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Reflexiones sobre

la Mayordomía y
el Diezmo
Reflexiones sobre la
Mayordomía y el Diezmo
Desde textos bí b1i cos y su di mensión
para nuestro contexto hoy

Teodoro Vi 11 anuéva Cedi 11o

Publicaciones El Fal'l s.a. de C.V.


Comunidad Cristiana
"Esperanza Viva"
Toluca, Méx.

Refl exi ones sobre 1a Mayordomía


y el Diezmo
Desde textos bíblicos y su dimensión para
nuestro contexto hoy
Teodoro Villanueva Cedilla

Ministerio de Recursos
R. Asamblea General
Iglessia Nacional Presbiteriana
ISBN:
D.R. ~PUBLICACIONES EL FARO. S.A DE C.V.
Abasolo No. 93. Col. del Carmen
Deleg. Coyoacán. 04100 México. D.F.
Miembro de la Cámara Nacional
de la Industria Editorial. Reg. 678.
Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra.
sin el permiso por escrito de los editores.
Diseño: Isis Heredia Victoria.
Portada: Rosa E. Herández Sánchez

Queda hecho el depósito que marca la ley.


Impreso y hecho en México. 2004
Contenido

Presentación............................................................ 7

Mayordomía 9

Bajo una ley y bajo una gracia................................. 13

Limitada gratitud del hombre 17

La mayordomía individual y colectiva 21

Norma de dar 23

El diezmo por convicción o por conveniencia 27

Lugar para depositarlo


La mayordomía del diezmo frente a las
necesidades de la comunidad 29

El gozo de dar o recibir 31

El tiempo de dar 37 .

Datos bibliográficos · 39

5
Presentación

La historia de la humanidad y de toda la creación empieza con un


tema de mayordomía. Los relatos del Génesis nos hablan de los in-
mensos recursos naturales que nuestro Dios fue creando y organizan-
do de manera sabia y lógica: Cielos y sistema solar que son la gran
energía y el equilibrio climático, el agua y la tierra que son la base
de toda producción y sobrevivencia, la gran biodiversidad expresa-
da en la flora y la fauna, terrestre y marina, y la administración de
nuestro tiempo y esfuerzo, siete días y descanso.

Estos grandes recursos conforman la Casa Común "Oikos", que


Dios puso en nuestras manos para administrarla.

Justamente la raíz de las ciencias más importantes hace referencia a


esta Casa; Oikonomus, (Economíal= Leyes y normas equitativas y
justas de la casa; Oikología (Ecología) = Relaciones armónicas y
lógicas entre sus habitantes y los recursos; Oikoumene, (Ecumenia) =
Lo ecuménico que tiene que ver con la unidad de la familia y sus
relaciones entre sus miembros y con la creación; Oikodomía, de
Oikodomus= (Mayordomía) de la casa, administración de la casa.

No cabe duda que en todas estas ciencias y disciplinas el ser humano


juega un rol fundamental, especialmente en la última que lo ubica
como el mayordomo de los recursos que Dios en su infinita bondad y
amor nos ha provisto para que los disfrutemos y administremos con
una visión de justicia y equidad.

7
En este marco bíblico y teológico ubicamos la mayordomía de nues-
tro iglesia, y la práctico del diezmo visto como parte de la movordo-
mío, porque un compromiso establecido en lo mayordomía de lo
creación es devolverle a Dios paro lo administración de esta Cosa
uno décima porte, y el descanso de su usufructo coda siete días y
cada siete años.

Lo iglesia es la pequeño cosa de Dios en medio de lo gran caso que


es toda la creación, y es justamente en esta coso que habitamos la
familia cristiana que debe expresarse y experimentarse eso mayordo-
mía de lo que Dios nos ha dado.

En esto que hemos expresado descansa la importancia de este cua-


derno que hoy nuestro hermano Teodoro Villanueva pone en nuestras
manos. Leamos y llevemos o lo práctica con justicia aquello a lo que
nuestro Señor nos orienta en cuanto o lo que nos puso a administrar.

Fraternalmente en el Señor de lo Vida

Pbro. Carlos Tamez L.


Ministro de Educación
R. Asamblea General
INPM

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MAYORDOMÍA
"Negociad entre tanto yo vengo" Le. 19:13

El tema es de actualidad porque precisamente la práctica cristiana


en su diario andar, se refiere al cumplimiento del encargo que Jesu-
cristo nos dejó. Este encargo aparece como orden o mandato (Mt.
28:20), una comisión o permiso, algo que nos acompaña constan-
temente, una inversión o deposito (1°. Ti. 6:20. 2°. Ti. 1: 12), un puesto
de confianza (1°. Co. 9: 17), para todo el pueblo de Dios (Ro. 3:2 y 1°.
Ts.2:4); así como la administración adecuada la gracia y los bienes de
una casa (l0.P' 4:10,11).

l. Origen de la palabra. La palabra española MAYORDOMíA


se deriva del Hebreo YARE, que significa respeto, reverencia cómo
en Sal. 119: 120 YAREH, que es instrucción como en Sal. 119:33 y
ó

DOMIA que, traducido es, parecerse a, compararse como en Gn.


1:26. Se refiere pues a una acción o a la persona que la ejerce en el
sentido de ser respetable, importante, trascendente, ya sea porsu ori-
gen o por la magnitud de su aplicación, que merece ser tomada en
cuenta en la instrucción de una generación a otra. (Gn. 39:4,5. Ex.
38:21 . Mt. 25: 14-19).

2. A qué se refiere mayordomía:

a) Dádiva. 1° Cr. 29: 14. Stg. 1: 17

b) Deseos. Sal. 38:9 73:25. 84: 1,2

c)Deberes.Gn.1:28.Ro.1:14,15.1°.Co.9:16,17

9
d) Dinero. Le. 19: 11 - 27

e) Días (Tiempo). Ef. 5: 15 - 20

f) Dominios. 2°. Ti. 1 :7. 2° P 1: 16.1°. Ca. 6: 12

g) Dones. 1° P 4: 10,1 1

3. Características de un mayordomo:
"Se requiere del Mayordomo" 1°. Ca. 4: 1-2 Un requerimiento es
una "Orden Judicial (gr. Zateo) a la procuración de justicia como en
Jn.5:18. 7:1, 11, 19,20,25,30.

