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DERECHO

Delitos especiales

Delitos fiscales, de la
ley de amparo, contra la
salud y, en materia de
migración.
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

DELITOS FISCALES, DE LA LEY DE AMPARO, CONTRA LA SALUD Y, EN


MATERIA DE MIGRACIÓN.
Delitos fiscales
Delitos de la ley de amparo
Delitos contra la salud
Delitos en materia de migración
CONCLUSIÓN
REFERENCIAS
Introducción

En el derecho es conocida la máxima que la norma particular excluye a la


general, lo anterior es precisamente el contenido del principio de especialidad.
Es sobre ese principio general del derecho, que en el estudio de las sanciones
penales previstas en los ordenamientos diversos al código penal, estos
adquieran la categoría de delitos especiales. Desde ya queda establecido
entonces, que los delitos especiales son los que no se encuentran tipificados
en el código penal. Lo anterior tiene respaldo doctrinal y judicial, en diversas y
numerosas obras de derecho penal “especial” y tesis aisladas emitidas por el
máximo tribunal mexicano.

Principio de especialidad

El principio de especialidad supone su aplicación, entre otros supuestos,


cuando por ejemplo aflora un concurso de leyes; para conocer si el aparente
concurso amerita su resolución bajo el principio aludido, la acción del imputado
tendría necesariamente que actualizar los supuestos previstos tanto en la
norma general, como en la especial, pero además dicha acción presuntamente
delictuosa tendría que materializar alguna diversa característica que
únicamente prevé el tipo “especial” para considerar que en tal caso, en efecto
hay un concurso de leyes, y que este se resolvería bajo el principio de
especialidad.

Es entonces que la ausencia o presencia de esas características exclusivas


del tipo previsto en la ley especial, en la conducta del activo dan a conocer qué
precepto se debe aplicar; a menudo la calidad del sujeto activo del delito es tal
característica y lo que determina la diferencia entre los tipos “generales” y los
“especiales”.

Ley penal integral

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Antes de avanzar al análisis de los delitos contenidos en leyes diversas al
código penal que motivan el presente trabajo, en menester dejar claro que al
hablar de delitos especiales en contraste a delitos del código penal, no se debe
entender como un sistema penal diverso, sino que la ley penal está
conformada por el código penal, más los tipos previstos en los diversos
ordenamientos vigentes, que hoy suman por lo menos treinta y nueve. Un
elemento clave y coincidente entre delitos y los delitos especiales es que estos
últimos, en el ordenamiento donde se contemplen (i) se establezcan como
delitos e (ii) impongan penas.

En esta entrega mencionaremos a cuatro especies de delitos especiales


comprendidos en el programa de estudios del curso. Habremos de establecer
para cada una, el ordenamiento del que emanan, los tipos penales principales,
las penas mínimas y máximas, y algunos otros datos relevantes en el estudio
de dichos delitos.

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Delitos fiscales, de la ley de amparo, contra la salud y, en materia de
migración

La rigidez de las leyes penales y el principio de aplicación exacta hace


necesaria que en el Código Penal Federal (CPF) se establezca expresamente
el principio de especialidad que mencionamos en la introducción, es
precisamente en el artículo 6 del código citado donde se establece que: “...
Cuando una misma materia aparezca regulada por diversas disposiciones, la
especial prevalecerá sobre la general…”; además prevé puntualmente que en
tratándose de delitos no previsto por ese código, pero sí en ley especial o
tratado internacional de aplicación obligatoria, se aplicarán estos tomando en
cuenta las disposiciones de del libro primero del CPF, e incluso las
conducentes del libro segundo, en su caso.

Además, y a tomar en cuenta en algunos casos pertinente a delitos especiales,


es que los sujetos activos de los delitos especiales reúnen ciertas
características y condiciones particulares en la acción presuntamente delictiva,
respecto del resto de la población.

La investigación y ejercicio de la acción penal de todos los delitos, incluyendo


a los especiales, es facultad exclusiva del Ministerio Público Federal según los
artículos 21 y 102 de la constitución federal. Ejercida la acción penal, y de
acuerdo con el artículo 50 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, le corresponde a un juez federal conocer del asunto.

