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UNIDAD 6
LA CONSOLIDACIÓN DEL DERECHO NACIONAL
Objetivo particular. Al terminar la unidad, el alumno: analizar los elementos de
la consolidación del Derecho nacional, a partir de la Constitución de 1857
hasta principios del siglo XX.
el Código Penal del Estado de Veracruz de 1835, con 759 artículos y compuesto de
tres partes: la primera sobre las penas y los delitos en general, la segunda sobre los
delitos contra la sociedad, y la tercera relativa a los delitos contra los particulares.
Por lo que respecta a los códigos civiles mexicanos cabe apuntar lo siguiente:
Al independizarse México de España sobrevino un caos legislativo por la diversidad
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(Fuente de consulta: Oscar Cruz Barney, Historia del Derecho en México, 2ª edición,
Editorial Oxford, México, 2004, página 723).
En cuanto al contenido original del Código de Comercio, gran parte del cual
ha sido derogado y sustituido por leyes especiales, de los cinco libros que lo
componen, el primero que contiene 74 artículos se refiere, en tres títulos a los
comerciantes, sus obligaciones y a los corredores. El libro segundo, 'del comercio
terrestre', con 566 artículos (del artículo 75 al 640), regula en 14 títulos, los actos de
comercio y los contratos mercantiles en general, los contratos mercantiles de
sociedad, depósito, préstamo, compraventa, permuta, cesión de créditos
comerciales; seguros, toda la materia cambiaria (títulos VIII, IX y XII), el transporte
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fluvial y terrestre; la moneda y las instituciones de crédito. El libro tercero, con 303
artículos (641 a 944), comprende todo lo relativo al comercio marítimo, en cinco
títulos a saber, de las embarcaciones; 'de las personas que intervienen en el
comercio marítimo, de los contratos especiales de ese comercio'; de los riesgos,
daños y accidentes de tal comercio, y 'de la justificación y liquidación de las averías'.
El libro cuarto se refiere a las quiebras (título I), y a las prescripciones (título
II), y contiene 103 artículos (945 a 1048). Finalmente, el libro quinto, con 452
artículos (1049 a 1500), reglamenta, la materia procesal mercantil, en cuatro títulos;
disposiciones generales; juicios ordinarios; juicios ejecutivo, y del procedimiento
especial de quiebras.
(Fuente de consulta: Oscar Cruz Barney, Historia del Derecho en México, 2ª edición,
Editorial Oxford, México, 2004, páginas 620 y 621).
6.3.1 ORIGEN.
reglamentaria, la cual apareció por primera vez en 1869 y dio lugar a una práctica
forense continua. En realidad, la incipiente práctica del juicio de amparo no daba
como para que los jueces se sumergiesen en grandes tecnicismos.
elemento sería la semilla de algo que en nuestro siglo terminaría por definirse como
la división conceptual entre leyes autoaplicativas y heteroaplicativas.
El mismo Vallarta no lo dice así, pero nos parece que su interpretación vincula
estrechamente la segunda línea del artículo 102 junto con la primera. La limitación
al caso especial y la prohibición de las declaraciones generales estarían
necesariamente ligadas al concepto de parte agraviada. Para Vallarta la naturaleza
del juicio de amparo no radica tanto en el concepto de la limitación o prohibición de
hacer declaraciones generales, sino más bien la idea del agravio. En otras palabras,
el citado autor pensaba que la propia naturaleza del juicio de garantías impedía
hacer declaraciones generales puesto que la procedencia del mismo únicamente se
actualiza con un acto concreto de aplicación. Por consiguiente, hacer una
declaración general implicaría conceder la protección en ausencia de un acto
concreto de aplicación, situación imposible desde el punto de vista del juicio de
amparo. Para el jurista en mención, la ley a nadie perjudicaba en tanto que ésta no
se aplica.
Siguiendo este orden de ideas, si las sentencias sólo podían versar sobre el
caso particular, entonces tampoco era posible que el amparo por un caso particular
protegiera de manera general para el futuro aunque sea a un sólo individuo. En
cuanto a actos futuros de aplicación de la ley inconstitucional, los gobernados
tendrían que esperar a ser víctimas de un nuevo acto de aplicación para poder
actualizar la hipótesis del artículo 102 constitucional y solicitar la protección.
