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ENFOQUE ACTUAL DE LA
EDUCACIÓN SUPERIOR
COMO GESTOR DE
DESARROLLO DEL
CONOCIMIENTO Y LA
CULTURA EN LA SOCIEDAD
PANAMEÑA
28 DE ABRIL DE 2018
Contenido
Introducción ....................................................................................................................... 3
Conclusiones ................................................................................................................... 18
Bibliografía ....................................................................................................................... 19
Introducción
En la actualidad, es común toparnos con la palabra “integral”, tanto en el ámbito
empresarial, como en el campo educativo. ¡Y es que el ser humano es un todo! Somos
cuerpo, somos mente, y tenemos el elemento diferenciador ante las otras especies: El uso
del análisis y la razón.
En base a esa capacidad de razonar y analizar, los individuos nos nutrimos de cada
elemento que conocemos en nuestro entorno, desde que comenzamos a tener contacto
con el exterior. Y, si bien es cierto, la formación integral comienza prácticamente desde el
inicio de la vida, es en la educación superior, en donde un estudiante comienza a ampliar
su perspectiva, y esta le debe permitir proyectar su plan de vida educativa y profesional en
el fomento del desarrollo de la sociedad a la que pertenece.
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La educación superior como gestor de conocimiento y cultura
El desarrollo del conocimiento como catalizador del desarrollo de la sociedad
Las universidades, en todo lugar, momento y espacio, tienen como objetivo y contribución
a la sociedad la formación de profesionales, mediante el uso del conocimiento común,
desarrollando a su vez, el ambiente necesario para resolver problemas de la sociedad y
que, de manera estratégica, sus gestores puedan acrecentar, vitalizar y potenciar el
desarrollo del país.
Partiendo de ese punto, comenzamos a ver a los centros de estudios superiores, no solo
como formadores de profesionales, sino como medio catalizador de propuestas que
permitan el avance de la sociedad. Y es por ello que la integralidad de la educación debe
ser pieza clave en el desarrollo educativo-profesional.
Tal como lo menciona Rodríguez, “Uno de los rasgos que debe distinguir a la enseñanza
superior de la mera enseñanza, consiste en formar espíritus que puedan continuar por si
mismos la profundización y extensión de conocimientos especializados”, esto es, crear en
las personas, no una simple formación, sino además, la aptitud para la solución de
problemas, enseñar a pensar, formar seres humanos con facultad y capacidad de
pensamiento, con la imaginación científica necesaria para resolver aquellos problemas
nuevos”. [2]
Los centros de educación superior deben ir más allá de la enseñanza académica. Deben
construir “conocimiento”, desarrollar e innovar, generar nuevos elementos diferenciadores
a la sociedad mediante la construcción de un aprendizaje colectivo, donde, de igual forma,
exista una retroalimentación, en el que este proceso de gestión de conocimiento se vaya
día con día mejorando y optimizando, y sus frutos puedan ser mensurables y aplicables en
la sociedad.
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Citando nuevamente a Rodríguez, “Existe la necesidad de que la educación en general
debe dejarse de ver como un sistema cerrado y que la Educación Superior para satisfacer
las necesidades de la sociedad debe interrelacionarse permanentemente con los otros
sistemas de educación a fin de apoyarse mutuamente en la construcción del conocimiento.”
[2]
Para una institución social, que, como razón de ser, debe formar profesionales integrales,
enfocados en la sociedad misma, es importante, no solo respetar la cultura., sino
potenciarla, resaltarla, mejorarla y elevarla.
En este mismo sentido, según Martinell, “La cultura tiene también una dimensión política:
la capacidad de identificación con la cultura de la propia tierra, constituye una herramienta
de cohesión social. El consenso y la divergencia en cultura son herramientas fundamentales
para crear una sociedad”. [6]
Si en realidad queremos un estudiante que pueda generar aportes a los problemas sociales,
¿Cómo, si no es a través de una efectiva política cultural, logramos comprometer y
empoderar al estudiante de su tierra, sus costumbres y todo lo que su entorno representa?
Esto nos lleva a pensar que, al desarrollar la cultura en la educación superior, estamos
trabajando en una herramienta de expresión de una identidad. Representa el despertar en
el estudiante que hay maneras de expresar la libertad.
Planteamiento del Problema
Enfocando la situación en nuestro país, Panamá.
Según CONEAUPA, existen 35 universidades acreditadas al 2018. [7]
Universidad de Panamá
Misión
• Institución de referencia regional en educación superior, basada en valores,
formadora de profesionales emprendedores, íntegros, con conciencia social y
pensamiento crítico; generadora de conocimiento innovador a través de la
docencia, la investigación pertinente, la extensión, la producción y servicios,
a fin de crear iniciativas para el desarrollo nacional, que contribuyan a
erradicar la pobreza y mejorar la calidad de vida de la población
panameña.
