Sie sind auf Seite 1von 2

Carl Jung – “El inconsciente personal y el inconsciente colectivo”

Según Freud, los contenidos inconscientes se limitan a tendencias infantiles, que son
reprimidas por su incompatibilidad. El análisis levanta las represiones y hace conscientes
los deseos reprimidos. Por lo tanto, el inconsciente contendría solamente aquello de la
personalidad que podría ser consciente pero se ve reprimido por la educación.

Jung destaca dos aspectos del inconsciente: el material reprimido por un lado, y el
material psíquico que no alcanza el umbral de conciencia. Por tanto, contiene también todo
el material que no ha alcanzado todavía el umbral de la conciencia (gérmenes de “ulteriores
contenidos conscientes”).

Además, postula que el inconsciente se halla continuamente agrupando o reagrupando


sus contenidos, y que normalmente está coordinada con la conciencia en el sentido de una
relación compensatoria. Por lo tanto, aunque se levante la represión, esto no hace mella en
el inconsciente, el cual sigue produciendo sueños y fantasías.

 Transferencia:

Jung sostiene que en la transferencia el médico se vuelve el “objeto del conflicto”. En él


se unifican los opuestos, por lo que viene a representar la solución ideal, provisoria. Pero a
la larga conduce a un estancamiento, tan malo como el conflicto neurótico mismo. El
conflicto no hace más que transferirse, no hay solución real. Una transferencia lograda
puede al menos temporariamente hacer desaparecer totalmente la neurosis.

Coincide con Freud en ver en la transferencia un factor terapéutico de primer orden, pero
provisional, que promete la posibilidad de curación pero que no es en nada alguno la
curación misma.

 Sobre los sueños:

Jung dice que los sueños son manifestaciones de una esfera psíquica que escapa a
nuestro buen juicio y a nuestras intenciones. Contienen imágenes y conexiones de ideas que
no son generadas por nuestra intención consciente. El sueño es un producto natural de la
psique, “altamente objetivo”, con indicios y alusiones a ciertas tendencias fundamentales
del proceso psíquico.

Para Jung, es evidente que los sueños reproducen la conciencia menos la crítica
consciente. Repiten, entonces, los contenidos de la conciencia, pero haciendo prevalecer el
punto de vista fantástico contra el de la “sana razón”. Al preguntarse sobre la finalidad de
los sueños, sostiene que no hay ninguna razón que imposibilite que las tendencias
inconscientes tengan un objetivo situado más allá de la persona humana, así como también
es posible que el inconsciente no sepa “sino desear”.

 Inconsciente personal:

Jung lo diferencia como un estrato del inconsciente. Los materiales contenidos en este
estrato son de índole personal porque constituyen adquisiciones de la existencia individual.
Se pueden reconocer como contenidos personales porque podemos señalar en nuestro
pasado personal sus efectos, manifestaciones parciales u origen. Son partes integrantes de la
personalidad.

Jung postula que el sentimiento de inferioridad posibilita la asimilación de un contenido


inconsciente. El sentimiento de inferioridad moral representa un conflicto con la propia
mismidad que, por razones de equilibrio psíquico, exige la compensación del déficit. Por lo
tanto, son las cualidades morales de un individuo las que le obligan a asimilar su mismidad
inconsciente y mantenerse consciente de ella. Quien progresa por esta vía, según Jung,
necesariamente traslada el contenido del inconsciente personal a la conciencia, con lo cual
se amplía el ámbito de la personalidad.

Para Jung, tanto mediante el análisis como con el análisis de los sueños, se puede
agregar este material a la conciencia, lo que da por resultado una ampliación fundamental
del horizonte, un conocimiento profundizado de sí.

 Inconsciente colectivo:

Jung sostiene que el inconsciente parece contener algo más que adquisiciones y
experiencias meramente personales, por lo que diferencia este otro estrato. Mediante el
análisis de sueños, Jung encontró imágenes que no correspondían a la historia personal de
los sujetos, sino que son imágenes enteramente colectivas, históricas.

Para Jung, este tipo de imágenes tratan de la revivificación de un arquetipo. El modo de


pensamiento primitivo del sueño recrea antiguas imágenes. Se trata de huellas o categorías
heredadas, es decir, de arquetipos.

Por lo tanto, el inconsciente posee contenidos no solo personales sino también


impersonales, colectivos, en la forma de categorías heredadas o arquetipos, en sus estratos
más profundos.

Das könnte Ihnen auch gefallen