Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
económicas sufridas en América Latina durante la década de 1980 (y que para algunos países
continuaron hasta bien entrada la década siguiente). En general las crisis se componían
de deudas externas impagables, grandes déficit fiscales y volatilidades inflacionarias y de tipo
de cambio, que en la mayoría de los países de la región era fijo.
Índice
[ocultar]
1En general
2Por país
o 2.1Argentina
o 2.2Brasil
o 2.3Chile
o 2.4México
o 2.5Perú
o 2.6Venezuela
3Referencias
En general[editar]
Durante los 70, el alza del precio de las materias primas (principalmente el petróleo) y el
abaratamiento del dólar desembocó en el arribo masivo de divisas a Latinoamérica, región que
por aquel entonces se debatía entre mantener el desgastado modelo de industrialización
dirigido desde el Estado o adoptar un modelo de libre mercado.
Para 1980, el menor precio de las materias primas y el alza de las tasas de interés en los
países industrializados generó una fuga de capitales, lo que provocó una masiva depreciación
de los tipos de cambio, aumentando el tipo de interés real de la deuda, situación agravada por
la presencia de burocracias excesivamente grandes o el colapso industrial provocado por su
incapacidad de competir con productos importados.
En respuesta a la crisis, la mayoría de las naciones debieron abandonar sus modelos
económicos de industrialización por sustitución de importaciones y adoptaron una estrategia
de crecimiento orientada hacia las exportaciones, estrategia fomentada por el Fondo
Monetario Internacional, aunque hubo excepciones como Chile o Costa Rica que brevemente
adoptaron estrategias reformistas. La tasa de crecimiento real del PIB (Producto Interno Bruto)
para la región fue de sólo 2,3% entre 1980 y 1985. Entre 1982 y 1985, América Latina pagó
108 mil millones de dólares en obligaciones vencidas.
Para inicios de la década de 1990, América Latina ya estaba recuperándose de la crisis, la
cual sin embargo reconfiguró el panorama económico de la región: Aquellos países que
previamente habían sido las potencias regionales
como Argentina, México y Venezuela quedaron con diversas secuelas que no han sido
superadas, mientras que naciones más rezagadas como Chile, Brasil, Perú y Colombia han
destacado en las últimas décadas por un alto crecimiento económico y un mayor bienestar
social.
Varias publicaciones, incluyendo El País y CNN (en Español), han indicado que el decenio a
partir de 2012 marcaría una "segunda década perdida" para la región, con una estrepitosa
caída de los índices económicos regionales luego de años de estabilidad (e incluso auge en
algunos casos) debido a la alta demanda de materias primas por parte del mercado asiático,
principalmente de China así como el debilitamiento de las monedas de países industrializados
luego de la crisis de 2008. Si bien esta situación se debe en parte a una menor demanda
de commodities, también se ha indicado que las políticas populistas de los estados
latinoamericanos también han contribuido a la crisis al aumentar la deuda.
Por país[editar]
Argentina[editar]
El Proceso de Reorganización Nacional, que había tomado el poder en 1976, inició una serie
de reformas macroeconómicas, principalmente mediante un proceso de apertura económica
marcado por la masiva llegada de importaciones, lo que provocó el declive de la industria
nacional, con un importante aumento del desempleo sumado a numerosas corridas bancarias
y quiebras empresariales. El hecho de que la inflación siguiera alta, pese a ser menor que a
mediados de la década de 1970, provocó un intenso malestar social, el cual se agudizó tras la
fallida Guerra de las Malvinas en 1982, lo cual selló el retorno de la democracia al año
siguiente.
Al asumir Raúl Alfonsín en 1983, se intentó reactivar el modelo de sustitución de
importaciones, sin muchos resultados. En 1985 fue lanzado el "Plan Austral", concebido bajo
la supervisión del FMI. Pese a su éxito inicial, una política económica demasiado expansiva
provocó que la Argentina no pudiese concretar sus pagos, lo cual se tradujo en un gradual
deterioro económico que llegaría a su más álgido punto entre 1989 y 1990, con dos
escenarios de hiperinflación.
