Sie sind auf Seite 1von 72

TEMA 14 - ¿SOLO LA FE ME

SALVA?

“…El justo vivirá por la fe” (Habacuc


2, 4)
“En el Evangelio se revela la justicia
de Dios, por la fe y para la fe,
conforme a lo que dice la Escritura:
El justo vivirá por la fe.”
(Romanos 1, 17)
"¿Cómo puede ser alguien justo ante
Dios?" es una pregunta que, Martín
Lutero se hacía una y otra vez…
Leer (Romanos 5, 12-20)

“todos han pecado y están privados


de la gloria de Dios, pero son
injustificados gratuitamente por su
gracia, en virtud de la redención
cumplida en Cristo Jesús. Él fue
puesto por Dios como instrumento
de propiciación por su propia
sangre, gracias a la fe. De esa
manera, Dios ha querido mostrar su
justicia: en el tiempo de la paciencia
divina, pasando por alto los pecados
cometidos anteriormente, y en el
tiempo presente, siendo justo y
justificado a los que creen en Jesús.
(Romanos 3, 23-26)

 1ª Pedro 2:24: "quien llevó él mismo


nuestros pecados en su cuerpo
sobre el madero, para que nosotros,
estando muertos a los pecados,
vivamos a la justicia; y por cuya
herida fuisteis sanados."
 2ª Corintios 5:21: "Al que no conoció
pecado, por nosotros lo hizo
pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en
él."
“Porque ustedes han sido salvados
por su gracia, mediante la fe. Esto no
proviene de ustedes, sino que es un
don de Dios; y no es el resultado de
las obras, para que nadie se gloríe.”

(Efesios 2, 8-9)

La misma cita en el versículo 10,


sigue diciendo:
“Nosotros somos creación suya: fuimos
creados en Cristo Jesús, a fin de realizar
aquellas buenas obras, que Dios preparó
de antemano para que las practicáramos.
En efecto, en Cristo Jesús, ya no
cuanta la circuncisión ni la
incircuncisión, sino la fe que obra
por medio del amor. (Gálatas 5, 6)
a) Dios quiere que todos se salven.
Si como lo afirmas tú: la salvación se
da "solamente por la fe" en Cristo y lo
tomamos literalmente, entonces: ¿Qué
pasó con los que murieron antes de
Cristo? Y con los aztecas, mayas y
otros pueblos que nunca escucharon el
Evangelio, ¿acaso se condenaron
también? ¿o con los millones de chinos
y musulmanes que nunca han oído el
Evangelio de Jesucristo?, ¿ellos
también se condenarán? Claro que no.
Recuerdo que hace tiempo estaba
pasando por la calle y escuché a un
pastor que predicaba y decía: levanten
la mano los que tengan familiares que
crean en Cristo, Amén, hermanos, ellos
ya son salvos. Ahora levántenla los que
tuvieron familiares que no creyeron;
Amén, hermanos, ellos ya se fueron al
infierno. En cuestión de segundos a
unos los mandó al cielo y a otros al
infierno.
En realidad, desde una perspectiva
cristiana, esto no puede ser así, porque
la misma Biblia nos aclara que: "Dios
quiere que todos los hombres se
salven y lleguen al conocimiento de
la verdad" 1 Tim 2,4. La Voluntad
salvífica universal de Dios no es que
solamente algunos cuantos alcancen la
salvación. Puesto que Dios ama a
todos los hombres entonces, Él mismo,
busca las formas de llevar su amor y
salvación por diferentes maneras Mt
18,14; Mt 20,28.
b) Quienes murieron sin la
oportunidad de escuchar el
Evangelio serán juzgados por su
conciencia.
La Fe en Cristo es necesaria
solamente para las personas que
tuvieron la oportunidad de conocerlo
plenamente, pero no para los que
nunca tuvieron esa oportunidad.
En esos casos el Apóstol San Pablo
nos dice: "Cuando los paganos, que
no tienen ley, cumplen naturalmente
con lo que manda la Ley, se están
dando a sí mismos una ley; Y
muestran que las exigencias de la
ley están grabadas en sus
corazones. Lo demuestra también la
conciencia que habla en ellos,
cuando se condenan o aprueban
entre sí. Así sucederá el día en que
Dios, según mi Evangelio, juzgará
por Cristo Jesús las acciones
secretas de los hombres". Rom 2,14-
16. De esta manera, la salvación está
disponible a todos los hombres de
todos los tiempos, aunque no hayan
escuchado plenamente el Evangelio,
siempre y cuando hayan tratado de
vivir de acuerdo a su conciencia.

c) Quienes conocen a Cristo


necesitan Fe y obediencia.
Otro aspecto importante acerca de la
salvación es que de acuerdo a la
Palabra de Dios, si tuvimos la
oportunidad de escuchar el Evangelio,
entonces es necesario la Fe y la
obediencia (obras).
En ninguna parte de la escritura dice
que basta la fe o que solamente con
creer ya tenemos la salvación. Todos
los pasajes bíblicos donde dice que la
salvación es por gracia o que por la fe
tenemos la salvación no dicen que
solamente con eso basta.

De hecho nuestro Señor Jesucristo dijo


contundentemente: “No son los que
me dicen: «Señor, Señor», los que
entrarán en el Reino de los Cielos,
sino los que cumplen la voluntad de
mi Padre que está en el cielo.
Muchos me dirán en aquel día:
«Señor, Señor, ¿acaso no
profetizamos en tu Nombre? ¿No
expulsamos a los demonios e
hicimos muchos milagros en tu
Nombre?». Entonces yo les
manifestaré: «Jamás los conocí;
apártense de mí, ustedes, los que
hacen el mal».” Mt 7, 21-23

Así, en la Biblia, el Apóstol Santiago lo


dirá: "¿Tú crees que existe un solo
Dios? Haces bien; pero también los
demonios creen y se estremecen.
¿Por qué no te enteras de una vez,
pobre hombre, de que la fe sin obras
es estéril? ¿Acaso no obtuvo
Abraham, nuestro antepasado, la
salvación de Dios por sus obras,
cuando ofreció a su hijo Isaac sobre
el altar? ¿Ves cómo la fe cooperaba
con sus obras y por las obras se
hizo perfecta su fe?" Santiago 2,19-
22

Y agrega el Apóstol: "Ya lo ven: son


las obras las que hacen justo al
hombre y no solamente la fe"
Santiago 2,24. También el Apóstol
San Pablo nos habla de la necesidad
de que junto a la fe vaya la obediencia
para poder ser justificados: "Porque
no salvará Dios a los que
simplemente escuchan la ley, sino a
aquellos que la cumplen." Romanos
2,13. Para confirmar esto les
recomiendo leer Romanos 2,6;
Gálatas 5,6; Gálatas 6, 7-10 y 11 y 1
Timoteo 4,16 donde se afirma la
necesidad de la obediencia (obras),
como fruto de la acción salvadora en
nuestras vidas.
Y, sobretodo, Nuestro Señor
Jesucristo, cuando explica sobre el
juicio final, muy claramente señala la
importancia y necesidad de la
obediencia y las obras pues dirá a
todas las naciones: "Vengan a mi
benditos de mi Padre, heredad el
Reino preparado para ustedes
desde la fundación del mundo.
Porque tuve hambre y me diste de
comer; tuve sed y me diste de beber;
fui forastero y me recogiste; estuve
desnudo y me vestiste; en la cárcel
y fuiste a visitarme… » Mt 25,31-46
La salvación no es un «gafete» o
membresía que se cuelga y se entra al
cielo automáticamente al levantar la
mano y decir «Tengo fe, soy salvo».
No. Junto a la Fe deben de ir las obras
u obediencia.
De hecho, la única vez que la palabra
"solamente" acompaña a la palabra
"fe" en el texto griego original es en
Santiago 2,24, que precisamente
afirma que somos salvados "NO
SOLAMENTE POR LA FE". Incluso
en versiones de la Biblia protestante
dice lo mismo.