Conceder el amparo con el efecto de tener la protección en contra de actos futuros
sería tanto como hacer una declaración general.
consecuencias, y las consagran con el respeto supremo que merezcan los principios
fundamentales.
Por otro lado, notable jurista José María Lozano consideraba acerca de la
posibilidad de hacer declaraciones generales en el juicio de amparo contra leyes, lo
siguiente: Mientras la ley no se ejecuta o aplica, debe considerársele como letra
muerta, a nadie ofende ni causa perjuicio, y sería en vano intentar un recurso para
prevenir su aplicación simplemente posible, si no hay un acto reclamable, el recurso
es extemporáneo e improcedente. De esta manera, la ley anticonstitucional, herida
en cada caso de aplicación, en nombre del derecho individual, se hace imposible,
se anula sin necesidad de una declaración general y sin las agitaciones y
comunicaciones que los extravíos del legislador suelen producir.
Nos parece que con esto puede entenderse mejor la idea que tenía Lozano
respecto de las situaciones en las que debía recurrirse al juicio de amparo para
librarse de la aplicación de una ley inconstitucional. Su concepción del perjuicio
ocasionado por la aplicación de leyes anticonstitucionales se encontraba enfocada
en todo momento a la existencia de un filtro muy importante como lo es el control
difuso de la Constitución; de manera que el control constitucional debía ejercerse a
priori mediante una regla general consistente en la aplicación preferencial de la
Constitución Política Federal por encima de las leyes contrarias a ella y de manera
extraordinaria a través del juicio de amparo en el caso de leyes violatorias de
garantías.
puede versar sobre casos especiales, pero además, en la regla que prescribe que
el efecto de las sentencias de amparo es el de restituir al gobernado en el goce de
la garantía violada.
Derrotados los restos del ejército invasor, y muertos los principales dirigentes
del II Imperio, se inició el periodo que se conoce como ''La restauración de la
República''. Los gobiernos que se sucedieron durante el periodo que va de 1867 a
1910, se dieron cuenta de que la Constitución de 57 requería de algunos ajustes
para hacer posible la formación y consolidación de un ''estado nacional''. Amén de
diversas reformas que sufrió la Constitución de 57 durante la época del gobierno de
Porfirio Díaz, aquí hacemos referencia a tres que eran capitales para lograr dos
objetivos: la consolidación de la reforma y el equilibrio de poderes. El primero de
estos objetivos se obtuvo elevando, en 1873, a nivel constitucional las llamadas
Leyes de Reforma, y el segundo, se obtuvo principalmente, restaurando el Senado
y otorgándole facultad de veto al ejecutivo federal, en 1874. Estas reformas se
realizaron durante el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada. De esta manera, se
logro que el texto constitucional fuera operativo para iniciar la reconstrucción
nacional después del prolongado estado de guerra civil que había sido la tónica
durante los primeros cincuenta años de vida independiente.
Hasta las primeras décadas del siglo actual, la idea de servicio público
dominó como el único objeto de la actividad de la administración y el derecho
administrativo era el derecho de los servicios públicos. Hoy los servicios públicos se
prestan por la administración y por los particulares y su régimen se integra por el
derecho administrativo y por el derecho privado, con predominio del primero.
Además, la actividad administrativa rebasa la idea de servicio público.
