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Ministerio Público

Procuración General de la Nación


FRO 61 000101/2013/1/RH1
G , Andrés Hernaldo si delito - anterior al sistema ort

Suprema Corte
1
La Cámara Federal de Apelaciones de Rosario hizo
lugar a un recurso de la defensa'y dictó el sobreseimiento de
Andrés Hernaldo G L. Para decidir de ese modo concluyó que
la requisa a partir de la cual se encontró en su poder material
estupefaciente, no reunía condiciones que le otorgaran
legitimidad, en tanto no se había verificado en el caso la
concurrencia de circunstancias previas o concomitantes, que
razonable y objetivamente hubieran permitido justificar la
realización de ese procedimiento sin orden judicial previa, por lo
que con ello se había excedido la previsión del artículo 230 bis del
Código Procesal Penal de la Nación.
La Fiscalía Federal de Cámara consideró esa decisión
arbitraria e interpuso el recurso de casación que para mayor
ilustración de V.E. acompaño, que fue luego declarado mal
concedido por el voto mayoritario de la Sala II de la Cámara
Nacional de Casación Penal (fojas 2/2 vta.).
Contra tal pronunciamiento el Fiscal General dedujo
recurso extraordinario, cuya denegatoria dio lugar a la presente
queja (ver fojas 4/13,14 Y 15/18).
II
Con invocación de la doctrina de la arbitrariedad, el
recurrente procura demostrar que el a qua apoyó su sentencia en
fundamentos sólo aparentes, en tanto contiene afirmaciones
meramente dogmáticas que se apartaron de las constancias de la
causa y omitió dar debido tratamiento a cuestiones de índole
federal oportunamente propuestas, lo que importó una restricción
indebida de una vía apta para su examen, en violación al artículo
18 de la Constitución Nacional.
III
En mI criterio, la apelación resulta formalmente
admisible. Al respecto, no puedo dejar de mencionar, en primer
lugar, que aun cuando las decisiones que declaran la
inadmisibilidad o improcedencia de los recursos deducidos ante
los tribunales de la causa, no justifican, por regla, el otorgamiento
del recurso extraordinario, ello no es óbice para que la Corte
pueda conocer en casos cuyas particularidades hacen excepción al
principio, con base en la doctrina de la arbitrariedad que exige
que las sentencias gocen de una adecuada fundamentación para ser
consideradas jurisdiccionalmente válidas (conf. Fallos: 313:1296;
317:643; 321:1909 y 3415; 324:4123, 326:3131, 328:4580 y
331: 1090, entre otros).
En mi opinión, la resolución de la Sala Il no cumple
con los requisitos que esa doctrina exige, desde que el voto
mayoritario se limitó a sostener, mediante el uso de una fórmula
estereotipada, que el recurrente había fijado su expresión de
agravios en meros juicios discrepantes respecto de aquellos que
resultaron del decisorio que impugnaba, sin brindar una respuesta
concreta a los particulares reclamos alegados en la apelación.
En efecto, al afirmar en forma genérica que aquél no
había logrado acreditar los vicios que invocaba, pasó por alto los
planteos oportunamente introducidos por la fiscalía y omitió dar
adecuado tratamiento a las cuestiones que, inclusive, involucraban
aspectos que incidían en la determinación del alcance de una
garantía constitucional de estricto carácter federal.
Ministerio Público
Procuración General de la Nación
FRO 61 000101l2013/1/RH1
G " Andrés Herna1do si delito - anterior al sistema ort