Reflexionemos en Su Palabra, leer


(Santiago 2, 13-26)

d) Algunos signos de la obediencia.


Es por esto, que si amamos la Biblia, al
mismo tiempo que valoramos la fe,
debemos mostrar nuestra obediencia:
* "Que todos sean uno; como tu
Padre estás en mí y yo en ti…" Jn
17,2. El vivir en unidad.
* "El que come mi carne y bebe mi
sangre, vive de vida eterna" Jn 6,51-
67. La Eucaristía
* "El que los escucha a ustedes a mí
me escucha; el que los rechaza, a mí
me rechaza" Lc 10,16. El estar unidos
con Jesús, al permanecer unidos a su
Iglesia.
Esto significa de veras creer en Cristo.
Decir "yo creo en Cristo, ya soy salvo"
y no obedecerlo o solamente
obedecerlo en las partes que le gustan
no es un camino seguro que lleve a la
salvación.
e) Es necesaria la Perseverancia
hasta el fin.
Un último aspecto a mencionar es que
para tener la salvación tampoco basta
un acto de fe inicial y ya, levantar la
mano para decir que aceptamos a
Cristo como Señor y Salvador o llenar
una hojita donde diga que ya lo
aceptamos y tenemos fe. No. La fe y
obediencia hay que mostrarla hasta el
final. Por eso Jesús dijo:
"El que se mantenga firme hasta el
fin, ese se salvará". Mt 14,13
En este caminar con Jesús no hay
membresía, sino un caminar diario,
cada mes y cada año, en fe y
obediencia hasta el fin de nuestros
días. "Esfuércense con santo temor
en lograr su salvación." Fil 2,12. Esta
es la gran bendición que tenemos
como hijos de Dios.
Por: Martín Zavala.
Fuente:
http://www.apologeticacatolica.org
Martín Lutero y la epístola de Santiago
José Miguel Arráiz, el 12.05.13 a las
3:23 PM

Cuenta el célebre escritor G. K.


Chesterton, converso desde el
protestantismo a la fe católica, que
Martín Lutero era propenso a
irracionales ataques de furia, durante
uno de los cuales arrancó de la Biblia
la epístola de Santiago. El propio
Lutero reconoce su posición al
respecto en el prólogo del Nuevo
Testamento de su Biblia de
Septiembre: “Hay que distinguir entre
libros y libros. Los mejores son el
evangelio de S. Juan y las epístolas de
S. Pablo, especialmente la de los
Romanos, los Gálatas y los Efesios, y
la 1ª epístola de S. Pedro, estos son los
libros que te manifiestan a Cristo y te
enseñan todo lo que necesitas para la
salvación; aunque no conozcas ningún
otro libro. La epístola de Santiago,
delante de éstas, no es más que paja,
pues no presenta ningún carácter
evangélico” Prólogo del Nuevo
Testamento de 1546 (Bibel VI, 10)
¿La razón? El siguiente texto era para
él un aguijón insoportable por
contradecir su enseñanza de la
salvación por la Sola Fe:
“¿DE QUÉ SIRVE, HERMANOS
MÍOS, QUE ALGUIEN DIGA:
«TENGO FE », SI NO TIENE OBRAS?
¿ACASO PODRÁ SALVARLE LA FE?
Si un hermano o una hermana están
desnudos y carecen del sustento
diario, y alguno de vosotros les dice:
«Idos en paz, calentaos y hartaos»,
pero no les dais lo necesario para el
cuerpo, ¿de qué sirve? Así también la
fe, si no tiene obras, está realmente
muerta. Y al contrario, alguno podrá
decir: «¿Tú tienes fe?; pues yo tengo
obras. Pruébame tu fe sin obras y yo te
probaré por las obras mi fe. ¿Tú crees
que hay un solo Dios? Haces bien.
También los demonios lo creen y
tiemblan. ¿Quieres saber tú, insensato,
que la fe sin obras es estéril? Abraham
nuestro padre ¿no alcanzó la
justificación por las obras cuando
ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?
¿Ves cómo la fe cooperaba con sus
obras y, por las obras, la fe alcanzó su
perfección? Y alcanzó pleno
cumplimiento la Escritura que dice:
Creyó Abraham en Dios y le fue
reputado como justicia y fue llamado
amigo de Dios.» Ya veis cómo el
hombre es justificado por las obras y no
por la fe solamente. Del mismo modo
Rajab, la prostituta, ¿no quedó
justificada por las obras dando
hospedaje a los mensajeros y
haciéndoles marchar por otro
camino? PORQUE ASÍ COMO EL
CUERPO SIN ESPÍRITU ESTÁ
MUERTO, ASÍ TAMBIÉN LA FE SIN
OBRAS ESTÁ MUERTA”
Santiago 2,14-26
Lutero no solo rechazaba la epístola de
Santiago, sino Hebreos, Judas y el
Apocalipsis como parte del Nuevo
Testamento. Adivinen por qué.
POR ADÁN, PERDIMOS LA GRACIA.
POR JESÚS, HEMOS SIDO
JUSTIFICADOS.

“En efecto, si por la falta de uno solo


reinó la muerte, con mucha más razón,
vivirán y reinarán por medio de un solo
hombre, Jesucristo, aquellos que han
recibido abundantemente la gracia y el
don de la justicia. Por consiguiente, así
como la falta de uno solo causó la
condenación de todos, también el acto
de justicia de uno solo producirá para
todos los hombres la justificación que
conduce a la Vida. Y de la misma
manera que por la desobediencia de un
solo hombre, todos se convirtieron en
pecadores, también por la obediencia
de uno solo, todos se convertirán en
justos.”

(Romanos 5, 17-19)
Título: Habacuc 2:1-4 - "El Justo Por
Su Fe Vivirá – La Diferencia
Que Hace”
Subtítulo: El Versículo Más Importante
De La Biblia, ¡Y La
Promesa Más Importante de Dios!

Pocos pasajes en las Santas Escrituras


han tenido un impacto más grande
sobre toda la historia de la humanidad
que estas palabras, “El justo por su fe
vivirá”. Ellas apretaron el corazón del
Apóstol Pablo quien descubrió que su
perfil piadoso en el judaísmo, todas sus
obras y tradiciones no eran de utilidad
alguna para el Señor; pero aquella
palabra de que “el justo vivirá por
fe” prevaleció con el Señor. El incluyó
estas palabras en 3 de sus Epístolas
del Nuevo Testamento.