Al lado del virrey, se encontraba la Real Audiencia, que coadyuvaba con éste
en el ejercicio de la función administrativa, además de vigilar y controlar la acción
del virrey. A nivel central-peninsular participaban en la administración colonial el rey
y sus secretarios, así como el Consejo de Indias. Finalmente, existían
administraciones locales a dos niveles: a) provincial y distrital en el que participaban
los gobernadores de reinos y provincias, al igual que los corregidores y alcaldes
mayores, y b) local, en el que intervenían los cabildos y sus oficiales.
legislaturas locales determinar el número de ministros de los cultos que puede haber
en las entidades federativas para los miembros de una Iglesia (artículo 130, párrafo
séptimo de la norma suprema); g) nunca se dará reconocimiento oficial a los
estudios realizados dentro de los planteles destinados a la formación de ministros
de culto (artículo 130, párrafo duodécimo de la Constitución); h) las publicaciones
periódicas dé carácter confesional tienen prohibido comentar en algún sentido
asuntos políticos nacionales o informar sobre actos de las autoridades civiles o el
funcionamiento de las instituciones públicas (artículo 130, párrafo décimo tercero);
i) las agrupaciones políticas no podrán tener título que de alguna manera pudiera
relacionarlas con las confesiones religiosas (artículo 13 párrafo décimo cuarto), y j)
el gobierno no reconoce ningún tipo de autoridad o jerarquía dentro de las
asociaciones religiosas (artículo 5 de la ley de cultos).
El gran líder que surgió entre los liberales fue un indígena, Benito Juárez, que
llegó a ser famoso por su integridad y firme lealtad a la democracia. Durante los
siguientes 25 años Juárez fue la figura central de los políticos mexicanos. El
gobierno federal, la libertad de expresión y otras libertades civiles tomaron cuerpo
en la Constitución de 1857, a la que los grupos conservadores se opusieron
encarnizadamente. Estos últimos estaban apoyados por España, y en 1858 la
guerra de Reforma o guerra de los Tres Años, entre grupos conservadores y
liberales, devastó a México. El gobierno de Juárez era apoyado por Estados Unidos
y, en 1860, los ejércitos juaristas habían triunfado definitivamente. Entre tanto, como
presidente provisional entre 1858 y 1861, Juárez había emitido las Leyes de
Reforma (1859) que decretaban la nacionalización de los bienes de la Iglesia, la ley
del matrimonio civil, la separación de la Iglesia del Estado, la ley del registro civil, la
secularización de los cementerios y los hospitales, y la libertad religiosa.
Tal y como lo habíamos señalado en el inciso 6.3.2, derrotados los restos del
ejército invasor, y muertos los principales dirigentes del II Imperio, se inició el
periodo que se conoce como ''La restauración de la República''. Los gobiernos que
se sucedieron durante el periodo que va de 1867 a 1910, se dieron cuenta de que
la Constitución de 57 requería de algunos ajustes para hacer posible la formación y
consolidación de un ''estado nacional''. Amén de diversas reformas que sufrió la
Constitución de 57 durante la época del gobierno de Porfirio Díaz, aquí hacemos
referencia a tres que eran capitales para lograr dos objetivos: la consolidación de la
reforma y el equilibrio de poderes. El primero de estos objetivos se obtuvo elevando,
en 1873, a nivel constitucional las llamadas Leyes de Reforma, y el segundo, se
obtuvo principalmente, restaurando el Senado y otorgándole facultad de veto al
ejecutivo federal, en 1874. Estas reformas se realizaron durante el gobierno de
Sebastián Lerdo de Tejada. De esta manera, se logro que el texto constitucional
fuera operativo para iniciar la reconstrucción nacional después del prolongado
estado de guerra civil que había sido la tónica durante los primeros cincuenta años
de vida independiente.
UNIDAD 7
EL DERECHO MEXICANO EN EL SIGLO XX
Objetivo particular. Al terminar la unidad, el alumno: Explicará los planes
políticos y los aspectos que influyeron en la promulgación de la Constitución
de 1917, así como el desarrollo del Derecho Mexicano en el siglo XX.
del plan y de los fallos, leyes y decretos que sancionaron las cuentas y manejos
de fondos de los funcionarios de la administración porfiriana. En segundo
término ratificó que los compromisos contraídos por ésta antes del 20 de
noviembre siguiente con gobiernos y corporaciones extranjeras serían
respetados, Por último, declaró que se restituirían a sus antiguos poseedores
o a sus herederos -''pequeños propietarios, en su mayoría indígenas''- los
terrenos que les habían despojado en incorrecta aplicación en la ley de
terrenos baldíos ya por acuerdo de la Secretaría de Fomento o por fallo de los
tribunales. A dichos poseedores se les pagaría, además, una indemnización,
y sólo en el caso en que los predios hubiesen pasado a terceras personas la
indemnización la pagarían los beneficiados originalmente por el despojo.
