un
definitivo estiramiento de esta mecha y se torsiona para conseguir el hilado. Existen distintos tipos de
maquinas “continuas”: de torsión, open-end, etc.
5.5 Tejeduría
El “telar Jacquard” es un telar mecánico que utiliza tarjetas perforadas para conseguir entrelazar
los hilados de forma que su combinación cree un dibujo en el propio tejido. Aunque siempre se ha
denominado telar Jacquard, el telar en sí es la máquina inferior que entrelaza los hilos para producir
la tela, mientras que lo que verdaderamente es el dispositivo Jacquard es la máquina superior que
produce el movimiento independiente de los hilos de urdimbre permitiendo la inserción de las tramas
en las diferentes zonas del tejido, para conseguir el dibujo programado.
Cada tarjeta perforada se corresponde a un dibujo, y determina el patrón (ligamento/armura) con el que
el telar opera. Cada agujero de la tarjeta corresponde con un gancho (“bolus”), que tiene dos posiciones,
pudiendo estar arriba o abajo. De esta manera, dependiendo de qué posición tenga, el arnés (montura)
que lleva y guía la urdimbre hace que los hilos de la urdimbre se desplacen individualmente hacia arriba
o hacia abajo. De esta manera, la secuencia de subidas y bajadas del hilo termina por crear un patrón
(ligamento/armura) sobre el propio tejido. Los ganchos o pestañas pueden ser conectados a través
del arnés con un determinado número de hilos, permitiendo que el patrón (camino) el movimiento se
repita más de una vez.
Un telar esta accionado únicamente por motores eléctricos y su consumo individual no es elevado,
si bien las salas de tejeduría, al contener un número elevado de máquinas, en su conjunto en sí tiene
importancia energética.
En la tejeduría los principales consumos corresponden a los equipos auxiliares a la producción como
son las centrales de acondicionamiento de sala, los compresores, el alumbrado, etc.
Además de los telares Jacquard existen otros tipos de telares que realizan tejido plano de calada.
También están los telares de punto o tricotosas, que obtiene el tejido de punto o tricotado.
En ocasiones en la propia industria de tejeduría, en función del acabado requerido, el tejido puede
someterse a procesos térmicos (vaporizado, planchado, etc.), procesos en los que se necesita caldera
de vapor. Son válidas las propuestas efectuadas para las calderas y circuitos en el apartado 6.1 de
Suministros Energéticos Horizontales.
6 Tecnologías horizontales
Los suministros energéticos horizontales son aquellos que no forman parte de un proceso productivo
específico, sino que pueden encontrarse vinculados simultáneamente a varios de ellos o estar presentes
en los sistemas auxiliares asociados al funcionamiento general de la industria.
En este apartado se realizará una breve descripción de las principales tecnologías existentes en los
principales subsectores de la industria textil (acabados, hilados y tejeduría), caracterizando los equipos,
principalmente desde el punto de vista de su consumo energético. Cabe considerar aquí el hecho de
que no es preciso que todos estos equipos auxiliares formen parte de todos y cada uno de los diferentes
procesos textiles, pero toman parte en su conjunto.
En la Figura 41 se muestran los sistemas horizontales más comunes instalados en las plantas
productivas del sector. Nótese que, para una mejor comprensión del texto, se han considerado los
motores eléctricos y los variadores de frecuencia como un sistema independiente, aunque en la
práctica estos equipos pueden emplearse para accionar otros dispositivos, como soplantes, bombas o
compresores de aire.
Tecnologías horizontales
Motores Sistemas de
Vapor Bombas Iluminación eléctricos refrigeración
a través de las correspondientes canalizaciones. La instalación tiene muchas similitudes con una
instalación neumática.
Por lo que respecta a su accionamiento, las calderas de presión industriales se encuentran accionados
en prácticamente la totalidad de los casos por quemadores de gas natural, con alimentación de agua
mediante bombas eléctricas.
La estructura básica de una red de vapor se muestra en la Figura 43. Según se observa, está compuesta
por un elemento generador (caldera), un depósito de acumulación de condensados (agua de retorno
y alimentación de agua de red) y un circuito de distribución para vapor directo e indirecto, a los
que se unen otros elementos para la regulación, control, medida y tratamiento del vapor (válvulas,
purgadores, etc.).
Los sistemas de producción de vapor requieren de equipos de tratamiento de caldera. Ésta requiere de
unos niveles mínimos de agua en el “hogar”, además de una purga de sales y una purga de lodos para
mantener sus condiciones internas.
Al tratarse de un equipo de combustión dispone de una chimenea de extracción de humos, en cuyo
interior la composición, el caudal y la temperatura de los humos es dependiente del rendimiento que
se le esté dando a la misma.
La dispensación de vapor en la red puede ser mediante vapor directo, el cual se aplica de manera directa
sobre el artículo o sobre la base en la que vaya el artículo, y mediante vapor indirecto, por el que la
transferencia de calor se efectúa mediante un intercambiador de calor vapor-agua con la consiguiente
recuperación de condensados (agua a 90 - 110ºC).
Como se puede deducir fácilmente, los sistemas de producción de vapor presentan importantes
posibilidades de ahorro energético, principalmente térmicos. Las medidas de ahorro aplicables serán
estudiadas en el apartado 8.1.
Vapor
Condensado
Estanque de
alimentación Proceso Proceso
de aguas
Condensado
Vapor
Estanque de
alimentación
Bobina de
alimentación
Manómetro
Entrada aire
ambiente
Consumos
Secador
Refrigerador
posterior
Depósito
Motor Válvula acumulador
eléctrico
Un aspecto diferenciador con respecto a los sistemas hidráulicos basados en bombas es que los sistemas
de aire comprimido de cierta envergadura requieren de equipos de tratamiento de aire. Los aparatos
con que se realiza este tratamiento son los refrigeradores finales y otros elementos complementarios
(secadores, filtros, purgadores automáticos, etc.).
El refrigerador final es un intercambiador de calor que enfría el aire comprimido, rebajando su punto
de rocío. Estos intercambiadores pueden ser de aire–agua o de aire–aire.
Finalmente, para el secado del aire se emplean equipos secadores, que pueden ser frigoríficos o de adsorción.
Como se puede deducir fácilmente, los sistemas de aire comprimido presentan importantes posibilidades
de ahorro energético, debido sobretodo a la presencia de los sistemas de tratamiento. Las medidas de
ahorro aplicables serán estudiadas en el apartado 8.2.
Los elementos principales de una central de acondicionamiento son las turbinas de aspiración, que
recogen el aire de la sala a través de las rejillas dispuestas a lo largo de la misma, y las de impulsión,
que introducen el aire en la sala en las condiciones preestablecidas. El aire impulsado es previamente
conducido a través de un humidificador que le confiere la humedad necesaria y a través de un
intercambiador (agua-aire) que le aporta o quita temperatura. El aire impulsado es una mezcla entre el
aire recirculado y el aire exterior. Previo a la impulsión del aire recirculado se encuentra un filtro que
limpia el aire de partículas.
La distribución y recogida del aire se realiza a través de sus correspondientes canalizaciones y rejillas
dispuestas en la sala de forma conveniente.
Ventiladores de
impulsión
Humidificador
Maquina frio/calor Sala trabajo
filtro partículas
Ventiladores de
aspiración
Aporte aire
exterior/renovación
Extracción
aire al exterior
Figura 45. Esquema de los componentes de una central de clima.
Como en cualquier sistema de conversión de energía, durante el proceso se producen pérdidas, de forma
que la energía útil obtenida (flujo luminoso) siempre será inferior a la energía eléctrica consumida
de la red. Como se observa en la Figura 46, en el caso de los sistemas de iluminación, las pérdidas
se producen fundamentalmente en forma de calor, si bien en algunos tipos de lámparas se pueden
generar igualmente pérdidas en forma de radiación de longitudes de onda no visibles (infrarrojo y
ultravioleta).
Desde el punto de vista del aprovechamiento energético, una lámpara será tanto más eficiente cuanta
mayor cantidad de lúmenes produzca por watio eléctrico. Si la lámpara necesita equipos auxiliares, hay
que valorar los lúmenes/watio producidos incluyendo el consumo de dichos equipos auxiliares. Para un
mismo tipo de lámparas, se puede afirmar que, en general, el rendimiento aumenta cuando aumenta
la potencia de las mismas.
Un sistema de iluminación no está formado por un elemento concreto, sino más bien por un conjunto
de componentes con funciones bien definidas para lograr que el sistema cumpla eficazmente con su
función. Estos elementos son: lámpara, luminaria y elementos auxiliares.
La eficiencia energética global del sistema estará condicionada por el de cada uno de sus componentes,
de forma que de nada serviría emplear una lámpara de alta eficiencia sobre una luminaria que no
distribuya la luz con el ángulo adecuado.
En el mercado existe una extensa variedad de lámparas para cubrir la totalidad de usos o aplicaciones
a las que pueden destinarse. En base a su principio de funcionamiento, las lámparas se clasifican en:
• Lámparas de incandescencia (o termorradiación).
• Lámparas de descarga (o de luminiscencia).
• Lámparas de inducción.
• Lámparas LED.
De entre todos los grupos son las lámparas de descarga las que encuentran su mayor aplicación
industrial, por lo que será en ellas en las que se centre este texto. La forma de las lámparas de descarga
varía dependiendo del tipo, pudiendo ser tubulares, elipsoidales cilíndricas, etc.
No obstante, presentan una serie de elementos comunes, como el tubo de descarga, los electrodos, la
ampolla exterior o el casquillo.
Dentro de este grupo se pueden encontrar diferentes tecnologías, siendo las de mayor uso en alumbrado
de naves industriales las indicadas a continuación:
• Lámparas de vapor de sodio a alta presión
• Lámparas de vapor de mercurio a alta presión.
• Lámparas fluorescentes.
• Lámparas de halogenuros metálicos.
En el apartado 8.5 se analiza de forma detallada las características de eficiencia energética de estos
tipos de lámparas. Como ya se ha indicado, todas ellas presentan la característica de requerir equipos
auxiliares y por tanto un cierto un tiempo de encendido hasta alcanzar las condiciones nominales de
funcionamiento. Además, presentan un factor de potencia inferior a la unidad de forma que, en caso
de no estar compensado internamente, deberá ser corregido mediante condensadores.
En cuanto a los requisitos que debe cumplir un buen sistema de iluminación, éstos están fuertemente
condicionados por las condiciones del uso a que se destine el mismo. Así por ejemplo, según el tipo
de uso, podrá primar la funcionalidad, la estética, la tonalidad, la eficiencia energética, la facilidad de
mantenimiento, la robustez de los equipos, etc.
Los requisitos que debe cumplir un sistema de alumbrado industrial son:
• Buen rendimiento en color para optimizar las condiciones de trabajo.
• Ausencia de deslumbramientos.
• Alta eficiencia luminosa para ahorrar energía.
• Prolongada vida útil para minimizar la reposición de lámparas.
• Fiabilidad y robustez para reducir los costes de mantenimiento y las interrupciones.
• Posibilidad de reciclado y mínimo uso de sustancias peligrosas para proteger el medio ambiente.
El agua residual ya depurada se vierte a los colectores municipales, mientras que el fango excedente
sigue un tratamiento de espesamiento, y en algunos casos deshidratación, para ser depositados
finalmente en vertederos autorizados.
Por lo que respecta a su suministro energético, los sistemas de depuración se encuentran accionados en
la totalidad de los casos por motores eléctricos asíncronos de inducción. Los principales consumidores
de energía en una depuradora de aguas residuales son las bombas y los sopladores (ver Aptdo. 8.3.2).
construcción), debe ser uno de los principales factores a tener en cuenta en el momento de la compra.
Su valor en régimen nominal puede calcularse fácilmente a partir de la placa de características, según
se muestra en el Caso Práctico 1. Para otros regímenes se puede solicitar información al fabricante o
bien consultar la documentación técnica de la máquina.
Figura 49. Placas de características de motores trifásicos de inducción (Por cortesía de ABB).
Caso Práctico 1
Rendimiento de un motor eléctrico funcionando en régimen nominal.