Reconocimiento de Servicio. (1° Ca. 4:2). Servicio aquí es el griego


huperetes que significa un humilde remero. Ni siquiera es el marinero
(gr. Nautes), tampoco el piloto de la nave o timonel, menos aún el
capitán o dueño de la nave. Hch 13:5 "Ayudante"

Responsabilidad. "Que sea hallado fiel" (1°. Ca. 4:2). Confiable


(gr. Pistos). Se puede ilustrar conel fiel de la balanza. Mt. 24:45.
25:21. Hch. 11 :23. Ap. 2: 10.

Respetabilidad. "Mayordomos prudentes, sagaces, inteligentes". Lc.


12:4 2. 16: 8 Mt. 1O: 16

Rapidez. "Que dé el alimento a tiempo" (Le. 12:42), puntualidad y


constancia en la ejecución. Sal. 46: l. Pr.15:23. 2°. Ti. 4:2.

Linaje. "Buenos administradores" (la. p. 4: 10,11) Bonhomía, miem-


bros de la familia de Dios (Ef. 2: 19). Participantes de la naturaleza
de Dios. (2°. p. 1:3, 4) Semejantes a Dios (Gn. 1 :26)

Conclusión. '~I que se le dio mucho, mucho se le volverá a pedir (Le.


12:48). "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como
obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra
de verdad" (2°. Ti. 2:15).

La palabra de Dios nos declara la importancia y los retos de la

la
Mayordomía Cristiana con el propósito de que cada creyente como
mayordomo del Señor se convierta en instrumento para la gloria de
Dios, la edificación de su Iglesia y el extendimiento continuo del
reino de Dios en su generación.

Buen mayordomo es aquella persona que atiende a los asuntos y


bienes de su.Amo y Señor con fidelidad. Dios nos ha confiado el
mundo y todo lo que en él hay. Somos responsables por la forma en
que desempeñamos la mayordomía que Dios ha puesto en nuestras
manos. El mayordomo, empero, trabaja con lo que no es suyo, por lo
se
cual él deberá rendir cuentas de aquello que le ha confiado.

11
Bajo una ley
y bajo una gracia
-
En el antiguo testamento encontramos manifestaciones del gozo que
producía el poder dar, en una forma total. Sin duda el secreto se
encontraba en la entrega al Señor, de la conciencia de saber que la
contribución era necesaria, además de la gratitud que surgía de cada
corazón al haber recibido beneficios.

Espor eso que en la construcción del Tabernáculo, en el tiempo de


Moisés hubo una gran respuesta voluntaria en todos los niveles: En
Diezmo, Tiempo, Talento y Fuerza de Trabajo. Ex. 35:5-29. 36:2-7.

Lo mismo sucede en los preparativos para la construcción del Tem-


plo, en el tiempo del rey David, el llamado a dar voluntaria y
gozosamente 1°. Cr. 29:9-17.

Un hombre vino a mí el día en que hacíamos campaña a fin de


lograr que cada miembro se comprometiera con nuestro Señor a
diezmar y me dijo: Pastor, esta mañana me comprometí a diezmar.
Aquella noche después de haber estado conmigo, pasó por la ofici-
na de correos para recoger su correspondencia; entre las cartas ve-
nía una de la compañía en que trabajaba notificándole que le ha-
bían dado un aumento de sueldo. ¿Habría recibido aquel aumento
aunque no hubiera hecho su promesa? Creo que no, porque mien-
tras él estaba meditando el asunto de convertirse en diezmador, Dios
omnisciente estaba obrando de manera misteriosa para lograr sus
fines maravillosos. l/y será antes de que clamen, responderé yo; aún
estando ellos hablando yo habré oído" Is. 65:24.

13
1. Dios es dueño de todo, el hombre simplemente lo odrninistrc.
Más allá del diezmo está la responsabilidad del hombre tocante al
todo. Las nueve décimas prueban el amor de Dios al hombre, pero
el diezmo prueba la obediencia del hombre a Dios. Mal. 3:8-10

Cuando Abraham pagó los diezmos a Melquisedec, Gn. 14: 18-20,


no recibió orden expresa de hacerlo así, lo cual implica que estaba
siguiendo su costumbre, largo tiempo atrás establecida. Jacob de
semejante manera, reconoció esta ley antigua cuando dijo: "Y de
todo lo que me dieres, el diezmo lo he de apartar para ti" Gn.
28:22.

a) El diezmo, en su sentido amplio y como término teológico, signifi-


ca la ofrenda a Dios de cierta cantidad, habitualmente un diez por
ciento de los bienes materiales propios. Las prácticas religiosas de
todas las comunidades desde los tiempos de le antigüedad, han
exhibido la costumbre de ofrendar posesiones materiales de algún
tipo durante la actividad cúltica. Yen el sentido restringido es la dé-
cima parte de las entradas o ganancias netas, dedicadas a Dios,
para fines religiosas y como expresión de adoración a Él.

b) El propósito de diezmar es que cada miembro llegue a identificar


las capacidades naturales que Dios le ha concedido y en qué mane-
ra puede ponerlos a su servicio, tanto en la iglesia como fuera de
ella, para cumplir su responsabilidad de mayordomo de Dios.

Así es con el diezmo; la sobrevivencia de ésta practica entre todos los


pueblos antiguos, además del relato bíblico, indica un común deno-
minador que Dios estableció desde el principio. Así como santificó
un día de la semana, así consagró para sí mismo, la décima parte
del todo como un recordatorio de su creación y de su continuo dere-
cho de posesión.

