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PLAN DE SESION N° : LA AUTOMOTIVACIÓN

1.1. ACTIVIDAD: Mostrando automotivación y confianza para desarrollar habilidades sociales, tomando decisiones
y actuando frente a cualquier adversidad.
1.2. OBJETIVOS ESPECIFICOS: Mostrar automotivación y confianza, para tomar decisiones y actuar frente a
cualquier adversidad.
1.3. ESTRATEGIAS:

a) ACTIVIDAD DE INICIO:
Juego sobre valores “POBRE GATITO”
Relato del de caso (LA RANITA SORDA) por la profesora.
De manera individual, los educandos analizan el caso y responden por escrito algunas preguntas
sugeridas en la hoja de trabajo.

b) ACTIVIDADES CENTRALES:
Lectura silenciosa “EL BURRO” a cargo de los educandos de manera individual.
Preguntas meta cognitivas formulada por la profesora (en hoja impresa) y respondida por los
educandos individual.
Extracto teórico de la automotivación a cargo de la profesora usando (papelotes y figuras)

c) ACTIVIDADES FINALES:
Identifica y distingue las acciones de automotivación que
Prueba de autoevaluación mediante una escala de actitudes.

d) ACTIVIDADES DE EXTENSION:
Lectura silenciosa “LA OSA ROSA” a cargo de los alumnos
Comprenden , reflexionan y extraen la idea principal de la lectura .(trabajo para la casa)

1.4. RECURSOS:
Juego Sobre Valores “Pobre Gatito”
Estudio de caso N°1 “LA RANITA SORDA” (Valor automotivación)
LECTURA NARRATIVA N° 1 “EL BURRO”
HOJA DE PREGUNRTAS REFLEXIVAS N°1
EXTRACTO TEORICO DE LA AUTOMOTIVACION

1.5. TIEMPO:
Actividad inicial: 10
Actividad central: 30
Actividad final: 5
EJECUCIÓN DEL PLAN DE LA SESIÓN: LA AUTOMOTIVACION

Actividad de inicio

1. Con el fin de motivar el interés en los educandos , el profesor de aula REALIZA EL JUEGO
“POBRECITO GATITO”

POBRECITO GATITO
Objetivo: “Ilustrar la búsqueda de “caricias animar y energitizar a un grupo fatigado”.

Temporización, participantes y lugar:

TIEMPO: Duración Treinta minutos. TAMAÑO DEL GRUPO: Ilimitado. LUGAR: Aula normal. Un
salón amplio iluminado acondicionado para que los participantes puedan formar un círculo.

Material:

Ninguno.

Procedimiento de aplicación: Pasos a seguir:

a) El instructor pide a los participantes que se sienten en círculo.

b) El instructor selecciona a un participante y le indica que él será el gato. Asimismo le menciona


que deberá caminar en cuatro patas y deberá moverse de un lado a otro hasta detenerse frente
a cualquiera de los participantes y hacer muecas y maullar tres veces.

c) El instructor explica a los participantes que cuando el gato se pare frente a ellos y maúlle tres
veces, la persona deberá acariciarle la cabeza y decirle “pobrecito gatito”, sin reírse. El que se ría,
pierde y da una prensa, sale del juego o le tocará el turno de actuar como “gato”. (Se debe
establecer una de las tres normas y decir la condición al principio del ejercicio).

d) El instructor guía un proceso para que el juego analice, como se puede aplicar lo aprendido en
su vida.

Discusión: No hay discusión final. El facilitador debe estar atento al dinamismo y a la


concentración de los participantes. El coordinador debe asegurarse de que las instrucciones son
bien comprendidas por el grupo.

Utilidad: Resulta útil cuando se percibe que el grupo está algo cansado o disperso por la
actividad que está desarrollando. Ayuda a crear un ambiente alegre y distendido

Variaciones:

I. Este ejercicio se puede realizar en cualquier momento del curso, estando los participantes
sentados en su lugar.

II. El ejercicio puede hacerse más complejo, por ejemplo: utilizando múltiplos de números
mayores, o combinando múltiplos de 3 o de 5.
LA RANA SORDA.

Un grupo de ranas viajaba por el bosque, cuando de repente


dos de ellas cayeron en un pozo profundo. Las demás se
reunieron alrededor del agujero y, cuando vieron lo hondo
que era, le dijeron a las caídas que, para efectos prácticos,
debían darse por muertas. Sin embargo, ellas seguían
tratando de salir del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras les
decían que esos esfuerzos serían inútiles. Finalmente, una de
las ranas atendió a lo que las demás decían, se dio por
vencida y murió. La otra continuó saltando con tanto
esfuerzo como le era posible. La
multitud le gritaba que era inútil
pero la rana seguía saltando, cada
vez con más fuerza, hasta que
finalmente salió del hoyo.