Se va a proceder a calcular el rendimiento en régimen nominal de los motores trifásicos de inducción
cuyas placas de características se mostraron en la Figura 45. El rendimiento nominal puede calcularse
fácilmente a partir de la expresión:
siendo:
El cálculo de la potencia de pérdidas indicada en la tabla anterior resulta trivial, sin más que restar a
la potencia absorbida la potencia útil suministrada por el motor. A continuación se representan los
diagramas de Sankey para cada equipo:
El rendimiento de un motor eléctrico no posee un valor fijo, sino que éste depende del grado de carga a
que esté sometido el mismo. Como se observa en Figura 50, el rendimiento aumenta rápidamente desde
0, funcionando sin carga, a valores comparativamente altos a partir del 25 - 30% de su carga nominal.
En la zona del 50 al 100% de su carga nominal los valores de rendimiento se mantienen relativamente
constantes, con pequeñas variaciones. Por lo general, el rendimiento óptimo se encuentra en el rango
del 75% de su potencia nominal.
90
80
70
60
Rendimiento %
50
40
30
20
10
0
0 20 40 60 80 100 120 140 160
Factor de carga % (P/Pn)
Figura 50. Curva de rendimiento genérica de un motor trifásico de inducción.
Otro aspecto a tener en cuenta es que en los motores eléctricos industriales, el rendimiento suele
mejorar a medida que aumenta su potencia nominal. Así, por ejemplo, para motores de potencia
fraccionaria (inferior a 1 kW) es del orden del 50 - 70%, en los motores de 1 a 10 kW del orden del 75
- 85% y para motores de potencias mayores puede llegar a ser del 90 al 95%.
6.8 Bombas
Las bombas son dispositivos empleados para elevar la presión de un líquido, habitualmente agua, e
impulsarlo en una dirección determinada. Son generadores hidráulicos que transforman la energía
mecánica en energía de presión y cinética del fluido trasegado. Se trata de equipos con una presencia
notable en la práctica totalidad de los sectores industriales.
En el sector del textil suelen encontrarse bombas en diversos usos o aplicaciones, entre las que cabe
citar:
• Circulación de agua en circuitos hidráulicos de uso general.
• Circulación de agua en centrales de acondicionamiento
• Sistemas de hidroligado de fibras.
• Evacuación / depuración de aguas residuales.
• Usos auxiliares: circuitos de calefacción, grupos anti-incendio, etc.
El presente texto se centrará básicamente en el análisis del funcionamiento de las bombas centrífugas
puesto que son, con mucho, las más extendidas en las aplicaciones industriales, y en particular en el
sector textil. Respecto a su accionamiento, en la actualidad se realiza, en todos los casos, mediante
motores eléctricos asíncronos acoplados directamente a las mismas (véase Figura 51), con lo que se
consigue minimizar las pérdidas por transmisión.
Al conjunto formado por ambos equipos se le conoce como motobomba.
Al igual que sucede con los motores eléctricos, los parámetros nominales de una bomba se encuentran
indicados en su placa de características. Dicha placa muestra detalles sobre el rango de diámetros para
la aspiración y la descarga y, lo que es más importante, la altura y el caudal a los cuales la bomba debe
trabajar.
Se debe señalar que puede existir una amplia gama de bombas que cumplan con las especificaciones
de caudal y altura impuestas por la aplicación a la que se destinen. No obstante, la bomba seleccionada
deberá ser aquella que cumpla con los condicionantes de diseño en el punto de mayor rendimiento o
en una zona cercana al mismo.
Las bombas centrífugas industriales suelen caracterizarse por sus curvas de funcionamiento. Estas
curvas son una representación gráfica de la variación, en función del caudal, de sus tres principales
parámetros de operación: altura, potencia demandada y rendimiento (véase Figura 52).
Caudal de máximo
rendimiento
Caudal
Potencia
Caudal
Zona de máximo
Rendimiento rendimiento
Caudal
Figura 52. Curvas características de una bomba centrífuga.
Estos parámetros quedan directamente relacionados según la expresión que se muestra en el Caso
Práctico 2 siguiente.
Caso Práctico 2
Consumo energético y coste anual de operación de una bomba centrífuga.
Una bomba centrífuga industrial entrega 150 m3/h de agua con un incremento de presión de 20 m.c.a. El
rendimiento de la bomba en el punto de funcionamiento es del 80% y es accionada por un motor eléctrico
asíncrono con un rendimiento del 90%. La bomba funciona a este régimen durante 12 h/día los 365 días
del año. Se va a calcular el consumo energético y los costes anuales de funcionamiento suponiendo un
coste unitario de la energía eléctrica de 8 c€/kWh (IVA no incluido).
Las expresiones que relacionan los parámetros básicos de operación de una motobomba centrífuga son:
Pb = Q · g · h / 10 · ηb
C=E·c
siendo:
• Pb = Potencia absorbida por la bomba [kW].
• Pabs = Potencia absorbida de la red eléctrica [kW].
• Q = Caudal másico [kg/s].
• g = Aceleración de la gravedad, constante de 9,81 [m/s2].
• h = Incremento de presión generado por la bomba [mca].
• ηb = Rendimiento de la bomba.
• ηm = Rendimiento del motor eléctrico [%].
• E = Consumo energético [kWh/año].
• C = Coste anual de funcionamiento [€/año].
• c = Coste unitario de la energía eléctrica (sin IVA)[€/kWh].
Nótese que en el diagrama están expresados los porcentajes de pérdidas con respecto de la potencia
absorbida de la red eléctrica por el motor, por los que lo que los valores resultantes están en perfecta
armonía con los rendimientos de las distintas transformaciones. Como se puede observar, en este caso
el rendimiento global del proceso de transformación de energía eléctrica en energía de presión y cinética
del fluido es de un 71,66%.
Los componentes principales de estos equipos son las bombas hidráulicas, motores eléctricos e
intercambiadores de calor agua-agua.
Los procesos de tintura, generalmente, se realizan en diferentes etapas a distinta temperaturas, por
lo que el baño en el que se efectúa el proceso debe enfriarse en determinados momentos del mismo.
Este proceso de enfriamiento del agua se produce mediante la impulsión de agua fría a través de un
intercambiador de calor agua-agua en el que se enfría el agua de proceso y se calienta el agua que
venía fría.
Los equipos de tintura denominados Jiggers, muy frecuentemente instalados en todas las instalaciones
de tintura, generalmente son accionados por bombas hidráulicas con aceite. Estos equipos requieren
que se refrigere el aceite durante el proceso, lo cual se realiza a través de un intercambiador de calor
aceite-agua.
El agua caliente proveniente de ambas refrigeraciones se reenvía a un aljibe para la realimentación del
proceso.
Los sistemas de refrigeración de máquinas presentan posibilidades de ahorro energético térmico,
además de ser las secciones con mayor consumo térmico de las plantas de tinte y acabado. Las medidas
de ahorro aplicables serán estudiadas en el Aptdo. 8.7.
El esquema tipo de refrigeración de máquinas de tintura se refleja en la Figura 54.
Máquinas tintura
Aljibe 150 m3
Figura 54. Sistema de alimentación de agua a máquinas de Tintura. Esquema de principios técnico
7.
Posibilidades de ahorro energético
en procesos
POSIBILIDADES DE AHORRO ENERGÉTICO EN PROCESOS
Generalmente la programación y control de la operación de secado se realiza, para todos los tipos
de tejidos y gramajes (pesos específicos), trabajando con idéntica temperatura en todos los bombos
para obtener un valor de humedad determinado, independientemente de la velocidad de trabajo de la
máquina.
Mediante la presente propuesta de actuación se pretende mejorar el consumo energético térmico
mediante la regulación de los procesos para los tejidos de gramajes más bajos, adaptándolo a las nece-
sidades caloríficas reales, con el consiguiente ahorro térmico, esto es, trabajar a menor temperatura en
los distintos grupos de bombos.
El ahorro energético que supone la implantación de esta propuesta de actuación ronda el 4% de su
correspondiente consumo, suponiendo una inversión económica, variable en función del número de
grupos de bombos a controlar (para un grupo de 20 bombos con 4 controles independientes tiene un
importe aproximado de 16.000€). El período de retorno de la inversión es inferior a un año siempre y
cuando los gramajes bajos sean mayoritarios en los procesos efectuados y el equipo trabaje actual-
mente con la consigna de temperatura para el artículo más desfavorable (gramajes más altos).
Además del ahorro energético también se consigue con esta propuesta de actuación una mayor fi-
abilidad de las lecturas de temperatura, ya que el control se realiza para un grupo de bombos más
reducido, disminuyendo la posibilidad de fallo por condensado (fallo en el purgador de condensado de
los bombos que inunda el mismo y baja la T real con lo que la alimentación de vapor es continua para
alcanzar la T de consigna) en alguno de los bombos.
En ocasiones los “trenes de lavado” están acoplados a otras líneas de trabajo como pueden ser los “ra-
mes” o también a máquinas “sanfor”, y también es frecuente que se combine con máquinas “foulard”
para dar al tejido la impregnación con el baño de acabado requerido.
En función del tipo de tratamiento requerido la temperatura del baño del foulard no debe exceder de
30ºC, por lo que si la temperatura de los bombos de secado previo es demasiado elevada aumentará la
temperatura del baño del foulard al paso del tejido, además de sobresecarlo.
Para evitar ese sobresecado se recomienda la instalación de un sensor de humedad del tejido previo al
paso por el foulard que regule la temperatura de los últimos bombos de secado, cortando o aportando
vapor al grupo de bombos y de esta manera regulando su temperatura y por lo tanto la humedad del
tejido.
Con esta propuesta de actuación se pretende optimizar el consumo de vapor en el último grupo de
bombos y por consiguiente disminuir la producción de gas en caldera. Además la medida proporciona
otras ventajas, como son no sobresecar en exceso el tejido y un ahorro de producto en el foulard (ya
que la capacidad de absorción del tejido disminuye).
INTERCAMBIADOR VAPOR/AGUA
Agua caliente Agua fria
a proceso para proceso
El ahorro de la propuesta anterior supone un 20% de ahorro del combustible utilizado en la caldera
para el calentamiento del agua en las barcas de los trenes de lavado.
Caso Práctico 3
Disponemos de tren de lavado con 4 cámaras de lavado, la primera cámara es de lavado con ácido y el
agua empleada va a depuradora, en el resto de cámaras el agua circula desde la cámara 3 a la cámara 1
a contracorriente con el tejido.
La cámara 3 es alimentada con agua fría, ésta agua pasa a la cámara 2 donde es calentada mediante vapor
indirecto hasta 60 ºC y de aquí pasa a la cámara 1 donde es calentada de idéntico modo hasta 80 ºC para
posteriormente ir a desagüe.
La propuesta consiste en la instalación de un intercambiador a la salida de la cámara 1 que caliente el
agua de entrada a la cámara 2. (ver esquema figura 58)
Situación actual:
Temperatura salida agua cámara 1 = 80ºC
Consumo agua en cámaras lavado = 2,5 - 3 m3/h
Régimen de funcionamiento: 24h/día - 240 días/año
% de carga: 80%
Coste de energía térmica: 3 c€/kWh
Situación prevista:
Temperatura agua salida intercambiador = 50ºC
Caudal de agua = 2,5 - 3 m3/h
Inversión = 21.000 €
A. Sistema actual
Nº 4 Nº 3 Nº 2 Nº 2
Entrada
producto
Desagüe
B. Sistema propuesto
Nº 4 Nº 3 Nº 2 Nº 2
Entrada
producto
Desagüe
Figura 58.
Recuperación de condensados:
En los trenes de lavado en los que la temperatura del agua de las cámaras se consigue mediante vapor
directo se propone la instalación de un intercambiador vapor-agua externo de manera que se pueda
recuperar todo el condensado (agua cerca de 95 - 100ºC).
Este intercambiador se puede conexionar a la salida del otro intercambiador agua-agua, de manera que
el agua introducida ya tenga cierta temperatura.
INTERCAMBIADOR VAPOR/AGUA
Agua caliente Agua fria
a proceso para proceso
INTERCAMBIADOR VAPOR/AGUA
INTERCAMBIADOR AGUA/AGUA
Entrada Desagüe
agua fria
El ahorro que supone la implantación de la propuesta anterior es del orden del 7 - 8% del combustible
empleado en la caldera para el calentamiento de agua de las barcas.
