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El día que me

quieras

Autor – Franco Olia


PERSONAJES

NEGRO: Joven porteño de clase social baja, trabajador. Vive con su hermana
en una pensión, ambos son artistas y sueñan con consagrarse en el mundo del
tango. Su principal anhelo es que su hermana sea feliz. De gran temperamento
y determinación.

MARIA: Hermana menor del Negro, lo adoptó como un padre. Soñadora,


amante de la música, quiere formar junto a su hermano el dúo más famoso de
tango del país. Es sensible e idílica.

FRANCISCO: De familia adinerada. Su padre es dueño de la fábrica donde


trabaja el Negro. Amigo del Negro desde pequeños. No cree en el amor, piensa
en divertirse y en un futuro ser un hombre importante. Hombre de gran corazón
y nobleza.

ÑATO: Secuaz del negro, personaje “pintoresco”. Alegre, divertido, soñador.

BEBA: Dueña de un cabaret. No cree en los sueños y es carente de


esperanzas. El hambre fue su única escuela. Alguna vez fue artista y dejó su
carrera luego de sufrir por una gran herida de amor. Es rea de personalidad
avasallante, arrabalera.

LIBERTAD: Prostituta, la estrella del cabaret de Beba. Inocente. Sueña con


casarse y ser una señora.

ERNESTO: Argentino radicado en Francia, joven, refinado. Sus padres fueron a


trabajar a ese país. Artista, quiere ser cantante, admira al Negro y se convierte
en su aprendiz. Es un hombre simple, sereno y paciente.

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RESUMEN

Buenos Aires, década del ´30. Julio y María Rivero, dos hermanos que viven en
la pobreza, alimentados por la esperanza, irán en busca de su sueño mayor:
ser artistas. El destino los cruzará con Francisco Irusta, un joven de familia bien
que los ayudará a llegar a la fama. Hombre clave en sus vidas; un arma de
doble filo que los llevará a la gloria pero terminará separándolos cuando ambos
hermanos se enamoren de él.
Julio atormentado por la vergüenza y la decepción de haber visto a su hermana
besando al hombre que él ama, parte rumbo a Paris, ciudad en la que se
exiliará por mucho tiempo. María, en Buenos Aires, contraerá matrimonio con
Francisco con quien tendrá un hijo y formará una familia. Ella nunca podrá
superar el alejamiento de su hermano, nunca volverá a ser la misma, una parte
de su alma se fue con él.
La historia transcurrirá paralelamente entre Paris y Buenos Aires, veremos la
vida de los hermanos y de los diferentes personajes que surgirán en su
entorno; personas pintorescas, típicas de la época; que le agregarán humor y
frescura a la historia. Luego de veinte años, Francisco muere sin haber sabido
nunca con certeza la razón de la partida de Julio. Enterado de esto, Julio
decide volver a Buenos Aires en busca de su hermana (Una vez muerto
Francisco, ya no existía nadie que pudiese separarlos) De otra forma, Julio
nunca hubiese vuelto, sabía que su presencia en Buenos Aires no permitiría
que las dos personas que mas amaba fueran felices.
Después de mucho tiempo los hermanos Rivero se vuelven a encontrar para
nunca mas separarse, para tener juntos una nueva esperanza, para tener
juntos una nueva vida, la vida que siempre soñaron.
En esta obra se entrelazarán historias llevadas a cabo por este grupo de
personajes motorizados por la pasión, el rencor, el tormento, el deseo, y por
sobre todo el amor, amor en tiempos de tango.

CANCIONES: LA CUMPARSITA. Gerardo Matos Rodriguez. EL ARTISTA.


Hugo del Carril. AMARGURA. Hugo del Carril. EL FIRULETE. Mariano Mores.
ARRABALERA. Sebastian Piana, Cátulo Castillo. TAQUITO MILITAR. Mariano
Mores. LA MOROCHA. Enrique Saborido, Ángel Villoldo. EL CHOCLO. Ángel
Villoldo. EL DIA QUE ME QUIERAS. Carlos Gardel, Alfredo Le Pera.
MARTIRIO. Enrique Santos Discépolo. TANGUERA. Mariano Mores. BESOS
BRUJOS. Alfredo Malerba, Rodolfo Sciamarella. ADIOS NONINO. Astor
Piazzolla YIRA YIRA. Enrique Santos Discépolo. YO NO SE QUE ME HAN
HECHO TUS OJOS. Francisco Canaro LA ÚLTIMA CURDA. Aníbal Troilo,
Cátulo Castillo. CUANDO TU NO ESTÁS. Carlos Gardel, Alfredo Le Pera.
LEJANA TIERRA MIA. Carlos Gardel, Alfredo Le Pera. MI BUENOS AIRES
QUERIDO. Carlos Gardel, Alfredo Le Pera. SUS OJOS SE CERRARON.
Carlos Gardel, Alfredo Le Pera. VUELVO AL SUR. Astor Piazzolla ESTA
NOCHE ME EMBORRACHO. Enrique Santos Discépolo VIVIRÉ CON TU
RECUERDO. Francisco Canaro, Ivo Pelay.

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ACTO I

OBERTURA

VOZ EN OFF O EL NEGRO


Pido permiso señores, este tango habla por mí. Y mi voz entre sus sones dirá…
dirá por que canto así.

(Se abre el telón, se ve a la orquesta en el fondo, tocan la cumparsita.


Engancha con EL ARTISTA, este tema lo cantaran todos los actores montando
la escenografía)

El arte es un tormento que Dios pone en el alma


la carne el instrumento que el arte hace vibrar
y el sueño de un artista que es trágico suplicio
es hondo sacrificio que nadie ha de pagar.

El público no sabe lo mucho que se implora


lo mucho que se llora en busca del laurel,
el público no sabe las horas de amargura
las noches de tortura para cumplir con él.

El alma de la gente no entiende que en un paso


se juegan los payasos la vida y el amor
ni piensan que en el trance que estalla la sonrisa
el alma se hace trizas y sangra el corazón.

Yo pido a los que tiene un corazón humano


que sientan como hermanos y ayuden a sufrir
a los que abrigan sueños, a los que vuelcan cantos
a los que sufren tanto la pena de vivir.

Aquí cayo vencida sobre esta misma arena


una muchacha buena vejada sin razón
yo exijo a la conciencia que la vieron caída
que en oración sentida le pidan su perdón.

Y gracias en su nombre y en el de los artistas


que entramos a la pista con toda la emoción
la fuerza de este aplauso, la luz de este momento
es el mejor aliento a nuestro corazón.

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ESCENA 1

(Interior de la pieza del Negro y María. Suena un tango en la radio. María saca
ropa que tiene colgada en una soga dentro de la habitación, se sienta en la
cama, deprimida, no soporta los golpes de la vida. De frente al público. Llega el
Negro, apaga la radio)

NEGRO: - ¿Qué hace ahí sentada?

MARIA: - No hay mucho sitio aquí donde pueda sentarse uno Negro

NEGRO: - ¡Y mejor! ¡Cuanto menos lugar para sentarse, mas lugar para bailar!

MARIA: - Hay que estar contento para ponerse a bailar…

NEGRO: -
Soy Joven pero en mi frente
Llevo la cruz del destino
Y a pasos sigo el camino
Aunque sea el de la muerte
Triste y fatal es mi suerte
De tanto sufrir y andar
Y cansado de bregar
Vivo feliz y contento
De nada ya me lamento
Ni tengo por que llorar

-No sufra más hermanita que aquí tiene a su hermano para levantarla
y libertarla de su dolor…

MARIA: -(Emocionada y sonriendo) ¡Ay Negro!

NEGRO: - ¡Levántese nena, venga a bailar conmigo!

(María se levanta, se acerca a su hermano, bailan y cantan juntos)

JUNTOS: -
Soy Joven pero en mi frente
Llevo la cruz del destino
Y a pasos sigo el camino
Aunque sea el de la muerte
Triste y fatal es mi suerte
De tanto sufrir y andar
Y cansado de bregar
Vivo feliz y contento
De nada ya me lamento

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Ni tengo por que llorar.

(María ve que su hermano dejo algo sobre la mesa)

MARIA: - ¿Qué es eso que se trajo ahí Negro?

NEGRO: - Una sorpresa

MARIA: - ¿Sorpresa?

NEGRO: - Así es, son dos boletos

MARIA: - ¿Vos estuviste tomando Negro?

NEGRO: - ¡No nena, son dos boletos de entrada al mejor baile de Buenos
Aires! (descubre dos trajes de hombre que tenia en una bolsa)

MARIA: - (Feliz corre a abrazarlo) ¡¡¡Hermanito!!! (Se para, cambia la cara) ¿De
dónde sacaste esto Negro?

NEGRO: - ¡Me los prestó el patrón! (se los robó)

MARIA: - ¿Seguro?

NEGRO: - Por supuesto

MARIA: - ¡Ay Negro que alegría! Me voy a cambiar

NEGRO: - Espere un poco que primero hay que alimentarse, y para eso su
hermano trajo algo de comer.
(Empieza a sonar EL FIRULETE, van a la mesa y preparan todo, se sientan a
comer)

ESCENA 2

(Cabaret, vemos hombres y prostitutas fumando, bebiendo, empieza a sonar


ARRABALERA)

BEBA: -

Mi casa fue un corralón


de arrabal bien proletario,
papel de diario el pañal,
del cajón en que me crié...
Para mostrar mi blasón,
pedigree modesto y sano.
¡Oiga, che!... ¡Presénteme!...

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¡Soy Felisa Roverano,
tanto gusto, no hay de que!...

¡Arrabalera,
como flor de enredadera
que creció en el callejón!
¡Arrabalera,
yo soy propia hermana entera
de Chiclana y compadrón!...
Si me gano el morfi diario,
qué me importa el diccionario
ni el hablar con distinción.
Llevo un sello de nobleza,
soy porteña de una pieza,
tengo voz de bandoneón.

ÑATO: - ¡Quien pudiera ser jardinero pa encargarse de cuidar esa flor!

BEBA: - Esta flor crece sola pibe. No precisa quien la cuide. Crece sola y se
agarra de donde puede.

PROSTITUTA: - ¡Escuchá Ñato!

UN HOMBRE: - ¡Contestá Ñato!

ÑATO: - Silencio muchachos, que estoy charlando con mi dama…¿Y pa que va


a andar buscando donde agarrarse cuando tiene frente suyo semejante
paredón?

HOMBRE: - ¡Ahí tenés Beba!

LIBERTAD: - ¡Que romántico!

BEBA: - Cuando uno es chico ve las cosas demasiado grandes, yo aquí veo un
montón de ladrillos apilados que ni adobe tienen encima.

TODOS: - ¡Ehhhh! ¡Te sacó carpiendo Ñato! (murmullo)

(Entra el Negro y María)

BEBA: - ¡Yo me sabia que esta noche iba a ser de las buenas!

