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LA DEUDA PÚBLICA Y LA FORMACIÓN DE CAPITAL

Reporte de lectura

En el texto la deuda pública y la formación de capital James m Buchanan


describe Cómo desde la época victoriana se consideraba que el consumo del
capital era una actividad poco lucrativa y se tenía que mantener una prudencia
en el consumo del capital. El excesivo control del gasto de las familias tiene
que ver con la premisa de que incentivar el gasto significa reducir el capital.
esta afirmación tiene su origen en los Ideales Morales que incentivaron el
proceso de acumulación originaria en el desarrollo del capitalismo moderno.

Las fallas de mercado y fallas del Estado

En los siguientes párrafos se elabora una breve introducción al abordaje


conceptual de fallas económicas de mercado y Estado con el objetivo de
contextualizar la intervención de James M. Buchanan.

Con base en la teoría económica podemos definir las fallas del mercado como
aquellas rupturas irrupciones y desajustes que se dan a escala
macroeconómica debido a que algunas variables en la realidad no tienen
consecuencias favorables a los modelos de la teoría económica. Son los
efectos negativos que se supone, por teoría no deberían suceder. Las
principales fallas de mercado que el Estado intenta corregir son:

a) La inestabilidad de los ciclos económicos, que son las fluctuaciones de la


actividad económica en fases alternas de expansión y recesión; cuando esto
ocurre el Estado tiene dos alternativas: a) no intervenir, dejar que el mercado
salga por sí solo de la crisis o b) intervenir a partir de incentivar la producción y
el consumo, ya sea del Estado o de las familias, impulsando la actividad
económica.

b) La existencia de bienes públicos aquellos bienes y servicios públicos que


son dados a todos los ciudadanos por derecho, dichos bienes y servicios
públicos chocan con el ideal económico de que todo, por ejemplo, el suministro
de estos bienes y servicios no rentables por parte del Estado se concreta
violando el principio mercantil de la economía; de modo que la justicia, policía,
ejército, educación son servicios pagados por muchos y adquiridos por todos.

c) Las externalidades que son los efectos perjudiciales de toda actividad


económica que no son contemplados en los modelos básicos de la teoría
económica y que terminan generando algún malestar en la sociedad.

d) La competencia imperfecta que son todas aquellas formas que restringen la


libre participación de los agentes en las diversas actividades económicas y que
pueden ser los monopolios, los duopolios o los oligopolios que se da en los
mercados cuando se lleva a cabo una práctica desleal por parte de las
empresas en la fijación de precios y de condiciones de venta, de forma que los
consumidores nos vemos gravemente perjudicados.

Las fallas del Estado para algunos economistas son las inconsistencias que se
dan en las finanzas estatales debido a una gestión ineficiente de los recursos,
interferencia que por parte del gobierno generará efectos directos en la
economía de mercado. Este pensamiento surge a principios de 1960 cuando
se da un auge en la crítica de algunos intelectuales y políticos qué promueven
una mayor desregulación y un menor papel del estado en la economía.

El tema que nos ocupa en las siguientes líneas tiene que ver con la presencia
de la deuda pública y los efectos que tiene para la economía de la nación en
términos de qué se puede entender la deuda pública como la destrucción del
capital y la generación de efectos económicos de arrastre que ponen en crisis a
un sistema económico. Buchanan es un economista convencional que
tangencialmente crítica la teoría keynesiana que busca mejorar las condiciones
económicas a partir de incrementar el gasto del gobierno incentivando un
endeudamiento progresivo escalable que puede terminar retroalimentando una
crisis económica impagable por la nación. Buchanan hace referencia a las
actitudes de los pensadores de la época que suponían que el gasto del
gobierno financiado con deuda pública no iba a generar ningún efecto negativo,
aquellos economistas que llegaron a criticar los preceptos de la prudencia fiscal
fueron tratados en la década de los 60 y 70 como los expertos que podían
llevar las riendas de una economía nacional sana. Para Buchanan esta teoría
debe ser desmontada desde un razonamiento lógico que ponga en evidencia
las fallas del Estado al sobreendeudarse.

Buchanan introduce un argumento donde plantea una lógica elemental: la


deuda es una obligación contractual que se emite con una persona o una
entidad donde se promete el pago de cantidades estipuladas de recursos a
futuro, estas obligaciones de pago a futuro terminan reduciendo el valor
presente de los bienes, porque cuando el propietario de una cantidad de bienes
contraen una deuda está equivale a un reclamo sobre el flujo de ganancias que
podrían derivar de esa inversión a futuro. para el autor contraer una deuda
equivale a destruir el valor del capital. Esto muchas veces no se vé por la
miopía del principio de partida doble que se da en los balances financieros de
las cuentas nacionales, señalando: “En todos los casos, contraer una deuda
con el propósito de financiar un uso o un consumo presente equivale a destruir
el valor de capital del bien en el futuro. Esta proposición básica es verdadera
sea cual fuere el valor de los bienes en cartera. Si no hay valor de capital, la
creación de una deuda producirá, en este caso, un capital negativo. Si el valor
del capital es inicialmente negativo, la deuda simplemente incrementará el total
negativo” (Buchanan, 1985). Con estas palabras la crítica al principio de
partida doble toma sentido porque se basa en que los fondos garantizados a
futuro a cambio de la deuda ya no pueden ser usados de forma productiva.

