Antiguo Testamento y 27 libros del Nuevo Testamento en 66 semanas LOS LIBROS DE LA BIBLIA: AT GÉNESIS NEHEMÍAS OSEAS ÉXODO ESTER JOEL LEVÍTICO JOB AMÓS NÚMEROS DEUTERONOMIO SALMOS ABDIAS PROVERBIOS JONÁS JOSUÉ ECLESIASTÉS MIQUEAS JUECES CANTARES NAHUM RUT HABACUC 1 Y 2 SAMUEL ISAÍAS SOFONÍAS 1 Y 2 REYES JEREMÍAS LAMENTACIONES HAGEO 1 CRÓNICAS ZACARÍAS 2 CRÓNICAS EZEQUIEL DANIEL MALAQUÍAS ESDRAS LOS LIBROS DE LA BIBLIA: NT MATEO MARCOS LUCAS JUAN HECHOS ROMANOS NOMBRE DEL LIBRO Hebreo: האיגרת של פאולוס אל הרומים – “Epístola del Apóstol Pablo a los Romanos”. En griego es: Επιστολή του Παύλου προς Ρωμαίους – “Epístola de Pablo a los Romanos”. En castellano es ‘Epístola del Apóstol Pablo a los Romanos’. LA EPÍSTOLA A LOS ROMANOS Es considerado uno de los libros más grandes en todo el NT y es uno de los libros más influyentes de todos los tiempos. Difícilmente ningún otro libro de la Biblia ha tenido tanto impacto sobre la iglesia que el libro de Romanos. Casi por sí solo causó la Reforma Pro- testante a través de Martin Lutero. Fue el texto en la conversión de muchos líderes de la iglesia. LA EPÍSTOLA A LOS ROMANOS Sigue siendo el texto fundamental en la conversión de millones de personas. Se le conoce como: “El Camino de Romanos” (3:23, 6:23, 10:9). Romanos es la explicación del Evangelio en el NT. Mientras los evangelios tratan la vida, muerte y resurrección de Jesús. Romanos, explica lo que puede hacer el evangelio en nuestras vidas. ¿Por qué se necesita el Evangelio? LA EPÍSTOLA A LOS ROMANOS ¿Qué ocurre cuando uno cree? ¿Cuáles son las ramificaciones de la fe? ¿Quié- nes son el pueblo de Dios, y cómo viven? Todas estas preguntas y muchas más son respondidas en la carta de Pablo a los Romanos. AUTOR: No hay duda de que Pablo realmente escribió esta carta a los cristianos en Roma, y no existe ningún debate acerca de esto en absoluto. LA EPÍSTOLA A LOS ROMANOS FECHA: Pablo escribió la carta antes de visitar Roma, alrededor de 57 d.C., en su tercer viaje misionero, cuando estaba en Corinto antes de partir hacia Jerusalén. Para entonces Pablo ya era un misione- ro experimentado, había escrito varias cartas, había ido a muchos lugares y he- cho muchas cosas, pero aún no había ministrado en Roma. La carta a los Romanos es única entre las cartas de Pablo… LA EPÍSTOLA A LOS ROMANOS …Roma no fue una iglesia que él plantó, o en la que había estado involucrado. Él conocía a muchos cristianos que esta- ban allá, y su relación con la iglesia fue a larga distancia, por correspondencia. Esta es la razón por la que Pablo dedica mucho tiempo a explicar la teología cris- tiana de principio a fin. Pablo enseña sobre la situación real del hombre a causa del pecado y sobre la salvación a través de Jesucristo. LA EPÍSTOLA A LOS ROMANOS Si sólo pudieras enseñar un tema, a un grupo de personas que no tienes garantía que volverás a ver, ¿qué les enseñarías? Pablo quiere que sepan cómo pueden ser salvados y vivir la vida cristiana. Esto es lo que comparte en Romanos. La iglesia en Roma se había desarrollado sin un liderazgo apostólico y Pablo quiere estar seguro que entienden las doctrinas básicas del cristianismo. LA EPÍSTOLA A LOS ROMANOS ¿Qué nos dice Romanos a los cristianos de hoy? Nos da la razón detrás de nues- tra fe, nos dice porque es necesaria la gracia, y como responder ante ella. Estos son asuntos fundamentales de nuestra fe. Cuando entendemos Roma- nos, entendemos nuestra lugar en Cristo y la gracia que Él nos da. “Porque todo el que invoque el nombre del Señor será salvo” (10:13; RVC). DIVISIONES DE ROMANOS (1-8) EL EVANGELIO DE DIOS (1:1-6) Desde el inicio, Pablo presenta el evangelio y dice ser esclavo de Jesús. El mensaje de buenas nuevas viene de Dios, y es acerca del Hijo de Dios en su humanidad y deidad, empoderada por el Espíritu en la resurrección de Jesús. ¡Esta es la buena noticia! Dios nos ofrece gracia por medio de Jesús. (1:7-17) Pablo habla de visitarlos. Es el apóstol de los gentiles, y no había ciudad más prominente en el mundo que Roma. (1-8) EL EVANGELIO DE DIOS “No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para la salvación de todo aquel que cree... Porque en el evangelio se revela la justicia de Dios, que de princi- pio a fin es por medio de la fe, tal como es-tá escrito: El justo por la fe vivirá” (1:16- 17). Estas