Estas mismas palabras apretaron el


corazón y cambiaron la vida de otro
hombre – un hombre que nació en
Eiselben, Alemania en 1483; y, a través
de el, eventualmente cambió al mundo.
El joven Lutero tenía una sed de
conocer a Dios y un hambre de
salvación. El sintió el peso de su
pecado y quería librarse de el pero no
sabía como.

En los días de Lutero, las verdades


bíblicas de salvación, perdón y vida
eternal por gracia a través de la fe sola
habían sido enterradas en las
tradiciones del Catolicismo medieval
casi igual que estas verdades del
Evangelio han sido olvidadas y
perdidas en tantas iglesias que hoy se
hacen llamar Cristianas.

Pero la única Iglesia en aquellos días


era la Iglesia Católica Romana, y así
Lucero estudió para el sacerdocio
buscando respuestas, y luego entró en
un monasterio a los 21 años. El
monasterio significó una vida de
negación de si mismo, abandonando
hogar y familia, mendigar, ayuno y
oración – algunas veces 3 días sin
sueño, comida y agua, - vigilias de
noche y trabajos de día, rituales y
obras, cantos y misas, aún el doloroso
auto-castigo. Cada hora de la vida de
Lutero estaba regulada. Más adelante
escribió:

"Si alguna vez un monje había llegado


al cielo por ser monje, yo hubiese
llegado allí."

Pero a través de todo esto Lutero no


alcanzó ningún sentido de perdón,
ningún sentido de acercarse más al
Señor, ningún sentido de liberación de
culpa. Sus estudios de la
Biblia hablaban de un Dios celoso,
iracundo y vengativo, quien se
deleitaba en castigar el pecado. Sus
sueños estaban rodeados por las
llamas del infierno. El no estaba
enfermo ni loco según algunos han
afirmado – el simplemente fue
sumergido en el sistema religioso de su
día – el sistema que el estaba
siguiendo lo condenaba porque el
sabía que no estaba a la altura de sus
estándares.

Aquello que el consideraba como su


propio pecado lo atormentaba. El se
preguntaba si sus obras eran
suficientemente buenas y esto lo
atormentaba. El se preguntaba si su
contrición era suficientemente
profunda y esto lo atormentaba. El se
preguntaba si sus confesiones incluían
cada pensamiento, palabra y obra
pecaminosa, y esto lo atormentaba.

Dios ha prometido (Mateo


5:6) "Bienaventurados los que
tienen hambre y sed de justicia,
porque ellos serán saciados." Pero
esto no estaba pasando para el.

El hizo un peregrinaje a Roma


esperando encontrar paz. De ahí fue a
toda iglesia y todo lugar santo para no
perderse de ninguna de las
indulgencias ofrecidas. El descendió a
las catacumbas donde 80,000 mártires
y 26 papas yacían en nichos de piedra.

El miraba fijamente la soga con la que


Judas supuestamente se ahorcó. El fue
a las santas escaleras, supuestamente
manchadas con la sangre de Cristo las
cuales se suponen por las que Jesús
subió hacia el tribunal de Pilato y
sangró después de que fuera azotado.
El comenzó arrastrándose por esas
santas escaleras sobre sus rodillas,
besando cada paso protegido con
vidrio junto con otros peregrinos y
durante todo ese tiempo sus
pensamientos estaban tambaleando.

Lo que el estaba haciendo, lo hacían


otros al lado de el – otros a quienes el
había visto blasfemando
despectivamente todos los días y
vivían en lujuria y pecado. Habían
historias que atravesaban su cabeza
del Papa reinante, el malvado
Alexander, quien quería envenenar a
su propio hijo y cuya hija era la mal
famosa y perversa Lucrecia.

Habían historias vergonzosas de su


antiguo ideal más elevado, la iglesia, la
cual el ahora veía como el lugar de
nacimiento de hombres perversos,
dinero mal habido y pecado horrendo.
El se preguntaba, "Todas estas buenas
obras, hechas mil veces diariamente
en Roma y en otros lugares - ¿no eran
obras muertas, desgraciadas por mil
blasfemos incrédulos e hipócritas tales
como yo quienes las estaban
haciendo?"

El se levantó de sus rodillas, volviendo


su espalda a las escaleras sagradas y
se fue. Más preguntas todavía
retumbaban en sus oídos - "¿Cómo
podría alguien pararse antes Dios?"

"¿Cómo puede ser alguien justo ante


Dios?"

"¿Cómo es posible para alguien ser


salvo?"

Y las palabras que el había leído de


Habacuc, lo cual el aún no entendía,
aún sonaban en su corazón, "El justo
por su fe vivirá."

El terminó en Wittenberg, y tomó sus


pensamientos y preguntas a la
Palabra de Dios la cual comenzó a ser
su fundamento y verdadero gozo. El
habría de disertar en la
Universidad sobre los Salmos y así el
empezó sus preparaciones. El vino al
Salmo 22 y descubrió un “Salvador
Quién literalmente sufrió toda
vergüenza y rechazo de Dios”, pero el
no entendía.

El vino al Salmo 32 - " Bienaventurado


aquel cuya transgresión ha sido
perdonada, y cubierto su pecado." El
no parecía entenderlo pero la
Palabra estaba comenzando a ser su
fundamento y gozo.

Mientras el continuaba sus estudios, el


pasaje de Habacuc se mantenía
manando en su cabeza. Luego fue
llevado al libro de Romanos y a mitad
del capítulo uno, comenzando con el
versículo 16, encontró las bellas
palabras que liberaron su corazón -
" 16Porque no me avergüenzo del
evangelio, porque es poder de Dios
para salvación a todo aquel que cree;
al judío primeramente, y también al
griego. 17Porque en el evangelio la
justicia de Dios se revela por fe y para
fe, como está escrito: Mas el justo por
la fe vivirá." Ahí estaba otra vez – el
justo vivirá por fe.
Fue como si fuese alcanzado por un
rayo. El tiró su pluma y cayó sobre sus
rodillas con lágrimas de entendimiento.
El sabía que el Espíritu Santo había
venido sobre el – la pequeña y estrecha
habitación en la torre se abrió y las
puertas abiertas del cielo le recibieron.

Luego Lutero escribió, "Antes que esas


palabras rompieran mi corazón, yo
odiaba a Dios y estaba molesto con El.
Yo era Su propia creación, pero los
estándares Santos del Creador eran
tan altos y distantes para yo poder
alcanzarlos – Pero cuando por el
Espíritu de Dios yo entendí esas
palabras "El justo por su fe vivirá",
entonces me sentí nacido de nuevo,
como un hombre nuevo; entré a través
de las puertas abiertas hacia el mismo
paraíso de Dios.

“Ahora veía las Escrituras,


completamente en una luz diferente –
ahora era mi querida y consoladora
Palabra – ellas no estaban allí para
condenarme sino para salvarme.”
La promesa del Señor se había
cumplido, ""Bienaventurados los que
tienen hambre y sed de justicia,
porque ellos serán saciados."

Lutero estaba saciado -- ¡bendecido!

El amanecer de la verdad marcó el


comienzo de una nueva era. Pronto las
95 tesis fueron clavadas en la puerta de
la Iglesia de Wittenberg y la reforma
pronto habría de esparcirse sobre
Europa y el cambio en la historia había
comenzado.