Visión
• Ser la mejor Universidad de la Región, formadora de líderes
emprendedores, comprometidos con el país en la búsqueda de soluciones
efectivas contra la pobreza.
Misión
• Aportar a la sociedad capital humano integral, calificado, emprendedor e
innovador, con pensamiento crítico y socialmente responsable, en ingeniería,
ciencias y tecnología. Generar conocimiento apropiado para contribuir al
desarrollo sostenible del país y de América Latina. Responder a los
requerimientos del entorno.
Visión
• La Universidad Tecnológica de Panamá será reconocida como una institución
líder a nivel de América Latina, por su calidad en la formación integral del
recurso humano, así como en la generación y transferencia de conocimiento en
ingeniería, ciencias y tecnología y su aplicación para el bienestar social de la
comunidad, sustentada en una eficiente gestión.
Universidad Especializada de las Américas
Misión
• La Universidad Especializada de las Américas es una Institución Oficial, de
Educación Superior, con proyección social, innovadora en docencia,
investigación, extensión y gestión; creada para formar profesionales
competentes, emprendedores, con conocimiento científico y con calidad
humana, comprometidos con el desarrollo del país.
Visión
• Ser una Universidad de excelencia profesional y sentido social,y antención a
la diversidad, con reconocimiento nacional e internacional; líder en la
formación del recurso humano especializado y en la generación del
conocimiento e innovaciones tecnológicas, con capacidad de intervenir
proactivamente en la solución de los problemas sociales del país y la Región
Latinoamericana.
Si conjugamos estas misiones y visiones de 3 de las universidades oficiales en Panamá, es
denominador común frases como “formación de líderes emprendedores”, “búsqueda de
soluciones ante la sociedad”, “pensamiento crítico”, “conciencia social”, etc.
Según un artículo publicado por Juan Bosco Bernal en la Estrella de Panamá, en el año
2012 [8], la Comisión de Políticas Universitarias del Consejo de Rectores de Panamá,
elaboró un documento orientador sobre el futuro de la educación superior universitaria del
país.
En este documento, que representara un marco de referencia para guiar el camino de las
universidades panameñas en un plazo de 10 años, se propone espacios para la formación,
la investigación, la gestión y el desarrollo social.
Según el profesor Bernal, el cuerpo de políticas universitarias está organizado en nueve
ejes importantes que articulan entre sí:
Si bien es cierto, existen avances en materia de investigación, según SENACYT, 2012 [10],
las estadísticas muestran que, por el contrario, con relación al PIB, se ha reducido la
inversión de 0.4% en 1990, al 0.2% en 2012, muy por debajo de la media regional de 0.7%
y consecuentemente, es limitado el número de investigadores.
Bajo esta premisa, en los últimos años, las universidades han apostado por actuar en pro
de la cultura de las comunidades, mediante grupos enfocados en este rubro e igualmente,
mediante la adecuación de los planes curriculares en aras de salvaguardar las diferencias
culturales.
Tal como lo menciona Hernández, en un artículo publicado por el periódico “La Estrella de
Panamá”, la “Licenciatura en Educación Bilingüe Intercultural”, pionera en ese campo de
formación, tiene los programas académicos en las áreas comarcales: Chichica, Empalme,
Ñurum, Cerro Pelado en la Comarca Ngäbe-Bugle y en la comunidad de Agligandí dentro
de la Comarca Gunayala.
Aterrizando el tema a la gestión del conocimiento y el desarrollo cultural, estos fueron los
resultados:
Esto implica que los esfuerzos en el aporte socio-cultural sí se están notando, por lo menos
en la sociedad estudiantil, lo que representa un elemento importante. De igual forma, el que
los estudiantes califiquen a las universidades de esta manera, nos habla que más del 50%
de los estudiantes, pese a que pueden estar insatisfechos con elementos universitarios, si
tienen conciencia que se está trabajando en mejorar aspectos socio-culturales.
Es interesante que pese a que los estudiantes consideran que existen avances socio-
culturales en las universidades, el 50% considera que los egresados no están debidamente
preparados ante la problemática actual en panamá.
En esta insuficiente preparación, preguntamos de igual forma, ¿Cuál consideraba que era
el problema? Y más del 50% de los resultados recayó en los planes de estudios.
Precisamente en esta misma línea, en cuanto a los elementos que ayudan a la formación
de estudiantes, estos mismos, y considerando un rendimiento insuficiente en los planes de
estudios, los estudiantes encuestados consideran que una actualización curricular y un
cambio en la enseñanza sería la clave para progresar en la educación integral.
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