Sie sind auf Seite 1von 27
ced, | caballero del yip colorado NOL re) EF ‘ T x Si We co Para no perder la costumbre [in una ista en medio de 1a autopista estaba el yip rojo; allf lo vi rodeado de automéviles que lo ignoraban por completo: 4 inmévil y enmedio de veh{culos conducidos 2 toda velocidad. Luego lo vi en una playa, rodeado de palmeras y j6venes salseros que bebian ron Barcardi. Después lo vi en un centro comercial rodeado de camaras de video y chicas en bikinis amarillos. Luego lo vi enmedio de un cafiaveral abandonado, cubierto de maleza y escorpiones. Hubiera sido un buen anuncio. para machetes e insecticidas. Luego vi el yip en la Plaza de Ponce, justo en el centro de la fuente de los leones de piedra. Estaba rodeado de felinos melenudas asi como aparece en las peliculas de safaris africanos. Su color combinaba con el edificio de los bomberos y con las sombrillas de las damas. Finalmente lo vi entre cafetales en las montafias més espesas de rios y hondonadas que posee mi imaginacién. Iba cargado de racimos de plétanos superverdes y se veia bien pero que bien contento, Debo pensar en el por qué al muy cabr6n le gustan esos campos de jurutungo. Sabemos no fue hecho para ellos, Ro sino para los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial, los riscos de Arizona, los caminos de piedra de Nuevo Méjico y las arenas de Tejas y el Sahara. Mi yip rojo candela sin embargo insiste en esos montes donde Iueve a cAntaros, los relémpagos hacen temblar a los humanos, los rayos achicharran los arboles, las vacas, ‘uno que otro viejito extraviado en el platanal, No sé por qué le escribo este poema a mi yip colorado. Ya le hablo casi a diario; ademds, para no perder la costumbre le deseo un buen hombre al volante... y mucha salud, Le deseo todo aquello, me supongo, que yo quisiera para mi. De veras le deseo duerma bien; un buen descanso, {Qué més? Por puro coqueteo, ¢ inatilmente, le podria preguntar el como y el por qué de las palabras. 3 10 8R El caballero del yip colorado a caballero andante es lo que veo cuando él monta su yip rojo candela, Entra en la Calle Sol entre relinchos con paso decidido y poderoso. Va derecho y va firme, saluda con los ojos y lleva espade al cinto. También lleva rodela, casco, penacho, peto y lanza en ristre, Ast lo veo yo cada vez. que me asomo al baleén de la vida. Seré que igual que el pobre hidalgo de La Mancha he leido mas libros de los que me convienen. Seré que atin prefiero sofiar a estar despierta, © serd que no logro detener mi cerebro que se encampana de inmediato, sube al Everest fécil y atraviesa océanos de siglos en fragiles esquifes. Sera que goz0 al verlo en su yip colorado; como si fuera un nif con su juguete nuevo; como un rey, un soldado, un aviador. Los hombres siempre son el nifio de diez afios. Eso lo saben todas las mujeres que quieren dominarlos y lo logran. No revelo un secreto me importe demasiado. No me interesa dominar a nadie y a él todavia menos; quiero verlo inventar mil sorpresas y ocurrencias y luchar contra huestes enemigas Rou montado en su yip rojo candela. Quiero verlo matando al dragén que amenaza la poblacién, y quiero que las brujas le tengan mucho miedo; y también los ratones, los pillos y las cucarachas, =~ Hay un dato seguro: cuando el yip rojo fuego entra en la Calle Sol Jos fantasmas se esconden en sus buhardillas y yo corto al balcon de mi casa y de mi vida, suelto la cinta que recoge mi larga cabellera y ésta cae en cascadas hasta el suelo. Entonces canto su cancién; Ja que he inventado para é1 solamente, Para que no me olvide. La canto y él detiene su caballo, ‘su avin, su tren, su carro de crines como flamas. Y me escucha cantar... Y se rie de todas mis mentiras... Y amarra su corcel al hiicar de la calle... Y salta al balcén... Y silencia mis labios con un beso. Repito una vez mas a modo de estribillo: ‘un caballero andante es lo que veo cada vez que me asomo al balcén de la vida y él entra por mi calle en su yip colorado. BE 12 Con abundante pelo en todas partes Dicer que Wittiam Holden se afeitaba porque un pecho peludo era obsceno y ofendia la sensibilidad de cinéfilos norteamericanos. Cuando veo a Sylvester Stallone desnudo hasta la cintura -aunque siempre abrazado a su rifle- pienso en William Holden y deduzco que Sylvester también se afeita el torso. jEsta el mojigato que hace orilla! Claro que son cuestiones culturales; pienso el Egipto de los faraones, cuando las mujeres se afeitaban Ja cabeza y las cejas para usar pelucas y pintarse las lineas sobre los ojos. En cierto modo Nefertiti y Sylvester se parecen bastante. Un hombre sin pelo entre las tetillas es lo mismo que una mujer calva. ‘Almenos en mis libros, en los archivos de mi cuerpo, ‘en los viajes mete6ricos de mi imaginacién y en los rios profundos y caudalosos que atraviesan la selva del deseo. ‘Un hombre como ti, mi inolvidable, con abundante pelo en todas partes, pone a cantar los pajaros que viven en los arboles de mis suefios. Perdona no que te nombre, pero no debo hacerlo por cuestiones de ritmo y discrecién, me explico. Por cuestiones del arte, ti me entiendes. ‘Tampoco pongo en duda 98 13 BR que la afioranza por tu cuerpo sea un espejismo més que me ofrece la vida. ~ Ru we Mi otra mitad