Ahora escuche cuidadosamente a


estas tres realidades cruciales: En el
Hebreo original las palabras "el justo
por su fe vivirá”

Son solo 3 palabras. "El hombre


justificado" es una palabra.

"Por su fe " es otra palabra.

Y "vivirá." Es la tercera palabra.

"El hombre justificado por su fe vivirá."


La frase es citada 3 veces en el Nuevo
Testamento para subrayar y enfatizar
su verdad y su importancia.

Ellas son encontradas en Romanos lo


que nos trae entendimiento
concerniente a la primera de estas
palabras - "el hombre justificado." –
concerniente a la justificación.

Ellas son encontradas en Hebreos lo


que nos trae entendimiento
concerniendo exactamente a lo que
verdaderamente es la fe que cree la
cual es contada por justicia.

Ellas son encontradas


en Gálatas donde es enfatizada la
tercera palabra y nos trae
entendimiento concerniente a vivir la
vida que ahora tenemos como
creyentes. Ay, ¡Verdaderamente que
bella y perfecta es la Palabra de Dios!
Las respuestas están siempre allí
¡Alabado sea el Nombre del Señor!

Ahora, el tormento de Lutero había


nacido en su conciencia de su propio
pecado e indignidad – especialmente
cuando es comparado al estándar
Santo – del mismo Señor.

Su experiencia proclamaba que no


había forma de que alguien pudiese
alcanzar ese estándar de justicia y ser
justificado ante Dios. Desde los días de
Job, los corazones que buscan agradar
a Dios se han hecho la misma pregunta
"¿Cómo puede un hombre justificarse
delante de Dios?"

Vaya al libro de Romanos tal como hizo


Lutero, y usted vera que todos están en
el mismo bote – todos somos
pecadores, indignos y sin justicia.

3:10 “Como está escrito: No hay


justo, ni aun uno;”

3:23 “por cuanto todos pecaron, y


están destituidos de la gloria de
Dios,”

Estos son solo dos versículos; pero, los


capítulos del 1 al 3 en su totalidad traen
a todo el mundo y a toda persona ante
Dios y los declara culpables.

Los capítulos 2 y 4 nos dicen que usted


no puede ser justificado por la ley, por
buenas obras, ni por rituales o
tradiciones - es imposible.

¡Pero entonces la gracia de Dios rompe


a través de las nubes y el feliz
amanecer cae de inmediato! Tal como
el apóstol Pablo nos señala a la gran
revelación del atalaya, "El justo vivirá
por fe."

El vuelve de regreso hasta Abraham


como su principal ejemplo de
justificación - Abraham, quien creyó a
Dios y fue justificado por fe.

Escuche estas palabras sobre


Abraham en Romanos, capítulo 4,
comenzando con el versículo 20:

4:20-5:1 "20Tampoco dudó, por


incredulidad, de la promesa de Dios,
sino que se fortaleció en fe, dando
gloria a Dios, 21plenamente
convencido de que era también
poderoso para hacer todo lo que
había prometido; 22por lo cual
también su fe le fue contada por
justicia. 23Y no solamente con
respecto a él se escribió que le fue
contada, 24sino también con
respecto a nosotros a quienes ha de
ser contada, esto es, a los que
creemos en el que levantó de los
muertos a Jesús, Señor nuestro, 25el
cual fue entregado por nuestras
transgresiones, y resucitado para
nuestra justificación.1Justificados,
pues, por la fe, tenemos paz para
con Dios por medio de nuestro
Señor Jesucristo" ¡Alabado sea el
Señor!

Nada pudiera ser más claro que


Romanos 3:24 "siendo justificados
gratuitamente por su gracia,
mediante la redención que es en
Cristo Jesús."
¡Así es! Buenas obras, rituales,
bautismo, santa cena, asistencia a la
iglesia, tradiciones, no serán de
utilidad, pero la redención en Cristo
Jesús prevalece.

Y otra vez está Romanos 4:4-5: "4Pero


al que obra, no se le cuenta el salario
como gracia, sino como
5
deuda; mas al que no obra, sino
cree en aquel que justifica al impío,
su fe le es contada por
justicia" ¡Alabado sea el Señor!

Por lo que la persona justificada es


aquella quien ha dejado de tratar de
llegar al cielo por sus propias buenas
obras porque se ha dado cuenta de
que no puede - es imposible. Isaías vio
eso en el Siglo 8 A.C. "Todas
nuestras justicias como trapo de
inmundicia " - Isaías 64:6

La persona justificada es aquella quien


ha venido a Jesús por la justicia
perfecta de Dios que El da
gratuitamente por gracia. "5Nos salvó,
no por obras de justicia que
nosotros hubiéramos hecho, sino
por su misericordia, por el
lavamiento de la regeneración y por
la renovación en el Espíritu
Santo, 6el cual derramó en nosotros
abundantemente por Jesucristo
nuestro Salvador, 7para que
justificados por su gracia,
viniésemos a ser herederos
conforme a la esperanza de la vida
eterna." Tito 3:5-7

Esta es la vida cristiana – no lo que


podamos hacer por Dios, sino recibir lo
que Dios ya ha hecho por nosotros.

La mas grande transacción esta


registrada en 2 Corintios 5:21 "Al que
no conoció pecado, por nosotros lo
hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en
él."

¿Y cómo recibimos el regalo? Por fe.


En el libro de Hebreos, mientras el
Espíritu Santo está mostrando el
camino del Cristiano a través de este
mundo hasta la gloria del cielo, el
muestra claramente que es todo por fe.

"Sin fe es imposible agradar a Dios."

El Camino a la justificación, el camino


a la gloria, la entrada a la familia de
Dios, el secreto del Nuevo nacimiento,
la promesa de perdón y vida eterna -
es todo por fe.

El capítulo 11 de Hebreos demuestra


que la verdadera fe salvadora es más
que un simple y fácil “yo creo” – la
naturaleza de la fe es compromiso,
persistencia, alejarse del pecado, y
acción. Ese es el ejemplo de cada
persona mencionada en el gran
capítulo de la fe, capítulo11.

Abel creyó a Dios y ofreció un mejor


sacrificio que Caín. Noé creyó a Dios y
construyó un arca. Abraham creyó a
Dios, siguió Su dirección, y aún estuvo
dispuesto a ofrecer a su hijo Isaac
como un sacrificio.
La lista sigue demostrando la
verdadera naturaleza de la fe – eso es
un impulso trabajando en el corazón 24
horas al día mientras dure la vida. Un
impulso seguido libremente y
gozosamente.

Ese es el mensaje de Gálatas - ¿cómo


vive un cristiano?

¿Por seguir la ley? NO.

¿Por una lista legalista de si(s) y


no(s)? NO

Pablo les dice a los Gálatas que ese no


es el Evangelio que ellos recibieron y
estas no son las reglas para el vivir
Cristiano. La regla del vivir cristiano es
“vivir por fe” – esa es nuestra respuesta
gozosa y amable al Calvario y el amor
de Dios. "Yo vivo por la fe del Hijo de
Dios Quien me amó y se dio a Sí mismo
por mí."

Si alguien predica algún otro evangelio


que este – esa persona o esa iglesia
está bajo la maldición de Dios. El justo
vivirá por fe.

Me encanta el himno que dice así:

"Años mi alma en vanidad vivió,

Ignorando a Quien por mí sufrió,

O que en el Calvario sucumbió el


Salvador.