En 1989 fue electo Carlos Saúl Menem, quien luego de un nuevo acuerdo con el FMI en 1990
emprendió una serie de políticas neoliberales como la masiva privatización de empresas
públicas y la paridad del peso y el dólar, lo cual redujo la inflación a costo de un mayor
desempleo. Sin embargo, una tasa de cambio sobrevaluada y un aparato estatal obsoleto y
corrupto contribuyeron a que el crecimiento fuera más bien artificial, hecho que quedó
manifestado con la crisis de 1998-2002.
Véase también: Economía de Argentina
Brasil[editar]
Durante los 70, el régimen militar aprovechó los altos precios del petróleo para explotar sus
"ventajas comparativas" con el objetivo de profundizar su industrialización y así conseguir un
elevado crecimiento económico entre 1974 y 1980, a costa de un endeudamiento y una
inflación crecientes.
Para 1981, Brasil se vio en graves problemas para pagar sus obligaciones al subir la tasa de
interés, lo que derivó en la imposición de un plan de austeridad que intentó infructuosamente
reducir los abultados deficits fiscales. La situación económica causó una importante crisis
política que en 1985 puso fin a 20 años de mandato militar en Brasil y el regreso de la
democracia al alero del Partido Social Demócrata.
Para entonces, se hizo imperativa la necesidad de adoptar una política fiscal que pudiera
mantener al sector público sin recurrir a la inflación. El "Plan Cruzado" de 1986 fue el primero
y más importante de tres shocks económicos de tendencia heterodoxa emprendidos con el
objetivo de neutralizar la inflación mediante controles de precios. Sin embargo, una serie de
errores (principalmente el ignorar la situación del sector público) significó el fracaso de estos
mientras la inflación seguía acelerándose a fines de los 80.
En 1990, el gobierno de Fernando Collor de Mello inició una serie de reformas
libremercadistas, que intentaron remediar, entre otras cosas, el retraso tecnológico de Brasil
producido por el estricto proteccionismo de los 70 y 80. Si bien la inflación finalmente fue
controlada, los recortes sociales y la escasez de dinero causaron una crisis de carácter
político y social que se mantuvo tras la destitución de Collor en 1992. Su sucesor, el
vicepresidente Itamar Franco nombró como Ministro de Finanzas a Fernando Henrique
Cardoso, quien entre 1993 y 1994 desarrolló el Plan Real, el cual estabilizó la economía
mediante una mayo liberalización económica, paridad con el dólar y balanceo presupuestario.
Chile[editar]
La Crisis económica de Chile de 1982 tuvo lugar durante el Régimen Militar encabezado por el
general Augusto Pinochet, luego de años de reformas económicas de tipo neoliberal. Entre
1978 y mediados de 1981, la economía pasó por un período de expansión económica
("milagro chileno") marcado por el bajo precio del dólar. Sin embargo, para fines de 1981 la
alza de las tasas de interés y el menor precio del cobre provocaron un sobreendeudamiento.
En junio de 1982, el precio del dólar subió de $39 a $78, lo que sumado a la desventajosa
situación de la industria nacional frente a las importaciones significó una técnica paralización
de la economía, frente a la cual el gobierno intentó sortear con medidas de corte keynesiano.
El 13 de enero de 1983, el Estado chileno realizó una masiva intervención de los bancos,
interviniendo cinco y disolviendo otros tres.1 Para 1984 el Estado controlaba más la economía
que el gobierno socialista de Salvador Allende previo al golpe militar. Debido a los escasos
resultados de las reformas, a partir de 1985, el gobierno modificó el rumbo económico con el
nombramiento de Hernán Buchi como Ministro de Hacienda, trayendo consigo un largo
período de alto crecimiento económico.
Los partidarios de la política neoliberal del Régimen Militar han sostenido que la crisis nació
fuera de Chile y afectó a toda Latinoamérica en la llamada década perdida. Los
historiadores Gabriel Salazar y Julio Pinto han respondido que este tipo de crisis son
debilidades inherentes del modelo neoliberal, o en su defecto, de su brusca implementación.