Talristsranes era quien decia que el deseo es la bisqueda de la unidad perdida. Eso dijo Platén que 61 habia dicho una noche en que los sabios griegos comieron y bebieron como heliogabalos. ‘Supongo es la manera més clara de explicarlo; ‘un espejo tranquilo de la palanca que usa nuestro feroz instinto. Los mitos son imagenes que bajan muy profundo, tanto que casi tocan fondo aunque adentro de nosotros no haya fondo alguno sino otro infinito homélogo al del cosmos. En realidad no importa los mitos sean mentiras. Son un camino que el lenguaje encuentra y misteriosamente significan. Por eso yo quisiera pensar en este hombre como aquella mitad que perdi no sé cuando. ‘Me ayuda a comprender por qué al llegar la noche trenzamos nuestras piernas, me acurruco debajo de su brazo, recuesto la cabeza sobre su hombro somos una forma convertida en metéfora. 6 15 BR Y me encogi de hombros Bio, a tas dos y tents de a tarde el patio de atrés de mi jardin en ruinas era el paraiso que menciona La Biblia. No tuve duda dello al sentir las caricias de la brisa y del sol sobre mis brazos y mi espalda. Los pdjaros cantaban en lo alto de los arboles y las flores lucian sus colores Pavonedndose. Al acercarmeles las lagartijas no huian. Me miraban més bien estupefactas, casi desafiantes. No titubeé en probar la manzana madura que el Diablo me ofrecia, Lo vi llegar vestido de cantante de rap: pantalones a la rodilla y tenis, gorra con visera hacia atrés. No tuve miedo, Era tan dulce su sonrisa y era tan simpatica. ‘Otras veces lo he odiado. Le he tirado piedras. Lo he ensopado con la manguera y lo he perseguido con la escoba. Pero hoy un dia jueves del mes de mayo mi patio era un suefio que se imponia al mundo y los copos de luz cubrian las hojas; Jos muros derruidos quedaban traspasados por sus rayos infinitamente fragiles. Miré al Diablo y no quise agredirlo de nuevo. Acepté la manzana, que era roja BE 18 6B igual que nos la ilustran los pintores del Renacimiento europeo. La probé y era suave y tuve pena ; ‘del Diablo y su destino. 7 ‘Todo lo que él queria que yo hiciera me parecié aburrido. ; Nada podia compararse a la luz y ala brisa entretejidas sobre mi piel, hoy a las dos y treinta de la tarde ij tiguos. ‘en mi jardin cerrado entre muros ant Lo miré tristemente y me encogi de hombros y él se fue maldiciendo calle abajo ‘con el rabo metido entre las patas. 38 19 SR Creo quererte mas cuando te has ido B. ‘ausencia es buena tierra para crear tu cuerpo. Sino estas en la casa con mis manos moldeo del barro de la ausencia tus espaldas, tus piernas y tu cuello. Y te acuesto en la cama, beso tus labios, te levanto més tarde para que vayas al balcén, te visto pantalones color kahki, cuando pasas me besas ambos senos. Luego comes bizcocho, comes pan, bebes pepsis. Me hablas de tus proyectos interminablemente y hablas interminablemente por teléfono. La casa esté completa y ti ocupas el centro, te desplazas por la escalera, el patio y las terrazas. El vacfo no existe. El universo es. Después de las galaxias mas lejanas existird el reflejo de lo que es; quizds sea el revés de la materia u otra version con dtomos grandisimos eindivisibles. El Jaberinto de la vida tiene recovecos inesperados. Creo quererte mas cuando te has ido. Te invento por todas partes y soy feliz. Aunque si en efecto ast fuera no saltaria de alegria y correria a tus brazos cuando legas. Somos extrafios los humanos, somos, aan todavia, animales que vivimos en cuevas. Como dijo Platon. SB 22 Como dijeron unos antropélogos cuyos nombres, por suerte, he olvidado. %G 23 OR Porque este instante no volveri Die has besado ent calle y he redo off alitas de angeles. Maripasas azules rodearon mis tobillos y al entrar en la casa tropecé con los muebles. Ahora camino sobre nubes de oro y me rio hasta del aire turbio de la vida, los crimenes, Jos robos, las enfermedades y las deudas, todo lo que preocupa al mundo se deshace. Me besaste en la calle; tu beso era tan nuevo que me sent volver a los quince afios. Mi coraz6n atin late aceleradamente al recordar tus labios, su dulzura sin limites, su olor a fruta recién arrebatada a una rama ~como los albaricoques de Alicante que comfa con mis tias bocarriba debajo de los Arboles. Hubiera querido estar besndote el resto de mis dias, Creo quererte mas que nunca hoy, amor. Quisiera lo supieras. Pero te llamo y llamo y no respondes. El teléfono suena y suena y suena. ¥ no hay respuesta, Entonces me decido a escribir el poema. Para que no se pierda la emocién de este instante. También debo escribirlo porque instante rima con Alicante, con suplicante y con picante. Y quizas con tu nombre y apellido si asi me lo propongo. HB 24 SR Enredadera de pasion [Nance sone querete asi como te quiero. Estoy dispuesta a todo. La pasion me atraviesa desde la punta de los pies hasta el mismo meollo del cerebro. Estar asi me tiene estupefacta; estoy temblando, ansiosa. Si voy a verte el corazén me late y se acelera ‘como un tren que va expreso. Nunca sofié sentirme as{; te amaba con sosiego; eras la paz, abrigo y compafiia. Eras el buen amigo, mi enfermero, mi esp0so, mi jandimén, Y ahora te amo como si te viera por vez primera y nuestros ojos se hubieran enganchado los unos en los otros sin poderse zafar; como