Sie sind auf Seite 1von 4

El Renacimiento

Fin de Edad Media  España, época de plenitud.


Reyes Católicos son el inicio; Carlos V, esplendor.
Siglos anteriores: de formación y tanteo; de manera esporádica aparecen obras de gran valor en
géneros aislados.
El siglo XVI florecen obras de gran calidad en todos los géneros de manera orgánica, coherente,
ininterrumpida  plenitud nacional  Madurez de España.
A este periodo se le conoce como el Siglo de Oro y al inicio se consideró como desde los últimos 50
años del siglo XVI y los primeros 50 del siglo XVII.
En la actualidad, se consideran desde la subida de Carlos V (1516 en España y 1520 como
Emperador) hasta la muerte de Calderón de la Barca en 1681; casi dos siglos, por lo que se
pluraliza o se llama Época Áurea.
El siglo XVI corresponde a la plenitud del Renacimiento  España sigue la corriente universal del
Renacimiento y marcha a la par de las naciones europeas.
El siglo XVII es lo que denominamos época barroca. Se puede llamar “nacional”, pues España
alcanza los caracteres más típicos y personales de las letras y artes.

El hombre del Renacimiento

Renacimiento  Revolución cultural que provoca el paso de la Edad Media a la Moderna.


Admiración por la Antigüedad clásica  motivo determinante del Renacimiento.
Admiración por determinadas formas de arte.
Admiración por la belleza literaria considerada superior
El hombre busca en la antigüedad es “un nuevo concepto de la vida”; esto es, una nueva
estimación que le hace contemplarse a sí mismo de acuerdo con una nueva escala de valores.

Hombre de la Edad Media Hombre del Renacimiento


Dios es el centro del universo. Hombre es el centro del
mundo.
Existencia terrena es una El mundo es digno de ser
estación de paso para vivido por sí mismo.
conquistar la vida eterna.
Tierra: un valle de lágrimas Tierra: lugar de goce.
para el hombre
cristianomedieval.
Inteligencia: lucecilla débil Inteligencia: potente faro
que no vale nada sin la capaz de descubrir los
“Revelación”. secretos del mundo.
Cuerpo: un mal. Cuerpo: fuente de placer que
justifica y hace hermoso el
vivir.

Descubrimiento de la Antigüedad: revelación del hombre con sus instintos y razón omnipotente;
de la vida material con sus placeres y bellezas. Todo ello lo había desterrado la visión ascética y
cristiana medieval.
Esto se debía a que el mundo antiguo descansaba en una concepción antropocéntrica y
materialista, sin dogmas ni vida de ultratumba; el hombre y su razón constituían la medida de las
cosas.

De esta valoración novedosa del hombre nace el “humanismo”.


En principio, los humanistas eran los estudiosos del griego y latín que estaban interesados en
problemas de filología y erudición. Studia humanitatis eran los profesores de latín y griego.

El significado se amplió: los textos antiguos conducían a una nueva concepción del hombre como
centro y finalidad de todas las cosas.

El orgullo humanista fue impulsado por:


La invención de la imprenta, que facilitó la difusión del saber.
El aumento de la riqueza que nació con la creciente pujanza del comercio.
El descubrimiento de América, que abrió horizontes insospechados a la actividad humana; duplicó
el mundo y ofreció la posibilidad de recursos inconmensurables.

El hombre del Renacimiento investigó la naturaleza, realizó importantes descubrimientos


científicos, creó maravillosas obra de arte, trató de hacer el mundo confortable y bello y vivió con
la furia de quien acaba de descubrir el paraíso.

El hombre medieval despreció el cuerpo en beneficio del espíritu. El hombre del Renacimiento
busca la plenitud del desarrollo de todas las facultades, tanto espirituales como físicas, buscando
la satisfacción de todas las posibilidades del ser humano.

Así, surge la figura del cortesano.