Fue la peor crisis económica en Chile desde la Gran Depresión de 1929. El PIB chileno se
redujo un 14,3% y el desempleo aumentó al 23,7%. La crisis ha sido indicada como el
detonante de una ola de protestas contra el gobierno militar, que se extendieron por años al
mantenerse deficientes los indicadores sociales aunque la economía experimentó un alto
crecimiento a partir de 1985.
Véase también: Economía de Chile
México[editar]
Concretamente, la década pérdida, se explica desde el comienzo de la quiebra mexicana en el
año 1982, cuando no pudo afrontar definitivamente los pagos de su deuda externa, con los
organismos internacionales y otros entes. Esta bancarrota fue consecuencia en primer
término, de un aumento de las tasas de interés que se llevaron a cabo en muchos de los
países industrializados, por distintos problemas económicos, que ocasionó que los capitales
fluyeran hacia mejores posibilidades de rentabilidad a corto plazo.
Así, dentro de este marco coyuntural de la economía internacional, debemos distinguir al
menos cuatro momentos, que se desarrollan a continuación. Siendo cada uno de estos,
esencial en el transcurso de la historia política, económica, institucional y social de los países
con problemas de desarrollo.
Después del auge petrolero previo al Gobierno del presidente mexicano José López
Portillo (desde 1976 a 1982), el Gobierno mexicano empezó a depender en gran medida de la
exportación petrolera para apoyar las necesidades financieras en el país. Estas exportaciones
se dirigieron sobre todo hacia los Estados Unidos, aprovechando los altos precios del petróleo
debido principalmente a la crisis del petróleo de 1973.
Cuando el mercado finalmente se estabilizó, reduciendo así los altos precios del barril de
crudo, la estabilidad financiera del país estaba en peligro. La diversificación de los ingresos
habría evitado el problema, pero debido a la incapacidad de otros sectores productivos para
compensar la reducción de esta ganancia, México tuvo que devaluar la moneda que para
entonces alcanzó niveles históricos. En 1981, el peso mexicano se devaluó en un 500% poco
después que López Portillo declarara que defendería el peso "como un perro". Dadas estas
circunstancias, López Portillo nacionalizó todas las instituciones financieras en 1982, durante
su último discurso público a la Nación.
Durante el siguiente período, el presidente Miguel de la Madrid trató de atraer la inversión
extranjera y propiciar nuevos acuerdos comerciales, que culminó con el ingreso de México en
el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) en enero de 1986, y
propuso su "Pacto de Solidaridad Económica" en 1987, el cual finalmente pudo controlar la
inflación, que alcanzó un promedio del 100% hasta esa fecha.
Sin embargo, no fue hasta fines de 1989 cuando la economía se estabilizó mediante la puesta
a cabo de reformas neoliberales por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, generando altos
niveles de crecimiento que se mantuvieron hasta 1993. No obstante, la pesada burocracia y
una tasa de cambio sobrevaluada por la paridad del nuevo peso y el dólar junto a la
inestabilidad política en el norte del país detonaron una crisis económica en 1994, que afectó
a la economía de toda América y ha impactado a la economía mexicana hasta la fecha.
Véase también: Economía de México
Perú[editar]
Con el retorno de la democracia en 1980, el Presidente Fernando Belaúnde Terry intentó
emprender reformas neoliberales para modernizar la economía. Sin embargo, la pesada
herencia del régimen anterior y la crisis de la deuda provocaron un importante deterioro
económico, agravado por el fenómeno de "El Ñiño", que devastó la agricultura y la escalada
terrorista de Sendero Luminoso.
La persistente inflación llevo a la introducción del inti como moneda nacional en 1985 en
reemplazo del sol antiguo. Aquel año asumió (por primera vez) Alan García como Presidente,
con un programa económico heterodoxo que buscaba un mayor gasto fiscal y la limitación de
los pagos de la deuda externa. Sin embargo, su gobierno fue marcado por la hiperinflación y el
aumento de la pobreza, la cual pasó del 41% al 55% entre 1985 y 1991, año de la introducción
del nuevo sol.
