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Para comenzar el estudio del tema que nos convoca, es necesario contar con ideas previas
que delimiten, en nuestra perspectiva, el correcto sentido y alcance de conceptos,
fundamentales a este trabajo. A saber: derecho concursal, procedimiento concursal y
quiebra. Además de los nuevos términos de insolvencia y reemprendimiento.
Ahora bien, respecto al derecho concursal, esta es una rama del derecho (privado comercial),
se encarga del estudio de procedimientos concursales, para dar solución a un problema de
insolvencia patrimonial. Es decir, la regulación normativa, de los mecanismos que contempla
el ordenamiento jurídico para hacer frente a una situación de insolvencia o crisis económica
del sujeto participante en el mercado. Según el profesor Juan Puga Vial, el derecho concursal
es “aquel conjunto de normas jurídicas sustantivas y adjetivas, formales y materiales, que tienden
a regular, reprimir y aun evitar las secuelas de la insolvencia”1.
Así las cosas, un procedimiento es concursal “cuando tutela en un pie de igualdad la totalidad
de las relaciones jurídicas referidas a un patrimonio determinado, y lo hace con todos los bienes de
ese patrimonio”2.
Sin embargo, en nuestro ordenamiento, no existe una definición de quiebra, puesto que la
Ley N° 18.175 se limita a establecer aspectos procedimentales y los fines del juicio de quiebra,
sin darle una definición (como lo hiciera el Art. 1325 del Código de Comercio, derogado con la
entrada en vigencia de la señalada ley3).
Ante esta situación ha sido la doctrina, la que ha definido el término quiebra, el que
siguiendo al profesor Alvaro Puelma, es “un estado excepcional en el orden jurídico de una
persona, producido por la falta o imposibilidad de cumplimiento igualitario de sus obligaciones
1
Puga Vial, Juan Esteban. “Derecho Concursal. El juicio de quiebras”, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile, 3ª
edición actualizada, Santiago, 2004, p. 28.
2
Zalaquett Daher, José F. “La Causa de Declaratoria de Quiebra”. Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1968,
p. 23.
3
Artículo 1325 Código de Comercio.” La quiebra es un estado del comerciante que cesa en el pago de sus
obligaciones mercantiles.”, xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
declaradas judicialmente”4, por otra parte el profesor Juan Eduardo Palma, señala que la
quiebra es “el estado permanente y excepcional en el orden jurídico de una persona, producida
por la falta o imposibilidad de dar cumplimiento igualitario de sus obligaciones a través de los
medios regulares de pago, declarado judicialmente.” Así mismo, Ricardo Sandoval, establece que:
“La quiebra es el estado de una persona (comerciante o no comerciante) que ha cesado en el pago
de sus obligaciones (civiles o mercantiles) declarado judicialmente”.5
Habiendo hecho una delimitación de los conceptos relevantes en la anterior normativa, sin
perjuicio de su importancia actual, es menester detenernos en los conceptos de insolvencia y
Reemprendimiento, términos que identifican a la normativa vigente en la materia, siendo
considerados los mismos como pilares del nuevo ordenamiento concursal.
INSOLVENCIA
REEMPRENDIMIENTO
El comerciante fallido, desde los tiempos más remotos, ha estado sujeto a la más
los acreedores, han traído sucesivamente la moderación en el rigor con que era tratado
el fallido.
4
PUELMA ACCORSI, Álvaro. Curso de Derecho de Quiebras, Segunda Edición, Editorial Jurídica de Chile,
1971, Chile, p. 18
5
SANDOVAL LÓPEZ, Ricardo. Derecho Comercial, Tomo IV: La Insolvencia de la empresa. Derecho
Concursal: Quiebras, Convenios y Cesiones de bienes, Editorial Jurídica de Chile, 2006, Chile, p. 15.
Ante esto, el surgimiento de la regulación normativa encuentra su germen en el Derecho
Romano antiguo, en el cual la infracción a un contrato por parte del deudor, equivalía a una
transgresión a la ley penal, considerándose al mismo como un delincuente, dando paso a la
venganza privada para poder restablecer el orden jurídico. En este sentido, el deudor
respondia personalmente de los incumplimientos que se pudieran ocasionar. En esta época, no
se consideraba al Derecho Concursal propiamente tal, sino que existían sólo soluciones para
el incumplimiento enmarcadas en el Derecho Civil.
Ahora bien, la quiebra como institución y base para un derecho especial, nace durante la Alta
Edad Media y el Renacimiento, periodo durante el cual, surgen las empresas como una
actividad económica, de mayor envergadura que el comercio local o regional, debido al auge
del descubrimiento de nuevos mundos y en especial al surgimiento de un incipiente mercado i
globalizado. Es en este contexto, en que la quiebra nace coma una forma de regular los
incumplimientos de la actividad comercial.
Es en este periodo, que se crean la mayoría de las instituciones concursales vigentes hasta la
actualidad, como son el desasimiento, los sindicos, la sentencia declaratoria de quiebra, los
convenios de solución, etc. Nace así, el Derecho Estatutario que se expande por Europa
acogiéndose por la mayoría de las legislaciones del mundo.
