Las mastabas eran la representación subterránea de las
casas y palacios, la mayoría aparecen decoradas con registros superpuestos de paneles con bajo relieves que muestran escenas de caza, del campo y en general de la vida cotidiana. En este caso, aparecen una serie de escribas que comprueban las cuentas del pan que se acaba de recibir. Es un testimonio más de la importancia que la vida de ultratumba tiene para los egipcios.
Relieve de sacrificio en la mastaba de Ti
Por su riqueza decorativa, la mastaba de Ti es una de las más importantes de la V dinastía. En esta escena observamos a unos hombres sacrifican a un toro en el matadero. Se trata de uno de los muchos bajo relieves que aparecen en esta mastaba, en su mayoría con escenas de caza, en las que podemos observar el intento de crear movimiento, lo que contrasta con la rigidez de las esculturas exentas
Relieve de una tumba de Saqarah
La escena representa al difunto sentado en una silla de patas
animales al estilo arcaico frente a una mesa donde esta depositadas las ofrendas, todo ello con los modos de representación más característicos de la pintura egipcia.
Relieve de un hombre ordeñando a
una vaca Una vaca es ordeñada para dar de beber a la reina mientras su ternero, atado a una de las patas, permanece alejado de la ubre materna. La lágrima que cae por su mejilla que la madre llora apenada. El relieve fue realizado en la XI Dinastía. Relieve del aseo de la reina Kawit, Imperio Medio
Retrato de Meryt-Amón, XVIII Dinastía
La figura de la mujer aparece siguiendo la llamada ley de
la frontalidad con la cabeza de perfil y el cuerpo de frente. Viste una elegante túnica blanca de lino y lleva una peluca de color negro, destacando el maquillaje que aumenta la belleza de la dama. En la imagen podemos apreciar novedades técnicas que parecía anunciar el paso de una pintura lineal, como un dibujo coloreado, a una auténtica pintura de gran riqueza cromática y recursos nuevos como las veladuras. Esta tendencia no sobrevivió a la Dinastía XVIII.
Retrato de Nefertari, XIX Dinastía
La esposa de Ramsés II posee la tumba
más suntuosa y mayor del Valle de las Reinas. La cámara del sarcófago, sustentada en cuatro pilares en el centro, tiene los colores negros, dorados y azules de una noche del trópico. En ella parecen flotar los espíritus celestes, Osiris y las divinidades veneradas por la reina. Poseen las figuras femeninas pintadas en esa tumba una sensualidad hábilmente velada, pero no oculta. Enormes djeds, símbolos de la permanencia, y jóvenes sacerdotes de Sem revestidos de sus ieles de leopardo exoman los pilares del centro. En uno de ellos aparece la reina siguiendo la ley de la frontalidad.
Sennefer y su esposa bajo la parra
funeraria, XVIII Dinastía Tal y como es típico en la decoración mural de las tumbas egipcias, en esta pintura de la XVIII Dinastía procedente de la tumba 96 b de Tebas aparecen jeroglíficos en registros que decoran el fondo de la escena. Los retratos de los difuntos y las escenas de la vida cotidiana contribuyen a la creencia egipcia de la vida de ultratumba