Sie sind auf Seite 1von 8

Registro Núm.

40104; Novena Época; Primera Sala; Semanario Judicial de la Federación y su


Gaceta

Tomo XXIX, Enero de 2009.

PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL TRATÁNDOSE DE DELITOS CULPOSOS COMETIDOS CON


MOTIVO DEL TRÁFICO DE VEHÍCULOS. EL TÉRMINO DE SEIS MESES CONTENIDO EN EL
SEGUNDO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 82 DEL CÓDIGO PENAL PARA EL ESTADO DE JALISCO
OPERA ÚNICAMENTE EN LA AVERIGUACIÓN PREVIA Y SE INTERRUMPE CON EL EJERCICIO DE LA
ACCIÓN PENAL.

Voto particular que formula el Ministro José Ramón Cossío Díaz en relación con la
contradicción de tesis 104/2007-PS.

En sesión de veintiocho de mayo de dos mil ocho la Primera Sala de esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación resolvió, por mayoría de cuatro votos, la contradicción de tesis 104/2007-
PS, suscitada entre el Segundo y Primer Tribunales Colegiados, ambos en Materia Penal del
Tercer Circuito. Se determinó que la contradicción es existente y que debe prevalecer con
carácter de jurisprudencia la tesis propuesta cuyo rubro es el siguiente: "PRESCRIPCIÓN DE LA
ACCIÓN PENAL TRATÁNDOSE DE DELITOS CULPOSOS COMETIDOS CON MOTIVO DEL TRÁFICO
DE VEHÍCULOS. EL TÉRMINO DE SEIS MESES CONTENIDO EN EL SEGUNDO PÁRRAFO DEL
ARTÍCULO 82 DEL CÓDIGO PENAL PARA EL ESTADO DE JALISCO OPERA ÚNICAMENTE EN LA
AVERIGUACIÓN PREVIA Y SE INTERRUMPE CON EL EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL."

Considero, junto con la mayoría, que entre ambos Tribunales Colegiados existe contradicción
de criterios, pues efectivamente examinaron una cuestión esencialmente igual y adoptaron
posiciones contrarias; a pesar de ello, no comparto el contenido de la tesis que se estimó debía
prevalecer. A lo largo de este voto expondré las razones de mi disidencia.

I. Criterios contendientes

El Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito al resolver el amparo en
revisión 141/2007 esencialmente sostuvo que el plazo de seis meses para que opere la
prescripción en la hipótesis señalada se interrumpe con el ejercicio de la acción penal realizada
por el agente del Ministerio Público y una vez ejercida la acción, el término de la prescripción
comenzará a correr conforme a las reglas que el artículo 85 del propio código prevé para los
delitos en general, que es de tres años y tres meses. Asimismo, señala que de los artículos del
Código Penal del Estado de Jalisco que prevén la figura de la prescripción se advierte que no es
posible otorgar al Ministerio Público, un generoso plazo para perfeccionar la indagatoria sin
que se estudie la procedencia de la solicitud del ejercicio de la acción penal, lo que trae
zozobra al indiciado. Por ello, estima que el legislador ha buscado que los plazos que se
otorguen permitan, por un lado, reunir los elementos necesarios para integrar la averiguación
previa; sin embargo, ese lapso de tiempo no puede llegar al extremo de causar una constante
incertidumbre para el inculpado. Por otro lado, dicho tribunal estima que el plazo de seis
meses obedece a que la reforma buscó que el Ministerio Público actuara con mayor celeridad
y precisión en la investigación del delito durante la fase de la averiguación previa.

Por su parte, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito al resolver el
amparo en revisión 280/2004, consideró esencialmente que el término para que opere la
prescripción se interrumpe con la captura del indiciado y que el mismo es de seis meses, de
conformidad con el segundo párrafo del artículo 82 del mismo Código Penal. Señala también
que el artículo 82 del citado código establece que, para el caso de los delitos culposos que se
cometen con motivo del tráfico de vehículos, la acción penal prescribirá en un plazo de seis
meses, cuando los conductores involucrados en el incidente permanezcan en el lugar de los
hechos hasta que el Ministerio Público tenga conocimiento de los mismos y les tome las
declaraciones correspondientes; regla que también opera en los casos en los que el Ministerio
Público no haya tenido conocimiento de los hechos y, por tanto, no se hayan tomado las
declaraciones correspondientes, siempre y cuando exista constancia fehaciente de que
permanecieron en el lugar de los hechos hasta que hubieran llevado a cabo la totalidad de las
investigaciones a cargo de las autoridades de vialidad respectivas.