En 1990 fue electo Alberto Fujimori. Para entonces, el ingreso per cápita en Perú era de $720
dólares, nivel comparable al de 1960. Fujimori implementó drásticas reformas liberalizadoras
como importantes recortes presupuestarios, la privatización de empresas, la eliminación de
restricciones a la inversión privada y el fin del proteccionismo, medidas que si bien
mantuvieron a raya la inflación, cabe notar que muchas de estas fueron realizadas de forma
antidemocrática luego del "autogolpe" de 1992.
Véase también: Economía de Perú
Venezuela[editar]
La economía venezolana aprovechó los altos precios del petróleo durante la crisis petrolera de
la década de 1970 y del superávit que esta le proveía; esto fue el detonante para que el
Gobierno de Carlos Andrés Pérez nacionalizara las industrias básicas y se endeudara con el
exterior en una época conocida como la "Venezuela Saudí".
En 1981 y 1982 el crecimiento fue prácticamente nulo, y para 1983 la deuda externa se tornó
impagable, por lo que el gobierno del Presidente Luis Herrera Campins se vio obligado a
devaluar la moneda en el episodio conocido como el "Viernes Negro". Desde ese momento y
hasta finales de la década de 1990, la crisis económica fue una vorágine de sucesivas
devaluaciones y una volatilidad inflacionaria, lo que llevó a que se perdieran miles de empleos
y el país cayera en una grave situación de pobreza, de la cual algunos economistas y políticos
creen que el país no se ha recuperado completamente. Algunas de las políticas empleadas
para frenar los efectos estructurales fueron controles de cambio emprendidas por Herrera
Campins y un control de precios llevado a cabo por su sucesor Jaime Lusinchi, medidas que
devinieron en corrupción administrativa y mercado negro de bienes y divisas. Sin embargo la
quiebra estructural del mercado interno, la falta de Soberanía Económica y Alimentaria,
generó una escasez gradual.
En 1988 resulta electo (por segunda vez) Carlos Andrés Pérez en los comicios presidenciales
del 4 de diciembre con 3.879.024 votos (52,91% de los sufragantes), una cifra muy alta
lograda con un discurso populista que apelaba a la justicia social, así como el recuerdo de la
bonanza vivida en su gobierno. Con este gran respaldo electoral, el gobierno de Pérez, en
lugar de buscar un cambio hacia la inclusión social, giró a liberar la economía a diferencia de
su primer gobierno, imponiendo su desregulación a través de un programa de ajustes
macroeconómicos promovido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que se le llamó
"Paquete Económico" incluyendo decisiones sobre política cambiaria, deuda externa,
comercio exterior, sistema financiero, política fiscal, servicios públicos, privatizaciones y
política social.
A solo pocas semanas de asumir el gobierno el entonces Presidente Pérez, se decide poner
en práctica de manera inmediata el paquete de ajustes y medidas económicas. El 26 de
febrero de 1989 el Ministerio de Energía y Minas anuncia el alza en 30% de los precios de la
gasolina y el incremento de las tarifas del transporte público urbano e inter-urbano también en
un 30% a partir del 27 de febrero, válido para los 3 meses siguientes, después de los cuales
podrían aumentarse hasta el 100%.
La incomprensión de las medidas impuestas por el gobierno y la creciente tasa de pobreza
originaron protestas populares, saqueos y la posterior masacre perpretada el día 28 de febrero
cuando fuerzas de seguridad de la Policía Metropolitana, Fuerzas Armadas del Ejército y de
la Guardia Nacional salieron a las calles a controlar la situación. Aunque las cifras oficiales del
llamado Caracazo reportan 276 muertos y numerosos heridos, algunos reportes extraoficiales
hablan de más de 300 personas fallecidas y 3000 desaparecidas.
