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EXP. N.

° 04921-2012-PA/TC

JUNÍN

MARINO MÁXIMO

VALENTÍN GUERRA

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 21 días del mes de julio de 2014, la Sala Primera del Tribunal Constitucional, integrada
por los magistrados Miranda Canales, Sardón de Taboada y Ledesma Narváez, pronuncia la siguiente
sentencia

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Marino Máximo Valentín Guerra contra la
resolución de fojas 231, su fecha 4 de mayo de 2012, expedida por la Segunda Sala Mixta de
Huancayo de la Corte Superior de Justicia de Junín, que declaró infundada la demanda de autos.

ANTECEDENTES

Con fecha 27 de junio de 2011, el recurrente interpone demanda de amparo contra la Universidad
Peruana Los Andes, solicitando que se lo reincorpore en la plaza de docente contratado a plazo
indeterminado en la Facultad de Derecho, en la modalidad de educación presencial y a distancia.
Refiere que ingresó en la Universidad emplazada el 9 de marzo de 2001 y que se desempeñó como
docente contratado hasta el 31 de diciembre de 2010, fecha en que fue despedido arbitrariamente.
Sostiene que la demandada buscaba el despido sin causa bajo la modalidad de someterlo a un nuevo
concurso de plazas docentes contratadas, y que al no presentarse fue despedido en forma incausada
y fraudulenta, habiéndose extinguido el vínculo laboral. Alega la vulneración de sus derechos
constitucionales al trabajo, a la adecuada protección contra el despido arbitrario y al debido proceso.

El apoderado de la Universidad emplazada propone la excepción de prescripción de la acción y


contesta la demanda manifestando que el actor fue contratado a plazo determinado, y que optó por
no presentarse al proceso de selección convocado por la Facultad de Derecho con fecha del 21 de
enero de 2011, no existiendo, por lo tanto, la obligación de renovar su contrato.

El Segundo Juzgado Civil de Huancayo, con fecha 19 de octubre de 2011, declara infundada la
excepción propuesta, y con fecha 26 de octubre de 2011, declara infundada la demanda,
argumentando que el demandante no se presentó al concurso de evaluación para su ratificación.

La Sala Superior competente confirma la apelada por similar fundamento.

FUNDAMENTOS

Delimitación del petitorio y procedencia de la demanda

1. El demandante solicita su reposición como docente contratado de la Universidad emplazada,


sosteniendo que ha sido objeto de un despido incausado debido a que su vínculo laboral se
desnaturalizó. Alega que se han vulnerado sus derechos constitucionales al trabajo, a la protección
adecuada contra el despido arbitrario y al debido proceso.

2. Conforme a los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relativas a la materia


laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC 0206-2005-PA/TC, que
constituyen precedente vinculante, este Tribunal considera que, en el presente caso, corresponde
evaluar si el recurrente ha sido objeto de un despido arbitrario conforme señala en su demanda.

Análisis de la controversia

3. El artículo 22º de la Constitución Política del Perú establece que: “El trabajo es un deber y un
derecho. Es base del bienestar social y medio de realización de una persona”. Mientras que el
artículo 27º de la carta magna señala que: “La ley otorga al trabajador adecuada protección contra el
despido arbitrario”.

En tal sentido cabe resaltar que el contenido esencial del derecho al trabajo implica dos aspectos: el
de acceder a un puesto de trabajo, por una parte y, por la otra, el derecho a no ser despedido sino
por causa justa. En el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte del Estado de
una política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que
la satisfacción de este aspecto implica un desarrollo progresivo y según las posibilidades económicas
del Estado. El segundo aspecto trata del derecho al trabajo entendido como proscripción de ser
despedido salvo por causa justa.

4. Se advierte de los contratos de trabajo modales (f. 32 a 38 y 142), del Certificados de Trabajo (f.
2 a 4), de la liquidación de beneficios sociales (f. 43 a 53) y de las boletas de pago (f. 54 a 59), que el
recurrente fue contratado por la Universidad emplazada durante distintos periodos interrumpidos,
desde el año 2001 hasta el 2010. Debe precisarse que en los referidos contratos se especificaba que
el vínculo contractual entre las partes se regía por lo dispuesto en la Ley N.º 23733 y el Decreto
Supremo N.º 003-97-TR, entre otros.

5. El artículo 47º de la Ley N.º 23733 establece:

Los Profesores Principales son nombrados por un periodo de siete años, los Asociados y Auxiliares
por cinco y tres años respectivamente. Al vencimiento de estos periodos son ratificados.

Los Profesores Contratados lo son por el plazo máximo de tres años. Al término de este plazo tienen
derecho de concursar, para los efectos de su admisión a la carrera docente, en condición de
Profesores Ordinarios, de acuerdo al procedimiento establecido en el artículo anterior.