Del mismo modo que la propuesta anterior, el coste del intercambiador a instalar está en función del
caudal de vapor, presión de vapor y cantidad de agua a calentar. Como ejemplo, un intercambiador
para una recuperación de 600 kcal/h tiene un coste aproximado de 20.000 € (instalación incluida),
resultando un periodo de retorno de la inversión de alrededor de 5 años.
7.1.2 Rame
En la industria textil, en el subsector de tintes y acabados de tejidos, los “rames” son los principales
consumidores de energía eléctrica y de energía térmica, por lo que la eficiencia energética en estos
equipos es necesaria para una optimización del uso de la energía.
En las industrias de este subsector donde solamente realizan acabados (sin tinturas), el porcentaje de
consumo energético en los “rames” puede llegar hasta un 30% del total del eléctrico y hasta un 90%
del consumo térmico.
Las propuestas de actuación van enfocadas en ambos aspectos (ahorro eléctrico y ahorro térmico),
como veremos a continuación existen propuestas en las que se consiguen ahorros en ambos aspectos.
El calor contenido en los gases emitidos puede ser recuperado y utilizado, una vez limpiados los gases,
mediante la realimentación en el rame del aire caliente.
Esta propuesta de actuación se encuentra ya incluida en algunos rames aunque no de manera gene-
ralizada. El porcentaje de ahorro en gas es entre el 12 -15% en el proceso de secado e incluso de un
33 - 36% en el proceso de termofijado.
Además con el sistema de recuperación de calor de los gases de salida de chimenea se reduce la tem-
peratura de los gases emitidos a atmósfera.
Entrada Entrada
producto producto
En esta 1ª zona de cuerpos se produce el choque térmico El objetivo de esta zona es el alcance de temperatura por
entre la prenda y la cámara de secado - alta evaporación parte de la prenda para su fijado (APRESTO) y obtener el
ancho definitivo.
Qmáximo extracción para evaporar y secar el máximo
valor de g/kg de humedad residual en prenda Su regulación es necesaria para extraer el caudal necesario
y óptimo por chimenea y evitar pérdidas de aire caliente
Su regulación de extracción es necesaria para estabilizar que tengan que renovar con aire nuevo y frío
depresión de RAME y cambios en la 2ª zona de extracción
Queda reflejado en la exposición anterior que los requisitos de extracción no son idénticos para todos
los procesos ni para cada tipo de tejido, por lo que se debe cuidar la regulación de la extracción de
gases para no perjudicar la calidad del proceso.
Una reducción de la extracción de gases conlleva una menor renovación de aire exterior y por lo tanto
un menor volumen de aire a calentar desde la temperatura ambiente hasta la temperatura de trabajo,
con el consiguiente ahorro en combustible. Esta regulación de la extracción debe ser variable y estar
en relación para cada artículo y proceso ya que si no lo hacemos así podríamos saturar el aire interno
y provocar condensaciones, o no realizar los procesos adecuadamente.
Para ello se propone la instalación de un variador de velocidad para la regulación de la extracción de gases
del segundo grupo de cuerpos del rame, ya que es donde más posibilidades de regulación se permiten.
Para establecer los porcentajes de regulación se deben realizar pruebas de campo en las que se dis-
minuya la velocidad de extracción y posteriormente se compruebe la calidad del tejido, de manera que
se pueda disponer de una receta de trabajo óptimo para cada artículo y proceso.
El ahorro que genera esta medida es fundamentalmente de consumo de combustible, en torno a un
4 - 5% de promedio. De manera secundaria el hecho de instalar un variador y regular con el mismo
conlleva también ahorro eléctrico.
El importe de la inversión propuesta es reducido, al tratarse únicamente de la instalación de uno o dos
variadores de frecuencia en las extracciones de chimenea, que suelen ser de baja potencia (5,5 – 7,5
kW) con un importe medio por variador más instalación de 1.000 €, por lo que la amortización es muy
rápida, con periodos de retorno inferiores a 6 meses.
100,0% 14,0%
90,0%
12,0%
80,0%
10,0%
% Reducción caudal turbina
70,0%
30,0% 4,0%
20,0%
2,0%
10,0%
0,0% 0%
100 95 90 85 80 75 70 65 60 55 50 45 40
% Cierre válvula de extracción
% Reducción Q turbina Ahorro % Gas
Figura 63. Ahorro de gas Rame al disminuir el caudal de extracción
El consumo eléctrico correspondiente a las recirculaciones de aire de un rame supone más del 85% del
total del consumo eléctrico de la máquina, por lo que actuaciones que lo reduzcan y lo optimicen, son
de especial relevancia energética y económica.
Las necesidades de recirculación de aire a través del tejido no son las mismas para todos los artículos
por lo que la propuesta va enfocada hacia la instalación de variadores de frecuencia en los motores de
recirculación de las cámaras y su control desde un panel ubicado en la zona de trabajo del operario.
Ventajas:
1. Controlar la velocidad en función del proceso a realizar: Procesos a baja temperatura, a tempe-
ratura media y a alta temperatura.
2. Ahorro energético: Reducir el consumo eléctrico mediante la reducción de la velocidad de se-
cado, de la misma manera se ve reducido el consumo térmico al ser menor el caudal del aire
recirculado.
Existen procesos en los cuales se puede optimizar la velocidad de los motores en función del tipo de se-
cado o termofijado a realizar, sobre todo los procesos con temperaturas hasta 170ºC, que generalmente
suponen el 90% de los procesos realizados.
Figura 64.
Motores de
recirculación
en cámaras de
rame.
Para realizar una previsión de ahorro según el tipo de proceso y siendo conservadores se han tomado
los siguientes rangos:
• Ahorro del 40% para temperatura media de proceso entre 80 - 120ºC y artículo fino de 110 gr/m2.
• Ahorro del 35% para temperatura media de proceso entre 120 - 180ºC y artículo medio de 140-
150 gr/m2.
• Ahorro del 30% para temperatura media de proceso > 180ºC y artículo alto de 200 gr/m 2 o más.
Como asignar un porcentaje anual de reparto de producción por tipo de artículo es muy difícil, se
estima un promedio de un 30% de ahorro en el consumo eléctrico para todos los procesos y artículos.
Si se realizan más procesos de secado que de termofijado los ahorros podrían llegar al 40%.
Para el combustible de gas natural podríamos estimar su ahorro en un 4%, tomando como referencia
otras rames de las principales marcas y tamaños similares, y que han servido como ejemplo para rea-
lizar medidas de campo.
La inversión económica a realizar para un rame de 8 cuerpos, en el que habría que instalar 16 variadores
de una potencia media de 7,5 kW, sería de aprox. 20.000 €, amortizables en un periodo de entre 1 a 2 años.
Caso Práctico 4
Disponemos de un rame de 6 cámaras con dos turbinas de recirculación por cámara y con
motores de 7,5 kW/ud.
En el rame se realizan termofijados, secados y acabados
La propuesta consiste en la instalación de variadores de frecuencia controlados mediante pantalla
de manera que se puedan cambiar las frecuencias de trabajo en función del artículo o proceso.
Situación actual:
Nº motores = 12 unidades
Potencia unitaria = 7,5 kW
Régimen de funcionamiento: 24 h/día - 240 días/año
% de termofijados: 20%
% de secados: 50%
% de acabados: 30%
Coste de energía eléctrica: 9 c€/kWh
Coste de energía térmica: 3 c€/kWh
Consumo eléctrico actual recirculaciones = 518.400 kWh/año
Consumo térmico actual rame = 5.284.807 kWh/año
Situación prevista:
En función del proceso, y con la instalación de los variadores, determinamos los % de
ahorro en base a pruebas efectuadas.
% Ahorro eléctrico en termofijados: 30%
% Ahorro eléctrico en secados: 40%
% Ahorro eléctrico en acabados: 35%
% Ahorro térmico global: 4%
Las máquinas de tintura (en función de la estructura de la industria), son las principales consumidoras
de agua caliente (junto con el tren de lavado). Esta agua es calentada mediante vapor proveniente de
las calderas y por lo tanto, cualquier aprovechamiento térmico efectuado con el objetivo de recuperar
agua caliente del propio proceso industrial, va a suponer un ahorro de consumo de vapor y por consi-
guiente de consumo de combustible en la caldera.
Como ya se ha comentado en el Apto 3.3, los procesos de tintura, se realizan en distintas etapas a dis-
tintas temperaturas, por lo que el baño en el que se efectúa el proceso debe enfriarse en determinados
momentos del mismo. Este enfriamiento del baño se realiza mediante la impulsión de agua fría a través
de un intercambiador agua-agua que enfría el agua de proceso y calienta el agua fría refrigerante.
Los equipos de tintura denominados Jiggers (muy frecuentes en todas las tintorerías), son general-
mente accionados por bombas hidráulicas con aceite. Estos equipos necesitan que se refrigere el aceite
durante el proceso por medio de un intercambiador de calor aceite-agua.
El esquema tipo de refrigeración de máquinas de tintura se refleja en la siguiente figura 66.
Refrigeración agua
proceso máquinas
tintura
Aljibe 150 m3
Agua para proceso de tintura
A. Sistema actual
Aljibe 150 m3
Figura 67. Esquema propuesto.
La potencia de la bomba irá en relación con la capacidad de carga máxima de la máquina por lo que
la inversión principal, que es el variador de frecuencia será dependiente de la capacidad máxima de
la máquina. Para poder tener una orientación se expone a continuación el caso práctico 5, para una
máquina autoclave de 4.500 kg de capacidad máxima.
Caso Práctico 5.
Disponemos de una bomba de 37kW para dar presión a la autoclave, el equipo tiene un régimen de
funcionamiento de lunes a viernes durante todo el día. La propuesta consiste en la instalación de un
variador de frecuencia en la bomba comandado por un transductor de presión consignado a 3,5 kg/cm2:
Situación actual:
Bomba Recirculación 37 kW
Régimen de funcionamiento: 24h/día - 240 días/año
% de funcionamiento: 65%
Coste de energía eléctrica: 9 c€/kWh
Consumo actual = 138.528 kWh/año.
Importe actual = 138.528 kWh/año x 9 c€/kWh = 12.467 €
Situación propuesta:
Se adjunta a continuación una tabla ejemplo donde calculamos el consumo previsto en función de la
carga de la autoclave:
AUTOCLAVE 37 kW
PESO TELA kg %VARIADOR % CONSUMO kWh (BOMBA 37 kW)
4500 100% 100% 37,0
4000 89% 88% 32,6
3500 78% 78% 28,9
3000 67% 72% 26,6
2500 56% 68% 25,2
2000 44% 63% 23,3
1500 40% 60% 22,2
7.2 Hilaturas.
En las “hilaturas”, los sistemas auxiliares, como los sistemas de acondicionamiento de sala son los
principales consumidores de energía.
La fuente de suministro energético principal (y en ocasiones única) es la electricidad por lo que las pro-
puestas van enfocadas en su totalidad al ahorro eléctrico en los suministros energéticos horizontales
y en los equipos del proceso productivo.
En lo referente a los equipos productivos se realizan a continuación recomendaciones enfocadas a
optimizar el consumo eléctrico, las cuales van relacionadas con suministros energéticos horizontales
(variadores de frecuencia en aspiraciones, control condiciones ambientales de la sala, motores eléctri-
cos de alta eficiencia, etc.)
7.2.1 Continuas
En las “hilaturas”, las máquinas “continuas” constituyen los equipos productivos principales y con ma-
yor participación en el consumo energético (eléctrico).
Las “continuas” disponen de una elevada cantidad de motores de pequeña potencia que pueden ser
sustituidos por motores de alta eficiencia (ver apartado de motores eléctricos 5.7 y 6.8).
7.2.2 Cardas
Para las máquinas denominadas “cardas” se propone la modificación del mando del cilindro de alimen-
tación, individual para cada una de ellas.
La conversión del mando actual del cilindro de alimentación por un mando por convertidor, mejora
la funcionalidad y la marcha de la carda, permitiendo así obtener una mejor calidad y uniformidad
(constante) de la cinta.