A partir de los criterios anteriores, la Primera Sala determinó la existencia de la contradicción,


advirtió que su materia consiste en determinar si tratándose de delitos culposos que se
cometan con motivo del tráfico de vehículos, el plazo para la prescripción debe ser el de seis
meses previsto en el segundo párrafo del artículo 82 del código de referencia, o bien el de tres
años y tres meses previsto en el artículo 85 del mismo ordenamiento, una vez ejercida la
acción penal.

Cabe resaltar que adicionalmente, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer
Circuito determinó que el término para que opere la prescripción se interrumpe con el
ejercicio de la acción penal; mientras que el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Tercer Circuito consideró que el término de la prescripción se interrumpe con la captura del
indiciado. Como se verá en las consideraciones de este voto, tal cuestión toma suma relevancia
para efectos de lo que a mi juicio, debió resolverse en este asunto.
Así, la Primera Sala determinó que el tema de la contradicción de criterios consiste en
determinar si el delito culposo cometido con motivo del tráfico de vehículos (daños en las
cosas a título de culpa) prescribe en el plazo de seis meses a que alude el artículo 82, segundo
párrafo, del Código Penal para el Estado de Jalisco, sólo pudiendo ser interrumpido por el
cumplimiento de la orden de aprehensión a que se refiere el numeral 85 del citado código,
antes del vencimiento del término aludido, o bien, si habiendo consignación, se interrumpe el
término citado y corre el plazo ordinario de tres años tres meses, de conformidad con el
precepto 85 del ordenamiento citado.

La mayoría de los Ministros integrantes de la Primera Sala considera que la contradicción debe
resolverse en atención a las siguientes razones:

PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL TRATÁNDOSE DE DELITOS CULPOSOS COMETIDOS CON


MOTIVO DEL TRÁFICO DE VEHÍCULOS. EL TÉRMINO DE SEIS MESES CONTENIDO EN EL
SEGUNDO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 82 DEL CÓDIGO PENAL PARA EL ESTADO DE JALISCO
OPERA ÚNICAMENTE EN LA AVERIGUACIÓN PREVIA Y SE INTERRUMPE CON EL EJERCICIO DE LA
ACCIÓN PENAL. Si se atiende a dicho precepto, a la exposición de motivos que originó su
reforma publicada en el Periódico Oficial de la entidad el 12 de junio de 2003 y a las etapas
que integran el procedimiento penal en el Estado de Jalisco, se advierte que el término para
que opere la prescripción de la acción penal se interrumpe con la consignación de la
averiguación previa a la autoridad jurisdiccional, aun sin detenido, toda vez que si en ese
momento el Ministerio Público ejercita inicialmente la acción, no es dable afirmar que su
derecho prescribe mientras lo ejerce, pues la prescripción se actualiza ante su inactividad; esto
es, al consignar la averiguación previa, el agente del Ministerio Público realiza actos tendentes
a cumplir con su función y ello no puede considerarse como inactividad. Por otra parte, el
artículo 85 del Código Penal para el Estado de Jalisco establece que la prescripción se
interrumpe con la captura del indiciado, sin embargo, dicho supuesto se refiere al momento en
que es procedente llevar a cabo su detención, esto es, una vez que el Ministerio Público ejerció
la acción penal y consignó la averiguación previa, de manera que este precepto se refiere a
una etapa posterior a la consignación. En ese sentido, tratándose de delitos culposos
cometidos con motivo del tráfico de vehículos, el término de seis meses contenido en el
segundo párrafo del artículo 82 del código mencionado opera únicamente en la averiguación
previa y se interrumpe con el ejercicio de la acción penal por parte del Ministerio Público, y
una vez que consignado el expediente ante el Juez de la causa, el término para que opere la
prescripción es el previsto en el artículo 85 del citado código.

