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¿POR QUÉ LAS MUJERES ESTÁN


AUSENTES EN EL MANEJO Y
CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD?

Lorena Aguilar [ampliar información]


Asesora Sénior en Género
Unión Mundial para la Naturaleza, UICN

Por más de 20 años, se ha resaltado la importancia de la inclusión del


enfoque de equidad de género como un requisito indispensable para
la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad. Sin embargo
en la actualidad, los acuerdos y los textos de varias reuniones
nacionales, internacionales y globales no parecen avanzar en dicha
inclusión. Por ello quizás sea fundamental replantear los paradigmas y
más bien preguntarse ¿por qué no se toma en cuenta la equidad de
género?

¿Será que las mujeres no usan la biodiversidad?

Existe una tendencia a ignorar el hecho de que las mujeres desde su


trabajo en la esfera reproductiva, en su rol como encargadas del
bienestar de sus familias, usan, conservan y aportan conocimientos
especializados sobre la biodiversidad. Sin embargo son las mujeres
en diferentes regiones de América Latina, Asia y África las
encargadas del proceso de cambio de plantas silvestres a la
domesticación de plantas comestibles. Este papel se remonta a los
años 15.000-19.000 A.C.
En la actualidad las mujeres proveen un porcentaje importante de la
fuerza laboral de sus países para la producción de alimentos, en
Sudan las mujeres representan el 30%, mientras que el Congo
proveen el 80%. Además, el porcentaje de mujeres económicamente
activas en la agricultura va desde un 48% en Burkina-Faso hasta un
73% en el Congo. En total las mujeres proveen casi el 80% de la
comida vegetal silvestre recolectada en 135 sociedades de
subsistencia.

A pesar de que muchos proyectos de conservación y uso sostenible


de la biodiversidad no incluyen trabajo con grupos de mujeres, ellas
participan en la conservación de la diversidad biológica motivadas por
el arraigo cultural, las tradiciones, y la identidad de sus pueblos, entre
otras. Por ejemplo en las zonas urbanas de Quintana Roo, México,
mujeres inmigrantes han luchado por mantener su cultura y
biodiversidad al transplantar gran cantidad de variedades nativas en
sus patios.

La importancia del trabajo de conservación de las mujeres también se


ve evidenciada en investigaciones llevadas a cabo en 60 huertos
familiares en Tailandia que revelaron 230 especies diferentes, muchas
de las cuales habían sido rescatadas por las mujeres de bosques
cercanos antes de que fueran destruidas.

Las mujeres tienen conocimientos especializados sobre especies


relegadas por razones comerciales o de productividad. En Los Andes
se ha comprobado que la diversidad en el grupo de las papas y el
maíz corresponde más a los diferentes requerimientos culinarios
(resistencia al congelamiento, calidad para hacer sopas) que a
situaciones agronómicas.

La mayoría de los sistemas de producción tienden a los monocultivos


y a la utilización de un solo tipo de semilla. Al contrario, las mujeres
utilizan gran variedad de semillas y de cultivos que se han convertido
en importantes bancos de germoplasma in situ.

¿Es el conocimiento de hombres y mujeres el mismo?

La mayoría de las investigaciones sobre la biodiversidad no utilizan el


enfoque de género. Esto ha conducido a que los resultados científicos
sean incompletos o erróneos con respecto a la diversidad, las
características y usos de los recursos biológicos.

En investigaciones botánicas y etnobotánicas, así como en los


derechos a la propiedad intelectual es preciso considerar el
conocimiento tradicional tanto de mujeres como hombres para mejorar
el conocimiento y el manejo de la biodiversidad. Ambos saberes son
necesarios para el uso sostenible y la conservación.
En un estudio realizado en Sierra Leona, las mujeres nombraron 31
usos diferentes para los árboles en tierras de cultivo y en el bosque,
mientras que los hombres nombraron solo ocho usos. En Uttar
Pradesh, India, las mujeres obtienen de un 33% a un 45% de sus
ingresos de los bosques y tierras comunales, comparado a un 13% en
el caso de los hombres.

Es importante destacar además que según la Organización Mundial


de la Salud (OMS), el 80% de las personas de los países en
desarrollo confían principalmente en la medicina tradicional para el
cuidado médico primario, y ttradicionalmente, las mujeres han sido las
principales productoras de medicinas basadas en plantas.