7.3 Tejedurias
De la misma manera que en el subsector de las hilaturas, las propuestas en las tejedurías van enfocadas
a una reducción del consumo eléctrico en los sistemas auxiliares (aire comprimido, acondicionamiento
de sala, alumbrado, etc.).
Caso Práctico 6
A continuación se comparan los ciclos analizados obteniendo los siguientes ahorros previstos.
80
60
40
20
Energía PROCESO 1 Energía PROCESO 2
0
11:44
11:54
12:04
12:14
12:24
12:34
12:44
12:54
13:04
13:14
En la gráfica puede observarse una bajada en el consumo a los 20 minutos aprox. de iniciado el proceso
(90 kWh) y otro descenso a los 20 minutos del anterior (64 kWh).
El porcentaje de ahorro para los procesos de Airo es del 30,5% sobre el total con una inversión nula, por
lo que se recomienda estudiar los procesos y adaptarlos a las necesidades del tejido a procesar.
El consumo energético adicional por mantener en “stand-by” esta máquina, en una línea de producción
que funcione 240 días al año, puede ser de unos 17.000 kWh/año, lo que supone un importe económico
de 1.000 a 1.200 €/año (teniendo en cuenta que la mayor parte del consumo energético se produce en
periodos valle, periodos económicos de compra de energía), por lo que resulta conveniente cambiar el
protocolo de trabajo y dejarla enfríar.
7.4.3 Vaporizador
En esta máquina se propone la sustitución del intercambiador de aceite térmico por un intercambiador
de vapor a 8,5 bar que alcance alta temperatura de vaporizado (160ºC) para procesos especiales, alcan-
zando reducciones de consumo energético del orden del 30%.
Se consigue con ello parar la caldera de aceite térmico y las bombas correspondientes y se sustituye
por aporte de vapor de la caldera.
Caso Práctico 7
En este apartado se estudian las posibilidades de ahorro energético, y su efecto económico, en las tec-
nologías para suministros horizontales presentes en el sector del textil. Si generalmente en los procesos
textiles las medidas de ahorro se centran en el ahorro de energía térmica, en el caso de las “tecnologías
horizontales” las propuestas de actuación se fundamentan en el ahorro de energía eléctrica.
Las ventajas que conlleva el ahorro de energía eléctrica se pueden analizar desde un triple enfoque:
autosuficiencia, economía y medio ambiente.
En primer lugar, es bien sabido que la energía eléctrica experimenta múltiples procesos de conversión,
con sus consiguientes pérdidas, hasta que llega al usuario final. Por regla general, cada kilovatio-hora
de energía final supone entre 2 y 3 kilovatio-hora en energía primaria, dependiendo de la tecnología
empleada para su producción. Ello da una idea de las ventajas del ahorro en energía eléctrica que su-
pone la autosuficiencia de producción energética en una comunidad.
En segundo lugar, y debido igualmente a sus múltiples procesos de transformación, la energía eléctri-
ca se considera una energía noble con un coste elevado si se compara con otras fuentes energéticas.
Cualquier ahorro energético se traduce por tanto en un ahorro económico que redunda en una mejora
de la competitividad de las empresas.
Finalmente, desde el punto de vista medioambiental, puesto que las actividades relacionadas con la
energía (procesado, transformación y consumo) representan el 80% de las emisiones de CO2 a escala
mundial, la promoción y establecimiento de medidas de ahorro y eficiencia energética supone una
aportación al cumplimiento de los compromisos derivados de la ratificación del Protocolo de Kioto por
parte de la Unión Europea.
La Figura 75 recoge las principales estrategias de ahorro energético de aplicación a los suministros
energéticos horizontales presentes en el sector, los cuales serán analizados en este apartado. En el caso
de las perturbaciones de energía (reactiva, armónicos, etc.), si bien no se trata de una medida de ahorro
energético propiamente dicha, sí puede suponer un considerable ahorro económico para la empresa, al
reducir el importe anual de su factura eléctrica, lo que justifica su inclusión en este texto.
Vapor Aire Variadores de Acondicionamiento Iluminación Depuración Sistemas de Motores Perturbaciones Cambio
comprimido frecuencia de sala de aguas generación eléctricos energía combustibles
Acondicionamiento Sistemas de
Bombas de sala Compresores aspiración Fotovoltaicatérmica Cogeneración
POSIBILIDADES DE AHORRO ENERGÉTICO EN TECNOLOGÍAS HORIZONTALES
8.1 Vapor
8.1.1 Calderas de vapor
A). Aprovechamiento del calor residual de los gases de escape de caldera para calentar agua
mediante un “economizador”.
Con esta propuesta se pretende circular el agua de alimentación de la caldera, proveniente del depósito
de condensados a una T entre 70 - 90ºC, a través de un intercambiador de humos-agua ubicado en la
salida de humos, con el objeto de aumentar la temperatura del agua de entrada alrededor de 15 a 20ºC
con el consiguiente ahorro energético térmico.
Es una solución técnica que se instala de manera general en los generadores de vapor actuales.
El sistema se compone básicamente de:
• Economizador para intercambiar el calor de los gases de escape con el agua de alimentación
de entrada a la caldera. Válvula proporcional de 3 vías para alimentar de forma continua al
economizador.
• Sistema de bombeo de agua para demanda máxima acorde a la caldera y cuadro de control
eléctrico.
Figura 76. Esquema técnico Economizador (Por cortesía de Calderería López Hnos).
Caso Práctico 8
A continuación se lleva a cabo un estudio del ahorro generado por el economizador para una
caldera de 3.000 kg vapor/h, con un caudal de humos de 15.000 kg/h a 180ºC, la alimentación
de agua se realiza a 70ºC desde el depósito de condensados con un caudal medio de 2 m3/h.
Situación inicial
Alimentación de caldera: Desde depósito de condensados a 70 ºC
Régimen medio de carga: 65%
Horas de trabajo: 5.376 h/año
Consumo térmico: 5.097.600 kWh/año
Coste energía térmica: 2,92 c€/kWh
Coste térmico anual: 148.850 €/año
AHORRO ENERGÉTICO
• T de los gases de escape a la salida del Economizador = 160 ºC
• Ahorro de energía = 47.034 kcal/h
• Aumento de la T del agua de entrada de 24 ºC.
• Ahorro de Energía anual = 315.018 kWh/año (6,15 %)
• Ahorro en € = 9.198 €/año
• Inversión = 23.850 €
• Plazo amortización = 2.59 años
Control manual
Promedio de TDS
Tiempo
Figura 79.
Este régimen de purgas (modo manual) puede ser en la mayoría de los casos incorrecto, de ahí la nece-
sidad de instalar un sistema de purgado de sales que controle el valor de conductividad a mantener en
cada momento y que dependa directamente del consumo.
Agua
tratada
Tanque de
alimentación
Revaporizado
al tanque de
alimentación
Control TDS
Tanque de revaporizado
Agua fría
del tanque
Purga de fondo
Purga
residual
Intercambiador
de calor
Purgador
de boya
Agua calentada
hacia el tanque Figura 80. Sistema de Revaporizado (Cortesía de
Spirax Sarco).
C) Buenas prácticas
Para aumentar la eficiencia energética de una caldera de vapor y minimizar las pérdidas de calor y por
consiguiente aumentar el ahorro en combustible deben tenerse en cuenta los siguientes factores:
C.1). Régimen de purgas de caldera y adecuación de su conductividad hasta los valores recomen-
dados por la norma (5.000 microS/cm).
La purga de las calderas tiene como objeto regular la conductividad de la misma, de manera que no
tenga riesgo de corrosión de hogar, ni se produzcan obstrucción de niveles, incrustaciones y pérdidas
de rendimiento por trabajar con niveles excesivamente altos, lo que acarrearía un exceso de consumo
de energía térmica.
Por el contrario, una purga excesiva conlleva unos niveles de conductividad muy bajo y la pérdida de
grandes cantidades de agua ya precalentada en el hogar, lo que conlleva una baja eficiencia térmica
por un aumento del consumo de energía al tener que calentar de nuevo ese volumen de agua purgado.
Con lo comentado anteriormente queda claro que lo ideal es mantener los niveles de conductividad en
los establecidos por la norma 5.000 microS/cm.
Esta propuesta tiene las siguientes ventajas técnico-económicas:
• Ahorro en gas natural.
• Ahorro en agua de alimentación.
• Ahorro en agua enviada a 100ºC a la depuradora para su posterior tratamiento térmico-químico.
• Ahorro en productos químicos para tratamiento de caldera.
• Ahorro en horas de funcionamiento de equipos relacionados con calderas (bombas, quemador,
etc.).
Los porcentajes de ahorro son muy dependientes del nivel de purga que tengamos en nuestras calde-
ras, pero pueden rondar ahorros del 1% al 3% del consumo de combustible de caldera, sin tener que
efectuar inversiones, lo que resulta aún más atractiva.
Dichas pérdidas se pueden reducir aproximadamente hasta el 7%, para instalaciones convencionales
en las mejores condiciones.
La eficiencia de una caldera se incrementa en un 1% por cada 15% de reducción del exceso de aire, o
por cada reducción de 1,3% de oxígeno consumido.
C.4) Cambio del régimen de funcionamiento y aumento del rendimiento térmico de la sala de
calderas.
El ahorro de combustible en relación con la carga de las calderas se fundamenta en la selección ade-
cuada la capacidad de la caldera (no excesiva sobredimensión para la necesidad de que se trate), o bien
la operación de un conjunto de calderas a la mayor carga posible.
En las salas de producción de vapor en las que confluyan varias calderas de diferentes capacidades de
producción, se debe optimizar el consumo de vapor de la planta a la capacidad de generación de las
calderas.
La eficiencia térmica de una caldera alcanza su valor máximo cuando estos equipos operan por encima
del 75% de rendimiento.
Para ello, se debe establecer un seguimiento de las producciones por caldera, que al fin y al cabo son
generalmente los consumos principales de la planta.
Caso Práctico 9
Sala de producción de vapor con dos calderas, una caldera de 6.000 kg/h de producción de vapor
que trabaja como caldera principal y otra de 4.000 kg/h (sólo se utiliza en caso de emergencia
o excesos de consumo, muy poco probables).
Las incidencias principales son las siguientes:
1. Tras un análisis de consumos de la sala de calderas, se observa que la producción media
realizada por la caldera de 6.000 kg/h que no supera los 2.500 kg/h.
2. Además también se observa un elevado valor en el porcentaje de purgas de lodos.
Se propone:
Realizar el cambio y pasar a funcionar con la caldera de 4.000 kg/h durante un régimen de
funcionamiento de 24 horas/día.
Para ello se recomienda efectuar las siguientes pruebas de funcionamiento intercambiando
calderas y regulando presiones:
Con la regulación establecida se busca que entren escalonadas las calderas, de manera que si
no existe una demanda real de planta superior a los 4.000 kg vapor/h la caldera de apoyo se
mantenga en espera.
Ahorro
• Consumo caldera 6.000 kg/h (para 2.500 kgvapor) = 1.550 kW
• Consumo caldera 4.000 kg/h (para 2.500 kgvapor) = 1.285 kW
• Ahorro energético del 17,17 % que representa 1.755.387 kWh/año.
• Ahorro económico = 52.661 € (precio del gas 3 c€/kWh)
Al disminuir la presión, la energía asociada al calor latente se hace menor, con lo que se puede aprove-
char más cantidad de energía en los intercambiadores de calor. Esta medida está limitada por tener que
asegurar que la presión sea suficiente para garantizar el retorno del fluido y para que las superficies de
intercambio no sean muy grandes.
Los valores de la siguiente tabla muestran cómo las reducciones paulatinas de la presión de vapor
permiten utilizar mejor el calor.
Por ejemplo, al reducir la presión de 9 a 8 bar, se aprovecha un 0,8% más de calor, otros ejemplos: re-
duciendo de 7 a 4 bar se aprovecha un 1,8% más la energía térmica, y reduciendo de 4 a 3 bar permite
aprovechar un 1,4% más la energía térmica del fluido.
Con esto, la cantidad de combustible que es posible ahorrar gracias a esta medida es del orden de un 1%.
Figura 82.
El plazo de retorno de la instalación se sitúa entorno a los tres años, con una inversión que puede
superar los 40.000 €.