NEGRO: - ¡Amiga!

BEBA: - ¡Amigo! (se abrazan). Por lo que veo, hoy se ha venido muy bien
acompañado…

NEGRO: - Así es mi amiga, aquí le presento a mi “Hermano”…

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BEBA: - Ahhh su “hermano”… (María le extiende la mano) ¿Quién lo crió a
este? así no se saluda a una mina. (Ríe)

ÑATO: - ¡¡¡Negro!!! (Va a saludarlo). ¿Quién se es este otario que te trajiste en


vez de yo? (va a ver quien es, no deja que le expliquen. Ve a María) Ahhhhhh
pero si es Ma… (Beba lo agarra de la oreja, y lo saca).

BEBA: - Siempre metido donde no lo llaman usted, ¡vaya a soplarse los mocos
a otra parte! (le baja la boina y lo deja sin ver, el Ñato quedará dando vueltas
con los ojos tapados) Y ustedes señores, tendrán el honor de acompañarme en
esta noche.

LIBERTAD: - ¡Iuju! ¡Negro! Como cuanto que ha llegado y todavía no ha venido


a saludar a su Libertad…

NEGRO: - (Beba se va a bailar con María) Sepa Dios disculparme el haber


cometido tal descortesía…

LIBERTAD: - ¡¡¡Ay Negro!!! (Lo abraza, se lo lleva para bailar)

(Empieza a sonar TAQUITO MILITAR. Entra Francisco, el Ñato se lo choca)

ÑATO: - (Se pone en guardia para pelear) Dios proteja el alma del mequetrefe
que me está desafiando ¡que deshonra! ¡Aprovecharse de un hombre que no
ve!

FRANCISCO: - (Le saca la gorra, le pega en la cara) ¡Tranquilo campeón! ¡Soy


yo!

ÑATO: - ¡Francisco! ¡Tené cuidado gavión! ¡Casi te doy una paliza! ¡Pasá, se
armó el bailongo!

(Todos empezarán a bailar, las parejas se irán intercambiando. Cada una que
dialogue se encontrará en el centro del escenario)

LIBERTAD: - (Cantando)
Es mi Negro,
El que yo amo…

NEGRO: - Cantá mas bajito, te van a oír…

LIBERTAD: - (Cantando)
Que me importa que se enteren,
Es el Negro mi amor…

NEGRO: - Ehmmm, si por eso decía…


BEBA: - (A María) Agarrá nena… (María la agarra) Bueno bueno, hasta ahí
andamos, mas de eso se paga.

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FRANCISCO: - Pisame nomás…

ÑATO: - Callate fifí, así se baila en el rioba.

FRANCISCO: - ¿La mano ahí también se pone en el barrio?…

ÑATO: - Shhh

FRANCISCO: - ¡Salí de acá! (lo empuja, cambio de parejas, choca con María,
empiezan a bailar) Espero que sepa donde mete las manos…

MARIA: - (Incómoda, intenta parecer hombre, le gusta) Ehmm, ¿las manos?

FRANCISCO: - Nada, nada… Nunca lo había visto por acá.

MARÍA: - Hermano, mi hermano, venir, ejem. Vine con mi hermano.

FRANCISCO: - (confundido) ¿Quién es su hermano?

MARÍA: - Que bello… (Se corrige) El Negro…

FRANCISCO: - ¡El Negro! ¡Misho querido! ¡Cuánto hace que no lo veo! Anduve
buscándolo por todos lados, parece que se me esconde ¿Dónde está? (María
no le contesta, esta embelezada con él) ¿Donde está? ¡Hola!

NEGRO: - ¿Es la Nena con Francisco esa?

BEBA: - ¿Ya arrancamos con los celos?

NEGRO: - Aquí no hay buenos hombres para ella

BEBA: - ¿Ni acá ni en ningún lado no?

LIBERTAD: -
Mi Negro…

ÑATO: - ¡Manos flojas pa ser hombre!

MARÍA: - Lo mismo digo…

ÑATO: - Agradecé que me acuerdo que debajo de ese sombrero hay una mina
que si no…

MARÍA: - Hay que ver que hay bajo el suyo malevo…

ÑATO: - Este esconde al mas rana del lugar mi querida, querido señora, señor,
bue… Vos sabrás. Agarrate que este baile se lo vas a contar a tus nietos.

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(Empieza a bailar sacudiéndola, se le cae el sombrero, se le ve el pelo. Todos
ven que es mujer)

MARÍA: - ¡Ñato! (El negro va a buscarla)

ÑATO: - ¡Ohhh! ¡Estafadora! ¡Que lo tiró!

NEGRO: - ¡Callate vos! ¡Rajá de acá!

ÑATO: - ¿Otra vez? ¿Dónde me voy a ir a esta hora?

NEGRO: - A… A sacar higos del árbol del patio.

ÑATO: - ¿Grande o chiquito? (el negro lo mira con odio, no le contesta) ¿verde
o pasado? Mirá que si esta viejo después te agarra una patada al…

NEGRO: - El que esté mas alto.

ÑATO: - ¡Si su majestad! Je… je… Adiós.

BEBA: - Bueno bueno, menos mirar que aquí no ha pasado nada. Cada cual a
lo suyo.

(Los hombres intentan acercarse)

NEGRO: - Que se acerque alguno a mi hermana y será lo ultimo que haga.


(Los hombres retroceden)

MARIA: - ¡Negro!

FRANCISCO: - ¡Misho querido! ¿Dónde andabas vos? ¡No quedó barrio en


Buenos Aires en que no te buscara! Le pregunté a Beba y ni ella sabía. Y de
pronto te aparecés y con un hermano, una hermana ¿Cómo no supe yo que
tenés una hermana?

BEBA: - Cuantas cosas mas serán las que no sepas…

FRANCISCO: - ¿Qué?

NEGRO: - Nada. Así es. Mi hermanita, María Rivero cantora desde la cuna.
Que pronto cantará en los mejores escenarios de Buenos Aires.

MARÍA: - Vos siempre soñando a lo grande mi negrito!

NEGRO: - Mis sueños imposibles de hoy serán tus recuerdos de mañana.

FRANCISCO: - ¿Cantora también? parece que los Rivero llevan el talento en la


sangre. Espero que esta no cante solo en soledad… ¡Que cante para nosotros
entonces antes de que tengamos que pagar fortunas por verla!

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LIBERTAD: - Yo también se cantar.
Mi ne…
(Un hombre la abraza y se la lleva)

MARÍA: - Aquí nomás?

BEBA: - ¡Dale Nena! Pero acomodate un poquito. (Le abre la camisa, le


acomoda la ropa)

MARÍA: -

Yo soy la morocha,
la más agraciada,
la más renombrada
de esta población.
Soy la que al paisano
muy de madrugada
brinda un cimarrón.

Soy la morocha argentina,


la que no siente pesares
y alegre pasa la vida
con sus cantares.

TODOS: - ¡Bravo! ¡Bravo!

FRANCISCO: - ¡Misho! ¡Esta piba tiene que cantar!

NEGRO: - Ya lo he dicho, pero bueno, no nos apresuremos…

MARIA: - Muchas gracias.

FRANCISCO: - ¡Ya se! Un amigo de mi padre trabaja en el teatro Odeón. Esta


noche hay un baile ahí, a lo mejor si yo hablara…

NEGRO: - Deberíamos pensarlo un poco…

MARIA: - ¿Que? ¿Yo cantando en un teatro? Nono, de ninguna manera.

FRANCISCO: - Usted sola no señorita. Si tan solo tuviera un hermano cantor


que quisiera acompañarla…

MARIA: - Si!

NEGRO: - No no. ¿Los dos juntos? No lo creo

FRANCISCO: - (Abraza al Negro y lo aparta a un lado para hablarle en


secreto) Mishin, no me vengas de vuelta con todo eso de que no querés mi
ayuda y preferís buscar solo la forma de cumplir tu sueño ¡tu voz tiene que salir

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de la casa de pensión! ¡Imaginate Negro! ¡Los Rivero! ¡Los nuevos cantores de
la calle Corrientes! Si no es por vos, hacelo por ella…

MARIA: - ¡Dale Negro! ¡Si cantaras conmigo, yo me animaría!

NEGRO: - ¿Eso es lo que usted quiere nena?

MARIA: - Con toda el alma.

NEGRO: - No se hable mas entonces. ¡Vamos para donde usted mande!

(Salen todos. Entra el Ñato con higos en las manos)

ÑATO: - Aquí le traigo mi señor, nuevo servicio de higos. De la planta a su


puerta. (se le caen al piso) Perdón Negro, solo se han raspado un poquito, los
limpio por aquí… le sacamos esta parte… y… ¡ay lo tiene! (nadie le contesta)
y… ¡ay lo tiene! (se da vuelta, ve que está solo) ¿Que pasó? ¿A donde están
todos? ¡Negro! ¡Beba! ¡Hermana del Negro! O se piantaron todos o yo estuve
desmayado mucho tiempo cuando me caí del árbol. ¡Que va a ser! (Sale)

ESCENA 3

PRESENTADOR: - Esta noche con ustedes, los nuevos emperadores de la


canción. ¡Julio y María Rivero!

(Durante esta canción debería mostrarse la fama de los hermanos, pueden


cambiar de escenario y vestuario. Mostrarse afiches, etc.)

NEGRO Y MARÍA: -
Con este tango que es burlón y compadrito
se ató dos alas la ambición de mi suburbio;
con este tango nació el tango, y como un grito
salió del sórdido barrial buscando el cielo;
conjuro extraño de un amor hecho cadencia
que abrió caminos sin más ley que la esperanza,
mezcla de rabia, de dolor, de fe, de ausencia
llorando en la inocencia de un ritmo juguetón.

(Aplausos. Fotógrafos rodeando a Francisco y Beba)

FRANCISCO: - ¡Muchas gracias señores! Los artistas no se harán esperar


mucho más. Enseguida podrán verlos.

BEBA: - ¡Che pibe, que empujás!

FRANCISCO: - Calmate un poco Beba, hay que quedar bien…

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BEBA: - Que bien ni que bien, no se me vengan encima… y vos narigón correte
un poco que me estás chupando todo el aire!

FOTOGRAFO: - ¡Señora Felisa! ¿Usted va a volver a los escenarios?

BEBA: - Me confundís pibe.

FRANCISCO: - (Se da cuenta de que Beba fue actriz hace algunos años) ¡Yo
sabía que esa cara la tenía de algún lado!

FOTOGRAFO: - ¡Señora Felisa! ¿Sigue siendo amante de Alfredo Podestá?

BEBA: - (Enojada porque descubrieron su verdadera identidad) ¡Ya le dije que


usted está confundido, y le voy a tener que acomodar las ideas para que no
siga hablando macanas! (se le va encima a pegarle)

NEGRO Y MARÍA: -

Por tu milagro de notas agoreras


nacieron, sin pensarlo, las paicas y las grelas,
luna de charcos, canyengue en las caderas
y un ansia fiera en la manera de querer...