la deuda pública canalizada al consumo público en la medida que no está


financiando una actividad productiva no se puede considerar como una deuda
que sea posible de pagar, No existe algún activo que tenga un efecto de
contrabalance en el incremento en el pasivo que representa una deuda pública,
el valor del capital del flujo de ingreso de la economía nacional Puede irse
reduciendo gradualmente hasta quedar sin flujo monetario que permita encarar
otros compromisos del gobierno. Para el autor el gasto financiado por la deuda
de la década de los 70 y 80 pudieron haber permitido financiar algunas
actividades económicas y generar efectos positivos y beneficios sobre un
amplio conjunto social sin embargo fueron sobrevaluados respecto del valor
que tenían en ese momento los documentos de la deuda que se requerían para
financiar ese gasto. la reflexión que introduce este autor implica que los
tomadores de decisiones consideren siempre que al momento de adquirir una
deuda apuestan por la reducción del capital nacional.

Buchanans recomienda que los gastos del Gobierno Federal busquen ser
consistentemente una inversión de bienes de capital durables de tal forma que
el gasto presente una inversión, y si dicha inversión es financiada con títulos de
deuda es una inversión pagadera a futuro. La inversión que es canalizada al
mero gasto de consumo de los ciudadanos es una inversión que no está
adecuadamente gestionada y lo deja claro con el siguiente ejemplo:

“un activo durable que para nuestros propósitos no puede calificarse como
capital público, consideremos un monumento destinado a perdurar por siempre.
No se asocia con él ningún flujo de ingresos mensurable. Si bien puede haber
beneficios anticipados derivados de la existencia del monumento a lo largo de
toda la secuencia de períodos futuros, estos beneficios no pueden ser
apropiados como fuente de las contribuciones que se requieren para el servicio
de la deuda en el caso de que el gasto inicial haya sido financiado mediante
ésta.” (Buchanan, 1985)

A partir de este planteamiento adquiere significado el concepto de la prudencia


fiscal que sugiere que los activos sean clasificados como capital público y Por
ende introducidos como partidas compensatorias en el balance general, si sólo
se esperan flujo de dinero mensurables irrealizable, esta situación la describe
con el ejemplo de la autopista sobreelevada o la creación de una red de
transporte público urbano dónde considera que lo correcto es descontar el flujo
esperado de rentas o derechos de peaje para producir un valor de capital activo
representado por este servicio nuevo creado por el Estado.

En el planteamiento de Buchanan el fallo consiste en que no se puede partir del


supuesto que una deuda pública es una deuda que contrae el pueblo o la
ciudadanía con la propia ciudadanía con el objetivo de un pago a futuro por la
propia ciudadanía, la falla del Estado consiste en que el estado interviene
realizando un gasto excesivo y sobre endeudando a una ciudadanía con una
capacidad limitada de tributación en bienes de capital que no son productivos
generando una incapacidad de pago de dicha deuda.

¿La deuda pública ayuda al apalancamiento del Estado?

El apalancamiento es “la relación entre crédito y capital propio invertido en una


operación financiera. A mayor crédito, mayor apalancamiento y menor inversión
de capital propio. Al reducir el capital inicial que es necesario aportar, se
produce un aumento de la rentabilidad obtenida. El incremento del
apalancamiento también aumenta los riesgos de la operación, dado que
provoca menor flexibilidad o mayor exposición a la insolvencia o incapacidad
de atender los pagos.”

Desde el punto de vista de James Buchanan en apalancamiento del Estado


sólo puede ser posible si el gasto del gobierno se realiza con el objetivo de que
la inversión realizada tenga como consecuencia incrementar la tributación y la
recaudación de activos por parte del Gobierno de tal forma que dicha deuda
tenga consecuencias positivas en para financiar la deuda contraída; el
apalancamiento puede ser posible desde dicha lógica. Sin embargo, en autor
es muy incisivo en plantear que dicha posibilidad no es muy frecuente.
Considerando la realidad resulta improbable que el gobierno pueda restaurar el
stock de capital nacional pagando deuda con fondos extraídos del consumo
corriente. No se puede disminuir el flujo de bienes y servicios públicos de que
gozamos. Si el Estado continúa endeudándose incumpliendo las obligaciones
de pago no se podrá recuperar el valor del capital perdido de antemano. Lo que
recomienda Buchanan es dejar de contraer deuda y comenzar a pagar, detener
el llamado “libertinaje fiscal” por la prudencia fiscal.