palabras son la clave del libro de Romanos. El Evangelio de Jesús salva a los que creen y es para todos. El Evange- lio revela la justicia de Dios. ¿Qué es lo que la gente necesita? (1-8) EL EVANGELIO DE DIOS La salvación que viene a través de Jesús. No se puede ganar ni comprar pero pue- des recibirla. ¡Estas son buenas noticias y tenemos que compartirla con el mundo! ¿Has experimentado el poder de Dios a través de Jesús? ¿Ha sido salvado por la fe en Jesucristo? (1:18-32) La humanidad es tan perversa, y Pablo nos dice porque necesita tan de- sesperadamente el Evangelio. Lea los versículos del 26 al 32. (1-8) EL EVANGELIO DE DIOS (2:1-29) Los judíos eran tan depravados como los gentiles. Cometieron los mis- mos pecados, y no se arrepintieron (v.4). Tenían la ley y actuaban como paganos, haciendo del judaísmo algo inútil. “Por culpa de ustedes el nombre de Dios es despreciado entre los que no creen” (2:24). Dios no desea una apariencia externa, Él desea un cambio interno, del corazón, esto es la verdadera fe. (1-8) EL EVANGELIO DE DIOS (3:1-20) Pablo cita los salmos: “no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (v.12). La humanidad está perdida, aun los que tratan de guardar la ley se pierden, pues nadie puede hacerlo. La ley muestra nuestra culpa y la justicia de Dios. No hay nada que podamos ha- cer, se trata de lo que Dios ha hecho. “Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él” (3:20; RV60). (1-8) EL EVANGELIO DE DIOS (3:21-31) Todos hemos pecado, necesita- mos ser salvados, y podemos serlo a tra- vés de la obra de Jesús. El problema es el pecado, y la respuesta es Jesús. ¿Cómo se recibe la salvación de Dios? En Romanos 3:26 dice, por la “fe en Jesús”. Este es el mensaje del Evangelio. “Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” (3:24). (1-8) EL EVANGELIO DE DIOS (4:1-25) No encontramos en el AT perso- nas que ganen favor debido a su propia justicia delante de Dios. Esto se muestra maravillosamente en Abraham, quien fue declarado justo por Dios, y él le creyó. Abraham siguió la fe, lo demostró con obediencia, mas sus obras no lo justifica- ron. Su justificación vino por la declara- ción de Dios. (1-8) EL EVANGELIO DE DIOS (5:1-21) Pablo escribe de lo que Jesús hizo por nuestra justificación (nos hizo rectos). Cuando se trata del pecado, somos justificados delante de Dios a través de la obra de Jesucristo. Jesús hizo la obra para hacernos justos a los ojos de Dios. No lo merecíamos, lo hi- zo por amor. Murió por nosotros cuando éramos pecadores (5:8), y enemigos de Dios. Ahora hemos sido reconciliados con Dios, todo gracias a de Jesús (5:11). (1-8) EL EVANGELIO DE DIOS Debido a que Jesús cumplió la ley, murió y resucitó, puede ofrecer vida y gracia a todos los que creen en Él. Pablo dijo: “cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia” (5:20). La gracia recibida a través de Jesús es increíble. A través de Jesús somos justificados delante de Dios y nuestros pecados han sido perdonados. Pero ¿qué significa esto? Que ahora la salvación se deja ver por medio de nuestra santificación. (1-8) EL EVANGELIO DE DIOS (6:1-23) Ahora vivimos para Dios. Antes de ser justificado por Jesús, éramos es- clavos del pecado; ahora, somos libres. El bautismo simboliza nuestra muerte al pecado y nueva vida en Cristo. Ahora deberíamos tomar la decisión consciente de no pecar, pues no estamos bajo el dominio del pecado. Ya no servi- mos al pecado, servimos a Dios y eso es la verdadera libertad! (1-8) EL EVANGELIO DE DIOS (7:1-6) Se nos ha concedido no sólo liber- tad del pecado, sino libertad de la ley, pues la ley condena a todos, porque to- dos se han rebelado en contra de ella. La ley revela la justicia de Dios y nuestro pecado. La diferencia es que ahora obe- decemos a Dios libremente y por amor. (7:7-25) Pablo describe la lucha contra el pecado: Hacemos lo que no queremos y no hacemos lo que queremos. ¡Y esta es la razón por la qué Jesús murió! (1-8) EL EVANGELIO DE DIOS (8:1-15) Podemos vivir nuestras vidas en la libertad del Espíritu. Y a medida que caminamos en Él, demostramos su obra por doquier. ¡Ahora somos Hijos de Dios! (8:16-50) Este es uno de los pasajes mas hermosos de la Biblia: El Espíritu obra e intercede por nosotros, nos da el deseo de estar con Jesús, y nos da seguridad. Romanos 8:37-39 