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POLÍTICA DE DERECHOS HUMANOS Y DIH

MARCO CONCEPTUAL DE LA POLÍTICA

La Constitución Política establece que Colombia es un Estado social de derecho, fundamentado en


el respeto de la dignidad humana, cuyos fines esenciales se centran en el servicio a la comunidad,
la promoción de la prosperidad y la garantía de la efectividad de los principios, derechos y deberes
consignados en ella.

El Gobierno Nacional consiente de la necesidad de aunar esfuerzos en materia de Derechos


Humanos y Derecho Internacional Humanitario, además de las acciones que viene desarrollando
sobre el particular, ha acordado acompañar y apoyar un proceso de construcción e implementación
de una política nacional, departamental y local, con la coadyuvancia del Ministerio Público
(Procuraduría General de la Nación y Defensoría del Pueblo), diversos sectores de la sociedad civil,
la comunidad internacional, el sistema de Naciones Unidas - ONU y la Organización de Estados
Americanos – OEA, con el fin de fortalecer la política estatal sobre el particular bajo el liderazgo y
responsabilidad del Gobierno y el Estado Colombiano.

El Ministerio de Defensa Nacional desde el año 2008, emitió la Política Integral de Derechos
Humanos y Derecho Internacional Humanitario, en la que se describe los lineamientos, se fija los
objetivos y establece los programas que en esta materia debe conocer y desarrollar la Fuerza
Pública, constituyéndose en esta forma en la hoja ruta del comportamiento de sus miembros, en el
ejercicio de sus funciones.

El Ejército Nacional como parte integral del Sector de Seguridad y Defensa, dentro del marco de sus
competencias constitucionales y legales, contribuye activamente en el desarrollo de esta política a
través de actividades que se enmarcan dentro de cada una de las líneas en ella contenidas
(Instrucción, disciplina, defensa, atención y cooperación), así como en los compromisos adquiridos
por el Gobierno Nacional ante el sistema Universal e Interamericano de protección de los Derechos
Humanos.

En virtud de lo anterior, es necesario fortalecer por parte de todos los niveles de mando del Ejército
Nacional, el desarrollo y cumplimiento de la Política de Derechos Humanos y DIH fijada por el
Gobierno Nacional, estrechando los lazos de colaboración e interlocución con los diferentes sectores
de la sociedad, el Estado y la Comunidad Internacional.

Contando con el reconocimiento y admiración del pueblo colombiano, no podemos defraudar, la


confianza y el respaldo que ha depositado en su Ejército Nacional, nuestra línea de acción está
centrada en utilizar la fuerza interior para transformar las adversidades en triunfo, en creer en lo que
se hace, de manera transparente y soportada en los principios, valores y la vocación de servicio, que
se traduce en la esencia del militar.

Así las cosas, debemos asumir el reto de lograr los niveles de excelencia, por parte de cada
integrante de la Institución, no solamente un eficaz servidor público militar, sino un modelo de
ciudadano, miembro ejemplar de familia y un servidor destacado por sus virtudes y valores.

Atendiendo lo expuesto, el deber de respetar, promover, difundir y contribuir con la garantía del
respeto por los Derechos Humanos y la observancia de las normas del Derecho Internacional
Humanitario, el ejercicio de las especiales funciones constitucionales y legales asignadas al Ejército
Nacional como integrante de las Fuerzas Militares de la Nación se debe enmarcar dentro de los
siguientes parámetros:
RESPETO POR LOS DERECHOS HUMANOS.

El desarrollo de las actividades militares debe estar fundado en el respeto de la dignidad humana, la
cual constituye la base inamovible de nuestro ordenamiento jurídico y social.

Por tal razón, los Comandantes en todos los niveles del mando deben apropiarse del comportamiento
ético superior que significa tener fe en la causa, que no es otra cosa que la fuerza interior que inspira
a los hombres y mujeres del Ejército Nacional a desempeñarse con los más altos principios y valores,
garantizando el cumplimiento transparente de la misión encomendada por el pueblo colombiano,
manteniendo de esta forma, una posición de admiración y confianza.

En este sentido el actuar de los integrantes del Ejército, es determinante para poder avanzar en el
desarrollo de la Política Integral de Derechos Humanos y DIH emitida por el señor Ministro de
Defensa Nacional, la cual cuenta para su ejecución con cinco líneas de acción a saber:

Instrucción. Continuar con la adecuación de las normas relacionadas con el respeto, promoción y
difusión de los Derechos Humanos y el acatamiento a las directrices del Derecho Internacional
Humanitario, a través de métodos que permitan su interiorización en cada uno de los integrantes del
Ejército Nacional.