Establecido lo anterior comenzamos el análisis de los delitos especiales


enumerados en el apartado anterior, en primer lugar con los delitos fiscales.

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Delitos fiscales

Los delitos fiscales están previstos por el código tributario federal, y el bien
jurídico tutelado es la hacienda pública.

Sujetos activos.

De conformidad con el numeral 95 del Código Fiscal de la Federación (CFF)


pueden ser responsable de delitos fiscales los sujetos quienes:

1. Concierten la realización del delito.


2. Realicen la conducta o el hecho descritos en la Ley.
3. Cometan conjuntamente el delito.
4. Se sirvan de otra persona como instrumento para ejecutarlo.
5. Induzcan dolosamente a otro a cometerlo.
6. Ayuden dolosamente a otro para su comisión.
7. Auxilien a otro después de su ejecución, cumpliendo una promesa
anterior.

En esta clasificación pueden converger tanto contribuyentes, como


funcionarios públicos.

Conductas.

Encubrimiento, contrabando de mercancías y defraudación fiscal son las


conductas más representativas de los delitos fiscales.

Otras conductas delictivas son la disposición de bienes depositados, robo a


recintos fiscales o fiscalizados, comercializar o transportar combustibles sin
trazadores de PEMEX.

Hay conductas penadas específicas para servidores públicos, como practicar


visitas domiciliarias sin mandamiento de la autoridad competente, amenazar
al contribuyente con presentar una denuncia o querella en su contra, y la
revelación de información proporcionada por instituciones financieras.

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Penas.

Las penas del universo de delitos fiscales van de los tres meses, a 10 años de
prisión.

Agravantes.

La calidad de funcionario o empleado público en cualquier grado de


participación en un delito fiscal aumenta la pena aplicable de tres a seis años
de prisión.

En los delitos continuados, la pena podrá aumentarse hasta por una mitad más
de la que resulta aplicable.

Tentativa.

La tentativa en los delitos fiscales es punible con prisión de hasta las dos
terceras partes de la que corresponda al delito fiscal consumado.

Procedencia penal.

Pre requisitos para proceder penalmente por los delitos fiscales que la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público formule querella, en los delitos
contenidos en los numerales, 105, 108, 109, 110, 111, 112 y 114.

En el caso de los previstos en los diversos 102 y 115, el fisco federal deberá
previamente declarar que ha sufrido o pudo sufrir perjuicio.

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Delitos en materia de amparo

Estos delitos están constituidos en la Ley de Amparo, en su capítulo III, el bien


jurídico tutelado es la integridad del juicio de amparo, es decir, que de alguna
manera el valor protegido es la impartición de justicia en si misma.

Sujetos activos.

Este tipo de delitos pueden ser cometidos por lo siguientes sujetos:

1. El quejoso, su abogado autorizado o ambos1;

2. Los funcionarios que conozcan del juicio de amparo2; y

3. Las autoridades responsables en el juicio de amparo3.

Conductas.

Afirmar hechos falsos en la demanda, con propósito de obtener una ventaja


procesal indebida.

Presentar testigos o documentos falsos en el juicio de amparo.

Rendir informes de autoridad con hechos falsos o negando la verdad.

Revocar o dejar sin efectos el acto reclamado con el propósito de que se


sobresea el amparo, para insistir posteriormente y emitirlo de nuevo.

Desobedecer un auto de suspensión debidamente notificado.

Admitir por mala fe o negligencia inexcusable, fianza o contrafianza ilusoria o


insuficiente.

Resistirse a los mandatos u órdenes dictadas en materia de amparo.

Negar dolosamente la causa de la recusación y esta se comprueba.

1
Ley de amparo, artículo 261.
2
Ley de amparo, artículo 262.
3
Ley de amparo, artículos 263 – 263.

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Dolosamente omitir la suspensión del acto reclamado cuando importe peligro
la vida ataques a la libertad personal fuera de procedimiento, incomunicación,
deportación o expulsión, proscripción o destierro, extradición, desaparición
forzada de personas o alguno de los prohibidos por el artículo 22 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así́ como la
incorporación forzosa al Ejército, Armada o Fuerza Aérea nacionales, si dichos
actos no se ejecutan por causas ajenas a la intervención de los órganos
jurisdiccionales mencionados.

