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Fundamento de

la metafísica de
las costumbres
Diego Lara
Core: Civilización contemporánea II
La felicidad para Immanuel Kant no puede ser considerado como un criterio para la moralidad ya
que principalmente se trata de un hecho empírico subjetivo y personal, Kant define la felicidad
como “ el estado de un ser racional en el mundo , al cual, en el conjunto de su existencia, le va
todo según su deseo y voluntad” ( Kant, “fundamentación de la metafísica de las costumbres”) ,
por lo tanto, la felicidad será concebida y abordada por cada sujeto de una forma distinta pero
acorde a su concepción del término.
Las leyes de la moral no coinciden con las leyes pertenecientes al ámbito de la naturaleza o la
inclinación, estos dos últimos tipos de leyes están estrechamente vinculadas con nuestra felicidad
lo que trae como consecuencia la desmitificación de que todas las personas que actúan
correctamente son felices y aquellas que se alejan de lo establecido viven sumidas en la infelicidad,
por lo tanto, Kant consideró que si exclusivamente el motivo de la acción corresponde a la
felicidad, la conducta no será absolutamente moral.
La felicidad se reduce a un hecho empírico que incluso puede llegar a ser tan variable como para
que una misma situación pueda significar un paraíso o un infierno para un individuo, la felicidad
no se merece sino que se encuentra, al pertenecer a la categoría de hecho empírico se concluye que
la felicidad no es universal, por lo tanto, se aleja de la moral que corresponde a un hecho a priori
ademas de solamente producir imperativos hipotéticos debido a este mismo carecer empírico. Los
imperativos hipotéticos corresponden a aquellos que prescriben una acción como buena porque
dicha acción es necesaria para conseguir algún propósito( se dividen en imperativos hipotéticos de
la habilidad y de la prudencia)
La búsqueda de la felicidad no nos contribuye ni a mejorar como hombres ni a volvernos
merecedores de ella , las acciones realizadas para obtener algo que contribuya a nuestra felicidad
son denominadas acción hecha por inclinación ( mediata o inmediata) . Kant distingue entre la
felicidad física y la moral: la felicidad moral es superior a la física debido a que la primera es
inseparable de la virtud y para obtenerla es menester un crecimiento personal que nos ayude a
controlar las inclinaciones contrarias al deber ( es por esto que también se afirma que la felicidad
humana no se encuentra en la naturaleza).

El deber representa el factor adecuado ya que Kant lo define como “ la necesidad de una acción
por respeto a la ley” , las acciones que se ejecutan basadas en el deber se hacen con independencia
de nuestro beneficio o desdicha , el sujeto procede a realizar estas acciones porque la conciencia
moral nos dicta que deben ser hechas.
“obra según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne una ley universal”
Es aquí donde surge la figura del imperativo categórico: un mandato de carácter universal y
absolutamente necesario que prescribe una acción con el carácter de buena o obligatoria de forma
incondicional, la propia naturaleza de la acción la convierte en requerida, independiente del fin
que se pueda obtener de ella. Para Kant solamente este tipo de imperativo corresponde a un
imperativo perteneciente a la moralidad.

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