Necesitamos ser precavidos en este punto, en nuestro énfasis sobre la


décima parte; quizás estamos olvidando las otras nueve décimas. El
hombre es responsable, no solo de una parte, sino del todo. El diez-
mo no es la meta sino el punto de partida. Imagina a un capitán de

14
un equipo de fútbol elogiando a sus jugadores por su magnifico
alineamiento para el puntapié inicial, pero olvidando los postes de
la portería.

Así es con el diezmo. Esdinero entregado con garantía para mostrar


buena fe de que todo pertenece a Dios.
Por tanto, cuando Bias dijo a Moisés que incluyera el diezmo en la
ley, y cuando los profetas hicieron resonar la ley del diezmo, no esta-
ban siguiendo simplemente reglas levíticas para proveer a sus pro-
pias necesidades sino que estaban ahondando en la roca funda-
mental de la relación del hombre con Dios y su universo.
Retenerel diezma es apropiarse de una parte que mayordomicamente
le pertenece a Dios.

2. Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio


que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo. ·He. 11 :4.
La palabra más excelente o mayor en el griego es "pleiona", y quie-
re decir: más rico, más grande y más completo.

En el Nuevo Testamento se da por sentada la continuidad de la prác-


tica del diezmo. Jesúsno da referenciasdetalladas porque en el mundo
en el que Él andab, a todos ya diezmaban, era la costumbre acepta-
da; Jesústrata más bien con los principios subyacentes, de los cuales
el diezmar es la aplicación. El diezmo nos libra de la tiranía de lo
material, Jesúsdijo: debemos hacernos tesoros en los cielos, porque
donde está nuestrotesoro, ahí esta nuestrocorazón también. Mt. 6: 19-
21.

Comienza no con una definición de la administración que hace el


hombre de lo que Dios le ha confiado, sino con un reconocimiento
de que Dios ha actuado, que la prioridad le pertenece, que Él obra
por medio nuestro. También resalta la nueva vida que se hace posi-
ble para el creyente, en el sentido de la liberación de los hombres
para que puedan experimentar la vida en toda su plenitud y riqueza.

El apóstol Pablo señala los problemas en la Iglesia de Corinto, mien-


tras esta iglesia abunda en talento no utilizado, era una iglesia taca-

15
ña. Si las otras iglesias respondieron y Corinto no respondió, debe
haber razones por las cuales no abundaba en gracia, razones que
pueden existir en muchas iglesias del día de hoy:

a) Había pecado abierto en aquella iglesia.

b) Había contención amarga en la Iglesia

c) Había relajamiento en la estabilidad doctrinal de aquella


iglesia.

d) La iglesia no había sido enseñada a dar.

e) A los miembros de la iglesia les faltaba consagración


personal.

Tal actitud jamás alcanza la verdadera meta de la experiencia cristia-


na. En el nuevo nacimiento, como en el nacimiento natural, que es
crecimiento y transformación.

La mayordomía del diezmo, según el Nuevo Testamento, no es el


producto de un esfuerzo persistente, ceñido y estoico, de servir a Dios.

Es mós bien una experiencia feliz, libre, que planifica la vida y que
estó abierta a todos aquellos que llegan a ser agentes del propósito
y de la voluntad de Dios.

16
Limitada gratitud
del hombre

Esto es también la verdad cuando de la Ley Espiritual se trata: Un


hombre de]o de dar su diezmo porque desde antes se ha clejodo de
Dios, escoge pasar por alto el reclamo de Dios en éste asunto por-
que prefiere ignorar la relación fundamental de Dios con el resto de
su vida. Olvidando el altar de Dios, se inclina delante de los altares
de Mammon (dios de las riquezas), y no puede servir a los dos.

El profeta Malaquías nos dice que en un tiempo el pueblo de Israel


había caído en uno indiferencia religioso y en uno boja moralidad
cuya raíz era el "Escepticismo". Ya no creían en la promesa de Dios
acerca del cuidado continuo hacia su pueblo, mós sin embargo el
Señor los reprendió duramente. "¿Robaró el hombre a Dios?" Mal.
3:8.

Evidentemente no habían dejado del todo de diezmar, pero no lo


hacían en plenitud; posiblemente el pueblo en general retenía parte
del diezmo, pero Malaquías lo ve como un profundo símbolo de
menosprecio a Dios.

Ante los ojos de Dios fue un gravísimo pecado que el hombre metiera
la porción de Dios entre sus propios cosas,es decir, en ningún momento
Dios ha autorizado que nos quedemos con el diezmo para nuestro
uso personal. La porción sagrada de Dios tenía que apartarse.

17
Dando su diezmo, el hombre reconoce su dependencia de Dios; al
no darlo, declara su independencia de Él, elige seguir solo, y al
hacerlo, va contra toda la ley de Dios. Al hacerlo así, es atrapado en
sus mallas y la pena no tarda.

Pero porque el hombre lo ha hecho así, vivimos en un mundo paga-


no, en un mundo de enemigos. El verdadero mal es la rebelión con-
tra Dios y su Ley,y ésto no es el fin todavía. En lugar de ir mejorando
empeora hasta que el hombre rectifique sus cuentas.

El diezmar es una experiencia personal en el sentido de que es indi-


vidual y de que como individuos, nos presentaremos delante de Dios
para rendir cuentas de nuestra vida, sin poder adueñarnos de los
méritos de los demás, ni echar la culpa a los demás, sólo tenemos
que rendir cuentas. "De manera que cada uno de nosotros dará a
Dios cuenta de sí". Ro. 14: 12.

No pequemos al enseñar mayordomía del diezmo a los demás; pero


al exigir a los otros diezmar, y no ser nosotros mismos buenos
diezmadores, nuestro ejemplo no será la mejor lección para todos
los que se relacionan con nosotros. 1°. Ti. 5:8

No critiquemos a los que no cumplen con su diezmo, no nos queje-


mos de ellos, no los acusemos delante de Dios, para disculparnos
por lo que nosotros no hacemos. Sencillamente seamos buenos
diezmadores como cristianos y así estimularemos a los demás.