Dolosamente negar la suspensión siendo notoria su procedencia.

Dolosamente ponga en libertad al quejoso en contra de lo dispuesto por la Ley


de Amparo.

Dolosamente incumplir o no hacer cumplir una sentencia de amparo.

Dolosamente repetir el acto reclamado.

Dolosamente omitir el cumplimiento cabalmente con la resolución que


establece la existencia del exceso o defecto.

Dolosamente incumplir la resolución en el incidente que estime incumplimiento


sobre declaratoria general de constitucionalidad.

Dolosamente aplique una norma declarada inconstitucional por la Suprema


Corte de Justicia de la Nacional.

Excepciones.

No habrá delito cuando el quejoso, su abogado o ambos afirmen hechos falsos,


cuando se reclamen actos que importen peligro de privación de la vida,
ataques a la libertad personal fuera de procedimiento, incomunicación,
deportación o expulsión, proscripción o destierro, extradición, desaparición
forzada de personas o alguno de los prohibidos por el artículo 22 de la

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Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así́ como la
incorporación forzosa al Ejército, Armada o Fuerza Aérea nacionales

Penas.

Para los delitos de la Ley de Amparo las penas corporales oscilan entre los 2
a 10 años de prisión.

Por su parte las multas a los responsables de estos delitos equivalen de los 30
a 1000 días multa.

Y para los funcionarios públicos y juzgadores, las penas de destitución en


inhabilitación son de 2 a 10 años para desempeñar cargos públicos.

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Delitos contra la salud

Los delitos contra la salud están previstos por la Ley General de Salud (LGS),
y el bien jurídico tutelado es la salud pública consagrada como derecho
fundamental en el artículo cuarto constitucional.

Sujetos activos.

Cualquier persona puede ser sujeto activo de delitos contra la salud, y ciertos
tipos las pueden materializar en específico profesionales, técnicos o auxiliares
de las disciplinas para la salud y, en general, a toda persona relacionada con
la práctica médica.

Conductas.

Importar, poseer, aislar, cultivar, transportar, almacenar o en general realizar


actos con agentes patógenos o sus vectores, cuando estos sean de alta
peligrosidad para la salud de las personas.

Elaborar, introducir a territorio nacional, transportar, distribuir, comercializar,


almacenar, poseer, desechar o, en general, realizar actos con las substancias
tóxicas o peligrosas a que se refiere el artículo 278 de la LGS, con inminente
riesgo a la salud de las personas.

Contaminar un cuerpo de agua, superficial o subterráneo, cuyas aguas se


destinen para uso o consumo humanos.

Utilizar fuentes de radiaciones que ocasionen o puedan ocasionar daños a la


salud de las personas.

Pretender sacar o sacar del territorio nacional sangre o derivados de sangre


humana, sin permiso de la Secretaría de Salud.

Introducir o pretender introducir en el territorio nacional sangre humana o


cualquiera de sus componentes.

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Trasladar o realizar actos tendentes a trasladar fuera del territorio nacional,
órganos, tejidos y sus componentes de seres humanos vivos o de cadáveres,
sin permiso de la Secretaría de Salud.

Tratar ilegalmente órganos y tejidos y sus componentes, cadáveres o fetos


humanos.

Introducir al territorio nacional, transportar o comercializar con animales vivos


o sus cadáveres, que padezcan o hayan padecido una enfermedad
transmisible al hombre en los términos del articulo 157 de la LGS, teniendo
conocimiento de este hecho.

Adulterar, falsificar, contaminar, alterar o permitir la adulteración, falsificación,


contaminación o alteración de alimentos, bebidas no alcohólicas o cualquier
otra sustancia o producto de uso o consumo humano, con peligro para la salud.

Autorizar u ordenar, por razón de su cargo en las instituciones alimentarias a


que se refiere el artículo 199-Bis de la LGS, la distribución de alimentos en
descomposición o mal estado que ponga en peligro la salud de otro.

El tratamiento ilegal de medicamentos.

Hacer investigaciones clínicas en seres humanos sin atender a lo previsto por


la LGS.

Realizar inseminación artificial sin consentimiento de la mujer inseminada.