Por la Biblia miro que pequé;

Y Su ley divina quebranté;

Mi alma entonces contempló por fe al


Salvador.

Toda mi alma a Cristo ya entregué,

Hoy le quiero y sirvo como a Rey,

Por los siglos siempre cantaré al


Salvador.

En la cruz Su amor Dios demostró,

Y de gracia al hombre revistió;


Cuando por nosotros se entregó el
Salvador."

Este es el secreto de la vida y la


diferencia que hace – el justo vivirá por
fe,

Y este secreto de vida, dado a conocer


a Habacuc hace tanto tiempo, se
convirtió en el grito de batalla de la
reforma y el principio cardinal de vida
para aquellos que han vivido desde
entonces y que conocen al Señor y a
Su Palabra.

En el principio, Habacuc estaba


angustiado y perplejo; pero mientras
el esperaba en el Señor, vino la
respuesta.

Esperar en el Señor es la fe en acción.

Esperar en el Señor es la fe trabajando.

Esperar es una de las grandes


palabras del Antiguo Testamento
para fe en Isaías 40:31, "Pero los que
esperan a Jehová tendrán nuevas
fuerzas; levantarán alas como las
águilas; correrán, y no se cansarán;
caminarán, y no se fatigarán."

Siempre hay lugar en la misericordia de


Dios cuando esperamos en El.

Siempre hay liberación en el poder de


Dios cuando esperamos en El.

Siempre hay perdón a través de la


sangre de Jesús cuando esperamos en
El.

Siempre hay respuesta en la


Palabra de Dios cuando esperamos en
El.

Confía en el Señor.

Deléitate en el Señor.

Encomienda tu camino al Señor.

Descansa en el Señor y espera


pacientemente en El. Y El exhibirá tu
justicia como la Luz.

¡Eso es lo que nos dice el Salmo 37!


¿Harás tú estas cosas?

¿Cuál es tu necesidad en este día?


Sea lo que sea El es la Respuesta.

"Suavemente y tiernamente, Jesús


está Llamando, llamando por ti.

¿Responderás a Su llamado?

Necesitamos arrepentirnos de nuestros


pecados.

Necesitamos creer en Su Nombre.

Necesitamos recibirle a El como


nuestro Salvador.

Ven y haz eso. El te está llamando para


que vengas.

Si usted ha aceptado a Jesucristo


como su Salvador personal, pero ha
sido muy tibio en su caminar espiritual
con El, usted necesita pedirle
inmediatamente perdón y renovación.
El lo perdonará instantáneamente, y
llenará su corazón con el gozo del
Espíritu Santo. Entonces, necesita
iniciar un caminar diario de oración y
estudio personal de la Biblia.

Si usted nunca ha aceptado a


Jesucristo como Salvador, pero ha
comprendido Su realidad y el Fin de los
Tiempos que se acerca, y quiere
aceptar Su regalo GRATIS de la Vida
Eterna, usted puede hacerlo ahora, en
la privacidad de su hogar. Una vez lo
acepte a El como Salvador, usted
habrá Nacido de Nuevo, y tendrá el
Cielo tan seguro como si ya estuviera
allí. Entonces, podrá descansar seguro
de que el Reino del Anticristo no lo
tocará espiritualmente.

Si a usted le gustaría Nacer de


Nuevo, vaya ahora a nuestra Página
de Salvación .

Esperamos que haya sido bendecido


por este ministerio, que busca educar y
advertir a las personas, de modo que
puedan ver el Nuevo Orden Mundial
por venir -el Reino del Anticristo-en
sus noticias diarias.

Finalmente, nos encantaría saber de


usted. Puede enviarnos un E-Mail
a

Dios le bendiga.
Versículos que muestran la
justificación por fe

Por, Matt Slick

La justificación es el acto legal donde


Dios declara al pecador como inocente
de su pecado. No es que ahora el
pecador esté libre del pecado, sino que
es “declarado” libre del pecado. Esta
declaración de justicia es el ser
justificado delante de Dios y está
basada en el derramamiento de la
sangre de Jesús, "...estando ya
justificados en su sangre, por él
seremos salvos de la ira..." (Ro 5:9),
por Su crucifixión, muerte, sepultura y
resurrección (1 Co 15:1-4). Dios hace
responsable de nuestros pecados a
Cristo imputándoselos en la cruz:

 1ª Pedro 2:24: "quien llevó él mismo


nuestros pecados en su cuerpo sobre
el madero, para que nosotros, estando
muertos a los pecados, vivamos a la
justicia; y por cuya herida fuisteis
sanados."
 2ª Corintios 5:21: "Al que no conoció
pecado, por nosotros lo hizo pecado,
para que nosotros fuésemos hechos
justicia de Dios en él."

Adicionalmente, estamos justificados


por fe:

 Romanos 5:1: "Justificados, pues, por


la fe, tenemos paz para con Dios por
medio de nuestro Señor Jesucristo;"

Y alejados de las obras de la Ley:

 Romanos 3:28: "Concluimos, pues,


que el hombre es justificado por fe sin
las obras de la ley."

Ser salvo significa que Dios nos ha


librado (salvado) de Su justo juicio de
ira al colocar nuestros pecados sobre
Él. Esto significa que no seremos
juzgados por nuestros pecados ni
seremos sentenciados a condenación
eterna. Ser salvo significa que somos
justificados delante de Dios. Sólo los
cristianos son salvos y justificados. El
tema que tenemos ahora es si esta
salvación, esta justificación se obtiene
sólo por la fe o por la fe y algo más.

A continuación hay una lista de


versículos que muestran que la
salvación/justificación es por la fe. Las
referencias en negrilla son señaladas
particularmente.