Estalabor individual tiene resultados permanentes, produce fruto y su


fruto permanece y sobre todo cuando va mancomunada a la labor
de los demás cristianos reunidos y unidos, en lo que se llama iglesia.
Hch.2:46.

Pero está función colectiva o congregacional de la iglesia no puede


cumplirse a menos que cada cristiano cumpla su función individual.
y si la iglesia no practica la mayordomía del diezmo, se convertirá en
una institución religiosa fría y estática, que mantiene una apariencia
de piedad pero niega el poder de Dios.

18
Hay muchos creyentes que se han conformado solamente con decir
que son salvos y se olvidaron que el Señor desea que sean también
contri buyentes.

Los vemos en nuestros cultos, asistir con regularidad, quizás ocupan-


do siempre el mismo sitio. Se gozan con los hermanos, participan de
las reuniones pero sólo se contentan con la relación social. Se gozan
porque han conocido la verdad, han dejado el camino del error,
viven bien, pero nada más, no conocen el gozo de dar un poco de
lo mucho que Dios nos da. "Más bienaventurado es dar que recibir"
Hch. 20:35. "De gracia recibisteis dad de gracia". Mt. 10:8.

Es más fácil hacer ofrendas costosas, que abandonar los pecados


que nos halagan y Dios muchas veces reprendió severamente a su
pueblo porfiarse de sus ofrendas, sin la consagración de su corazón
y su vida. "Porque misericordia quiero, y no sacrificio y conocimiento
de Dios más que holocoustos" Os. 6:6

Por muchos años los hombres se han escondido detrás de multitud


de excusas para no diezmar. Algunos dicen que no saben a cuánto
ascienden sus ganancias; pero el fisco ha dado fin a esa excusa.
Otros afirman que no pueden vivir con solo las nueve partes de su
solario, ahora vivimos con mucho menos.

En la vida diaria podemos observar cómo la gente prepara los rega-


los que desea dar a las personas de su estimación y cómo la calidad
y la presentación del regalo dependen de la importancia de la per-
sona a quien se va a ofrecer. Sal. 32:8

Estamos en tiempos difíciles, en tiempos de crisis, el afán y la ansie-


dad quizás puedan hacer que nuestras manos quieran cerrarse por
la siuación tan apremiante; pero la vida cristiana está orientada por
la gracia, esta gracia es para el hombre la fuente de consuelo en las
tribulaciones y de esperanza y de aliento en toda acción. «Acerqué-
monos confiadamente al trono de la gracia para alcanzar misericor-
dia y hallar gracia para el oportuno socorro». He. 4: 16

19
Debemos dar marcha atrás, y no hay mejor tiempo que ahora, aún
con toda la carga de las exigenicas modernas, el hombre puede ser
todavía honrado con Dios, sí así lo quiere ..

Las actividades y prácticas en nuestros días indican que no se tiene


presente que Dios es el dueño de todo.

Comunidad Cristiana
"Esperanza Viva"
Toluca, Méx.

20
La mayordomía individual
y colectiva

Repetidas veces hemos dicho que Dios no necesita de nuestro dinero


pero nosotros necesitamos darlo. Las riquezas de la tierra están de-
positadas donde Dios conoce su lugar, pero Él puede usarlas para
fines espirituales solamente en la medida en que son encargadas a
nosotros.

Nosotros somos salvos como individuos, no en masa. Debemos venir


ante Dios como individuos, no como grupo. Recibimos el cuidado
providencial de Dios como individuos, no en masa. Por lo tanto de-
bemos traer nuestros diezmos a él como individuos, no como multi-
tud, diezmar es una parte del culto, entonces cada persona debe
diezmar por sí mismo. El padre no puede diezmar por su familia, de
la misma manera que no puede adorar por ella, su esposa debe
participar como también sus hijos, individualmente. Ro. 14: 12

Creer en Dios, es no solo asistir a los cultos de la iglesia y participar


en las actividades que realizan las distintas organizaciones de ella.
Debemos comprender el verdadero significado de la Mayordomía,
para llegar a ser un mayordomo fiel.

La mayordomía en el servicio que se rinde a Dios consiste en que


todo lo que el ser humano es y posee, le ha sido dado por Dios para
ser administradores de acuerdo con su deseo y para su gloria. "Cada
uno de cómo propuso en su corazón, no con tristeza o por necesi-
dad, porque Dios ama al dador alegre". 2°. Co. 9:7

21
Tonto lo vocación o lo vida cristiana como el servicio dentro de ella
es obra de la gracia. Y para cumplir este ministerio nos brinda los
dones necesarios.

Cada uno de nosotros posee talentos o dones que nos fueron entre-
gados como oportunidades, para realizar algo a favor de la exten-
sión del reino; ninguna persona podrá decir que no tiene dones.

No nos da más talentos que los que podemos desarrollar, ni tampo-


co pide lo que no somos capaces de hacer. Sólo una cosa exige:
"que seamos hallados fieles".

El ser un buen Mayordomo es difícil, tendremos obstáculos, pero al


menos tenemos una meta para tratar de alcanzar: ser buenos mayor-
domos y tenemos a Cristo para ayudarnos a obtenerla.

22
Norma de dar

Debemos dar con sistema y con regularidad, 1Ca. 16:2 ,


debe ser la práctica de cada miembro de la iglesia; tenemos un
motiva poderoso para ser generosos, comprender que nuestros diez-
mos liberales no solamente contribuyen a la causa sino también ani-
ma a otras personas y por ella a otros en círculos crecientes que sean
más útiles en el servicio.

Al dar no debemos ser movidos por capricho, por casualidad, o por


un impulso no meditado. Debemos dar con intención, con
entendimiento y con método. "Según lo propuesto en su corazón". El
espíritu de dar no debe salir como una corriente fría, egoísta, e
interesado, sino como una corriente viva, cordial y amoroso brotando
de lo fuente "en su corazón". No debe ser renuente, sin ganas,
impuesto, "porque Dios amo 01 dador alegre".

«Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa,


y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os
abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición
hasta que sobreabunde». Mal. 3: 10

La grandeza de una obra noble hecha con sentido humano, es acre-


centada con el paso de los siglos. Estoesverdad especialmente acerca
de aquella viuda anónima mencionada en Mr. 12:42. Tímidamente,
quizás con cierta vergüenza, echó su magna moneda en el arca ¿Qué
era aquella pequeña cantidad entre tanto dinero? Es aún posible

23
que ella tuviera la esperanza de que nadie la estuviera viendo. Pero
había alguien que la estaba mirando. Y parque la estaba mirando,
tenemos nosotros una de las mayores lecciones sobre "dar" jamás
registradas en la Biblia o en alguna otra parte.

Dios observa nuestros diezmos y nuestras ofrendas: "Miraba


coma el pueblo echaba dinero en el arca". Vio a los ricos echar de
su abundancia. Vio también a la viuda cuando echó su pequeña
ofrenda. Aquí está un drama, si tenemos ojos para verla: la gente
trayendo sus Diezmos y ofrendas a Dios, y Dios, vigilando a su pue-
blo. Su propio pueblo y su propio tesoro. ¡Qué gran pensamiento! Si
ellos lo hubieran sabido, ¡Cuán diferente habría sido la cantidad
ofrecida y el modo de darla!.

Estospensamientos deberían hacer profunda impresión en nosotros.


Mucha gente se abstiene de hacer promesa con Dios sobre el diez-
mo, por causa de una mala interpretación de las palabras: "Que no
sepa tu izquierda lo que hace tu derecha" Mt. 6:3

Debemos diezmar de una manera sistemática y proporcionalmente


por las siguientes razones:

a) Esel método del Antiguo y Nuevo Testamento.

b) Es el reconocimiento del derecho de propiedad de Dios


sobre todo lo que tenemos.

c) Las necesidades del reino de Dios nunca han sido cubiertas


por métodos empleados al azar.

d) Es un medio para salvaguardarse de la avaricia.

La Iglesia, olvidando su verdadera dignidad y su alta vocación, ha


recurrido a las comidas, bazares, venta de artículos de fantasía y
confección, etc.

La casa de "Oración" se ha convertido en cueva de ladrones, y el

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resultado ha sido que la corriente de la verdadera beneficencia se
seque, se destruya la espiritualidad, y en cambio se desarrolle en el
seno de las Iglesias un espíritu mundano. "Honra a Jehová con tus
bienes, y con las primicias de todos los frutos¡ y serán llenos tus graneros
con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto" Pro3:9 - 10.

Se necesita una triple conversión para desarrollar la verdadera bene-


ficencia cristiana:

o) Del corazón poro obtener los efectos santos.

b) De lo mente poro obtener las convicciones rectas.

c) De lo bolso poro asegurar los ofrendas liberales.

Dar sistemáticamente no es dar lo que nos plazco, ni lo que 01 azar


tengamos, aún cuando fueran grandes sumas de dinero, dar
sistemáticamente significa dar con toda regularidad, distribuyendo
con sabiduría lo que ha sido separado.

El Antiguo Testamento contiene el sistema más elaborado para dar


que se haya practicado sobre la tierra, es un sistema que demanda
que cada cual de su parte. Dt. 16: 16,17 .

la aceptación de dar sistemáticamente implica, lo siguiente:

a) Un gran ejercicio de la fe en- Dios.

b) Tenacidad para preservar en el propósito de dar.

c) Un reconocimiento continuo de la bondad de Dios en nues-


tras vidas.

las razones esenciales por las cuales vale la pena el desarrollo de un


plan financiero en la Iglesia son:

a) Porque dará a cada miembro una participación responsa-


ble en la administración del diezmo.

25
b) Porque asegura la libertad personal en la administración
del diezmo.

c) Porque enfatiza la importancia de la formación de un grupo


de hermanos que se interesan en llevar adelante el programa
del reino de Dios.

Nuestro Señor nos advierte contra el engaño de las riquezas, Mt.


13:22. Lo vemos en el hecho de que casi nadie se considera como
hombre rico. Cada uno se siente que él es el pobre mirando a otro
en una categoría superior y cuando los Diáconos de la iglesia le
piden su diezmo como contribución, lamenta su pobreza.

Sentirse pobre es la cosa más fácil del mundo. Solamente hay que
comparase con personas que tengan más y comenzar a multiplicar
los apetitos naturales y artificiales que demandan satisfacción. El re-
sultado será que se siente pobre y que se pasa la vida sin tomar en
cuenta la amonestación de la Biblia, contra el peligro del dinero.

LosEvangeliosy las Epístolashacen hincapié en amonestacionescontra


el peligro de este pecado engañoso.

26
El diezmo por convicción
. .
o por convenlencla

DIOS PROMETE BENDICIONES al diezmero, Dios promete vaciar


sobre nosotros sustesoros, cuando nos declaramos del lado de Dios,
todas las fuentes de recursos del universo llegan a ser nuestras.

Los ministerios que en forma regular vayan instrumentando a los


miembros de la iglesia en las obligaciones de la mayordomía, podrán
medir los resultados. Losfrutos de tal instrucción pueden ser vistos en
una relación renovada y más profunda entre el mayordomo y su
Dios. Pero los resultados pueden ser medidos en forma aún más
específicos. Estospueden ser observados en cualquier iglesia y entre
cualquier grupo de gente.

En el tiempo de Malaquías, la nación no estaba dispuesta a pagar el


precio a su favor, las ventanas de los cielos estánban cerradas por-
que el pueblo había estado reteniendo sus diezmos y ofrendas, la
renuencia de Israel para diezmar "era una señal exterior de su aleja-
miento", su negligencia era un síntoma de incredulidad y desobe-
diencia, Dios dice, Yo soy Yahvéh, vosotros sois todavía "los hijos de
Jacob", engañadores y tramposos.