COLOMBIA
El presente diagrama muestra el estado económico de Colómbia frente a otros países de
Latinoamerica.
CONCLUSIONES
Ningún país esta exento de sufrir una crisis social o economica. Simplemente el secreto para poder
superarlas es tener planes contingenciales que funcionen a largo plazo, creando politicas que sean
adaptables a diferentes circunstancias y evitar que el desarrollo interno del país dependa de un solo
sector. Es importante tener bases solidas, capacitarse y tecnificarse para sortear tiempos de crisis.
Índice
[ocultar]
Fujimorismo[editar]
Artículo principal: Gobierno de Alberto Fujimori
Primer gobierno[editar]
Véase también: Elecciones Generales 1990 (Perú)
En las elecciones de 1990, Alberto Fujimori derrota al candidato favorito Mario Vargas Llosa.
El oficialista Luis Alva Castro, a pesar de la gran impopularidad del gobierno, obtiene cerca del
20% del electorado, dándole al APRA importante presencia en el Parlamento.
El domingo 5 de abril de 1992, el Congreso de la República fue disuelto por el entonces
Presidente de la República Alberto Fujimori, citando como justificación la falta de voluntad
política del Congreso y la crítica situación de emergencia por el terrorismo de Sendero
Luminoso y el MRTA. Este hecho marcó un quiebre constitucional en el país y para algunos se
trató de un golpe de estado dado con el apoyo del ejército.
Sin embargo, para gran parte de la población en ese entonces, el cierre del Congreso era
necesario para luchar contra el terrorismo y contra la corrupción.
Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación
acreditada.
Este aviso fue puesto el 19 de julio de 2008.
Fujimori logra ser electo nuevamente Presidente en las elecciones de 1995 por un apoyo del
electorado peruano del 53% frente a un 14% del candidato opositor el ex Secretario General
de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar. Un conflicto con el Ecuador y fin a las
hostilidades para firmar un tratado de paz definitivo, la crisis de la Embajada Japonesa por
parte del MRTA que atrajo la atención del mundo entero, ya continuación de las políticas
económicas del gobierno anterior, marcaron este segundo período de Fujimori. En el
año 2000, Fujimori toma la controvertida decisión de postular para un tercer mandato. Tras
una campaña empañada con acusaciones de fraude electoral, Fujimori vence en segunda
vuelta a su más cercano contendor, Alejandro Toledo en vista del retiro de la segunda vuelta
por éste (nunca oficializada ante el Jurado Nacional de Elecciones), ya que consideraba que
las elecciones habían sido fraudulentas.
En abril de 2006 tiene lugar la primera vuelta de las elecciones generales de 2006, en las que
surge sorpresivamente la figura del militar retirado de ideas nacionalistas y populistas Ollanta
Humala por la alianza del recién fundado Partido Nacionalista y del partido Unión por el Perú.
De igual manera, en un reñida contienda electoral, Alan García candidato de centro
izquierda del Partido Aprista Peruano logran desplazar de la segunda vuelta a la candidata
de centro derecha Lourdes Flores de la alianza Unidad Nacional.
La segunda vuelta se caracteriza por las fuertes disputas entre Ollanta Humala y Alan García,
en las que interviene el presidente venezolano Hugo Chávez en contra de García y a favor de
Humala. Esta situación es aprovechada por García para ganar el apoyo de la derecha. Un
debate televisivo es llevado a cabo entre los candidatos, el tercero en la historia política del
país (Anteriormente se habían llevado a cabo en la segunda vuelta de las elecciones
de 1990 y de 2001). El domingo 4 de junio tiene lugar la segunda vuelta en la que García
vence a Humala.
El viernes 28 de julio de 2006, Alan García vuelve a asumir la presidencia del Perú. Este
gobierno se caracteriza por el hecho de que su partido no tiene mayoría en el Congreso del
República, teniendo que depender de alianzas con las demás agrupaciones políticas y
teniendo al nacionalismo de Ollanta Humala como principal fuerza opositora, en continuo
debilitamiento.