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INTEC
“Plantas de tratamiento”
Profesor:
Martín Meléndez
Sustentado por:
Estefany García Castillo 1065602
Sección
01
Las dos propiedades más importantes de los filtros percoladores son la superficie específica y el
porcentaje de huecos. La superficie específica corresponde a los m2 de superficie de rellenos por
m3 de volumen total. Mientas más grande o mayor sea la superficie específica mayor será la
cantidad de limo biológico por unidad de volumen. Por otra parte, a mayor porcentaje de huecos
se consiguen cargas hidráulicas superiores sin peligro de inundación.
Cuando se utilizan lechos rellenos de roca, clinkers u otros materiales similares, no se pueden
sobrepasar profundidades de 1 a 2.5m de lechos, sin embargo, si se utilizan lechos de materiales
sintéticos se pueden tener profundidades entre 6 y 12 metros.
Existen distintos tipos de filtros percoladores de acuerdo a la carga hidraúlica y la carga orgánica,
entre los que encontramos:
Baja carga: Estos son los que se diseñan para una carga hidráulica entre 1.1 a 4.3
m3/m2*día, y una carga orgánica desde 0.08 hasta 0.4 kg DBO5/m3*día. Usualmente se
utilizan de manera intermitente sifones automáticos o por bombeo periódico para
dosificarlos, y el intervalo de dicha dosis varía en función al caudal que presenten las aguas
residuales, tomando en cuenta que la dosificación deber ser lo suficientemente corta para
evitar que el lecho se seque. En algunos casos puede ser necesaria una recirculación del
agua tratada. Durante el funcionamiento normal, se desarrolla una biopelícula de un cierto
espesor hasta que un cambio de temperatura o de caudal a través del filtro provoca el
desprendimiento de parte de ella. El fango se producirá en bajas cantidades, pudiendo ser
admisible su arrastre por el efluente del lecho, lo que hace innecesaria la decantación
secundaria.
Media carga: Estos se diseñan para cargas hidráulicas de 4 a 10 m3/m2*día y carga orgánica
desde 0.24 a 0.48 kg DBO5/m3*día, la cual incluye la recirculación del agua tratada.
Alta carga: Estos se diseñan para cargas hidráulicas de 10 a 36 m3/m2*día y carga orgánica
desde 0.4 a 4.8 kg DBO5/m3*día, la cual incluye la recirculación del agua tratada. Estos
reciben aguas residuales de manera continua. Para lograr la alta carga se deben recircular
las aguas residuales que ya hayan pasado por el lecho. Esta produce desprendimiento
erosivo continuo de biopelícula así como también fango, el cual es separado por la
decantación.
Muy alta carga: Estas presentan las cargas hidráulicas más elevadas, así como también la
mayor altura de lecho. Algunos lechos de muy alta carga están diseñados para manejar
cargas hidráulicas de más de 162 m3/m2*día. La mayoría de estos lechos se configuran
como torres empacadas (biotorres) con alturas de 12 m.
Las Plantas de tratamiento de aguas residuales mediante aireación extendida utilizan un proceso
biológico convencional de lodos activados, allí se desarrollan bacterias endógenas, que a través
del proceso aeróbicos reducen la materia orgánica, absorbe el fósforo y nitrógeno, produciendo
lodos que pueden ser decantados y espesados.
El sistema de aireación extendida está conformado por las siguientes unidades internas:
Cámara de sedimentación primaria (digestión anaeróbia):
Cámara de aireación (digestión aeróbia)
Cámara de sedimentación secundaria
Cámara de cloración. ( Opcional )
Filtro UVC (Opcional)
Este tipo de plantas presenta ventajas como la generación de un efluente de alta calidad, con bajo
contenido orgánico, la producción de sólidos biológicos es baja, y el lodo se estabiliza muy bien.
Asimismo, su diseño y operación son relativamente sencillos, en comparación con otras
modificaciones del proceso convencional (Metcalf & Eddy, 2003). De igual manera, el proceso de
aireación extendida es eficiente en cuanto a la remoción de DBO5, pues se reduce entre un 80 y
95%.