El conocimiento sobre medicamentos a base de hierbas por lo general


es transmitido por la vía materna. Estudios en Venezuela identificaron
que el origen de la mayor parte de las plantas medicinales provenían
de los patios de las casas y no del bosque.

Las mujeres y los hombres poseen conocimientos y preferencias


distintas no solo acerca del uso y manejo de las plantas sino también
acerca de la crianza de los animales. Por ejemplo, las mujeres
consideran el tiempo de cocción, calidad de la comida, sabor, facilidad
de recolección, preservación y almacenaje. Los hombres
generalmente consideran la conveniencia según el tipo de tierra,
almacenamiento, producción y comercialización. Ambos,
conocimientos y preferencias, son necesarios para el bienestar
humano.

En la actividad pesquera las mujeres se involucran en las actividades


realizadas antes y durante la pesca (manejo, procesamiento,
comercialización y distribución). Solamente en la región pacífica, se
estima que las mujeres colectan alrededor de 1/4 de los productos
marinos cosechados de esa zona.

¿Será que no existen desigualdades en cuanto al acceso, uso,


control y beneficios derivados de la biodiversidad?

Los datos hablan por si solos:

• Las mujeres producen la mayor parte de los alimentos en el mundo


pero son dueñas de solo el 1% del total de la tierra.

• Muchas veces no son consideradas agricultoras y sin embargo, en


Afganistán la producción agrícola intensiva es llevada a cabo por
mujeres dentro de sus propios hogares -apicultura, animales de
ordeño, flores, árboles frutales, cría de gallinas- y es destinada al
consumo del hogar y el mercado.

• Las normas sociales pueden limitar la participación de mujeres en


espacios públicos. En Pakistán las mujeres dependen de los hombres
para vender su producción agrícola. Ellos son su vínculo con el
mercado, considerado un espacio público.

• El contrato de cultivos de productos no tradicionales para la


exportación es un sistema que involucra mano de obra de hombres y
mujeres. Sin embargo, en Kenia los contratos se hacen con los
hombres jefes de hogar. Se asume que ellos movilizan el trabajo de
las mujeres en la familia. Los hombres son los que firman los
contratos y reciben el dinero.

A pesar de que un mayor número de experiencias están destacando


la manera sostenible en que las mujeres utilizan la diversidad
biológica, también es verdad que las mujeres asumen esta
responsabilidad sin participar de forma equitativa en el acceso y
control de los recursos. Hay una tendencia a ignorar los espacios de
las mujeres en favor de los utilizados por los hombres, y los espacios
no comerciales de la producción (mayoritariamente responsabilidad
femenina), en favor de los espacios comerciales de la producción
(sobre todo competencia masculina).

Es necesario visibilizar la relación diferenciada que las mujeres y


hombres establecen con los recursos de la biodiversidad. A pesar del
hecho de que en los últimos quince años se han realizado esfuerzos
considerables en foros nacionales e internacionales, tales como la
Convención sobre Diversidad Biológica, es poco lo que se ha logrado
con relación a la comprensión del rol fundamental que juegan las
mujeres en el uso, manejo y conservación de la biodiversidad. Es
esencial reconocer que las mujeres y hombres tienen necesidades,
intereses y aspiraciones particulares, y realizan aportes diferentes a la
conservación y manejo sostenible de la biodiversidad.

La visibilización del papel que las mujeres desempeñan en la


conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de los recursos y
la sobrevivencia de la especie humana, es sólo el comienzo.

Es necesario valorar estos roles en su dimensión más amplia. Se


debe prestar atención especial al conocimiento ancestral de las
mujeres sobre la biodiversidad y a las invenciones generadas por
hombres y mujeres para adaptar y compartir las prácticas
tradicionales con el fin de mejorar la gestión ambiental, tanto a lo
interno como externo de sus comunidades.

