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DINÁMICAS DE INTEGRACIÓN GRUPAL.

Las dinámicas de integración grupal son técnicas que pueden usarse con niños -desde preescolar- y adolescentes en
colegios e institutos, y con jóvenes y adultos en equipos de universidades y empresas.

A pesar de que cada actividad tiene sus objetivos específicos, este tipo de divertidas dinámicas se caracterizan por lo
siguiente:

1-Cada técnica de integración contiene una lección con la que reflexionar. Las personas que participan en este tipo de
dinámicas y talleres acaban aprendiendo algo nuevo ya sea de sí mismos, de sus compañeros o algún conocimiento
teórico.

2-Promueven la creación de un ambiente divertido y lúdico, lo que anima a que las personas a participar, socializar,
además de asumir un papel activo durante la actividad. Ya sean niños o adultos, lo pueden ver como un juego con el que
además aprenderán.

3-Son estrategias que ayudan a que las personas se conozcan más a sí mismas, es decir, aumentan el autoconocimiento.

DINÁMICAS DE INTEGRACIÓN GRUPAL

Es importante que, cuando vayamos a aplicar una actividad grupal de integración, la adaptemos al grupo con el que vamos
a trabajar y que tengamos muy en cuenta si el objetivo de la actividad corresponde con los objetivos que se propone el
grupo.
Por supuesto, no serán los mismos objetivos con grupos de primaria, que con grupos de secundaria o con adultos en un
ambiente laboral.
Te pueden interesar también estas dinámicas de trabajo en equipo.
Dinámicas y técnicas para promover la integración grupal
1- Corona la cima
Objetivos:
Promover la integración del grupo.
Reforzar conocimientos sobre un tema concreto.
Tiempo necesario: alrededor de 30 minutos.
Tamaño del grupo: tamaño de un grupo medio-grande. Entre 30 y 40 personas.
Lugar: espacio amplio en el que los participantes puedan trabajar por subgrupos.
Materiales necesarios: pizarra y tiza (o rotulador), coronas, listado de preguntas sobre el tema que se quiera trabajar.
Pasos a seguir:
El facilitador del grupo divide al grupo grande en 4 subgrupos. Lo ideal es que se repartan de manera aleatoria los
integrantes.
Se les explica que se va a hacer una dinámica (o concurso) en el que se reforzarán los contenidos teóricos de algo que
hayan estudiado. Por ejemplo, de una asignatura, si nos encontramos en un contexto escolar.
Cada subgrupo elige un color (rojo, azul, verde y amarillo). Se dibuja en la pizarra unas escaleras (tantas como se quieran,
si queremos el juego dure más, más y si no, se reduce) y al final de éstas, una cima que coronará el subgrupo que gane.
Se hacen preguntas que los grupos deberán contestar, respetando el turno de palabra de los compañeros. Cada vez que
un grupo acierte una respuesta, va subiendo un escalón. Gana la partida el grupo que llegue antes a la cima.
2- Adivina el personaje
Objetivos:
Promover la integración del grupo a través de un pequeño concurso.
Aprender más sobre los personajes que aparecen.
Tiempo necesario: alrededor de 20 minutos.
Tamaño del grupo: pequeño o mediano, entre 10 y 20 personas.
Lugar: espacio amplio en el que los participantes puedan sentarse en círculo.
Materiales necesarios: lista de personajes, pueden ser famosos o bien, los mismos participantes de la actividad. Los
nombres estarán escritos cada uno en un papel distinto. Se pueden guardar en una pequeña bolsa o saco.
Pasos a seguir:
Los miembros del grupo toman asiento en círculo y la persona que conduce la dinámica les explica que van a jugar a
interpretar personajes.
Se pide un voluntario. El dinamizador se acercará a él con la bolsa que contenga todos los nombres. Cogerá uno al azar (si
es él mismo, lo devolverá y cogerá otro). Sus compañeros irán haciendo preguntas que sólo pueden ser respondidas con
un SÍ o con un NO.
Cuando alguien crea estar seguro de quién es, dirá que quiere resolver. Si acierta, le tocará interpretar un nuevo personaje