Con la aireación extendida, el sistema es capaz de tratar cargas tóxicas y resistir choques o
impactos altos de carga orgánica. El sistema también puede tratar compuestos orgánicos de difícil
degradación que ocupan altos tiempos de retención celular (Eckenfelder, 1998). No obstante, para
lograr esto, el sistema requiere de altos suministros de energía para la aireación (Metcalf & Eddy,
2003).
Humedales Artificiales
Los humedales artificiales son sistemas de
fitodepuración de aguas residuales. El
sistema consiste en el desarrollo de un
cultivo de macrófitas enraizadas sobre un
lecho de grava impermeabilizado. La acción
de las macrófitas hace posible una serie de
complejas interacciones físicas, químicas y
biológicas a través de las cuales el agua
residual afluente es depurada progresiva y lentamente.
El tratamiento de aguas residuales para depuración se lo realiza mediante sistemas que tienen tres
partes principales: recogida, tratamiento y evacuación al lugar de restitución (Fernández et al.,
2004).
Los humedales construidos se han utilizado para tratar una amplia gama de aguas residuales:
Aguas domésticas y urbanas.
Aguas industriales, incluyendo fabricación de papel, productos químicos y farmacéuticos,
cosméticos, alimentación, refinerías y mataderos entre otros
Aguas de drenaje de extracciones mineras.
Aguas de escorrentía superficial agrícola y urbana.
Tratamiento de fangos de depuradoras convencionales, mediante deposición superficial en
humedales de flujo subsuperficial donde se deshidratan y mineralizan (García et al., 2004).
Los humedales eliminan contaminantes mediante varios procesos que incluyen sedimentación,
degradación microbiana, acción de las plantas, absorción, reacciones químicas y volatilización
(Stearman et al., 2003). Reemplazan así el tratamiento secundario e inclusive, bajo ciertas
condiciones, al terciario y primario de las aguas residuales.
Los humedales tienen tres funciones básicas que les confieren atractivo potencial para el
tratamiento de aguas residuales: fijan físicamente los contaminantes en la superficie del suelo y la
materia orgánica, utilizan y transforman los elementos por medio de los microorganismos y logran
niveles de tratamiento consistentes con un bajo consumo de energía y poco mantenimiento (Lara,
1999).
Los humedales artificiales pueden ser clasificados según el tipo de macrófitas que empleen en su
funcionamiento:
Mácrófitas fijas al sustrato (enraizadas)
Macrófitas flotantes libres.
De igual manera si se considera la forma de vida de estas macrófitas, los humedales artificiales
pueden ser clasificados en:
Daza, L. (2015). Aireacion extendida en plantas de tratamiento. Agosto 22, 2018, de Prezi Sitio
web: https://prezi.com/yrrwdvtcar0v/aireacion-extendida-en-plantas-de-tratamiento/
Delgadillo, O., Camacho, A., Pérez, L. & Andrande, M. (2010). Los humedales artificiales. En
Depuración de aguas residuales por medio de humedales artifi ciales(pp, 7-19). Bolivia: Centro
Andino para la Gestión y Uso del Agua (Centro AGUA).
GEDAR. (s. f.). Filtro Percolador. Agosto 22, 2018 , de Gestión de aguas y residuos Sitio web:
https://www.gedar.com/residuales/tratamiento-biologico-aerobio/filtros-percoladores.htm
Lesikar, B. & Enciso, J. Sistemas individuales para el tratamiento de aguas negras: Filtro
Percolador. Agosto 21, 2018, de Texas A&M Sitio web: https://aglifesciences.tamu.edu/baen/wp-
content/uploads/sites/24/2017/01/L-5345S.-Trickling-Filter-Spanish-Version.pdf
Obdulio, J. (2010). Implementación de material de desecho Pet como elemento filtrante en filtros
biológicis. Agosto 21, 2018, de Universidad de San Carlos de Guatemala Sitio web:
http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/08/08_0195_MT.pdf
Solis, J. (2011). Diseño de las condiciones óptimas de funcionamiento y tratamiento del residuo
de la Planta de Lodos Activados del Instituto Tecnológico de Costa Rica. Agosto 22, 2018, de
Escuela de Química. Ingeniería Ambiental Sitio web:
https://repositoriotec.tec.ac.cr/bitstream/handle/2238/3019/Informe_final.pdf?sequence=1&isAll
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