Solamente cuando el conocimiento y las contribuciones realizadas por


las mujeres sean claramente visibilizadas y valoradas, será posible
promover su participación efectiva en la toma de decisiones en el
ámbito local, nacional e internacional. La participación de las mujeres
en los procesos de toma de decisiones implica la realización de
acciones para superar las desigualdades de género a todos los
niveles, incluyendo la participación, distribución y generación de
información, educación, empoderamiento, transferencia de tecnología,
organización, asistencia financiera y capacitación, entre otros. La
exclusión de las mujeres como agentes de desarrollo significa ignorar
a la mitad de la población del planeta, hecho que, a su vez, afecta la
eficiencia y eficacia de las acciones impulsadas.

La equidad de género hace la diferencia en las iniciativas de


conservación de la biodiversidad

Después de revisar los paradigmas sobre la importancia de incluir a


las mujeres en las iniciativas de conservación de la biodiversidad y
uso sostenible se sus recursos podemos aseverar que la inclusión del
enfoque de equidad de género desde las iniciativas locales hasta las
discusiones internacionales puede hacer una gran diferencia en
cuanto a la efectividad de estos esfuerzos de múltiples maneras. A
continuación se apuntan algunas de las más relevantes:

• Las iniciativas de desarrollo y conservación con enfoque de género


disponen de conocimientos más diversos acerca de la utilidad de los
recursos genéticos y de la biodiversidad. Por ejemplo, en Uttar
Pradesh, los hombres usan las plantas recolectadas en el bosque
como forraje y mantillo para la agricultura principalmente, en tanto que
los usos de las mujeres están más relacionados con el hogar, por
ejemplo, medicinas, tónicos, limpiadores, fibras, alimentos y
herramientas. En otros aspectos, los criterios de las mujeres reflejan
las formas tan diversas en que ellas usan los materiales vegetales
(por ejemplo, alimentos, nutrición y preferencias culinarias, paja para
techos, fabricación de esteras, forraje, combustible). Adicionalmente,
el conocimiento de las mujeres acerca de especies “descuidadas” ha
sido aprovechado.

• Mejorar el acceso a la tenencia de la tierra especialmente para las


mujeres puede favorecer la biodiversidad. Un acceso más seguro a
tierras para la agricultura y vivienda conduce a una mayor protección
de los hábitats existentes en la finca y a la exploración de variedades
mejoradas.

• El acceso equitativo a los recursos puede apoyar la biodiversidad.


Tanto las mujeres como los hombres que trabajan con plantas y
animales necesitan crédito, asistencia técnica y servicios de
extensión. Estos servicios ayudan a mitigar o reducir prácticas no
sostenibles como la agricultura de roza y quema, y períodos de
rotación muy cortos en tierras de cultivo.

• El enfoque de género aporta instrumentos innovadores para la


investigación de la biodiversidad. Por ejemplo, al estudiar las recetas
de cocina de las mujeres es posible identificar cambios y
disponibilidad de recursos en el tiempo, de acuerdo a las estaciones.

• La investigación sobre biodiversidad y las decisiones programáticas


han incluido perspectivas más amplias y diversas en el ámbito local,
nacional y regional, y han reflejado más adecuadamente las
necesidades y preferencias de las mujeres (por ejemplo, el acceso a
la tierra y otros recursos naturales, resolución de conflictos sobre el
uso de la tierra, diversidad de medios de sustento, seguridad
alimentaria bajo condiciones económicas y climáticas difíciles).

• Reconocer la importancia del conocimiento que poseen las mujeres,


incluyendo los usos, derechos y necesidades con respecto a la
biodiversidad local, ayudará a alcanzar varios objetivos de la
Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), que se propone el uso
sostenible de los componentes de la biodiversidad, y la distribución
justa y equitativa de las ventajas derivadas de su utilización.

• Mediante la aplicación del enfoque de género, los regímenes de


propiedad intelectual considerarán los papeles que juegan las mujeres
y promoverán una distribución más equitativa de los beneficios
derivados de la biodiversidad y de sus recursos genéticos.

• Algunos países están aprovechando el cumplimiento de las


provisiones de la CDB para impulsar la creación de políticas y
legislación con el fin de salvaguardar los derechos humanos de
hombres y mujeres, especialmente de las comunidades indígenas y
locales. Esto constituye una gran oportunidad para promover la
igualdad y equidad entre los hombres y mujeres de las comunidades,
ya que, en tanto se reconocen sus conocimientos acerca de los
recursos biológicos, se hacen esfuerzos para promover un acceso
más equitativo a su utilización y beneficios, incluyendo las

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