1. Juan 3:16: "Porque de tal manera


amó Dios al mundo, que ha dado a su
Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna."
2. Romanos 3:22: "la justicia de Dios por
medio de la fe en Jesucristo, para
todos los que creen en él. Porque no
hay diferencia,"
3. Romanos 3:24: "siendo justificados
gratuitamente por su gracia, mediante
la redención que es en Cristo Jesús,"
4. Romanos 3:26: "con la mira de
manifestar en este tiempo su justicia,
a fin de que él sea el justo, y el que
justifica al que es de la fe de Jesús."
5. Romanos 3:28-30: "Concluimos,
pues, que el hombre es justificado por
fe sin las obras de la ley. 29 ¿Es Dios
solamente Dios de los judíos? ¿No es
también Dios de los gentiles?
Ciertamente, también de los
30
gentiles. Porque Dios es uno, y él
justificará por la fe a los de la
circuncisión, y por medio de la fe a los
de la incircuncisión."
6. Romanos 4:3: "Porque ¿qué dice la
Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le
fue contado por justicia."
7. Romanos 4:5: "mas al que no obra,
sino cree en aquel que justifica al
impío, su fe le es contada por justicia."
8. Romanos 4:11: "Y recibió la
circuncisión como señal, como sello
de la justicia de la fe que tuvo estando
aún incircunciso; para que fuese
padre de todos los creyentes no
circuncidados, a fin de que también a
ellos la fe les sea contada por justicia;"
9. Romanos 4:16: "Por tanto, es por fe,
para que sea por gracia, a fin de que
la promesa sea firme para toda su
descendencia; no solamente para la
que es de la ley, sino también para la
que es de la fe de Abraham, el cual es
padre de todos nosotros"
10. Romanos 5:1: "Justificados,
pues, por la fe, tenemos paz para con
Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo;"
11. Romanos 5:9: "Pues mucho más,
estando ya justificados en su sangre,
por él seremos salvos de la ira."
12. Romanos 9:30: "¿Qué, pues,
diremos? Que los gentiles, que no
iban tras la justicia, han alcanzado la
justicia, es decir, la justicia que es por
fe;"
13. Romanos 9:33: "como está
escrito: He aquí pongo en Sion piedra
de tropiezo y roca de caída; Y el que
creyere en él, no será avergonzado."
14. Romanos 10:4: "porque el fin de
la ley es Cristo, para justicia a todo
aquel que cree."
15. Romanos 10:9-10: "que si
confesares con tu boca que Jesús es
el Señor, y creyeres en tu corazón que
Dios le levantó de los muertos, serás
salvo. 10 Porque con el corazón se
cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación."
16. Romanos 11:6: "Y si por gracia,
ya no es por obras; de otra manera la
gracia ya no es gracia. Y si por obras,
ya no es gracia; de otra manera la
obra ya no es obra."
17. Gálatas 2:16: "sabiendo que el
hombre no es justificado por las obras
de la ley, sino por la fe de Jesucristo,
nosotros también hemos creído en
Jesucristo, para ser justificados por la
fe de Cristo y no por las obras de la
ley, por cuanto por las obras de la ley
nadie será justificado."
18. Gálatas 2:21: "No desecho la
gracia de Dios; pues si por la ley fuese
la justicia, entonces por demás murió
Cristo."
19. Gálatas 3:5-6: "Aquel, pues, que
os suministra el Espíritu, y hace
maravillas entre vosotros, ¿lo hace
por las obras de la ley, o por el oír con
fe? 6 Así Abraham creyó a Dios, y le
fue contado por justicia."
20. Gálatas 3:8: "Y la Escritura,
previendo que Dios había de justificar
por la fe a los gentiles, dio de
antemano la buena nueva a Abraham,
diciendo: En ti serán benditas todas
las naciones."
21. Gálatas 3:14: "para que en Cristo
Jesús la bendición de Abraham
alcanzase a los gentiles, a fin de que
por la fe recibiésemos la promesa del
Espíritu."
22. Gálatas 3:22: "Mas la Escritura lo
encerró todo bajo pecado, para que la
promesa que es por la fe en
Jesucristo fuese dada a los
creyentes."
23. Gálatas 3:24: "De manera que la
ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos
a Cristo, a fin de que fuésemos
justificados por la fe."
24. Efesios 1:13: "En él también
vosotros, habiendo oído la palabra de
verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en él,
fuisteis sellados con el Espíritu Santo
de la promesa,"
25. Efesios 2:8: "Porque por gracia
sois salvos por medio de la fe; y esto
no de vosotros, pues es don de Dios;"
26. Filipenses 3:9: "y ser hallado en
él, no teniendo mi propia justicia, que
es por la ley, sino la que es por la fe
de Cristo, la justicia que es de Dios
por la fe;"
27. 1ª Timoteo 1:16: "Pero por esto
fui recibido a misericordia, para que
Jesucristo mostrase en mí el primero
toda su clemencia, para ejemplo de
los que habrían de creer en él para
vida eterna."
Santiago 2:24: No sólo por fe

Las Escrituras enseñan claramente


que somos salvos (justificados) por la
fe en Cristo y por lo que Él ha hecho en
la cruz. Esta sola fe nos salva. Sin
embargo, no podemos detenernos aquí
sin responder lo que Santiago dice en
2:24: "Vosotros veis, pues, que el
hombre es justificado por las obras, y
no solamente por la fe." ¿Existe
contradicción entre Santiago y
Pablo? No existe contradicción. Todo
lo que Ud. necesita hacer es mirar el
contexto. Santiago, en el capítulo 2
tiene 26 versículos: Los versículos 1-7
nos instruyen a no mostrar
favoritismos. Los versículos del 8-13
son comentarios acerca de la Ley; y los
versículos 14-26 son acerca de la
relación entre la fe y las obras.

Santiago, desde el versículo 14, usa el


ejemplo de alguien que dice tener fe
pero no tiene obras: "Hermanos míos,
¿de qué aprovechará si alguno dice
que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá
la fe salvarle?" (Stg 2:14). En otras
palabras, Santiago está hablando
acerca del tema de una fe muerta, la
cual no es nada más que un
pronunciamiento verbal. Está vacía de
vida y de acción. Él empieza con la
negativa y demuestra lo que es una fe
vacía (vv. 15-17: palabras sin
acciones). Entonces, él muestra que
esa clase de fe no es muy diferente de
la fe de los demonios: "Tú crees que
Dios es uno; bien haces. También los
demonios creen, y tiemblan." (v. 19).
Finalmente, él da ejemplos de cómo
vivir la fe, la cual es, de palabras
seguida de acciones. Él escribe de
Abraham y Rahab como ejemplos de
personas que demostraron la fe de
ellos por sus hechos.

Pronto, Santiago se encuentra


examinando dos clases de fe: una que
lleva a obras piadosas y una que no.
Una es verdadera, la otra es falsa; una
es muerta, la otra, viva; aún así: "¿Mas
quieres saber, hombre vano, que la fe
sin obras es muerta?" (Stg 2:20).

Note también que Santiago menciona


el mismo versículo que Pablo usa para
sostener la enseñanza de la
justificación por fe en Romanos 4:3.
Santiago 2:23, dice: "Y se cumplió la
Escritura que dice: Abraham creyó a
Dios, y le fue contado por justicia, y fue
llamado amigo de Dios." Si Santiago
estaba tratando de enseñar una
doctrina contradictoria de fe y obras,
diferente a la de otros escritores del
Nuevo Testamento, entonces, no
hubiera usado a Abraham como un
ejemplo.
Conclusión

La justificación es por fe. La verdadera


fe es obra de Dios (Jn 6:28-29),
concedida por Dios (Jn 1:29) y es
simultánea con la regeneración (2 Co
5:17), la cual Dios trabaja en nosotros
por Su voluntad (Jn 1:13). El resultado
de esta justificación y regeneración, es
que el pecador cambia de su pecado e
inicia un quehacer de buenas obras.
Pero no son estas obras por las que
nos ganamos nuestro lugar con Dios, ni
tampoco nos sostienen delante de Él.
Jesús llevó a cabo todo lo que
necesitamos para ser salvos,
justificados; y es, el creer realmente en
lo que Dios ha hecho por nosotros en
Jesús en la cruz; es por esto que la
Biblia dice que somos justificados por
fe (Ro 5:1).
El creer verdaderamente en la
justificación delante de Dios y la
regeneración en el nuevo creyente,
resultará en buenas obras.
Presentación del tema: "LA CRUZ
COMO JUSTIFICACIÓN. Base bíblica:
Romanos 3:23-24."— Transcripción de
la presentación:

1 LA CRUZ COMO JUSTIFICACIÓN

2 Base bíblica: Romanos 3:23-24.

3 Propuesta: Mediante la justificación


Jesús nos recuerda que podemos vivir
libres de la condenación y agradecidos
por esta nueva relación.