El artículo 4 elevó a nivel de Ley suprema de la República el principio de no
reelección del presidente y vicepresidente, de los gobernadores de los estados
y de los presidentes municipales.
El artículo 5 reiteró lo señalado en los considerandos en el sentido de que
Madero asumía la presidencia provisional de la República con facultad para
hacer la guerra al gobierno de don Porfirio. Además, se obligo a convocar a
elecciones generales extraordinarias cuando la capital del país y más de la
mitad de los Estados estuviesen en poder de las fuerzas revolucionarias.
El artículo 6 dispuso que el presidente provisional, antes de entregar el poder,
daría cuenta al Congreso del ejercicio que hubiere hecho de las facultades
conferidas por el Plan.
El artículo 7 señaló el día 20 de no siembre, de las 6 de la tarde en adelante,
para que los ciudadanos de la República tomasen las armas para derrocar a
las autoridades porfirianas.
Los artículos 8 a 11 reglamentaron en forma más o menos minuciosa asuntos
como: el respeto a las leyes de guerra (artículo 8), el enjuiciamiento de las
autoridades que se opusieran al Plan (artículo 9), la jefatura provisional de los
caudillos revolucionarios (artículo 9); la liberación de los reos políticos (artículo
9); los nombramientos y obligaciones de los gobernadores provisionales de los
estados (artículo 10) y los sistemas para financiar la evolución (artículo 11).
Destaca, en este último aspecto, que el Plan obligase a las autoridades
revolucionarias a contratar empréstitos -voluntarios o forzosos- únicamente
con mexicanos.
Se conoce con este nombre al ''Plan Libertador de los hijos del Estado de
Morelos afiliados al Ejército Insurgente, que defiende el cumplimiento del Plan de
San Luis Potosí, con las reformas que ha creído conveniente aumentar en beneficio
de la Patria Mexicana'', firmado en la población de Ayoxustla, Estado de Puebla, por
un grupo de jefes zapatistas, encabezados por don Emiliano Zapata, el día 28 de
noviembre de 1911, Fue publicado por vez primera en la ciudad de México en el
Diario del Hogar del 15 de diciembre del mismo año, con indicación de haberse
firmado en Ayala, Morelos, el día 25 de noviembre de 1911. Sus principales
objetivos fueron desconocer como presidente de la República y jefe de la
Revolución a don Francisco I. Madero, y reformar y adicionar el Plan de San Luis
Potosí a fin de incorporarle un verdadero programa de reforma agraria.
Defendido a capa y espada por los zapatistas desde el año de 1911, sin
permitir alguna concesión respecto de su contenido, el Plan de Ayala fue
paulatinamente dejado a un lado por sus defensores ante la presión del movimiento
constitucionalista y la necesidad de allegarse aliados para sobrevivir.
movimiento fue secundado por estos grupos, ya que la restitución de tierras era un
gran anhelo para ellos, que explotados, trabajaban en las grandes haciendas y
latifundios.
Con la proclamación del Plan, Madero logro que Zapata se conformara con
el movimiento y se comprometiera a luchar por cumplir sus fines.
y se les exigirá a los que los adquirieron de un modo tan inmoral, o a sus herederos,
que los restituyan a sus primitivos propietarios, a quienes pagarán también una
indemnización por los perjuicios sufridos. Sólo en caso de que esos terrenos hayan
pasado a tercera persona antes de la Promulgación de este Plan, los antiguos
propietarios recibirán indemnización de aquellos en cuyo beneficio se verificó el
despojo.
Con este artículo Madero trató de allegar a los campesinos que no tenían
tierra. Como se puede apreciar en dicho plan, le interesaba más lo de la reelección
y el problema agrario lo vio como aspecto secundario, le faltó visión, ya que el
descontento lo iniciaron los campesinos que no tenían tierra, es decir se pretendía
que fuera una Revolución agraria; por mala distribución de la tierra.
