A partir de la segunda guerra mundial, Las ciencias de la computación y la creación de seminconductores

de silicio, se fusionaron creando así el primer microprocesador. Este fue el un gran avance en desarrollo
tecnológico ya que permitió desarrollar máquinas que funcionan ejecutando procesos programados
para la realización de tareas simultáneas.

Este desarrollo no sólo facilitó la vida del ser humano en muchos aspectos, sino que también posibilitó
una nueva forma de entender la realidad. Surgió una nueva forma de interacción entre el ser humano y
las máquinas, aparece una comunicación recíproca en la que el hombre da instrucciones y un objeto
fabricado él mismo las interpreta.

El paso del desarrollo de código binario a lenguajes de programación más estructurados y de mayor
facilidad de interpretación posibilitó acortar este puente entre el ser humano que programa y la
máquina que interpreta y ejecuta, permitiéndole desarrollar sistemas que funcionan de manera idéntica
al sistema nervioso central que ejecuta tareas en base a redes neuronales que se construyen a partir de
estímulos externos y de esta manera puede aprender una tarea específica que puede ser ejecutada por
una orden del cerebro.

Así mismo la inteligencia artificial, propuesta indirectamente por Turing a través de sus proyectos
conocidos como la “Máquina de Turing” y “Test de Turing” fundamentales en los procesos de ingeniería
informática no han perdido vigencia en el desarrollo de software, pues actualmente los diferentes
lenguajes de programación, poseen la capacidad programar procesos que permiten aprender y elaborar
cadenas de aprendizaje1 a partir de información recibida. (González, 2007)

Frente a estos desarrollos tecnológicos pueden surgir diferentes preguntas como las planteadas por
Searle (1990) ¿Es la mente un programa informático? ¿P uede
pensar una maquina? ¿Puede una maquina tener pensamientos conscientes, en el mismo
y preciso sentido en que los tenemos usted y yo?
Frente a estos cuestionamientos es preciso revisar la propuesta de Turing y la respuesta
que da John Searle a partir de su experimento de la habitación China.

1
Estas cadenas de aprendizaje, en programación reciben el nombre de redes neuronales