Las comparaciones y los resultados tal parece que son los mismos en
la actualidad; Dios dice: Yo no he cambiado del bien, vosotros no
habéis cambiado del mal. Yo soy invariable en santidad; vosotros
sois invariables en perversidad. Los descarriados deben volver al
camino del cual se han apartado, volveos a mí, y yo me volveré a
vosotros, ha dicho Jehová. Mal. 3:6-12

27
A esto altura debemos echar fuero lo ideo de que hoy bendiciones
materiales para el diezmero. Dar el diezmo con el propósito de reci-
bir prosperidad material, no es diezmo desde el punto de vista bíbli-
co, Dios no tiene la obligación de hacer tal cosa. Mal. 3: 11.

Un hermano de muy buena posición económica al presentar la de-


claración delISR, informó que había dado una aportación muy fuer-
te como donativo (diezmo) durante ese año a su iglesia, esto atrajo
la atención de la SHC8 quien inmediatamente procedió a investigar;
al consultor con el Pastorde la Iglesia se encontró que aquel hombre
no había dado ningún centavo en ese año, entonces se le mandó o
llamar por porte de lo autoridad y le dieron a escoger, la cárcel o
presentar sus donativos (diezmos), 01 año siguiente este hermano se
reencontró con Dios.

Existenmuchas bendiciones 01 diezmar:


o) Se siente la dignidad de estor en sociedad con Dios.

b) Está en paz consigo mismo y con los demás.

c) Mantiene el comino limpio y abierto, sin que nodo se inter-


pongo entre él y su Dios.

d) Su vida de oración es más eficaz, su compañerismo con


Dios más rico y profundo.

e) Lo hacemos por gratitud por lo que él me ha dado.

n Dios cumple sus promesas a los que diezman. Según Mal. 3:


10-12

Sí, el diezmo es una parte del sistema de la ley de Dios; pero hay aún
más, es uno expresión de su gracia, porque a través del diezmo, nos
invita a participar con él en sus empresas eternas. A través de nuestra
vida recibimos el dinero no solamente la bendición de la mano de
Dios llena de gracia, sino que por medio de la gracia de dar, noso-
tros mismos llegamos a ser como él, "que también abundéis en ésta
gracia". 2°. Co. 8:7.

28
Lugar para depositarlo.
La mayordomía del diezmo frente a
las necesidades de la comunidad

Bodega - granero. Lugar empleado para guardar los cereales en


grandes cantidades, poro este fin también se usaban cántaros gran-
des 1°. Ro. 17: 12, y cuartos en los altos de las casas. Había casas
dedicadas solamente al almacenaje de granos. Dt. 28:8. Traed to-
dos los diezmos al oljolí. Mal. 3: 1O. Esta era la gran cámara que
rodeaba, indudablemente, el templo por tres de sus lados. En la
gran reforma de Ezequías, esas cámaras fueron preparadas o cons-
truidas o refaccionadas, en alguna parte del templo, para recibir la
enorme afluencia de diezmos y ofrendas. 2°. Ca. 31 : 11,12.

Ante la insistencia de Nehemías, tal vez reforzada por las exhortacio-


nes de Malaquías, todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino y
del aceite a los almacenes. Neh. 13: 10, 12.

Así, también lo ordenó el Señora los que anunciaban el evangelio,


que vivían del evangelio. 1°. Ca. 9: 14.

Si el diezmo era la proporción en que daban los judíos bajo el antiguo


pacto, la iglesia de Jesucristo no ha hallado mejor manera de proveer
para sus necesidades que repetir la demanda que hace Malaquías.
Una iglesia que diezma es una iglesia capaz de ofrontor cualquier
compromiso, además un cristiano que no diezma se encuentra en
dificultades para defender su mezquindad. En el Antiguo Testamento
son el Tabernáculo o el Templo, en el Nuevo Testamento es la Iglesia
loeal, donde se deposita el diezmo.

29
Todo lo canalizaban a través de la iglesia local, para después ser
enviado a aquellos que lo necesitaban, ésta fue una de las enseñan-
zas de Pablo. Es a través de la iglesia que el cristiano encausa sus
contribuciones para la obra de Dios. No es nuestro el dinero que
damos, sino es el dinero de Dios, y Él se reserva ese derecho de decir
dónde y cómo lo hemos de dar.

En el Nuevo Testamento eran dos motivos que están relacionado con


el dar:

a) Para ayudar a creyentes en necesidad.

b) Para ayudar a los ancianos u obispos.

y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Hech. 2:45,


en todos los casos de dar los cristianos dieron más del diezmo, nunca
menos.

Hay empresas cristianas independientes que demandan el


autosostenimiento, y que lo obtienen a través de hermanos que pre-
fieren manejar su dinero de ésta forma que llevarlo a la iglesia. Si el
dinero dado a éstas empresas ajenas fuese traído al alfolí, nuestras
iglesias y nuestras instituciones podrían hacer todo y aún más de lo
que están efeduando éstas que se cuelan inadvertidos.

Un dador me estaba hablando acerca del diezmo y me decía, mi


esposa y yo, actualmente estamos pagando la beca de una magnifica
señorita de nuestra iglesia, ¿qué pasará si dejo de ayudarla y se lo
doy a la iglesia como diezmo?, a todo esto yo le respondí, deje que
la iglesia lo haga. Cuando usted envía el dinero, la señorita excla-
ma: iqué hermano tan generoso!, pero si la iglesia lo envía dirá,
bendito sea Dios, el dador comprendió en este momento la diferen-
cia y el lugar de los diezmos.

La iglesia, vuestra iglesia, es la Esposa del Cordero, dejad que la


Esposa del Cordero tenga tanto el crédito como la gloria, entretanto
que ponéis vuestros diezmos y vuestras ofrendas en el alfolí de Dios.