El hombre de la Edad Media se polarizó en una actividad: o era un hombre de armas, o era un
clérigo o era un burgués.

El cortesano debe ser experto en armas y en letras; debe saber conjugar las maneras más
refinadas con el valor en el combate; debe saber cortejar a las damas y tañer los instrumentos
para acompañar su canto; debe estar preparado tanto para el riesgo como para el placer.

Ideal político

Imperio Romano: unificación lingüística y legislativa. Poder absoluto de los emperadores.


Inspira el deseo de imperios nacionales en los que la autoridad se concentrara en los
monarcas. El fin es lograr la unidad de los pueblos en lo que se denominará Estado.

Este es un salto del predominio feudal al poder omnipotente de la realeza y ese solo salto justifica
y define el salto a una nueva edad.

Filosofía
Se ejerció una crítica racionalista de la escolástica medieval y se resucitaron algunos aspectos de la
filosofía clásica.

Escepticismo: encajaba con la posición crítica y negativa con respecto a la dogmática escolástica.
Estoicismo: se exaltaba la dignidad moral del hombre con su sometimiento a las leyes de la
naturaleza y la aceptación del sufrimiento.
Epicureísmo: respondía al nuevo concepto hedonista de la vida que tenía como norte el placer,
aunque equilibrado por la inteligencia.

El Renacimiento prefirió a Platón sobre Aristóteles, aunque se realizaron intentos para fusionar las
dos tendencias: idealismo y realismo racionalista.

Se concebía la belleza de los seres materiales como un reflejo de la divina; así, el amor y la
admiración por ellos puede conducirnos a la divinidad.

La mujer, el arte y la naturaleza son las tres fuentes principales para llevarnos a Dios.

De esta manera se limpió y dignificó de las adherencias más groseras el amor por lo material; se
idealizó el sentimiento amoroso.

Esta idealización atenuó el paganismo al revestirlo de delicadezas artísticas, por un lado. Por otro,
hizo más por acercar a Dios hacia la materia que por acrecentar la religiosidad.

El amor a la mujer se divinizaba y, al mismo tiempo, multiplicaba la eficacia de su condición


humana.

Literatura

El Renacimiento produjo una cierta uniformidad en Europa, pues todos los países aspiraban a
modelos clásicos y compartían ideales antiguos, directa o indirectamente, a través de Italia. No
obstante, en los países perduraron ciertas corrientes medievales que se fusionaron o pervivieron
en la época, lo que impregna a cada país de caracteres nacionales.

Forma. Edad Media la consideraba un accesorio al servicio de la didáctica o la moral. En el


Renacimiento adquiere importancia y valor por sí misma.

La belleza es reflejo de Dios y, por lo tanto, la meta capital del artista.


La Naturaleza observada ahora directamente y asimilada a través de los clásicos, es una fuente de
inspiración muy importante.

Belleza
Edad Media: la belleza se cultiva para fines didácticos; cuando no es así, es para diversión y utiliza
recursos populares: el espectáculo bajo formas literarias.

Renacimiento: surgen exquisitas delicadezas formales. Comedida elegancia (serenidad de los


antiguos). Se cultiva un arte selecto para minorías, artificioso y auténticamente literario.
Busca, en la cuidada excelencia de la forma, la justificación de su quehacer y la diferencia que ha
de separarle del poeta popular y del despreciable bufón.

Así, con el afán de selección renacen los temas principales:


Relatos mitológicos: fuente de comparaciones poéticas.
Bucolismo pastoril: escenario predilecto de artificios y refinados mundos poéticos.

Aristóteles y Horacio, en sus preceptivas poéticas, son los maestros indiscutibles.

También los italianos fueron maestros. Dante es sustituido por Petrarca, que aporta el
endecasílabo, el gusto por el paisaje, lo artificiosos de los conceptos amorosos, la preocupación
formal, las introspecciones de la pasión amorosa, el tono delicado y sentimental.

Das könnte Ihnen auch gefallen