Sie sind auf Seite 1von 10
15 ROMA: DECADENCIA Y FINAL DE LA REPUBLICA Roma implanté el orden entre los orientales; pero éstos revoluciona- ron la sencilla mentalidad de los romanos. En poco tiempo, Roma dejé de ser una tranguila ciudad de campesinos para transformar- se en una urhe fastuosa y corrom- pida por el oro, el Injo y la escla- vitud. La Reptiblica habia sido un sistema politico eficaz para gober- nar una pequena federacion de ciudades, pero no para regir los destinos de un rico imperio. La guerra civil se cernié sobre la nueva capital del Mundo Anti- guo y silo cuando Julio César subié al poder volvié a reinar el orden en Roma. EL REGRESO DE LOS LEGIONARIOS, En los primeros tiempos de la Re- 162 publica, los soldados-campesinos no salian a pelear fuera de la peninsula, luego podian cultivar sus granjas entre campafa y campafa. Pero esto ya no fue posible después que Roma se lanz6 @ la conquista de toda Ia cvenca del Mediterraneo. Du- | rante afos, los legionarios per- manecieron en tierras extranas, luchando por la grandeza de su ciudad, Cuando regresaron vie~ jos y cansados, se encontraron con los campos invadidos por la maleza, mientras sus hijos ma- yores servian a su vez en el ejér- cito, Hubo algunos que con gran- des esfuerzos comenzaron nue- vamente a cultivar sus granjas, pero los productos de su trabajo no podian competir con el pre- cio mucho més bajo de los pro- ductos de los ricos terratenien- tes, quienes explotaban sus ex- tensos dominios con esclavos. En toda la Antigiedad, la esclavi- tud tuvo su origen principalmen- te en la guerra: los vencidos po- saban a servir a los vencedores. Sus victorias proporcionaron a Roma abundantes esclavos, pero con el tiempo no sélo los prisio- neros de guerra fueron someti- dos a la esclavitud, sino también los ‘campesinos que no podian cancelar sus deudas. En esta for- ma, muchos antiguos legionarios perdieron su libertad y otros emi- groron a la capital para unirse a la masa de desocupados y descontentos que vagaban por las calles, viviendo de la cari- dad La influencia: de los orientales tu- vo también sus lados buenos: la vida se hizo més refinada y el an viejos y cansados y pos invadidos por k Cayo Grac vel 3, Cuand Perseguido po! id iniciadas po dores, ordend arte griego sirvié de modelo a los romanes para crear uno pro- pio. A esta época pertenecen dos importantes autores latinos, Plau- toy Terencio, quienes imitaron los obras teatrales de los he- lenos. LOS HERMANOS GRACO Los senadores y generales, ati- borrados con las riquezos obte- nidas en el Oriente, muy pronto perdieron su sentido moral. Pe- ro dos jévenes aristécratas, los ontinvd las reformas hermano Tiberio, no de sus hermanos Tiberio y Cayo Graco, no se olvidaron de los bellas tradiciones de la antigua Repu- blica y se convirtieron en los de- fensores de quienes injustamente habian perdido sus granjos y tampoco encontraban_trabojo, porque ahora los grandes sefio- res slo empleaban esclavos. Elegido tribuno de la plebe, Ti- berio propuso una ley agraria para quitor a los patricios parte de las tierras y reportirlas entre los pobres. Por supuesto que los terratenientes no iban a esperar de brazos cruzados que los des- pojaran de sus riquezas, y orga- nizaron una revuelta, Una mul- titud de ellos, seguidos de sus esclavos y secuaces, se pre taron hacia el Capitolio, don- de Tiberio deliberaba. E| noble joven y sus partidarios murieron apufalados y sus cadéveres fue- ron arrojados al Tiber (133 a. C). Cayo Graco tampoco corrié me- jor suerte. Diez afos mas tarde fue elegido también tribuno y quiso continuar las reformas de su hermano. Vencide por las in- trigas de los poderosos y con sus partidarios asesinados o en el exilio, ordené a su esclavo que le diera muerte. 163 4k resaba victorioso de una 9 ido con todos los honores por el pueblo ron rn la ilustraci6n, el séquito posa por debaje del arco de triunfo. En primer plano, el botin y los prisioneros de guerra, 5 5. Un vélite, soldado de infanteria ligera. Centurién con armadure de guerra Soldado de infanteria pesoda. 