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FILOSOFÍA

Alumna: Colque Agustina Del Milagro


Curso: 5,1 B-H
Ojo Por Ojo Y Todo El Mundo
Acabará Ciego.
La pena de muerte tiene su origen en el término
latino “poena” y hace referencia al castigo que es
establecido por un juez o un tribunal, y que tiene
como fin sancionar a aquel que haga cometido
un delito o una falta.
Tiene sus orígenes con la Ley del Talión (“Ojo por ojo,
diente por diente”).
Jesse Tafero:
En mayo de 1990, Tafero fue ejecutado en la silla
eléctrica en Florida después de ser acusado de asesinar
a dos policías.
Todo ocurrió cuando los oficiales Phillip Black y
Donald Irwin registraron el coche de Tafero y su amigo,
Walter Rhodes, encontrando varios kilos de droga y
armas. Los oficiales recibieron un disparo cada uno y
los delincuentes escaparon; los arrestaron, pero Tafero
fue el único condenado a muerte.
Durante la ejecución en la silla algo falló, y Jesse perdió
la vida después de más de quince minutos, por lo que el
sufrimiento fue aún mayor. Unos años más tarde se
descubrió que quien en realidad realizó los disparos fue
el compañero de Tafero, Walter Rhodes, convirtiéndose
este caso en uno de los más sonados en materia de
ejecución por pena de muerte en Estados Unidos.
Error de Texas:
El de Carlos es otro caso indignante. Él fue acusado de
asesinar a puñaladas a Wanda López, una joven
empleada de una gasolinera en la ciudad de Corpus
Christi. El acusado desde un principio sostuvo su
inocencia y hasta decía conocer al asesino, pero se negó
a revelar su identidad por miedo a una venganza; y
aunque las pruebas contra él nunca fueron
concluyentes, su parecido físico con el auténtico
culpable, Carlos Hernández, no permitieron que fuese
salvado a tiempo. Fue ejecutado con una inyección letal
en 1989, seis años después de ocurrido el crimen.
Sin embargo, ni su familia ni los periodistas cesaron en
la búsqueda de pruebas y un trabajo de James
Liebmen, publicado en la Columbia Human Rights Law
Review, prueba que tenían razón. De hecho, Hernández
mismo confesó a sus compañeros de prisión, antes de
morir a causa de una cirrosis en 1999, haber realizado
el crimen. Liebmen espera que su trabajo aliente a los
estadounidenses a pensar más profundamente sobre la
pena de muerte.
"No hay evidencias sólidas que indiquen que la
pena de muerte haga disminuir la tasa de
delincuencia. En varios países en donde se aplica
la pena capital, los índices de asesinatos son más
elevados que en aquellos que no adhieren al
método", señaló David Fathi, director del
programa sobre pena de muerte que lidera desde
Washington Human Rights Watch.
La brutalización de la sociedad. Quienes se
oponen a la pena capital sostienen que lejos de
proteger a sus miembros, el castigo embrutece a
la sociedad. Aducen que los homicidios
sancionados por el Estado sólo sirven para
fomentar el uso de la fuerza y permitir que
continúe el ciclo de violencia, y terminan
desensibilizando y deshumanizando a los
oficiales y jueces involucrados en el sistema que
aplica la medida.

Si matar es malo… ¿Por qué matar a los que


matan?
¿No es más cruel encerrar a alguien durante
largo tiempo o de por vida que ejecutarlo?.
Si fueras un juez… Dependiendo de la situación
y delitos ¿Serias capaz de sentenciar a alguien a
la pena de muerte?
¿Pueden la sociedad y el Estado matar al mismo
como retribución a las víctimas y la sociedad?
Mi idea es que matar al que mata no retribuye
en nada a las víctimas y por el contrario deja una
herida moral en la sociedad.
¿Cómo justificas la pena de muerte?.
¿Qué ventajas tiene?

Funciones del estado:


Siguiendo las teorías contractualistas el Estado
se creó con el fin de velar por nuestra
SEGURIDAD.
Un Estado que puede cometer ASESINATOS
LEGALES es un peligro para los ciudadanos.

JUSTICIA VS VENGANZA
La pena de muerte no es justicia, sino es
VENGANZA.
El Código Penal de un Estado de Derecho no
puede estar basado en los deseos de venganza.

LA Iglesia Católica:
JESÚS EN SU ENSEÑANZA ABOLIO LA PENA
DE MUERTE, SOSTENIENDO EL MANDATO
DEL AMOR Y EL PERDON QUE PROSCRIBEN
LA VENGANZA. (Juan 8:3-11)
EN LA ACTUALIDAD, LA DOCTRINA
CATÓLICA BAJO EL PONTIFICADO DE JUAN
PABLO II, (EVANGELIUM VITAE), DENUNCIA
EL ABORTO, LA PENA DE MUERTE Y LA
EUTANASIA COMO FORMAS DE HOMICIDIO
INACEPTABLES PARA UN CATÓLICO.