Disciplina. Los Oficiales responsables de Unidades Operativas Mayores, deben establecer


mecanismos de control que aseguren el cumplimiento de las instrucciones impartidas sobre el
particular por el Mando Superior, encaminadas a fortalecer al interior de su Unidad el respeto,
promoción, difusión y prevención de los derechos humanos, así como su acatamiento dentro de las
restricciones establecidas en desarrollo de los procedimientos y operaciones militares.
Defensa. Si bien es cierto la labor de defensa del Estado por hechos atribuibles a servidores públicos
del Ministerio de Defensa Nacional – Ejército Nacional por presuntas violaciones a los Derechos
Humanos, corresponde a instancias administrativas ubicadas por fuera de la órbita de la competencia
asignada a la Fuerza, no es menos cierto, que como parte integral de la estructura organizacional
de la Rama Ejecutiva del Poder Público – Ministerio de Defensa Nacional, es nuestro deber contribuir
con ella a través de:
 Resultados operacionales obtenidos con sujeción a los procedimientos establecidos para el
efecto y a las normas que rigen el quehacer institucional.
 La coordinación armónica con las entidades administrativas y judiciales del Estado que
permita el intercambio de información útil para la defensa.

En lo que se refiere a la defensa técnica de nuestros hombres, por hechos relacionados con la
ejecución de operaciones militares, se debe contribuir en el diseño de lineamientos jurídicos claros
con el fin de solucionarlos de forma rápida y eficaz cuyo objetivo será lograr resultados óptimos para
ambas partes.

Atención. En desarrollo de esta línea de acción de la Política Integral de Derechos Humanos y DIH,
se pretende continuar en la búsqueda de mecanismos que permitan fortalecer la atención
diferenciada que se debe adoptar por parte de los miembros del Ejército Nacional a favor de los
grupos especiales de la población colombiana, cuyo objetivo no es otro que fortalecer el respeto,
promoción, difusión y prevención de sus derechos al interior de la Fuerza e intensificar la
coadyuvancia con otras entidades del Estado para lograr que la atención a los mismos sea integral,
tema que se abordará más adelante en el ítem correspondiente.

Cooperación. Para el cumplimiento de la misión encomendada al Ejército Nacional, la cual apunta


a contribuir al efectivo desarrollo de los fines del Estado, encaminados a lograr el bienestar integral
de todas las personas residentes en Colombia, es indispensable estrechar vínculos de cooperación
interinstitucional con entidades y organismos nacionales e internacionales.
En este sentido, El Jefe de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario del Ejército,
deberá diseñar y proponer estrategias que permitan lograr acercamientos concretos con los citados
organismos nacionales públicos y privados e internacionales, que puedan contribuir con el desarrollo
de la Política que sobre Derechos Humanos y DIH ha establecido este Comando, en concordancia
con los parámetros que sobre la materia ha señalado el Gobierno Nacional.

DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO

En lo que respecta con la aplicación de las normas del Derecho Internacional Humanitario, el Ejército
Nacional, en cumplimiento de su misión constitucional tiene el deber de desarrollar operaciones
militares orientadas a defender la soberanía, la independencia, la integridad territorial y el orden
constitucional, para contribuir a generar un ambiente de paz y seguridad que coadyuve al progreso
de la Nación.

En este contexto, y ante las reales y potenciales amenazas internas y externas, el Ejército Nacional,
como integrante de las Fuerzas Militares, está facultado para hacer uso legítimo de la fuerza, en
procura de defender los intereses supremos de la patria, con la fuerza interior que inspira
constantemente al soldado colombiano, para lograr la victoria de manera irreprochable.

Por ello, es indispensable que en el planeamiento, la ejecución, el control y la evaluación de las


operaciones militares, se observen los principios fundamentales del Derecho Internacional aplicable
a los Conflictos Armados, la doctrina militar y los procedimientos establecidos para el efecto en cada
una de las operaciones que se realicen, de esta forma, se pone de relieve el profesionalismo de los
miembros de la Fuerza, se realza la moral y la buena disciplina, se garantiza el apoyo de la población
civil y se mejora las perspectivas de una restauración de la paz.

Los cuadros de mando del Ejército Nacional a todo nivel, están obligados a mantener una estricta
pero equitativa disciplina, a impartir instrucción al personal bajo su mando acerca de las normas del
derecho internacional de los conflictos armados, a dar órdenes acordes con la normatividad que rige
la materia y sin ambigüedades, a responsabilizarse personalmente en el proceso de toma de
decisiones y a cerciorarse de que sus órdenes sean debidamente ejecutadas por sus subordinados.