164 LAS LEGIONES ROMANAS: El general Mario, héroe de los campafas de Africa y Galia, se convirtié en el nuevo idolo del pueblo. Elegido tribuno, encon- tré una solucién muy simple po- ra dar trabajo a las masas des- ocupadas: los enrolé en el ejér- cito. En esta forma, los soldados-ciu- dadanos desaparecieron para dar paso al soldado profesional. | Entrenados duramente y someti- dos a una rigida disciplina, los romanos formaron una poderosa infanteria que resultaria inven- cible durante 200 afios, 6 mil soldados, armados con dos jabalinas (pilumes), una espada corta (gladio), dag, escudo, casco y peto, formaban una le- gién, cuyo simbolo era un dguila de oro, plata o bronce. Los sol- dados marchaban con su equipo completo a cuestas: armas, pro- visiones para quince dias, utensi- lios de cocina y de campaia, ha- cha, sierra y pala. En total, unos 25 kilos. Al fin de la jornada, te- nian que levantar el campamen- to, rodeado por una fosa y una empalizada. Todo esto aunque sélo se hiciera alto por un dia. Los centuriones (capitanes) con- denaban a muerte a los deserto- res y a los soldados negligentes. Si un cuerpo de tropa se negaba ‘a combatir 0 huia de la batalla, uno de cada diez hombres lo pa- gaba con su vida. Esto se lla- maba “diezmarlos”. Las legiones no sélo mantuvie- ron la supremacia de Roma en el Mundo Antiguo, sino que tam- bién fueron sus soldados los que construyeron los caminos, acue- ductos, puentes, fortificaciones y nuevas ciudades del Imperio. MARIO CONTRA SILA Mientras los soldados-campesi- nos habian peleado en el ejérci- to por patriotism, los nuevos soldados profesionales servian por un sueldo, y como éste de- pendia de los genercles, eran mds leales a sus superiores que 165 7. CAYO MARIO (197-87 0. C) a la Republica. En 87 a. C. Ma- rio utiliz6 su ejército para con- trolar el gobierno romano y per- siguié encarnizadamente a sus adversarios. Los senadores en- contraron a su vez un defensor en el aristécrata general Sila, quien marché victoriosamente contra su rival Mientras Sila se encontraba en Asia Menor, Mario reunié nue- vamente a sus partidarios y se vyengé con feroces masacres, pe- ro murié repentinamente, antes de alcanzar a gozar de la victo- rig. A su regreso, Sila fue nom- brado dictador por el Senado y organizé una metédica represién que terminé con todos los parti- darios de Mario (en las épocas de crisis, los romanos elegian un dictador con todos los poderes para que los rigiera). Durante su periodo, Sila dicté leyes severas para reprimir la violencia, la co- trupcién y la inmoralidad, des- pués de lo cual abdicé. 166 8. SILA, caudillo de la cristocracia (136-78 a. C.) Una vez que el ex dictador mu- rid, el desorden se apoderé nue- vamente de Roma. El joven revo- lucionario Catilina intenté suble- var nuevomente la plebe, pero encontré un formidable adversa- rio politico en el gran orador Ci- cerén. El resultado de esta situacién inestable fue que los romanos se volvieran hacia el nuevo héroe popular, Pompeyo, quien habia derrotado a los piratas que in- festaban el Mediterraneo, habia reprimido la heroica insurreccién de los esclavos al mando de Es- partaco y habia vencido de! fivamente en Asia al rey rebelde Mitridates. Cuando Pompeyo entré triunfal- mente en Roma a la cabeza de sus legiones victoriosas, trayendo un impresionante botin de gue- rray a miles de prisioneros en- cadenados, nada ni nadie se le opondria en su marcha hacia el poder. 9. POMPEYO EL GRANDE, EL PRIMER TRIUNVIRATO. Julio Césor era un joven aris- técrota de escasa fortuna y gran talento, ambicioso y lleno de deudas, extraordinario ora- dor y bien parecido, que se abrié- trabajosamente camino hasta el poder. Al adquirir cier- to renombre, firmé un pacto se- creto con el acaudalade Croso y con Pompeyo para dominar el gobierno de Roma. Como César era el miembro menos poderoso del triunvirato, opté prudente- mente por mantenerse apartado de lo capital, prefiriendo el puesto de gobernador de las dos Galias (La Transalpina, o sea Francia, y la Cisalpina, 0 Norte de Italia) (58 a. C.) Alt obtuvo una serie de reso- nantes victorias, revelandose co- mo un genio militar de la cate- goria de Alejandro y de Anibal. También realizé una audaz ex- pedicién a las Islos Briténicas y 10. JULIO CESAR, general, estadista @ historiador. extendié las fronteras romanas hasta el Rin. Durante aquella 6poca reunié una fortuna fabu- losa y un ejército leal que le per- mitiria convertir en realidad sus ambiciones. Cuando Craso murié, la guerra civil por el poder entre Pompeyo y César se hizo inevitable. Este Ultimo avanzé sorpresivamente hacia Roma y Pompeyo tuvo que huir a Grecia para organizar la contraofensiva, Hasta alli lo per- siguié César, donde vestruyé el ejército de su rival en la bata- Ila de Farsalia (49 a. C.). Pom- peyo buscé,entonces refugio en Egipto, pero alli lo esperaba la muerte. El rey Ptolomeo ordend que lo asesinaran y sv cabeza embalsamada fue entregada al vencedor. César furioso por es- ta cobardia, destituyé a Pto- lomeo, nombrando en su lugar reina de Egipto a la hermana de éste, la bella Cleopatra 11, Cayo Mario solvé a Roma de la invasién de los cimbros y de los feutones, fue cénsul siete veces y reforms la organizacién militar romana. Como cabecilla del partido 6 implontar una dictadura i conquist6 y pocificé Ja Galia Transalpina, el que hoy comprende Francia y Bélgico. Narré su empresa en los “Comentarios de la Guerra de las Galias", 10 maestra de la literatura latina 167 13. En el afio 55 a. C., 12 mil hombres ‘al mando de Julio César atraviesan el Canal de la Mancha a borde de 80 navios, rumbo a las Islas Briténicas Los romanos debieron lucha: durante varias horas en el agua contra los bratones antes de llegar a la orilia. En Ia ilustracién, el portainsignia alienta c sus compaferos. 