Además de la reducción del consumo de combustible, la instalación de este tipo de sistema de conden-
sados (SCP) supone conseguir otros “ahorros”, más difíciles de cuantificar a priori, pero que deben ser
tenidos muy cuenta:
1. Ahorro por pérdidas de agua y energía por el venteo del depósito atmosférico.
Cuando el depósito de condensados es atmosférico, una cantidad importante de agua se pierde
debido a que los condensados entran en el depósito a más de 100ºC (por evaporación). En conse-
cuencia se producen pérdidas de energía calorífica. En el nuevo sistema propuesto (SCP), al estar
presurizado el tanque, prácticamente todos los condensados son reutilizados, minimizando las
pérdidas de agua y energía.
B) Mantenimiento.
Purgadores
Es totalmente necesario revisar los purgadores de vapor y de condensados y asegurar que los conden-
sados son retornados de forma eficiente.
También el cuidar y mantener el sistema de distribución de vapor supone una de las mejores oportuni-
dades de ahorro energético, teniendo en cuenta que el coste del mantenimiento de los purgadores de
vapor y la revisión de fugas en las uniones de las tuberías y en las válvulas es muy bajo.
Fugas de vapor
Eliminar las fugas es una oportunidad de ahorrar energía, siendo una medida muy simple y con un
coste muy bajo.
Cuando no se tiene un programa de mantenimiento para los purgadores de vapor, es frecuente en-
contrar en la instalación pérdidas del orden del 15 al 20% por los purgadores con funcionamiento
inadecuado durante todo el tiempo.
Se recomienda establecer un programa para planificar la inspección, prueba y reparación de los pur-
gadores de vapor. El personal de mantenimiento y de operación deberá ser entrenado adecuadamente
en las técnicas para hacer pruebas a los purgadores de vapor. Cuando se requiera hacer pruebas de
ultrasonido se debe contratar personal capacitado. Se debe revisar que no existan fugas de vapor en
las tuberías y también el correcto funcionamiento de las válvulas de control.
eléctrico total. Es por ello que también las propuestas de mejora de mejora de eficiencia energética en
este apartado tienen especial relevancia.
8.2.1 Compresores
8.2.1.1 Mejoras en equipos.
Compresores de velocidad variable.
Las posibles mejoras a realizar en una sala de producción de aire comprimido, en lo referido a los com-
presores como equipos principales, van enfocadas a la adaptación de la producción del aire generado
por los compresores con el aire consumido por planta.
Para ello y ya que en la mayoría de los casos el consumo de aire en planta es variable, la mejor opción
es la de adaptar la producción de aire mediante un compresor variable que equilibre su producción con
la demanda de aire comprimido.
Los compresores normalmente instalados son de carga-vacío, estableciéndose unas consignas de pre-
sión que deben aportar a la red de distribución. Si la presión de la red es inferior a la consignada el
compresor se encuentra en carga aportando el aire necesario; cuando la red ha llegado a la presión
consignada en el compresor, éste se pone en vacío, momento en el cual no aporta aire aunque sí con-
sume un porcentaje de energía que ronda entre el 25 y el 50% del consumo nominal.
El régimen ideal de una sala de compresores sería aquel en el que todos los compresores se encuentran
en carga, siendo las horas de vacío las mínimas imprescindibles. La instalación de un compresor de
velocidad variable en una sala de compresores conlleva por norma la adaptación de la generación de
aire al consumo de la planta, regulando los compresores de manera que todos se encuentren en carga y
el compresor variable adapte las fluctuaciones de demanda de aire, en lugar de realizar esa adaptación
por medio de un compresor carga-vacío, con la consiguiente pérdida de eficiencia energética en los
tiempos de vacío.
La inversión económica está en función de la potencia (capacidad de producción) del compresor. Como
dato se puede establecer que un compresor variable tiene un sobrecoste de un 25% respecto de un
compresor carga-vacío de la misma potencia y supone un ahorro promedio de un 30% (en función de
los consumos de la planta).
la compresión y disminución de las fugas. Como regla general, una reducción del 20% en la presión de
trabajo significa una disminución del 15% en el consumo de energía del compresor.
Según se observa en la Figura 60, con esta medida se obtiene una considerable disminución de la
potencia demandada por el compresor, y por tanto de su consumo energético. Así por ejemplo, si una
empresa dispone de una red de aire comprimido que funcione a una presión de servicio de 7,8 bar y
la reduce a 5 bar, la potencia necesaria para la compresión será un 26% menor. Ello supone un ahorro
energético, pero también permite reducir la potencia contratada, con un ahorro económico adicional.
Esta medida es extremadamente interesante ya que conlleva una inversión nula, siempre que exista la
posibilidad de reducir la presión de trabajo sin afectar al funcionamiento de los equipos.
% Renducción de potencia demandada
30
Presión de servicio inicial (bar)
25
20
8,5
15
7,8
10 7,1
6,4
5 5,7
0
0 8,5 7,8 7,1 8,4 5,7 5
Nueva presión de servicio (bar)
Figura 83. Reducción de la potencia demandada al disminuir la presión de servicio.
Finalmente, otra medida de aplicación sencilla es instalar la toma de aire en zonas frías. En muchas
salas de máquinas suele ser habitual que se alcancen temperaturas del aire ambiente elevadas, como
consecuencia del calor liberado por los equipos. Un aumento de la temperatura del aire supone una
reducción de su densidad o, dicho de otro modo, un aumento de su volumen específico. Si el aire de
aspiración de los compresores está a temperaturas elevadas, aumentará su consumo energético para
un mismo caudal y presión de descarga. Por ello, es recomendable que los compresores siempre aspiren
aire del exterior a la temperatura más baja posible.
Un aumento de la temperatura del aire de entrada de 4ºC implica un aumento del consumo de energía
del 1% para el mismo caudal.
Cada 3ºC de disminución de temperatura en el aire aspirado implica un 1% más de producción de aire
comprimido para el mismo consumo de energía.
Caso Práctico 10
Situación actual:
• Compresor 55 kW
• Consumo en carga: 55 kWh
• Consumo en vacio: 20 kWh
• Capacidad de producción 10 m3/min
• % de carga fin de semana: 16% del tiempo (7,5 h/48 h. f-s)
• Necesidades de la planta:
• Depuradora (Soplantes + Tanque + Red) = 1,6 m3/min
La capacidad del compresor propuesto en superior a las necesidades de aire, 2,15 m3/min > 1,6
m3/min (75% de capacidad del compresor).
Consumo del compresor propuesto fin de semana = 438 kWh/f-s
El consumo del compresor propuesto supone un 35% del consumo actual.
Esta propuesta requiere una inversión relativamente pequeña (4.000 € aprox) y un plazo de
retorno muy rápido estando entorno a 1 año.
Secaderos
Hornos
Calefacción nave
Perdidas
En cuanto a los compresores refrigerados por agua, ya se vio que, en esencia, el sistema es el mismo
que en la refrigeración por aire, a excepción del fluido que porta el calor. En este caso se puede tomar
el calor del agua por medio de un intercambiador (agua–aire) y cedérselo al aire de ventilación para cal-
efactar la nave u otros espacios, o bien enviarlo a secaderos o rames, según se explicó anteriormente.
Otra opción sería aprovechar directamente el agua caliente para usos sanitarios, ya sea mediante un
circuito simple (abierto) o, preferentemente, doble (cerrado, con interacumulador), pudiéndose alma-
cenar en forma de agua caliente sanitaria (ACS) en un acumulador, como ocurre en los sistemas so-
lares. En la Figura 85 se ha representado un sistema de aprovechamiento mixto con ambas soluciones.
Intercambiador Acumulador
Secaderos ACS
Hornos
Calefacción nave
Agua de
refrigeración
Energía eléctrica Aire comprimido
COMPRESOR
(Refrigeración por agua)
Perdidas
Existe también la posibilidad de transformar dicha energía en frío para climatizar durante los meses
estivales, a través de un sistema de absorción. Por su elevado coste, esta medida no sería viable excepto
en algunos casos muy concretos, cuyas condiciones es difícil que se den en las industrias del sector.
Caso Práctico 11
Diámetro del Orificio (mm) Fugas a 6 bar (l/s) Potencia Absorbida por fugas (kW)
1 1 0,3
3 10 3,1
5 27 8,3
10 105 33,0
Obviamente, la energía consumida como consecuencia de estas fugas dependerá del periodo de
tiempo en que el compresor se encuentre en funcionamiento, pudiéndose alcanzar consumos
ciertamente elevados para funcionamientos prolongados, según se muestra en siguiente tabla.
Potencia Consumo Coste unitario
Funcionamiento Coste total
Absorbida por Energético energía
(h/año) (€/año)
fugas (kW) (kWh/año) (€/kWh)
0,3 1.000 300 0,08 24
3,1 1.000 3.100 0,08 248
8,3 2.000 16.600 0,07 1.162
33,0 2.000 66.000 0,07 4.620
Finalmente, existen en el mercado dispositivos temporizadores que aíslan los tanques de aire del resto
del sistema en los periodos de tiempo programados, por ejemplo, al finalizar la jornada laboral. De este
modo, se ahorra el aire contenido en el depósito en lugar de perderse a través de fugas en los conduc-
tos, con el consiguiente ahorro energético.
En el sector textil, los variadores de frecuencia tienen sus principales aplicaciones en los siguientes
tipos de máquinas:
• Bombas: Mediante el uso de variadores de frecuencia se logra controlar el caudal de fluido en
sistemas de presión constante y volumen variable. En este caso se obtiene un gran ahorro de
energía porque el consumo varía en proporción con el cubo de la velocidad del motor, o sea que
para la mitad de la velocidad, el consumo es la octava parte de la nominal.
• Aspiraciones:. Mediante el uso de variadores de frecuencia se logra controlar el caudal de aire
con una depresión constante. En este caso se obtiene un gran ahorro de energía porque el
consumo varía en función de las aspiraciones que se encuentren abiertas.
• Centrales de acondicionamiento: Mediante el uso de variadores de frecuencia y sensores de
temperatura y humedad se logra controlar el caudal de aire necesario tanto de impulsión como
de extracción, así como el porcentaje de aire exterior. El ahorro obtenido es variable en función
de la época del año, siendo verano e invierno las temporadas de más consumo.
• Compresores de aire: Se obtienen arranques suaves con par máximo y menor consumo de
energía en el funcionamiento.
La posibilidad de uso de variadores es mayor que la representada pero el presente texto se centrará
en las cuatro aplicaciones mencionadas, puesto que es en las mismas donde el uso de variadores de
frecuencia está claramente justificado por sus indudables ventajas de ahorro energético.
Sistemas de bombeo
Métodos de regulación
Variador de
Recirculación Marcha-paro Estrangulamiento
frecuencia
140
130
120
110
Recirculación
Potencia (% respecto nominal)
100
90
80 Estrangulamiento
70
60
50 Variador
40 de frecuencia
30 Marcha-Paro
20
10 Control ideal
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Caudal (% respecto nominal)
Debido al amplio rango de regulación que puede requerirse en la instalación de bombeo, mediante la
aplicación de reguladores de velocidad a los motores que accionan las bombas, se pueden conseguir
ahorros de hasta el 40% - 50% del consumo eléctrico de los mismos.
La rentabilidad de esta mejora depende del tamaño de los motores, ya que la inversión es comparati-
vamente más elevada cuanto menor es el tamaño del motor y también depende de la curva anual de
variación de caudal, por lo que se ha de analizar para cada caso.
Situación inicial:
• Potencia Nominal: 30 kW
• Regulación: Ninguna
• Régimen medio de carga: 70%
• Horas de trabajo anuales: 2.920 h/año
• Consumo eléctrico: 78.840 kWh/año
• Coste energía eléctrica: 9,5 c€/kWh
• Coste eléctrico anual: 7.489,8 €/año
Estudio económico:
• Ahorro energético: 23.652 kWh/año
• % Ahorro: 30%
• Ahorro económico: 2.247 €/año
• Inversión: 3.750 €
• Periodo de retorno simple: 1,67 años
conducto de aspiración. Desde una óptica energética, el uso de zarandas para variar los flujos de aire,
es extremadamente ineficiente.