Al evocarte, tango querido,


siento que tiemblan las baldosas de un bailongo
y oigo el rezongo de mi pasado...
Hoy, que no tengo más a mi madre,
siento que llega en punta 'e pie para besarme
cuando tu canto nace al son de un bandoneón.

(Libertad y el Ñato rodeados de periodistas)

ÑATO: - Y así fue como les enseñé a cantar…

LIBERTAD: - (posando para las fotos) Gracias a todos por estar aquí. Gracias,
gracias!

ÑATO: - Aquí les tengo señores foto, firma y demás recuerdos de los hermanos
Rivero. Cómprelo ahora antes de que se agoten.

LIBERTAD: - Yo también soy artista, Libertad Falcón anote. Ay si, ya se, se


pregunta si soy pariente de Ada… Digamos que no puedo hablar sobre eso…
No me dejan… la que le dije…

ÑATO: - Pañuelos, zoquetes y calzones pertenecientes a los mismísimos


Rivero. Ah y lo mas mejor de todo, la navaja con la que se afeito Julio Rivero
por última vez antes de… (Se corta) Que lo tiró, me cago en die.

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LIBERTAD: -
Es el Negro
El que yo amo…

NEGRO Y MARIA: -
Carancanfunfa se hizo al mar con tu bandera
y en un pernó mezcló a París con Puente Alsina.
Triste compadre del gavión y de la mina
y hasta comadre del bacán y la pebeta.
Por vos shusheta, cana, reo y mishiadura
se hicieron voces al nacer con tu destino...
¡Misa de faldas, querosén, tajo y cuchillo,
que ardió en los conventillos y ardió en mi corazón!.

FRANCISCO: - (Terminan de cantar, bajan del escenario. Francisco los abraza)


¡Que ruido hicieron los hermanitos del conventillo! ¡Buenos Aires los aclama!
¡Los productores los quieren en sus teatros! ¡Los representantes entre los
suyos! ¡Pero son míos! Y no los voy a soltar nunca más. Juntos llegaremos a
lugares insospechados. Que dicha la mía haberlos cruzado en mi camino.

MARIA: - Y usted en el nuestro…

FRANCISCO: - Ustedes son el talento, ustedes me atraparon para llenarme el


alma.

NEGRO: - No te echés para atrás amigo, que ya me ha regalado bellas


serenatas al compás de la guitarra.

MARIA: - ¿Usted canta Francisco?

FRANCISCO: - Solo para unos pocos, los miembros de mi familia no estamos


hechos para el escenario, bastaría que subiera a uno para que mi padre dejara
de hablarme… Vamos que les tengo una sorpresa, alguien quiere grabar un
tango con los Rivero… Pero le dije, espere don Carlos tengo que consultarle a
los mishos y si me dicen que si…

MARIA: ¿Carlos? ¿Qué Carlos? (salen)

ESCENA 4

(Beba tomando algo en el cabaret)

ÑATO: - Rara como encendida la hallé bebiendo linda y fatal…

BEBA: - Mirá quien anda en pantalones largos…

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ÑATO: - Todo un hombre pa uste aquí tiene. Que ha venido especialmente con
el corazón en la mano para dejarlo a su cuidado.

BEBA: - Guarde lo que sea que usted traiga, aquí no hay sitio para guardar
porquerías.

ÑATO: - Ya caería entre mis brazos si dejara esos berretines de amargura.

BEBA: - Me están sobrando los consejos muchacho.

ÑATO: - No habrá ninguna igual, no habrá ninguna…


BEBA: - (lo interrumpe) Ohhh…

ÑATO: - (vuelve a empezar)


No habrá ninguna igual, no habrá ninguna,
BEBA: - ¿Otra vez?

ÑATO: - Y si no quiere que vuelva a arrancar, no interrumpa.

BEBA: - Ehhh!

ÑATO: - (enojado) shhh


No habrá ninguna igual, no habrá ninguna,
shhh
Ninguna con tu piel ni con tu voz.
shhh
Tu piel, magnolia que mojó la luna.
(La mira para callarla, ella no dice nada)
Tu voz, murmullo que…

(Entra el Negro)

NEGRO: - Amiga mía, tenemos que hablar.

ÑATO: - ¡Negro! Estamos en un asunto…

NEGRO: - Disculpá amigo. Anda a la esquina a ver si llueve.

ÑATO: - Aquí no cae ni una gota.

NEGRO: - Pero en la esquina no sabés. Andá.

ÑATO: - Ya voy a empezar a mandar yo cuando sea mas grande. (Sale).

BEBA: - Que angustia andará dando vueltas en esos ojos tristes.

NEGRO: - Amor mi negra.

BEBA: - Uhhh, vamos a necesitar mas de este entonces (agarra la botella)

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NEGRO: - Si es amor no puede ser malo. ¿O no? Yo pienso eso. Pero si es
algo que lo va a ver mal de afuera, no está bien. Ahora la gente me conoce…
Yo no puedo mostrarme con cualquiera y esperar que los demás lo acepten…
Es mi carrera negrita, ¡y la de mi hermana!

BEBA: - Yo conocí a una puta que se enamoró, y el tipo también se enamoró


de ella así como vos… ¡No te imaginás lo felices que eran juntos! Cada vez
que se encontraban a lo oscuro, lejos de donde los puedan ver, se
desangraban en besos. Los dos eran uno solo, no existía nadie más. Y si algo
se ponía feo, con una mirada podían entender que todo iba a estar bien…
Tenían la esperanza que le da a uno el abrazo de la persona que lo quiere.

NEGRO: - ¿Y qué pasó?

BEBA: - Dejó de ser un secreto. Y cuando un hombre no pone lo que hay que
poner por el ser amado… Nunca más lo vi negrito… Es difícil amar lo que no se
debe.

NEGRO: - No sabia nada de eso…

BEBA: - Ya está, algunos no nacimos para las cosas del amor. ¡Amor! Pero vos
amigo… Vos los tenés bien puestos. Pensá bien, elegí. ¿Querés arriesgarte a
perderlo todo o preferís sentarte de viejo a pensar que hubiera pasado?

ÑATO: - (que estuvo escuchando desde atrás, escondido) ¡Ese no es mi amigo!


No, no llueve en la esquina. Mi amigo no se anda con vueltas. Tiene que estar
feliz, amando a quien quiera. Porque a una vida sin lo lindo del amor, no se la
puede llamar vida. Ande, levántese. Vaya en busca de su amor, confiésele todo
lo que siente, entréguele su corazón. Y si alguna casualidad hace que lo
maltrate y se lo rompa, Aquí tiene a su amigo, pa pegar pedacito por pedacito
hasta que quede como nuevo otra vez y se busque otro querer.

BEBA: - Y yo que no daba dos mangos por este…

NEGRO: - ¡Gracias amigo! (se va)

(María llega a la casa de Francisco, esta escena transcurrirá en el jardín)

FRANCISCO: - ¡María!

MARIA: - Discúlpeme Francisco si lo hice esperar mucho tiempo… ¿No será


mejor que entremos? Quizás alguien nos vea aquí juntos y pueda pensar que…

FRANCISCO: - ¿Que estamos enamorados?

MARIA: - Que somos dos amigos que se quieren bien…

FRANCISCO: - Entiendo… Está temblando. Tome (le da su saco)

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MARIA: - Gracias… Que romántica una cita a la luz de la luna

FRANCISCO: - María, yo tuve todo lo que el dinero puede dar, afectos nunca.
Mi madre murió joven, y mi padre no tuvo tiempo de pensar en mí. Siempre que
recurrí a él, encontraba su libreta de banco. Comprensión, nunca. Ahora mi
vida ha cambiado. Usted está en mi vida. Quiere entrar en ella para siempre?

MARIA: - ¿Yo? No, yo no soy de nivel.

FRANCISCO: - Tampoco yo soy de nivel

MARIA: - Usted es hijo de una gran familia.

FRANCISCO: - No, de una gran fortuna

MARIA: - Yo soy…

FRANCISCO: - Tu eres la alegría, la dulzura, el amor…Cuando me quieras


María. El día que me quieras, no habrá quien sea más rico que yo…

Acaricia mi ensueño
el suave murmullo de tu suspirar,
¡como ríe la vida
si tus ojos negros me quieren mirar!
Y si es mío el amparo
de tu risa leve que es como un cantar,
ella aquieta mi herida,
¡todo, todo se olvida...!

El día que me quieras


la rosa que engalana
se vestirá de fiesta
con su mejor color.
Al viento las campanas
dirán que ya eres mía
y locas las fontanas
me contarán tu amor.

FRANCISCO Y MARIA: -
La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar
y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa
que verá… ¡que eres mi consuelo!

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FRANCISCO: -
El día que me quieras
no habrá más que armonías,
será clara la aurora
y alegre el manantial.
Traerá quieta la brisa
rumor de melodías
y nos darán las fuentes
su canto de cristal.
El día que me quieras
endulzará sus cuerdas
el pájaro cantor,
florecerá la vida,
no existirá el dolor…

(Vuelta al cabaret)

LIBERTAD: - Así que este tiene un metejón con una mina?

BEBA: - ¿Mina? Ja.

(El Negro llegando a la casa de Francisco)

NEGRO: -
El día que me quieras
la rosa que engalana
se vestirá de fiesta
con su mejor color.
Al viento las campanas
dirán que ya eres mío
y locas las fontanas
me contarán tu amor.

NEGRO, MARIA, FRANCISCO: -


La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar
y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa
que verá… ¡que eres mi consuelo!

(Francisco besa a María. El negro los ve. No reconoce a su hermana. Se va)

ESCENA 5

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(El negro sentado en su cama, tomando alcohol, llorando. Entra María
contenta, se saca el saco. Lo apoya sobre una silla)

MARIA: - ¡Negro! ¡Que suerte que estás aquí! ¡Estaba buscándote para
contarte algo!

NEGRO: - Ahora no hermanita.

MARIA: - ¿Que pasa hermano?

NEGRO: - Sepa disculpar mi amargura hermana querida. Pero en este


momento no quisiera hablar.

MARIA: - Entiendo hermanito. Sepa bien que si me dijera al menos quien le


borró la hermosa sonrisa de su rostro, a lo mejor podría ayudar…

NEGRO: - Ojala así fuera. Pero me temo que las hermanas tienen poco que
hacer cuando a uno no lo quieren…

MARIA: - Si me dijera nomás quien fue la que le rompió el corazón…

NEGRO: - Nadie lo ha hecho, su hermano se lo rompió solito. Será que ha


venido a esta vida para sufrir nomás.

MARIA: - No diga eso, que lejana a la dicha estaría aquella persona que no
quiera tenerlo a su lado.

