Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Suprema Corte
1
La Cámara Federal de Apelaciones de Rosario hizo
lugar a un recurso de la defensa'y dictó el sobreseimiento de
Andrés Hernaldo G L. Para decidir de ese modo concluyó que
la requisa a partir de la cual se encontró en su poder material
estupefaciente, no reunía condiciones que le otorgaran
legitimidad, en tanto no se había verificado en el caso la
concurrencia de circunstancias previas o concomitantes, que
razonable y objetivamente hubieran permitido justificar la
realización de ese procedimiento sin orden judicial previa, por lo
que con ello se había excedido la previsión del artículo 230 bis del
Código Procesal Penal de la Nación.
La Fiscalía Federal de Cámara consideró esa decisión
arbitraria e interpuso el recurso de casación que para mayor
ilustración de V.E. acompaño, que fue luego declarado mal
concedido por el voto mayoritario de la Sala II de la Cámara
Nacional de Casación Penal (fojas 2/2 vta.).
Contra tal pronunciamiento el Fiscal General dedujo
recurso extraordinario, cuya denegatoria dio lugar a la presente
queja (ver fojas 4/13,14 Y 15/18).
II
Con invocación de la doctrina de la arbitrariedad, el
recurrente procura demostrar que el a qua apoyó su sentencia en
fundamentos sólo aparentes, en tanto contiene afirmaciones
meramente dogmáticas que se apartaron de las constancias de la
causa y omitió dar debido tratamiento a cuestiones de índole
federal oportunamente propuestas, lo que importó una restricción
indebida de una vía apta para su examen, en violación al artículo
18 de la Constitución Nacional.
III
En mI criterio, la apelación resulta formalmente
admisible. Al respecto, no puedo dejar de mencionar, en primer
lugar, que aun cuando las decisiones que declaran la
inadmisibilidad o improcedencia de los recursos deducidos ante
los tribunales de la causa, no justifican, por regla, el otorgamiento
del recurso extraordinario, ello no es óbice para que la Corte
pueda conocer en casos cuyas particularidades hacen excepción al
principio, con base en la doctrina de la arbitrariedad que exige
que las sentencias gocen de una adecuada fundamentación para ser
consideradas jurisdiccionalmente válidas (conf. Fallos: 313:1296;
317:643; 321:1909 y 3415; 324:4123, 326:3131, 328:4580 y
331: 1090, entre otros).
En mi opinión, la resolución de la Sala Il no cumple
con los requisitos que esa doctrina exige, desde que el voto
mayoritario se limitó a sostener, mediante el uso de una fórmula
estereotipada, que el recurrente había fijado su expresión de
agravios en meros juicios discrepantes respecto de aquellos que
resultaron del decisorio que impugnaba, sin brindar una respuesta
concreta a los particulares reclamos alegados en la apelación.
En efecto, al afirmar en forma genérica que aquél no
había logrado acreditar los vicios que invocaba, pasó por alto los
planteos oportunamente introducidos por la fiscalía y omitió dar
adecuado tratamiento a las cuestiones que, inclusive, involucraban
aspectos que incidían en la determinación del alcance de una
garantía constitucional de estricto carácter federal.
Ministerio Público
Procuración General de la Nación
FRO 61 000101l2013/1/RH1
G " Andrés Herna1do si delito - anterior al sistema ort