III. Consideraciones del presente voto


No se comparte el sentido de la mayoría por cuanto estima que en la averiguación previa, la
prescripción se configura al no ejercer la acción penal; es decir, una vez ejercida dicha acción
se interrumpe el término de la prescripción.

En lo concerniente a determinar en qué momento se interrumpe la prescripción tratándose de


los delitos culposos cometidos con motivo del tráfico de vehículos, si con el ejercicio de la
acción penal o bien, con el cumplimiento de la orden de captura del indiciado. Lo anterior, a
partir de lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo 82 del Código Penal para el Estado de
Jalisco.

En primer lugar, a partir del análisis de los criterios en contradicción y de las normas en que se
fundan, se concluye que:

- El artículo 82 del Código Penal para el Estado de Jalisco, en efecto, prevé una excepción a lo
previsto por el artículo 85 del mismo código. Dicha excepción consiste en que tratándose de
delitos culposos que se cometan con motivo del tráfico de vehículos, la prescripción de la
acción penal es de seis meses, siendo así, menor al término de tres años y tres meses.

- La regla genérica -aplicable a todos los delitos- prevé que la acción penal sólo puede
interrumpirse con la captura del indiciado.

El artículo 82, segundo párrafo, del Código Penal para el Estado de Jalisco, al disponer que la
prescripción de la acción penal es de seis meses, se refiere a que ese es el plazo en que
prescribe la acción en caso de que no se actualice el supuesto que la interrumpe. Así, el primer
tema de la contradicción consiste en determinar en qué momento se interrumpe el plazo de la
prescripción, si con el ejercicio de la acción o si con la aprehensión o captura del indiciado.
Para resolver tal cuestión, se estima necesario resolver a partir de qué momento comienza a
contar ese plazo de seis meses, susceptible de ser interrumpido.

Es preciso apuntar que las reglas sobre el cómputo de la prescripción deben interpretarse a la
luz de la naturaleza misma de esta figura. La sentencia de la mayoría realiza un análisis al
respecto. Ahí se advierte que la prescripción en materia penal es la autolimitación que el
propio Estado se impone para perseguir las conductas que puedan constituir delitos -
tratándose de prescripción de la acción penal-. Asimismo, se afirma que la prescripción opera
antes del ejercicio de la acción penal por el Ministerio Público y durante el procedimiento en
virtud de haber transcurrido los plazos legales sin que la representación social haya hecho uso
del imperativo que constitucionalmente le compete para perseguir delitos, cualquiera que sea
la causa de inactividad, o bien cuando una vez ejercida la acción penal y sea consignada ante el
Juez correspondiente, el procedimiento se suspende al sustraerse el inculpado de la acción de
la justicia. Así, se sostiene que la prescripción de la acción penal es la sanción que el propio
Estado genera por su inactividad, como un límite al ejercicio del ius puniendi.

El problema que a mi juicio se presenta con motivo de la presente contradicción, consiste en


determinar qué debe entenderse por inactividad del Estado. En ese sentido, estimo que por
inactividad debe entenderse la omisión en la actuación persecutoria. Lo anterior significa que
no resulta razonable considerar, como lo hace la mayoría, que sin importar las actuaciones
llevadas a cabo por el Ministerio Público en la investigación del delito, éste habrá de prescribir
si en seis meses no se ejerce la acción penal, o bien, si no se detiene al inculpado. El
razonamiento anterior confunde la figura de la caducidad con la de prescripción. El plazo para
la actualización de la prescripción -entendida como sanción ante la inactividad del órgano
acusador- habrá de computarse desde la comisión del delito, sólo si la autoridad omitió llevar a
cabo cualquier actuación orientada a su persecución. Contrario a lo que ocurre con la figura de
la prescripción, la caducidad se traduce en la extinción de las facultades por el mero transcurso
del tiempo, y no así, por la inactividad de los órganos del Estado. Ello, porque el plazo para su
culminación comienza a contar desde la comisión del delito sin que su cómputo pueda ser
interrumpido, es decir, se trata de un término fatal.