NEGRO: - Usted no entiende.

MARIA: - No importa si no entiendo. No importa que me lo cuente. Aquí tiene


mi pecho, para llenarlo de lágrimas hasta que se seque. Llore hermano, llore
sin vergüenza que sus lágrimas estarán bien guardadas.

NEGRO: - No, basta ya. La vida no está hecha para echarse a llorar. Qué
absurdo sería eso. ¿Llorar? ¿Sufrir por amor? ¿Para qué? Todo lo que necesito
en la vida aquí lo tengo. Aquí es donde está el otro pedazo de mi alma. Ya
hemos sufrido lo suficiente mi hermanita como para escribir varios tangos.
Mejor se lo rifamos a otro.

MARIA: - ¿Está seguro?

NEGRO: - Así es. Un hombre no debe llorar.

MARIA: - ¿Tanto dolor siente mi negro? ¡Dígame! ¡A lo mejor así podría


ayudarlo! ¿Quién lo ha hecho andar así? ¡Hermano! ¡Todas las cosas tienen
alguna solución! ¿Quién es?

NEGRO: - (se quiebra) Francisco… (Se avergüenza, sale corriendo, María se


queda inmóvil, no puede creerlo)

19
ESCENA 6

(El negro caminando por la calle, se escucha un trueno. Cantará mientras


camina hacia el cabaret de Beba, por momentos se verá a María escribiendo)

Solo...
¡increíblemente solo!
vivo el drama de esperarte,
hoy...
mañana...
siempre igual...
¡Dolor que muerde las carnes,
herida que hace gritar,
vergüenza de no olvidarte,
si yo sé que no vendrás!
¡Solo!
¡Pavorosamente solo!...
como están los que se mueren,
los que sufren,
los que quieren,
así estoy... ¡por tu impiedad!

Sin comprender,
por qué razón te quiero...
Ni qué castigo de Dios
me condenó al horror
de que seas vos, vos,
solamente sólo vos...
Nadie en la vida más que vos
lo que deseo...
Y entre la risa y las burlas
yo arrastré mi amor
¡llamándote!...

Fiebre
de pasiones maldecidas,
que uno trae desde otras vidas
y las sufre hasta morir...
Dolor de bestia perdida,
que quiere huir del puñal,
yo me revuelco sin manos
pa' librarme de tu mal...
¡Solo!...
¡Despiadadamente solo!...
mientras grita mi conciencia
tu traición
¡la de tu ausencia!

20
hoy... mañana...
siempre igual...

(Al terminar la canción, el Negro cae sentado en la puerta de Beba. Ella sale y
lo hace entrar. María le da una carta al Ñato)

ESCENA 7

(Sucederán dos situaciones al mismo tiempo, el Ñato entregándole la carta a


Francisco y el Negro volviendo a su casa. Sonará de fondo TANGUERA)

ÑATO: - Vine lo mas rápido que pude, ella me dijo que era urgente

FRANCISCO: - ¿Ella está bien?

ÑATO: - Si, eso creo.

FRANCISCO: - Gracias Ñato, andá.

(Casa del Negro, el entra borracho. Se cae sobre la silla donde María dejó el
saco de Francisco)

MARÍA: - ¡Negro!

NEGRO: - ¿Qué? ¿Qué es esto?

MARÍA: - ¡Hermano, yo te puedo explicar!

NEGRO: - ¿Que me vas a explicar?

MARÍA: - Yo iba a decirte.

NEGRO: - ¿Que? No puede ser.

MARIA: - ¡Calmate Negro!

NEGRO: - ¿Que me calme? ¿Mi propia hermana me traiciona y tengo que


calmarme?

MARIA: - No es como vos pensás. ¡Jamás podría traicionarte!

FRANCISCO: - (leyendo la carta)


“Francisco: seguramente te sorprenda recibir esta carta. De un momento para
el otro me vi obligada a escribirte para que sepas la verdad…

NEGRO: - ¡Como no me lo dijiste antes!

MARIA: - ¡No pude!

21
NEGRO: - ¿No pudiste que?

MARIA: - Decirte la verdad

NEGRO: - ¡Para burlarte de mi!

MARIA: - No

NEGRO: - ¡¿Como pudiste mientras me ahogaba en llanto sobre tu pecho


reírte de mi?!

MARIA: - ¡Negro! Escuchame!

NEGRO: - ¡¿Mas querés que te escuche?! ¿Que podés decir ya que me pueda
destrozar mas el corazón?

FRANCISCO: -
Aquello que pasó esta noche en tu casa, no debió haber sucedido. Agradezco
que me hayas demostrado tu afecto, pero realmente yo no puedo
corresponderte. Te ruego podamos mantener ese encuentro en secreto. Para
mi sería muy importante que nadie se enterara de esta situación. Quizás sería
preciso que no me busques por un tiempo. Lamento no corresponder a tu amor,
pero creo que lo mas noble es que lo sepas en este momento y encuentres
quien si pueda hacerlo. Mi corazón está amarrado en otro lugar y no soportaría
hacer sufrir a nadie.
Espero sepas entender
Hasta pronto
María

NEGRO: - ¡La vida entera entregué por vos, y así me pagás!

MARIA: - ¡Yo no hice nada!

NEGRO: - ¿No hiciste nada? ¡Nunca hiciste nada y siempre tuviste a tu


hermano atrás para aguantarte! Por miedo de que si estabas sola podías
caerte y así me pagás. ¡Dándome un empujón cuando estoy al borde del
precipicio!

MARIA: - ¡No sabes lo que estás diciendo!

NEGRO: - ¡Se muy bien lo que digo! ¡Andá, anda a burlarte con él de mí! ¡Andá
a buscarlo!

MARIA: - ¡Callate!

NEGRO: - ¡Andá! ¡Decile lo gracioso que fue ver a tu hermano llorar! ¡Como
me mentiste, me humillaste, me usaste! ¡Contáselo mientras te estés
revolcando con él!

22
MARIA: ¡Callate maricón! (silencio, se miran. El negro no dice nada, algo se
rompió entre ellos, agarra algunas cosas para irse) ¡Negro! ¡Esperá! ¡Perdón
Negro! ¿A dónde vas? (el Negro sale) ¡Negro perdón! (se quiebra, queda sola
en su cuarto)

ESCENA 8

(El Negro caminando por la calle, se cruza frente a frente con Francisco).

FRANCISCO: - ¡Misho! (El Negro se queda parado de espaldas a el, en


silencio. Gira la cabeza, lo mira, no dice nada. Se va)

ESCENA 9

(Francisco entra en el cuarto de María, le va sentada de frente al público.


Llorando)

FRANCISCO: - ¡María!

MARIA: - Te pedí que no vinieras

FRANCISCO: - Pero quiero saber… (La ve llorando, se acerca a abrazarla)


¡María!

MARIA: -

¡Déjame, no quiero que me beses!


Por tu culpa estoy sufriendo
la tortura de mis penas...
¡Déjame, no quiero que me toques!
Me lastiman esas manos,
me lastiman y me queman
No prolongues más mi desventura,
si eres hombre bueno así lo harás.
Deja que prosiga mi camino,
te lo pido a tu conciencia,
no te puedo amar.

Besos brujos, besos brujos


que son una cadena
de desdicha y de dolor.
Besos brujos...
yo no quiero que mi boca maldecida
traiga más desesperanzas
en mi alma... en mi vida...
Besos brujos...
¡Ah, si pudiera arrancarme
de los labios esta maldición!

23
¡Déjame, no quiero que me beses!
Yo no quiero que me toques,
lo que quiero es libertarme...
Nuevas esperanzas en tu vida
te traerán el dulce olvido,
pues tienes que olvidarme.
Deja que prosiga mi camino,
que es la salvación para los dos...
¿Que ha de ser tu vida al lado mío?
¡El infierno y el vacío!
Tu amor sin mi amor.

ESCENA 10

(Empieza a sonar ADIÓS NONINO)

ÑATO: - Si usted me lo pide, yo me quedo con usted mi señora…

BEBA: - ¡Negro! No podés irte así

NEGRO: - Aquí no hay lugar para mi Beba.

BEBA: - ¡Si Negro! Pensalo, ya todo va a pasar.

NEGRO: - Mucho tiempo estuve esperando la vida pasar. Con esperanza,


mordiéndome la angustia para que nadie la sepa. Aguantando, Todas las que
malas que se me cruzan en la vía. Esforzándome, dejando pasar los días
creyendo que en algún momento lo bueno podía llegar. Amando como si eso
fuera lo más importante. Y sabes que negra, lo único que aprendí hasta ahora
es que a veces lo bueno nunca llega, las cosas nunca se calman, y uno sigue y
sigue en la lucha. Amasando un nudo en la garganta hasta que no da mas.
Fijate ¿que lograron mis padres? Nada, ¡y le metieron eh! Le metieron con toda
su alma y nada. Y justo cuando uno hace pie y piensa que todo va a ir mejor,
recibe un golpazo que lo deja tirado mordiendo el suelo.
El mundo es para los avivados Beba, esos son los únicos que tienen suerte.
Los que la luchamos nos perdemos en eso, en la lucha, en los sueños, en la
esperanza, en el amor. Se termino para mi negrita, ya me cansé de aguantar,
mi vida tiene que ser otra. Y esta solo un mal recuerdo.

BEBA: - El Negro que yo conozco no pierde las esperanzas, el que yo conozco


es fuerte, y si se aguantó mil, puede aguantar mil mas, porque tiene cuerda
para rato y pecho para llevarse por delante todas las que se le vengan.
Mi Negro no se escapa como un delincuente, se queda a hacerle frente a
cualquier ataque, y si lo voltean se levanta. ¡Y si no se puede levantar, lo
levanto yo! Pero aquí Negro… Aquí… En tu país.

NEGRO: - Ese Negro ya no existe.

24
BEBA: - Pero… A donde vayas, llevatelo en el corazón.

NEGRO: - (Lloroso, no le contesta) Adiós mi negra… (Se abrazan)

LIBERTAD: - ¡Negro! No te olvides de mí…

NEGRO: - (Vuelve hacia ella) Gracias por quererme así. Adiós

ACTO II

ESCENA 1

LIBERTAD: - (Leyendo) “Francisco Irusta y María Rivero tienen el gusto de


participar a usted a su próximo enlace matrimonial, que se celebrará el día 25
de septiembre a las 20 en la Iglesia de San Ignacio. Buenos Aires 1934”

BEBA: - Y se casan nomás…

LIBERTAD: - Beba, ¿vos pensás que alguna vez voy a encontrar a un hombre
que quiera casarse conmigo?