si fuera un amor de fuego repentino y voraz que arrasara con todo Jo que encuentra. Asi empieza el amor, dicen algunos libros. Pero el nuestro empez6 por donde algunos dicen que termina. Parece nuestro amor ha nacido al revés. No me puedo explicar Jo que ha sucedido. Al cabo de afios transcurridos juntos me siento enamorada como si te acabara de conocer. BB 25 Me siento como un volcén en erupcién. Estoy tan sorprendida que si ahora confiesas Hegaste a este planeta en una cépsula espacial y vienes de Neptuno yo me lo creeria a pie juntillas. De otro planeta tenfas que ser, dirfa, ‘Conocerte ha sido, a través de los afios, una experiencia planetaria, un viaje por el tiempo y las galaxias. Si me dijeras vienes de otro tiempo, de la Era de Bronce y los glaciares y que eres un Hombre de Cromafién, tampoco pensarfa que exageras. Osi vinieras del futuro, del siglo treinta al menos, estaria dispuesta nuevamente a creerte. La verdad es no importa de donde vienes ni a dénde vas; s6lo quiero camines por dentro de mi alma, Hoy te entrego las Haves. Ya puedes recorrer sus salones cuando gustes, cuando te empuje algiin capricho milenario tal vez, 0 cuando quieras jugar a los espejos. 3B 26 BR El entierro de Rafael Cepeda Digamos que prefero hablar de las sombrillas que salpicaban la muchedumbre. Rojas, azules, de bolitas verdes y doradas, con impresos de Mickey Mouse y Batman, de lunares violéceos y multicolores, de rayas coloradas sobre los cuerpos que marcaban los ritmos de las congas y timbales mientras los cueros elevaban sones antiguos frente al atatid con tapa abierta. Y la gente bailaba, oscilaban brazos y piernas, aplaudian, cantaban... meneaban las caderas... Despedian al patriarca de Villa Palmeras (muerto a los ochenta y seis afios) y movian las caderas al son de bomba y plena. El vecindario lo lloraba y lo bailaba Porque a la muerte se la saluda armados con las tradiciones, vestidos con los siglos transcurridos y bailando. Los ritmos africanos se bailaron para hablar con los dioses, con la vida y la muerte y el proceso de haber sido arrebatados de sus campos de cultivo y pastoreo, de haber sido traidos y comprados y encadenados al trabajo y condenados al desprecio y a la vergtienza. La misica fue entonces 5B 34 GR un lenguaje de salvacién, Como es siempre el lenguaje i con el que nos comunicamos con nuestros dioses. Eso pensé debajo de mi sombrilla impresa con flores selvaticas y comprada en Disneyworld. ¥Y supe que los jovenes con gorra de visera hacia atras, tenis y bluyins a la rodilla, era eso lo que querfan hacer ; cuando subian el volumen de los radios de sus automéviles y las carrocerias vibraban como cueros. Querian hablar con sus dioses. Pero no lo sabian. ; ‘Lo sabian sus cuerpos y su necesidad y su alegria y sufrimiento de estar vivos... ‘inicamente. HB 35 BR Visita a los templos de Hollywood Jes planteo el tema de Rock Hudson. Tenia rostro de angel y una sonrisa seductora y era alto, altisimo, con figura de atleta. ‘Allé en la pantalla de los cines de Mayagiez, conquistaba mujeres, especialmente a Doris Day, y vencia a los malos. Pero después me he enterado que su aficién auténtica era por otros hombres cuando no estaba actuando frente a las cimaras. Hollywood siempre miente, me dicen los expertos, cuando les hago una visita breve y comento algunas experiencias. La gente solo paga por escuchar mentiras. Las prefieren sin duda. Si se desea un éxito de taquilla, el héroe que derrota a los malvados es elemento indispensable. Si el héroe fracasa ya no es héroe. ‘Ya no sirve para animar al piiblico y alimentar sus ilusiones. Acuérdese, dijeron mirandome bien serios, que si la gente no viviera de ilusiones no trabajarfan como burros para al cabo de afios Prepararse a morir tan pobres como empezaron. Y me guinan un ojo, Jos muy cabrones. Yo por joderlos les pregunto: (Pensando en Rock Hudson) 2¥ no puede haber héroes maricones? Y se espantan de mi pregunta. Ponen el grito en el cielo Y gesticulan como monos. A los griegos homéricos no parecia importarles, FB 36 BR insisto para molestarlos, ‘Aquiles y Patroclo unian sus cuerpos y eran héroes en la batalla. Eso era antes, gritan furiosos conmigo, ahora no es asi, la gente es diferente. Y me explusan de sus salones. En celuloide s6lo puede haber héroes moralmente intachables segin la moral cristiana. ; Entonces bajo las escaleras de sus templos cabizbaja, irandome las puntas de las botas, (eames wie haberme peleado con los dioses de Hollywood por semejante tonteria. : S6lo que no es tan tonto lo que he dicho, reflexiono de nuevo, me rasco la cabeza. Quizas no es tan estapido, le digo ala imagen que piso en los charcos empozados de las aceras. 