Al respecto, considero oportuno mencionar aquí, que las


cuestiones que tratan sobre las restricciones que sufre el derecho
constitucional a no ser arrestado arbitrariamente, . como
consecuencia de la reglamentación que describe supuestos en los
que procede la requisa policial sin intervención judicial previa, y
la posterior detención del prevenido -que en el orden nacional está
previsto en el artículo el artículo 230 bis del Código Procesal
Penal, en virtud de la sanción de la ley 25.434- conducen a la
determinación sustancial del alcance de esa garantía consagrada en
el artículo 18 de la Constitución NacionaL
En tal sentido, cabe recordar, que V.E. ha reconocido,
en casos similares al presente, que agravios de tal naturaleza
pueden suscitar cuestión federal (conf. Fallos: 306: 1752 y sus
citas; 310:85; 313:1305; 316:2464, considerando 4°; 324:3764 y
328: 149, entre otros).
En relación con los concretos planteamientos de la
fiscalía, advierto que al intentar demostrar la arbitrariedad de la
resolución de la Alzada, explicó que se encontraban corroboradas
las condiciones objetivas que autorizaban la realización de la
requisa sin orden judicial, que se había desvirtuado el análisis de
las probanzas de la causa y que, a su vez, habían sido desatendidos
por los magistrados de ese tribunal los elementos del sumario que
confirmaban la legitimidad del procedimiento, sin que el a qua
haya respondido a ninguno de esos reclamos, pese a que inclusive
aquél fundamentó la concurrencia de situaciones razonablemente
aptas para justificar el accionar policial, en el acta de
procedimiento de cuyos términos surgían las circunstancias
objetivas que alegaba para explicar, en definitiva, la falta de
razonabilidad del fallo de la cámara de apelaciones.
Según lo aprecio, surge del recurso de casación la
existencia comprobada de una situación objetiva previa,
(·eveladora de una persona que pudo hallarse incurso en una
actividad ilícita, y para la cual tendría consigo instrumentos,
objetos o rastros del delito, en tanto se indicó que los agentes
intervinientes, dependientes de una dirección especializada en
prevención y control de adicciones, se hallaban cumpliendo
servicios, trasladándose en un móvil -aunque no identificable- por
la vía pública, y en cuyas circunstancias observaron al prevenido
conducir un motovehículo que no poseía su chapa patente visible.
Tales condiciones, que ponen de manifiesto cierto grado
de irregularidad, justifica el accionar de los preventores si se tiene
además en cuenta que, tal como se expresó en el acta -cuyos
términos transcribió el recurrente- al divisar el automóvil en el
que se trasladaban los agentes, G habría comenzado a acelerar
la marcha, mirando hacia atrás, en reiteradas oportunidades,
observando el móvil policial, cuya actitud les habría permitido
presumir a los policías que aquél estaría tratando de evadirlos, o
trasladando un elemento que lo podría comprometer penalmente.
Finalmente, si al logar alcanzarlo y tras solicitarle la
documentación vehicular pertinente, inclusive mencionó no
poseerla, así como tampoco su documento de identidad, cabe
concluir en la presencia de circunstancias que -evaluadas de modo
integral- fortalecían la convicción acerca de la probabilidad de
hallar cosas provenientes o constitutivas de un delito.
Ministerio Público
Procuración General de la Nación
FRO 61 OOOlOl/2013/l/RHl
G L, Andrés Hernaldo si delito - anterior al sistema ort

En definitiva el a qua ignoró los argumentos de la


fiscalía e, incluso, pasó por alto los antecedentes jurisprudenciales
de la Corte que también citó esa parte, a fin de fundamentar la
existencia en el caso de una "sospecha razonable" que justificaba
objetivamente la medida;. todo lo cual, a mi modo de ver,
sustentaba adecuadamente el recurso de casación, cuya copla se
acompaña.
IV
Por último estimo apropiado indicar, además, que frente
a los ya enunciados planteos del apelante -que tal como ha
quedado expuesto involucraron aspectos de índole federal, pues se
relacionaban directamente con la determinación del alcance de una
garantía constitucional- la decisión del a qua tampoco cumple con
el criterio establecido en el caso "Di Nunzio", en cuanto le impone
conocer previamente en todas las cuestiones de naturaleza federal
que intentasen someterse luego a la decisión final de la Corte
Suprema, con prescindencia de obstáculos formales (ver Fallos:
328:3 I 38 -en particular considerando 11°, in fine-).
V
En tales condiciones cabe entonces concluir que el a
qua ha prescindido arbitrariamente y con excesivo rigor formal de
evaluar planteos adecuados del apelante que involucraban
cuestiones de índole federal, apartándose de precedentes del
Tribunal aplicables al caso, para arribar mediante afirmaciones
dogmáticas a una decisión que carece de suficiente fundamento,
frustrando de este modo una vía procesal apta para que el
Ministerio Público pueda ejercer sus derechos, con menoscabo de
la garantía de la defensa en juicio reconocida en el artículo 18 de
la Constitución Nacional (Fallos: 324:3640 y sus citas).
Por lo tanto, en atención a las consideraciones
realizadas y demás fundamentos del Fiscal General de Casación
Penal, que doy aquí por reproducidos en beneficio de la brevedad,
opino que V.E. debe hacer lugar a la queja, declarar procedente al
recurso extraordinario y dejar sin efecto la sentencia impugnada
para que, por intermedio de qUIen corresponda, se dicte otra
conforme a derecho.
Buenos Aires,;JI de marzo de 2015.

ES COPIA EDUARDO EZEQUIEL CASAL.

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