Las otras le preguntaron: “¿No


escuchabas lo que te decíamos?”
La ranita les explicó que era sorda,
y creía que las demás la estaban
animando desde el borde a esforzarse más y más para salir
del hueco.

Tengamos cuidado con lo que decimos, pero sobre todo con


lo que escuchamos.
.
El Burro
Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal
rebuznó fuertemente por horas, mientras el campesino trataba de
buscar algo qué hacer. Finalmente, el campesino decidió que el burro
ya estaba viejo y el pozo ya estaba seco y necesitaba ser tapado de
todas formas; que realmente no valía la pena sacar al burro del pozo.
Invitó a todos sus vecinos para
que vinieran a ayudarle. Cada
uno agarró una pala y
empezaron a tirarle tierra al
pozo. El burro se dio cuenta de
lo que estaba pasando y
desesperó horriblemente.
Luego, para sorpresa de todos,
se aquietó después de unas
cuantas paladas de tierra.
El campesino finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de
lo que vio... Con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo
increíble: Se sacudía la tierra y daba un paso encima de la tierra. Muy
pronto todo el mundo vio sorprendido cómo el burro llegó hasta la
boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando...
La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra.. . el truco para salir del
pozo es sacudírsela y usarla para dar un paso hacia arriba. Cada uno
de nuestros problemas es un escalón hacia arriba. Podemos salir de
los más profundos huecos si no nos damos por vencidos.
¡¡¡Usa la tierra que te echan para salir adelante!!!
La automotivación

La definición de la automotivación es darse a uno mismo las razones, impulso, entusiasmo e


interés que provoca una acción específica o un determinado comportamiento. La motivación está
presente en todas las funciones de la vida: actos simples, como el comer que está motivado por el
hambre, la educación está motivado por el deseo de conocimiento. Pero cuando hablamos de
automotivación es algo diferente ya que es la motivación hacia uno mismo.

Automotivación, ¿cómo conseguirla?


Quién no se ha levantado una mañana sin ganas de nada, ni de trabajar, ni de hacer las labores de
la casa… Y nos quedamos esperando, pensando cómo conseguir esa motivación que necesitamos
para arrancar una tarea, en el trabajo o para decidirnos a hacer ese arreglo en casa que siempre
dejamos para otro día. Debemos concienciarnos de que nosotros mismos somos la pieza clave
para fomentar nuestros niveles de motivación.

Por eso, es importante que tengas en cuenta las siguientes técnicas para conseguir aumentar tu
automotivación:

 Las ganas no vienen solas: muchas personas se confunden al creer que primero deben
“tener ganas” y luego actuar. Esto es un error. Haz la prueba; primero actúa y después
verás como tienes más ganas de continuar haciendo cosas. Mucha gente decide seguir
trabajando una vez que ya ha empezado.

 Fíjate unos objetivos realistas: es bueno que dividas estos objetivos en sub-objetivos que
te permitan valorar si efectivamente te estás acercando a la meta deseada. Ver que
estamos en el camino correcto es muy motivante.

 Proporciónate algún premio cuando crees que has hecho las cosas bien.

 Evita postergar tareas: La postergación (aplazar las tareas sin motivo) puede hacer que
tus niveles de motivación desciendan por verte incapaz de conseguir tus objetivos.

 Aprende habilidades: si para conseguir un objetivo crees que te faltan técnicas


específicas, intenta adquirirlas o pide ayuda a otra persona para que te las enseñe.

 Queda con otras personas para emprender una tarea si te es posible.