98 37 SR Por eso escribo de los hombres [Bacivic un poema se parece a raspar la piel del cuerpo de la vida; se parece a escarbar entre sus érganos, sus venas y sus tripas, a hundir la pala hondo, bien hondo, como si dentro muy dentro de sus huesos estuviera el secreto. Escribir un poema es siempre una pregunta que busca una respuesta. Por eso escribo de los hombres, busco egar a los cimientos que sostienen la manera en que piensan, aquella forma peculiar que tienen de organizar las cosas. Busco horadar fachadas, ir detrés de las mAscaras y otros escudos. Detrés de sus bravatas grandilocuentes he observado los hombres sufren mucho cuando son incapaces de ser héroes, cuando no son valientes supermachos superjodones que de un puto derriban a quien les lleve la contraria y seducen las nenas més bonitas, las de pollinas hasta las cejas, pelo largo hasta la cintura y culo grande y apetitoso. Frente al mundo juegan a ser los supermachos ‘como cuando jugaban béisbol en la calle Y en los solares baldios de los barrios. ‘Ya cumplidos los treinta y los cuarenta afios hasta ya cojos y doblados, con barrigas colgantes y cojones colgantes juegan como si atin tuvieran nueve afios. Sienten tanto terror a no ser machos BB 40 GR en que no logran quitarse esa mascara y ver su propio rostro. Sus gestos, sus palabras son fachadas, corazas a menudo delgadisimas. Se ve a través de ellas cual si fueran Jos de gasa. 7 [Ls msde las veces se rata de hombres deicados que huyen del dolor. ‘A menudo son hombres incapaces de amar porque temen ser débiles; © porque son muy débiles. Y sufren. Alescribir el poema tanteo con los dedos en sus visceras la dureza de sus huesos. LENE cabeza el guerrero se manta en un cabal ycon la lanza en ristre se precipita sobre sus enemigos. ; Pero sufren, y para defenderse rien a carcajadas y su risa degrada ‘al projimo, al gobierno, a las mujeres. Se sienten tan poca cosa en el fondo que tienen que degradarlo todo para sentir que valen algo. Ellos sufren, insisto. ; Detrés de aquellas burlas compensatorias hay una soledad sin horizontes. El poema llega hasta aqui. No dispongo de pico y de taladro. Ademas, adentro de los huesos no me atrevo a entrar. Es muy oscuro. Los gemidos del viento perforan los barrancos. Se parece al infierno y Virgilio no esta para guiarme. 3B a1 GR Persistencia del laberinto en las ciudades? Hacen nidos en robles y en hiicares sembrad deas avenidas 8° Hacen nidos en los aleros , entre tejas de techos = Y cantan.:. " Revolotean sobre mi << Distingo al ruisefor de la reini meine aerator dea rein, a la paloma de la cotorra ¥ soy lena de ramas como una ceiba Mie aeatrenee Btueso e inamovible. is mltiples brazos se desdoblan wees Por I brian del mar mis venas y arterias se bifu ome avenidassjardinadas. lombre-érbol-ciudades : del laberinto auietipico. eflejos = el espacio césmico vida se acurruca traspasada de laberintos. 3B 46 OR Lanza en ristre [ha un yip amaritto ¥y me roz6 el Ford bala de plata a setenta millas por hora. Era amarillo intenso como una amapola, como un canario, como una bugambilia; ‘un amarillo espeso como los autobuses escolares, los taxis de Niuyor y Medellin y las latas de aceite Betis. Era amarillo como los camiones de acueductos, las gréas y los tractores y como los cascos protectores Ge los honestos trabajadores que construyen rascacielos. Me roz6 muy veloz; despreocupado, y cret recordar esa sonrisa. Cref reconocerlo, es probable fue él, no pude precisarlo exactamente. Quise seguirlo a ver si me engafiaba; a ver si lo pinté asi a propésito para confundirme. Pero él aceleré mas todavia y se perdié entre las cuestas y callejuelas ‘de San German. El peto, la rodela y la adarga: estoy casi segura haberlos visto. Debo pedir montura y desafiarlo, eso haré. En medio de la plaza y lanza en ristre. {Sin pérdida de tiempo! Que no vaya a pensar no me doy cuenta de sus trucos y manipulaciones, no sefior. WB 47 GR Una cancion para mi cuerpo [Elscms et amor con pera, con manzants con mangos y naranjas, con parcha, pifia y coco; como un limber de fresa lsmeme los pezones y el cuelfo de ta vulva, las orejas del mundo pot donde entra el tiempo y rasga sus acordes; esctichalo en mis ojos: el tiempo es una orquesta de trompetas, tiene al menos cincuenta saxofones, tiene treinta violines, cuarenta violoncelos, siete flautas, Ja misica del mando me atraviesa y recorre, respiro con sus ritmos, camino con sus notas, me muevo en melodias que arrancan y desatan. Lo suplico a tu ofdo: Hazme el amor con peras, con manzanas, con mangos y naranjas. Las melodias del tiempo me lo piden a gritos. Ei planeta da vueltas alrededor de un fuego. Nos sodean explosiones de gases incendiados. Yo soy de la materia de las frutas. Muérdeme la cintura, devorame los gliteos. Céntame la cancién que escuchas en mi cuerpo. Es el Gempo quien canta, no temas Sus designios. ‘Aunque la muerte roza con el brazo derecho con el izquierdo abraza la vida en sus comienzos. Amame finalmente, amarrame a tus muslos. El amor ¢s el aire de un ritmo que no cesa. Hazme el amor con trozos de papaya, con gajos de toronja interminable como la vida que me inunda y sale transformada en mujer. Soy un anhelo del cosmos y sus ritos. HS 54 SR Me lo repito @ ‘Amame entonces, beso tus pestafias Femme deslizo por tu sto humilde como una Sagrima. diario como una Jetania. toma mis dos manos RG 55 BR ee ‘ ciudad de la muerte, Me puede suceder que la ilusién se rompa pe fe cee ae so tesion ae rompe. Eso sucede. ‘veces veo la vida Gnicamente a través de burbujas de ilusion. Cada mafiana con ilusién me enjabono el cuerpo enteso, desde fos pies a la cabeza y hasta el cuello del punto y de las comas. Con ilusién entonces mi corazén se enciende y me pongo de pie. No sabria distinguir dénde comienza lo sofiado, Jo que he inventado con