De acuerdo con el artículo 81 del código de estudio, los términos para la prescripción de la
acción penal serán continuos y se contarán desde el día en que se cometió el delito, si fuese
instantáneo; desde que cesó, si fuere permanente; desde el día en que se hubiese realizado el
último acto de ejecución, si fuere continuado; y desde el día en que se hubiese realizado el
último acto tendiente a la ejecución, si se tratare de tentativa.

Del precepto anterior en efecto, se advierte que el plazo para la prescripción comienza a
contar desde la comisión del delito, si éste es instantáneo. El delito culposo cometido con
motivo del tráfico de vehículos se trata de un delito de esta naturaleza, su comisión es
instantánea. No obstante, como ya se vio, esta regla no opera sino con la concurrencia de otro
supuesto; a saber: que la autoridad responsable omita perseguir el delito y llevar a cabo todas
las diligencias con tal fin en el plazo de seis meses. De no ser así, la legislación estaría
generando una obligación a cargo del Ministerio Público, que a mi juicio, resulta contraria a
toda razonabilidad; a saber que: se ejercite la acción penal aún sin contar con el material
probatorio suficiente que justifique la medida, con tal de evitar que el delito prescriba. Esto
genera un grave problema para la procuración de justicia. El Ministerio Público, aun habiendo
actuado y ordenado diligencias referidas tanto a la persecución como a la investigación, se
vería obligado a solicitar el ejercicio de la acción penal a partir de material probatorio
insuficiente.
Así, si el Ministerio Público encuentra datos de peso y relevancia para integrar una
investigación, habiendo transcurrido seis meses, no hay una razón justificatoria para
considerar que la acción penal ha prescrito.

Se comparte el análisis que la sentencia presenta sobre la naturaleza de la figura de la


prescripción; sin embargo, me parece que a partir de tal análisis, se llega a una conclusión
inadecuada. La prescripción, al ser el resultado de la inactividad represiva del Estado, implica
que su plazo no debe computarse si el Ministerio Público, ha comenzado a actuar, teniendo al
sujeto activo (potencial) a su disposición. Por el contrario, esta actuación la interrumpe. De tal
forma, el cómputo de la prescripción puede ser interrumpida ante la actualización del
supuesto que la ley prevea para ello -en este caso, ante la detención del inculpado-.

De conformidad con lo dispuesto por el artículo 85 del Código Penal para el Estado de Jalisco,
la prescripción se interrumpe con la captura del indiciado. Disiento con la forma en que la
mayoría interpreta el alcance del término "captura del indiciado". Ésta argumenta que dicho
supuesto (la captura del indiciado) se refiere al momento en que es procedente hacer la
detención del indiciado, esto es, una vez que el Ministerio Público ejerció la acción penal y
consignó la averiguación previa. Asimismo, se dice que dicho precepto se refiere a una etapa
posterior a la consignación y no a una anterior en la que todavía no procede la detención del
indiciado (salvo los casos previstos expresamente en los artículos 145 y 146 del Código de
Procedimientos Penales para el Estado de Jalisco, que se refieren a los supuestos de excepción
en los cuales el propio Ministerio Público procederá al aseguramiento del inculpado ante el
riesgo de que el indiciado pueda sustraerse de la acción de la justicia).

A mi juicio, el término de captura no necesariamente está referido a la actuación consistente


en el ejercicio de la acción penal, como consignación con o sin detenido. Lo anterior, en razón
de lo dispuesto por el artículo 82 del código de estudio. Considero que el supuesto que se
prevé -al cual le es aplicable una regla especial de prescripción- sólo se actualiza si los sujetos
involucrados deciden permanecer en el lugar de los hechos, y quedar a disposición del
Ministerio Público. Esto adquiere relevancia porque basta con que los sujetos involucrados
permanezcan en el lugar de los hechos, para afirmar que han quedado a disposición del
Ministerio Público por lo que hace a los efectos de la averiguación previa. A mi juicio, con esta
actuación se interrumpe el término para la prescripción de la acción penal. Lo anterior, es
resultado de que la disposición en comento prevé que la regla especial de prescripción, debe
aplicarse exclusivamente para los conductores involucrados en el incidente, que permanezcan
en el lugar de los hechos hasta que el Ministerio Público tenga conocimiento de los mismos y
les tome las declaraciones correspondientes.