Otro método que también se ha empleado en la industria es la reducción de la sección del conducto
de impulsión, mediante guías orientables o rotativas que bloquean en parte la toma de aire de salida.
Este sistema presenta un mejor comportamiento energético que el anterior, aunque tampoco se trata
de un método óptimo de regulación.
Los variadores de velocidad electrónicos son mucho más eficientes energéticamente y permiten un
ajuste preciso y continuo de la velocidad a un costo relativamente reducido. Pueden ser usados tanto
en aspiraciones de polvo atmosférico como aspiraciones localizadas en máquinas.
Cuando se considera la viabilidad de la instalación de un variador de velocidad resulta importante
comprobar que la aspiración permite la operación a velocidad variable en el rango de cargas requerido,
para ello, en la red de aspiración es necesario establecer el valor de depresión consignado en base a la
aspiración necesaria en el punto más desfavorable (más alejado, con más requerimientos, etc.).
El control de la velocidad de los variadores y por lo tanto de la aspiración se realiza a través de un
transductor de presión ubicado en el conducto de aspiración general.
Los porcentajes de ahorro con esta medida oscilan en torno al 30%, en función de la carga media del
sistema de aspiración, con períodos de retorno de inversión no superiores a los dos años.
Situación inicial:
• Potencia Nominal: 25 kW
• Regulación: Ninguna
• Régimen medio de carga: 60%
• Horas de trabajo anuales: 2.920 h/año
Estudio económico:
• Ahorro energético: 18.396 kWh/año
• % Ahorro: 28%
• Ahorro económico: 1.747 €/año
• Inversión: 4.000 €
• Periodo de retorno simple: 2,3 años
140
130
120
110
Potencia (% respecto nominal)
100
90
Modulación
80
70
60
50 Marcha-Paro
Variador
40 de frecuencia
30
20
10 Control ideal
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Caudal (% respecto nominal)
Desde el punto de vista energético, los variadores de frecuencia permiten obtener ahorros de energía
del orden del 20 – 40%, dependiendo de las condiciones de operación de los compresores.
Este hecho se hace más que evidente si se realiza un análisis de ciclo de vida, comparando los costes
de inversión y operación de compresores estándar con los de compresores con variador de frecuencia
incorporado (véase Figura 91).
Ahorro
energético 22%
Inversión 12%
Instalación 2% Mantenimiento 2% Consumo
energético 50%
Figura 91. Comparación del coste del ciclo de vida entre compresores estándar y con variador de frecuencia.
• El correcto cerramiento de las puertas, portones, ventanas, etc., que disponga la sala.
• La reorganización de las zonas productivas de manera que la superficie a ocupar sea la mínima
posible. De esta manera podremos optar por cerrar parte de las bocas de extracción e impulsión
de la sala con el consiguiente ahorro energético al cubrir una zona más pequeña.
• La ubicación de la admisión de aire exterior de la central también nos ayudará a mejorar los
consumos energéticos.
Sala de Punzonado acondicionada por dos centrales de idénticas características que trabajan al
100%. El objetivo es ajustar las condiciones del sistema auxiliar al proceso productivo actual y a
las condiciones ambientales externas (temporada de trabajo, verano, invierno, etc).
Situación Actual:
• nº de centrales: 2
Por central:
• Caudal aspiración e impulsión: 45.000 m3/h
• Motor de impulsión: 15 kW
• Motor de extracción: 15 kW
• Bomba humidificación: 7,5 kW
• Resto equipos instalados: 7,5 kW
• Potencia absorbida por la central: 34,9 kW (78% de la nominal)
Condiciones de la sala de Punzonado:
• Carga térmica: 196.501 kcal/h
• Regimen de funcionamiento: 24 horas/día, 220 días/año
A continuación se representa en modo gráfico un sistema de control para cinco centrales de acondi-
cionamiento mediante un sistema Scada.
en cada central
CVM Instalado
Esquema de funcionamiento del escada de control de Tª y Hª de las cinco centrales de clima
Rejillas ventilación
Humidificación
Bombas
Ventiladores
Extracción
Impulsión
Lucernarios
Sur
Por lo que se refiere a edificios con cubierta plana, los lucernarios suelen ubicarse en las bandas supe-
riores de los cerramientos laterales, siempre que tengan suficiente altura. De este modo se consigue
que la luz natural penetre en ángulos superiores a los del plano de trabajo habitual de los operarios,
evitando deslumbramientos.
En plantas de fabricación, la iluminación natural lateral a baja altura (véase Figura 94) solo es aconse-
jable cuando la fachada en que se sitúen los lucernarios no esté afectada directamente por la radiación
solar, o bien no se realicen tareas para las cuales el deslumbramiento suponga un riesgo. En caso
contrario, deberá instalarse algún sistema difusor (por ejemplo cortinillas graduables) que impidan la
entrada directa de la luz exterior.
Esta última afirmación no es de aplicación a los edificios corporativos o de oficinas anexos a las naves
de fabricación (véase Figura 95). En este último caso, sí sería recomendable un acristalamiento total de
la fachada, tanto por su ahorro energético en iluminación como en climatización, siempre que se hayan
tenido en cuenta criterios bioclimáticos en el diseño del edificio.
En la tabla 32 siguiente se muestran los niveles de iluminación recomendados para usos industriales
por el Comité Español de Iluminación (CEI). Como puede observarse, la mayor parte de las tareas que
se llevan a cabo en el sector textil pueden asimilarse a niveles de iluminación de tipo ordinario, basto o
muy basto, situándose por tanto en el rango de los 100 a 500 lux.
La medida de disponer del nivel de iluminación adecuado en una estancia puede llevarse a cabo de
forma rápida mediante equipos electrónicos, de manejo muy sencillo, denominados luxómetros. En
instalaciones de alumbrado ya existentes deben llevarse a cabo mediciones por zonas con el objetivo de
determinar los niveles de iluminación y compararlos con los recomendados. En caso de discrepancias
significativas se podrían diseñar medidas de ahorro energético, como apagado parcial de lámparas
(por ejemplo al tresbolillo), regulación de su intensidad o sustitución de lámparas por otras de potencia
inferior.
Eficiencia Eficiencia
Gama de Tiempo de
luminosa luminosa Vida útil
Tipo de lampara potencias encendido
lámpara global (horas)
(W) (minutos
(lm/W) (lm/W)(*)
Vapor de sodio
35 : 1.000 60 : 130 42 : 124 8.000 : 12.000 5 : 10
de alta presión
Vapor de mercurio
50 : 2.000 40 : 63 32 : 60 8.000 4:5
alta presión
Fluorescentes Casi
18 : 58 56 : 96 40 : 79 7.500
(balasto convencional) instantáneo
Fluorescentes
16 : 50 91 : 104 78 : 94 10.000 Instantáneo
(balasto electrónico)
Halogenuros
70 : 3.000 71 : 105 56 : 100 2.000 : 5.000 3 : 10
metálicos
Tabla 24. *Incluye la lámpara y los equipos auxiliares.
De los datos anteriores se infieren cuales deben ser las estrategias de sustitución de lámparas en un
entorno industrial. Evidentemente la sustitución no debe estar basada únicamente en criterios ener-
géticos, sino que habrá que tener en cuenta otros aspectos, como que las características mecánicas
de las luminarias sean adecuadas para albergar la nueva lámpara o que los equipos auxiliares sean
compatibles, lo cual no es habitual.
Figura 96.
En la siguiente tabla se reflejan comparativamente los valores de flujo luminoso y potencia de los prin-
cipales tipos de lámparas que existen en el mercado.
Eficiencia
Tipo de fuente Potencia W Flujo luminoso Lm
luminosa Lm/W
Vela de cera 10
Lámpara incandescente 40 430 10,75
100 1.300 13,80
300 5.000 16,67
Lámpara Fluorescente compacta 7 400 57,10
9 600 66,70
Lámpara Fluorescente tubular 20 1.030 51,50
40 2.600 65,00
65 4.100 63,00
Lámpara vapor de Mercurio 250 13.500 54,00
400 23.000 57,50
700 42.000 60,00
Lámpara Mercurio Halogenado 250 18.000 72,00
400 24.000 67,00
100 80.000 80,00
Lámpara vapor de Sodio alta presión 250 25.000 100,00
400 47.000 118,00
1.000 120.000 120,00
Lámpara vapor de Sodio baja presión 55 8.000 145,00
135 22.500 167,00
180 33.000 180,00
Tabla 25. Flujo luminoso y potencia de los principales tipos de lámparas.
En la tabla 37 siguiente se relacionan las propiedades de un tipo de lámpara fluorescente compacta (de
bajo consumo) en particular:
Como puede observarse, aunque la potencia es muy inferior el flujo luminoso también lo es, por lo que
este tipo de alumbrado a nivel industrial es recomendable en determinadas zonas como pueden ser:
• Zonas de poco tránsito y con pocas exigencias visuales.
• Zonas a nivel más elevado que las máquinas, en las que la altura de la lámpara con respecto a
la zona elevada queda reducida.
Las ventajas que ofrecen son:
• Mayor número de horas de vida útil, por lo general duplica y en ocasiones triplica la vida útil
respecto del resto de lámparas.
• No necesita por norma general ni arrancador ni reactancia, por lo que sus gastos de
mantenimiento son inferiores.
• El encendido es instantáneo, aunque no alcance el 80% del flujo luminoso hasta transcurrido
un minuto.
Este tipo de alumbrado requiere de una mayor inversión económica.
En la tabla 36 siguiente se muestra un ejemplo práctico de la rentabilidad económica de esta medida
para iluminación de baja potencia:
Las lámparas fluorescentes compactas son más sensibles a las oscilaciones de tensión que puedan
existir en las líneas eléctricas, por lo que se recomienda realizar un registro de la misma para verificar
las tensiones y si fuera necesario instalar un estabilizador de tensión.
Para la elección del equipo debemos ser conocedores de los datos técnicos del mismo en lo referente
a máximas tensiones permitidas.
Modo de instalación
Instalación
Caso 1
Sustitución de tubo fluorescente con balastro magnético
Alimentación a 220 voltios
Balastro magnético
Cebador o starter
Aunque por el momento solo se aplican a lámparas fluorescentes, tanto tubulares como compactas,
están apareciendo en el mercado nuevos desarrollos electrónicos para la alimentación de lámparas de
descarga de alta intensidad (sodio de alta presión, halogenuros metálicos, etc.).
Los balastos electrónicos de alta frecuencia para lámparas fluorescentes ofrecen las siguientes ven-
tajas:
• Aumento de un 20% a un 25% en la eficiencia del conjunto de la lámpara con los equipos
auxiliares.
• Mayor número de encendidos y mejor conservación de las lámparas.
• Encendido prácticamente instantáneo.
• Menor tensión de encendido.
• Factor de potencia próximo a la unidad.
• Fácil regulación del flujo luminoso.
• Eliminación del efecto estroboscópico.
La menor potencia necesaria para el funcionamiento de los equipos electrónicos, unida a la menor
potencia aplicada a las lámparas para la obtención del mismo flujo luminoso que con equipos elec-
tromagnéticos, hace que se pueda lograr un considerable ahorro energético con el empleo de balastos
electrónicos. Este ahorro se puede cuantificar, tal y como se detalla en la Tabla 40 siguiente, para las
luminarias y potencias de las lámparas más habituales.
Como puede observarse, los ahorros medios se encuentran entre el 20% y el 25% respecto del con-
sumo del conjunto usando reactancias electromagnéticas. Cabe señalar que existen ciertas composi-
ciones donde se obtienen ahorros menores, si bien en estos casos, por tratarse de equipos compartidos
entre varias lámparas, los costes unitarios de inversión son también menores.
Además, como consecuencia de la menor potencia absorbida por los equipos de iluminación, y dado
que ésta se transforma íntegramente en calor, dicha disminución representará un ahorro indirecto de
energía para los sistemas de climatización.
Aunque existen en el mercado lámparas diseñadas exclusivamente para reactancias electrónicas (se-
ries 16–32–50 W, con 26 mm de diámetro), los balastos electrónicos también son de aplicación a
tubos fluorescentes convencionales (de la gama 18–36–58 W, también con 26 mm de diámetro). No
es posible en cambio su empleo en las lámparas de la antigua serie 20–40–65 W (38 mm de diámetro),
prácticamente desaparecida del mercado y que solo se utiliza en reposiciones.