BEBA: - Difícil, a la que nace para la catrera nadie quiere llevarla al altar…

LIBERTAD: - ¿Y vos? ¡Vos te ibas a casar! Si, no me digas nada. Ya me comí


el cuento de no revisar las cosas anjenas. Pero leí esas cartas que bien
escuendidas tenes en tu pieza. ¡Eso es amor! ¿Que pasó? ¡Decí! ¿Como lo
espantaste? Estaba tan enamorado…

BEBA: - ¿Que pasó? Que los hombres bien, jamás se casan con un yiro…

(Musical de prostitutas con la canción Yira Yira)

Cuando la suerte qu' es grela,


fayando y fayando
te largue parao;
cuando estés bien en la vía,
sin rumbo, desesperao;
cuando no tengas ni fe,
ni yerba de ayer
secándose al sol;
cuando rajés los tamangos
buscando ese mango
que te haga morfar...

25
la indiferencia del mundo
-que es sordo y es mudo-
recién sentirás.

Verás que todo el mentira,


verás que nada es amor,
que al mundo nada le importa...
¡Yira!... ¡Yira!...
Aunque te quiebre la vida,
aunque te muerda un dolor,
no esperes nunca una ayuda,
ni una mano, ni un favor.

ESCENA 2

(Casa de María y Francisco, María sentada escuchando la radio)

VOZ EN OFF: - Interrumpimos la transmisión para dar una triste noticia. Carlos
Gardel ha muerto hoy en un accidente aéreo en la ciudad de Medellín,
Colombia. Las transmisiones serán suspendidas en señal de duelo. (María se
sienta)

FRANCISCO: - (Entra) ¡Hermosa mía! ¡Te traigo buenas noticias! (ella no


responde) ¡Maria! ¿Que pasa?

MARIA: - Murió Carlos Francisco. Carlos Gardel

FRANCISCO: - No puedo creerlo ¡Carlos! ¿Cómo?

MARIA: - Íbamos a cantar con él Francisco

FRANCISCO: - ¿Qué?

MARIA: - El Negro y yo, íbamos a cantar con él. ¿Te acordas? Gardel prometió
compartir el escenario con nosotros algún día. ¿Y ahora qué? Siento como si
con esto hubiera muerto mi última esperanza. Siempre creí que eso algún día
iba a suceder, y que solo se estaba posponiendo. Pero nunca va a pasar.

FRANCISCO: - ¡María!

MARIA: - Nunca. Nunca se dará ese encuentro. Nunca cantaremos juntos otra
vez. Nunca lo veré de nuevo. Nunca me va a perdonar (llora)

FRANCISCO: No pienses así. ¡El Negro te adora! Y tiene un gran corazón,


pronto volverán a estar juntos. Y yo voy a ayudarte. Yo estaré para siempre a tu
lado María. El destino quiso que yo te acompañe en este momento tan triste, y
así lo haré.

26
MARIA: - No lo se.

FRANCISCO: - (tose) Dejame amarte María, ¿hasta cuando tendré que rogar
por tu cariño? Solo deseo quererte bien, no veo que hay de malo en eso… ya
no se donde encontrar tu mirada de amor, esa mirada que se fue con el…
¡Prometo amarte con el mas puro sentimiento! No me apartes de tu vida como
lo hizo él.

MARIA: - Te quiero Francisco. Deberías hacerte ver esa tos.

FRANCISCO: - Todo estará bien hermosa mía. Todo estará bien (se abrazan)

ESCENA 3

(Interior del camarín del Negro en Paris, mira cartas que tiene sobre la mesa,
encuentra una de Francisco, no la abre, la guarda en una caja. Entra el Ñato
abrazado a dos mujeres que le hablan en francés.)

ÑATO: - Ui uí. Mercy pebeta. Mercy in de la catrera madame. Excelente


concierto Negrito! Aquí hablábamos de eso con las muchachas.

NEGRO: - ¿Ah si? ¿Que les pareció?

ÑATO: - (El ñato tratará de preguntarles con tono francés) ¿a bu blu mi siña
ton da can madames? (ellas no responden) Se quedaron sin palabras

NEGRO: - ¿Ah si? ¿Que canción les gustó más?

ÑATO: - ¿A pe me susu caré? ¿Ag mi? ¿Per me? ¿La canzone? ¡Que que
canción les gustó más!

MUJER1: - cet homme est fou. Pourquoi crier comme ça?

ÑATO: - Uno

NEGRO: - ¿Tantas palabras para decir uno?

ÑATO: Aquí no escatiman ni en palabras Negro.

NEGRO: - ¿Como se llaman?

ÑATO: - (Se da vuelta, las mira) Rosa y Clotilde.

NEGRO: ¿Si?

ÑATO: - Aunque me gusta decirles franchuta uno y franchuta tres.

NEGRO: - ¿Por que tres? Son dos.

27
ÑATO: - (Hace un gesto con las manos de pechos grandes. Entra Ernesto)
Bonjour amigo. ¡Mira Negro! ¡Ha venido un admirador francés de Francia! (no
lo deja hablar) A perfe mumu de se do ro. (Ernesto lo mira confundido) Negro
estos franchutes no entienden nada, ¡pa colmo este tiene una pinta de otario!

NEGRO: - ¡Ñato!

ÑATO: - ¡Bonna notte! ¿Capishe? ¡La madonna! ¡La maddame! ¡Cossa Nostra
il yiro! Este endemás de otario, le comieron la lengua los ratones. ¿Qui in de
ma? ¡Cuesta contesta qui quiser aquí ou te vua fajar!

ERNESTO: - Buenas Noches…

ÑATO: - (al Negro) Dice Buenas noches. (Se da cuenta de que habla español)
ahhh…

NEGRO: - Buenas noches.

ÑATO: - Que se le ofrece señor…

ERNESTO: - Ernesto. Ernesto Conord.

ÑATO: - (al Negro) Ernesto. Ernesto Cono

ERNESTO: - Conord

ÑATO: Color… d. Que se le ofrece señor color… d?

ERNESTO: - Quisiera poder hablar con el artista.

ÑATO: - (al Negro) Quisiera poder hablar con el artista. (A Ernesto) El artista
está descansando. Los horarios en que saldrá a dar entrevistas son… (Busca
papeles en sus bolsillos. El negro lo corre, se acerca a Ernesto)

NEGRO: - Julio Rivero, encantado (le estrecha la mano)

ERNESTO: - Soy un gran admirador de su trabajo señor Rivero. Mi padre es


dueño de este teatro.

ÑATO: - ¡Por ay cantaba Garay!

ERNESTO: - Soy de Buenos Aires, pero vivo aquí desde los 10 años.

ÑATO: - ¡Impostor!

ERNESTO: - Escucharlo cantar me recordó a mis épocas de niño. Trajo un


pedazo de Argentina para estos lados.

ÑATO: - (Quiere decir algo para pelear pero no le sale nada) ¡ja!

28
NEGRO: - Me enorgullecen sus palabras. Muchas gracias. ¿Desea tomar algo?

ÑATO: -Tomate el olivo…

ERNESTO: - Si, a decir verdad no soy aficionado al alcohol pero… (El Negro le
da un vaso de whisky, se lo toma, tose)

NEGRO: - Despacio mi amigo, le va a hacer mal.

ERNESTO: - Si. (Toma otro) Señor Rivero.

NEGRO: - Dígame Negro.

ERNESTO: Perdón. Señor Negro. Yo soy cantor.

ÑATO: - (Marca salida abrazado a las mujeres) A blu blu si mu fa in de catrera

NEGRO: - ¿Si? En buena hora un artista por aquí… Cantate algo pibe, a ver.

ÑATO: - (para) ¿Qui se ma? (se da vuelta, esta celoso de la atención que
recibe Ernesto) A cucu manya le pibi taratupidó.

ERNESTO: - ¿Aquí? Es que soy un poco tímido…

NEGRO: - ¡Vamos hombre! Sea valiente que aquí dentro con un cobarde ya es
suficiente (señala al Ñato)

ÑATO: - (Echando a las mujeres) a fu fla, mon da mercy tutú.

MUJER 2: - Ñato, Guita (hace gesto de dinero con las manos)

ÑATO: - No te entiendo piba. Andate. ¡Chu! ¡Chu!

ERNESTO: - (Cantando con voz lírica)


Era más blanda que el agua,
que el agua blanda,
era más fresca que el río,
naranjo en flor.

(El Ñato y el Negro se miran)

ÑATO: - ¿Que te crees pibe que es esto una upera?

NEGRO: - Lo que el Ñato quiere decir es que esa manera de cantar no sirve
para el tango. El tango no se canta, se dice. Como si en cada palabra dicha
estuvieran todas las heridas que uno lleva el pecho.

ERNESTO: - Es que aquí me enseñan así.

ÑATO: Ja, aprender para cantar.

29
NEGRO: -La escuela del tango es la calle. Mucho Europa te ha borrado el
barrio de adentro pibe. Sos muy joven todavía, faltan que te sacudan un poco
más el corazón.

ERNESTO: - Yo tuve un amor cuando era pequeño. Luisa, tenia pelo claro y los
ojos negros mas lindos de Buenos Aires… Todas las tardes salíamos a jugar
por las calles de Palermo y en una de esas cuando el sol se escondía entre la
copa de los árboles, la miré a los ojos, ella miró los míos… y sin pensarlo un
momento mas…

ÑATO y NEGRO: - (Que siguieron el relato como una novela romántica)


¡¿Qué?!

ERNESTO: - Me abalancé sobre ella y…

ÑATO: - (desesperado por saber cual fue el final de la historia) ¡Diga hombre!
¡No nos haga sufrir más!

ERNESTO: - Besé su rosada mejilla…


NEGRO: - Bello recuerdo

ÑATO: - ¿Y por eso tanto escombro? Si fuéramos a contar de esas yo tengo


como…

NEGRO: - Dos…

ERNESTO: - Esa tarde fue la ultima en la que la vi… Mis padres me trajeron
aquí y no pude siquiera despedirme… (Llora)

(El Negro y el Ñato se miran, no saben que hacer con Ernesto llorando)

NEGRO: - ¿Estás bien? (no responde) ¿Che, estás bien?... Bueno… Hem no
te preocupes… Hem... ella seguramente te estará esperando para cuando
pegues la vuelta…

ERNESTO: - ¿Si?

NEGRO: - Hem… si, por supuesto…

ERNESTO: - ¡Usted tiene las palabras justas don Negro! (Lo abraza)

NEGRO: - Bueno pibe… no hace falta… (No se lo puede sacar de encima, le


hace señas al Ñato para que se lo saque)

ÑATO: - Bueno bueno, menos apretar que me le agurra la ropa. “El artista”
debe descansar... (Tironea, lo saca)

ERNESTO: - Disculpe, ¿podría ayudarme a cantar entonces? Ya me ha


quedado demasiado lejos el calor de la Argentina.

30
ÑATO: - ¡No! ¿Que no escuchás bien vos?