mis manos y con mis fagrimas y donde lo que ignoro ‘0 8e anticipa al cielo que recorro. {Las frégiles burbujas de la ilusién me habitan, ellas me absorben y me voy colando detrés de sus paredes. ‘Son muchas, milenarias e impredecibles. El amor tiene muchos planetas con soles para alumbrarlos. ‘Thene galaxias de burbujas. Es el més poderoso fabricador de mundos de pompas de jabén. Esta ilusion del mundo que més adeptos logra. Me sumerjo en el lago de una burbuja rosada y azul como el atardecer para buscar el significado de una palabra, Persigo el entusiasmo por el perfume de unos brazos, | de una piel. | Mas repentinamente se desvanecen las paredes } | y quedo rota y esparcida BB 56 OR | 8 57 BR Soneto [hase un hombre a un yip rojo montado, érase una intencién superlativa; las doce tribus son la expectativa que el vehiculo lleva asi cargado. ‘Vale por doce, digo, bien mirado que a la hora de comer no hay quien lo viva pues los platos devora en un ya se iba sin mirar si comié el que esta a su lado. Alla hora de mandar su voz se atipa. Ruge como un le6n frente a su presa. Sus palabras son piedras en mii grupa. Si no fuera tan tierna la belleza que descubro al mirarlo con mi lupa ‘no podria soportar tanta fiereza. BE 60 BR Memoria del aliento de un rio [Blecuerdo et agua roja de barro del Amazonas rasgando la alfombra verde, honda y apretada de aquella selva Ilena de panteras, serpientes y cocodrillos. Recuerdo el delta del Mississipt salpicado de cientos de islas azules y la herida de agua terrosa que subfa y entraba en la carne dulce de valles cultivados como tableros de ajedrez. Son rfos que he visto desde la ventanilla de un avin, imagenes que he absorbido, ansiosa, con la nariz aplastada contra un cristal ¥ los ojos llenos de lagrimas. ‘Me he enamorado entonces locamente de los rios del mundo Y es cosa que a menudo me preocupa @ incomoda. No soy Julia de Burgos, me repito, iyo soy una mujer del siglo veintiuno! No acabo de entender tanta pasién. Total, ellos flufan alla abajo indiferentes a mi amor. Estaban lejos y yo allé tan alto los sentia penetrandome, fluyendo por las arterias y las venas de mi pobre cuerpo atribulado. No acabo de entenderlo, me decia y atin me digo todavia ‘en ocasiones felices y desgraciadas por igual mientras aquel amor de Julia por su rio me retumba en el cerebro. Total, silos rios estan, 0 estuvieron 3B 61 SR alla abajo tan lejos, Iejanos y distantes y en lontananza y amores de lejos, como bien dice el refrain, amores de pendejos fueron, son y serén, por todos los siglos de los siglos. Entonces me sucede que me acerco al cauce caudaloso de un gigante de agua barrosa y al verlo fluir eterno y poderoso el corazén me da cuarenta vuelcos. EI rio nacia en las montafias de Colombia y bajaba hacia el Atléntico y escuché cémo rugia: era fiera amarrada y en fuga simulténea, era un diluvio de murmullos, era, oleaje breve y remolinos conjuntamente, era un ejército de susurros agresores trenzado al canto de miles de péjaros. Lo via mis pies y lo escuché pasar arrastrando ramaje, flores, peces; senti que su caudal me transcurria, me sometia y me liberaba. Tenfa el poder que yo habia intuido posible en los suefios de mi corazén enamorado, el poder de penetrar mi silencio interior y dar sombra y alivio al sofocante verano de mi soledad. ‘Aunque era tan s6lo un rfo, solamente un poder hecho de agua tinicamente ‘como el mio es de tierra, de cielo y de horizonte. Comprendi entonces a Julia y su Rio Grande Y Por qué el agua es un principio masculino y Poseidon es el dios del mar Y Afrodita nace entre las olas 3B 62 SR (Mbit de ese mar. ea El rfo que penetra y me hiere, cee poder que me abre y me ranscurre me fecunda Bec origen de la alegria y de la risa que me hacen posible. ‘Yo me abro en heridas para crecer, pensé al escuchar el rugido del rio, y el dolor que rasga y golpea ‘mi pobre cuerpo arrebatado es necesario e inevitable, tan incesante | como el sol y los planetas girando yquemandose en cada célula de vida. A pesar de mi rabia y mi protesta, e sigue en pie, fenias raz6n, querida Julia, me temo tenias razén. 3B 63 Verdad desnuda juando entras en mi, duro y rosado, no logro explicar lo que me pasa, Parezco derretirme por los bordes ¥ mis huesos parecen hechos de agua; de transparencias Hlenos fluyen libres. Entonces soy un érbol de raices profundas Y Soy como un palacio, Abres mi puerta y entras en silencio por mis pasillos. Todo se enciende a tu paso; todo ¢ llama y fuego y sol cuando caminas, Cuando entras en m{, vuelvo e insisto, te abrazo por ser uno contigo; beso tu cuello, beso tu boca entreabierta que me busca, Disfruto el sexo erecto que me goza por dentro y gimo de placer, quiero perderme en este dulce abismo donde caigo. Soy s6lo un grito espeso. Regreso a ser célula del caldo primigenio. Soy sélo un grito extenso, Regreso al universo y al telon de la noche salpicado de constelaciones innumerables, Cuando entras en mi eres por eso ‘un hombre como ninguno oto, eres el tinico que existe por los siglos de los siglos. No importa seas timido, No importan tus corajes. Solo importan tu cuerpo y tu amor, que son uno, ¥ mi cuerpo y mi amor en oraci6n de entrega. No hay riqueza y poder que puedan compararse. Acabamos de hacer un largo