GRUPOS ESPECIALES

Colombia, es un país reconocido por su compleja y rica diversidad cultural que se expresa en una
gran pluralidad de identidades y de expresiones culturales de los pueblos y comunidades que
forman la Nación - multiétnico y pluricultural - como lo ha planteado acertadamente la Unesco. La
diversidad cultural es una característica esencial de la humanidad, patrimonio común que debe
valorarse y preservarse en provecho de todos; las comunidades como los Afro colombianos,
raizales, palenqueros, gitanos, pueblos indígenas, campesinos, mestizos, y comunidades
originadas en migraciones externas enriquecen el mosaico cultural de nuestro país.

La Nación colombiana además de estar integrada por estos grupos étnicos y pluriculturales,
cuenta con otros sectores de la población que se hallan en situación de vulnerabilidad o manifiesta
debilidad, los cuales ameritan una especial atención con enfoque diferencial, según sea el riesgo
en que se encuentren; por tal razón, la Carta Política ordenó al Estado promover condiciones de
igualdad y adoptar medidas para que ésta sea real y efectiva.

Este Comando como parte de las autoridades de la República y dentro del ámbito de la
competencia constitucional y legal asignada, viene adoptando medidas para contribuir con el
mandato constitucional aludido. Por lo anterior, y continuando con la política de coadyuvar en la
atención deferencial de los grupos étnicos y vulnerables de la población colombiana se debe tener
en cuenta los siguientes aspectos en el desarrollo de las funciones asignadas a la Fuerza, así:
Grupos Étnicos

 Pueblos Indígenas.

Se consideran pueblos indígenas al “grupo o conjunto de familias de ascendencia amerindia, que


tienen conciencia de identidad y comparten valores, rasgos, usos o costumbres de su cultura, así
como formas de gobierno, gestión, control social o sistemas normativos propios que los distinguen
de otras comunidades, tengan o no títulos de propiedad, o que puedan acreditarlos
legalmente…”1

Concretando, los pueblos indígenas tienen sus propios sistemas de organización, basados en los
derechos de autonomía, cultura, territorio y jurisdicción propia que expresamente les reconoce el
ordenamiento constitucional y legal, por tal razón, es indispensable que los Comandantes de las
Unidades Operativas Mayores, Menores y Tácticas tengan en cuenta los siguientes aspectos:

 A través de sus enlaces indígenas, efectuar un trabajo previo de reconocimiento del pueblo (s)
indígena (s) que se encuentra (n) asentado (s) en la jurisdicción de su Unidad Operativa, con el
fin de establecer la observancia de los aspectos antes señalados y la estrategia a desarrollar
para crear vínculos de comunicación con sus líderes y autoridades tradicionales.
 Impartir instrucciones para que se dé prioridad a las solicitudes efectuadas por los
representantes de las comunidades indígenas con ocasión a situaciones generadas por el
conflicto y que puedan constituir riesgo para su conservación e integridad.
 Coordinar y participar con las demás entidades y autoridades departamentales y municipales,
en la búsqueda de estrategias y acciones de protección, garantía y respeto de los derechos de
estas comunidades, conforme las necesidades y la problemática que se presente en cada
jurisdicción.
 Las operaciones y actuaciones de las unidades militares, deben llevarse a cabo dentro del
respeto, la transparencia y el buen trato a los integrantes de las comunidades indígenas ubicadas
dentro de su jurisdicción.

 Comunidades Negras o Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras

Comunidad negra. La Ley 70 de 1993 define a la comunidad negra “como el conjunto de familias
de ascendencia afrocolombiana que poseen una cultura propia, comparten una historia y tienen sus
propias tradiciones y costumbres y que revelan y conservan conciencia de identidad que las
distinguen de otros grupos étnicos”.

Población Palenquera. Está conformada por los descendentes de los esclavizados que mediante
actos de resistencia y libertad, se refugiaron en los territorios de la Costa Norte de Colombia desde
el siglo XV – denominados Palenques. La comunidad de Palenque de San Basilio, única existente,
conserva una conciencia étnica que le permite identificarse como grupo específico; posee la única
lengua criolla con léxica española, una organización social basada en los Ma-Kuagro (grupos de
edad) así como rituales fúnebres como Lumbalú o prácticas de medicina tradicional que evidencia
un sistema cultural y espiritual sobre la vida y la muerte. 2

Población Raizal. Está constituida por nativos ancestrales del Archipiélago de San Andrés,
Providencia y Santa Catalina. Su carácter insular, costumbres, prácticas religiosas y su lengua,
hacen de esta etnia un grupo claramente diferenciado del resto de la sociedad nacional. 3

1
Decreto 2164 de 1995
2 Plan Integral de Largo Plazo para la Población Negra/Afro colombiana, Palenquera y Raizal. Comisión de Estudios. Documento CONPES 3660 de mayo de 2010.
3 Plan Integral de Largo Plazo para la Población Negra/Afro colombiana, Palenquera y Raizal. Comisión de Estudios. Documento CONPES 3660 de mayo de 2010.
 Rom.

