Mortero Frasco de vidrio Placa de vidrio o tapa Monofilamento (nailon) Cacerola o tazón Agua destilada Papel filtro Cocinilla
Procedimiento:
1. Se muele y tritura 50 g de los cristales de Alumbre en el mortero para reducir su
volumen y de esa manera hacer más factible su disolución en el agua destilada previamente calentada en la cocinilla (250 cm3 a 90°C aproximadamente). Obs: Se recomienda usar agua destilada por su mayor grado de pureza comparada con la tradicional agua potable, puesto que esta presenta gran cantidad de iones e impurezas que hacen posible su consumo, los mismos que podrían generar alteraciones al momento de formar nuestro cristal. 2. Despues de disuelta toda la muestra en la cacerola o tazón (50g de Alumbre) se obtendrá una solución saturada o sobresaturada, la cual pasaremos al frasco de vidrio sin olvidar que tenemos que hacerla pasar por una especie de embudo hecha con el papel filtro para que de esta manera podamos retener todas las impurezas que podrían dañar o perjudicar la formación ideal de nuestro cristal. 3. Finalmente debemos dejar en reposo la solución por 2 o 3 horas hasta notar la presencia de pequeños cristales (gérmenes) en el fondo del frasco. 4. Cogemos uno de ellos (el que consideramos más simétrico) y lo atamos a un extremo del monofilamento. 5. Sumergimos el germen atado al monofilamento en la solución saturada sobrante preparada en (2), le colocamos la placa de vidrio o tapa y lo dejamos reposar por 24 horas sin una sola perturbación. 6. Pasadas las 24 horas, debemos notar una variación en el crecimiento del cristal puesto que este mineral es muy rápido al momento de formar su estructura. 7. Si la solución de repente se torna transparente y ya no tiene la turbidez típica de una solución saturada. Se recomienda repetir el mismo procedimiento descrito en (1) y generar más solución para el cristal, de esta manera el cristal se “alimentara” de la solución y aumentara su tamaño y volumen. Como evitar la formación de maclas en el cristal: