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Las losas se pueden apoyar sólo en dos lados opuestos, caso en que la acción
estructural de la losa es fundamentalmente en una dirección, puesto que transmite las
cargas en la dirección perpendicular a la de las vigas de apoyo.
También es posible que haya vigas en los cuatro lados, de modo que se obtiene una
acción de losa en dos direcciones
vigas intermedias,
Si la relación entre la longitud y el ancho de un panel de losa es mayor que un valor
alrededor de dos, la mayor parte de la carga se transmite en la dirección corta hacia las
vigas de apoyo y se obtiene, en efecto, acción en una dirección, aunque se proporcionen
apoyos en todos los lados.
En algunos casos, las losas de concreto se pueden apoyar directamente sobre columnas,
sin la utilización de vigas secundarias o principales. Estas losas se identifican como
placas planas y se utilizan a menudo cuando las luces no son muy largas y las cargas no
son particularmente pesadas.
La construcción del tipo losa plana, tampoco incluye vigas, pero incorpora una región
con un sobre espesor de losa en la vecindad de la columna y emplea con frecuencia
columnas con forma acampanada en la parte superior; ambos son mecanismos para
reducir los esfuerzos generados por cortante y flexión negativa alrededor de las
columnas por lo general se llaman paneles con ábacos o sobre espesores y capiteles
de columna, respectivamente.
En estrecha relación con la placa plana está la losa con viguetas en dos direcciones o
losa reticular
Se obtiene así una construcción nervada en dos direcciones, Con el fin de reducir la
carga muerta de la construcción con losas macizas, se forman vacíos en un patrón
rectilíneo mediante elementos de aligeramiento construidos en metal o en fibra de vidrio,
por lo general, los aligeramientos se omiten cerca de las columnas de manera que se
forme una losa maciza para resistir mejor los momentos y cortantes en estas áreas.
Además de los tipos de construcción apoyados en columnas, muchas losas están
apoyadas continuamente sobre el terreno, como en el caso de carreteras, pistas de
aeropuerto y pisos de bodega. En tales casos, se proporciona por lo general una capa de
piedra triturada o de grava bien compactada para asegurar un apoyo uniforme y permitir
un drenaje adecuado del subsuelo.
Las losas de concreto reforzado, se diseñan casi siempre para cargas que se suponen
distribuidas de manera uniforme sobre la totalidad de uno de los paneles de la losa,
limitadas por las vigas de apoyo o por los ejes entre centros de columnas. Las pequeñas
cargas concentradas pueden absorberse mediante la acción en dos direcciones del
refuerzo (acero a flexión en dos direcciones para sistemas de losa en dos direcciones o
acero a flexión en una dirección más acero de repartición lateral para sistemas en una
dirección). Por lo general, las grandes cargas concentradas requieren vigas de apoyo.
una losa rectangular simplemente apoyada en la extensión de sus dos bordes largos
opuestos y libre de cualquier soporte a lo largo de los dos bordes cortos. Si se aplica una
carga uniformemente distribuida a la superficie, la forma deflectada, Las curvaturas y, en
consecuencia, los momentos flectores son los mismos en todas las franjas que se
extienden en la dirección corta entre los bordes apoyados, mientras que no se presenta
curvatura y, por consiguiente, no existen momentos flectores para las franjas largas y
paralelas a dichos bordes.
Para efectos de análisis y diseño, una franja unitaria de tal losa, puede considerarse
como una viga rectangular con ancho unitario, con una altura h igual al espesor de la
losa y una luz L, igual a la distancia entre los bordes apoyados. Esta franja puede
analizarse mediante los métodos que se utilizaron para vigas rectangulares, calculando
los momentos flectores para la franja con ancho unitario. La carga por unidad de área
sobre la losa se convierte en la carga por unidad de longitud sobre la franja de losa.
Puesto que todas las cargas sobre la losa deben transmitirse a las dos vigas de soporte,
se concluye que todo el refuerzo debe colocarse formando ángulos rectos con estas
vigas, con excepción de algunas barras que deben ubicarse en la otra dirección para
controlar el agrietamiento por retracción de fraguado y temperatura. Una losa en una
dirección puede considerarse entonces como un conjunto de vigas rectangulares una
junto a la otra.
La cuantía de acero en una losa puede determinarse dividiendo el área transversal de
una barra por el área de concreto entre dos barras sucesivas, siendo esta última área el
producto de la altura hasta el centro de las barras por la distancia entre ellas, centro a
centro. La cuantía de acero también puede determinarse dividiendo el área promedio de
acero por pie de ancho, por el área efectiva de concreto en una franja de un pie. El área
promedio de acero por pie de ancho es igual al área de una barra multiplicada por el
número promedio de barras en una franja de un pie.
Los momentos y cortantes de diseño en losas en una dirección pueden encontrarse bien
sea
mediante análisis elásticos o por los mismos coeficientes utilizados anteriormente para
vigas.
Si la losa descansa libremente sobre sus apoyos, la longitud de la luz puede tomarse
igual a la luz libre más el espesor de la losa, sin necesidad de exceder la distancia entre
centros de apoyo, de acuerdo con el Código ACI 8.7.1. En general, en el análisis de losas
continuas deben utilizarse las distancias centro a centro, pero se permite una reducción
de los momentos negativos para tener en cuenta el ancho de los apoyos. Para losas con
luces libres no mayores que 10 pies.
Las losas en una dirección se diseñan normalmente con cuantías de acero a tensión muy
por
debajo de los máximos valores admisibles de 0.75 Pb. Las cuantías típicas de acero varían
aproximadamente de 0.004 a 0.008.
El espesor total de la losa h se redondea por lo general hasta el siguiente ¼” para losas
hasta de 6” de espesor y hasta la siguiente ½” superior para losas de mayor espesor. La
protección de concreto por debajo del refuerzo debe seguir los requisitos del Código
ACI, 7.7.1, que exigen un recubrimiento mínimo de ¾” por debajo de la parte inferior del
acero.
puesto que el concreto es débil a tensión, es muy probable que estos esfuerzos de
temperatura y
de retracción de fraguado produzcan agrietamiento. Las grietas de esta naturaleza no
son perjudiciales, siempre y cuando su tamaño se limite a lo que se conoce como grietas
capilares; esto puede lograrse colocando refuerzo en la losa para contrarrestar la
contracción y para distribuir uniformemente las grietas. La retracción total en una losa
reforzada de esta manera es menor que la de una losa sin refuerzo; además, cualesquiera
que sean las grietas que se formen, éstas serán de menor ancho y estarán más
uniformemente distribuidas gracias a la presencia del refuerzo. Para losas en una
dirección, el refuerzo suministrado para resistir los momentos flectores tiene el efecto
conveniente de reducir la retracción de fraguado y de distribuir las grietas.
El acero exigido por el Código ACI para control de grietas de retracción de fraguado y
temperatura también representa el refuerzo mínimo admisible en la dirección de la luz
para losas en una dirección; las cuantías mínimas usuales para acero a flexión no son
aplicables en este caso.
Las losas expuestas anteriormente se deforman bajo carga conformando una superficie
cilíndrica. Sin embargo, Cuando se aplica la carga, a las losas en dos direcciones se
deflectan conformando una superficie en forma de plato en vez de una en forma
cilíndrica, como las losas en una dirección. Esto significa que en cualquier punto la losa
tiene curvatura en las dos direcciones principales y puesto que los momentos flectores
son proporcionales a las curvaturas, también existen momentos en ambas direcciones.
Para resistir estos momentos, la losa debe reforzarse en las dos direcciones, al menos
por dos capas de barras perpendiculares con respecto a los dos pares de bordes. La losa
debe diseñarse para tomar una parte proporcional de la carga en cada dirección.
Para las franjas de borde, este momento se supone que disminuye desde su valor
máximo en el borde de la franja central, hasta un tercio de su valor en el borde del panel.
los máximos momentos positivos generados por carga viva se obtienen cuando la
carga viva se
coloca únicamente en el panel particular y no en los paneles adyacentes. En este caso sí
se presentaría algo de rotación en todos los bordes continuos.
Las losas apoyadas en los bordes son en general delgadas con relación a su luz y pueden
presentar grandes deflexiones, aun cuando se cumplan los requisitos de resistencia, a
menos que se impongan algunos límites en el diseño para evitar esto. La forma más
sencilla de controlar las deflexiones consiste en imponer una relación mínima espesor-
luz.
El Código ACI de 1963, establece que el espesor de la losa no debe ser menor que 3.5”
y no menor que el (perímetro total del panel/180).
Sin embargo, la deflexión de una losa apoyada en los bordes puede estimarse con
suficiente precisión con base en los coeficientes de momento utilizados en el análisis a
flexión. Por lo general, las componentes de la deflexión que interesan son las deflexiones
a largo plazo ocasionadas por cargas sostenidas y las deflexiones inmediatas generadas
por carga viva.
Con cierta frecuencia, en la práctica deben incluirse aberturas en las losas, Las losas en
dos direcciones con vigas en los bordes son menos sensibles a los huecos que las losas
de placa plana sin vigas, y para aberturas de tamaño moderado por lo general es
suficiente suministrar un refuerzo adicional en cada dirección, adyacente a la abertura en
cada lado, equivalente al acero interrumpido y extendiéndolo una longitud de desarrollo
completa más allá de la abertura en todas las direcciones.