NEGRO: - Si

ÑATO: - ¡No ves! Dijo que… ohhh

NEGRO: - Lo haré. ¡Ñato! Anda a buscar más whisky. Tendremos una larga
noche…

ESCENA 4

(Beba sentada tomando mate en el cabaret. Llega Libertad con una carta)

LIBERTAD: - ¡Beba querida! ¡Que suerte que la encuentro aquí!

BEBA: - ¿Y donde me vas a encontrar sino?

LIBERTAD: - ¿Está ocupada?

BEBA: - Ya me ves…

LIBERTAD: -¡No importa, tengo algo para usted!

BEBA: - ¿Que tenés?

LIBERTAD: - Adivine (Beba la mira, no dice nada, no va a entrar en su juego)


Es una CCC… Caaa…

BEBA: - No me vengas con adivinanzas

LIBERTAD: - Rrrrrrrr… tttt… aaa. ¡Si una carta! ¡Por un poco lo adivina! ¡¡¡Una
carta de Paris!!!

BEBA: - (Agarra la carta exaltada, piensa que es del Negro. Ve que es del Ñato
y la deja a un costado) Ahhh del Ñato…

LIBERTAD: - ¿Que dirá no? (se muere de curiosidad)

BEBA: - Vaya uno a saber…

LIBERTAD: - Así que una carta…

BEBA: - Se…

LIBERTAD: - ¿No tendrá dinero?

BEBA: - No la abriré

LIBERTAD: - No… como guste… es suya… ¿Como está usted Beba?

31
BEBA: - Y bi…

LIBERTAD: - (La interrumpe) ¡Yo también!

BEBA: - Ajam

LIBERTAD: ¡Muy bien! (los siguientes textos serán espaciados por silencios,
Beba no responderá. Libertad quiere contarle algo pero ella nunca le pregunta)
¡Bien bien!... Así es, bien… (Se ríe sola, hará lo posible para llamar la atención
de Beba)

BEBA: - ¡Contá!

LIBERTAD: - ¿Que cosa?

BEBA: - ¡Lo que querés escupir hace rato!

LIBERTAD: - (No la deja terminar) ¡Me caso!

BEBA: - ¿Que?

LIBERTAD: - ¿Vió el señor Alberto? ¿El que viene todos los jueves? ¿Amigo de
Francisco? ¡Resulta que me quiere! ¡Si me quiere! ¡Como nunca a nadie me
dijo! Cada día que no me ve, quiere agarrarme entre sus brazos y no soltarme
mas! Yo sospechaba que algo así le estaba pasando, ¡pero hoy me contó Rosa
que lo oyó hablando de casamiento! Yo todavía no lo vi. Pero estoy segura que
en cuanto venga, me declarará su amor esterno y me hará ¡la propuesta!

BEBA: - ¿Averiguaste Si le gustan las minas a este?

LIBERTAD: - No se burle, él me quiere.

BEBA: - Dejate de joder.

LIBERTAD: - ¿Que?

BEBA: - Que yo ya se como termina esto…

LIBERTAD: - ¿Como?

BEBA: - Mal... Con la puta sufriendo y el niño bien casándose con otra.

LIBERTAD: - No, el me quiere

BEBA: - ¿Y eso que? ¿Acaso viste que eso importe? Ningún tipo tiene lo que
hay que tener para decir de esta me enamoré y con esta me voy a casar. No,
eso no importa. Las que nacen en nuestra cuna, nunca van a ser señoras.
Sacate esa idea de la cabeza. (Libertad se pone triste con las palabras de
Beba)

32
LIBERTAD: - No todas somos como usted.

BEBA: - Para la gente bien, todas nosotras somos lo mismo. La resaca de la


ciudad que solo usan para divertirse.

LIBERTAD: - El no es gente bien, es el hombre que me ama

BEBA: - Este tango ya me lo se

LIBERTAD: - ¡Usted no sabe nada! Habla por rencor, se rindió a vivir en la


amargura por un tipo que le rompió el corazón. Dejó los escenarios y su
carrera. Y así deja pasar la vida. Sola, triste, y mientras tanto ahí tiene a un
pobre enamorado que lo único que quiere es hacerla feliz. Ese tango es el que
se sabe. Yo voy a pensar que el amor existe, y que hay una vida de felicidad
esperándome. Usted haga lo que guste. (Sale)

BEBA: - (queda triste, llorosa. Agarra la cata del ñato y la lee)

“Mi señora: Aquí me encuentro de nuevo escribiéndole para sentirla mas cerca
del corazón. ¿Cómo siguen sus días?”

ÑATO: -
“Aquí todo está bien. Nuestro Negro se va para arriba, la gente lo aclama, lo
admira. Y él parece feliz, pero yo se que hay una pena que lo sigue a todas
partes, esa de la que no quiere hablar.
Cuanto deseo tenerla conmigo mi adorada Beba, sentir el aroma de su pelo, la
dulzura de sus manos, el calor de su mirada. Vivo abrazándola en mis
recuerdos, para así tenerla al lado mío donde sea que esté. Si usted me lo
pide, pego la vuelta y pronto me tendrá a su lado para quererla y hacerla feliz…
y sino, vengasé mi señora, aquí hay lugar para los dos…
Hasta pronto mi dama
Su Ñato”

BEBA: - (Ella llora) Yo, en Paris… (Por un instante se imagina cambiando su


vida) este esta chiflado, que me voy a ir yo de mi país” (rompe la carta)

ESCENA 5

(María en su casa, acunando a su bebe, le tararea un tango)

MARIA: - ¿Te gusta ese tango Julio?... Si…


Recordaré de tu pasión la inmensidad.
Recordaré la imagen fiel que me adoró.
Evocaré de tu mirar la suavidad
y soñaré que aquel ayer no se alejó…
(Llora, entra Francisco)

33
FRANCISCO: - ¡María! ¡Estabas cantando!

MARIA: - Solo para él canto.

FRANCISCO: ¡Vida mía! Estás llorando…

MARIA: - Lo necesito Francisco.

FRANCISCO: - Lo se.

MARIA: - Tengo todo lo que alguna vez soñé, y todo lo que él soñó para mi.
Pero esta vida siempre la imaginé con él a mi lado. Jamás podría haber
pensado que las cosas fueran así. Lo extraño, lo necesito. A veces tengo la
ilusión de que me perdone y vuelva, o que me escriba. Cada vez que yo estaba
caída, era él el que me levantaba. “Nena, levántese” me decía y… y yo sabía
que todo iba a estar bien. Tengo miedo de que el tiempo pase y no volver a
verlo, que no pueda oír el sonido de su voz hablándome, de no poder abrazarlo
fuerte, de mirarme en sus ojos y ver que el mundo es bello. Tengo miedo de
que ya no me quiera.

FRANCISCO: - ¡Ni se te ocurra pensar eso! ¡El Negro te adora! Vos sos lo
primero que tiene en su vida. Yo no se que es lo que lo hizo tomar esta
decisión, pero no puede ser tan grave como para que ya no te quiera.

MARIA: - Lo herí Francisco, y eso es lo que importa.

FRANCISCO: - Quizás si yo supiera que es lo que pasó…

MARIA: - No, no Francisco. Nadie lo puede solucionar. El doctor Morales llamó


esta mañana, dijo que hace días quiere hablarte

FRANCISCO: - Ohhh si, lo había olvidado. Pronto hablaré con él. (María sale,
queda solo, le habla a su hijo) Julito mío, si supieras quien es tu tío. ¡Que honor
tendrás toda tu vida llevando su nombre! ¡Julio Irusta!... El tiene una presencia
que ilumina cualquier lugar donde pisa, es noble, bueno, ¡es un artista
maravilloso! Como si no fuera de este mundo. Y tiene en sus ojos… una luz
especial, que me hizo quererlo como a ninguno. En las viejas épocas cantaban
con tu madre y eran los mejores de Buenos Aires, juntos eran solo uno. Y yo
los amaba con el alma. Ojalá pudieras ver alguna vez a tu madre con el brillo
de esos tiempos, ojalá siguiera siendo la que yo conocí, ojala puedas conocer a
Julio. Ojala pronto lo vuelva a ver.

Yo no se si es cariño el que siento,


yo no se si será una pasión,
sólo se que al no verte, una pena
va rondando por mi corazón...
Yo no se que me han hecho tus ojos
que al mirarme me matan de amor,
yo no se que me han hecho tus labios
que al besar mis labios, se olvida el dolor.

34
Tus ojos para mi
son luces de ilusión,
que alumbra la pasión
que albergo para ti.
Tus ojos son destellos
que van reflejando
ternura y amor.
Tus ojos son divinos
y me tienen preso
en su alrededor.
Tus ojos para mí
son el reflejo fiel
de un alma que al querer
querrá con frenesí.
Tus ojos para mí serán
la luz de mi camino
que con fe me guiarán
por un sendero
de esperanzas y esplendor
porque sus ojos son, ¡mi amor!

ESCENA 6

(Entra María)

MARIA: - ¡Francisco! Te buscan…

FRANCISCO: -¿Quién?

MARIA: - La esposa de Alberto…

FRANCISCO: - ¿Como? ¿Esposa?

LIBERTAD: - (Entra) ¡Bonjour bonjour! Así es, la señora Libertad para servirle
(le extiende la mano)

FRANCISCO: - No puedo creerlo, que guardado se lo tenía este.

LIBERTAD: - Es que nos gusta ser reservados. Contame de vos, Franzua…


¿Como estás?

FRANCISCO: - Bie…

LIBERTAD: - Oh aquí está el niño. ¡Que hermoso es! ¿Cómo era su nombre?

MARIA: - Julio.

35
LIBERTAD: - Ahhh que lin… ahhhh. Alberto y yo iremos de viaje a Europa.

FRANCISCO: - ¿Esta semana?

LIBERTAD: - No, la próxima. Debemos descansar un poco…

FRANCISCO: - Ya lo creo, yo ya estoy cansado…

LIBERTAD: - (Mira la hora en su reloj) ¡Ohhh creo que es hora de irme! Me


esperan a las cinco a tomar el té las muchachas de la sociedad de
beneficencia. ¿María vos no vas?

MARIA: - Hoy no puedo, tengo cosas que hacer…

LIBERTAD: - (Mira a Julio) Veo…

FRANCISCO: - Te acompaño… (Sale)

LIBERTAD: - ¡Gracias! (la mira a María) ¡Bonjour!

MARIA: - ¡Libertad! (se vuelve) ¿Cómo está?

LIBERTAD: - (Habla seriamente) Bien…

MARIA: - Si lo ves, decile que siempre lo espero… (Libertad sale)

ESCENA 7

(Interior del camarín del negro, el Ñato hablando por teléfono)

ÑATO: - Si amigo mio, yo le dejo todas tus cartas hace años en el escritorio
junto con las demás, pero el no las lee, ni abiertas están… Andan todas bien
guardadas en una caja.

FRANCISCO: - Necesito que me ayudes, es urgente, tiene que saberlo


pronto…

ÑATO: - Decí nomás. Le diré palabra por palabra.