30
El gozo de dar o recibir

El apóstol Pablo tuvo demasiados problemas con el pueblo de


Corinto, el cual no estaba acostumbrado a dar. Nosotros de seme-
jante manera, deberíamos estar interesados en el asunto del dar,
debería de sentirse esa preocupación.

Un sólido programa financiero resolvería multitud de problemas es-


pirituales.

Los Diáconos deberían de estar interesados en el asunto mismo. No


se adherirán a éste programa de progreso si no se les enseña y de-
muestra que éste es económicamente posible; cada cristiano está
interesado en el asunto de dar, porque se parte de su triunfo o de su
fracaso.

También Dios está interesado en lo que se da . y no solo por lo que


mira al beneficio hecho a aquel que recibe el donativo, sino por el
cumplimiento del dador.

El interés de Dios en cada aspecto de la vida se deja ver. Cuando el


hombre acepta el programa de Dios, asegura su éxito, pero si lo
rechaza de seguro vendrá el caos.

Lo vemos tanto en el Nuevo como en el Antiguo Testamento, no hay


diferencia esencial entre el mensaje de mayordomía de Dios por
medio de los profetas (Mal. 3:7-12), y su mensaje por medio de los

31
apóstoles, acerca de dar, entretanto que examinamos una vez más
su programa, "el cual nunca cambia".

El compromiso con el Señor es total y sin ningún tipo de reserva, él


espera una entrega total de todo nuestro ser y también de todas
nuestras posesiones. Le. 14:33.

Este escenario ideal de la vida de la Iglesia, vemos cómo los Apósto-


les entendieron y practicaron la enseñanza que el Señor Jesús les
transmitió, respecto al dar.

Lamentablemente, hoy en día, en la mayoría de los protestantes por


las siguientes razones éste patrón o modelo de la iglesia, resulta prác-
ticamente imposible:

l. La vida de la iglesia fue producida por el Espíritu Santo y no


por el hombre.

2. La iglesia no estaban divida¡ como en la actualidad que


cada quien busca su propia gloria, Dios es un Dios de unidad,
no de división. Hch. 4:32.

3. Nuestros propios dirigentes impiden de una manera radical


la enseñanza en las iglesias.

4. El destino o uso del dinero en las actuales iglesias.

5. Los diezmos son utilizados en otras cosas, diferentes a lo


señalado en la Bíblia.

¡Cómo quisiera que el pastor dejara de predicar sobre diezmos y


ofrendas y volviese a predicar el evangelio!

Es imposible predicar el evangelio sin predicar acerca de dar. El diez-


mo es una gracia cristiana, es un acto de adoración y la expresión
del reconocimiento de la propiedad de Dios y el señorío de Cristo, y
la aceptación de ser su mayordomo. Gn. 14:22.

32
Quizás los mejores ejemplos de lo que es el gozo de dar o recibir lo
encontramos en la vida de María de Bethania y en la de Judas Iscariote,
respectivamente, María era una dadora; Judas un recibidor.

La exhortación de Jesús a sus discípulos será siempre: "De gracia


recibisteis, dad de gracia". Mt. 10:8. Esto comprende no solamente
lo que Dios nos da a nosotros, sino también aquello que nosotros le
damos a él y lo que damos a otros.

El pecado que a todos aqueja es el de la "avaricia", de aquí el


señalado énfasis que la Escritura hace sobre la mayordomía. Uno de
los temas característicos de la predicación actual es el de la mayor-
domía. Sin embargo hay mucha gente que continúa dando sus cen-
tavos al Señor y sus pesos a las cosas del mundo.

Cierto día dos hermanos decidieron: el primero, ser servidor del Se-
ñor, pues había sentido el llamado de él para ser misioneros, esto le
dio muchos problemas pues sus parientes y amigos le dijeron que
podría ser enterrado vivo. En cambio su hermano dijo; bien yo entra-
ré al servicio diplomático y daré lustre a mi nombre y al nombre de
mi familia.

En el día de hoy en el libro "Quien es Quien", está el nombre de


aquel misionero y una lista de sus grandes empresas. Debajo puede
hallarse el nombre de su hermano, cuya única fama consiste en ha-
ber sido hermano del misionero.

Tenemos la gracia de administrar, "Cada uno según el don que ha


recibido, minístrelo a otros, como bueno administrador de la multi-
forme gracia de Dios. 1°. P. 4: 1O.

En esta oración, hermanos, preparémonos para tratar acerca de uno


de los dones de servicio que es el de dar y que desglosaremos para
reflexionar en relación a la práctica.

Hablar de Mayordomía no es sólo hablar de dinero, sino de la co-


rrecta administración de lo que es nuestro y que lo han puesto en

33
nuestros monos, porque somos considerados como seres confiables.
Los diezmos y ofrendas se daban por tres razones:

o) Poro reconocer a Dios como Señor de todo.


b) Poro honrar a Dios.
c) Paro sostener el programa religioso.
d) Por gratitud.

«Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto


de los árboles, de Jehová es, cosa dedicada a Jehová». Lv. 27:30
Los diezmos fueron instituidos por Dios en el Antiguo Testamento paro
el funcionamiento de todo lo que implicaba el tabernáculo de reunión,
y fueron dados "única y exclusivamente a la tribu de Leví y sus
descendientes" Nm. 18:21

Esto fue por no tener los levitas ingresos propios, medios de vida, ni
herencia para garantizar su sostén. Por esta razón el Señor autorizó
que ellos recibiesen los diezmos de las once tribus restantes, a mane-
ra de compensación por su ministerio en el tabernáculo de reunión.

Únicamente los levitas estaban autorizados por Dios para recibir los
diezmos incluso, para ellos esto constituía un mandamiento de parte
de Dios.