Avanzando hasta el principio del Siglo XX, la quiebra implicaba la destrucción de empresa
incumplidora, lo que respondia a una función político-juridica, al eliminar del mercado aquellos
entes económicos ineficaces. Esto se lograba , por medio de la liquidación y extinción de las
empresas que sufrían desequilibrios económicos.
De este modo, Procedimiento Concursal tenia como primera misión la represión y sanción del
deudor en cesación de pagos. Lo que se demostraba con el carácter punitivo de los
ordenamientos, por el hecho de caer en quiebra. De este modo, el legislador desconfiaba de
los comerciantes, siendo regulados severamente, buscando convertir al derecho comercial y la
ley concursal como un contrapeso y control para el comercio y su desarrollo.
En este sentido, la situación histórica del comerciante fallido, sujeto a quiebra podía
describirse del siguiente modo: “El comerciante fallido, desde los tiempos más remotos, ha estado
sujeto a la más dura legislación respecto de su persona. La civilización y las conveniencias mismas
de los acreedores han traído sucesivamente la moderación en el rigor con que era tratado; pero él,
siempre, y desde el primer día de la quiebra, quedaba sujeto a una presunción de fraude que lo
conducía necesariamente a prisiones de una duración indefinida.”6
En este contexto, se reprimia al comerciante, con el objeto de evitar que realizara actividades
ruinosas que pudieran afectar la vida comercial de sus dependientes y la economía en
general, evitando un efecto domino respecto a los demás negocios.
empresa estaba estrechamente ligada al empresario, siendo que los jueces que
las fórmulas y presunciones de hecho dadas por nuestro Ordenamiento Jurídico, para
23
6
18 FERNÁNDEZ, Raymundo y GÓMEZ, Osvaldo. Tratado Teórico-práctico de Derecho Comercial, Volumen I-
A, Editorial Depalma, 1992, Argentina, p. 110.
así dar inicio a la liquidación del patrimonio y la extinción de la empresa en la
economía.
Con el fin de enfrentar las consecuencias que dejo la “Gran Depresión”, se llevaron a cabo
grandes proyectos estatales, para resurgir la económia mundial, y en el ámbito
microeconómico, se produce un renovado interés por mantener las empresas, las que son
generadoras de empleo y el motor de crecimiento socioeconómico de los países. De esta
forma, se cambia de prisma, entendiéndose ahora las consecuencias dañinas que derivan de
la liquidación de una empresa, como un estado de insatisfacción general, que afecta a toda la
economía7, producido porque los bienes del deudor, no son suficientes para cubrir sus
obligaciones, o porque la empresa del deudor, debe ser liquidada forzosamente, afectando no
sólo a éste sino a quienes dependen económicamente de dicha empresa (perdida de empleo)
- Los bienes del patrimonio del deudor no alcanzan para cubrir todas sus obligaciones.
- Los trabajadores, que a pesar de ostentar créditos privilegiados, pierden sus empleos y beneficios
laborales. Sin perjuicio de que la quiebra no es causal de término de contrato de trabajo, es la
regla general de lo que sucede en la praxis.
- El Estado, en muchas ocasiones, no cumple su labor de atender al bien común con la extinción de
las empresas. Esto se debe a las razones anteriormente dadas.
La quiebra es entonces, una institución que trasciende lo meramente privado, siendo de orden
público y social por las repercusiones que trae consigo. Es por esto, que los ordenamientos
mundiales comienzan a contemplar sistemas de prevención que eviten la quiebra a través de los
convenios o, en caso de producida, contar con una serie de mecanismos para superar dicho estado
del deudor21.
24
7
Apuntes de las Clases de Convenios Concursales, del profesor Rafael Gómez Balmaceda, Universidad de
Chile, Escuela de Derecho, año 2011, Chile.
Expone al respecto del principio de preservación de la empresa, en relación con la
quiebra, Raymundo Fernández y Osvaldo Gómez, con las siguientes palabras: “Debe
empresa -aun la de carácter privado- significa un interés colectivo; que la quiebra como
la empresa con los propios instrumentos que dispone la Ley, sea mediante la
continuación del giro efectivo, o por la venta como unidad económica, ya que de otra
preservarse y que el deudor ya no goce de crédito con sus acreedores, sea porque
que de otra forma, como lo expresa Rafael Gómez Balmaceda, mientras el deudor
goce de crédito es posible, por muy mal estado financiero en que se encuentre, poder
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deudores de mala fe, porque para todos los demás, es posible de resolver su situación,
depositando al deudor.
Para esta parte de la doctrina, los convenios y las otras herramientas de continuidad
de las empresas enmarcadas dentro de la misma quiebra, sólo han de ser posible en
crédito que se siga teniendo al fallido por parte de los acreedores. Son herramientas
que van a ser utilizadas solamente, si hay posibilidad de una mayor tasa de
activos a repartir entre sus acreedores, que constituyen la mayoría de los casos en
Chile-. En este supuesto, la herramienta de continuación del giro efectivo del negocio,