Marxismo, Multiculturalismo, Interculturalidad, Realismo

Según la teoría marxista el derecho es entendido como un instrumento de represión usado por los
“burgueses” para mantener el statuo quo; los derechos, en su potencial desarrollo, no son una
ganancia en términos de derechos humanos. Marx, a partir de una revisión a la filosofía del Estado
de Hegel, adopta una posición dialéctica de corte materialista en el dilema “Estado -Sociedad
Civil”. Esto se refiere a que la oposición entre estas dos esferas es material y no un simple ideal
lógico que propone una mediación organizativa. A partir de esta revisión, Marx critica las
declaraciones de derechos surgidas de las revoluciones burguesas, debido a que estas alienan al
hombre, en la medida que lo predican como un hombre separado del hombre, separado de la
sociedad. Así, el fundamento de estos nuevos derechos que se predicaban como estandarte de la
emancipación política, reproducen en su seno una sociedad burguesa, que no favorece a los
derechos humanos, sino que por el contrario reafirma posiciones dominantes que se instituyen
como imprescriptibles e inalienables. Así, la emancipación política, propia de los derechos
humanos, no desarrolla un hombre genérico, es decir, al hombre en sociedad. Por resta razón se
debería destruir una organización estatal y su derecho, y avanzar a una nueva forma de
organización social.

La interculturalidad en los derechos, se enmarca en los debates sobre el reconocimiento

trata entre un derecho dialogado entre diferentes culturas en igualdad de condiciones ya que
algunos conceptos de derechos pueden discriminar o rechazar los derechos. Esto se soluciona
mediante la adopción de una perspectiva intercultural, donde se tengan en cuentas las
situaciones particulares de las distintas partes afectadas. Sin embargo, a diferencia del
multiculturalismo, esta no solo se refiere al reconocimiento de la cultura, sino también a
garantizar un dialogo justo, que promueva la igualdad de condiciones entre las partes implicadas.

La teoría decolonial de los derechos, parte del presupuesto de que las relaciones de dominación
presentes en la colonia se mantienen al día de hoy. Es decir, si bien se puede hablar de una
autonomía política del colonialismo, los procesos de represión cultural e identitarios prevalecen
aún en una bajo una estructura de poder enmarcada en patrones de expresión y desarrollo
modernos-europeos. Hablando en particular de los derechos presentes hoy en día, estos no
reconocen a plenitud las necesidades particulares de las culturas y saberes, que en otro momento
fueron colonizados. Debido a que el reconocimiento, producción y materialización de los derechos
no tiene un esfuerzo para que los diferentes valores epistémicos puedan llevarse a cabo
presentando condiciones diferentes de existencia para quienes han sido subyugados, los derechos
como se entienden hoy deberían iniciar un proceso de deconstrucción.