168 JULIO CESAR En 45 a. C,, Julio César era el unico amo del Mundo Romano. El pueblo lo acepté como dicta- dor vitalicio, porque preferia es- toa la “libertad” de la Republi- ca, que sélo habia conducido a las sangrientas guerras civiles. Apenas en dos afios, utilizé to- do su poder para realizar las re- formas propuestas por los her- manos Graco. Ocupé a los sin trabajo en obras publicas y les entregé terrenos. Para mantener a los stbditos de las nuevas co- lonias leales a Roma, les conce- did la apreciada civdadania ro- mana con todos sus privilegios. Incluso permitié que algunas co- lonias eligieran su propio go- bierno. Implant un sistema de impuestos justo y permitié que mds plebeyos y ciudadanos de provincias pudieran ser elegidos senadores. Todo elllo sirvié para debilitar la influencia de los pa- tricios romanos en el Senado, quienes comenzaron a conspirar, temiendo que César suprimiera definitivamente la Repdblica y restableciera la Monarquia, Pocos dias antes de su muerte, el augur Spurinna anuncid al dictador: “{Cuidado con los idus de marzo!” (Dia 15). Pero no hi- z0 caso de ésta ni de otras ad- vertencias. Despreciando el pe- ligro entré aquella fatidica mo- fiana al Senado, solo y desarmo- do. Los conspiradores lo rodea- ron y uno de los hermanos Cas- ca intent degollarlo, pero Cé- sar fue més rapido y lo hirié con sv estilo para escribir en cera Cada uno de los conspiradores clavé su pufal en César para ser todos igualmente responsables del asesinato. Cuando Bruto, su hijo adoptivo, se acereé con la daga, le dijo en griego: “sTd también, hijo mio?”. Después de pronuncior estas palabras, se cubrié el rostro con la toga y su cuerpo sin vida cayé a los pies de la estatua de Pompeyo, sv antiguo rival (44 a. C). JULIO CESAR (Complemento) | Julio César nacié en el afio 100 a, C. y durante su adolescencia Roma vivid una de las peores décadas de su historia. Dos ve- la ciudad fue invadida por el ejército, a primera vez por Mario (87 a. C.) y la segunda vez por Sila (82 a. C.). En ca- da ocasién se llevé a cabo una mosacre de los miembros del bando contrario. Julio César era partidario de Mario, y Sila le exigié que renunciara a sus ideas, pero éste se negé volien- temente, Huyé hacia’ el Oriente, donde particip6 en varias cam- pafias y sélo regtesé al recibir la noticia de la muerte ‘de Sila. Hizo su carrera politica ocupan- do varios cargos publicos de im- portancia. Después de firmar un pacto con Pompeyo y Craso, fue nombrado gobernador dé las Dos Galias. Alli permanecié des- de los 44 a los 53 afos de edad y escribié sus comentarios de las 169 | ALGO MAS SOBRE 170 gverras, Ademas realizé dos campafias de importancia: atra- ves con su ejército el rio Rin (55 y 53 a. C.) y, luego, organi: 26 una expedicién a las Islas Bri- tgnicas (54 0, C.). Celoso de su popularidad, Pompeyo le ordend regresor a Roma como simple civdadano. En vez de obedecer, el general cruzé con todo su ejército el rfo Rubic6n, que mar- caba la frontera, y avanz6 hacia Roma (48 a. C.). La lucha por el ler duré cuatro afios, y César hace un relato de ella en "Co- mentarios de la Guerra Civil” Muerto Pompeyo, César perma- necié un tiempo en Egipto, don- de tuvo su mas famosa aventura de amor con |a reina Cleopatra. De esta unién naicié un hijo, Ce- sarién. En el 47 a. C., marchéa enor contro €l rey to Farnaces, a quien ve la batalla de Zela. Con motivo de esta victoria, escribié su céle~ bre frase: “Veni, vidi, vici” (vine, vi, vencl) César luché luego en Africa y en Espaiia contra los partidarios de Pompeyo, a quienes derroté de- finitivamente en Munda (45 . C.). Esta fue la altima batalla en que particip6. Cuando sus solda- dos retrocedian ante el enemi- go, César recogié el escudo de un legionario muerto y se lanz6 encabezar el ataque. Enardé- cidos con este ejemplo, las tro- pas enfrentaron de nuevo al ad- versario. A pesar de su asesina- to, los conspiradores no pudieron salvar la RepUblica y Roma se convertiria en Imperio, bojo el gobierno de Augusto. ‘ anammieo

Das könnte Ihnen auch gefallen