Inducir o propiciar que menores de edad o incapaces consuman substancia


que produzcan efectos psicotrópicos.

Rehusarse a desempeñar funciones o servicios que solicite la autoridad


sanitaria.

Rehusarse a prestar asistencia a una persona en caso de notoria urgencia


poniendo en peligro su vida.

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Desvío de recursos para la prestación de servicios en materia de salubridad.

Comerciar o suministrar, incluso gratuitamente narcóticos sin autorización, con


la finalidad de comercializaros o suministrarlos, incluso gratuitamente.

Poseer en cantidad inferior a la que resulte de multiplicar por mil la cantidad


de algún narcótico de la tabla correspondiente de la LGS, sin la autorización
correspondiente.

Penas.

Las penas privativas de la libertad en el universo de delitos contra la salud


comprenden el rango de los 6 meses a 17 años de prisión.

Las sanciones económicas en estos delitos van de los 100 a 100,000 días
multa.

Por su parte los profesionales de la salud delincuentes pueden ser condenados


a la suspensión en el ejercicio de la profesión definitivamente.

Agravantes.

La calidad de profesional, técnico auxiliar de las disciplinas para la salud en la


ejecución de las conductas tipificadas resulta en agravantes de la pena en
algunos casos.

Cuando la acción recae sobre un menor o incapaz la pena se agrava.

Cuando la acción produzca contagio en la población hay una pena de 6 a 16


años de prisión, multa de 8,000 a 16,000 días multa.

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Delitos en materia de migración

Los delitos fiscales están previstos por la Ley de Migración, y el bien jurídico
tutelado es la política migratoria del Estado mexicano.

Sujetos activos.

Cualquier persona puede materializar las conductas punibles en materia de


delitos migratorios.

Hay también un tipo específico para servidores públicos.

Conductas.

Con propósito de tráfico llevar personas a internarse en otro país sin la


documentación correspondiente, con objeto de obtener un lucro.

Introducir sin la documentación correspondiente extranjeros a territorio


mexicano, con objeto de obtener lucro.

Albergar o transportar por el territorio nacional, con el objeto de obtener lucro


a extranjeros con el fin de evadir la revisión migratoria.

Auxiliar, encubrir o inducir a cualquier persona a violar las disposiciones de la


Ley de Migración, con objeto de lucrar.

Excepciones.

Cuando las conductas las lleven a cabo por razones estrictamente


humanitarias y sin procurar beneficio alguno, personas con reconocida
solvencia moral, aun cuando reciban donativos o recursos para la continuación
de su labor humanitaria.

Penas.

Las penas corporales impuestas a los condenados por delitos de migración


comienzan desde los 8 hasta los 16 años de prisión.

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Las penas económicas son de los 5,000 a 15,000 días multa.

Agravantes.

Las penas se aumentarán hasta en una mitad de las previstas cuando las
conductas se realicen respecto de menores de edad; cuando las condiciones
o medios pongan o puedan poner en peligro la salud, integridad o la seguridad
de la vida, o den lugar a un trato inhumano en quienes recaiga la conducta, o
el autor sea servidor público.

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Conclusión

La sociedad es compleja en un Estado moderno y sus necesidades son


interminables, tanto como los conflictos que surgen de esa, así pues, el orden
jurídico procura alcanzar a la vertiginosa evolución humana para normarla y
para proteger ciertos valores jurídicos. En el derecho público se concentra la
protección a los bienes jurídicos fundamentales, como la vida, la integridad
física, el patrimonio, etc., en la forma del derecho penal; empero, esos bienes
jurídicos tutelados no son los únicos que el Estado a través del legislador ha
establecido como tal, de ahí que el concepto de delito trasciende a su catálogo
“natural”, el código penal, para aglomerarse con los que han sido dispuestos
en diversas leyes del orden federal.

La ley penal está claramente identificada por el contenido del código penal,
pero esta no está circunscrita a dicha codificación, sino que la necesidad de
proteger diversos valores jurídicos amplían al orden jurídico penal para
conformarse por todas aquellas disposiciones contenidas en leyes especiales,
que en forma de tipos de conducta impone penas corporales, patrimoniales, y
condenas específicas en muchos casos de no hacer, principalmente en la
forma de inhabilitación para desempeñar ciertas actividades por haber
abusado dolosamente de una habilitación específica.