Desprendernos de nuestro dinero no es muy fácil, esto lo podemos


comprobar en Mt. 19: 16 - 22, así como en Gn. 22: 1 - 18. El pro-
blema de este joven se debió a su concepto de las posesiones. Si él
se hubiera considerado a sí mismo un mayordomo, no hubiera sido
tan difícil para él haber dado lo que era de otro. Pero Él consideraba
que lo que tenía ero todo suyo. Esto fue lo que lo separá de su
salvación. Cristo le hizo lo pruebo como hizo Dios con Abraham,
pero el rico no pudo pasarlo.

Si hubiera posado lo pruebo, como Abraham cuando Dios le "orde-


nó" que le ofreciera a su hijo Isaac, es probable que Jesús le hubiera
detenido así como Dios detuvo a Abraham, devolviéndole a su hijo¡
infinitamente más porque él no quería la sangre de Isaac, Dios que-

34
· ría el corazón de Abraham. De igual manera Jesúsno quería el dine-
ro del joven rico; sino quería salvarlo a él.

Hoy Jesús nos pone la misma prueba a nosotros. Para poder apro-
bar tenemos que ser mayordomos solamente.

35
El tiempo de dar

En el Antiguo Testamento es el "Sabbat" del Señor; en el Nuevo Tes-


tamento, es el día del Señor. Diosl no dijo: "El día que os convengo",
sino uno vez por mes o uno por año, sino "codo primer día de lo
semana". Cuando el hombre sobrepone su propio plan, 01 plan de
Dios, está equivocando todo el propósito de dar.

El periodo de Dios suple los necesidades periódicas de su obra. Uno


vez un hombre que acostumbraba dar liberalmente poro lo obro de
su iglesia firmó su tarjeta de promesa en noviembre. El primer día de
julio cubrió la primero mitad; la semana siguiente a la Navidad, dio
la segunda mitad. Bien diría alguno, cumplió su promesa. ¿No es
verdad? Si, si es verdad pero vamos a la primera mitad de sus pro-
mesas: ¿Que habría pasado con los programas de lo iglesia? Si una
línea de conducta es buena para un miembro de la iglesia, entonces
es buena paro todos.

Triste pero verdadero es que muchas iglesias gozan del dudoso ho-
nor de no tener crédito, porque muchos de sus miembros pasan por
alto esto parte del interés de Dios, de dar de una manero completa y
en tiempo.

Hace algunos años una "prominente" iglesia escribió o las SHCp, de


la ciudad, estamos pensando en llamar al Sr. Benjamín Ríos, como
nuestro pastor, tengan la bondad de informarnos si pago o no en
tiempo, sus impuestos. Cuando el Sr. Ríos se enteró de esta investiga-

37
ción, sintió el deseo de preguntar a dichas autoridades, si esa iglesia,
que se interesaba por sus servicios, pagaba salario justo y en tiempo.

Yo creo que la Iglesia debe descargar sobre los corazones de hom-


bres y mujeres, que ellos tienen una responsabilidad ante Dios y que
déberían entregar parte de su dinero en forma abierta, directa, ho-
nesta yen tiempo.

Hay tres actitudes que podemos tomar para con nuestro dinero y
nuestras posesiones en tiempo:

1. Podemos malgastarlo. Le. 15: 11 - 32. El hijo pródigo, en


la parábola que Jesús narró, tomó su herencia por la que ha-
bía rogado a su padre, y se fue a un país lejano. Él quería ser
feliz.

1. Podemos atesorarlos. Le. 12: 15. «La vida del hombre no


consiste en la abundancia de los bienes que posee», Jesús in-
dicó que este hombre deseaba acumular todo su dinero poro
sí mismo, en lugar de usar porte del mismo en otros.

2. Podemos usarlos para Dios. Lc. 12:42-46. El mayordomo


fiel en lo parábola de Jesús, actuó durante lo ausencia de su
amo exactamente en lo mismo formo en que lo habría hecho
sí éste hubiera estado presente.

Se puede afirmar que nuestro pueblo trabajo por lo menos dos ho-
ras de codo jornada diario para su mantenimiento de lo noción.

Al considerar esto deberíamos también pensar cuántos minutos por


día le domos 01 Señor en oración, adoración, servicio, testimonio, en
fin, cuántos minutos por día trabajamos poro Dios.

Comunidad Cristiana
"Esperanza Viva"
Toluca, Méx.
38
BIBLIOGRAFÍA

- Mis caminos en Cristo


Egbert W. Smith D.D.

- El Evangelio de la liberalidad
H.H. Hobbs.

- Anuarios de Temas.
U.N.P.S.F.M.

- EL Fanal
Depto. Educación Cristiana de la R. Asamblea General.
Publicaciones el Faro, S.A. DE Cv.

- Principios y prácticas de la mayordomía Cristiana.


Rodolfo G. Turnbull

- Fieles Administradores
Depto. Educación Cristiana de la R. Asamblea General.
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- La iglesia local
Dr. Gerald Nyenhuis
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- El principio del Diezmo


John G. Alber

- Nuevo Diccionario de la Biblia


A. Lockward.

- Concordancia completa de la Santa Biblia


W. H. Sloan

- Comentario Bíblico Beacon


Sergio Franco. M. A. B. D. Ph. D

39
N
o cabe duda que en todas estas ciencias
y disciplinas el ser humano juega un rol
fundamental, especialmente en la última
que lo ubica como el mayordomo de los recursos
que Dios en su infinita bondad y amor nos ha
provisto para que los disfrutemos y administremos
con una visión de justicia y equidad.

En este marco bíblico y teológico ubicamos la


mayordomía de nuestra iglesia, y la práctica del
diezmo visto como parte de la mayordomía,
porque un compromiso establecido en la
mayordomía de la creación es devolverle a Dios
para la administración de esta Casa una décima
parte, y el descanso de su usufructo cada siete
días y cada siete años.

La iglesia es la pequeña casa de Dios en medio


de la gran casa que es toda la creación, y es
justamente en esta casa que habitamos la familia __ --- .....
cristiana que debe expresarse y experimentarse
esa mayordomía de lo que Dios nos ha dado.

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