FRANCISCO: - ¿Tenés para anotar? Es importante…

ÑATO: - (ve que no tiene nada alrededor) Se…

FRANCISCO: - Querido amigo dos puntos.

ÑATO: - (Repite como si escribiera) Querido amigo dos puntos

36
FRANCISCO: - Aun no se cual fue la causa de tu partida, ni por que has
decidido no leer ninguna de mis cartas, pero es tu hermana la que te necesita.
Pronto yo…

ÑATO: - (Que no puede recordar todo eso) Aguantá un cacho amigo, se me


acabó el papel. (Busca papeles en el camarín, no encuentra) Aguantame una
corrida que en menos de lo que canta un gallo estaré anotando. (Deja el
teléfono descolgado, sale. Entra el Negro, encuentra el teléfono descolgado, lo
levanta)

NEGRO: - ¿Hola?

FRANCISCO: - ¿Hola Negro? (El Negro se queda inmóvil, no dice nada) ¡Hola!
Misho, ¿estás ahí? ¡Negro! (Entra María, escucha que habla con su hermano,
le saca el teléfono a Francisco)

MARIA: - ¿Hola Negro? ¡Negro! ¿Estás ahí hermano? (El no contesta. Entra el
Ñato, lo ve con el teléfono, el Negro corta) ¿Era él Francisco?

FRANCISCO: - Si (María llora, se abrazan)

ÑATO: - Disculpame Negro, no sabía que…

NEGRO: - Dejame solo Ñato

ÑATO: - Pero…

NEGRO: - ¡Anda! (El Negro se queda mirando los afiches y foto de su


hermana, triste, nostálgico. El Ñato sale. Poco después, entra Ernesto)

ERNESTO: -Era hermosa

NEGRO: - Si

ERNESTO: -¿Cantaba bien?

NEGRO: - ¿Bien? Tenía la mejor voz de todas…

ERNESTO: -Que gran dúo habrán hecho

NEGRO: - El mas bello y dulce de todo Buenos Aires… ¡Que épocas aquellas!
Íbamos con el corazón lleno y con la sonrisa pintada en la cara. ¡Cuantas
noches sueño con volver a verla! Con cantar a su lado, con abrazarla y que se
detenga el tiempo. Con decir algo y se desarme en una carcajada. Y poder
alentarla en cada fracaso.
Que cruel es el tiempo que no nos deja detenernos un rato mas en esos
momentos que debieran ser eternos…

NEGRO Y ERNESTO: -

37
Lastima, bandoneón,
mi corazón
tu ronca maldición maleva...
Tu lágrima de ron
me lleva
hasta el hondo bajo fondo
donde el barro se subleva.
¡Ya sé, no me digás! ¡Tenés razón!
La vida es una herida absurda,
y es todo tan fugaz
que es una curda, ¡nada más!
Mi confesión.

Contame tu condena,
decime tu fracaso,
¿no ves la pena
que me ha herido?
Y hablame simplemente
de aquel amor ausente
tras un retazo del olvido.
¡Ya sé que te hago daño!
¡Ya se que te lastimo
llorando mi sermón de vino!

Pero es el viejo amor


que tiembla, bandoneón,
y busca en el licor que aturda,
la curda que al final
termine la función
corriéndole un telón al corazón.

(El Negro llora, entra el Ñato y ve la situación)

ÑATO: - ¿Qué haces acá adentro? ¡Salga de acá!

ERNESTO: - (Lo ignora) ¿La amaba?

NEGRO: - ¡Con toda el alma!

ERNESTO: - ¿Y ahora?

NEGRO: -Cada día mas…

ÑATO: - ¡Suficiente!

ERNESTO: ¡Pará Ñato! ¡El Negro me está hablando de su esposa!

ÑATO: - Ja, esposa

NEGRO: - (Lo mira al Ñato que se ríe, se calla) Es mi hermana

38
ERNESTO: - ¡Ahhhhh su hermana! ¿Su hermana? Pero por como hablaba creí
que… (Silencio)

ÑATO: - (se pone incómodo por el silencio) Que va a ser…

ERNESTO: - ¿Pero se fue del país por su hermana? ¿Que le hizo? ¿Que
puede haber sido tan grave?

ÑATO: - (Silencio) Ehm… ammm

ERNESTO: - ¡Nadie escapa así de su propia hermana!

ÑATO: - (Silencio, respira fuerte)

ERNESTO: - ¿Que lo hizo tomar esa decisión?

NEGRO: - El amor…

ERNESTO: - ¿Abandonó a su hermana por ir tras una mujer?

ÑATO: - (Hace seña de cerrar su boca con un cierre)

NEGRO: - No, ella se enamoró. Se enamoró de un hombre maravilloso. Pero


con mi presencia, ellos nunca hubieran sido felices. Y a veces en la vida hay
que liberar a las personas que uno ama para que encuentren la felicidad, por
más que esa decisión le pese toda la vida en el corazón.

ERNESTO: - Entiendo… También hay veces en que uno cree que las cosas
son más graves de lo que son realmente… No hay que tener vergüenza de
amar. El amor se encuentra en lugares insospechados y uno no tiene la culpa
si ese lugar está mal visto por los demás. Hay que ser fiel a lo que uno siente y
no reprimirlo, por más de que lo juzguen. Después de todo, uno vino a ser feliz
en esta vida. Y sin darse cuenta aleja de su lado todo lo que le hace bien. Me
pregunto como lo necesitará ella a su lado, mientras usted se esfuerza por
escapar… ( Se va)

ÑATO: - (Después de un silencio se oye el llanto del Ñato) ¡que sabio este pibe!
Aprendió muy bien de mí… (Sale)

NEGRO: - (Solo, viendo la foto de su hermana) ¡Perdone hermanita! Yo nunca


quise lastimarla…

NEGRO Y MARIA: -

Solo en la ruta de mi destino


sin el amparo de tu mirar,
soy como un ave que en el camino
rompió las cuerdas de su cantar.

39
Cuando no estás la flor no perfuma,
si tú te vas, me envuelve la bruma;
el zorzal, la fuente y las estrellas
pierden para mí su seducción.

Cuando no estás muere mi esperanza


si tú te vas se va mi ilusión.
Oye mi lamento, que confío al viento,
todo es dolor cuando tú no estás.

Nace la aurora resplandeciente,


clara mañana, bello rosal,
brilla la estrella, canta la fuente,
ríe la vida, porque tú estás.

Cuando no estás la flor no perfuma,


si tú te vas, me envuelve la bruma;
el zorzal, la fuente y las estrellas
pierden para mí su seducción.

Cuando no estás muere mi esperanza


si tú te vas se va mi ilusión.
Oye mi lamento, que confío al viento,
todo es dolor cuando tú no estás.

ESCENA 8

(El Negro en su camarín, lee una carta de Beba)

BEBA: - Buenos Aires 1 de abril de 1943

Querido Negro, ¿cómo estás? Aquí nos llega la información del argentino que
¡triunfa en París! ¡Si supieras lo orgullosos que estamos todos! El negrito que
jugaba al cantor de pibe en nuestras calles aclamado por el público. Ya nadie
me cree que hace unos años tomabas de mi mate en el patio de la pensión.
¡Que bellas eran esas épocas mi negro! Cuantas horas de risa y canto nos
vieron pasar las enredaderas de nuestro barrio.
Aquí la cosa va bien. Los de arriba se pelean entre ellos y nosotros la
peleamos en el barro para ganarnos la vida. Tengo fe de que todo va a ir mejor.
Argentina siempre está de pie y con la frente bien alta. Parecido a lo de
siempre…
María está bien. Es una mujer importante en Buenos Aires, ayuda mucho a la
gente y ellos la quieren mucho. Todos le piden que vuelva a cantar algún día,
pero parece que eso se lo guardó para siempre. Guarda la dulzura de los viejos
tiempos pero ya no mira como antes, es como si le faltara una parte del alma.
Tu país te extraña Negrito, ¡volvé! Aquí siempre hay una segunda
oportunidad…
Te espero siempre

40
Tú amiga eterna
Beba

ERNESTO: - ¿Malas noticias Negro?

NEGRO: - No

ERNESTO: - ¿Y entonces por que está triste?

NEGRO: - ¿Cuanto tiempo hace que estás aquí?

ERNESTO: - ¿En Paris? 20 años Negro

NEGRO: - ¿Te acordás de Buenos Aires?

ERNESTO: - Recuerdo que era muy linda.

NEGRO: - Las mas linda de todas. Yo la recuerdo cada día. ¡Sus calles, su
aroma, su gente! Y cada vez la quiero más. Sabes que, a veces me esfuerzo
más porque tengo miedo de olvidármela.

ERNESTO: - No diga eso, usted lleva a Buenos Aires en las venas. Y canta así
porque es una parte suya. Lleva dentro la nostalgia de Buenos Aires. Y eso no
lo perderá nunca.

NEGRO: - Porque cuando pibe me acunaba en tangos


la canción materna pa llamar al sueño,
y escuché el rezongo de los bandoneones
bajo el emparrado de mi patio viejo.

MARIA: - Porque vi el desfile de las inclemencias


con mis pobres ojos llorosos y abiertos,
y en la triste pieza de mis buenos viejos
cantó la pobreza su canción de invierno

BEBA: -Y yo me hice en tangos,


me fui modelando en barro, en miseria,
en las amarguras que da la pobreza,
en llantos de madres,
en las rebeldías del que es fuerte y tiene
que cruzar los brazos
cuando el hambre viene...

FRANCISCO: -Y yo me hice en tangos,


porque el tango es bravo,
Porque el tango es fuerte,
tiene olor a vida,
tiene gusto a muerte...

LIBERTAD: -Porque quise mucho, y porque me engañaron,

41
y pasé la vida masticando sueños...

ÑATO: -Porque soy un árbol que nunca dio frutos,


porque soy un perro que no tiene dueño...

BEBA: Porque tengo odios que nunca los digo,


porque cuando quiero me desangro en besos...

NEGRO: -Porque quise mucho y no me han querido...


¡Por eso yo canto tan triste, por eso!

Lejana tierra mía


bajo tu cielo,
bajo tu cielo,
quiero morirme un día
con tu consuelo,
con tu consuelo.
Y oír el canto de oro
de tus campanas
que siempre añoro;
no sé si al contemplarte
al regresar
sabré reír o llorar...

ERNESTO: - (que quedó en el camarín viendo fotos y cartas)


Mi Buenos Aires querido
cuando yo te vuelva a ver,
no habrás más pena ni olvido.

El farolito de la calle en que nací


fue el centinela de mis promesas de amor,
bajo su quieta lucecita yo la vi
a mi pebeta, luminosa como un sol.
Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver,
ciudad porteña de mi único querer,
y oigo la queja
de un bandoneón,
dentro del pecho pide rienda el corazón.

