Cristian Alberto Pita García 1101

“EL FIN DEL VALOR HUMANO”

Me moriré de viejo y no acabaré de comprender

Al animal bípedo que llaman hombre,
Cada individuo es una variedad de su especie.
-Miguel De Cervantes-

En el libro “la metamorfosis “de Frank Kafka nos plantea a un ser humano egoísta que
solo busca complacer sus necesidades tratando a los demás como simples objetos que
se pueden desechar. ¿En realidad somos objetos tomados por otros objetos que después
de ser útiles sencillamente pasamos a ser un estorbo como cualquier otro
electrodoméstico de nuestras casas?.

Desde hace muchos años atrás esta situación ha sido evidente, la misma sociedad se ha
encargado de hacer sentir a las personas inservibles ya que solo se toma en cuenta por
los beneficios que producen, por su posición social o por las cosas materiales que tienen.
Muchas personas se resignan a tener un trabajo o a estudiar algo que no les gusta solo
para darle un supuesto soporte a su familia.

Como un gran ejemplo tenemos a los adultos mayores, quienes en muchas ocasiones son
abandonados por sus familias porque tienen una discapacidad o enfermedad, son
aislados como si su tiempo de utilidad hubiera expirado sin importar lo que en un pasado
aportaron.

Como defensor de esta idea tenemos a Eduardo Galeano quien en una de sus citas dice,
“Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que
preservábamos. Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son
desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables”. Donde nos
hace caer en cuenta esta situación es más grande de lo que pensamos.

Para mi esta sociedad tiene el gran problema de querer conformase con su destino en vez
de luchar por conseguir lo que desean, se deja de confiar en las capacidades que se
tienen y solo se buscan las soluciones más fácil cayendo así en las manos de personas
egoístas que quieren explotar esas capacidades que nosotros no valoramos.

Es muy triste ver cómo nos llaman la sociedad de lo desechable, este título avergonzaría
a nuestros antepasados los cuales se sentían orgullosos al verle la utilidad a todo, donde
la palabra tenía un valor único, donde lo que no funcionaba se guardaba para darle otra
utilidad y hasta donde el amor podía arreglar cualquier tipo de problema.

Como conclusión tenemos que en la actualidad somos tratados como simples objetos que
tienen la única función de complacer a los demás sin importar lo infelices que podemos
llegar a ser, después de este ciclo pasamos a ser olvidados o aislados al igual que un
electrodoméstico, se puede decir que no solo el valor humano se ha perdido, sino que
también el de los valores.