4 INTRODUCCIÓN A. Las dos figuras


que hemos considerado hasta aquí nos
han llevado al recinto del templo en el
caso de la propiciación, y al mercado
de esclavos en el caso de la redención.
La tercera imagen, la justificación, nos
llevará al escenario de los tribunales
judiciales.

5 Ante un tribunal solo hay dos


sentencias: Condenación y
justificación. La mala noticia es que
todos nosotros estamos bajo
condenación. La buena noticia es que
en la cruz, Dios ha arreglado nuestro
problema y nos ofrece el perdón.

6 En este sentido la justificación es lo


opuesto de la condenación como lo
expresa Pablo en Romanos 5:18: “Así
que, como por la transgresión de uno
vino la condenación a todos los
hombres, de la misma manera por la
justicia de uno vino a todos los
hombres la justificación de vida”.

7 B. Cabe aclarar que cuando se habla


de justificación, no se hace referencia
al estado del carácter sino al estado de
la relación del que cree, porque el
carácter es el resultado de un proceso
que dura toda la vida, el cual
conocemos como santificación.

8 Pero la justificación sucede en un


instante, y no admite grados porque es
completa cuando aceptamos por fe la
gracia de Cristo. En la justificación
somos perdonados, aceptados, y
estamos en la debida relación con
Dios.
9 En otras palabras somos declarados
justos pero no hechos justos. El
proceso de la salvación empieza con la
justificación pero no termina allí, como
podemos verlo en el siguiente cuadro.

10 3 MOMENTOS EN EL PROCESO
DE LA SALVACION
JUSTIFICACIONSANTIFICACIONGL
ORIFICACION Librados de la culpa del
pecado Librados del poder del pecado
Librados de la presencia del pecado.
Nuestro derecho al cielo Nuestra
idoneidad para el cielo Nuestra
traslación al cielo Sucede en un
momento, cuando aceptamos a Cristo.
Es un proceso que dura toda la vida.
Sucederá en un momento, cuando
Cristo venga. Los tres momentos son
por fe.

11 En el NT se resalta el gigantesco
significado de la justificación en una
asombrosa declaración paulina: “Al
que obra, no se le cuenta el salario
como gracia, sino como deuda; más al
que no obra, sino cree en aquel que
justifica al impío, su fe le es contada por
justicia” (Romanos 4:4,5).

12 Que Dios justifique al impío podría


parecer una contradicción para la
mente humana, pues en el AT se había
dicho: “De palabra de mentira te
alejarás, y no matarás al inocente y
justo; porque yo no justificaré al impío”
(Éxodo 23:7).

13 Pero ya el mismo Señor Jesús


había presentado el caso del publicano
quien con solo al implorar la
misericordia de Dios, “descendió a su
casa justificado” (Lucas 18:13,14). Sin
embargo, para ampliar un poco más lo
que quiere decir el NT trataremos de
ver la justificación desde los siguientes
4 ángulos.

14 La fuente de la justificación La base


de la justificación El medio de a
justificación Los resultados de la
justificación

15 D. Estos aspectos no solo resaltan


el fundamento teológico de esta
maravillosa doctrina que fue la bandera
de la Reforma sino que constituyen “la
obra de Dios que abate en el polvo la
gloria del hombre, y hace por el hombre
lo que éste no puede hacer por sí
mismo”.

16 Por ello, cobran vital importancia


para nosotros. Ya que al estar ajenos
seríamos “enemigos de la cruz de
Cristo” (Filipenses 3:18). Veamos
entonces cada uno de estos aspectos
de este vital tema.

17 LA FUENTE DE NUESTRA
JUSTIFICACIÓN: “JUSTIFICADOS
POR SU GRACIA” (ROMANOS 3:24).
A. Pablo utilizó cuatro frases claves
que se refieren sucesivamente a la
fuente, la base, el medio y los
resultados de la justificación. Primero,
la fuente de nuestra justificación está
indicada en la expresión “justificados
gratuitamente por su gracia” (Romanos
3.24). Es decir, por su favor totalmente
inmerecido.
18 B. Dado que es cierto y seguro que
"no hay justo, ni aun uno" (Romanos
3.10), es igualmente cierto y seguro
que nadie puede declararse a sí mismo
justo a la vista de Dios. La auto-
justificación es imposible (Romanos
3.20).

19 Por lo tanto, "Dios es el que


justifica" (Romanos 8:33). Sólo él
puede hacerlo y lo hace gratuitamente
(Romanos 3.24), es decir, acredita la
justificación como un regalo, no en
razón de obras que hayamos hecho
nosotros, sino sobre la base de su
propia gracia.

20 C. No obstante, una cosa es la


gracia; otra cosa es la justicia. Y la
justificación tiene que ver con la
justicia. Cuando decimos que somos
“justificados por su gracia” estamos
hablando solo del primer aspecto, de la
fuente de nuestra justificación, pero
todavía no decimos nada acerca de la
base legal, sin la cual Dios entraría en
contradicción con su propia justicia.
21 D. En este punto nuevamente
tocamos el origen de la única gratitud
que el cielo acepta. La gratitud que
responde a la gracia inmerecida.

22 LA BASE DE NUESTRA
JUSTIFICACIÓN: “JUSTIFICADOS EN
SU SANGRE” (ROMANOS 5:9). A. De
modo que otra expresión paulina clave,
que nos lleva a la base de nuestra
justificación, es que somos “justificados
en su sangre” (Romanos 5.9).

23 Cuando el hombre pecó no creyó


que la paga de la desobediencia es la
muerte. Para salvarlo, Dios no podía
hacer a un lado la ley. Solo había un
camino: satisfacer la exigencia legal de
la justicia mediante su sangre.

24 “La transgresión de la ley de Dios


hizo necesaria la muerte de Cristo
como sacrificio, para que de esa
manera fuera posible que el hombre se
librara de ese castigo, y al mismo
tiempo se preservara el honor de la ley
de Dios”.
25 B. Esta es la gracia obrando ante la
justicia. A este acto en el cual Dios
satisface la justicia de la ley para
declarar justo al que cree se le llama:
"la justicia de Dios" (Romanos 1.17;
3.21), que por el momento podría
explicarse como “su modo justo de
justificar al injusto”.

26 C. Cuando Dios justifica a los


pecadores, no es que declare buenas
a personas malas, ni tampoco que diga
que después de todo no son
pecadores. Lo que hace es declararlos
legalmente justos o rectos, libres de
culpa con respecto a la ley
quebrantada, por cuanto él mismo, en
la persona de su Hijo, ha cargado con
la pena que les correspondía por haber
quebrantado la ley.

27 D. Por ello, Pablo puede reunir en


una sola frase los conceptos de la
justificación, la redención y la
propiciación (Romanos ).

28 La razón por la cual somos


“justificados gratuitamente por su
gracia” es el hecho de que Jesucristo
pagó el precio del rescate y de que
Dios lo presentó como un sacrificio
propiciatorio. En otras palabras, somos
“justificados en [por] su sangre”. No
podría haber justificación sin
expiación.