ERNESTO, MARIA, FRANCISCO, BEBA, LIBERTAD, ÑATO, NEGRO:


(Esta estrofa será cantada entre todos desde el lugar en que se encuentren.
Francisco y María cantarán bailando. Al final de la canción, Francisco se
desploma en el piso)

Mi Buenos Aires
tierra florida
donde mi vida
terminaré.
Bajo tu amparo

42
no hay desengaños,
vuelan los años,
se olvida el dolor.
En caravana
los recuerdos pasan,
con una estela
dulce de emoción.
Quiero que sepas
que al evocarte,
se van las penas
de mi corazón.

(Quedan María y Francisco en escena. Los siguientes textos serán casi


susurrados al oido)

FRANCISCO: -
El día que me quieras
no habrá más que armonías,
será clara la aurora
y alegre el manantial.

MARIA: -
Traerá quieta la brisa
rumor de melodías
y nos darán las fuentes
su canto de cristal.
(Se besan, Francisco sale)
(Para ella)
El día que me quieras
endulzará sus cuerdas
el pájaro cantor,
florecerá la vida,
no existirá el dolor…
(Se escucha tras el escenario a Francisco tosiendo y un golpe. Maria sale
corriendo a buscarlo. Francisco muere.)

MARIA: - ¡Francisco! ¡¡¡¡Francisco!!!!

Escena 9

(Empieza a sonar SUS OJOS SE CERRARON. El Ñato entra al camarín del


Negro)

ÑATO: - ¡Negro! ¡Negro!

NEGRO: - ¿Que pasa Ñato?

ÑATO: - ¡Francisco Negro! ¡Francisco!

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(Quedarán hablando en silencio, se verá al Negro enterándose de la noticia de
la muerte de Francisco y María comenzará a cantar)

MARIA: -
Sus ojos se cerraron...
y el mundo sigue andando,
su boca que era mía
ya no me besa más,
se apagaron los ecos
de su reír sonoro
y es cruel este silencio
que me hace tanto mal.

NEGRO: - (Leyendo las cartas de Francisco)


Misho adorado: Espero tener más suerte con esta carta que con las que te
envié anteriormente y puedas leerla. ¿Cómo estás? Si supieras cuanto se te
extraña por aquí…

MARIA: -
Fue mía la piadosa
dulzura de sus manos
que dieron a mis penas
caricias de bondad,
y ahora que lo evoco
hundida en mi quebranto,
las lágrimas trenzadas
se niegan a brotar,
y no tengo el consuelo
de poder llorar.

NEGRO: -
Estoy enfermo Negrito, yo quisiera poder aguantar un poco más, pero tengo
miedo de dejar sola a María. Hice lo que pude para protegerla durante todos
estos años, intentando hacerlo tal como lo hubieras hecho vos y así cuando
vuelvas la encontraras feliz esperando. Volvé Negro, que alegría me daría
poder verte de nuevo, aunque sea un minuto, antes de partir…

MARIA: -

¡Porqué sus alas tan cruel quemó la vida!


¡Porqué esta mueca siniestra de la suerte!
Quise abrigarla y más pudo la muerte,
¡Cómo me duele y se ahonda mi herida!
Yo sé que ahora vendrán caras extrañas
con su limosna de alivio a mi tormento.
Todo es mentira, mentira es el lamento.
¡Hoy está solo mi corazón!

TELÓN

44
ACTO III

ESCENA 1

(Calle de Buenos Aires, el Ñato y Ernesto caminando)

ERNESTO: - (Respira profundo) ¡Que placer Ñato! ¡Hay aroma a Buenos Aires!

ÑATO: - Mas respeto mijo que desde que desembarcamos ando con cuidao y
no se me ha escapado nada.

ERNESTO: - ¡Al fin Ñato! ¡Gracias por traerme! ¡Es todo tan parecido a lo que
recordaba!

ÑATO: -Yo lo veo tan distinto… Estas calles no son lo mismo sin mis amigos
pisándolas. ¡Que tiempos aquellos! veinticinco abriles, volver a tenerlos… (Mira
para todos lados) Ohhh es como si redepente se me cayera un cajón de
recuerdos en la cabeza. (Sale Beba del cabaret, desalineada, demacrada. No
lo ve)

ERNESTO: - ¿Que pasa? ¡Se quedó duro Ñato! ¿Esta es? ¿Esta es su
“preciosa dama”?

ÑATO: - ¡Shhhh! ¡Rajá de acá! (Ernesto sale. El Ñato queda pensativo)

Sola, fané, descangayada,


la vi esta madrugada
salir de un cabaret;
flaca, dos cuartas de cogote
y una percha en el escote
bajo la nuez;
chueca, vestida de pebeta,
teñida y coqueteando
su desnudez...
Parecía un gallo desplumao,
mostrando al compadrear
el cuero picoteao...
Yo que sé cuando no aguanto más
al verla, así, rajé,
pa' no yorar.

¡Y pensar que hace diez años,


fue mi locura!
¡Que llegué hasta la traición
por su hermosura!...
Que esto que hoy es un cascajo
fue la dulce metedura

45
donde yo perdí el honor;
que chiflao por su belleza
le quité el pan a la vieja,
me hice ruin y pechador...
Que quedé sin un amigo,
que viví de mala fe,
que me tuvo de rodillas,
sin moral, hecho un mendigo,
cuando se fue.

(Entra Ernesto trayendo a Beba de la mano a espaldas del Ñato. El no los ve)

Nunca soñé que la vería


en un "requiscat in pace"
tan cruel como el de hoy.
¡Mire, si no es pa' suicidarse
que por ese cachivache
sea lo que soy!...
Fiera venganza la del tiempo,
que le hace ver deshecho
lo que uno amó...
Este encuentro me ha hecho tanto mal,
que si lo pienso más
termino envenenao.
Esta noche me emborracho bien,
me mamo, ¡bien mamao!,
pa' no pensar.

(Al finalizar la canción. Beba lo enfrenta al Ñato. Le pega en la cara, enojada.


El se queda inmóvil mirándola. La agarra y la besa apasionadamente)

ESCENA 2

(Interior de la casa de María. Mira fotos. Está triste. Entra Libertad, con una
taza de te)

LIBERTAD: - Te traje un te María. Sería bueno que descanses un poco.

MARIA: - ¿Recordás aquellos tiempos? Que bien se lo pasaba.

LIBERTAD: - Éramos felices.

MARIA: - ¡Muy felices! Nos faltaba todo, pero nos teníamos el uno al otro.
Todas las noches sueño que estamos todos juntos. Que peleamos, bailamos,
cantamos… Que somos jóvenes de vuelta. Y andamos por el mundo sin miedo
a nada, porque todo nos queda por vivir y la esperanza nos empuja para seguir
caminando.

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LIBERTAD: - Descansá un poco María.

MARIA: - (María se sienta) Gracias Libertad. Andá si querés, voy a estar bien.

LIBERTAD: - ¿Segura?

MARIA: - Si. (Escucha algo que le llama la atención en la radio) Subí un poco
por favor. (Libertad sube la radio, sale)

VOZ RADIO: - En esta noche de tangos, escucharemos en homenaje a


Francisco Irusta a sus “Mishos” como él les decía. Viviré en tu recuerdo por los
hermanos Rivero.

(Sonara la canción cantada por los hermanos en la radio, María la escuchará


sentada en un sillón, triste, de frente al público)

Recordaré de tu pasión la inmensidad.


Recordaré la imagen fiel que me adoró.
Evocaré de tu mirar la suavidad
y soñaré que aquel ayer no se alejó.

Recordaré la noche azul en que te vi


en el jardín primaveral de la ilusión.
Recordaré que hoy, al partir, me estremecí
cuando miré las rosas de mi amor temblando en tu balcón.

El recuerdo de tus ojos,


tus sonrisas y tus besos,
han de ser en mi camino
brillantísimo fulgor.
Si me alejan de tu lado
viviré con tu recuerdo.
Viviré acariciando tu nombre
entre vagos rumores y ensueños.
Viviré de las horas pasadas
mi sublime novela de amor.

MARIA: - ¡Que recuerdos! Pobre Negro… Pobre María…

ESCENA 3

(Libertad por salir de la casa de María, abre la puerta, lo ve al Negro)

LIBERTAD: - (después de un rato que quedó viéndolo) ¿Hasta cuando se


quedará ahí parado sin venir a saludar a su Libertad?

NEGRO: - Sepa Dios disculparme el haber cometido tal descortesía…

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LIBERTAD: - ¡Negro! (se abrazan)

NEGRO: - ¡Libertad!

LIBERTAD: - (Lo observa, lo toca, lo acaricia) ¡Para vos no pasan los años!
¡Estás igual! ¡Mi negrito lindo! Igual que el día en que te fuiste…

NEGRO: - Te pido perdón… No supe que hacer

LIBERTAD: - ¿Encontraste a alguna Libertad en Paris?

NEGRO: - Ninguna… Siempre serás la única… Estás Hermosa, ¡Sos una


señora!

LIBERTAD: - ¡Y vos un hombre! ¿Viniste a verla?

NEGRO: - Si…

LIBERTAD: - Está allá. Pasando la sala.

NEGRO: - Gracias. (Se abrazan, Libertad sale)

ESCENA 4

(María sentada de frente al público escuchando la radio como quedó al final de


la escena 3. Entra el Negro por atrás, la mira unos instantes, ella no lo ve, él
apaga la radio. Al escuchar que la radio corta, ella sabe que su hermano esta
ahí; llora. Ambos se quedarán en sus lugares durante unos segundos sin poder
decir nada ni moverse. Durante el diálogo mantendrán sus lugares)

MARIA: - Perdón…

NEGRO: - No hay nada que perdonar

MARIA: - Tantos años esperé este momento… ¿Por que lo hiciste?

NEGRO: - Para que seas feliz…

MARIA: - ¿Y que felicidad podía encontrar yo sin vos a mi lado?

NEGRO: - Tuve vergüenza

MARIA: - ¿Vergüenza de qué? ¿De ser el mejor Hermano de todo el mundo?


¡Cuantas noches soñé con tu abrazo fraterno!

NEGRO: - ¿Que hace ahí sentada? ¡Nena! ¡Venga a Bailar! (Le extiende la
mano, ella se levanta. Empieza a sonar el día que me quieras. Bailan)

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FRANCISCO:
Acaricia mi ensueño
el suave murmullo de tu suspirar,
¡como ríe la vida
si tus ojos negros me quieren mirar!
Y si es mío el amparo
de tu risa leve que es como un cantar,
ella aquieta mi herida,
¡todo, todo se olvida...!

(Bailando, se pierden en la oscuridad. Comenzarán todos los personajes, en su


versión joven, a cantar el día que me quieras de frente al público. Por último
aparecerán el Negro y María, también en su versión joven, y se unirán al coro)

FIN.

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