Con este artículo trató de allegarse a los campesinos que no tenían tierra.
Como se puede ver en su Plan, le interesó más la elección y el problema agrario lo
vio como aspecto secundario, le faltó visión, ya que el descontento lo iniciaron los
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campesinos que no tenían tierra, es decir fue una Revolución Agraria; por la mala
distribución de la tierra.
Este es el fundamento con que Zapata justifica para poder hacer el despojo
y robo de bienes que sus huestes efectúan en el territorio que tienen dominado.
las comunidades agrarias despojadas, lo fundamental para ellos era que se les
devolvieran sus tierras.
Emiliano Zapata efectuó algunos actos agrarios, entre ellos destacan los
siguientes: a) La primera restitución revolucionaria que efectuó en Ixcamilpa de
Guerrero, Estado de Puebla. Existe una acta que textualmente dice: ‘Los que
suscriben, en nombre de la junta revolucionaria del Estado de Morelos, teniendo en
consideración que ha presentado sus títulos correspondientes de tierras, el pueblo
de Ixcamilpa y habiendo solicitado entrar en posesión de las mencionadas tierras
que le han sido usurpadas por la fuerza bruta de los caciques, hemos tenido a bien
ordenar conforme al Plan de Ayala, que entren en posesión de tierras, montes y
aguas que les pertenecen y han pertenecido desde tiempo inmemorial y que consta
en títulos legítimos del tiempo virreinal de la Nueva España, hoy México. Se servirán
desde luego los vecinos del poblado ya referido, poner linderos hasta donde linde
el mapa respectivo, pudiendo explotar, labrar, sembrar o cualquiera otra cosa, para
obtener el fruto de sus mencionadas tierras.
“Artículo 6o.- Como parte adicional del plan que invocamos, hacemos
constar que los terrenos, montes y aguas que hayan usurpado los
hacendados, científicos o caciques a la sombra de la tiranía y justicia
venal, entrarán en posesión de estos bienes inmuebles desde luego los
pueblos o ciudadanos que tengan sus títulos correspondientes a estas
propiedades, de las cuales han sido despojados por la mala fe de
nuestros opresores, manteniendo a todo trance, con las armas en la
mano, la mencionada posesión, y los usurpadores que consideren con
derecho a ellos lo deducirán ante tribunales especiales que se
establezcan al triunfo de la Revolución”.
Restituir ejidos. Aquellas propiedades que les hubieran sido despojadas a los
pobladores y quienes debían contar con sus títulos primordiales; tomarían
posesión inmediata y el procedimiento se ventilaría ante tribunales especiales.
Fraccionamiento de latifundios. Zapata sólo pedía el fraccionamiento de las
dos terceras partes de los latifundios. El Zapatismo nunca suprimió el
latifundismo porque tanto necesitaban las haciendas de los pueblos, como
éstos de aquéllas. El hacendado necesita de los vecinos del pueblo para que
trabajen por temporadas su tierra; y los habitantes de los pueblos necesitan de
las haciendas, por que no a todos los vecinos se les podría dar terrenos, éstos
sólo se les darán a los que vivían con la tradición de los ejidos. No siempre las
cosechas eran buenas y por eso el vecino del pueblo necesitaría como
complemento un pequeño jornal. En conclusión, sostenía que debía convivir la
parcela y la hacienda mediana.
Confiscación de propiedades quienes se opusieran a la realización del
Plan. Tras el triunfo de la Revolución, se aplica con rango constitucional la Ley
del 6 de enero de 1915 expedida por Venustiano Carranza en Veracruz, que
declaró nulas todas las enajenaciones de tierras, aguas y montes
pertenecientes a los pueblos, otorgados en contravención a lo dispuesto en la
Ley de 25 de junio de 1856. Asimismo, creó una Comisión Nacional Agraria,
comisiones locales agrarias y comités particulares ejecutivos en cada estado
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Uno de los objetivos de esta Ley, era el restituir a los pueblos indígenas las
tierras, aguas y montes, de los cuales habían sido despojados, con la Ley de 25 de
Junio de 1856, lo cual se encuentra estipulado en su Primer Artículo, que a la letra
dice:
Esta Ley surge del Plan de Ayala, y de la Ley Agraria expedida por Francisco
Villa, se tratan de unir dos corrientes con diferente pensamiento, por un lado los del
norte con la formación de la pequeña propiedad y los del sur encabezados por
Zapata, que tenían la costumbre de poseer tierras comunales. Esta Ley trata de
resolver el problema agrario adecuándose a las diversas formas de tenencia de la
tierra que había en el país.