29 E. Ilustración: En una ocasión, fue


traído ante un Juez el caso de un joven
que había hecho destrozos en un
accidente automovilístico. Parecía un
caso de rutina, excepto que el infractor
era su propio hijo.

30 ¿Qué hizo este juez? No podía


hacer un lado la ley. Así que, condenó
a su hijo culpable. Pero acto seguido,
el mismo bajo del estrado y pagó el
costo de los daños ante la tesorería allí
presente. De esta manera el hijo salió
salvo por gracia, pero la ley se
cumplió.

31 EL MEDIO: SOMOS
“JUSTIFICADOS POR LA FE”
(ROMANOS 3:28, 5:1). A. El tercer
aspecto en la exposición paulina sobre
la justificación, es el medio por el cual
la obtenemos y está indicado en la
expresión favorita de Pablo: “justificado
por la fe” (Romanos 3:28; 5:1; Efesios
2:8)

32 La gracia y la fe van
indisolublemente juntas, por cuanto la
función de la fe es la de recibir lo que
ofrece gratuitamente la gracia.

33 B. Por consiguiente, cuando como


pecadores vamos a Cristo, colocamos
nuestra fe en él, y somos recibidos por
su gracia abundante, entonces se nos
da la garantía de que el Salvador pagó
ya nuestra culpabilidad con su sangre.

34 La gracia de Dios es la fuente y la


sangre de Cristo la base de nuestra
justificación. La fe es sólo el medio por
el cual somos unidos a Cristo. “Dios
justifica a la persona que cree, pero no
porque su creer sea digno, sino porque
Aquel a quien cree es digno”.

35 C. Quizás fue Martín Lutero quien


más intensificó el papel de la fe en la
justificación en su famosa expresión
“sola fide” o sea únicamente por fe,
cuando tradujo del griego el pasaje de
Romanos 3:28: “Sostenemos que el
hombre es justificado por la fe sola,
aparte de la observación de la ley”.

36 Con esto quería acentuar la verdad


de que la fe es el único medio para
llegar a la justificación, “las obras de la
ley” quedan totalmente excluidas, y con
ello cualquier esfuerzo, cooperación,
contribución o mérito humano, que
pueden producir jactancia en el hombre
como si éste mereciera algún
reconocimiento, cuando toda la gloria
se debe a la muerte expiatoria de Cristo
como la única base de nuestra
justificación.

37 LOS RESULTADOS:
“JUSTIFICADOS EN CRISTO”,
“JUSTIFICADOS POR OBRAS”. A.
Queda un aspecto por considerar,
¿cuáles son los resultados de nuestra
justificación? Creo que podemos
deducirlos sobre la base de otra
expresión paulina, a saber la de que
somos “justificados en Cristo” (Gálatas
2:17)

38 y complementada por la expresión


de Santiago: “Ya que el hombre es
justificado por la obras, no únicamente
por la fe” (Santiago 2:24).

39 La primera expresión –la de Pablo–


, alude a nuestra relación personal
restaurada con Cristo. La justificación
arregla la separación producida por el
pecado, y nos conduce a una unión con
Cristo.

40 Esta unión espiritual con Cristo, es


la que debe alimentarse cada día a
través del estudio de la Biblia y la
oración. A su vez esta relación trae
consigo otros beneficios igualmente
importantes.

41  Quién está en Cristo es al mismo


tiempo hijo de Dios, miembro de la
familia de Dios en el cielo y en la tierra
y verdadero descendientes espiritual
de Abraham: “pues todos sois hijos de
Dios por la fe en Cristo Jesús; porque
todos los que habéis sido bautizados
en Cristo, de Cristo estáis revestidos.

42 Ya no hay judío ni griego; no hay


esclavo ni libre; no hay varón ni mujer;
porque todos vosotros sois uno en
Cristo Jesús. Y si vosotros sois de
Cristo, ciertamente linaje de Abraham
sois, y herederos según la promesa”
(Gálatas 3:26-29). ¡

43  Segundo, el pueblo que integra


esta nueva comunidad, por la cual
Cristo se entregó a la muerte en la cruz,
ha de ser “un pueblo celoso de buenas
obras;” y cada uno de sus miembros ha
de dedicarse a ellas. (Tito 2:14, 3:8)
Ahora podemos entender que no hay
ningún conflicto entre Pablo y
Santiago.

44 Cada uno está ocupado de un


problema diferente, Pablo enfrenta el
legalismo farisaico de los judaizantes y
Santiago la ortodoxia muerta de los
intelectualistas. Sin embargo, ambos
enseñan que la fe auténtica funciona.
Pablo destaca la fe que produce obras
y Santiago las obras que nacen de la
fe. (Ver Gálatas 5.6; 1Ts. 1.3; Santiago
)

45  Convierte a la iglesia en una


comunidad de esperanza, que mira con
humilde confianza hacia el futuro. Esto
es muy importante porque aunque los
resultados del juicio están en el futuro
la cruz que es un evento del pasado ha
trasladado sus beneficios al futuro, de
tal manera que podemos decir:

46 “¿Quién acusará a los escogidos de


Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién
es el que condenará? Cristo es el que
murió; más aún, el que también
resucitó, el que además está a la
diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros…

47 Por lo cual estoy seguro de que ni


la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni
principados, ni potestades, ni lo
presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo
profundo, ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios,
que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”
(Romanos 8:33-39)

48 B. Estos son los maravillosos


resultados de la justificación en la vida
del creyente.

49 CONCLUSIÓN. A. Dice una historia


ilustrativa que en cierto lugar vivían dos
grandes amigos, extrañamente uno
muy pobre y el otro muy rico. Cierto día
el amigo rico vino con el pobre y le dijo:

50 -“Tú sabes que yo soy rico, y he


decidido ayudarte. ¿Ves este terreno?
Te lo regalo como una muestra de mi
amistad”. Pero el amigo pobre muy
ofendido en su orgullo le contestó: -
Pero el amigo pobre muy ofendido en
su orgullo le contestó:

51 Allí termino aquella conversación.


Tiempo después, el amigo pobre tuvo
un sueño en el cual se veía así mismo
teniendo suficiente dinero para
comprar el terreno que le había
ofrecido gratuitamente su amigo rico.
Entonces decidió ir con él para
comprárselo.

52 Tomó el dinero en sus manos, pero


cuando la sacó delante de él para
negociar, sorpresivamente el dinero se
convirtió en ceniza. Entonces despertó.
Este sueño le hizo reflexionar en su
actitud impropia cuando su amigo le
ofreció el terreno. Y decidió buscarlo
para disculparse.

53 -“Discúlpame, reconozco que soy


pobre y creo que jamás tendré
suficiente dinero para comprarte el
terreno”. A lo cual su amigo rico le
aclaró. -“Amigo, en verdad yo no te lo
quiero vender, te lo quiero regalar”

54 B. Hoy hemos visto un aspecto más


de la muerte de Cristo en la cruz: la
justificación por su gracia, por su
sangre, por la fe en Cristo. Una
justificación que ha arreglado nuestra
separación producida por el pecado.
De manera que podemos decir que
hemos sido “justificados en Cristo”
(Gálatas 2:17).
55 C. ¿Qué haremos ante este don
inmerecido? Creo que no hay otra
forma de responder sino con una
gratitud humilde y sincera.

Das könnte Ihnen auch gefallen