y si no, se continúa hasta que alguien lo resuelve.
Notas: es muy importante respetar el turno de palabra de los compañeros.
3- Confianza en el equipo
Objetivos:
Evaluar el nivel de confianza entre los miembros del grupo.
Detectar qué elementos interfieren en la confianza del grupo.
Tiempo necesario: alrededor de 60 minutos.
Lugar: espacio amplio en el que los participantes puedan estar en círculo, puede ser al aire libre.
Materiales necesarios: Si se quiere, se pueden utilizar vendas para tapar los ojos.
Pasos a seguir:
Se pide a las personas que se pongan de pie, formando un círculo.
Una persona se coloca en el centro, con los pies juntos y cerrando los ojos (se le puede poner una venda). Entonces, se le
pide que se eche hacia atrás. Los compañeros deben colocarse para sujetarle y que no caiga al suelo.
Cuando ya ha perdido el equilibrio, se le pone de pie. De manera que note que su equilibrio depende del grupo.
Todos los integrantes del grupo pasan por la actividad.
Cuando hayan acabado, se tiene un rato de reflexión en el que cada uno pueda expresar cómo se ha sentido a lo largo de
la actividad y que se analice el nivel de confianza entre los miembros del grupo.
Nota: el papel del facilitador es muy importante, ya que deberá analizar si existen problemas en el grupo o en alguno de los
miembros y deberá abordarlos en la discusión o bien, de manera individualizada tras ésta.
4- Aislamiento e integración
Objetivos:
Hacer sentir la crisis que se vive, de manera personal y grupal, cuando hay una situación de aislamiento.
Analizar qué sentimientos aparecen cuando nos encontramos ante una situación de integración.
Favorecer la integración entre los miembros del grupo.
Tiempo necesario: 40 minutos, aproximadamente.
Lugar: espacio amplio en el que los participantes puedan situarse formando un círculo, puede ser al aire libre.
Pasos a seguir:
La persona que dinamiza la actividad, pide a los participantes que se coloquen, de pie, formando un círculo. Comienza a
hablarles de la importancia del trabajo en equipo y que han de estar cohesionados para alcanzar los objetivos que se
propongan.
De manera aleatoria, toma a una persona y la saca al centro del círculo. Le pide que no mueva su cuerpo y que le deje que
le coloque la postura que debe adoptar. Le pondrá, mirando a la pared, con las piernas semi-abiertas y los brazos
cruzados.
Le pregunta a él cómo se siente en relación al grupo. Después, le pregunta al grupo cómo perciben a su compañero.
La persona mira a sus compañeros y se le repite la pregunta. Primero a él y luego a sus compañeros. Tras esto, la persona
vuelve a su sitio dentro del círculo.
El dinamizador pide que los miembros del grupo se cojan muy fuerte las manos y que cierren los ojos. Se le puede contar
una historia o bien, inducir alguna técnica de relajación.
De manera aleatoria, el dinamizador elige las manos de dos compañeros que se tengan agarradas y ejerce presión sobre
ellas, hacia abajo.
Para finalizar, les pide que se echen hacia atrás.
Discusión: al acabar la actividad, los participantes toman asiento y se procede a un rato de reflexión en la que se
recomienda que analicen los siguientes elementos:
– Una persona de gran valor que está aislada, no se realiza plenamente. El grupo contribuye a la sociabilidad y el
crecimiento personal puede ser provocado por el contacto con los demás.
– Analizar si existe algún elemento o crisis de aislamiento.
-Analizar cómo afecta la vulnerabilidad a un grupo que no está cohesionado.
-Analizar la confianza que da el apoyo del grupo a nivel individual.
5- La presión del ambiente
Objetivo: demostrar cómo las personas no somos indiferentes ante situaciones de crítica o de alabanza. También, ante
momentos de éxito y de fracaso.
Tiempo necesario: alrededor de 60 minutos.
Lugar: espacio amplio en el que los participantes puedan trabajar en dos subgrupos.