La Osa Rosa
Había una vez una osa que se llamaba Rosa. Tenía…. (Los años de los niños) y estaba en la clase de…. (La
clase de los niños)
La osa Rosa iba contenta al colegio, porque tenía amigos en su clase y su señorita osa era muy buena y la
quería mucho. Pero a la osa Rosa, no le gustaba mucho trabajar en la clase. Si la señorita daba un dibujo para
colorear, ella rápidamente decía:
– ¡Me canso! Y aunque la señorita osa le decía:
– ¡Sigue un poquito más! La osa Rosa, no lo terminaba. Otro día la señorita dio una ficha del libro para hacer.
Todos los ositos se pusieron a trabajar, menos la osa Rosa que empezó a decir:
– ¡Ay! No me gusta. Y no la hizo.
Los ositos de la clase ya estaban empezando a aprender a leer y a escribir, pero a la osa Rosa eso no le
gustaba. Ella quería irse al rincón a jugar a la cocinita, pero no se iba porque en la clase de la señorita osa,
hasta que no se termina de trabajar, no se puede ir a jugar. La señorita, a veces, se cansaba de decirle: –Rosa,
termina de hacer tu trabajo.
Pero la osa Rosa siempre decía: – ¡No tengo ganas!
Los otros ositos, a veces, tampoco tenían ganas, pero trabajaban porque tenían que hacerlo y querían aprender
las cosas que mandaba su señorita. Además, luego se ponían muy contentos cuando su señorita les ponía en
la hoja “muy requetebién” y hasta les daba un beso
Como no podía jugar cuando los otros osos estaban haciendo su trabajo, se aburría. Intentaba charlar con
ellos, pero le decían siempre: –Rosa, no me hables ahora, que estoy trabajando y no me quiero equivocar.
Y la osa Rosa se aburría mucho. Como no hacía su trabajo, la osa Rosa no podía jugar con los otros niños en
el recreo, porque estaba terminando su tarea. Pero lo peor ocurrió un día. Como los ositos ya sabían leer y
escribir un poco, porque habían trabajado mucho, la señorita osa invitó a los papás, a las mamás y a los
abuelos a venir un día a la clase para que vieran cómo leían los ositos. Y así fue, se presentaron en la clase,
se sentaron y la señorita dio a cada osito un trocito de un cuento muy facilito para que se lo leyeran a los
papás. Todos los ositos fueron leyendo, algunos leían muy bien, otros se atrancaban un poquito. Los papás
estaban muy contentos. Hasta que le tocó a la osa Rosa. Como no había trabajado nada en la clase no
sabía nada de nada y se quedó callada.
– ¿Qué te pasa, Rosa? –le preguntó la señorita. –Que no se leer nada –dijo la osa Rosa. Se puso muy colorada
y empezó a llorar. La mamá de la osa Rosa, preguntó:
– ¿Y por qué mi hija no sabe leer? Entonces la señorita le dijo a la osa Rosa:
Explícaselo a tu mamá.
–Porque cuando los otros osos estaban aprendiendo yo no quería trabajar y nunca tenía ganas y no hacía nada
en clase y aunque la señorita me lo decía, siempre decía que no me gustaba hacer nada —dijo la osa Rosa
casi llorando.
La mamá de la osa Rosa se puso muy triste y sintió mucha vergüenza de ver que su hija era la única que no
sabía leer de su clase. Como la osa Rosa lo pasó tan mal y sintió envidia de los otros ositos que se iban a casa
tan contentos con un cuento de regalo, le pidió perdón a la señorita y le prometió a su mamá y a la “seño”
que a partir de ahora trabajaría en la clase.
Y así fue. Desde ese día, cuando tocaba escribir, o dibujar o colorear, la osa Rosa también lo hacía. Al
principio le costó mucho y se cansaba, pero descansaba un ratito y luego seguía. Ese fue su truco: trabajar
cuando mandaban el trabajo. Si se cansaba, descansaba un poquito y luego seguía. Poco a poco se fue
cansando menos y empezó a gustarle hacer las tareas del “cole”. Los otros ositos se lo decían a la señorita:
–La osa Rosa ya trabaja y puede venir luego a jugar con nosotros.
Y aprendió tantas cosas que en la fiesta de fin de curso leyó delante de todos los papás y lo hizo tan bien que
su mamá se puso muy contenta y la señorita osa le dio muchos besos.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
2. De manera individual, los educandos emiten una valoración (juicio valorativos) en el
caso expuesto. Para tal fin,, a continuación tiene a la vista las siguientes preguntas:
Actividad cental:
1. Con la finalidad de que los educandos reflexionen sobre el valor d ela honestidad se
les pide que lean d emanera silenciosa el siguiente texto.
Actividad final:
1. Con la finalidad de evaluar el nivel de tolerancia en los educandosse aplica una
escala de actitudes.
Tolerancia

Actitudes, acciones , siempre avece nunca


comportamnientos cotidianos s
Comprendieron el mensaje del
relato.
Necesitaron ayuda para
comprender el mensaje del relato.
Se solidarizaron con el
comportamiento del perro.
Piensan que el gato podía haber
tenido razón para actuar así.
Han mostrado comportamientos
tolerantes.

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