Finalmente, las lámparas fluorescentes alimentadas con balastos electrónicos de alta frecuencia per-
miten regular su flujo luminoso entre márgenes muy amplios (del 1 al 100% del flujo nominal de la
lámpara), con la consecuente reducción de consumo del sistema. De este modo se puede obtener una
adaptación del nivel de iluminación acorde con las necesidades reales de cada instalación y en cada
momento.
En el Caso Práctico 15 se expone un ejemplo de sustitución de balastos electromagnéticos por balastos
electrónicos. Como puede observarse, los periodos de retorno de la inversión obtenidos son algo eleva-
dos, pero debe tenerse en cuenta que se está actuando sobre un equipo ya existente. En este sentido, se
debe señalar que si se tuviera en cuenta solo el sobrecoste de incorporación de los balastos electrónicos
en vez de los convencionales (caso de compra de equipos nuevos o reposición por avería), el periodo
de retorno sería mucho más breve, del orden de 1 año, por lo que la inversión se recupera de forma
ràpida. Además, no se han tenido en cuenta los ahorros obtenidos de forma indirecta, como mejora del
factor de potencia de la instalación, reducción de la potencia contratada con la compañía eléctrica y
mayor vida útil de las lámparas.
Caso Práctico 15
Estudio económico
Ahorro energético: 41.334 kWh/año
% Ahorro energético: 25%
Ahorro económico: 3.720 €/año
Inversión:
Balastos ELECTROMAGNÉTICOS (convencional): 5 €/ud
Balastos ELECTRÓNICOS: 10,5 €/ud
en la etapa de proyecto de la planta o cuando se acomete una reforma importante en la misma que
suponga una reestructuración de las instalaciones.
Por lo que se refiere al alumbrado exterior, son igualmente de aplicación algunos de los conceptos
expuestos anteriormente, si bien conviene señalar algunas medidas de ahorro específicas, como:
• Control automático del encendido/apagado de lámparas mediante interruptores astronómicos,
crepusculares o fotocélulas.
• Detectores de movimiento para alumbrado de seguridad.
• Temporizadores de actuación para zonas poco frecuentadas.
Mantenimiento
Para un buen aprovechamiento de las instalaciones de alumbrado es necesario realizar un correcto
mantenimiento de las mismas. Si las lámparas y luminarias no se encuentran suficientemente limpias
disminuye en gran medida el flujo luminoso emitido, además de aumentar la temperatura de las lám-
paras, lo cual influye en su rendimiento luminoso y en su vida útil.
Deben realizarse limpiezas periódicas de las instalaciones, programando los intervalos de tiempo entre
cada limpieza, en función del grado de suciedad de los locales. Estos intervalos deben ser más breves
cuanto mayor sea dicho grado de suciedad.
En instalaciones de gran tamaño es aconsejable programar la sustitución de las lámparas, realizando
el cambio de todas a un tiempo. Esta sustitución debe hacerse coincidir con una operación de limpieza
programada. Asimismo se deben eliminar de las instalaciones aquéllas cuyo flujo luminoso esté muy
agotado por las horas de servicio realizadas, aún cuando no estén quemadas o fundidas.
Para programar la sustitución de las lámparas debe tenerse en cuenta la vida útil de las mismas y su
régimen de funcionamiento, en función de las características de cada una. Por ejemplo, la vida de las
lámparas de descarga está muy condicionada por el número de encendidos, disminuyendo su vida útil
si el número de horas de funcionamiento por cada encendido es bajo. En este sentido, la vida útil de las
lámparas suele fijarse para períodos de funcionamiento de 3 horas por cada encendido.
200
150
kWh
100
50
0
0:00
1:00
2:00
3:00
4:00
5:00
6:00
7:00
8:00
9:00
10:00
11:00
12:00
13:00
14:00
15:00
16:00
17:00
18:00
19:00
20:00
21:00
22:00
23:00
24:00
200
150
kWh
100
50
0
0:00
1:00
2:00
3:00
4:00
5:00
6:00
7:00
8:00
9:00
10:00
11:00
12:00
13:00
14:00
15:00
16:00
17:00
18:00
19:00
20:00
21:00
22:00
23:00
24:00
Figura 101. Consumo eléctrico depuradora B.
En ambos regímenes de funcionamiento se mantuvieron los vertidos dentro de los límites legales. La
inversión económica requerida es nula.
El ahorro económico en el caso estudiado fue de 20.000 €/año (aprox.) para una depuradora con:
• 1 bomba para el depósito de homogeneización de 90 kW
• 1 bomba para el depósito de reactor de 90 kW
• 1 bomba para el bombeo de un depósito a otro de 6 kW
• 1 bomba para el bombeo del reactor al colector de 20 kW
cuenta que se trata de sistemas que funcionan un gran número de horas, por lo que su repercusión en
el consumo energético global puede ser muy significativa.
En este sentido cabe señalar que la energía consumida por un motor en sus primeros 3 meses de fun-
cionamiento puede representar un coste superior al del propio motor; o dicho de otro modo, durante
su vida útil, un motor eléctrico puede gastar hasta cien veces más de lo que costó su compra.
Según diversos estudios llevados a cabo en el seno de la Unión Europea, los motores suponen alrededor
del 65% de la energía eléctrica consumida en aplicaciones industriales.
Considerando lo expuesto en el apartado 6.7, el consumo energético de un motor eléctrico depende de
dos parámetros fundamentales: su modo de funcionamiento y las características del motor.
En consecuencia, cualquier medida de ahorro energético que se adopte deberá actuar, directa o indi-
rectamente, sobre uno de estos dos términos
Punto de funcionamiento
Selección correcta
del motor
Estrategias de ahorro
Motores eléctricos
Motores de
alto rendimiento
Existe una tercera estrategia de ahorro aplicable a motores eléctricos consistente en la modificación de
su curva de funcionamiento mediante variadores de velocidad, optimizándola para la carga accionada.
Por la importancia que merece, a esta estrategia se le ha dedicado un tratamiento específico (véase
apartado 8.3).
Finalmente, la carga podría también accionarse con un motor de potencia menor que la requerida,
aunque éste podría ver considerablemente reducida su vida útil.
Aunque las razones por las que los motores resultan habitualmente sobredimensionados pueden ser
de distinta naturaleza, en la mayoría de los casos tienen su origen en márgenes de seguridad excesivos
por parte de los proyectistas y, sobretodo, en cambios de aplicación de los equipos.
CASO PRÁCTICO 16
siendo:
• Pabs = Potencia absorbida de la red [kW].
• Pu = Potencia útil en el eje [kW].
• Pn = Potencia nominal [kW].
• FC = Fracción de la carga nominal a que funciona el motor (1, 3⁄4, 1⁄2...).
• η = Rendimiento del motor en el punto de carga [%].
• E = Consumo energético [kWh/año].
• t = No de horas anuales de funcionamiento [h/año].
• C = Coste anual de funcionamiento [€/año].
• c = Coste unitario de la energía eléctrica [€/kWh].
50
40
30
20
10
0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2 1,4 1,6
Factor de carga (P/Pn)
Del análisis de los resultados se concluye que los ahorros obtenidos son del orden del 20%.
Aunque puedan parecer poco relevantes (2.364 kWh/año de ahorro energético y 190 €/año
de ahorro económico) hay que tener en cuenta que se trata de motores de potencia reducida.
Además, no se han tenido en cuenta los ahorros económicos indirectos obtenidos por la mejora
del factor de potencia, al funcionar el motor con un factor de carga mayor.
En general, los equipos compactos, como compresores o soplantes, que funcionan en condiciones
cercanas a las nominales, incluyen un motor que ya ha sido correctamente seleccionado considerando
la máquina accionada y el ciclo de funcionamiento, por lo que en estos casos existen reducidas posibi-
lidades de ahorro por redimensionado del motor.
Sin embargo, sí podrían existir posibilidades de ahorro por redimensionado en motores destinados a
las siguientes aplicaciones:
• Sistemas construidos a partir de elementos concretos, donde el ingeniero de proyectos toma a
menudo factores de seguridad excesivamente amplios.
Este marcado debe aparecer claramente visible en la placa de características de la máquina (véase
Figura 81). Aunque por el momento se trata de un acuerdo voluntario, la práctica totalidad de los fa-
bricantes se han adherido al programa, por lo que la especificación o selección de un motor se realiza
de una forma mucho más racional desde el punto de vista energético.
100 100
95 95
Rendimiento (%)
Rendimiento (%)
90 90
85 85
80 80
75 75
70 70
1.1 1.5 2.2 3 4 5.5 7.5 11 15 18.5 22 30 37 45 55 75 90 1.1 1.5 2.2 3 4 5.5 7.5 11 15 18.5 22 30 37 45 55 75 90
Potencia nominal (kW) Potencia nominal (kW)
Figura 105. Clasificación energética de motores eléctricos de inducción.
Como puede observarse en el Caso Práctico 12 siguiente, la sustitución de motores estándar por mo-
tores de alto rendimiento supondría periodos de retorno considerables si se atiende únicamente al
ahorro de consumo de energía eléctrica. Si bien teniendo en cuenta solo su sobrecoste respecto de un
motor convencional, se podría amortizar en un periodo de 2 a 3 años. En consecuencia, la instalación
de motores de alto rendimiento resulta especialmente interesante en el caso de renovación o compra
de nuevos equipos, ya sea por averías o por cambios en los requisitos de la máquina accionada.
Por otro lado, las ventajas de los motores de alto rendimiento no son únicamente de eficiencia energé-
tica: Estos equipos poseen sistemas de refrigeración más eficientes y menores cargas electromecánicas,
por lo que son mucho más silenciosos. Adicionalmente su factor de potencia es mayor que en los mo-
tores convencionales, con el consiguiente ahorro económico en la facturación eléctrica y en el tamaño
de los dispositivos de compensación de energía reactiva necesarios.
Caso Práctico 17
siendo:
• Aene = Ahorro energético [kWh/año].
• Aeco = Ahorro económico [€/año].
• Pn = Potencia nominal (útil) [kW].
• FC = Fracción de la carga nominal a que funciona el motor (1, 3⁄4, 1⁄2...).
• t = número de horas anuales de funcionamiento [h/año].
• ηstd = Rendimiento del motor estándar en el punto de carga [%].
• ηeff = Rendimiento del motor de alta eficiencia en el punto de carga [%].
• C = Coste unitario de la energía eléctrica [€/kWh].
A la vista de los resultados obtenidos se concluye que, como era de esperar, los ahorros
energéticos y económicos son proporcionales a la potencia del motor, a su factor de carga y
al número de horas de funcionamiento. De ahí la importancia de actuar sobre los motores de
mayor potencia y que trabajen un mayor número de horas.
Del estudio del caso anterior se deduce igualmente que los ahorros de energía eléctrica alcanzados
oscilan entre un 2 y un 10% del consumo de un motor estándar. Los mayores porcentajes de ahorro
se producen para motores de pequeña potencia y reducidas horas de funcionamiento, en tanto que
los menores porcentajes corresponden a los motores de mayor potencia con un uso más intensivo. Sin
embargo, si se analizan los valores en términos absolutos ocurre lo contrario.
8.9.1 Armónicos
Mediante esta propuesta de actuación se pretenden obtener los beneficios derivados de corregir ciertas
imperfecciones eléctricas (en concreto la distorsión armónica).
• Cámaras frigoríficas.
• Escaleras mecánicas.
3. Instalación blindada frente sobretensiones de cualquier tipo y armónicos de tensión
4. Evita incendios de origen eléctrico.
5. Al eliminar todos los armónicos de tensión permite el cumplimiento de la Directiva de
Compatibilidad Electromagnética.
A continuación se exponen varios ejemplos de registros eléctricos efectuados en plantas textiles.
Monitor
220/380 V 220 V
Tensiones
auxiliares
380 V 380 V 380 V 380 V
SP INFO R
220 V
SP 3D 380 R1
PLC
8.11.1 Introducción:
La energía es actualmente un recurso escaso y muy costoso, un uso, por tanto, eficiente de la energía
es casi una obligación si queremos llevar a cabo una gestión eficiente para con nuestras empresas y
actividades.