viaje. Hemos bebido vida en los origenes 9 64 BR ae ria. Cuando entas en micrezcoy sommprendo mucho més que antes. Todo lo cual es cierto y sin embargo son tan s6lo palabras: intentos 0 intenciones, construcciones imaginarias. La verdad es mas simple y mucho més desnuda: ‘Cuando entras en mi, duro y rosado, no logro explicar lo que me pasa. 3B 65 SR Elyip enjabonado [Biijatono tus lomos y tus cuevas; te froto las esquinas, los bordes inferiores y los ojos redondos; acaricio tus circulos de plata; brillo tus formas, esa piel de fuego. Ast enjabonado enfrente de mi casa, sobre los adoquines centenarios de la Calle del Sol, luces soberbio, un rey bien colorado arropado de espuma. Te disparo un chorro de agua clara. Te refrescas, sacudes tu viento y tu corona; ‘se te encienden las curvas, parece te estuvieras riendo a carcajadas. ‘Te enjabono y te baiio, es cierto, yo lo hago por agradar a tu sefior, no creas que te prefiero a él. ‘Me parece bafiara mi caballo, aquel color almendra palomino que cabalgué por Vieques, aquel que guardo siempre {2s extablos de mi corazén, fe pego ese chorro ue goces. ; aque dejarte bien limpio y relucientel Es una forma de decir te quiero al caballero que te monta a diario. Cuando te vea me daré un beso y entenderé el amor que le profeso. lubes de domingo [ibrar casi dieciocho o tal vez eran quince. Eran yips CJ cinco sin capota, de todos los colores imaginables e imaginados con grandes gomas anchas como de camiones y una hilera de focos sobre el cristal de enfrente. Los guiaban hombres con botas, hombres en bluyins ‘con sombreros de gauchos y vaqueros, algunos con chaquetas negras y anaranjadas. Los vi pasar y quise detenerlos. Than paseando frente al mar en un dia domingo de un enero copaco y silencioso. Eran azules y eran rojos, eran verdes y negros, plata y oro, grises y levaban leones y dguilas y tigres pintados en el bonete. Los quise detener para decirles que esa hilera de focos se habia diseftado para explorar la selva en medio de la noche. {Como se atrevian a usarla sin un propésito definido, como si se colgaran un arete en la oreja? {Quién les habia dado ‘semejante permiso? Toda mi furia se esfumé al mirarlos guiar los yip igual que si montaran los més briosos corceles. Se iban pavoneando como machos de barrio y el volumen del rap y del merengue que salia de sus radios golpeaba el aire como un gran martillo. ‘Aunque hubiera podido regafiarlos no me hubieran ofdo. Bien se ve estaban ciegos y sordos a la vida, iinicamente vivos en sus suefios $8 85 GR de nifios aventureros. Los vi alejarse en fila, uno detras del otro cual si fueran @ comprar un jamberguer. Més adelante, en el Parque Suau, vi un grupo de motoras y sus duefios. Eran doce quiz4s, o tal vez trece, y algo més tarde, arriba en la montafia, camino al Rosario y otros pueblos, ‘vi unos quince caballos ensillados mientras sus duefios se bebian un trago aa colmado de la esquina al fondo, ntemplaba una casa frente a arenas Y al los vi pasar en fila india. pe mee ¥ mas tarde observé motocicletas y caballos. Con gusto y con disgusto tuve al fin que admitir los clubes domingueros de Mayagiiez se habian escapado de mis fantasias. Debo ordenar al guardia que dispare si intentanescaparse nuevamente "arece que acostumbr: qi cada domingo. > eae RE 86 OR El corazén piensa en poesia BBhsese un pooma ser un comentario a un suceso politico? jA un hecho: social? {Puede un poema ser la reflexion sobre el momento hist6rico en que vivimos? Eso es periodismo, dirén algunos.” so es propio de la ensayistica, dirdn los mas. Al escucharlos pienso en los juglares de la época de Troya y del Cid Campeador. Siento en la sangre Ia Fesonancia de esos tiempos cuando los ritmos de la vida me arropan y arrastran. En esa entrega la palabra pide} decir su misica. t a len Esta tarde escuché de un trovador las décimas y defendian lo nuestro, la cultura. Tba acompaftado de un cuatro y unas congas, de un giiiro y una guitarra. Las muchedumbres se arremolinaban ‘para escuchar su canto a la nacién y a lo auténticamente puestarriqueio ‘mientras bailaban y aplaudian. Cantaban con el jfbaro sus coplas y aplaudian erlloquecidos con cada alusién a la bandera. Esto Iuego que afirmaran mayoritariamente, en los comicios electorales, que querian ser parte de Norteamérica. Senti a la gente tan cual bestia herida que Doré conmovida y me entregueé al ritmo de las congas, al arrebato con que el conguero vivia RE s7 SB como si estuviera conectado a Dios y a otros poderes sobrenaturales. Lloré por lo profundo de la contradiccion. Lloré por la hermosura espectfica de nuestra contradiccién. Esto es Hispanoamérica, me dije, donde siempre lo blanco es ademas muy negro, lo alto es bajo y lo duro es blando. Las muchedumbres se arremolinaban a su alrededor y el trovador cantaba a Puerto Rico, a su patria de playas y palmeras, décimas y tambores de ritmos acompasados bajo la luna. EI lenguaje se alzaba para decir Y mi coraz6n se entregé a su poesia. ‘Yes que un poema viene de muy lejos, casi desde el principio de los hombres. Lo supe en el instante de las congas. Aunque yo ya lo sabia. Lo he sabido siempre, desde mi cuna con mosquitero y desde los brazos de mi madre. El corazén piensa en poesia. Eso decian los juglares del Cid y Homero y sus compaiieros. Si el corazén comenta un suceso politico de nuestros tiempos est4 cantando. Por eso yo me entrego a la palabra. Porque es ella quien pide decir su misica. 