Materiales necesarios: dos juegos de materiales con lo que se puedan hacer construcciones.
Pasos a seguir:
En primer lugar, se pide a dos personas que abandonen la sala para explicar la actividad a los compañeros.
Se formarán dos grupos, de manera que las personas que se encuentran fuera, cada una de ellas pertenecerá a un
subgrupo. Se trata que estando ellos sentados dándose la espalda, construirán una figura con las piezas y la ayuda de sus
compañeros.
Cada uno de los equipos recibirá una instrucción. En subgrupo A que va a ayudar y motivar a su compañero durante la
construcción y el subgrupo B que actuará de manera contraria, desmotivando, mostrándose indiferente e incluso,
desanimando a su compañero.
Se pide a las dos personas que se encuentren fuera que entren y se les explica que, por subgrupos, deben realizar una
figura y que cuentan con el apoyo de sus compañeros.
Reflexión: una vez pasado el tiempo establecido, se forma un debate del grupo completo en el que cada miembro exprese
cómo se ha sentido a lo largo de la actividad. Se les contará a los compañeros las órdenes que se le habían dado a los
integrantes de los subgrupos. Se analizará cómo afecta, a nivel individual y a la hora de ejecutar una tarea, el ánimo que
exista entre los compañeros.
6- Una persona especial
Objetivos:
Promover que los miembros del grupo se conozcan más entre sí.
Conocer personas nuevas.
Tiempo necesario: alrededor de 30 minutos.
Tamaño del grupo:
Lugar: espacio amplio en el que los participantes puedan trabajar por subgrupos.
Materiales necesarios: ninguno en especial.
Pasos a seguir:
La persona que dinamiza la actividad, pide a los miembros que deben pensar en alguien al que admiran, ya puede ser
alguien famoso o bien, alguien desconocido para el resto, como un pariente o un amigo. Se les motiva a que sean
originales y piensen en alguien que es probable que sus compañeros no conozcan.
Se les deja unos minutos para piensen en esa persona y pongan sus ideas en orden. Si lo desean, pueden tomar papel y
boli para hacerse un esquema.
A continuación, en subgrupos, uno a uno presentará a la persona que ha escogido. Sus compañeros le pueden hacer
preguntas para conocer más detalles.
Cada subgrupo elige a una persona (o dos) y salen a exponerlo a todos los compañeros.
Reflexión: no es importante ser alguien famoso, cualquier persona anónima puede haber hecho cosas extraordinarias y es
probable que no sea conocido por muchas personas.
Variante: si el tamaño del grupo es pequeño, no se forman subgrupos y se presentan a los personajes a todos los
compañeros.
7- Círculo revoltoso
Objetivos:
Crear un rato distendido y ameno entre los participantes.
Favorecer el conocimiento de los miembros del grupo.
Tiempo necesario: unos 15 minutos.
Lugar: espacio amplio en el que los participantes se sienten por subgrupos.
Materiales necesarios: ninguno en especial.
Pasos a seguir:
Esta dinámica puede utilizarse como caldeamiento para una sesión de trabajo. El dinamizador pide a las personas que se
coloquen en círculo, ya sea de pie o sentados.
Explica que existen tres órdenes: “Naranja”, “Banana” y “Círculo”. El dinamizador se pone en el centro del círculo y señala
a uno de los compañeros diciéndole una de esas tres órdenes.
Si es “Naranja“, la persona debe decir el nombre de su compañero que tiene sentado a la izquierda. Si es “Banana” el de
su compañero de la derecha. Finalmente, si es “círculo” todos los miembros del grupo deben cambiarse de sitio.
El dinamizador controla el tiempo de la actividad e implica a todos los integrantes del grupo en la actividad.
8- Alguien como yo
Dinámicas de inteligencia emocional
Objetivos:
Favorecer la integración de los miembros del grupo.
Promover un ambiente en el que las personas se conozcan más a fondo.
Conocer a compañeros con gustos parecidos a los propios.