claramente que las juntas eran tribunales y eliminaba toda duda sobre su
constitucionalidad. “Ya a fines del año 1916, con el reconocimiento que hace el
constituyente de ese año de los derechos de la clase trabajadora, los que con la
creación del artículo 123 de la Carta Magna que entró en vigor en 1917 se
consagran con rango constitucional.
Finalmente, bajo Díaz Ordaz, en 1970 se expidió la nueva Ley Federal del
Trabajo entre cuyas reformas sobresale la de 1979 (en vigor desde 1º de mayo de
1980), centrada alrededor de lo laboral procesal.
de esta ley debe mencionarse una especial Ley de Seguridad Social para las
Fuerzas Armadas (1961). Tanto el IMSS como el ISSSTE extienden
constantemente su benéfica acción a nuevas capas del mundo proletario.
Una vez reducidos los villistas y los zapatistas en 1916, Carranza expidió el
14 de septiembre de ese mismo año el decreto por el que se reformaba el Plan de
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Unidos Mexicanos, que es electo popularmente cada seis años. Por último, el poder
judicial federal está compuesto por: la Suprema Corte de Justicia (integrada por 21
ministros numerarios y 5 supernumerarios, nombrados por el presidente de la
República con la aprobación del Senado y que funciona en pleno o en salas, que
son: civil, penal, administrativa, laboral y auxiliar), los tribunales de circuito
(colegiados en materia de amparo y unitarios en materia de apelación) y jueces de
distrito.
Las reformas hechas a nuestra constitución se han dirigido tanto al fondo como a la
forma de los preceptos en ella asentados. Algunos principios y postulados han sido
totalmente modificados; otros lo han sido parcialmente, e incluso, se ha reformado
la constitución para decir algo que gramaticalmente ya decía. En todo caso, las
reformas auténticamente innovadoras constituyen la minoría. Se ha afirmado con
justa razón, que las múltiples reformas a la constitución no son una manifestación
de falta de respeto hacia la Ley Fundamental, antes bien, evidencian que se cree
en la constitución y que se le quiere mantener viva.
El artículo 135 fija la regla general para las reformas constitucionales. Crea
un órgano especial que parte de la doctrina ha denominado Poder Revisor y que se
integra por el órgano legislativo federal y los órganos legislativos locales, órgano
especial que se encuentra situado entre el Poder Constituyente y los poderes
constituidos. Esta situado por abajo del Poder Constituyente, pero tiene una
jerarquía superior a los constituidos a los cuales puede alterar Por ello el presidente
de la República no puede vetar la obra del Poder Revisor, por ser un órgano de
mayor jerarquía.
Plan de San Luis, programa político mexicano firmado por Francisco Ignacio
Madero el 15 de octubre de 1910 en la ciudad de San Luis (Estados Unidos).
El plan constituyó un programa revolucionario que incitó a la sublevación
contra la dictadura de Porfirio Díaz. Lo componían 15 artículos en los que se
declaraban nulas, por fraude, las elecciones presidenciales de julio, que
supusieron la reelección de Díaz, se consagraba el principio de no reelección
y el sufragio efectivo y se proclamaba a Madero presidente provisional de la
República. Asimismo, se incluían la promesa de restablecer la Constitución de
1857, la nacionalización de los ferrocarriles y, en una formulación algo tibia, la
reforma agraria. Comenzó así la Revolución Mexicana, que pronto se extendió
por todo el país y por la que Porfirio Díaz renunció en mayo de 1911 a la
presidencia.
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