James McGill Buchanan

James M. Buchanan fue un economista estadounidense Premio Nobel en 1986,


se doctoró en ciencias económicas por la Universidad de Chicago y trabajo
como profesor en la Universidad de Charlottesville, donde dirigió y fundó el
Centro de estudios economía política Thomas Jefferson. James M canal en el
año de 1962 con fundó la sociedad americana del Public Choice junto con
Gordon Tullock con quién creó el Centro de estudios de las decisiones públicas
Fairfax (Virginia). Entre 1950-1951 fue Catedrático de la Universidad de
Tennessee. Entre 1954-1956 fue Catedrático de la Facultad de Económicas en
Florida State University. Entre 1956-1962, Catedrático de la Facultad de
Economía James Wilson, Universidad de Virginia. En el período 1962-1968,
Catedrático de Economía Paul G. McIntire, Universidad de Virginia. En 1968-
1969, Catedrático de Economía, Universidad de California, Los Ángeles (De la
Oliva, 2018).

Entre sus campos investigación destacan los siguientes: Teoría ortodoxa de la


Hacienda Pública; Estudios sobre la relación entre el gasto público y los
impuestos; Desarrollo económico; Teoría de la elección pública [Public Choice]
y su incidencia en los mercados; La inflación como impuesto; Desmitificación
del sector público de la economía; Síntesis de las teorías políticas y
económicas de tomas de decisiones. Análisis del paralelismo entre la toma de
decisiones económicas y políticas; La naturaleza de la deuda pública. Poder
del Estado; Nueva Economía Política: Situada en los límites de la economía y
la ciencia política; Análisis político de lo económico y análisis económico de lo
político: Teoría de los modelos de votación, teoría de la burocracia, teoría del
ciclo político, teoría de la democracia, teoría de las constituciones, teoría de la
búsqueda de rentas. Análisis de problemas económicos desde un punto de
vista interdisciplinar: político, sociológico, jurídico, psicológico-social y otros
afines.

James Buchanan, como lo describe José Casas Pardo, es uno de los pioneros
de la teoría de la elección pública que se ha dado a conocer como Public
Choice, además de ser uno de los primeros en hablar sobre economía
constitucional también llamada como nueva economía política. Este autor ha
realizado enormes aportaciones en el campo de la teoría económica y de la
hacienda pública, así como tiene experiencia en las ciencias sociales y la
filosofía económica y política. La obra de Buchanan está orientada a intentar
responder una pregunta que es considerada por muchos como fundamental y
es la siguiente: ¿Cómo se pueden crear las normas y las instituciones que
permitan a los ciudadanos convivir en sociedad, paz, armonía, y bien estar
asumiendo sus estilos individuales de vida además de incluir sus objetivos
personales?

En 1986 la real academia sueca de ciencias le concedió el Premio Nobel de


economía por su desarrollo en las bases contractuales y constitucionales para
la toma de decisiones económicas y políticas. Buchanan se apoya en el
pensamiento de un Knut Wicksell quién es conocido como uno de los
precursores de la teoría moderna de la elección pública, quien critica las
insuficiencias de los métodos tradicionales de la ciencia de la hacienda pública,
afirmando que los tratados de finales del siglo XIX parecían sugerir y justificar
una especie de despotismo ilustrado y benevolente. Desde este pensamiento
Buchanan aconsejan los economistas que dejen de proferir consejos sobre
políticas económicas como si fueran los súbditos de un déspota benevolente,
así el autor invita analizar la estructura en la cual se toma las decisiones
políticas y subraya la necesidad de hacer consciente que el individuo siempre
elige entre múltiples posibilidades.

Buchanan habla sobre la noción de mercado político: que es el auto interés


económico identificable como un bien positivamente valorado por individuo en
las elecciones políticas que realiza. Así se podría decir que si existe un
mercado económico donde los individuos intercambian bienes y servicios, los
mercados políticos son instituciones intercambio de valores e intereses
públicos pero la diferencia no radica entre las clases de valores o intereses que
pueden existir y que las personas persiguen; además de las condiciones bajo
las cuales los individuos persiguen sus propios intereses.

Buchanan parte de los supuestos del individualismo metodológico, la teoría del


homo económicos y la modernización de la política como intercambio para
desarrollar las bases contractuales y constitucionales para la toma decisiones
colectivas. Para este autor el conocimiento es intelectual y subjetivo, el proceso
Es la realidad sobre la cual se debe centrar la economía y los economistas.
Para Buchanan los economistas adecuadamente formados en la constitución
de la economía política son capaces de aplicar su lógica deductiva a las
limitaciones que se observan en la política, estos agentes están en condiciones
de ofrecer reglas que permitieran una perspectiva de consenso universal
(Casas, 2010).

Fuentes consultadas:

BUCHANAN, James M. (1985). Tomado de Liberty, Markets and State, New


York University Press, 1985. Permiso otorgado por el autor y por la New York
University Press para traducir y publicar en Libertas.

CASAS, José pardo (2010). La filosofía económica de James M. Buchanan,


filosófico del departamento de economía aplicada, facultad derecho,
Universidad de Valencia, España.

DE LA OLIVA, Cristian, (2018). James McGill Buchanan, sitio web:


https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/4957/James%20McGill%
20Buchanan%20-%20James%20M.%20Buchanan.

VAN HORNE, James. Wachowicz, John M. (2000) Apalancamiento de


operación y financiero Fundamentos de Administración Financiera.

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