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El día señalado

Manuel Mejía Vallejo


Andrés Felipe Ochoa Viana

1. Línea de sentido:

El gallo y los acontecimientos que se cercan alrededor de este, no son


solo el foco de la narración en la novela, sino que también un carácter de
personalidad en los personajes. Pareciera que los personajes adoptaran
del animal su agresividad, su inclinación a la pelea, su coraje frio e
inmediato. Desde aquí y a lo largo de la narración, el gallo empieza a
tornarse en un símbolo a la violencia y se esclarece cuando los personajes
hablan de este animal.
En el primer caso y el más significativo, es mediante el personaje
narrador que se evidencia con mayor fuerza esta línea de sentido: “La
vida fue espuelas, crestas, picos, plumas...” y así mismo en este párrafo
de la página 22 continúa relatando el personaje narrador: “Porque yo
estaba marcado. Como los gallos que nacen para matar o para morir
peleando. Y no reclamaba. Sabía que alguien torció nuestro camino, que
nosotros torceríamos el de alguien, con o sin culpa.”
Mediante esto, también se puede entrever una dualidad entre José Miguel
Pérez, en el momento del prólogo de la primera parte y su muerte a causa
de ir en busca de su caballo, que significa todo para él, con el personaje
narrador y el gallo, que se transforma a lo largo de la narración en parte
de su vida.
Otra dualidad está entre los gallos del forastero, El Aguilán y el gallo del
Cojo Chútez, Buenavida. Una cierta compatibilidad como en el apartado
de la pagina 256: “…yo sentí en mí los picotazos de Buenavida, en el
Cojo, los espolones de Aguilán.”
La enemistad existente entre los dos protagonistas es la misma que entre
Aguilán y Buenavida, por eso la definición de la riña se deja a los gallos.
Por eso es que el desenlace final, la muerte de Buenavida por Aguilán,
simboliza la derrota y la muerte moral del Cojo y el triunfo del personaje
narrador.
La influencia del animal en relación con el hombre, permite tomar al gallo
como un modelo, como un símbolo del hombre metamorfoseado, el gallo
deja en el ser un rastro, una estampa, un significado ante la vida.

2. Tipo de violencia:

En primer término, la vengativa, es el tipo de violencia que sobresale con


sobresaltos en la narración, hay una prolongación, un crecimiento, este
sometimiento se logra involucrando a los personajes directamente con
esta violencia, como es el caso del gamonal, la policía, y los guerrilleros
que viven en la montaña o la mayoría de los habitantes que parecen
sumisos ante las órdenes por temor a la violencia.
Un caso que lo ejemplifica en consistencia, es un par de diálogos en la
pagina 97 donde hablan de este tipo de violencia:
“—Pudimos habernos vengado—dijo.
—¿Por qué no se vengaron?
—Porque así nunca se acaba, porque me da miedo, porque ya no
importa.”
También y siguiendo esa línea en el diálogo se evidencia como la
venganza se ha penetrado y arraigado en una clara lucha entre dos bandos,
como se relata después:
—…Los de allá contra los de aquí, los que aquí contra los de allá. Todos
los días inventan motivos.
El sepulturero y el Sargento Mataya son otros símbolos de esta violencia,
de esta que representan el espíritu de venganza. El primero por haber sido
víctima de ella y el segundo porque se lo imponía su autoridad, su mal
entendido sentido del deber. La presencia del sepulturero se relata en la
mayor parte de las páginas de la obra, como una anáfora a que la violencia
era un hecho cotidiano en Tambo. Pues el sepulturero siente saciar su
venganza con enterrar cada día, según él lo cree, a guerrilleros.
Seguido así, está también el personaje narrador y el fortalecimiento de su
violencia vengativa cuando se presenta la huida del padre con el
consecuente abandono de su madre y la falsa promesa de volver. Este acto
siembra en el niño el odio y la incitación a vengarse, creando el hilo
conductor de toda la novela.

3. Compromiso del escritor:

Esta novela sobresale dentro del gran compendio de novelas del período
de «La Violencia» (comprendida entre 1946 y 1953), en ésta Mejía
Vallejo deja de lado una guerra partidista —característica principal de las
novelas de la época— y se adentra en el pueblo de Tambo y sus
habitantes.
La novela cuenta con dos narradores: un forastero que llega al pueblo,
relata lo que piensa y lo que ve y un narrador en tercera persona que se
centra en la vida del padre Barrios, desde el momento mismo de su
llegada. Esta temática y el estilo narrativo las que hacen de El día
Señalado, uno de los tres pilares de la novela de «La Violencia» al lado
de Eduardo Caballero Calderón y Gabriel García Márquez.
Uno de los mayores compromisos del escritor en la novela y que se llevan
a cabo con majestuosidad, está en sus dos líneas narrativas, gracias a los
cuales se pueden ver la violencia representada y vivida en los personajes
de una manera individual y también de forma colectiva. Cuando se narra
en primera persona se da una mirada del conflicto, mientras que la
narración en tercera persona nos presenta una perspectiva colectiva.
A través de El día señalado y la gran mayoría de sus obras, Mejía
Vallejo nos propone una novela territorial en la que sus personajes,
además de revelarnos una región olvidada, también nos revela un
interior en lo que se encuentra lo más puro de ellos, un pasado
campesino regido por la sencillez de la vida rural. En El día señalado,
Mejía Vallejo nos presenta un espacio que somete a sus habitantes y no
les deja otro camino que la violencia.
Tal como el padre Barrios, el autor nos muestra su intención de integrar
a todos los habitantes de Tambo, metáfora a Colombia, en el proyecto
libertador: la siembra de árboles.

4. Carácter estético:

Su estilo narrativo, hace de la novela de Mejía Vallejo, su carácter más


estético, puesto que permite a los lectores mantener un compenso,
porque reciben una opinión individual y una colectiva de la
problemática de «La Violencia», dejando de lado la característica
amarillista y la dualidad de buenos y malos, conservadores y liberales.
Así mismo, las formas en que se presentan los hechos, con tres partes,
cada una con su prólogo, introduciendo cada vez una imagen visual
sobre lo que se va a narrar tras pasar la hoja.
La novela es de un carácter bastante estructurado, no es así que cada
uno de los prólogos, sea además cuentos que harán parte de Zona
Tórrida y ellos a su vez, independientes en sí, construyen las principales
nociones de narración de la novela El día señalado. Cada prólogo es un
paso reiterativo a la violencia, con una historia por la cual irán los
personajes trazando sus pensamientos e ideas.
La metáfora es otro algoritmo que en la novela se transfigura de manera
muy precisa, los animales con los hombres, el pueblo y sus sonidos, el
volcán como la entidad que reverbera en todos en Tambo, a una lentitud
de venganza que corroe. La vinculación cercana entre tumbas y el
nombre del pueblo, los mangos y las sustanciales conversaciones sobre
personajes. Cada elemento en la novela posee su carga estética, que
organizan la visión de un pueblo, que bien pueda ser parte de un
Balandú y también el espejo de Colombia.

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