Tiempo necesario: alrededor de 30 minutos.
Lugar: espacio amplio en el que los participantes puedan moverse con libertad.
Materiales necesarios: folios y bolígrafo para cada participante.
Pasos a seguir:
Esta dinámica puede utilizarse en los primeros momentos de un grupo, así las personas tendrán un tiempo para conocerse.
El dinamizador les pide que anoten en un papel una serie de datos. Como pueden ser, por ejemplo: Inicial del primer
apellido, profesión, último concierto al que has ido, marca de chocolate favorita, etc. Estas preguntas se adaptan en función
de la edad y los intereses de los miembros del grupo.
Se les deja unos minutos para que cada uno conteste de manera individual.
A continuación, deben buscar a compañeros que hayan contestado de manera igual o semejante a los ítems. No pueden
repetir a un compañero en distintos ítems. Se trata de que hablen con cuantas más personas, mejor.
Tras pasar el tiempo establecido, se comprobarán las respuestas. Si el tamaño del grupo es pequeño, lo harán uno por uno
y si no, el conductor de la actividad les preguntará de manera aleatoria.
9- Baile de inauguración
Objetivos:
Conocer a compañeros con gustos parecidos a los propios.
Crear un momento de ameno y agradable entre compañeros.
Perder la vergüenza.
Tiempo necesario: alrededor de 20 minutos.
Lugar: espacio amplio en el que los participantes puedan moverse.
Materiales necesarios: papel, bolígrafo e imperdible. También, un equipo para reproducir música (radio, ordenador, móvil,
…).
Pasos a seguir:
El dinamizador hace una pregunta. Por ejemplo: ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo? El nivel de la pregunta debe
ser coherente con la edad de los miembros del grupo y el contexto en el que se realice la actividad.
Cada persona contestará a esa pregunta escribiendo su respuesta en un papel.
Se colgará su respuesta en el pecho gracias a un imperdible.
Cuando todas las personas hayan contestado, se pondrán de pie y la persona que dirige la actividad les explicará que va a
comenzar a sonar la música y deben buscar compañeros con los que la respuesta coincida o sea semejante y deben bailar
juntos.
Mientras suena la música se deja un tiempo para que se vayan formando las parejas o los grupos. El dinamizador
controlará el momento de cortar la música y se hará un pequeño debate en el que cada uno explique su respuesta y cómo
se ha sentido realizando la actividad.
Si se quiere, se puede repetir con otra nueva pregunta.
10- Andamos juntos
Objetivos:
Favorecer la integración del grupo.
Compartir sentimientos y experiencias con los compañeros.
Tiempo necesario: alrededor de 40 minutos.
Tamaño del grupo: como máximo, unas 15 personas.
Lugar: espacio amplio, sin muebles de por medio.
Materiales necesarios: papel continuo, un dado y rotuladores.
Pasos a seguir:
Se extiende un trozo de papel continuo en el suelo o en una mesa grande. Los integrantes del grupo deben acomodarse
alrededor de éste.
Cada uno cogerá un objeto que le sirva de ficha, para identificarse en el juego. Se ponen todas las fichas sobre el papel y
se dibuja a su alrededor un círculo, a modo de casilla de salida.
Una persona, al azar o echándolo a suertes, tira el dado y dibuja tantas casillas como números hayan salido en el dado.
Sitúa ahí su ficha y debe proponer una pequeña prueba o hacer una pregunta que el resto de compañeros debe contestar.
Al lado de la casilla, se escribe una palabra clave que recuerde el contenido de la pregunta o prueba.
A continuación, tira el siguiente compañero y repite la operación. A medida que avanza el juego, si los miembros del grupo
pasan por anteriores casillas, deben responder las pruebas anteriores y si son nuevas casillas, ir creando nuevas
actividades.
El juego acaba cuando ya no quede más papel continuo o bien, los miembros ya deseen pasar a otra actividad.

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