La experiencia de un Medico:
El Dr. Abdul H. Hussain, siendo un joven
médico de la prisión de Ceilán (hoy Sri Lanka)
fue requerido por la dirección para la atención
medica de reclusos sentenciados a morir. Debía,
además, presenciar la ejecución y luego firmar el
certificado de defunción.
El papel que debió cumplir como funcionario de
la prisión en aquella oportunidad aun hoy le
produce grandes perturbaciones.
Experimenta un sentimiento de culpa y se siente
ultrajado por haber sido utilizado siendo un
joven profesional de la medicina y, por lo tanto
inmaduro. Afirma que hoy preferiría ir a la
cárcel si se viera nuevamente enfrentado a la
situación que le toco vivir, antes que cumplir con
ella.
El Dr. Hussain se siente cual homicida y deplora
su propia debilidad al no haber actuado de otra
manera…
“Expresa que como medico se veía a sí mismo
como alguien que cura y alivia el sufrimiento
humano. Pero que, en el caso que le toco vivir, le
requirieron para que acelerara el proceso de
quitar la vida a una persona y le resulta difícil
superarlo“.

"La muerte y la violencia no erradican el


problema del delito"
Opinó Alberto Bovino, un reconocido procesalista de la
Argentina, para quien la violencia que comporta la
ejecución se encuentra absolutamente naturalizada
porque pareciera que es aceptable matar bajo
determinadas circunstancias. "Acá el Estado tiene
permiso para matar y puede hacer lo que quiera
gratuitamente, pensando que la muerte de una persona
soluciona algo. La muerte y la violencia no erradican el
problema", afirmó. Y agregó: "Que el Estado emita ese
mensaje no me parece muy consecuente con una
sociedad que habla de la solidaridad con el prójimo".
"La pena de muerte es más fuerte que el homicidio en
sí, porque el Estado es quien termina haciendo lo
mismo que el acusado, lo que resulta mucho peor",
destacó Bovino.
También coincidieron en que no hay que olvidarse que
la medida implica un proceso irreversible, además de
representar el más severo de los castigos conocidos y
quitar toda posibilidad de redención al condenado que
comete un crimen.
"Está mal imponer una pena que después no pueda
revertirse, sobre todo cuando después se descubre que
hubo un error procesal de por medio", concluyó David
Fathi.
El Papa Juan Pablo II escribió que "la experiencia del
pasado y de nuestro propio tiempo demuestra que la
justicia sola no es suficiente, que incluso puede
conducir a la negación y a la destrucción de sí misma, si
ese poder más profundo, que es el amor, no es
permitido configurar la vida humana en sus
dimensiones diversas."

Si bien es cierto que quitar la vida es fácil, aunque


devolverá es imposible
¿Sabías que?… Un estudio calcula que los
inocentes sentenciados a muerte son más de los
que se suponía. Este trabajo señala otro grave
error del sistema judicial de EEUU: el 2,5% de
los condenados al patíbulo son inocentes que se
tendrán que conformar con cadena perpetua.
A pesar de que el crimen pertenece a la
naturaleza y el instinto animal, la LEY
HUMANA no pretende imitar la naturaleza. Si
bien es cierto la Ley está hecha para corregirla.

No es correcto suponer que personas que


cometen delitos tan graves como el asesinato lo
hacen tras haber calculado racionalmente sus
consecuencias. A menudo los asesinatos se
cometen en momentos en que las emociones
vencen a la razón o bajo la influencia de las
drogas o el alcohol. Algunas personas que
cometen delitos violentos son sumamente
inestables o padecen enfermedades mentales.
Por otra parte, quienes sí cometen graves delitos
premeditadamente pueden decidir hacerlo a
pesar de los riesgos, por creer que no van a ser
capturados. En estos casos, la clave de la
disuasión es aumentar las probabilidades de que
los localicen, los detengan y los declaren
culpables.

El hecho de que no existan pruebas claras que


demuestren que la pena de muerte tiene un
especial efecto disuasivo indica la inutilidad y el
peligro que entraña basarse en la hipótesis de la
disuasión para desarrollar una política pública
sobre la pena de muerte. La pena capital es un
castigo duro con el delincuente, no con el delito.

Es verdad que el Estado está obligado a proteger


a los ciudadanos al igual que tienen un deber de
reintegrar a los delincuentes a la sociedad y al
aprobarse la pena de muerte el estado estaría
faltando a esta responsabilidad.

Todos tenemos derecho a pensar diferente si


estar en contra o a favor de la pena de muerte.
Pero eso sí, no podemos acabar con los
problemas eliminándolos sino resolviéndolos.
A mi modo de entender la pena de muerte aún
alivia a la persona acusada el cual sabe que en
cualquier momento dejará de existir y al mismo
tiempo también dejará de estar preso entre las
mismas paredes y rejas, pero si es condena
perpetua sabe que sólo le darán el último paseo
con su propia muerte la cual puede durar
muchos más años de los que uno mismo puede
meditar en que le llegará. Creo que es más
suplicio lo último que lo primero, aparte de que
nadie es dueño de quitar la vida a otra persona,
por muy criminal o terrorista que sea.
Dicen que la vida es un derecho fundamental y
obvio que lo es, aunque la persona sentenciada
haya estado en contra de este derecho al quitarle
la vida a otra persona o haya cometido cualquier
otro crimen grave... no crees que el gobierno
también estría irrespetando esta ley a procesar
el castigo? claro que si ¿verdad?...

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