3 88 GR Donde él vive las rosas son més rojas [elloy 1a mano de un Dios juguetén y travieso tocé mi corazén. Mis aguas se agitaron inesperadamente; pequefias olas cortas me arroparon. Mi tranquila espesura de bahia cerrada bri6 de pafuelos. Mi piel onde nada es inmévil. donde todo se mueve y se transforma allo largo y a lo ancho del tiempo y del espacio, qued6 erizada de estornudos, icos de espuma. , ae que insiste en perturbar mis dias y mis noches. Le he advertido no habite mis jardines. Donde él vive las rosas son mas rojas, més viejas y tienen més espinas. Alli hasta las amapolas, que son més amarillas, tienen abrojos. Mi piel, Monde nada es inmvil, donde todo se mueve y se transforma, eternamente, queda mordida de mosquitos y alacranes cuando é! me habita. Y ahora mete la mano caprichosa enel centro de mi aire, en el cuenco de mi agua més profunda, mi puerto de pensamientos y buques trasatlanticos. Es un dios bien maldito. Prefiero mi bahia sin olas, sin pafuelos, ‘como un plato bien chato. Me niego a rezarle padrenuestros 5 89 SR Y @ dibujarle pendejadas ese dios. ¢Quién determina que é1 decide la felicidad de los mortales? 2Quién se atreve a tomar semejante decision? BB 90 BR Ha Hlegado la hora BS ee tevantas cada dia con el pecho gritandote la urgencia de demoler edificios y ciudades; si agarras el lanzallamas de Sylvester Stallone que Ilevas almacenado en la imaginacién con el deseo incontrolable de achicharrar al préjimo; si te muerdes los pufios apretados y golpeas los muros de tu casa con la frente y las manos ya sangrantes; hha Ilegado la hora de pensar sino sera mejor que cambies de rutina de trabajo, de hombre o de mujer en esa cama, de perspectivas en la vida. Vale la pena intentar un cambio. Derribar varias puertas, por ejemplo. Atreverte a mirar el mundo cara a cara. ‘Atreverte a abrazar la soledad; esa seftora. Vale la pena, digo, me parece. PB 91 BR el sombrero de plumas y montarlo en un caballo blanco y espectacular. Pero él cerré los ojos tercamente Y mantuvo las manos juntas y recogi sobre el vientre de su Ghaqueta bay e Habia esperado varias horas en fila para verlo por primera y ultima ve Los hombres frente a mi, a acompaiiados de sus esposas, Horaban desconsolados; venian de Manati y Mayagiiez, de Cabo Rojo y Maricao. ‘Las mujeres detras venian de Rfo Piedras, venian de Villa Palmeras y de Cantera y lloraban solas. , = Via Felipe Rodriguez una tiltima vez -fue la primera- Y Supe cuanto nunca entenderia de la vida y sus multiples disfraces. 10688 Jackeline Kennedy, una diosa de nuestros tiempos [i emtere por ta prensa habian pagado $200,000 por un collar de perlas comprado en Woolworth’s. js el mismo collar que us6 en la foto!, sefialan los expertos en subastas. Jackeline Kennedy fue fotografiada ‘con un sombrero de cajita de pildoras, una hermosa sonrisa y un collar. La imagen de su cuello rodeado de perlas circund6 el globo, adorné paredes, presidis albumes de fotos y recortes de prensa. ‘A su rostso se alzaron oraciones y se prendieron velas. Si ahora pagamos cientos de miles de délares por unas perlas de pasta no debe extrafiarnos, diran los antropélogos, las diosas no tienen precio, valen eso y mucho més. Jackeline fue una diosa para el mundo y se supo morir antes de que la edad Ja convirtiera en campo devastado por el fuego del tiempo. Como Sylvester Stallone y Schwarzenegger son el héroe invencible, ella encarné un gran suefo de elegancia, ‘una aspiraci6n de su cultura. ‘Como Diana de Gales, insisten los antropélogos. Pero Jackeline no es Helena de Troya; ni Atenea, ni Hera, ni Yemaya. Ni siquiera es una Afrodita como lo fue Marilyn Monroe. 6107 R Es una diosa de nuestros tiempos sin lanza y sin caballo, Gnicamente dulce y elegante, tinicamente esposa bella de un hombre de éxito, ‘con perlas en el cuello y sombrero de cajita de pildoras en el siglo de las mujeres astronautas, escritoras, cientificas, policias, jefas de estado, Vale la pena que lo pienses, Olga, ime dicen unas voces interiores. Yo las escucho y le construyo un nicho a esta diosa de nuestros tiempos que no me sobrecoge ni me inspira, Ni siquiera quisiera invitarla a cenar © pasear a su lado por el Viejo San Juan. Silo hago y le pregunto el por qué de su fama Probablemente me abriria los ojos. asustadisima, {Qué otra cosa podria preguntarle? ¢¥ tu marido te da orgasmos, mija? tLe echas culantro a la sopa de pollo? ¢Padeces de estrenimiento? Son preguntas que dificilmente se adecdan a la ocasion, ~ ¢Que qué dirén Atenea y Yemayé al ver a Jackeline? ‘Sélo puedo reirme si imagino Sus cuerpos poderosos asombrados. Bb r08 Después de la lluvia [Bheego cet aguacero subo por sus laderas y la montafia quiere acogerme ‘con incontables brazos; las escamas de su suefo de pez me sobrecogen yy sus bosques hinchados de grillos y coquies inundan todo el aire, moldean el silencio como orfebres, artistas de la mésica que el tiempo exige, impone, obliga. Agujereado, el espacio es el otro, es yoy eres te 3 somos todos sostenidos en cada cual. Las nubes se acurrucan blandas en el