LA ÉTICA Y LOS DERECHOS

HUMANOS

La ética forma parte de la vida cotidiana, aun cuando la manera en que se manifiesta es distinta en cada
sociedad y cada persona. Cada quien vive “según su propio mundo pensado”: si bien los principios éticos
son generales o universales, como establecen las teorías sobre los valores, su realización en la vida
cotidiana se da en cada persona y en cada acción. Con frecuencia las circunstancias de una vida y una
acción resultan tan especiales que parecen irrepetibles.

No se debe infligir dolor ni matar a otros seres vivos sin necesidad. Pero ¿qué ocurre en casos
especiales, por ejemplo, cuando una mascota sufre por un padecimiento incurable? ¿En qué
circunstancias se justificaría darles muerte para detener su sufrimiento? ¿En cuáles resultaría
inaceptable?

Quizás el breve ejercicio mental propuesto en el párrafo anterior te deje la impresión de que no
existe una solución única para los muchos casos posibles. En realidad, es sólo un preámbulo. En cuando
a los animales y la vida en nuestro planeta, hay teorías que hablan de los derechos de todos los seres
vivos y la interdependencia que los seres humanos mantenemos con éstos.

Por el momento nuestro asunto más inmediato son las personas. Si en términos morales es difícil
justificar que se tome la vida de otro ser vivo, resulta tanto o mucho más difícil que sea aceptable privar
de la vida a otro ser humano. En principio hablamos de este asunto porque la vida es el derecho básico
reclamado por la ética. Pensemos en estos términos: el primer derecho es a la vida.

En general, los derechos son disposiciones de tipo legal que protegen un valor o aspecto
importante para las sociedades. Así, aunque en ocasiones hablemos de que una persona goza de
derechos modales o que moralmente tiene derecho a algo, aquí nos referimos a los derechos humanos
sólo en dos sentidos:

Éstos expresan valores o ideales éticos de la sociedad, y en ese sentido reclaman

el respeto a todas las personas y a todos los gobiernos bajo cualquier
circunstancia.

En suma, nos referimos a los derechos humanos como productos legales concretos que forman
parte de un ordenamiento legal tanto nacional como internacional, y en esa medida no sólo se trata de
valores a respetar para ser considerados como individuos buenos, correctos o éticos, sino que su
violación equivale a un delito, pues constituye el rompimiento de leyes específicas.

La noción de derechos humanos

Los derechos humanos se entienden como los derechos básicos, aquellos que cualquier persona
necesita para llevar una vida mínimamente aceptable:

La noción de que una vida sin acceso a ese conjunto derechos indispensables no perece llamarse
vida humana. Desde luego, existen diversas definiciones sobre los derechos. Por ejemplo: los derechos
humanos son aquellos de toda persona por el simple hecho de serlo, con independencia de su sexo,
edad, origen étnico, condición económica, nacionalidad o cualquier otro aspecto no imputable a sus
propias acciones libres. ¿Cuál de las dos nociones te parece más sencilla?

Por lo general se asume que los derechos humanos cumplen las siguientes características:

1. Se atribuyen a todas las personas con sólo reconocer que son humanos.
2. Son derechos básicos, es decir, anteriores a otros derechos generados por disposiciones legales
o sociales posteriores y, por consiguiente, tienen prioridad sobre otros derechos no básicos.
3. Están incluidos en diferentes documentos internacionales que enumeren y describen los
derechos humanos.

Como consecuencia inmediata a la Segunda Guerra Mundial, un grupo de naciones decidió crear un
organismo que velara por el mantenimiento de la paz y el respeto de algunos principios comunes a
todos. De este modo se creó la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Aunque se discuten y
cuestionan su importancia y la función que cumple, lo cierto es que con su auspicio se han elaborado
muchos documentos, convenciones, pactos y tratados para asentar los principios que deben regir la
convivencia de los pueblos de la Tierra.

El conjunto de los derechos humanos se contiene en una serie de documentos legales

internacionales denominados Carta Internacional de los Derechos Humanos, entre los cuales destacan
los siguientes:

 Declaración Universal de los Derechos Humanos, promulgada en 1948.

 Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, promulgado en 1966.
 Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, promulgado en 1966.

Otros documentos legales sobre aspectos particulares que forman parte de esa casta son la
Convención sobre la Eliminación de la Discriminación Racial (1966) y la Convención sobre Derechos
Políticos de la Mujer (1953). Además, cualquier país puede suscribir acuerdos internacionales a escala
regional, con los que adquieren compromisos sobre el régimen de derechos humanos. Por ejemplo,
México suscribió la Convención Americana de los Derechos Humanos (1969), también conocida como
el Pacto de San José (Costa Rica).

Algunas agencias de la ONU que realizan una importante labor internacional para proteger los
derechos humanos son el Consejo de los Derechos Humanos, el Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Consejo Económico y Social (ECOSOC) y el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
 De vuelta a nuestro país, el derecho internacional incide en la legislación respecto a los derechos
humanos en México, pues de conformidad con el artículo 133 de la Constitución mexicana, los tratados
internacionales que hemos suscrito forman parte de nuestras leyes.

¿Cómo se relacionan los derechos humanos y las leyes mexicanas? Para que exista esa dimensión
legal resulta necesario que los derechos se enuncien como parte de las leyes de un país. En México, los
derechos humanos forman parte de nuestras leyes fundamentales, desde la Constitución y las leyes
federales hasta las leyes secundarias y las de las entidades de la República.

Actividad: Realiza un resumen en tu cuaderno.