Los Rom o Gitanos son los integrantes de una etnia o comunidad milenaria, quienes comparten un
origen común, algunas prácticas culturales y en la actualidad habitan en distintos lugares del mundo,
han sido reconocidos en el país mediante las garantías consagradas en la Constitución del 91 y los
tratados internacionales que buscan el reconocimiento normativo de la diversidad cultural y los
pueblos indígenas y tribales.

Por lo expuesto se requiere:


 Generar espacios de acercamiento con estas comunidades
 Continuar fortaleciendo la capacitación curricular a través de programas de instrucción a todos
los niveles del mando, sobre los derechos individuales y colectivos de los miembros de las
comunidades negras, afrocolombianas, raizales o palenqueras y Rom, reconocidos por los
instrumentos internacionales y en la normatividad interna que rige el Estado Colombiano.
 En lo referente con la capacitación extracurricular debe desarrollarse teniendo en cuenta entre
otros aspectos el trabajo mancomunado que se puede realizar con organismos
gubernamentales que tienen a su cargo el liderazgo de la atención diferencial de estas
comunidades, agencias internacionales y sectores de la academia.
 Atender oportunamente los requerimientos relacionados con quejas e informes que pongan
en conocimiento situaciones de violación a los Derechos Humanos e Infracciones al Derecho
Internacional Humanitario.

Grupos en Situación de Vulnerabilidad o Manifiesta Debilidad.


El Estado Social de derecho impone a las diferentes autoridades de la República la obligación de
contribuir desde el ámbito de su competencia a la atención especial de aquellas personas que por
razón de su condición económica, física, mental o ejercicio de actividad se encuentren en situación
de manifiesta vulnerabilidad.
En este contexto, la población desplazada, los sindicalistas, los defensores de Derechos Humanos,
los niños, niñas y adolescentes, los periodistas y demás población que se encuentre en situación de
manifiesta vulnerabilidad deben ser objeto de especial atención y colaboración por parte de los
Comandantes de las Diferentes Unidades Militares en donde se presente la situación particular con
relación a éstos dentro del marco de su competencia: Para el efecto, es importante realizar las
coordinaciones que sean pertinentes con las diferentes autoridades del Estado que tienen a su cargo
el conocimiento y resolución del asunto, con el fin de concretar las acciones con las que el Ejército
Nacional puede contribuir.

Beneficiarios de Medidas Cautelares y/o Provisionales


La Organización de Estados Americanos – OEA, de la cual hace parte Colombia, para la protección
de los Derechos Humanos en el hemisferio estructuró el correspondiente sistema interamericano,
integrado por la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Estos órganos en ejercicio de sus funciones pueden solicitar u ordenar la adopción de medidas
cautelares y/o provisionales a favor de las personas, comunidades o grupos que acudan a estos,
por considerar que sus derechos se encuentran gravemente amenazados o vulnerados, con las
consecuencias dañosas para ellos.

Las Medidas Cautelares, son solicitadas al Estado parte por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos – CIDH, cuando el caso puesto en conocimiento presente características de gravedad y
urgencia, con el fin que éste, adopte las medidas oportunas para prevenir y proteger a quienes se
encuentren en la situación de vulnerabilidad, evitando un daño irreparable.
Las Medidas Provisionales, son ordenadas al Estado parte por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos –Corte IDH, con el propósito de evitar que se ocasione un daño inminente e irreparable a
una persona, grupo o comunidad, en situación de extrema gravedad y urgencia, través de la
acción oportuna, suficiente y diligente del Estado, por intermedio de las autoridades competentes.

Teniendo en cuenta la importancia que para el Estado Colombiano reviste el cumplimiento de los
compromisos internacionales y el acatamiento de las solicitudes y órdenes impartidas por la
Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, los señores Comandantes en todos los
niveles del mando, deben colaborar con las autoridades del Estado encargadas de efectuar la
concertación, atención y seguimiento de estas medidas, dando respuesta en forma prioritaria a las
solicitudes que éstas eleven, las cuales se canalizarán a través de la Jefatura de Derechos Humanos
y DIH del Ejército.

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