En caso de no efectuarse dicho concurso, el contrato puede ser renovado por una sola vez y por el
mismo plazo máximo, previa evaluación del profesor.

En efecto, el último párrafo del artículo transcrito prevé que los profesores contratados por una
Universidad durante el periodo de tres años que no hayan podido acceder por concurso a la carrera
docente como profesores ordinarios podrían ser nuevamente contratados por un periodo que no
puede exceder de tres años más. Es decir lo dispuesto en el último párrafo del artículo 47º de la Ley
N.º 23733 no genera una obligación para las universidades de contratar nuevamente a los profesores
luego de haber trabajado durante tres años, pues ello constituye una facultad discrecional de la
Universidad, así como lo es también el convocar a un concurso público para contratar profesores
ordinarios.
De acuerdo a los documentos citados en el fundamento supra, la demandante fue contratada por
más de tres años. Asimismo, conforme se desprende de la invitación a participar en el proceso de
selección de docentes para contrato (f. 65), el actor no habría participado en el concurso público que
convocó la Universidad emplazada para cubrir una plaza de docente universitario. Por lo tanto,
habiendo superado el demandante el periodo de tres años como profesor contratado y al no haber
logrado ganar un concurso para ser profesor ordinario, no existe la obligación por parte de la
Universidad demandada de continuar suscribiendo con el demandante un contrato de trabajo modal.

6. De otro lado, respecto a la supuesta desnaturalización de los contratos suscritos por las partes,
debe indicarse que de acuerdo a lo dispuesto en el Decreto Supremo N.º 003-97-TR, uno de los
requisitos formales para la validez de los contratos de trabajo a plazo fijo es que se consigne las
causas objetivas determinantes de la contratación.

De los contratos de trabajo modales (f. 32 a 38 y 142), se aprecia que la Universidad emplazada sí
cumplió con consignar, en cada uno de los contratos, la causa objetiva determinante de la
contratación del demandante, pues en las respectivas cláusulas de los contratos que se suscribieron
se ha señalado expresamente cuál es la labor que este iba a realizar, por lo que no puede alegarse
que se hayan desnaturalizado los contratos de trabajo a plazo fijo.

7. Asimismo, conforme se encuentra regulado en el artículo 16°, inciso c), del Decreto Supremo
N.° 003-97-TR, son causas de extinción de la relación laboral la terminación de la obra o servicio, el
cumplimiento de la condición resolutoria y el vencimiento del plazo en los contratos legalmente
celebrados bajo modalidad.

Según lo señalado en los fundamentos 4 y 6 supra, de fojas de 32 a 38 y 142 obran los contratos de
trabajo modales, con los que se acredita que el demandante laboró para la emplazada durante
periodos no continuos, hecho que también se encuentra corroborado con el certificado de trabajo de
fojas 2 a 4, por lo que en el presente caso se puede afirmar que la conclusión del vínculo laboral
obedece a la libre voluntad de ambas partes pactada en un contrato de trabajo a plazo determinado.

8. Siendo ello así, es importante resaltar que no puede afirmarse que la prestación de servicios
como docente de la Universidad demandada se haya desnaturalizado de conformidad con lo
establecido en el inciso d) del artículo 77º del Decreto Supremo N.º 0003-97-TR, teniendo en cuenta
que dicho supuesto de desnaturalización no resulta aplicable a tal tipo de labores, debido a que, en
el presente caso, de acuerdo con el artículo 48 de la Ley Universitaria, el derecho a la protección
adecuada contra el despido arbitrario les asiste a los profesores ordinarios, principales, asociados o
auxiliares de las universidades, condición que adquieren únicamente mediante concurso público de
méritos, hecho que el actor no ha probado en autos, por lo tanto, de los artículos 46 y 47 de la Ley
N.º 23733, se desprende que no tiene derecho a gozar de estabilidad laboral.

9. Siendo ello así, no corresponde ordenar que el demandante sea reincorporado como docente
de la universidad emplazada, por lo que este Tribunal declara que en el presente caso no se han
vulnerado los derechos al trabajo, a la protección adecuada contra el despido arbitrario y al debido
proceso previstos en los artículos 22.º y 139.º de la Constitución Política del Perú, por consiguiente,
no procede estimar la presente demanda.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución
Política del Perú

HA RESUELTO

Declarar INFUNDADA la demanda, por no haberse acreditado la vulneración del derecho


constitucional al trabajo.
Publíquese y notifíquese.
SS.

MIRANDA CANALES

SARDÓN DE TABOADA

LEDESMA NARVÁEZ

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