debería de estar mar- cado y resaltado en nuestras Biblias. (1-8) EL EVANGELIO DE DIOS En este capítulo encontramos hermosas promesas de Dios para nosotros. “Pues no tengo dudas de que las afliccio- nes del tiempo presente en nada se com- paran con la gloria venidera que habrá de revelarse en nosotros” (8:18; RVC). “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo a su propósito” (8:28). (9-16) EL PUEBLO DE DIOS (9:1-33) ¿Rechazaban los judíos a su Mesías? Sí, y esto entristeció a Pablo quien anhelaba ver su salvación. Recuerden que el Evangelio es el poder de Dios para salvación del judío y griego. Y no hay salvación fuera de Cristo. Debi- do a que los judíos rechazaron a Cristo, trajeron sobre ellos la ira de Dios. “Yo pongo en Sión una piedra de tropiezo y una roca de caída; pero el que crea en él, no será avergonzado” (9:33; RVC). (9-16) EL PUEBLO DE DIOS (10:1-21) Dios desea que todos se salven. “Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. Por- que con el corazón se cree para alcanzar la justicia, pero con la boca se confiesa para alcanzar la salvación… porque todo el que invoque el nombre del Señor será salvo” (10:9-13). ¡Los que crean serán salvos! ¿Crees tu? (9-16) EL PUEBLO DE DIOS (11:1-36) Al fin de los tiempos los judíos se salvarán al creer en Jesús como el Mesías. Es imposible leer el AT y no ver la promesa de un reino mesiánico habita- do por el pueblo de Israel: “…y después de eso todo Israel será salvo” (11:26a). Ese es el plan para el futuro, mas ahora, todas las personas que tienen fe en Jesús forman un sólo cuerpo: la Iglesia, ya sea judío o gentil, no hay diferencia. (9-16) EL PUEBLO DE DIOS (12:1-21) Dios el Hijo, se sacrificó por nosotros, ahora debemos de vivir como sacrificios para Él (Leer 12:1-2). Pablo describe esto en una serie de exhortaciones, que van desde el uso de los dones espirituales, vivir en humildad, en unidad, y en paz. Debemos de vivir vidas transformadas porque Dios nos ha transformado. “No permitamos que nos venza el mal. Es mejor vencer al mal con el bien” (12:21). (9-16) EL PUEBLO DE DIOS (13:1-14) Somos ciudadanos de los cie- los, pero aun estamos en el mundo. Debemos someternos a las autoridades locales, pagar nuestros impuestos y Dios nos guiará a través de la cultura caída en la cual vivimos. Debemos amar a nuestros vecinos y ser fieles testigos de Jesús en el mundo. “Más bien, vistámonos del Señor Jesu- cristo, y no busquemos satisfacer los de- seos de la carne” (13:14). (9-16) EL PUEBLO DE DIOS (14:1-15:6) En la Iglesia, debemos amar- nos unos a otros y estar unidos. No debemos imponer nuestras creencias doctrinales a quienes no las tienen. Recordemos que todos servimos al mis- mo Maestro, y a él solo daremos cuenta. “Pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya sea que vivamos, o que muramos somos del Señor” (14:8). (9-16) EL PUEBLO DE DIOS (15:7-13) Debido a la obra de Jesús, todos podrían alabar a Dios. “¡Que el Dios de esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que rebo- sen de esperanza por el poder del Espíri- tu Santo!” (15:13; RVC). (15:14-33) Pablo expresó su deseo de viajar a Roma. Sin embargo, su plan era ir primero a Jerusalén. Sabemos que lle- gó a Roma, mas no de la forma planeada sino arrestado y enfrentando un juicio. (9-16) EL PUEBLO DE DIOS (16:1-24) El capítulo está lleno de nom- bres, algunos de los cuales se mencio- nan en la Biblia, y otros de los cuales no tenemos la menor idea quienes son. Con todo, Pablo los conocía y Dios también. Todos eran parte de la familia de Dios, y era natural que se saludaran entre sí. Pedro, no fue el fundador de la iglesia en Roma, como alguno lo enseñan. Él vivió y murió allí, pero llegó mucho después de que la iglesia se había establecido allá. CONCLUSIÓN El mensaje más importante que Pablo compartió fue el Evangelio. Quería que supieran su necesidad por Cristo, como los salvó, como el Espíritu los equipa para vivir para Jesús hoy, y los planes que Dios tenía para su pueblo. Esta es la buena noticia de Dios. Esta es la buena noticia que necesitan escuchar para ser salvos, del cual no hay que desviarse. Jesús es suficiente y Él es nuestro todo. luchogarcia@graciacalvarychapel.org www.graciacalvarychapel.org Twitter Iglesia: @gcalvarychapel Twitter pastor: @luchogarciaperu Gracia Calvary Chapel