Es por tales motivos que los delitos especiales se estudian, aunque


paralelamente al derecho penal, de manera separada. La substanciación de
un juicio penal es el mismo para un delito federal que para un delito especial,
sin embargo, en algunos casos la materia “especial” requiere una
especialización en sus actores, desde el fiscal que acusa, el asesor que
defiende y el juez que conoce y resuelve.

Los delitos contra la salud son de la variedad más ordinaria y atiborran los
juzgados federales con sus controversias, que son, en muchos casos, asuntos

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no merecen la inversión estatal para perseguirlos, ahí entran por ejemplo la
posesión de marihuana, una planta cuyo uso la Suprema Corte de la Salud ha
determinado que es decisión personal de cada quien su uso, ya ni mencionar
sus bondades medicinales; sin embargo, al existir la prohibición, el mercado
negro de dicho vegetal es de un gran valor económico, con las consecuencias
que eso conlleva.

Por su parte, los delitos fiscales son unos que interesan muchísimo al Estado,
ya que el bien que protegen es precisamente la hacienda pública, de donde
emana el presupuesto para el gasto público, de ahí que la autoridad fiscal en
México haga con lujo de publicidad la persecución de evasores fiscales; y es
verdad que los delitos fiscales atentan contra todos los habitantes, sin
embargo, la evasión de impuestos es parte de la cultura mexicana, y
solamente hay que voltear a ver en cualquier lugar del país a los mercados
informales que pululan en todas las poblaciones. Y aunque se debe tener una
perspectiva social en torno a esos negocios informales, el pacto federal
dispone la obligación de aportar de manera proporcional y equitativa al gasto
público, situación que no sucede; entonces los más perseguidos por este tipo
de delito son contribuyentes omisos en su obligaciones, que por supuesto
merecen ser castigados con todo el rigor de la ley, pero se deja de perseguir
al gran universo de evasores fiscales que a todas luces llevan a cabo
actividades mercantiles, obteniendo ganancias sin aportar proporcionalmente
al presupuesto como les corresponde.

Así pues, cada grupo de delitos especiales corresponden a un tema complejo,


tal complejidad es evidente ya que cada uno de esos temas merecieron tener
su ley especial, en donde convergen valores específicos de derecho, sujetos
bien delimitados, y actividades y sectores claramente establecidos; valores
todos que requieren un rigor para castigar a los delincuentes de tales
actividades y sectores, en aras de efectivamente proteger jurídicamente los

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bienes y valores que el legislador ha establecido como instrumentos que lleven
a la sociedad al bienestar común.

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Referencias

Bibliográficas

Ramírez Delgado, J.M. (1997). El llamado Derecho Penal Especial o Delitos


Especiales en el ámbito federal. 2a. San Luis Potosí: Editorial
Universitaria Potosina, pp.36 – 37.

Jurisprudencia

Semanario Judicial de la Federación. (1994) Tomo XIII, p.629.

Semanario Judicial de la Federación. (1959) Volumen XXV, Segunda Parte p.


629.

Legislativas

Código Fiscal de la Federación. Diario Oficial de la Federación, Ciudad de


México, jueves 31 de diciembre de 1981, última reforma publicada en
la misma publicación el 25 de junio de 2018.

Código Penal Federal. Diario Oficial de la Federación, Ciudad de México, 14


de agosto de 1931, última reforma publicada en la misma publicación el
21 de junio de 2018.

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Diario Oficial de la


Federación, Ciudad de México, 5 de febrero de 1928, última reforma
publicada en la misma publicación el 15 de septiembre de 2017.

Ley de Amparo, reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos. Diario Oficial de la
Federación, Ciudad de México, 2 de abril de 2013, última reforma
publicada en la misma publicación el 15 de junio de 2018.

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Ley de Migración. Diario Oficial de la Federación, Ciudad de México, miércoles
25 de mayo de 2011, última reforma publicada en la misma publicación
el 12 de julio de 2018.

Ley General de Salud. Diario Oficial de la Federación, Ciudad de México,


martes 7 de febrero de 1984, última reforma publicada en la misma
publicación el 12 de julio de 2018.

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