La aparición de un sistema de gestión energética en una empresa debe tener como objetivo velar por
la eficiencia energética de la misma, entendiendo como eficiencia energética la capacidad de consumir
la mínima energía imprescindible para llevar a cabo un proceso productivo o actividad. Si se analiza
esta definición en profundidad, nos daremos cuenta de que actuar con eficiencia nos va a reportar
importantes beneficios, de ahí el interés común de la eficiencia energética como concepto a aplicar a
nivel global:
• Por un lado, permitirá reducir los costes en energía y mejorar nuestra competitividad.
• Se dispondrá, como país, de mayores reservas estratégicas y se reducirá la dependencia de los
países que nos abastecen de energía.
• Se reducirán las emisiones contaminantes actuales, manteniendo el nivel productivo y
mejorando así la sostenibilidad de nuestros procesos y actividades.
Por tanto, se necesitan los recursos de una organización para llevar a cabo esta implementación. Estos
recursos podrán ser internos y/o externos, pero una implicación por parte de la empresa será siempre
necesaria y preferiblemente, al más alto nivel.
Para ello se definirá la figura de un gestor energético en la empresa responsable de coordinar esta
gestión en la misma.
Por tanto un Sistema de Gestión de la Energia para una empresa deberá contemplar al menos:
1. El control de la adquisición de energía en la empresa, así como del control de la facturación y
seguimiento de la misma.
2. La ejecución de auditorías energéticas que digan:
• Donde se consume la energía.
• Cuanta energía se consume.
• Si es la que debo consumir.
• Qué debo hacer para consumir la óptima.
• Si esas medidas son o no rentables.
• Diseñar un plan de actuación.
3. La implantación de la medidas derivadas del plan de actuación.
4. El seguimiento y control de la efectividad de las medidas implantadas.
Tengamos en cuenta que tras este largo camino hacia la eficiencia, si finalmente no se lleva a cabo un
control de las medidas implantadas y que el resultado que están dando es el esperado, de casi nada
habrá servido todo este esfuerzo. Veamos pues en que consiste un sistema de control asistido por
ordenador.
de 6h a 14h y de 14h a 22h, incluso se dan disminuciones de carga de sala en los turnos de 14h a 22h,
lo cual implica una nueva situación.
En definitiva, la carga térmica de cálculo, varía semanalmente hasta en 4 escenarios y cada escenario
necesita una regulación si se quiere optimizar y racionalizar este consumo energético. Las instalaciones
pueden tener 30 años y los medios tecnológicos de que disponen son del todo obsoletos para poder
llevar a cabo los ajustes de optimización que las nuevas situaciones requieren, por tanto el proyecto va
a tratar la resolución de estos problemas.
Todo esto pone de manifiesto que la implantación de Sistemas de Gestión de la Energía, basados en la
ejecución de auditorías, la implementación de medidas de ahorro así como su posterior seguimiento ya
sea mediante sistemas asistidos por ordenador u otros medios, van a ser muy rentables en un momento
como el actual. Por tanto la creación de planes de gestión energéticos, financiados por el propio ahorro
que se genera, será un factor clave en el futuro de las empresas de la Comunidad Valenciana.
Por tanto, el disponer de un sistema que permita conocer los consumos diarios, semanales, mensua-
les, etc, en tiempo real, de aquellos puntos, secciones, mejoras que se han implementado, permitirá
supervisar, si se han previsto y fijado unos consumos tipo o esperados en las franjas definidas (horas,
días, semana, fines de semana, quincenas, meses), si se está cumpliendo o no la previsión realizada.
El sistema detectará las desviaciones, informará mediante alertas y alarmas, y en ocasiones actuará
desconectando los consumos que sean innecesarios.
Muchas veces las desviaciones responden a errores humanos, como por ejemplo, han cambiado dos
personas un turno, no se ha formado al sustituto de los procedimientos internos y no se llevan a cabo
las tareas de ajustes u operación procedimentados. Con este sistema, se detecta el error mediante el
sobreconsumo energético que la incidencia conlleva, y se actúa inmediatamente formando al personal
y evitando la fuga de valor por este concepto.
Otras veces estas desviaciones corresponden a averías en equipos y no se detectan, ya que están pre-
parados para entrar otros en cascada para suplir las incidencias. Por tanto, este tipo de sistemas actúan
de “chivatos” de anomalías, ya que se han definido los rangos normales.
Otras veces, estas desviaciones se producen dadas las modificaciones productivas y sus impactos, tanto
al alza como a la baja. Este sistema nos permite detectar estas modificaciones y ajustar de nuevo los
equipos e instalaciones para seguir trabajando de forma eficiente en el uso de la energía.
9 Cogeneración
vapor se emplea en los mismos procesos, para elevar la tª del agua hasta la requerida, además de para
procesos de secado del tejido mediante bombos en los que se inyecta vapor hasta la temperatura
necesaria para que el tejido salga seco. La recuperación térmica de una cogeneración es aprovechada
para satisfacer, total o parcialmente, las necesidades térmicas en los procesos de tinte y acabados.
Los motores alternativos obtienen rendimientos eléctricos más elevados que las turbinas pero, por
otra parte su empleo supone una mayor dificultad de aprovechamiento de la energía térmica, ya que
posee un nivel térmico muy inferior, y ésta se encuentra muy repartida (gases de escape y circuitos de
refrigeración del motor).
De una forma general, las aplicaciones más frecuentes de la energía térmica proporcionada por estos
sistemas son: la producción de vapor de hasta 15 bar de presión, la producción de agua caliente,
la recuperación directa de los gases y la producción de agua fría mediante el uso de máquinas de
absorción.
Estos sistemas presentan la ventaja de su flexibilidad de funcionamiento, lo que les permite responder
de manera casi instantánea a las variaciones de potencia, sin que ello suponga un gran incremento en
el consumo específico del motor.
En cuanto a los combustibles, los motores alternativos pueden funcionar con combustibles gaseosos
(gas natural, propano, etc.) o con combustibles líquidos (gasóleo, fuelóleo, etc.).
Los motores alternativos se encuentran disponibles en una alta gama de potencias.
Los requisitos de ahorro energético, así como la necesidad de que la instalación funcione durante
un elevado número de horas para aumentar su rentabilidad, hacen que generalmente el sistema de
cogeneración dimensionado no sea capaz de cubrir la totalidad de la energía térmica demandada por
la industria.
Por ello, y teniendo en cuenta las paradas de la instalación de cogeneración por mantenimiento y
averías, es necesaria también la existencia de sistemas convencionales para completar la totalidad de
la demanda térmica del establecimiento industrial.
Horas de
funcionamiento Rentabilidad cogeneración Calor aprovechado
Por otra parte, según se muestra en la Figura 90, la rentabilidad de esta instalación depende de una
amplia gama de factores, los cuales se analizan seguidamente:
• Tamaño de la instalación: Es determinante para el cálculo de la rentabilidad del proyecto, ya
que la inversión específica (€/kW instalado), aumenta considerablemente al disminuir el tamaño
de la instalación.
• Horas de funcionamiento: La rentabilidad del sistema aumenta con las horas de funciona-
miento de la instalación, siendo necesario un elevado número de horas de funcionamient, para
considerar la posible rentabilidad de la misma.
• Precio de compra de la electricidad de la red: El valor del precio de compra de electricidad
de la red influye directamente en la rentabilidad del proyecto. Este valor depende de la
estructura de demanda eléctrica de la industria, así como de la tensión de suministro, siendo
considerablemente inferior para los suministros en alta tensión.
• Precio de venta de electricidad de la red: Este precio está regulado por el R.D. 661/2007, y
su influencia en la rentabilidad del proyecto depende del porcentaje de la energía exportada a
la red.
• Coste del combustible: Es otro factor que influye de manera determinante en la rentabilidad
del proyecto, tanto el coste del combustible para su uso en hornos y secaderos, como el coste
del combustible para su uso en cogeneración. En general, las tarifas de los combustibles
cuando se aplican a cogeneración son sensiblemente más bajas que cuando se aplican a usos
convencionales, lo cual beneficia la rentabilidad de estas instalaciones.
• Calor aprovechado: Además de ser un parámetro determinante para la inclusión de la instalación
en el Régimen Especial de Producción de Energía Eléctrica, el grado de aprovechamiento de la
energía térmica suministrada por los motores o turbinas también determina la rentabilidad de la
instalación, siendo necesario un elevado grado de aprovechamiento de este calor para obtener
una adecuada rentabilidad del proyecto.
En la Figura 91 siguiente se muestra la variación de la rentabilidad de un proyecto de cogeneración
al variar alguno de los valores de los parámetros expuestos anteriormente, en concreto del precio del
combustible y el de la energía eléctrica.
30%
25%
Tasa interna rentabilidad (%)
Precio
20%
energía eléctrica
0,080 €/kWh
15%
0,074 €/kWh
10% 0,068 €/kWh
0,062 €/kWh
5%
0%
0,018 0,019 0,020 0,021 0,022 0,023 0,024
Figura 118.
A partir de los datos de radiación solar en el plano horizontal, se obtienen los valores de radiación de
una superficie inclinada, para diferentes ángulos de inclinación. En las tablas utilizadas para este fin
se observa que la radiación interceptada da un máximo anual para un ángulo de inclinación de 35º,
mientras que para los meses más fríos este máximo se da para inclinaciones de 55º. Esto nos servirá de
indicativo para el diseño de nuestros sistemas de captación solar en función de la estacionalidad de la
demanda energética.
La implantación de este tipo de instalaciones obedece a motivaciones no solo económicas, por cuanto
reportan un ahorro económico debido al ahorro de combustible, sino también a una motivación
medioambiental, por cuanto permiten la sustitución de combustibles fósiles, causantes del efecto
invernadero por sus emisiones de dióxido de carbono.
Existen dos sistemas de aprovechamiento solar claramente diferenciados con tecnologías muy
divergentes, cuya aplicación práctica está también muy definida:
• Solar térmica: cuyo fundamento es la captación de la energía solar para el aprovechamiento térmico.
• Solar fotovoltaica: cuyo fundamento es la captación de la energía solar para la generación de
energía eléctrica.
Agua caliente
Radiación Consumo
Solar
Deposito Calentador
de apoyo
Colector
Intercambiador Agua fria
• Las ayudas públicas existentes en cada momento: Ya que estas instalaciones requieren de una
inversión elevada y los plazos de amortización son un poco elevados si no se dispone de estas
ayudas.
Figura 121. Instalación solar fotovoltaica en cubierta industrial (por cortesía de FGV)
Hasta ahora el marco económico de retribución fijado en el señalado RD ha compartido una buena
acogida en los últimos años, hasta el punto que se ha disparado el número y la potencia de las
instalaciones fotovoltaicas instaladas ya que, pese a su elevado coste, las facilidades de financiación
las hacen muy atractivas para la entrada del capital empresarial.
Además de sus ventajas económicas, este tipo de sistemas presenta un evidente interés medioambiental,
habida cuenta que las emisiones gaseosas a la atmósfera en su fase de explotación son nulas, lo
que supone una inestimable aportación para el cumplimiento de los compromisos adquiridos tras la
ratificación del Protocolo de Kioto.
Finalmente, la utilización de un recurso autóctono y renovable, como la energía solar, hace que estas
instalaciones ayuden a disminuir la dependencia energética exterior y que aumente la concienciación
social respecto al uso racional de la energía, despertando hábitos de consumo más respetuosos con el
medio ambiente.
Protecciones de la red
Embarrado
Contador de Contador de
entrada salida
Interruptor
de control de
potencia (ICP)
Cuadro de distribución
Generador fotovoltaico
Figura 122. Esquema simplificado de una instalación solar fotovoltaica conectada a red.
En cuanto al capital necesario, se debe señalar que las instalaciones fotovoltaicas tienen todavía un
alto coste, debido sobre todo al elevado precio de las células semiconductoras. En cualquier caso, las
interesantes condiciones de venta, la facilidad de financiación y el bajo riesgo de la inversión hacen que
la rentabilidad de las instalaciones sea interesante.