La mayoría busca sostener su dicho con base en un precedente que a nuestro juicio no se
ajusta con la litis del asunto que ahora se trata. Así, se cita el criterio vertido en la
contradicción de tesis 83/2005-PS, entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales
Colegiados ambos en Materia Penal del Sexto Circuito, en la cual se determinó mediante
jurisprudencia que, si se considera que el ejercicio de la acción penal se inicia con la
consignación, resulta incongruente estimar que ésta no interrumpe la prescripción de la acción
penal. Lo anterior, toda vez que sería tanto como estimar que el derecho prescribe mientras se
ejerce. Se sostuvo que la prescripción sólo se configurará por no ejercerse la acción penal y se
interrumpirá con el inicio de su ejercicio, esto es, con la consignación.

Desde mi punto de vista, el hecho de que tal criterio resultara de la interpretación a la


legislación del Estado de Puebla, sí marca una diferencia trascendente en el resultado que en
el presente asunto debe obtenerse. Con independencia de que ambos ordenamientos guarden
similitud, no cabe hacer extensivo a esta sentencia, lo que en tal contradicción se estimó.

La mayoría sostiene que tanto en el artículo 137 del Código de Defensa Social de Puebla, como
el artículo 85 del Código Penal para el Estado de Jalisco, establecen que es la aprehensión del
acusado la que interrumpe la prescripción. Desde mi punto de vista, cabe hacer una precisión.
El artículo 85 de la legislación de Jalisco dispone a la letra que:

"Artículo 85. La prescripción de la acción penal nunca podrá ser inferior a tres años tres meses
y sólo podrá interrumpirla la captura del indiciado."

En aquella contradicción, el tema a dilucidar consistía en determinar si la prescripción de la


acción persecutoria se interrumpe con la consignación o sólo con la aprehensión como
expresamente lo señala el artículo 137 del Código de Defensa Social del Estado de Puebla.

Así, el problema de aquella contradicción versaba sobre el momento en que el plazo para la
prescripción se interrumpe. Se determinó que la prescripción sólo se configurará por no
ejercerse la acción penal y se interrumpirá con el inicio de su ejercicio, esto es, con la
consignación. El problema interpretativo versaba sobre los actos que implicaban el ejercicio de
la acción penal; todo ello, en aras de conocer a partir de qué actuaciones se interrumpe la
prescripción. No obstante, el análisis de aquel asunto estaba vinculado con las disposiciones
propias de la legislación del Estado de Puebla. En ese sentido, el resultado derivó de una
interpretación sistemática y no restrictiva de lo dispuesto por el Código de Defensa Social de
Puebla. La regla no es aplicable de manera absoluta; máxime cuando -como en el caso de
Jalisco- se tiene una regla especial de prescripción aplicable a un supuesto que para
constituirse, necesita que se efectúen actuaciones por parte del Ministerio Público que en
abstracto, implican la "captura" del indiciado.
En relación al segundo punto de la contradicción, consistente en determinar si, solamente
tratándose del momento procesal anterior a la consignación opera el término de seis meses
previsto en el citado artículo 82, párrafo segundo; o bien opera también en cada etapa del
proceso. Al respecto, tampoco se comparten las consideraciones contenidas en lasentencia.
No parece acertado afirmar que el término de seis meses a que se refiere el segundo párrafo
del artículo 82 citado solamente opera en tanto no se haya ejercido la acción penal pero una
vez ejercida ésta (una vez hecha la consignación ante el Juez) opera el término general de la
prescripción previsto en el artículo 85 mencionado, que es de tres años, con tres meses.

En atención al principio lex specialis derogat lex generalis no perece adecuado sostener que
una vez ejercida la acción penal, es decir, una vez hecha la consignación ante el Juez, opera el
término general de la prescripción previsto en el artículo 85 mencionado, que es de tres años,
con tres meses. A mi juicio, resultaba acertado afirmar que el término de seis meses a que se
refiere el segundo párrafo del artículo 82 citado, opera antes y después del ejercicio de la
acción penal. Es decir, obviando un criterio de aplicación que tenga como sustento el
momento procesal en que se pretenda actualizar.

Das könnte Ihnen auch gefallen