fondo de los desfiladeros, vientres y pechos de algodén, perfume gota espejo de ilusiones e imposibles. Es después y es antes del agua y de la vida. Es siempre, es probable. Saciada, la tierra me sonrie. Se abre en surcos en la costa y ena cordillera, ‘en los valles y en el corazon de los Arboles. ; Quiero arrodillarme y venerar a la materia, dar gracias a la célula SE 10988 Ya su antigua sabiduria, 'oF €80 pego el ofdo al tronco Pecema aed del roble y del mamey, del concierto de las luciérnagas ¥ Ro pido al misterio del mundo y de la vida sino un instante después de la lluvia y las palabras para explorar mi emocién ¥ ast crearla, retenerla, fijarla, perforarla, perderla... Y recobrarla, R1088 Mocasines azules y marrones a bigote y el pelo canosos y las cejas abundantes, negrisimas. La gorra negra de los Chicago Bulls sobre la frente y Ia sonrisa dulce, mejillas colorrosa, Ja camisa de rayas, manga larga; rayas azules anchas, rayas blancas, botones blancos de nécar; bluyins azules y medias blancas de algodon y un aro de oro en la mano izquierda. Son doce objetos en mi lista de {tems hasta legar al trece: mocasines en dos tonos: gamuza azul cielo y cuero marrén claro, con cordones azulmarino. Unos mocasines jaiclas, yo no exagero. Los compré a propésito del viaje. Juro que digo la verdad. Lo tengo frente a mi en el aereopuerto. La voz fafiosa narra a otro sus viajes. ‘Seria ftem catorce: camionero. De costa a costa. Dice Massachusetts y luego San Francisco, Puedo verlo al volante de su cami6n. Atraviesa los campos interminables de Norteamérica; el granero del mundo: arroz, maiz y trigo. Es un hombre feliz. ;Puedo dudarlo? Antes cultivaria su tala de yautias, panapén y malanga. Tendria una casita de madera trepada en socos. Las gallinas poblarfan el patio con su cloc-cloc interminable y el lech6n de los reyes naviderios engordarfa en el corral. Antes andaria descalzo. Puedo verlo con sus dedos abiertos, con sus callos como suelas que el cuerpo le concede. 11 SR Pienso que el verso tiene un poder especial Ele proguntado a otros posts siel verso provee una forma especial e insustituible de entender el mundo. Me lo niegan con gritos y gestos desdefiosos: ~iTodas las artes hacen Io mismo!-afirman y me he sentido extrafia, animal raro, -Los novelistas son los que construyen mundos imaginarios para entender el mundo en que viven- han afadido con desprecio. Esta respuesta me confunde mucho. Pienso que el verso tiene un poder especial, sé lo que digo. Es talisman, Es magia. Es cantarle a la vida y virarla al revés como si fuera un guante de cocina. Pienso que el verso es alegre y su mésica un rfo que me transporta a través del tiempo. ‘Su canto me prove ojos distintos, produce transparencias, cada palabra es duefia de su propio sonido, tiene su propia respiracion y tiene olores y texturas particulares. A veces echan chispas ya menudo son frias y despiadadas. A veces acarician a menudo me hieren como cuchillos. Pienso en el verso las palabras viven en otra dimension; ‘son peces en el agua 5B 12888 y pajaros en pleno vuelo. Creo que en lo que digo sobre el verso los poetas de que hablo estarian de acuerdo. Pero en que el verso sea ‘un camino especial e insustitufble para entender el mundo, en eso no concuerdan. isiera gritarles oa si Tas palabras son més libres seran mAs eficaces, revelarin verdades que se esconden en los pliegues del viento y en os resquicios de las horas. Escribo lo que pienso para poder pensar, para no gritarles. ee tee eles saci pabbeve para sentirlas sonreir, tocarlas y aspirar su perfume. Quiero escribir que ellas me enamoran y que por ellas soy. 3% 12988 Tuvo que ser mi amante imaginario BBiuvo un buen rato estacionado debajo del bacon de la Calle del Sol Y No pude evitar bajar a acariciarlo, Lo abracé con pasién. Le di tres besos. Deslicé ambas manos sobre sus superficies saludéndolo con Ia piel, Feconociendo sus curvas y sus tornillos, sus goznes y cerraduras, Si hubiera podido abrir sus puertas, ime habria desnudado dentro de él, Era un yip colorado con capota desmontable, focos redondos y asientos de cuero, la goma de repuesto pegada atrés ¥ tablilla de Massachussetts. Parecia nuevecito, sacado de la fabrica; Parecia tan nuevo que brillaba ‘como si fuera de cristal de roca, como brillan las copas de Bohemia Tecién lavadas y limpisimas, Claro que no era transparente, juro que era colorado rojo fuego como una fogata y un carro de bomberos al mismo tiempo. Le pensé duefio joven, casi un adolescente, ¥ efectivamente un nifio de seis pies de alto ¥ una gorra de los Boston Red Sox lo reclamo después de varias horas. Pensé al principio tal vez era él, quiero decir mi hermoso caballero, Quien lo habia estacionado frente a mi casa, Pudo haberlo acabado de comprar y lo habria traido hasta aqui antes de hacer cualquier otra cosa. 13688 Seana jerrfa que yo lo viera para estrenarlo. dutta oto sin ‘embargo, casualidad ag po oe plantado frente a mi puerta. Pero si hubiera sido él, sigo pensando... Son las casualidades las que asustan al alma. Son verdades vestidas de mentiras. Un yip rojo nuevecito tiene que ser de él, de mi amante imaginario, me digo al cabo. ‘Lo demas no coincide con el perfume de mi corazén. 51378R

Das könnte Ihnen auch gefallen